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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

Facultad de Ciencias de la Salud

Carrera de Psicología Clínica

Prácticas Pre Profesionales II

TÍTULO DEL PROYECTO:

Caso clínico Trastorno de Personalidad Esquizotípico

INTEGRANTES:

Cinthya Ocaña, Belén Rivera y Andrés Vásquez

DOCENTE:

Ps.Cl. César Eduardo Ponce Mgs.

PERIODO:

Noviembre 2021 - Marzo 2022

Riobamba – Ecuador
Conceptualización
El trastorno esquizotípico de la personalidad aunque no se encuentra codificado dentro
del apartado de personalidad en el CIE-10, si es mencionado por algunos autores y se encuentra
codificado en el DSM-IV, pues debido a su aparente gran relación con la esquizofrenia se ha
incluido en los trastornos esquizofrénicos, esquizotípicos y delirantes (Takayanagui, et al.,
2020). Dentro del DSM-V está clasificado dentro de los 3 patrones de personalidad graves
(Esbec y Echeburúa, 2014).
También es denominado como esquizofrenia ambulatoria, es decir personas con una
tendencia latente para desarrollar algún tipo de esquizofrenia, aunque puede ser que nunca se
presenten (Kirchner et al., 2018). Por su parte la American Psychiatric Association (2014,
p.645) define al trastorno esquizotípico como “patrón de malestar agudo en las relaciones
íntimas, de distorsiones cognitivas o perceptivas y de excentricidades del comportamiento”.
Características
Pattamanusorn, et al., (2020) menciona como las características principales
determinantes de este trastorno a la extravagancia y la excentricidad, acompañada de las
experiencias cognitivas y sensoriales no habituales; sumados a la poca interacción social,
aislamiento, tendencia a la suspicacia y trastornos de la comunicación; interpretan la realidad
de formas extrañas, con ideas mágicas, fantásticas, sobrevaloradas, de referencia, ilusiones,
desrealización, y acompañado de un lenguaje tangencial, extraño, metafórico.
Se muestra en la infancia como un patrón de déficit social, poca capacidad para la
interacción social y distorsiones cognoscitivas (Concepción, et al., 2018).
Sintomatología
Para Gonzales, et al., (2021) se considera al Trastorno de Personalidad Esquizotípico,
como la expresión de rasgos similares a la esquizofrenia, pero con distintos niveles de
severidad, están organizados en tre factores, el factor cognitivo relacionado con el pensamiento,
el cual puede ser mágico, acompañado de percepciones inusuales, ideas paranoides, de
referencia, entre otras ideas extrañas; el factor interpersonal relacionado a la falta de vínculos
y relaciones interpersonales duraderas, afecto restringido, ansiedad social excesiva e ideación
paranoide; y la desorganización o singularidad, representada en los comportamientos
excéntricos y el habla extraña. Resaltando específicamente el comportamiento o apariencia que
es extraño, excéntrico o peculiar; falta de amigos cercanos o confidentes, ansiedad social
excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a asociarse con miedos paranoides
(Rosell, et al., 2015).
La OMS (2000, p.95), enumera como las características más importantes del Trastorno
Esquizotípico a las siguientes:
Trastorno caracterizado por un comportamiento excéntrico y anomalías en el
pensamiento y afectividad que se parecen a las vistas en la esquizofrenia, aunque no se
producen en ningún momento las anomalías esquizofrénicas características y
definitorias. Los síntomas pueden incluir afectividad fría o inapropiada; anhedonia;
comportamiento raro o excéntrico; tendencia al retraimiento social; ideas paranoides o
extrañas que no llegan a ser delirantes; rumiaciones obsesivas; trastorno del
pensamiento y alteraciones de la percepción; episodios ocasionales y transitorios casi
psicóticos con ilusiones intensas, alucinaciones auditivas o de otro tipo, e ideas
similares a las delirantes, que normalmente se producen sin provocación externa. No
hay un comienzo definido y la evolución y el curso, por lo general, son la de un trastorno
de personalidad.
Criterios diagnósticos
En el CIE-10 (OMS, 2000) se encuentra clasificado dentro de Esquizofrenia, trastorno
esquizotípico y trastornos de ideas delirantes, como el F21 denominado Trastorno
Esquizotípico, el cual cuenta con los siguientes criterios diagnósticos:
A. El sujeto debe haber manifestado, de forma continua o reiterada, durante un período de al
menos dos años, al menos cuatro de las siguientes características:
1. Afectividad inapropiada o constreñida, con un aspecto frío y distante.
2. Comportamiento o apariencia extraños, excéntricos o peculiares.
3. Contacto personal empobrecido y tendencia al retraimiento social.
4. Creencias extrañas o pensamiento mágico, que influyen en el comportamiento y
son inconsistentes con las normas subculturales.
5. Suspicacia o ideas paranoides.
6. Rumiaciones sin resistencia interna, a menudo con contenidos dismofóbicos,
sexuales o agresivos.
7. Experiencias perceptivas inusuales, incluyendo ilusiones somatosensoriales
(corporales) u otras, despersonalización o desrealización.
8. Pensamiento vago, circunstancial, metafórico, muy elaborado y a menudo
estereotipado, que se manifiesta por un discurso extraño o de otras formas, sin
llegar a la incoherencia burda.
9. Episodios casi psicóticos ocasionales y transitorios con ilusiones intensas,
alucinaciones auditivas o de otro tipo e ideas deliroides, que habitualmente se
producen sin provocación externa.
B. El sujeto nunca debe haber cumplido criterios de algún trastorno en F20.- (esquizofrenia).
Dentro del DSM-5 se encuentra el 301.22 (F21) el Trastorno de Personalidad Esquizotípica,
el cual cuenta con los siguientes criterios diagnósticos (American Psychiatric Association,
2014, pp. 361-362):
A. Patrón dominante de deficiencias sociales e interpersonales que se manifiesta por un
malestar agudo y poca capacidad para las relaciones estrechas así como por distorsiones
cognitivas o perceptivas y comportamiento excéntrico, que comienza en las primeras etapas
de la edad adulta y está presente en diversos contextos, que se manifiesta por cinco (o más)
de los hechos siguientes:
1. Ideas de referencia (con exclusión de delirios de referencia).
2. Creencias extrañas o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y
que no concuerda con las normas subculturales (p. ej., supersticiones, creencia
en la clarividencia, la telepatía o un “sexto sentido”; en niños y adolescentes,
fantasías o preocupaciones extravagantes).
3. Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas ilusiones corporales.
4. Pensamientos y discursos extraños (p. ej., vago, circunstancial, metafórico,
superelaborado o estereotipado).
5. Suspicacia o ideas paranoides.
6. Afecto inapropiado o limitado.
7. Comportamiento o aspecto extraño, excéntrico o peculiar.
8. No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado.
9. Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a
asociarse a miedos paranoides más que a juicios negativos sobre sí mismo.
B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o un
trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno psicótico o un trastorno del
espectro del autismo.
Nota: Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá “previo,” p. ej.,
“trastorno de la personalidad esquizotípico (previo).”

Caso clínico
Datos informativos
● Género: Masculino
● Edad: 19 años
● Fecha de nacimiento: 3 de Marzo del 2003
● Lugar de nacimiento: Riobamba - Ecuador
● Nacionalidad: Ecuatoriano
● Ocupación: No trabaja
● Escolaridad: Bachillerato
● Estado civil: Soltero
Motivo de consulta
Nn acude a consulta médica debido a que hace 4 meses alude sentir mucha ansiedad, sudoración
excesiva y malestar epigástrico en ocasiones de mucha presión. El médico remite al área de
psiquiatría por comportamiento y conducta inusual.
Comportamiento durante la entrevista
Nn muestra buen cuidado personal, pero una presentación y comportamiento
extravagante, uso excesivo de joyas y accesorios, además de inquietud motora. Su orientación
en espacio, tiempo y persona es normal. En un inicio, se muestra reacio ante las preguntas, pero
conforme la entrevista avanzaba, el relato del paciente se volvió extenso y muy elaborado,
perdía el hilo conductual al explicar sobre sus prácticas y creencias, volviendo luego al tema
central de la entrevista.
Enfermedad Actual
Nn presenta sintomatología ansiógena, un comportamiento extravagante e inusual,
discurso superelaborado y circunstancial acompañado de afecto limitado y creencias extrañas
en torno a la clarividencia, también se evidencia ideas de referencia.
Historia de la enfermedad
Nn menciona sentirse muy ansioso, con problemas epigástricos, y excesiva sudoración,
razón por la cual se ha visto afectado en su vida cotidiana, pues menciona que al sentir este
malestar no puede leer el pasado como antes, ni predecir el futuro. Relata que en su juventud
conoció y estudió el mundo del esoterismo y clarividencia pues afirma que “ mi vida se iluminó,
en base a los astros, y las energías, puedo ver el futuro, leer tu pasado. La vida es un mar de
vivencias, que a través de las olas vibran de forma efímera, tomando como referencia al sol y
a la luna como guías eternos de esto que llamamos vida, es asi como tengo la facultad que
pocas personas tenemos para poder visualizar hechos que aún no ha pasado, y extendernos por
la infinita orbe. Para lograrlo entró en un estado mental que me hace poder traspasar el espacio-
tiempo”. Nn añade sentirse agobiado pues tiene la sensación de que su familia lo odia y que
muchas veces hablan de él, pues relata que le quedan viendo mal, murmuran cuando pasa por
la casa y buscan la manera de que se vaya del hogar, razón por la cual evita la comunicación
con ellos y reafirma su falta de interés de relacionarse con los demás, pues según él son “seres
sin luz y ausencia de brío” a su vez afirma que es consciente que es diferente a los demás.
Afirma que no ha tenido pareja hasta la actualidad ni tampoco mantiene vínculos sociales con
amigos o grupos cercanos, añade que la relación con su familia es disfuncional. Nn siente que
esta situación puede ser la causante de su malestar actual. Afirma que le gusta vestirse de esta
manera en su vida cotidiana o en su defecto utilizar algún accesorio de esta índole siendo un
pañuelo en la frente y uno en el brazo los que no pueden faltar en su indumentaria, debido a
que le traen buena suerte, además de usar sombras en los ojos y joyas extravagantes.
Anamnesis personal normal y patológica
Nn menciona no haber tenido una infancia muy agradable, pues sufría de bullying en la
escuela por parte de sus compañeros, ya que afirma siempre haber sido diferente, tampoco le
ha gustado relacionarse con los demás ni crear lazos de amistad, pues dice ser tímido cuando
habla con alguien y no confía en nadie. Relata que desde niño era muy curioso en torno a temas
paranormales y esotéricos y que fue parte de su aprendizaje. En su adolescencia el paciente
menciona que después de haberse autoeducado y preparado en temas esotéricos y de
clarividencia fue capaz de realizar viajes astrales, desdoblamientos corporales y mejorar su
capacidad de clarividencia. Añade que tampoco tuvo una buena relación con su familia, pues
no entendían sus pasatiempos ni apoyaban su forma de vestir, solo lo criticaban y miraban mal.
Anamnesis Familiar normal y patológica
Nn procede de una familia biparental, siendo hijo único, la relación con sus padres y
demás familia era disfuncional pues no existía armonía, cohesión, comunicación ni muestras
de afecto entre sus miembros hasta la actualidad; el paciente refiere que su abuelo paterno
sufría de esquizofrenia, razón por la cual él recuerda era medicado diariamente.
Instrumentos
Cuestionario Oviedo para la evaluación de la esquizotipia, ESQUIZO-Q
Es un instrumento con una aplicación de una hora y media aproximadamente de la
escala al completo y entre 30-35 minutos para los tests principales; su aplicación se enfoca en
población de entre 14-19 años, destinado a la evaluación de los rasgos de la personalidad
esquizotípica y la detección de la propensión a la psicosis. Se evalúan 10 escalas y tres
dimensiones de segundo orden; se miden algunas facetas dentro del mismo, como ideas de
referencia, pensamiento mágico, experiencias perceptivas extrañas, pensamiento y lenguaje
raros, ideación paranoide, afectividad inapropiada (anhedonia física y anhedonia social),
comportamiento raro, falta de amigos íntimos o pérdida de confianza en los familiares de
primer grado, ansiedad social excesiva (Fonseca, et al., 2010).
Diagnóstico diferencial
Los principales diagnósticos diferenciales se establecen con la Psicosis, debido a la gran Comentado [1]: https://idus.us.es/handle/11441/43285
http://jorgecastello.org/REFLEXIONES%20SOBRE%20
cantidad de síntomas positivos es decir delirios y alucinaciones. Y con los trastornos de EL%20TRASTORNO%20ESQUIZOT%CDPICO.pdf
https://www.academia.edu/download/57946082/Doming
personalidad límite y evitativo, de los cuales se diferencia por la gran cantidad de conductas uez__Kwapil___Barrantes-
Vidal_2011_Invest._TEP_en_la_adolescencia._Acutaliz
bizarras (Roca, et al., 2010) _RevPsicopSaludMent__18.pdf
http://repositorio.unsa.edu.pe/handle/UNSA/10535
Trastornos esquizofrénicos. Se suele indicar que si el trastorno esquizoide se conecta
con la sintomatología negativa, el esquizotípico lo hace con la positiva, sin embargo, se debe
tener en cuenta que los síntomas psicóticos en la esquizofrenia son de mayor persistencia y
mayor gravedad en intensidad, frecuencia y disfunción (Senín y Rodríguez, 2011).
Trastorno de personalidad esquizoide: Los esquizoides son deficientes para
experimentar afecto, mientras que los esquizotípicos son deficientes a nivel cognitivo para
comprender las motivaciones y comunicaciones humanas. El diagnóstico diferencial se
establece por las conductas y percepciones extravagantes (Senín y Rodríguez, 2011).
El sujeto esquizoide se distingue al estar en un nivel máximo de alejamiento de los
demás, con el consiguiente embotamiento afectivo, mostrando muy pocos o casi ningún
sentimiento tanto a los otros como consigo mismo, con este aislamiento logra un bajo nivel de
sufrimiento psíquico. No tiene anhelos de interacción y consigue, en la medida de lo posible,
adaptar su vida en este sentido, este equilibrio también reduce considerablemente la necesidad
de que la mente del individuo distorsione la realidad alejándose de ella (Castelló, 2010).
Trastorno de personalidad evitativo: El evitador se aísla porque teme ser rechazado por
los demás, la gran diferencia es que en un extremo se encuentra el individuo que no desea en
absoluto relacionarse con los demás (el esquizoide) y en el otro al que sí lo desea
fervientemente (el evitador) pero tiene muchos miedos y dificultades, en el punto medio está
la persona con trastorno esquizotípico (Castelló, 2010).
Trastorno de personalidad paranoide: La dimensión paranoide comparte con la
esquizotípica el distanciamiento interpersonal, pero en lugar de optar por el aislamiento
extremo, se produce un enfrentamiento con el entorno, la persona con trastorno esquizotípico
es suspicaz y desconfiada, puede pensar que la gente tiene malas intenciones, pero no se ve con
las fuerzas suficientes como para enfrentarse a ellos reaccionando con miedo o ansiedad, el
paranoide, en lugar de “encogerse”, se fortalece y afronta ese entorno hostil (Castelló, 2010).
Además, las peculiaridades del esquizotípico, el pensamiento tangencial y los
comportamientos excéntricos no se encuentran en el paranoide, el cual se muestra frío, con
afecto restrictivo, y claridad de pensamiento (Senín y Rodríguez, 2011).
Conclusión diagnóstica
F21 Trastorno Esquizotípico
Posible tratamiento
Según diversos estudios, no existen terapias claramente efectivas para este tipo de casos
e, igualmente, se plantean múltiples interrogantes sobre la etiología de este desorden. Estudios
afirman una reducción de los síntomas en estos pacientes mediante un tratamiento integrador
que incluya tratamiento comunitario asertivo, entrenamiento en habilidades sociales,
participación familiar y psicoeducación, obteniendo como resultados que el paciente a pesar de
continuar presentando determinados síntomas, su nivel de funcionamiento logra una mejoría
considerable y persistente (Kirchner et al., 2018)
Con respecto al tratamiento según el modelo de Beck se considera importante tener
conciencia que la terapia puede provocar ansiedad ya que se modificará la identidad del
paciente y el sentido de su yo por más incómodos limitantes y solitarios que puedan ser sus
esquemas de acción, el cambio implica entrar en un nuevo territorio, no sólo se les pide que
cambien una parte de su cadena conductual o que reencuadre en una simple percepción sino
que renuncien a lo que son y cómo se han definido a sí mismos durante muchos años y muchos
contextos, es fundamental entonces un alto grado de acuerdo entre las expectativas del paciente
acerca de las metas y objetivos terapéuticos y los del terapeuta, un estilo tranquilo y seguro por
parte del terapeuta, una naturaleza cooperativa durante el proceso de establecimiento de metas
y enfocar estrategias atendiendo las áreas cognitiva conductual y afectiva, para ello se deben
usar los tres componentes terapéuticos cognitivo expresivo y relacional (López et al., 2010).
Beck además plantea como objetivos generales para el tratamiento de los trastornos de
personalidad los siguientes: conceptualización del caso, el terapeuta debe realizar una
conceptualización específica de cada paciente que le permita comprender el comportamiento
inadaptado del mismo y modificar las actitudes disfuncionales, identificación y modificación
de los esquemas, el terapeuta debe utilizar los datos que se recogen para poder reconocer los
esquemas nucleares y las reglas de pensamiento que rigen las conductas de estos pacientes para
que puedan comprender el origen de sus conductas disfuncionales y como estos a su vez
refuerzan los esquemas de información servirá para modificar las creencias actuales
desadaptativas por otras que sean más funcionales, especificar las metas que persiguen los
pacientes y que subyacen a las aspiraciones y ambiciones que expresan, énfasis en la relación
paciente terapeuta construir una relación de trabajo que se caracterice por la cooperación y la
confianza para poder llevar a cabo la terapia de manera adecuada (López et al., 2010).
Dentro de este enfoque se utilizan técnicas experimentales o dramáticas, algunas de las
cuales incluyen la evocación de experiencias y el empleo de vocación de imágenes que resultan
eficaces para este tipo de trastornos, y ayudan aquel paciente no sólo logré un insight intelectual
sino también emocional para comprender las razones de su autoimagen negativa y poder
modificarla.
Técnicas cognitivas son los sondeos cognitivos que tienen como objetivo que el
paciente identifique las situaciones que le generan malestar pero centrarse en las bases
cognitivas de las mismas; abordaje de esquemas, en donde el paciente identifica las reglas que
rigen sus conductas disfuncionales para después trabajar en su modificación de manera que le
permite establecer un funcionamiento más adaptativo; toma de decisiones, donde el terapeuta
debe actuar de forma más colaborativa para que el paciente pueda ir aprendiendo a tomar ciertas
decisiones importantes que ayuden a modificar los estilos de personalidad; descubrimiento
guiado, permite reconocer las pautas de interpretación disfuncionales; el empirismo
cooperativo, trabajar con el paciente para poner a prueba la validez de sus creencias de
interpretaciones y expectativas; la reatribución, en donde se reasignan responsabilidades por
acciones y resultados (López et al., 2010).
Dentro de las técnicas conductuales, se encuentra la observación y programación de la
actividad, permitiendo al paciente la identificación retrospectiva y la programación prospectiva
de los cambios; la programación de actividades de dominio y placer, para realzar la eficacia
personal y validar el éxito con las experiencias modificadas; el ensayo de conductas, modelado,
entrenamiento en la asertividad y la dramatización, para desarrollar habilidades que permitan
al paciente responder con más eficacia en situaciones problemáticas; entrenamiento en
relajación y distracción cuando la ansiedad se presenta; exposición en vivo, en la que se
acompaña el paciente un escenario problemático y eso le ayuda a abordar esquema secciones
disfuncionales (López et al., 2010).
Otros enfoques utilizados para intervenir estos casos dentro de terapia se ha manejado
en base a la utilización de componentes de la Terapia de Aceptación Compromiso y la
Psicoterapia Analítico Funcional, cuyo objetivo se encuentra enfocado en la disminución o
eliminación de todas aquellas conductas problema de los pacientes que imposibilitan un
adecuado funcionamiento en su medio ambiente social (Olivencia y Cangas, 2005).
Uno de los objetivos se centra en las interpretaciones funcionales entre el comportamiento
verbal emitido en el contexto clínico y aquellos factores de control que lo pudieran estar
determinando, con el fin de ofrecer una explicación, que facilitara la contextualización del
síntoma, de este modo, se pretendía también una validación del comportamiento del sujeto, en
la línea de la Terapia Dialéctica Conductual (Olivencia y Cangas, 2005).
Además, se pretende que el paciente logre discriminar las conductas de ‘suspicacia’,
‘autodesvalorizaciones’ y ‘percepción inadecuada’, para ello, se realiza una valoración de la
correspondencia o no-correspondencia de estas conductas con lo ocurrido realmente,
valorándose aquellos hechos que pudieran no estar siendo atendidos por la persona y que entran
en contradicción con el mantenimiento del comportamiento como algo ‘real’, se busca así
eliminar pensamientos que sólo aumentan el problema y a que desarrollen una perspectiva que
les permita discriminar entre los pensamientos y la persona que los está experimentando,
creando una ruptura de la relación causa-efecto que normalmente se atribuye a los
pensamientos, de este modo, se hace uso de metáforas, ejemplos y argumentaciones que,
pusieran de manifiesto la inadecuación de las conductas problema y aquellas explicaciones que
intentan justificarlas (Olivencia y Cangas, 2005).
Otro objetivo se centra en el análisis de las «consecuencias negativas» que
supuestamente se derivarían de continuar comportándose como lo habían hecho hasta el
momento y de las «consecuencias positivas» de hacerlo en una dirección alternativa. De este
modo, se busca trabajar en la discriminación de aquellas relaciones conducta-consecuencias
que normalmente pasaban desapercibidas y que constituyen, en sí mismas, la mayor prueba de
la disfuncionalidad de los ‘síntomas’ (Olivencia y Cangas, 2005).

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