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INVESTIGACIÓN

HISTÓRICA
EMANUEL GILDARDO SALDAÑA MENDOZA

YAEL ADAIR MARTINEZ RAMOS GRUPO 027 MATRICULA:2078911


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN | FACULTAD DE DERECHO Y CRIMINOLOGÍA
INTRODUCCIÓN

El derecho administrativo es una parte del derecho público que regula la estructura, los
métodos de trabajo y la organización de la administración pública. Esta área del
derecho es relativamente joven en comparación con el derecho civil, que tiene miles de
años, el buceo libre que tiene varios siglos o el derecho penal antiguo.

El derecho administrativo surge cuando se forma un orden normativo sobre la


estructura y funcionamiento de la administración pública y las relaciones existentes
entre los administrados, dando como resultado un ordenamiento jurídico que rige las
relaciones entre los particulares.

Antes del advenimiento del derecho administrativo, los conflictos entre particulares y la
regulación de la administración pública se regían por el derecho consuetudinario, al
cual existían diversas excepciones que no se contemplaban, derivándose de estas
excepciones y concluyendo cada vez más que existe un sistema específico de reglas
necesario, como subraya George Vedel: "El derecho administrativo en sentido estricto
sólo existe si este sistema de reglas difiere significativamente del que se aplica a las
relaciones interpersonales".

La formación del derecho administrativo en la Francia revolucionaria durante el período


de la Asamblea Constituyente es el resultado de la sistematización de los principios
racionales que justificaban la acción administrativa y la atribución del poder público,
además de las características esenciales de las instituciones administrativas y del
poder público. intereses y derechos humanos.
LA EXPLICACIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO
ADMINISTRATIVO
Los primeros antecedentes de Derecho Administrativo se identifican desde los orígenes
de las primeras civilizaciones. Como dice el autor Georges Veddel, “todo país civilizado
poseería un derecho administrativo, puesto que necesariamente posee un conjunto de
normas que rigen la acción de la administración. Es entonces desde el Imperio
Romano, los Estados monárquicos absolutistas de la Edad Media y el período de
colonización de América, cuando tienen inicio las primeras instituciones y normas del
poder político público, y que la doctrina cita ha sido el primer punto de partida de la
creación de leyes que los gobiernos debían cumplir con cierta rigurosidad y que
normaban las relaciones entre administración y personas comunes, por lo que desde
ese entonces ya estaba presente la noción del Derecho Administrativo, aunque las
limitaciones eran amplias e imperaba el “Estado de Policía” ya que el poder de los
monarcas era ilimitado.

Nacimiento y evolución del Derecho Administrativo

Fue la Revolución Francesa de 1789 y el concepto jurídico de “Estado de Derecho” que


ésta impuso en el ordenamiento jurídico francés, con influencia en todo el mundo, lo
que inició la primera etapa del Derecho Administrativo.

El “Estado de Derecho” proclamado por la Revolución Francesa significaba que las


reglas de gobierno y el respeto a los derechos de las personas, eran de obligatorio
cumplimiento tanto para gobernados como gobernantes. En adición a esto primero, el
otro punto crucial que los autores indican como elemento sustantivo para considerar la
existencia de un Derecho Administrativo a partir de la Revolución, fue la separación de
los regímenes jurídicos y normas que habían de aplicarse a las autoridades, de las que
eran aplicables a los ciudadanos.

La formación de este régimen jurídico especial para reglar las relaciones entre
administración y los ciudadanos, fue fruto de un hecho histórico muy singular que
consistió en lo siguiente: en el contexto en que los revolucionarios franceses llegaron al
poder sucedió que los mismos tuvieron miedo de que los jueces y el sistema judicial del
antiguo régimen, interfirieran negativamente las decisiones políticas que tomaran los
revolucionarios en el nuevo gobierno. El miedo de los revolucionarios estaba fundado
en la realidad de que antes de la revolución, los administradores de justicia del antiguo
régimen habían obstaculizado algunas decisiones políticas del rey. Esto conllevó a que
los nuevos gobernantes revolucionarios tomaran la decisión de prohibir a los jueces
conocer sobre asuntos relacionados con la administración pública y por lo tanto los
principios de la Revolución Francesa que proclamaban el Estado de Derecho y la
subordinación de los gobernantes a la ley, fueron prácticamente desconocidos.

La prohibición a los jueces de fallar sobre temas vinculados a la actuación de la


administración fue consagrada expresamente en la ley 16-24 de agosto de 1790. Esta
ley decía que los jueces, bajo pena de “prevaricato”, no podían inmiscuirse de manera
alguna en las operaciones de los cuerpos administrativos, ni citar ante ellos a los
funcionarios de la administración por razón de sus funciones. Posteriormente, para el
año 1791, este principio fue elevado a rango constitucional. En el artículo tres de la
Constitución Francesa de ese año, se estableció la prohibición a los jueces de conocer
de casos relacionados a la administración pública.

En vista de esta contradicción evidente de los principios y el espíritu del “Estado de


Derecho”, el gobierno revolucionario ideó un mecanismo de administración-juez con el
fin de subsanar estas medidas, y este consistía en que las eventuales reclamaciones
contra la administración debían ser conocidas y falladas por el jefe ejecutivo,
mecanismo pues que debilitaba considerablemente la subordinación de los
gobernantes a la ley.

Los nuevos gobernantes revolucionarios complementaron esta idea creando un órgano


especial llamado Consejo de Estado, parecido al Consejo del Rey que existió en el
periodo monárquico. La función de este Consejo era asesorar al poder ejecutivo en
varios temas (redacción de leyes y reglamentos) y resolver las controversias entre la
Administración y los particulares. La forma en que el Consejo daba solución a las
controversias era estudiando las reclamaciones interpuestas por los particulares contra
la Administración y proponiendo luego una decisión al respecto al Poder Ejecutivo. Esta
debilidad evidente con la que nació el “Estado de Derecho” se convertiría en un sistema
eficiente y real de Derecho Público Administrativo. Esto se debió a que, en primer lugar,
en el año 1806 se creó dentro del Consejo de Estado una comisión contenciosa que
conocería sólo sobre los casos de controversias entre Administración y particulares, y
esto permitiría que los que trabajaban en dicha comisión se especializaran en el
conocimiento de esta materia.

También ocurrió que el Poder Ejecutivo tenía tantas funciones y responsabilidades,


que fue delegando al Consejo prácticamente todas las potestades que le correspondían
con relación al Consejo en lo contencioso, limitándose a firmar las soluciones que se le
proponía, de manera que existía cierto criterio de imparcialidad que benefició la
credibilidad del Consejo. De forma concomitante a estos sucesos, y observando el
pueblo francés la labor seria que ejecutaba el Consejo de Estado, se creó conciencia
de esta importante función y se fue consolidando prestigio alrededor del Consejo toda
vez que su actuación estaba acorde a los principios de racionalidad y justicia para con
los administrados, aunque ello implicara la adopción de medidas que fueran en un
relativo perjuicio de la administración.

Este desarrollo del Consejo de Estado produjo que, mediante ley del 24 de mayo de
1872, ser reconociera el mismo con carácter jurisdiccional, al otorgarle competencias
como juez de la administración, y no ya como asesor que proponía soluciones. Ya
entonces las decisiones no las firmaba el ejecutivo, sino que el Consejo fallaba como
tribunal independiente para algunos casos. Nacía desde ese entonces la dualidad de
jurisdicciones, una jurisdicción conocía de los casos entre particulares mientras otra
conocía de casos entre administración y particulares.

Se creó también un Tribunal de Conflictos, que tenía a su cargo resolver controversias


en lo relativo a la competencia entre tribunales comunes y tribunales administrativos.

Si queremos ocuparnos del origen y desarrollo del derecho administrativo, debemos


asumir que la administración pública existe prácticamente desde la fundación del
Estado. Y este último existe desde que fueron creados los elementos que lo componen.
Definimos al Estado como la persona jurídica que reside en un espacio físico
determinado y ejerce poder sobre un grupo de personas, que a su vez es producto de
un acuerdo entre ellas denominado convenio o contrato social.

En la terminología de Jellinek, el espacio físico en cuestión se llama territorio, el grupo


de personas se llama pueblo o ciudad, y el poder que el estado ejerce sobre estas
personas se conoce como poder político. Es obvio que la ausencia de cualquiera de
estos elementos significa que la entidad que tenemos ante nosotros no es un estado.

Ahora bien, el poder se define ampliamente como la capacidad de una entidad o


persona para influir en el comportamiento de otras personas, caracterizándose el poder
político por la coerción que puede ejercer sobre la población mediante el uso de la
fuerza., legitimado por la ley. El poder político existe desde la antigüedad y da
legitimidad al poder de la administración pública sobre los administrados.

Así, así como existe el Estado desde la antigüedad, existe la administración pública.
Sin embargo, el derecho administrativo propiamente dicho aún no existe, ya que no
existía una regulación de la relación entre éste y el administrado. Los conceptos del
derecho administrativo clásico o no existían, o eran muy incipientes, y mucho menos
los conceptos más avanzados que conocemos hoy.

La función administrativa de la administración pública tiene así su origen en la


separación de poderes. Asimismo, los orígenes más remotos de este principio se
encuentran en Aristóteles, quien, en la Ética a Nicómaco, distinguió tres direcciones del
poder del Estado: el que legisla, el del soberano y el del juez; a quien correspondía la
deliberación, el mando y la justicia, respectivamente, ya quien correspondía la
organización política del momento.

Sin embargo, Aristóteles no definió una adecuada distribución de facultades ni le dio

la división de funciones una importancia fundamental en la conservación de la libertad

de los pueblos. En consecuencia, en su pensamiento no existía una definición de la

función administrativa y mucho menos del derecho administrativo, lo que se

evidenciaba a su vez en el funcionamiento de las ciudades-estado griegas.


Ahora bien, en Roma observamos una importante evolución de las instituciones
políticas, que a su vez involucraron a las instituciones administrativas. Esta se inició de
forma incipiente en la Monarquía romana, para desarrollarse posteriormente de forma
importante en la República, a través de las diversas magistraturas que existieron en
este régimen de gobierno, para manifestarse de forma diferente una vez instaurado el
Imperio.

La administración pública en la edad media y moderna

En la Edad Media, el estado experimentó cambios importantes. La desaparición del


Imperio Romano y las invasiones bárbaras provocaron una reorganización de las
instituciones jurídicas y políticas existentes y cambiaron la naturaleza del estado de la
época. Luego estas instituciones fueron reemplazadas por un régimen social y político
llamado feudalismo, que dominó la mayoría de los países europeos.

Sin embargo, el desarrollo de la economía y la sociedad medieval condujo a un


importante desarrollo de una serie de instituciones jurídicas y políticas. Así, gracias al
crecimiento de la burguesía ya la necesidad de un mayor control de la seguridad
nacional y del orden público, los estados adquirieron cada vez más poder sobre los
señores feudales. Obviamente, esto condujo a un mayor crecimiento y complejidad de
la administración pública en estos países.

Este aumento del poder político con el advenimiento de la modernidad significó un


cambio importante en las estructuras estatales, lo que significó la transición de los
estados feudales a los estados nacionales europeos y de allí a los estados absolutos.
De hecho, la monarquía absoluta implicó no sólo un aumento significativo del poder del
monarca, sino también un mayor poder del aparato administrativo, que carecía de un
control interno o externo efectivo, lo que comprometía los derechos de los
administrados.
ORIGEN DEL DERECHO ADMINISTRATIVO MEXICANO

En definitiva, entendemos el derecho administrativo como un conjunto de normas


destinadas a regular las actividades del poder ejecutivo. Ahora analizaremos el
surgimiento del derecho administrativo en México a raíz del inicio de la independencia,
como lo demuestran diversos documentos emitidos por el Soberano Consejo
Provisional de Gobierno del Imperio Mexicano, entre los que destaca el del 5 de
octubre de 1821. que facultó provisionalmente a las autoridades existentes para
administrar la administración de justicia y otras funciones públicas.

Asimismo, por decreto del 12 de octubre de 1821, se asigna un salario anual al


Regente del Imperio Agustín de Iturbide, por el mismo decreto se introduce el
reglamento para el gobierno interno y externo de las Secretarías de Estado y del
Despacho Universal (dicho El Reglamento es el antecedente lejano de la actual Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal).

Con la introducción de la Constitución de 1824, la ley mexicana introdujo por primera


vez la figura legal de la expropiación, en la que el gobierno confisca la propiedad para
un propósito público de una persona sin su consentimiento y también obliga a ese
gobierno a proporcionar una compensación adecuada. La fracción II del artículo 110 de
la citada Constitución atribuye al presidente de la República facultades reglamentarias,
es decir, tiene todas las facultades para preparar y promulgar las leyes.

Entre las más destacadas de la Constitución de 1824 se observa la creación del Distrito
Federal, que implica la creación de la administración pública para ellos, así como la
reforma educativa realizada en 1833 por el presidente Valentín Gómez Farías, en la
que se establecen dos bases importantes establecido, a saber, la secularización del
sistema educativo de la época en manos del clero y por otro lado la organización de las
actividades educativas del Estado a fin de posibilitar la educación de todos los sectores
de la población.

EL DERECHO ADMINISTRATIVO MEXICANO EN EL SIGLO XIX

En México, el destacado jurista hidrocálido Teodosio Lares publicó en 1852 sus


"Lecciones de Derecho Administrativo", previamente impartidas en el Ateneo Mexicano,
en la primera de las cuales --usando el criterio en boga de entender a esta rama
jurídica como la destinada a regular la actividad del Poder Ejecutivo-- definía a esta
disciplina como "la ciencia de la acción y de la competencia del poder ejecutivo, de sus
agentes y de sus tribunales administrativos, en relación con los derechos e intereses de
los ciudadanos, y con el interés general del Estado.

En opinión de Lares, el derecho administrativo encuentra su base en “los principios del


orden racional apoyados en la naturaleza del hombre y de la sociedad. Las
instituciones administrativas, son la realización o las consecuencias de los principios.”

Apenas un tercio de siglo después de editarse en París los famosos libros de Macarel y
de Cormenin, aparecen las Lecciones de Derecho Administrativo de Teodosio Lares,
primera obra publicada en México acerca de esta nueva disciplina jurídica, en las que
recoge el jurista mexicano las ideas de Macarel, de Cormenin, de Laferrière (el padre) y
de Serrigny, entre otros autores que menciona en dichas lecciones. Empero, Lares no
se limitó a promover la ciencia del derecho administrativo, sino que también contribuyó
a la configuración de tal rama del derecho, como norma, mediante la Ley para el
arreglo de lo contencioso administrativo, de 25 de mayo de 1853, mejor conocida como
Ley Lares, en honor de su autor, el eminente jurista hidrocálido.

Teodosio Lares propuso en sus Lecciones de derecho administrativo, un modelo de


tribunal contencioso administrativo que después, durante la dictadura santanista,
trataría de establecer en la práctica, mediante la Ley para el Arreglo de lo Contencioso
Administrativo, expedida en el Palacio Nacional el 25 de mayo de 1853 por el general
Antonio López de Santa-Anna, en su carácter formal de presidente de México, con el
refrendo del autor de la Ley, en su carácter de ministro de justicia.

EL DESARROLLO DEL DERECHO ADMINISTRATIVO MEXICANO

A mediados del siglo XX, a pesar de tener casi cien años, el derecho administrativo
mexicano ya había sufrido numerosas transformaciones, pues ya se habían descartado
muchos criterios utilizados anteriormente para explicar y definir esta rama del derecho;
Criterios como el legalista, que viola la regla elemental de definición al incluir en ella lo
definido, ya que lo explica como un conjunto de leyes administrativas, y cae así en el
error de definición circular, ya que quiere aclarar qué es lo que significa que las leyes
son Derecho Administrativo, lo cual es fundamental para entender qué es el derecho
administrativo según este criterio legalista.

A principios del siglo XX, el criterio de la actividad global del Estado para determinar el
derecho administrativo, abandonado durante más de medio siglo, recibió un impulso
temporal cuando sus fundadores le encomendaron la regulación jurídica de toda la
actividad del Estado. estado estatal, Asimismo, hace medio siglo se superó el criterio
que interpretaba al derecho administrativo como competente para regular toda la
actividad de los órganos ejecutivos del poder público, ya que regula no toda, sino solo
una parte de la actividad del poder público. y, además, regula parte de las actividades
de otras autoridades.

Gracias a su evolución en la segunda mitad del siglo pasado, el derecho administrativo


mexicano se presenta -a través de una combinación de criterios- como el regulador de
la estructura, organización, funcionamiento y relaciones de la administración pública en
sus diversos niveles y modalidades, con características específicas de las prerrogativas
y Restricciones de otras ramas del derecho que regulan la organización y actividad de
las personas físicas y demás sujetos de derecho público.
Así, en el siglo XX, el derecho administrativo mexicano se convirtió en la rama más
robusta del derecho, dada la multitud de aspectos sujetos a su regulación, reforzado
por el desarrollo tecnológico y científico registrado en este siglo, dando como resultado
una gran cantidad de normas jurídicas dispersas en varios ordenamientos jurídicos,
cuyas normas no siempre guardan la necesaria coherencia y coherencia entre sí y en
ocasiones se contradicen.

SITUACIÓN ACTUAL DEL DERECHO ADMINISTRATIVO MEXICANO

A principios del siglo XXI, el derecho administrativo mexicano, considerado como una
ciencia considerada como un conjunto de valores, principios y normas, se encontró con
numerosos cambios. El derecho administrativo mexicano, entendido como ciencia,
descarta las definiciones anteriores utilizadas para explicarlo y lo interpreta como el que
regula jurídicamente todas las actividades del Estado.

Asimismo, se superó el criterio de que el derecho administrativo se interpretaba como


competente para regular toda la actividad del órgano ejecutivo, ya que regula no toda,
sino solo una parte de la actividad del órgano ejecutivo, y regula también parte de la
actividad de otros órganos. . . del poder público, ya que no todos los órganos ejecutivos
pertenecen a la administración pública, ni toda la administración pública pertenece a
este organismo.

Como resultado de su desarrollo, el derecho administrativo como ciencia en México se


preocupa por el estudio e investigación de los valores, principios y normas que rigen la
estructura, organización y funcionamiento de la administración pública y sus relaciones
con los particulares.

En pleno siglo XXI, el derecho administrativo mexicano es el área del derecho más
robusta, dada la multitud de materias a regular, generando una gran cantidad de
normas jurídicas dispersas en distintos ordenamientos jurídicos que no siempre
mantienen la coherencia necesaria entre sí, y tantos a veces entran en conflicto entre
sí.

Asimismo, en el siglo XX en México existió una importante limitación a la administración


pública, ya que sus procedimientos se rigen por diversas normas para asegurar y
validar su legalidad, así como los gastos establecidos por un presupuesto establecido
por el poder legislativo tutelado por la Cámara. fue aprobado federal. Oficina Superior
de Auditoría.

En todo caso, el derecho administrativo en México, como en otras partes del mundo, es
visto como un retroceso en varios frentes, más o menos dominado por el afán de
privatización, desregulación y “desmonopolización” congruente con el sistema
neoliberal y globalizador que Allí opera México, inherente al mundo de nuestros días,
dominado por los intereses de los países más ricos del mundo, dominados a su vez por
unos cuantos dueños de dinero que, a través del Fondo Monetario Internacional e
instituciones afines, imponen esquemas de acción y organización. en todos los países
que dependen del apoyo financiero.
Conclusión

El Derecho Administrativo dio sus primeros pasos desde que el hombre se organizó en
sociedad y como ciencia se ha reconocido y desarrollado profundamente desde el
acontecimiento político social de la Revolución Francesa. Fruto de la positivización de
normas y limitaciones de los poderes del Rey para pasar a un “Estado de Derecho”,
este Derecho vino al mundo a proteger a los ciudadanos ante el enorme poder del
Estado, mediante normas del nuevo gobierno revolucionario y principios que fueron
creados de la Jurisprudencia del Consejo de Estado francés.

México, independiente y su posterior formación de gobierno, surge la administración


pública, de la cual surge el derecho administrativo, del cual, luego de analizar diversos
autores, podemos concluir que es la rama del derecho que regula las acciones del
estado y de los particulares.

El primer paso dentro del derecho administrativo mexicano se da con la introducción


del decreto para el gobierno interno y externo de las secretarias de estado y el cargo
universal emitido por Agustín de Iturbide.
Bibliografías.

Fuentes, R. (2017, 3 mayo). Ensayo Derecho Administrativo Mexicano, surgimiento y


evolución. Monografias.com. Recuperado 25 de febrero de 2022, de
https://www.monografias.com/docs112/ensayo-derecho-administrativo-mexicano-
surgimiento-y-evolucion/ensayo-derecho-administrativo-mexicano-surgimiento-y-
evolucion

Napurí, C. G. (s. f.). Origen y evolución del derecho administrativo. Origen y evolución
del derecho administrativo. Recuperado 25 de febrero de 2022, de
https://blogposgrado.ucontinental.edu.pe/origen-y-evolucion-del-derecho-administrativo

Castillo Velasco, José María del, Ensayo sobre el derecho administrativo mexicano.
México, Taller de Imprenta de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, 1874, t. I, p.
9.

Castillo Velasco, José María del, Ensayo sobre el derecho administrativo mexicano.
México, Taller de Imprenta de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, 1874, t. I, p.
9.

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