El uso de drogas ha estado presente en todas las culturas a lo largo de la historia.

Existen
evidencias arqueológicas de que el homo sapiens ha consumido plantas psicoactivas desde el
paleolítico, lo que le permitió desarrollar una nueva conciencia y percepción del mundo desde
otros puntos de vista.

En cuanto al uso que le daban a las drogas en esos tiempos, encontramos que la usaban
como vehículos para la ebriedad y potenciar las fiestas y diversión; como estimulantes para
potenciar la tensión, el control de las situaciones u objetos, como fuente de sedación, con fines
analgésicos y finalmente, las drogas se empleaban en rituales para tener contacto con la
divinidad.

Aproximadamente a partir del siglo XVIII, el consumo de drogas ha sido cuestionado desde
un punto de vista moral y existen muchos prejuicios y estereotipos sobre el tema. Los
problemas asociados al consumo de drogas surgen cuando comienza la producción a gran
escala, cuando se industrializa la droga y es de gran importancia en la actualidad que los países
cuenten con una Estrategia Nacional de Drogas, que establezca una política de drogas que
orienten las decisiones e intervención sobre el tema.

En nuestro país, la Estrategia Nacional de Drogas (END) se elaboran cada 5 años y la misma
tiene cinco ejes estratégicos que se presentan en planes operativos anuales. Estos son
evaluados de forma interna, mediante instrumentos estandarizados y de forma externa, por
organismos internacionales como la ONU o la Copolad (programa financiado por la Unión
Europea). En relación a los ejes que estructuran a la END 2021-2025, estos son:
Fortalecimiento institucional, la Salud Integral, el eje relacionado con Mercado, las medidas
de control y regulación, el eje Justicia y convivencia y Relaciones Internacionales y Cooperación

Según la Junta Nacional de Drogas (JND) de nuestro país la clave para comprender la
problemática del uso de drogas son brindar Información de calidad para tomar mejores
decisiones, de este modo el estar informado y tener una postura crítica nos permite vivir en un
mundo en el que convivimos con las drogas y así tomar las decisiones correctas respecto al uso
que le damos y por otro lado, que las personas deben estar en el centro de las políticas de
drogas.

Las estrategias que la JND emplea para abordar el tema se basa en comprender el problema
de las drogas como un fenómeno complejo y dinámico, ligado a factores sociales, políticos
económicos y culturales que afecta a los derechos humanos. En concordancia con ello se
trabaja en la regulación y control de mercados, en particular de alcohol, tabaco y cannabis.

Para terminar, la JND define a la droga como “toda sustancia química farmacológicamente
activa en el sistema nervioso central (SNC) que se utiliza porque produce determinados
efectos placenteros” ( p.10). Existen distintos tipos de drogas, la OMS las agrupa según los
efectos que estas producen sobre el SNC en: Depresoras, Estimulantes y Perturbadoras.

La JND también plantea que la campaña contra la droga no debe enfocarse en la

“sustancia” en sí, sino que lo fundamental es la relación que el individuo establece con las
drogas y es muy importante conocer el lugar social donde se accede a esta.