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INSTALACioN DE Cateter VENOSO CENTRAL Y

VIGILANCIA DE LA PRESioN VENOSA CENTRAL


Concepto:
Procedimiento en el que, con asistencia del profesional de enfermería, se inserta al
sistema vascular central en forma quirúrgica y no quirúrgica, un catéter o línea
venosa central (CVC) a la vena cava superior o a la aurícula derecha. Cuando se
instala por la vena basílica o cefálica se denomina periférico.

Objetivos:
• Introducir volúmenes mayores de líquidos en periodos largos.
• Vigilar la presión venosa central (PVC).
• Administrar fármacos irritantes, antibióticos y agentes quimioterapéuticos.
• Administración de soluciones parenterales irritantes en venas pequeñas.
• Obtener muestras sanguíneas

Equipo y material:
Equipo de venoclisis, CVC radioopaca en aguja calibre 14 a 16 y guía
correspondiente, solución endovenosa, manómetro de agua, válvula de tres pasos,
anestésico, jeringas y agujas estériles, campos quirúrgicos, guantes estériles, gasas
estériles, suturas, solución antiséptica.

tecnica:
En este procedimiento se recomienda la aplicación de la asepsia y los mismos
pasos correspondientes a la administración de soluciones por vía endovenosa.

NSTALACioN DE CVC Y VIGILANCIA DE LA PVC


PASO 1: Valorar al paciente, que por indicación médica se le instalará un CVC.

FUNDAMENTACioN:
• La valoración del paciente en cuanto hidratación, nutrición, signos vitales,
tendencia hemorrágica, alergia a soluciones antisépticas o material adhesivo,
disminuye las complicaciones.
• La instalación del CVC en pacientes en terapia intensiva, con terapias
intravenosas prolongadas, que necesiten infusiones con pH bajo, soluciones
hiperosmolares, quimioterapia antineoplásica, antibióticos y flujo rápido, requiere
consentimiento informado, y es recomendable para evitar complicaciones
mecánicas o riesgos de infección.
PASO 2: Seleccionar CVC o periférico.

FUNDAMENTACioN:
• Los CVC son dispositivos sintéticos obtenidos por condensación de poliésteres
o bien, por composición de silicona y oxígeno, situación que ofrece bio y
hemocompatibilidad, reducen la formación o adhesión de trombos o coágulos,
su ablandamiento facilita su flexibilidad y adaptación al vaso sanguíneo; son
radioopacos; de longitud entre 40 y 60 cm; de 1 a 4 lúmenes independientes con
tapones de inyección destinados a vigilar la PVC, administrar soluciones varias,
fármacos y sangre, y cerrar todo el sistema poseen un balón de fibra de poliéster
que favorece la formación de fibrina en la salida de la fascia subcutánea y
previene la migración de bacterias; son de corta duración para perfusiones
simultáneas y de larga duración (Hickman, para insertarse en la aurícula
derecha). Tiene, una pinza y un tapón que lo sella.
• Los catéteres de varios volúmenes requieren identificación mediante marcación
o código de color (distal para vigilar la PVC y transfusión sanguínea, media para
soluciones parenterales y proximal para soluciones varias y muestras
sanguíneas).
• El catéter venoso periférico presenta alto riesgo de infección
• La instalación de CVC es un proceso invasivo que puede aumentar el riesgo de
complicaciones como neumotórax, bacteriemia, trombosis y perforación de
órganos adyacentes.
PASO 3: Seleccionar el sitio de acceso intravascular y realizar la asepsia
correspondiente.

FUNDAMENTACioN:
• Son accesos de inserción los correspondientes a las venas centrales subclavia
y yugular, y en menor número, las periféricas basílica o cefálica.
• La colocación del paciente en posición Trendelenburg o de Rossier favorece la
vasodilatación y disminuye el riesgo de embolia gaseosa, así como la cabeza al
lado contrario para obtener mayor visibilidad del sitio de inserción.
• El uso de lentes, cubreboca, ropa quirúrgica, campos y guantes estériles durante
la instalación del CVC, evita o disminuye riesgo de infecciones y complicaciones.
• La limpieza con jabón y asepsia con antiséptico de la región donde se realizará
la punción, es medida indispensable para prevenir una colonización de
microorganismos.
PASO 4: Ofrecer material y equipo de limpieza y de sutura para fijación del CVC
instalado por punción o quirúrgicamente, según las necesidades; colaborar
en la confirmación radiográfica de la colocación del CVC antes de perfundir
líquidos o fármacos y retirar la guía correspondiente.

FUNDAMENTACioN:
• Una asepsia estricta disminuye complicaciones local y sistémica.
• La presión de la aurícula derecha refleja la del ventrículo correspondiente e
indica la capacidad de recibir y expulsar sangre.
• La maniobra de Valsalva aumenta la presión intratorácica y grandes vasos y, por
consiguiente disminuye el riesgo de adquirir embolismo aéreo.
PASO 5: Ajustar llave de tres vías al equipo de venoclisis en el caso de catéter
de un lúmen, para controlar la dirección del flujo y el goteo de la solución a la
velocidad prescrita.

FUNDAMENTACioN:
• Las vías de la llave de paso corresponden a la que va al paciente, la que recibe
la solución y la que lleva la solución al manómetro. Puede existir una cuarta,
para cerrar todo el sistema.
PASO 6: Cubrir el sitio de inserción con gasa estéril previa aplicación de
solución antiséptica, y sobre éste registrar sitio, fecha y hora de inserción.

FUNDAMENTACioN:
• Confrontar capítulo de asepsia en el campo médico y quirúrgico.
• El cambio de gasa o apósito transparente semipermeable cada 72 h, si antes no
se ha ensuciado o aflojado, protege de contaminantes la zona de inserción.
PASO 7: Determinar la PVC:
• Ubicar el “0” de la escala del manómetro a nivel de la aurícula derecha.
• Llenar con solución entre 18 y 20 cm la escala del manómetro.
• Cerrar el paso a la solución.
• Eliminar burbujas con pequeños golpecitos sobre la escala.
• Medir la PVC (nivel donde se detiene la solución y fluctúa por acción de las
presiones intratorácicas durante el ciclo respiratorio del paciente).
• Cambiar el paso de solución del equipo al paciente.
• Verificar si existe reflujo sanguíneo.

FUNDAMENTACioN:
• La posición horizontal del paciente y el manómetro a la altura de la aurícula
derecha ofrecen una lectura exacta y confiable.
• La posición en decúbito dorsal facilita la lectura y comparación exacta de la PVC.
La posición sedente da lugar a cifras bajas de PVC.
• El rebosamiento de solución en el manómetro incrementa el riesgo de
contaminación al paciente.
• La presión de la aurícula derecha indica la capacidad de recibir y expulsar
sangre.
• La PVC en un adulto es de 6 a 12 mm de H2O.
• La inestabilidad en las cifras de PVC puede ser consecuencia de obstrucción del
catéter venoso, desviación de la punta del catéter o posibles trastornos
patológicos.
• Una cifra alta de PVC puede sugerir insuficiencia cardiaca congestiva,
hipervolemia, vasoconstricción; una cifra baja puede manifestar estancamiento
sanguíneo periférico, hipovolemia, vasoconstricción o vasodilatación.
PASO 8: Vigilar problemas clínicos o la aparición de manifestaciones
sistémicas producidas por la instalación del CVC o la posición del paciente.

FUNDAMENTACioN:
• Son complicaciones asociadas a estos catéteres: hematoma inmediato a la
punción, infección o absceso subcutáneo en el sitio de inserción, tromboflebitis
séptica, embolismo aéreo, neumotórax, bacteriemia, endocardítis bacteriana.
• La penetración de aire en vena central, obstrucción en catéter y manómetro,
posición inadecuada, fugas en el equipo de venoclisis y en catéter son
problemas potenciales.
• La inadecuada instalación del CVC origina o incrementa distensión venosa y el
riesgo de embolia gaseosa.
• La palidez o cianosis, disnea, tos, taquicardia súbita o choque, son signos de
embolia gaseosa.
• La disnea, taquicardia y dolor torácico son signos de neumotórax.
PASO 9: Cambiar cada 24 h o antes si es necesario la cinta adhesiva y el
apósito.

FUNDAMENTACioN:
• Una barrera quirúrgica previene de contaminación por microorganismos
aerógenos.
• La muestra sanguínea o de secreciones es necesaria en caso de que se
sospeche presencia de infección o de secreciones.
PASO 10: Registrar fecha, hora y sitio de inserción, longitud del catéter,
solución administrada, hora en que se tomó la radiografía, nombre del médico
y reacciones del paciente.
PASO 11: Retirar el CVC y anotar en el expediente clínico fecha y hora del retiro,
condiciones del sitio de inserción y muestras en caso de haberlas tomado.

FUNDAMENTACioN:
• El CVC insertado de 3 a 7 días o hasta cuatro semanas, exige la enseñanza al
paciente y familiares sobre sus cuidados y manejo, así como aparición de signos
de infección.
• La extracción cuidadosa y lenta del CVC evita resistencia por espasmo venoso.
• Una presión sobre el punto de inserción del catéter disminuye o evita
hemorragia.

Norma:
NORMA Oficial Mexicana NOM-022-SSA3-2012, Que instituye las condiciones
para la administración de la terapia de infusión en los Estados Unidos
Mexicanos.
Introduccion
La terapia de infusión intravenosa es un procedimiento con propósitos profilácticos,
diagnósticos o terapéuticos que consiste en la inserción de un catéter en la luz de
una vena, a través del cual se infunden al cuerpo humano líquidos, medicamentos,
sangre o sus componentes
Representa un importante apoyo durante el proceso asistencial de los pacientes,
independientemente de la complejidad del problema de salud. Diferentes
publicaciones y otros documentos, revelan que en México entre el 80 y el 95% de
los pacientes hospitalizados reciben tratamiento por vía intravenosa y que en
los Estados Unidos de Norteamérica se colocan anualmente más de 5 millones de
catéteres venosos centrales y más de 200 millones de catéteres venosos
periféricos.
Históricamente la terapia de infusión intravenosa ha contribuido, de manera
importante, en el desarrollo de mejores tratamientos para la atención a la salud. Sin
embargo, este procedimiento también ofrece serios riesgos para los pacientes, para
el personal y para las instituciones prestadoras de servicios de salud, en virtud de
que se ve incrementada la estancia hospitalaria (días camas) y el gasto por las
complicaciones adyacentes.
La literatura mundial ha descrito ampliamente complicaciones infecciosas y otros
problemas como extravasación, infiltración y oclusión, como una amenaza a la
integridad del paciente ya que cuando éstas se
agravan, se asocian a una morbilidad considerable y a un mayor riesgo de muerte.
A este respecto, en el país se han desarrollado una serie de iniciativas que ponen
de manifiesto el interés por mejorar la seguridad de la atención que se ofrece a los
pacientes entre ellos la CPE, incorporó en 2002 a nivel nacional el indicador
de "Vigilancia y Control de Venoclisis Instaladas" en el Sistema INDICAS,
mismo que las instituciones de salud públicas, privadas y sociales, miden y utilizan
para mejorar esta práctica. En el año 2004, la CONAMED en colaboración con CPE
emitió un documento llamado: "Recomendaciones Específicas para Enfermería
sobre el Proceso de Terapia Intravenosa". Adicionalmente, en
diferentes organizaciones se imparten diplomados con reconocimiento universitario
sobre el tema de la terapia de infusión intravenosa.
Esta norma para la administración de la terapia de infusión intravenosa se ha
desarrollado con el propósito de establecer las condiciones necesarias y suficientes
que favorezcan una práctica clínica homogénea, que coadyuve a lograr una
atención segura y libre de riesgos, asimismo, instituye los criterios mínimos para
la instalación, el mantenimiento y el retiro de los accesos venosos periféricos y
centrales, para contribuir a la mejora de la calidad en la atención de los pacientes.
1. Objetivo
Establecer los criterios para la instalación, mantenimiento, vigilancia y retiro de vías
de acceso venoso periférico y central, así como, los requisitos que deberá cumplir
el personal de salud que participa en la administración de la terapia de infusión
intravenosa con fines profilácticos, diagnósticos y terapéuticos, para disminuir las
complicaciones y costos asociados a esta práctica.
2. Campo de aplicación
Esta norma y sus disposiciones son obligatorias para los establecimientos para la
atención médica y personal de salud del Sistema Nacional de Salud que realicen la
terapia de infusión intravenosa.

Medidas de control y seguridad:


Los objetivos de los cuidados del CVC están dirigidos a:

• Obtener el mejor rendimiento posible durante la sesión de HD.


• Minimizar los factores de riesgo de las complicaciones potenciales.
• Detección precoz de las complicaciones, en caso de producirse.

En el registro del acceso vascular del paciente deben quedar recogidos los
siguientes datos:

• Tipo de catéter.
• Vena de implantación.
• Fecha de implantación.
• Longitud
• Volumen de cebado.
• Incidencias.
• Cualquier manipulación del CVC, conexión, desconexión y sellado ha de
realizarse según las medidas universales de asepsia:
• Campo, bata y guantes estériles.
• Uso de mascarilla por parte del personal y del paciente.
• Los CVC para HD únicamente deben ser usados para realizar las sesiones de
HD y manipulados por profesionales adecuadamente especializados y
entrenados.
• Cada Unidad de diálisis realiza la manipulación del CVC según sus protocolos,
pero existen unas acciones que deberían seguirse siempre:

• Observar en cada sesión el punto de inserción cutáneo y/o el túnel subcutáneo


valorando la presencia de signos y síntomas de infección como inflamación,
enrojecimiento, supuración, dolor.
• Se recomienda la realización de cultivos ante la presencia de exudado y apósitos
transparentes para evitar curas innecesarias.
• Controlar el estado propio del catéter: acodaduras, posibles roturas, extrusión o
desplazamiento del mismo.
• Se recomienda movilizar las pinzas a lo largo de las ramas del catéter, para
evitar pinzamientos repetidos en la misma zona que puedan producir fisuras.
• Es conveniente utilizar un doble apósito para el orificio de salida cutáneo y para
los extremos del catéter, pinzas y tapones.
• En relación al uso de antisépticos en el catéter recordar que la povidona yodada
precisa al menos tres minutos para ejercer su acción y al igual que el alcohol se
ha demostrado que interfieren con el poliuretano y la silicona y pueden llegar a
degradarlo hasta su rotura.
• La utilización de pomadas antimicrobianas de forma rutinaria no es
recomendable ya que no disminuye el riesgo de infección y crea cepas
resistentes.
• En los catéteres tunelizados se deben evitar las tracciones y movimientos
bruscos en las primeras semanas para facilitar la fijación y cicatrización del
manguito de dacron al tejido subcutáneo. En los pacientes ancianos con tejido
subcutáneo disminuido el anclaje no siempre es el adecuado.
• Comprobar el correcto funcionamiento del catéter previamente a la conexión al
circuito de HD. Si existen problemas de flujo o presiones elevadas se pueden
realizar diferentes actuaciones: lavados con solución salina en bolo rápido,
cambios posturales del paciente, rotación del catéter (no tunelizados) o inversión
de las ramas (controlar el posible aumento de recirculación). Si persisten los
problemas de permeabilidad del catéter se procederá a la aplicación de
tratamientos trombolíticos o, si fuera necesario, a una revisión radiológica.
• Durante el sellado de las luces del catéter al finalizar la sesión de HD, el pinzado
ha de realizarse de forma rápida y bajo presión positiva para evitar el flujo de
retorno en la luz del catéter.
• Es recomendable sellar con el volumen de anticoagulante equivalente al
volumen de cebado indicado en el mismo.
• Los tapones deben ser de un solo uso, con rosca de seguridad (Luer-Lock).
• Todo paciente portador de CVC que presente signos y síntomas de infección sin
foco de origen confirmado, obliga a descartar el catéter como fuente de la misma.
Se recomienda realizar hemocultivos simultáneos de las dos ramas y de sangre
periférica.
• Simultáneamente a los cuidados del catéter que aplicamos los profesionales
durante las sesiones de HD, es de vital importancia el autocuidado por parte del
paciente. Debemos educar al paciente sobre:

Bibliografia:
CONTROL DE LOS CATÉTERES VENOSOS CENTRALES: CUIDADOS DE ENFERMERÍA | Diálisis y
Trasplante (elsevier.es)
Libro En Pdf Fundamento De Enfermería De Susana Rosales 3ra (2).pdf
protocolo_manejo_estandarizado.pdf (salud.gob.mx)

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