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BARROCO

TEÓRICA 1
Historia y Crítica de la Arquitectura y el Urbanismo II - 2020
“Los grandes temas en torno a los cuales se fija la atención del
mundo artístico del Barroco durante mas de un siglo son tres:
el movimiento, la luz y el ilusionismo escenográfico. (…)
El nuevo estilo se manifiesta tanto en los elementos como en el
conjunto del edificio. En los elementos arquitectónicos, la nota
esencial es la libertad con que son tratados, desentendiéndose
en ellos de las normas renacentistas por el deseo obsesivo de
movimiento: los entablamentos se curvan y los frontones se
parten y describen curvas, contracurvas y espirales. Este amor
desenfrenado por lo curvilíneo triunfa en la columna
salomónica, ejemplo emblemático del estilo.
Pero el nuevo estilo no solo altera los elementos, sino que
transforma la concepción general del edificio. Al llegar el gusto
por lo curvilíneo y por lo mixtilíneo a las plantas de las
arquitecturas, los muros dejan de ser rectos y cruzarse
ortogonalmente, y sus espacios dejan de ser rectangulares o
cuadrados. Producen la sensación de movimiento, crean ricos
efectos de luz. Y estos juegos de luz –con el consiguiente
enriquecimiento de los juegos de perspectiva derivados de la
oblicuidad de muros y soportes– serán una de las
preocupaciones del arquitecto al concebir los edificios y los
espacios urbanos.”
Alonso Pereira, J.R.
“Los grandes temas en torno a los cuales se fija la atención del
mundo artístico del Barroco durante mas de un siglo son tres:
el movimiento, la luz y el ilusionismo escenográfico. (…)
El nuevo estilo se manifiesta tanto en los elementos como en el
conjunto del edificio. En los elementos arquitectónicos, la nota
esencial es la libertad con que son tratados, desentendiéndose
en ellos de las normas renacentistas por el deseo obsesivo de
movimiento: los entablamentos se curvan y los frontones se
parten y describen curvas, contracurvas y espirales. Este amor
desenfrenado por lo curvilíneo triunfa en la columna
salomónica, ejemplo emblemático del estilo.
Pero el nuevo estilo no solo altera los elementos, sino que
transforma la concepción general del edificio. Al llegar el gusto
por lo curvilíneo y por lo mixtilíneo a las plantas de las
arquitecturas, los muros dejan de ser rectos y cruzarse
ortogonalmente, y sus espacios dejan de ser rectangulares o
cuadrados. Producen la sensación de movimiento, crean ricos
efectos de luz. Y estos juegos de luz –con el consiguiente
enriquecimiento de los juegos de perspectiva derivados de la
oblicuidad de muros y soportes– serán una de las
preocupaciones del arquitecto al concebir los edificios y los
espacios urbanos.”
Alonso Pereira, J.R.
“En la arquitectura y el arte barrocos, la línea
divisoria entre la realidad tridimensional y la
ilusión mística se va difuminando
progresivamente. (…) Aún más dramático es el
fresco de la bóveda de la iglesia San Ignacio, en
Roma, proyectada por el padre Orazio Grassi
entre 1626 y 1650. Las bóvedas fueron pintadas
por el padre Andrea Pozzo entre 1691 y 1694,
destacando la llamada Apoteosis de San
Ignacio, una fantasía de decoraciones
arquitectónicas fingidas que se elevan hacia el
cielo, con nubes y figuras angélicas que
acompañan a San Ignacio. Desde el suelo de la
iglesia, resulta prácticamente imposible dilucidar
si lo que se está viendo es o no una bóveda de
cañón pintada, ya que la realidad de la
superficie curva de la bóveda ha sido totalmente
erradicada por la ilusión perspectiva. Una vez
más, el barroco, la razón ha sido vencida por la
experiencia mística.”

ROTH, Leland; Entender la arquitectura, sus elementos,


historia y significados, editorial Gustavo Gili, Madrid, 2016
“Si coincidimos en leer en [el Barroco]
dinamismo, formas llenas de energía,
preferencia por el ovalo, molduración
de los muros mediante columnas y
pilastras agrupadas, impetuosidad en
la escala, distribuciones accidentadas,
etc., entonces el barroco comienza con
M. Ángel y con el urbanismo de Sixto
V. Pero fue después de 1600 cuando
se dejo atrás la rigidez de la
Contrarreforma con el Concilio de
Trento, cuando este estilo encontró su
vox coherente y contagiosa. Bernini es
fundamental, pero también su famoso
rival Borromini”.
S. Kostof
“Si coincidimos en leer en [el Barroco]
dinamismo, formas llenas de energía,
preferencia por el ovalo, molduración
de los muros mediante columnas y
pilastras agrupadas, impetuosidad en
la escala, distribuciones accidentadas,
etc., entonces el barroco comienza con
M. Ángel y con el urbanismo de Sixto
V. Pero fue después de 1600 cuando
se dejo atrás la rigidez de la
Contrarreforma con el Concilio de
Trento, cuando este estilo encontró su
vox coherente y contagiosa. Bernini es
fundamental, pero también su famoso
rival Borromini”.
S. Kostof
“Si coincidimos en leer en [el Barroco]
dinamismo, formas llenas de energía,
preferencia por el ovalo, molduración
de los muros mediante columnas y
pilastras agrupadas, impetuosidad en
la escala, distribuciones accidentadas,
etc., entonces el barroco comienza con
M. Ángel y con el urbanismo de Sixto
V. Pero fue después de 1600 cuando
se dejo atrás la rigidez de la
Contrarreforma con el Concilio de
Trento, cuando este estilo encontró su
vox coherente y contagiosa. Bernini es
fundamental, pero también su famoso
rival Borromini”.
S. Kostof

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