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Los derechos colectivos de los pueblos indígenas sobre las tierras,

los territorios y los recursos naturales


(Enseñanzas extraídas de proyectos apoyados por el FIDA)

Los derechos de los pueblos indígenas se han perfilado en los últimos treinta años
como destacado componente del derecho y las políticas internacionales gracias a un
movimiento impulsado a escala nacional, regional e internacional por pueblos
indígenas, la sociedad civil, mecanismos internacionales y Estados. El sistema de
derechos humanos de las Naciones Unidas (sus mecanismos, leyes y políticas) ha
ocupado un lugar central en este proceso mediante órganos como el Grupo de Trabajo
sobre Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, que cumplió innovadoras funciones
de las que hoy se ocupan el Consejo de Derechos Humanos y sus mecanismos en
colaboración con otras instancias destacadas, como el Foro Permanente de las
Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas.

En la Declaración se reconoce el derecho de los pueblos indígenas a sus tierras,


territorios y recursos, incluidos los que han poseído tradicionalmente pero en la
actualidad están controlados por otros, de hecho o de derecho. Muchos pueblos
indígenas ven como rasgo definitorio su relación con sus tierras, territorios y recursos.

La población indígena depende de la tierra y sus correspondientes recursos para


mantener su seguridad alimentaria y sus medios de vida. La expansión de las
superficies agrícolas, las industrias de explotación, los cambios en la gestión del uso de
la tierra, entre otras actividades, pueden plantear amenazas a los sistemas de
alimentación de los pueblos indígenas y, por ende, socavar su derecho a la
alimentación, así como su seguridad alimentaria y nutricional (Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, 2013). En este contexto, el
FIDA ha promovido sistemas indígenas de producción agrícola, un enfoque integrado
de la mejora de la nutrición y la resiliencia de los sistemas de alimentación indígenas,
colocando así a la seguridad alimentaria y nutricional en el centro de todas sus
operaciones.

La estrecha relación que los indígenas mantienen con la tierra debe de ser reconocida
y comprendida como la base fundamental de sus culturas, su vida espiritual, su
integridad y su supervivencia económica. Para las comunidades indígenas la relación
con la tierra no es meramente una cuestión de posesión y producción sino un elemento
material y espiritual del que deben gozar plenamente, inclusive para preservar su
legado cultural y transmitirlo a las generaciones futuras.

Sobre la base de interpretaciones actuales y autorizadas del derecho vigente de los


derechos humanos propuestas por órganos creados en virtud de tratados de derechos
humanos de las Naciones Unidas y mecanismos regionales de derechos humanos, en
el artículo 26, párrafo 1, se reconoce, en líneas generales, el derecho de los pueblos
indígenas a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído,
ocupado o utilizado o adquirido, mientras que en el párrafo 2 se mencionan las tierras,
territorios y recursos que poseen con arreglo a conceptos indígenas consuetudinarios
de "propiedad". En el párrafo 3 del artículo 26 se determina que los Estados
asegurarán el reconocimiento y protección jurídicos de esas tierras, territorios y
recursos. En el artículo 27 se determina que los Estados establecerán y aplicarán
procesos por los que se reconozcan y adjudiquen los derechos de los pueblos
indígenas en relación con sus tierras, territorios y recursos.

Los derechos de los pueblos indígenas tienen, por definición, carácter colectivo. Dicho
de otro modo, se confieren a individuos indígenas que se organizan en pueblos.
Aunque también se reconocen derechos individuales, es innovador el grado en que se
reconocen en la Declaración los derechos colectivos. Por lo general, se daba por
sentado que los derechos de los individuos bastarían para garantizar una protección y
promoción adecuadas de los derechos de proyección colectiva, como el derecho a la
cultura. Sin embargo, con la aprobación de la Declaración la comunidad internacional
ha afirmado claramente que deben reconocerse los derechos colectivos de los pueblos
indígenas para que estos puedan disfrutar de sus derechos humanos.

El FIDA considera que asegurar el acceso de los pueblos indígenas a las tierras, los
territorios y los recursos naturales es fundamental para generar estabilidad e impulsar
el desarrollo sostenible e inclusivo a largo plazo. Investigaciones realizadas en los
últimos decenios demuestran que las tierras que se rigen por sistemas de tenencia
comunitaria, es decir el derecho a poseer o gestionar recursos naturales terrestres a
nivel de la comunidad, a menudo tienen instituciones y prácticas locales bien
establecidas que históricamente han ayudado a mantener ecosistemas frágiles, como
los bosques tropicales, los pastizales y los sistemas de rotación agrícola a gran escala
(Iniciativa para los Derechos y Recursos, RRI, 2015).

En los últimos años, el interés de la comunidad internacional por garantizar el


reconocimiento formal de los derechos de los pueblos indígenas sobre la tierra y los
territorios ha ido en aumento. Los órganos internacionales de derechos humanos han
reafirmado los derechos de los pueblos indígenas como derechos humanos en el
marco de las normas internacionales, y han subrayado sus derechos colectivos a las
tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente han ocupado, poseído o
utilizado.

La Política de Actuación del FIDA en relación con los Pueblos Indígenas llevó al
establecimiento de dos nuevos instrumentos para implantar sus principios de actuación:
• Fondo de Apoyo a los Pueblos Indígenas (IPAF). Se trata de un fondo especial para
los pueblos indígenas creado con el objetivo de fortalecer las comunidades de pueblos
indígenas y sus organizaciones mediante la financiación de pequeños proyectos
encaminados a fomentar su desarrollo autónomo.

Desde su creación en 2006, este fondo ha financiado 127 pequeñas donaciones a


organizaciones de pueblos indígenas: de ellas, 55 abordaban cuestiones territoriales
como tema principal o como parte de otras actividades del proyecto.

A través de pequeñas donaciones de hasta USD 50 000, el Fondo de Apoyo a los


Pueblos Indígenas apoyó proyectos que incluyen a los pueblos indígenas en las
actividades de desarrollo, mejoran su acceso a los procesos claves de adopción de
decisiones y los empoderan para encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan. A
nivel regional, este fondo es gestionado en forma conjunta por las organizaciones de
pueblos indígenas Samburu Women Trust en África, la Fundación Tebtebba en Asia, y
el Foro Internacional de Mujeres Indígenas en América Latina y el Caribe

Como bien se expone en sus políticas, y como lo han demostrado sobre el terreno los
proyectos financiados por el FIDA a lo largo de los años, garantizar el acceso colectivo
a las tierras, los territorios y los recursos naturales es esencial para la sostenibilidad a
largo plazo de las operaciones del FIDA. Aparte de ser un derecho humano básico de
las personas que viven en esos territorios y que dependen de los recursos locales para
su subsistencia, la seguridad de los derechos colectivos sobre la tierra ha demostrado
ser un instrumento clave para el desarrollo económico y un medio para reducir el riesgo
financiero de las inversiones.

Algunas de las enseñanzas extraídas más importantes son las siguientes:

El reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos indígenas sobre las


tierras, los territorios y los recursos es un camino hacia la reducción de la
pobreza y el desarrollo sostenible.

El principio del consentimiento libre, previo e informado debe inscribirse en toda


iniciativa encaminada a garantizar los derechos colectivos sobre la tierra.

El acceso seguro a los territorios tradicionales de los pueblos indígenas y la


obtención de los títulos de propiedad correspondientes deberían sostenerse con
medidas complementarias.

Los derechos colectivos de los pueblos indígenas sobre la tierra son


inseparables de su derecho a la alimentación.

Se deberá apoyar el acceso a la información y la creación de capacidad en


materia de derechos colectivos a las tierras, los territorios y los recursos.
Los medios de vida propios y los conocimientos ecológicos tradicionales de los
pueblos indígenas contribuyen significativamente al desarrollo sostenible con
bajas emisiones de carbono, a la conservación de la biodiversidad y a la
diversidad genética
El FIDA seguirá incorporando el apoyo a los pueblos indígenas en todas sus
inversiones a fin de que estos sean parte de la solución para lograr la seguridad
alimentaria y la erradicación de la pobreza y para luchar contra los efectos del cambio
climático.

Centro Universitario de Zacapa –CUNZAC-


Bianca Rocío Valdez Aguilar
Carné 201614035
Lic. En Ciencias Jurídicas y Sociales
Abogado y Notario.
V Semestre
Derechos de los Pueblos Indígenas
Licda. Jeanethe Aracely Vásquez Franco

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