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Examen final introducción al estudio del derecho

¿Que son bienes?

En Derecho, bien es todo inmueble, mueble o derecho valorizado en dinero o


susceptible de ser valorizado, que tiene su propia individualidad y, casi siempre
utilidad para quien es su dueño o poseedor.

Tipos de bienes
Muebles o Inmuebles.
Esta distinción se hace a partir de que puedan o no trasladarse de un sitio a otro, sin
alterar su estado original. Como ejemplo de bienes muebles tenemos, un auto, un
animal o un cuadro, que son muebles por naturaleza. Son también considerados
bienes muebles los documentos donde consta la adquisición de derechos personales,
por ejemplo, un contrato de Renta, los bienes inmuebles son aquellos que están
inmovilizados desde el inicio de su existencia, sin intervención humana, como un
terreno, un río o una montaña.
Cosas fungibles o no fungibles.

Las cosas fungibles son aquellas donde cualquier especie equivale a otra de la misma
especie en igual cantidad y calidad, el mejor ejemplo es el dinero donde un billete o
moneda equivale a otro del mismo valor y pueden sustituirse. Las no fungibles no
pueden reemplazarse, pues tienen condiciones particulares que lo impiden, como una
escultura, una pintura o cualquier otro bien al que no se le reconozca un valor
estimativo.
Este tipo de muebles tiene mucha trascendencia en materia de contratos, donde esta
clasificación cobra gran importancia, un ejemplo claro es que el contrato de mutuo se
realiza sobre cosas fungibles, y el comodato sobre cosas no fungibles.
Cosas consumibles y no consumibles.
Las cosas consumibles se agotan con el primer uso, por ejemplo, los alimentos. Las no
consumibles, pueden sufrir algún deterioro, pero se pueden seguir utilizando, por
ejemplo, una casa, un auto, la ropa etc.
Cosas divisibles e indivisibles.
Como su nombre lo indica las cosas divisibles permiten ser separadas en partes sin
perder su esencia, y su valor como ejemplo tenemos, el dinero o un terreno. Las
indivisibles, al separar las partes del todo se inutilizan, por ejemplo, un animal de
granja. Un ejemplo claro de bien divisible es el dinero, el cual puede destinarse de
forma fraccionada, o la tierra que puede dividirse en lotes.
Cosas registrables y no registrables.
Algunos bienes requieren o no la inscripción en un registro especial. Por ejemplo, son
bienes registrables los inmuebles y los automotores.
Cosas principales y accesorias.
Las principales existen en forma independiente de cualquier otra, las accesorias
dependen para existir de la principal.
La cosa accesoria puede encontrarse subordinada a la principal de dos formas
distintas:

En fuerza de una relación natural que convierta la cosa accesoria en parte integrante
de la cosa principal, o por causa de una relación jurídica, en virtud de la cual la cosa
accesoria, sin formar parte integrante de la principal, se destina al servicio de esta
última y pertenece
Los medios de prueba en el proceso civil.

La define como la demostración de la existencia de un hecho material o de un acto


jurídico. En un proceso judicial, cualquiera que sea, lo más importante es la prueba, de
ella depende el conocimiento que de los hechos tenga el juez, y la solución del caso
puesto a su consideración. La prueba es el soporte o base de toda sentencia, ello así,
pues esta debe dar por comprobados ciertos hechos, y en base a la apreciación de
hechos probados por el tribunal, se determina cuál es el delito cometido, o cuál es el
hecho subyacente a una decisión de derecho civil.
LA PRUEBA: DEFINICION, IMPORTANCIA
Sub La misión del juez es realizar una apreciación o ponderación, lo más exacta posible
de los medios de prueba, esta es una condición esencial para poder formular un fallo
verdaderamente objetivo, sólido y justo, basado en pruebas positivas. La libre
apreciación de las pruebas que tiene el juez no quiere decir apreciación arbitraria,
pues, si no, no hubiera abandonado la arbitrariedad del legislador para caer en la del
juez. El juez debe ser comedido con respecto a los diversos medios de prueba, pues el
valor de la misma no es constante, sino que varía en cada caso y, sólo puede ser
determinada en concreto, teniendo en cuenta todas las circunstancias de la causa y
tras un examen ponderado y juicioso.
El Testimonio: La prueba testimonial: quienes pueden ser testigos. Testigos e
Informantes. Obligaciones. Prestación del Testimonio y del Juramento. Formalidades.
Orden de ser escuchados. La fuerza Probatoria del testimonio. Cuando no comparecen
en juicio. Los arts. 231 y 232 del código de Procedimiento criminal. El Testimonio, a la
luz del Nuevo Código Procesal Penal. El peritaje. (Arts. 204 al 217 del N.C.P.P.). Las
Presunciones. Los Indicios. Otros medios de prueba. (Arts. 218 al 221 del N.C.P.P.).
LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA:
En nuestro sistema procesal penal se ha consagrado el principio de presunción de
inocencia a favor del procesado, hasta tanto no recaiga sobre él sentencia
condenatoria con carácter de la cosa definitiva e irrevocablemente juzgada. Esta
presunción se encuentra contemplada en diversas convenciones internacionales
debidamente ratificadas por nuestro país, como es el caso de la declaración universal
de los derechos del hombre, en su artículo II, acápite I.
ACTORI INCUMBIT PROBATIO. EL FARDO DE LA PRUEBA Cuando la obligación de probar
corresponde a una de las partes se dice que sobre ella pesa el fardo de la prueba. El
fardo de la prueba pesa sobre la parte per siguiente. Dado que todo inculpado se
presume inocente, y como su estatus es, en cierto modo de demandado, corresponde,
en principio, al per siguiente demostrar al juez, la existencia de la infracción. En lo que
respecta a la acción Pública, corresponde al Ministerio Público la obligación de probar
la acusación, la cual es compartida con la parte civil constituida, si la hubiere. En caso
de que el Ministerio Público solicite descargo, el fardo de la prueba recae sólo sobre la
parte civil. En lo referente a la acción civil, la parte lesionada, además de probar la
existencia de la infracción, ha de establecer la relación de causa a efecto entre la
infracción y el daño sufrido, así como la magnitud de éste.
La Libertad de Pruebas. En materia de derecho procesal penal existe gran diversidad de
pruebas, cuya administración no se encuentra jerarquizada en virtud de que en
nuestro derecho prima la íntima convicción del juez. De este principio surge la libertad
de pruebas en materia penal, principio éste admitido sin discusión. Tal libertad de
pruebas encuentra su justificación en que facilita el esclarecimiento de los hechos, así
se imparte una justicia lo más idónea posible. Excepciones al principio de la libertad de
pruebas: el juramento, éste no debe aceptarse sin cortapisas, pues podría llevar el
descargo indefectible del acusado, o, por el contrario, obligarle a incriminarse a sí
mismo; Confesiones obtenidas por medio de torturas psicológicas o materiales;
(artículo 8, ordinal1 de la constitución); uso de detector de mentiras, etc. El Artículo
170 del Nuevo Código Procesal Penal consagra la libertad probatoria: “Los hechos
punibles y sus circunstancias pueden ser acreditados mediante cualquier medio de
prueba permitido, salvo prohibición expresa”.
La confesión. En la antigüedad considerada como la reina de las pruebas, fue arbitraria
y abusiva, actualmente no se considera un medio de prueba confiable, todo lo
contrario, al punto de que es un precepto constitucional el de que nadie está obligado
a declarar contra sí mismo. Confesión Judicial: cuando se produce frente al juez.
Confesión extra judicial: fuera de la presencia del juez, ésta puede ser verbal o escrita.
La confesión puede ser espontánea o provocada por interrogatorio del juez o de las
demás partes. En materia criminal el procesado es interrogado en secreto por el juez
instructor.
Los Descensos. Se realizan mediante visita a los lugares donde ocurrió el hecho con el
propósito de reconstruirlo, y esclarecer las condiciones materiales en que ocurrió la
infracción. Este medio de prueba está regulado en los artículos 295 y 301 del Código de
Procedimiento Civil, se aplica de manera supletoria al proceso penal. Esta medida es
una facultad del juez, el cual debe ordenarla cuando en el lugar de los hechos queden
vestigios capaces de indicar las características de los mismos.
La Prueba Escrita. Piezas y Documentos de Convicción En materia penal se considera
pieza de convicción todo objeto material que sirva para forjar la opinión del Tribunal.
Estas se dividen en dos categorías: Piezas Materiales: Constituidas por el producto,
objeto o instrumento del delito (artículos sustraídos; el arma con que se cometió el
homicidio, etc.) Piezas Instrumentales: Son las actas y otros escritos destinados a
consignar relaciones jurídicas (en materia civil denominadas documentos, prueba por
excelencia). En el proceso penal interesan como medio de prueba escrita, las actas
auténticas, bajo firma privada, papeles domésticos, cartas, etc. Por medio de las
mismas se puede establecer la confesión del culpable, el testimonio de un tercero, los
documentos que constituyen la materia del delito, el cuerpo de la infracción (Ej. La
pieza fabricada en el crimen de falsificación de escritura, el escrito difamatorio.)
La Prueba Escrita. Piezas y Documentos de Convicción (Cont.) En la jurisdicción penal
resaltan por su importancia los documentos escriturados para comprobar las
infracciones, denominados actas, procesos verbales o relatos, levantados por la policía
judicial. Estas actas deben responder a requisitos de forma contenidas en el Art. II del
código de procedimiento criminal. De igual modo dichos escritos deben obedecer a
ciertas reglas de fondo: a) personalidad de la comprobación, el agente sólo expresará
hechos comprobados personalmente; b) el relato de los hechos debe limitarse a su
materialidad, sin consideraciones jurídicas. C) competencia del agente actuante
(capacidad jurídica).
LA PRUEBA TESTIMONIAL: QUIENES PUEDEN SER TESTIGOS. El testimonio es la
narración de los hechos realizada por quienes han presenciado o tenido conocimiento
de ellos. Aunque en materia penal no existe una jerarquización de los medios de
prueba, nuestra Suprema Corte de Justicia ha establecido que, en materia represiva, la
prueba por excelencia es el testimonio. En principio, toda persona que tenga cierto
grado de discernimiento puede actuar como testigo, sin embargo, hay ciertas
restricciones para ostentar tal calidad: A) Las personas que han sido condenadas a una
pena aflictiva o infamante, y las condenadas a una pena correccional como accesoria,
están impedidas de prestar testimonio, sólo serán oídas para dar referencias. B) Los
incapaces mentales, incluyendo a los privados definitiva o temporalmente de sus
facultades auditivas.
TESTIGOS E INFORMANTES. OBLIGACIONES. PRESTACION DEL TESTIMONIO Y DEL
JURAMENTO. FORMALIDADES Existe una diferencia fundamental entre el testigo y el
informante. El testigo para ostentar tal calidad, debe prestar el juramento de ley tal
como prescriben los artículos 155 y 246 del Cód. de Proc. Crim, en materia correccional
el primero, y en la criminal el segundo, ambos requisitos prescritos a pena de nulidad;
por el contrario se considerará simple informante aquel cuya deposición no haya sido
precedida del referido juramento. Las declaraciones del testigo juramentado podrán
ser tomadas en cuenta por el juzgador al momento de fundamentar su sentencia, en
cambio las declaraciones del informante sólo serán tenidas como simples datos. Por
otra parte, los testigos están obligados a comparecer y a satisfacer la citación. Para
asegurar su cumplimiento los artículos 80, 157, 158, 225, 226 regulan las penalidades a
los no comparecientes. Existen por demás ciertas dispensas a la obligación de
comparecer, las cuales resultan del grado de parentesco, por la calidad de ciertos
funcionarios (Art. 371 Cód. de Proc. Crim).
ORDEN DE SER ESCUCHADOS. LA FUERZA PROBATORIA DEL TESTIMONIO En materia
correccional y de simple policía, el juez, al tener la dirección de los debates, es quien
establece el orden en que han de ser oídos los testigos. En materia criminal los Art. 246
y 252 combinados del Cód. de Proc. Crim. establecen la forma y el orden en que han de
ser oídas las deposiciones de los testigos, sin embargo, el presidente del tribunal
puede modificar ese orden. En lo que se refiere a la fuerza probatoria del testimonio,
es preciso distinguir la jurisdicción de instrucción y la de juicio. En la primera, las
declaraciones de los testigos sólo se toman en cuenta para esclarecer al juez acerca de
la procedencia o no de la acusación. Por el contrario, en la jurisdicción de juicio, la
fuerza probatoria del testimonio queda abandonada a la soberana apreciación del
juez; así el juzgador puede dar aceptación al testimonio que a su juicio presente mayor
credibilidad, y descartar aquel que no le merezca tal consideración.
El peritaje.
El peritaje. El peritaje está previsto en los artículos 33 y 44 del Código de
Procedimiento Criminal para el caso de los delitos flagrantes, pero nada expresa con
relación al peritaje en la fase de juicio, por lo que la jurisprudencia ha extendido su
aplicación a los juicios de fondo siguiendo las reglas previstas en los artículos antes
señalados. El perito debe ser designado por el juez mediante sentencia que indicará
claramente los puntos sobre los cuales versará el peritaje. El peritaje no tiene carácter
contradictorio; y debe ser ordenado por el juez cuando se hace necesario comprobar
hechos, que, por su naturaleza, el juez no tiene conocimiento técnico especializado
para comprenderlos con claridad, necesitando el auxilio de un especialista entendido
en el tópico de que se trata. El peritaje siempre será ordenado por el juez de oficio o a
solicitud de parte, ya que el perito es un mandatario de la justicia y sus actuaciones
deben limitarse al mandato recibido. El peritaje está contemplado en los Artículos 204
al 217 del Nuevo Código Procesal Penal.

Las presunciones.
Las Presunciones. Los Indicios. Según la definición dada por el artículo 1349 del código
Civil las presunciones son “las consecuencias que la ley o el magistrado deduce de un
hecho conocido a uno desconocido”. En el primer caso estamos en presencia de las
presunciones legales y en el segundo de las presunciones del hombre. Desde el punto
de vista de su fuerza probatoria, se distinguen las presunciones absolutas y las
presunciones simples. Las primeras sólo pueden ser destruidas por el procedimiento
especial de la inscripción en falsedad y, las segundas por la prueba en contrario.
Debemos diferenciar las presunciones de los indicios, ya que éstos son utilizados para
confirmar o completar la prueba aportada, o para suplir la falta de prueba, al tiempo
que las presunciones constituyen medios de prueba en sí mismas. La prueba por
indicio, conocida como prueba circunstancial, requiere que los hechos y circunstancias
que serán retenidos los jueces, para deducir de ellos el hecho discutido, sean
establecidos por pruebas ante el tribunal.
La teoría de las nimiedades.
Por nulidad de un acto se entiende la ineficacia o insuficiencia del mismo para producir
efectos jurídicos. Si esa definición la trasladamos a los contratos, podemos decir que la
nulidad de los contratos es la ineficacia o insuficiencia del contrato para producir los
efectos jurídicos deseados por las partes y atribuidos por la ley, respecto a las propias
partes contratantes; también respecto de terceros.
Nulidades absolutas y relativas
La nulidad absoluta se distingue de la nulidad relativa por el mayor rigor de la sanción
legal de invalidez, calidad que a su turno depende de que el acto afectado entre o no
en conflicto con el orden público o las buenas costumbres.
El acto contrario al orden público o a las buenas costumbres adolece de nulidad
absoluta, es decir, sufre todo el peso de la sanción legal. En cambio, el acto nulo o
anulable que no afecta el orden público ni las buenas costumbres, sólo es pasible de
una nulidad relativa establecida para la protección de un interés partículas.
Lógicamente, en ese caso, la imperfección del acto podrá subsanarse si el interesado, o
sea, la persona en cuyo favor se ha establecido la sanción de nulidad, confirma el acto
viciado, o si se prescribe la acción pertinente.

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