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El documento resume los principales conflictos grupales que pueden surgir en un equipo de trabajo, incluyendo la falta de liderazgo claro, objetivos poco definidos, reuniones improductivas, relaciones personales conflictivas, miembros tóxicos y falta de comunicación. Estos problemas pueden desmotivar al equipo y afectar negativamente el cumplimiento de los objetivos.
El documento resume los principales conflictos grupales que pueden surgir en un equipo de trabajo, incluyendo la falta de liderazgo claro, objetivos poco definidos, reuniones improductivas, relaciones personales conflictivas, miembros tóxicos y falta de comunicación. Estos problemas pueden desmotivar al equipo y afectar negativamente el cumplimiento de los objetivos.
El documento resume los principales conflictos grupales que pueden surgir en un equipo de trabajo, incluyendo la falta de liderazgo claro, objetivos poco definidos, reuniones improductivas, relaciones personales conflictivas, miembros tóxicos y falta de comunicación. Estos problemas pueden desmotivar al equipo y afectar negativamente el cumplimiento de los objetivos.
Falta de liderazgo: Es un problema muy común y puede terminar condicionando
poderosamente la trayectoria de la empresa y el desarrollo de los diferentes proyectos. Si el líder no tiene una posición clara y no sabe llevar el equipo, los profesionales están descontentos y se genera un ambiente de desmotivación general que tiene que resolverse. Objetivos poco claros. Para trabajar con acierto, el equipo tiene que tener unos objetivos bien definidos. Cuando los empleados no saben muy bien qué se espera de ellos, los proyectos no salen o sencillamente salen torcidos. Para clarificar los objetivos, el líder tiene que sentarse a trabajarlos y ofrecer a su equipo una idea concreta de lo que se necesita, recibir el feedback de los empleados y en definitiva, establecer unas metas muy concretas y reales. Reuniones improductivas Reuniones que se alargan, en las que se discute o en las que incluso se habla de cosas que nada tienen que ver con el trabajo. Las reuniones improductivas nos roban un tiempo de oro, así que esta es otra de las cuestiones que conviene corregir de manera urgente. Relaciones personales conflictivas. No son pocas las veces en las que lo personal se mezcla con lo profesional. Las relaciones conflictivas entre los distintos miembros del equipo pueden terminar siendo fatales para los objetivos de la empresa. En las manos del líder está tratar de solucionar estos problemas, intentar que los distintos miembros dejen los temas personales aparte y, si así no hay manera de solventarlo, tratar de sustituir a aquellos profesionales que están actuando en contra de los intereses del proyecto. Miembros tóxicos. Los equipos están absolutamente influenciados por sus miembros, así que si alguno de ellos tiene una personalidad tóxica, los problemas estarán servidos. Como en la vida, podemos encontrarnos con distintos perfiles tóxicos (el negativo, el traicionero, el agresivo, el sabelotodo…) y gestionarlos no es fácil. Incomunicación. La falta de comunicación es uno de los grandes males de nuestros equipos. Muchas veces, la organización y los líderes no proporcionan a los profesionales toda la información necesaria. No son concretos, ni ofrecen todo el apoyo que requiere el equipo para llevar el proyecto adelante. La solución a este problema es, lógicamente, comunicarse.