Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Una vez tratado el paciente, hay que eliminar las barreras y desinfectar las superficies.
Después de haber desinfectado todas las superficies de la sala de tratamiento, los auxiliares deben
lavarse las manos y volverse a poner guantes limpios antes de proceder a la colocación de las
barreras y la abertura de los paquetes estériles. Deben colocar barreras nuevas en los mangos de la
luz, en los interruptores de la unidad dental, en los controles del sillón, etc.
Tratamiento
Una planificación terapéutica adecuada siempre debe ir precedida de una anamnesis detallada del
paciente. Muchos ejemplos demuestran la necesidad de una consideración de los aspectos médicos
exclusivos de cada paciente. Por ejemplo, las mutaciones del bacilo de la TBC, Mycobacterium
tuberculosis, les confieren resistencia frente a muchos antibióticos. Las gotitas infecciosas
microscópicas flotan en el aire durante horas después del tratamiento dental. Estas gotitas suponen
un riesgo para el personal y el resto de pacientes. Por razones de salud pública, los pacientes que
padecen una TBC activa deben tratarse en salas especiales con presión atmosférica negativa.
Los pacientes que padecen anomalías cardiacas pueden requerir un tratamiento especial. Las
bacterias bucales que se escapan de la boca o desde una infección endodóntica pueden ocasionar
complicaciones graves e incluso iniciar una enfermedad en corazones sanos.
La vestimenta del personal también es un motivo de importancia:
La vestimenta se debe cambiar si está manchada o mojada por material potencialmente
infeccioso.
La vestimenta de protección no se debe llevar fuera de la consulta.
El lavar la ropa en casa es una fuente potencial de contaminación para los miembros de la
familia y, por tanto, no está permitido.
Las gafas y las mascarillas deben colocarse antes de lavarse y de ponerse los guantes.
Las gafas deben tener protectores laterales.
Los controles del microscopio deben taparse con una barrera
Las mascarillas de uso más habitual en las consultas de odontología sólo ofrecen una
protección parcial (Aunque todavía no se ha diseñado la mascarilla ideal).
Las manos deben lavarse antes de ponerse los guantes: Deben evitarse las uñas largas y las
joyas ya que podrían rasgar el material de los guantes o alojar bacterias.
Los guantes estériles son obligatorios durante los procedimientos quirúrgicos.
Lo más recomendable es lavarse las manos con un desinfectante. La clorhexidina posee una
característica denominada sustantividad, ya que los guantes no proporcionan una protección
total.
Manipulación de instrumental y manejo de desechos:
Los instrumentos afilados deben manipularse con cuidado.
Las hojas de bisturí deben colocarse y quitarse de sus mangos con una pinza hemostática o
con un portaagujas.
La desinfección del conducto continúa siendo un tema de investigación. En la actualidad, el
único producto que disuelve el tejido pulpar es el hipoclorito de sodio.
El instrumental pequeño, como las limas para conformación de conductos, puede
sumergirse en un contenedor de desinfectante al lado del sillón cuando ya no se necesite.
Las limas deben esterilizarse antes del tratamiento, salvo aquellas que vienen esterilizadas
de fábrica.
Para la toma de radiografías digitales: la colocación de una barrera sobre el sensor digital al
disponer el resto de las barreras antes de comenzar el tratamiento, (también está
contemplado la descontaminación de las radiografías convencionales).
El instrumental reutilizable debe llevarse a una zona especial donde se eliminarán los
residuos macroscópicos mediante cepillado o preferiblemente un baño de ultrasonidos.
Consideraciones futuras
Las preocupaciones de los pacientes probablemente saldrán a la superficie a medida que se vayan
adquiriendo más conocimientos sobre los patógenos existentes y vayan surgiendo patógenos
nuevos. Los especialistas deben estar preparados para modificar su práctica y sus procedimientos
habituales para serenar los ánimos.
Una amenaza potencial en el horizonte la constituyen los priones. Las versiones modificadas de los
priones normales ocasionan enfermedades de progresión lenta, a menudo mortales, del sistema
nervioso central.
La OMS describe varios métodos para eliminar los priones de instrumentos sucios antes de volver a
ser empaquetados y esterilizados:
Método 1: Sumergir los instrumentos contaminados en una batea de hidróxido sódico 1 N y
calor en una autoclave de desplazamiento por gravedad de ciclo normal a 121°C durante
30min.
Método 2: Sumergir en hidróxido sódico 1 N o en lejía sin diluir (20.000 ppm de cloro
disponible) durante 1h, aclarar, transferir a una batea seca y abierta; y calentar en una
autoclave de desplazamiento por gravedad a 121°C durante 1h.
Método 3: Sumergir en hidróxido sódico 1 N o en lejía sin diluir (20.000 ppm de cloro
disponible) durante 1h, aclarar, transferir a una batea seca y abierta; y esterilizar en una
autoclave de desplazamiento por gravedad a 121°C o en una autoclave convencional a
134°C durante 1h.
Método 4: Sumergir y hervir en hidróxido sódico 1 N durante 10min.
Método 5: Sumergir en hidróxido sódico 1 N o en lejía sin diluir durante 1h, aclarar y
someter a esterilización de rutina.
Método 6: Esterilizar en autoclave a 134°C durante 18min. Nótese que el hidróxido sódico
1 N se forma añadiendo 40 g del cristal a 1l de agua destilada.
Muchos endodoncistas consideran todos los instrumentos que se utilizan dentro de los conductos
radiculares como elementos de un solo uso. Aparentemente, es bastante difícil lograr la limpieza
completa de las limas endodónticas con los procedimientos actuales.
Hoy en día no existe ninguna vacuna contra la hepatitis C. Afortunadamente, su incidencia entre el
personal sanitario es baja. La posibilidad de adquirir la enfermedad por una punción accidental se
sitúa en torno al 7%.