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'^ M ¿POLÍTICA
FORMANDO LA NIDADA
Y la r a z ó n es m u y s i m p l e . Usted quizás no t u v o el c u i d a d o
de elegir el m e j o r de los l u b r i f i c a n t e s para su coche... y
lo que a p r i m e r a vista parecía un buen aceite, ha ido
d a ñ a n d o poco a poco su m o t o r ; todo el p i q u e , toda la
aceleración que t e n i a c u a n d o nuevo, no están ya presen-
• * ir
t e s ; su coche ha envejecido p r e m a t u r a m e n t e , sin que usted
se diera c u e n t a . T o d a la felicidad de u n a h e r m o s a noche
TÉCNICAMENTE HABLANDO:
El valor de los lubrificante»
de automóvil se mide por l u
1
de p r i m a v e r a se ve ahora e m p a ñ a d a p o r q u e u s t e d no usó " c u e r p o " , y nada hay que
pueda sustituirlo. El " c u e r p o "
en su a u t o m ó v i l los mejores l u b r i f i c a n t e s , los que son ex- es superior en los lubrificantet
de automóvil que, como ocu-
t r a í d o s de los petróleos crudos m á s f i n o s q u e el m u n d o rro en los de PAN-AM, pro-
produce. No corra otra vez ese riesgo. Su buen sentido le vienen de los petróleos crudos
más finos que el mundo pro-
aconseja P A N - A M . duce'. Compro " c u e r p o " - com-
pro PAN-AM.
LUBRIFICANTES D A M AkA
para cárter, caja de velocidades y diferencial • # m l ^ W % • • I
T I D E W A T E R O I L E X P O R T C O R P O R A T I O N
F;sí{»'"s-PíK'-;,iríSr
Por N E L L I E
SIMMONS
MEIER
UNCA es dema- mente, se interrumpió el
Auelia Earhart.
w J\¡dlic Simmons T^eier
CARAy Y CARETAy- CARAy Y CARETA/
C UANDO conocí a
Amelia, yo tenía
v e i n t i t r é s años.
Una aventura más bien
tranquila, experimentaba
ciertas inquietudes y sen-
tía en mi un remordimien-
to anticipado. En la corres-
simple. Yo estudiaba pondencia que había pre-
medicina y Amelia no cedido a nuestra unión, yo
hacía otra cosa que bus- había deslizado alguna pa-
car una buena ocasión labra solemne y había avan-
para dejar la casa de zado algunas promesas. La
comercio donde estaba comedia de siempre. Ha-
empleada. Nuestras dos bía hablado de amor eter-
calles nos conducían el no, de amor para toda la vi-
uno hacia el otro y unie- da, de amor hasta la muerte.
ron nuestros destinos a Pero como soy, a mi
lo largo de las pequeñas modo, un hombre honesto,
vilezas inevitables. To- en seguida le había dicho
do esto, bien entendido, con dulzura y con precau-
sin formalidad alguna. ción, que los amores eter-
Yo no le pedia a Ame- nos más a u t é n t i c o s del
lia que obtuviéramos el mundo no pueden durar,
consentimiento de sus en ningún caso, más de
padres. Dudo, por otra cuatro años: es decir, aque-
parte, de que sus padres llos cuatro años que aun
s> nos hubieran dado su faltaban a mi destino de
consentimicntci y dudo, estudiante para ser laurea-
finalmente, de que ha- do. Cuatro años, exacta-
yan existido ios verda- mente. Cuentas claras con-
deros progenitores de servan amistades.
A m e l i a . Simplifica- — Veremos — me había
ciones. ••espondido Amelia con una
Amelia era una mujer sonrisa dulce y lejana.
calmosa y reflexiva que
nunca preguntaba nada
Nuestro perfecto amor se
deslizó como un automóvil
J
y que vivía en . mi pe- sobre una calle llana, sin
queño departamento de '"cidentes.
estudiante, c o m o si Pero más tarde, cuando
nuestra unión debiera estaba por obtener mi títu-
durar toda la vida. Al 'Oi se presentó a mi desti-
verla tan suavemente no aquello que se presenta
al menos una vez en la vida
de todos: una hermosa
\. ocasión. Me fué ofrecido
\ v: desde Rouen, en condicio-
nes muy ventajosas, un con-
sultorio con cierta clientela,
que prometía ser excelente.
Lo compré en seguida de
recibirme y postergué, has-
*3 el último momento, la
necesidad de informarle a /
Amelia del asunto. Siem-
pre había temido esta cere-
monia que, según los casos,
se llama separación amis-
tosa, o adiós, o ruptura de-
finitiva, y que, según el ca- /
} rácter de los personajes, vie-
ne seguida de sonrisas, de lá-
grimas o de tiros de revólver.
^y
CARA^ Y CARETAJ"
Haciendo proceder las cosas desde muy le- perfectamente de acuerdo. Por otra parte, me
jos, le expliqué a Amelia que Rouen era una apresuro a declararlo en mi honor, no obstante
tiequeña ciudad espantosamente provinciana, haber nacido pobre, jamás he sentido la atrac-
que mi situación de joven médico sería muy ción del dinero.
delicada, al menos en los primeros tiempos y Terminé por casarme con mi amiga de la
que, por lo demás, ya habíamos vivido juntos infancia.
tantos años de inolvidable ternura, que podía Amelia me escribía cada vez más rarauiciite.
jurarle que conservaría toda la vida un dulce e Una vez casado, le escribí la acostumbrada car-
imborrable recuerdo. En suma, recité ante ella ta hipócrita de circunstancias. Le decía que me
el acostumbrado romance de dolor que es el había casado, sin amor y sin alegría, con una
mismo a través de los siglos, tanto que me nuijer que no era muy hermosa, pero que, en
asombra el que aun haya hombres dispuestos cambio, era muy rica. Siendo yo mismo más
a pronunciarlo y mujeres dispuestas a escu- bien pobre, había debido resignarme, pero mi
cliarlo y, lo que es peor todavía, a creerlo, sin corazón permanecía fiel a su recuerdo. En su-
romper en carcajadas. ma, las acostumbradas cosas.
Amelia se manifestó mucho menos sorpren- Mi bienestar con Susana fué sin nubes. Con-
dida y apenada de lo que yo me había imagi- trariamente a cuanto habia escrito a Amelia,
nado. Su tristeza fué una cosa muy razonable. mi mujer, Susana, no tenía ninguna dote, pero
Hizo apenas un gesto resignado y luego me era muy graciosa y tenía el don de expandir
dijo: en torno suyo la calma y la alegría. Nuestro
— Más tarde, veremos... único dolor fué el de no tener hijos, y como no
— Cierto, veremos en seguida s i . . . — respon- los teníamos, nos entregáliamos a inocentes
dí con un gesto muy vago y lejano. manías. Después de haber comprado, a un en-
No me costó mucho trabajo hacerle aceptar fermo reconocido, por un precio muy razonable,
mi departamentito, del cual habia pagado un una graciosa y pequeña villa ubicada sobre una
semestre adelantado de alquiler, y le hice acep- colina de un verde perfecto, nuestra preocupa-
tar también mis muebles, con los cuales su ción constante fué la de llenar la villa con
gusto, en colaboración con el mío, había llena- viejos muebles. Por entonces los había abundan-
do todos los rincones, pues ya en aquella época tes en Normandia. Con mi automóvil, durante el
tenía yo predilección por los muebles antiguos. día atravesaba toda la región de un extremo il
Amelia aceptó asimismo mis últimos besos con otro. Una vez fui llamado en consulta desde
mucha convicción. Después, en la estación de Andelys. Después de terminar mi visita, paseé
Saint-Lazare, al despedirme, me dijo con los por las calles de la localidad, y en un negocia
ojos un poco vagos y llorosos: de antigüedades, en medio de algunos muebles
— ¡Paciencia! He perdido la partida; pero ha- estilo Luis Felipe, sin valor alguno, noté una
bría podido ganarla si la hubiese jugado con magnífica comodita Luis XVL Inclinado sobre
un caballero. el mueble, yo no habia notado la presencia de
Esta frase exacta me hirió en carne viva. En Amelia. Pues la mujer que se encontraba en e!
el fondo, me la tenía bien merecida, pero, tira- negocio era justamente Amelia, con su aire re-
dos los dados, la había pagado a buen precio. posado, su sonrisa extraña y su ironía a la sor-
dina. Si hubiera sido supersticioso o romántico,
habría leído en ella una sonrisa enigmática del
destino y habría reconocido, en aquel encuentro
E
STABA casi completamente absorbido por una sorpresa de la fatalidad. En cambio, me
mis proyectos y por mi porvenir. Todo dirigí hacia ella con toda cordialidad. Balbu-
se presentaba muy bien. Tenía mi titulo ceé algunas frases bastante teatrales para ex-
y una buena clientela. En resumen, me des- prc^^arle mi alegría inesperada. Amelia me res-
empeñaba muy bien en la vida profesional, en una pondió con aquella fria amabilidad que siempre
época difícil en la cual los médicos eran nume- le había reconocido: una amabilidad de comer-
rosos y los enfermos muy escasos. Amelia me ciante írenle a su cliente. Después de haberme
escribía cada vez que necesitaba dinero: me dado algunas informaciones sobre su salud y
escribía cartas de viuda afligida, pero fácilmen- .sobre su situación, ambas muy buenas, Amelia
te consolable. Yo le respondía escribiéndole las insinuó un gesto resignado e hizo volver mi
mismas palabras que todos los hombres del atención hacia el mueble que me había inducido
mundo de todas las generaciones han escrito a entrar en el negocio. Compré la comodita,
en las mismas circunstancias: jurainentos, pro- naturalmene sin discutir el precio, y le prometí
mesas, bellas frases muy afectuosas y muy es- volver a verla.
tereotipadas, como aquellas que se escriben a
fin de año para expresarles augurios a los pa- Keeomenzó entre Amelia y yo una especie
rientes de provincia. Y, como habia hecho al- de correspondencia regular, en la cual, por cor-
gunas operaciones quirúrgicas bastante acerta- tesía, yo mezclaba el sentimiento a lo* negocios.
das, ganando bastante dinero, le enviaba siempre, Como Amelia, al despedirme, habia dejada esca-
junto con mis sentimientos, algunas pequeñas par un suspiro, yo le aseguré, con la vileza de
sumas, que son un remedio excelente para cica- todos los hombres, que mi vida no era, desde
trizar las heridas espirituales. En resumen, me luego, un lecho de rosas, que mi mujer era
sentía perfectamente en armonía con mi con- celosa como una tigre, y que tal vez, algún día...
ciencia. Después del romanticismo de esta fraseología,
ordenaba la compra de algunos relojes Luis
¥ X I I I o de algunas mesitas Imperio.
Amelia había adquirido en su oficio una cier-
M
IS asuntos prosperaban. Cuando en ci- ta competencia y un excelente olfato, y, en las
rugía se tiene una roano íeüz, se gana casas de los aldeanos, encontraba muchas oca-
bien. Me encontré en Rouen con una siones. Cuando yo me sentía muy contento por
amiga de la infancia. No era rica, pero sus adquisiciones entre esa gente, es decir, por
nuestros gustos y nuestros corazones estaban los buenos negocios que hacia, por una especie
CARAy Y CARETAJ
fie reconocimiento, o mejor aún, para poder resumen, tenía con qué vivir honorablemente.
trine con más facilidad, le decía que tal vez al- Y saboreé así la tranquilidad de los cincuen-
gún día el sueño que habiainos forjado juntos ta años.
se realizaría, y le susurraba frases sentimei'tales
que Amelia aceptaba con una sonrisa muy re-
posada, sabiendo sin embargo que se trataba na I N día plácido y cálido, a la hora del té,
de moneda falsa. •H I una señora muy elegante entró en mi
A decir verdad, cuando mi chalet estuvo su- HB i casa. Era Amelia, más tranquila que
ficientemente lleno de muebles yo empecé a ^ - ^ nunca. Se sentó sobre mi diván y, si bien
distanciar un poco mis visitas al negocio de íntimamente contrariado, yo la saludé con una
Amelia y, sobre todo, hice menos frecuentes voz meliflua y falsa.
mis compras. Sus negocios, por otra pane, eran — Comprendo, querida amiga... Ha venido
tan prósperos como los míos, y su estableci- a consultarme como médico, ¿no es verdad?
miento de antigüedades se babía hecho bastante La escucho.
conocido cu toda la región. Terminé por per- Amelia desgranó su sonrisa plácida, se quitó
derla de vista y por olvidarla, exactaineiite co- los guantes lentamente, abrió su cartera, sacó
mo en la vida nos olvidamos de nuestros anti- un paquete de cartas cuidadosamente atado con
guos proveedores. una cinta rosa y dejó el paquete sobre la mesa.
— He sabido que su mujer ha muerto y he
venido a recordarle las promesas que usted me
limiento balneario, cuando una mañana, en de miel en Monte Saint Michei. Paseábamos
el fondo de una calle, vi o creí ver algo... entusiastamente por todos los contornos. Nues-
Me dirigí al garage, salté en mi aulomcvil y tros ojos sonreían sobre las colinas.
ine precipité a gran velocidad hacia Mortain. Esperando que los documentos estuvieran
J^a vecindad de las cascadas me refrescó las listos y que fueran ultimadas las forniaiidatleb,
ideas. Reflexioné en la comicidad trágica de Amelia se encontraba muy bien en el cl'ma
mi situación. Me encontraba como el hom- normando y declaró estar muy contenta coi. ti
1 re perseguido que se ve en los íüms norte- régimen de vida del albergue. Una serenidad
americanos y que corre de albergue en albergue. nueva llenaba su rostro y yo me sentía resigna-
Pasé en Mortain dos días sin incidencias. Deci- do. Amelia era todavía bastante hermosa.
didamente, la sombra que había creído ver en El matrimonio se celebró en la abadía de la
el fondo de la caile del establecimiento de Bag- localidad y bien pronto retornamos a Roixr,
noles era una simple proyección de mi espíritu donde Amelia se instaló como patrona de nv
agitado. Más tranquilo, me dirigí, en pequeñas casa. ¿Debo confesarles que sentía habituarme
etapas sucesivas, hacia el monte Saint Michei, al nuevo estado de cosas?
par? '"espirar el aire fresco y vivo del océano, Amelia tenía cualidades de orden, que son
^ a en la costa del Atlántico perdí mis íncubos mucho más apreciables cuando se tienen cri-
y me abandoné totalmente a los hermosos sue- cuenta años que cuando se tienen veinte soii-
ño.s que sólo el mar, con su inmensidad so- mente. Las comidas eran siempre bien preparri
lemne, sabe inspirar a los hombres. Por pri- das y a la hora precisa.
mera vez, después de tantos días de ansiedad, Una noche, Amelia me hizo notar justamen-
dormí plácidamente. El sol y el aire matutinos te que el día en que yo muriera — día que ei.'n
jugaban, en cada despertar, con los bordes de no deseaba, desde luego, agregó, dándo'nc r.n
las cortinas. Había ordenado chocolate y pan beso — ella correría el riesgo o de verse rcdt.-
con manteca y me sentía con buen apetito. Me cida a la miseria por mis sobrinos, o de vir
disponía a tomar el desayuno, sin moverme de cómo se venderían todas las cosas que a mi
mi lecho, cuando oí golpear la puerta. me habían agradado. Conociendo a inis sci>¡i-
— Pase — le dije al camarero. nos, le hice ante el notario una venta ficrlcia
Pero en vez del camarero entró Amelia con de mis muebles y de mi casa. Su inquietud se
su acostumbrada sonrisa reposada y hermosí- calmó y vivimos juntos algunos meses de ver-
sima. Me tendió la mano y se sentó graciosa- dadera paz.
mente a mi lado. No obstante esto, Amelia, con su acosiun.-
— No se sofoque, querido; he venido sola- brada calma, se entregaba a ciertas tar^Ms:
mente a recordarle su promesa. Sabia que vol- cambiaba de sitio los objetos y rompía asi
vería a encontrarlo aquí. la armonía íntima de la casa, imponiéndoles a
Golpearon de nuevo la puerta y el camarero ¡as cosas su gusto mediocre.
entró con el azafate. Quise ir hacia él para La bajeza y la vulgaridad de su alma ponían
pedirle ayuda; pero habria sido ridículo. Me una tristeza de desierto en aquella que d'i/ía
noté que estaba muy pálido. de haber sido la dulzura de mi sol'rdad. Ter-
— No deseo, por cierto, impedirte que se miné por odiar a Amelia. La compar.Tba '..cái
desayune — me dijo Amelia sonriei;do. mi difunta esposa. Tal vez con su tranviuiiidad
Luego hizo como que se iba. Yo insmué un exasperante y con su frialdad llena de despre-
gesto cortés para detenerla. Cuando el sirviente cio, Amelia alimentaba expresamente mi odio.
se alejó, Amelia me dijo: Había en su silencio una especie de contradic-
— Veo que es usted un caballero... ción perpetua. Una mañana, la discusión, que
Respondí que, en efecto, era un caballero, nos había enconado, estalló y grité, mostrándole
pero que todavía existe la prescripción, aun la puerta del jardín;
para las promesas de amor. — I Vete fuera de mi casa, pronto! ¡No qaiero
— Eso no me resulta — contestó Amelia. verte más nunca! ¡No puedo tolerarte más!
Luego, procediendo como una vieja amiga, — Te toca a ti irte, si no te hallas en condicio-
vino a sentarse junto a mí, a! bordt del lecho. nes de permanecer aquí — respondió ella ccn su
— Pero yo soy libre — prote.'.té con vehe- calma irritante.
mencia. — Y entiendo que permaneceré tal. Ese mismo día hice mis valijas y lo ab-mdonc
— ¿Lo cree? todo.
Con una infinita dulzura, Amelia había colo-
cado cerca de ella, sobre mi acolchado de raso
E alquilado un pequeño dsoartairenio
Bi
azul, como dentro de un cofre, el revólver; un
gran revólver, mucho más elocuente que acuel en el centro de París y, a Ijs cinci.enta
que me había mostrado en su primera visita. y cinco años, he debido rehacerme una
Quedé inmediatamente convencido y me s-ntí clientela, inezquinamente, pe'iosameiile,
perdido. Me puse a bromyr. Le propuse, para en un pequeño consultorio, como un doctoroito
empezar, que tomara el desayuno conmigo, que debuta.
cosa que Amelia aceptó con una carcajada de Amelia, en cambio, vive allá, en mi c.haíet
gran apetito. Yo, individualmente, no tenía normando que, por tantos años, hjbia consti-
más hambre. tuido mi sola razón de ser feliz. He vuelto
El matrimonio quedó resuelto. Mi concie!;cia 3 ejercer mi profesión y estoy contento igual.
hablaba por primera vez y me decía: Por lo menos, soy libre. De mi cisa, no he
— Un caballero tiene una sola palabra» sacado más que algunos libros para consultar
y saborear, por las no-
ches, la irónica y amarga
J edn Qáument
V
iviMOS, a n t e s filosofía,
de la celebración Y he conservado mi
del matrimonio, TRAliVCaoN üE I L. automóvil, para huir en
una agradable luna D I B U J O DE B A T L L B caso de peligro.
CARA^Y El novelista
CARETA./
^ Alberto Insúa...
A los veinte años
C A R I C A T U R A
CAJLAJ" Y CARI-TAy
A I 3 U N T A D E L A I ^ I Z , por VALDIVIA
El álbum
Los beneficios de la
lluvia
U
N periodista londinense pidió una entre-
E
L gerente de un conocido banco de esta pla-
za camina por una calle céntrica en compa- vista a Lloyd George para tratar asun-
ñía de un amigo, con quien sostiene ani- tos de actualidad. Amable y gentil, a pe-
mada conversación. sar del aspecto temible de su revuelta
Unos pasos antes de llegar al cruce de la calle, melena, el gran político gales se prestó sonriente
mi mendigo le sale al encuentro y dirigiéndose con a todas las impertinencias del periodista.
la mano extendida, pide al gerente: Y al final, el hombre de Ja estilográfica, k pre-
— i Una limosna por amor de Dios 1 gunta a boca de jarro:
— No puedo, perdone — contesta el aludido y — ; Cree usted en una próxima guerra ?
sigue su marcha. — Ño...
Pero el mendigo no cede. Se pone al paso de El periodista, satisfecho, se levanta para des-
los dos amigos y sigue su cántico doloroso, siem- pedirse de su entrevistado. Desde las columnas del
pre sin resultado. diario se proponía desvanecer el horrible fantasma
Viendo el andrajoso que nada conseguiría de que se aparecía en el horizonte europeo.
aquel caballero, lanza una última queja dolorosa: Pero Lloyd George añade, mefistofélicament€,
— i Una limosnita, por el amor de Dios y de la antes de la despedida:
Virgen! — Le advierto a usted que tampoco creía en
I-I gerente se da vuelta, como picado por una ella en 1914.
víbora, y exclama:
i Ah, bueno! A dos firmas sí: tome, hermano. CHISTE MALO
^ !« da una moneda...
A
L regreso de un viaje, dice Anacleto a sus
amigos:
EXT RANO ANTOJO — No podéis figuraros lo que he sufrido
en el tren. Estaba sentado junto a la porte-
K discutía con gran calor en una sesión del zuela del vagón, y por más esfuerzos que hice no
Ayuntamiento de cierta importante ciudad pude levantar el cristal y he pasado un frío tre-
catalana. Y el alcalde, dando, de súbito, un mendo.
gran campanillazo, cortó la discusión con — ¿ Y por qué no cambiaste de sitio ?
«stas palabras: — ¡ Con quién iba a hacerlo si venía solo en el
— Señores, pongamos los pies sobre las íes. coche 1
La grandiosa
Exposícíóti de la Industria Argentina
a inaugurarse en diciembre
será uno de los temas
principales del
Número extraordinario
de N a v i d a d , de
Caras y Caretas,
que se pondrá a la venta el
14 de diciembre de este año
C A R A / Y CAREFAy
^^¡
V
LA IMAGEN DE LA PIEDAD EN
Por R I C A R D O
LA VIRGENCITA
G U T I É R R E Z
Andrea, obispo de Temnos. Luego, la misa can-
tada en honor de la Virgencita... Almas al bor-
de de los labios en el aleteo de una oración, que
practicando a la vez obras de beneficencia, fun- fué elevándose hasta la madre de la piedad
dándose la hermandad, de la que fué alma el fi- como suave hilillo de humo que compuso el fue-
lántropo presbítero González, que adquirió en go del amor en los carbones de la reverencia.
200 pesos el terreno que ocupa la iglesia de San
Miguel Arcángel, estableciendo el asiento de la LA PROCESIÓN
institución en la calle Esmeralda, donde se en-
cuentra la Asistencia Pública. Con el permiso
correspondiente, se constituyó la Hermandad,
bajo el alto patrocinio de Nuestra Señora de los
Remedios, no limitándose a sus primeros propó-
sitos, pues su obra se tr,adujo más tarde en la
L AS gentes se apiñaban. Nuestr.a Señora
de los Remedios, aquella que, siendo pa-
trona de la parroquia de S,an Miguel Ar-
cángel y de la maravillosa Hermandad
de la Caridad, permitió que ante la muerte, sin
Casa de Huérfanos y el primer Hospital de Mu- medir la existencia, se diese cristiana sepultura
jeres, hasta que, en 1822, como lo determinara al cadáver del pobre y del ajusticiado, apareció
Rivadavia, pasa tan digna acción a la Socie- en la porcada del templo. Un manso rumor
dad de Beneficencia. pudó escucharse, porque la palabra de la fe mo-
vía las bocas de las grandes damas, de las vie-
E L RECUERDO jecillas mendicantes, de los señores y de les
obreros.
A^
siglo XVIIL Ofi- cos, que, como un símbolo, parecían azucenas
ciando, inicia el ho- desprendidas de los jardines del dolor. Luego,
menaje el alto espí- los que formaban con cada corazón las cuentas
ritu de monseñor de de un rosario enorme.
C O N L A S O N R I S A
C H LA
Por A G U S T Í N
europeos, impuestas, principalmente, gracias al
agudo talento de Molnar y Fodor. En Inglate-
rra también tiene ese género un representante
destacado en Lonsdale, quien acaso supera a
sus colegas húngaros por una más alta calidad
tí del dialogado.
— Te refieres a ese género de comedias bri-
llantes, ¿no es así?
LA VtMA V- — En efecto — le confirmo, — a esa clase
de obr^s, que en latitudes escénicas más exi-
n ofvO gentes se llama "brillantes", debido a lo
ocurrente de su argumento y la espiritualidad
de su lenguaje. El mismo calificativo que entre
nosotros se aplica a toda clase de piezas, aun-
que se trate de nefandos sainetones, siempre
que en ellos la primera actriz salga vistiendo
algún piyama...
— ¡Tienes razón, querido!
— ¡Muchas gracias, Lerchundil
— "La dama blanca" — continúa mi amigo
• AL 'Cónico — me interesó también, además de por su
jovial amenidad, a causa de la meritoria inter-
pretación que le dieron los elementos del Có-
mico. Luisa Vehil, García Buhr, Chiola y
T E A T R A L E
R E M O N
— ¿Cómo puedes decir tal cosa? — me inte-
rrumpe, casi increpándome, Lerchundi. — Los
espectadores que se hayan divertido con la
traducción de "Ta bouche", es que no tienen
oído, ni vista, ni memoria. Porque ni el mal
gusto podría disculparlo, ya que la simpática
pieza fue irreprochablemente representada por
la compañía Volterra en el Cervantes y como
tú has dicho por ahí, la interpretación de "Tu
boca" ha sido mala, pero homogénea.
Agradecido al recuerdo — ¡ya se me cila,
como a los clásicos! — le digo:
— En ese sentido de la detestable uniformi-
dad, Gladys Rizza fue, acaso, el único intér-
prete que tuvo la coquetería de desentonar un
poco, mostrándose atrayente en varios pasajes
de la comedia musical. En cuanto a Marujita
Pibernat, elemento de condiciones positivas,
aunque esta vez no pueda evidenciarlo, debe
cuidar de no mostrarse en trajes vaporosos y
descotados, por lo menos hasta que no aumente
de estatura. Sencilla y de buen gusto la deco-
ración debida al doctor Susini, y acertada la
actuación del maestro Naiztegui al frente de la
esquelética orquesta. — Eo mismo me ocurrió a mí — opino — e
igual cosa aconteció al auditorio. "Tiburones"
se inicia con un episodio saineteresco bastante
CETÁCEOS EN POCA AGUA bien graduado, dejando pendiente un conflicto
que el cuadro siguiente no redondea, por lo
que da la sensación de inferioridad sobre el
D EL estreno del Odeón pasamos al del
Nacional, preguntándome mi amigo:
— ¿Qué te pareció "Tiburones", de Jo-
sé Antonio Saldías?
primero. Total, que la pieza de Saldías no se
tiene en escena, lo que es de lamentar por su
capacidad de escritor teatral.
— Que son unos cetáceos en poca agua, de — Tampoco los intérpretes ayudaron mayor-
laguna, como si dijéramos. Y tengamos en mente al autor.
cuenta que el autor muestra en más de una — Rosa Cata y Carlos Rodríguez le dieron
ocasión su firme pulso escénico, aquella visión una manito. Poca cosa... Los otros le dieron
dramática e idoneidad para reflejarla, que tan- mucho m á s . . . Por desgracia para la o b r a . . .
tas veces proporcionó el éxito al veterano co-
mediógrafo.
— A mi me gustó más el primer cuadro que I ATARAXIA, NARCISIN, EUTRAPELIA!...
el segundo, y éste mucho más que el epílogo.
AS ido — continúo — a la "rentrée" de
H Narcisín en e] Apolo? ¿Viste "El hom-
bre y la bestia"?
— No, porque el médico me prohibió
las emociones fuertes...
— También a mí me las vetó el doctor Buen-
gusto, pero tengo una personal simpatía por
el esforzado actor, y fui a verlo en esa pieza
de tremebunda y escalofriante amenidad.
— ¿Y?
— Que mi médico tenía razón. Pasé un rato
desagradable, viendo a Narcisín, bien caracteri-
zado de feroz mostruo. maltratar a su esposa,
una actriz que, después de todo, no lo hacía
tan mal como para merecer el abusivo castigo...
— Ese muchacho tiene condiciones, pero ne-
cesita un buen
consejo.
—Y o 1 e
aconsej a r i a
ataraxia. Ata-
r a x i a , y un
poco de eutra-
pelia.
CARvV Y CARETA/
de las Obras de la Junta que auspiciaba la fies-
ta, era un detalle coquetamente primaveral en
aquel cuadro lleno de animación y colorido.
No es de extrañar, pues, que la vida senti-
mental hile sus hebras de luz bajo el cielo lumi-
nosamente azul, mientras los circulillos y pe-
queñas "diques" mundanas se aislan bajo el tol-
do de los grandes parasoles listados de colores.
El comentario se refiere — en los días tan
animados del campeonato — al "flirt" de un
excelente polista argentino que lleva el nombre
legendario del guerrero arrogante que conquistó
el título de "Corazón de León" por su valentía.
R EGALO de los ojos era el espectáculo que
ofrecía el Campo Hípico Argentino el Sus amigos abrevian el nombre a la inglesa, re-
día del match decisivi de polo para cordando, seguramente, que "Corazón de León"
conquistar el campeoi'rto. Y esta vez, fué honra y prez de los príncipes de la Gran
Bretaña. Su apellido compuesto une a dos nom-
como en todo acontecimiento deportivo o artís-
tico que tenga la virtud de atiaer a los circuli- bres de gran prestigio en la alta sociedad argen-
llos más brillantes de nuestra alta figuración tina. Alto, moreno y muy buen mozo, asegu-
mundana, el espectáculo era doblemente intere- ran sus amigos que el entusiasmo ferviente por
sante: las inr^'dencias del torneo no pudieron el polo lo ha adelgazado notablemente, pero hay
ofrecer más animación ni más colorido que 1.a quien dice que el "flirt" sentimental es el ré-
numerosa y calificada asistencia, en aquella tar- gimen más eficaz para disminuir de peso. Y,
de, luminosamente diáfana, que permitía des- sobre todo, cuando ese "flirt" sentimental se ha
plegar las galas de la coquetería y del chic insu- mantenido a la distancia...
perable de nuestras ultra-elegantes. Muy rubia y muy linda, la "ch,arnieuse" norte-
A los colores de los "teams" competidores se americana, que visitara hace ya algún tiempo
oponían la nota clara de los trajes de las figu- Buenos Aires, a donde vino acompañando a su
ritas femeninas y la profusión de flores de co- hermano, polista de nota, no rompió el encanto
lores vivos, sobre el fondo negro de las sedas al ausentarse. Las hebras de iuz del sentimiento
estampadas, que son las indicadas para las se- verdadero tejieron la red sutilísima a pesar de
ñoras jóvenes. Los sombreros grandes, casi las horas y los meses transcurridos hasta que
siempre negros, los zorros "argentes" y los abri- llegó el despacho telegráfico, que tanto significó
gos de seda, guarnecidos con franjas de piel de para él en su escueta brevedad: "Arrive to mo-
mono en las mangas, marcaban la diferencia r r o w . . . " El alado mensaje precedía sólo algu-
de edad con las figuritas juveniles, vestidas con nas horas a los viajeros que acaban de cruzar
trajecitos muy sobrios de piqué y de hilo o con la Cordillera... Y los circulillos ultra elegantes,
sedas lisas de colores claros, colocado el pana- reunidos en el campo hípico argentino, comen-
má con t.anta gracia como coquetería sobre las tan cómo se agrupan los allegados de nuestro
airosas cabecitas. La nota de los delantales de excelente polista en derredor de la gentil y
organdí floreado, distintivo de la comisión de simpática pareja.
señoritas encargada de servir el té a beneficio
^
N el marco suntuoso del salón blanco y
E y oro, encendidas las luminarias de fies-
ta para tan grande acontecimiento, celé-
brase la sesión inaugural de la Primera
Conferencia de Asistencia Social en la Repú-
blica. Para ella, ha requerido el Poder Ejecutivo
Nacional la colaboración de las personalidades
de mayor autoridad profesional, como la de las
que han afirmado su categoría espiritual y su
capacidad, en su actuación filantrópica, ya sea
en las activid.ades de instituciones benéficas o
en el ejercicio de la caridad privada.
Altos funcionarios del Estado, prelados ilus-
tres, figuras femeninas que representaban a las
corporaciones más respetables del país, han es-
cuchado la palabra elocuente de los oradores
oficiales, subrayando con aplauso caluroso los
párrafos más brillantes o más profundos en los
discursos pronunciados, y más de una vez pudo
percibirse en la palabra vibrante, el destello de
la emoción íntima y sincera. El más acendrado
p.atriotismo ha inspirado muchos de esos párra-
fos, valientes en su afán de remediar los graves
problemas que afectan a la colectividad, rotun-
dos, en su claridad que ha revelado estadísticas
realmente pavorosas.
Grande, m,agnifico en su amplitud, es el es-
fuerzo que realizan las instituciones de benefi-
cencia y previsión social en la Argentina; mu-
chos son, también, los filántropos que cooperan
CARAJ- Y CARETAS
generosamente en el sostenimiento de tales
obras, o creando a su vez instituciones nuevas;
pero la estadística desolador.a nos revela cuan
limitados resultan tales beneficios. El Estado
debe esperar, y espera seguramente, la palabra
de aquellos multimillonarios que no han cum-
plido aún con el divino precepto de la fraterni-
dad cristiana, con el deber sagrado de la solida-
ridad humana.
7
E
N las fiestitas íntimas, en los paseos en
que transcurren las hor.as en pleno en-
cantamiento, el c o m e n t a r i o cariñoso
anota una nueva inclinación sentimental.
Alta, esbelta y muy bonita, ilumin.ada su tez
mate por ojos claros, intensamente luminosos,
CARA^ Y CARETA/
El conde de Guadalhorce,
• Mientras dirige aquí los subterráneos, sus connacionales lo llevan
T candidaturas por Málaga y Sevilla. El sentido de la rehabilitación.
d i p u t a d o por Zarag02,a
al triunfo. Un hombre apolítico que ya fué ministro. Rechazo de las V
— Con fueros pero sin amnistía. La perspectiva del regreso. T
para los dirigentes republicanos más exal- MINISTRO Y DIPUTADO SIN SER
tados. A su juicio, se abre un interrogan- POLÍTICO
te sobre el destino insitucional de España.
7^ NTONCES — le digo — usted posee
¿Logrará la República conciliar las fuerzas
un secreto que no conocen los mili-
antagónicas lo necesario para consolidar
tantes activos de la política. . . U n
su existencia sin nuevas perturbaciones de
gobierno lo nombró ministro; ahora un
la vida social y económica:' He ahí la pre-
gran movimiento de opinión popular lo
gunta que no se puede contestar de modo
lleva a usted a las Cortes. ¡Vale más no ser
definitivo y que por eso mismo suscita ex-
político!
plicable inquietud. Por lo pronto, hombres
— No sé. . . No podría decírselo sin
de actuación destacada durante el gobier-
riesgo de equivocarme. Pero sí puedo afir-
no de Primo de Rivera, acaban de ser elec-
marle que cuando desempeñé la cartera de
tos diputados sin buscar ellos la elección,
Fomento puse todas mis energías al servi-
porque no pueden volver a España míen-
cio de lo que consideré útil para mi país.
tras subsistan las acusaciones formuladas
No me cuidé de averiguar si hería o con-
por dirigentes republicanos y pese sobre
formaba intereses partidarios: me bastó la
ellos la amenaza de una condena. Pero he
convicción de trabajar por el bienestar de
aquí que en esas condiciones la voluntad
España. Ahora trabajaré entusiastamente
popular los inviste con un mandato pro-
con la misma inspiración, pero vincularé
tegido por fueros y privilegios. . .
mí acción en cuanto me sea posible al fo-
mento de las relaciones comerciales en-
LA PERSPECTIVA DEL REGRESO
tre esta admirable República Argentina y
mi querida patria. En este orden de cosas
ADA tengo resuelto — prosigue — se han cometido errores imperdonables, en
acerca de mi partida. Hace tres años los que únicamente pudo incurrírse por des-
A^ que no voy a España. Estuve en Pa- conocimiento absoluto de los hechos, lo
rís, después de mi salida de Madrid; pero que es doloroso comprobar en los gober-
no he vuelto a mi patria. Tampoco sé ahora nantes. En fin, ya estos errores van tam-
cuando lo haré. Aparte de la situación es- bién rectificándose... Y de las resoluciones
pecial creada por mi elección que me invis- que actualmente se adoptan, así como de
te de fueros mientras por otro lado, como las venideras, podrá decirse con verdad que
consecuencia de mi actuación en el Reino, revelan como muchos triunfos electorales...
estoy impedido de volver libremente a la
Península, todo lo cual deberá aclararse — El suyo, por ejemplo.
oportunamente, debo contemplar los múl- — Si usted lo quiere. . . Decía que esos
tiples intereses a los cuales estoy vincula- hechos revelan, como muchos triunfos elec-
do en la Argentina, que es para mí una torales, el recto sentido del pueblo, que,
nueva patria. No puedo desprenderme de dentro del sistema democrático o fuera de
ellos de la noche a la mañana. Deberé or- él, no pierde su espíritu de conservación, al
ganizar mis actividades en forma que per- amparo del cual fructifica la tradición de
mita atender el cargo político en las Cor- hidalguía, de tolerancia y de justicia que
tes y la dirección de la gran empresa que constituye uno de los más altos títulos de
aquí presido y cuyos trabajos demandan la raza hispana.
tanta atención. Por un lado los subterrá-
neos de Buenos Aires; por otro, las agita-
ciones de la vida cívica española. . . ¡Vea OAA^ "^¿rx-ít?
C A R X / Y CARETA./
P A N T A L O N E S C O R T O S EN
LOS " C O U R T S " DE T E N I S
• UNA NUEVA MODA QUE SE IMPONE
EN EUROPA Y ESTADOS UNIDOS
1
La s e ñ o r a Fearnley- / ->CA
Whittingstall, tnás co-
nocida por su nombre
de soltera EUIen Ben_
nctt, fué la primera
que usó en Inglaterra 1
! a nueva moda. Apa-
lece en la foto con una
túnica g^riega abrevía-
da« de gran elegancia.
^V ' ^ '^1
El célebre tenista Bun-
ny Austin fué el pio-
B
neer de los pantalones
cortos p a r a hombres: ••'• - --vH
en Wimbledon los usó
con. éxito.
^SJSfS^Kt" f^
•iE
Miss Alice Marbie, de San Francisco, una do
las jugadoras norteamericanas más destacadas»
también usa pantalones de sport.
Ilumine
su cerebro
P a r a restablecer el cerebro
cansado o debilitado por el
exceso de trabajo, para evi-
tar la pérdida de la memo-
ria, para levantar el espí-
ritu, para los deprimidos,
p e s i m i s t a s e indiferentes
hemos creado la
oríiiejos
por
D a n i e l
Rodríguez
<N?
AMINAN los dos con paso vivo por la calle. — i Evidentemente! Atravesemos pronto, antes
C Uno de ellos es el apremiado. El otro lo
sigue. De vez en vez, éste mira a su com-
pañero y toma alientos para proseguir. El
de que se lance el tráfico. ¡ Evidentemente!... No
sé si resistir a este asedio, pero ¡estoy tan harto
de mi amor! ¡Y es tan estúpido dejarse gobernar
presuroso sigue a grandes trancos, sin fijarse en el por esas cosas sutiles de brujería!... ¡Mira qué
acompañante. Hablan de cualquier cosa. Se devoran buenas masas para llevarle a mi mujer! ¿ No será
cuadras y más cuadras. Sortean peatones por la cosa de la bruja que me está trabajando, fijarme
acera y los vehículos al atravesar las calles. Por fin, en estas cosas?
el remolcado y pregunta tan atropelladamente — No te dejes llevar por esas aprensiones.
cuanto caminaban: — ¡ Qué me voy a llevar I Yo no soy estúpido.
— ¿Se puede saber qué te pasa? ¿Qué te co- i Pero no comprar por aprensiones! Espérame, En-
rre? ¿A dónde vamos a parar así? ¿Qué pre- tro, compro y salgo.
mura tenemos hoy ?
— Escucha y sigue. No puedo detenerme. — Pues es gracioso. Ya voy a casa con el pa-
— Pareces atormentado. ¿Qué te pasa? quete. Si no compraba, resistía al maleficio en qje
— No puedo detenerme. Sigamos. Escúchame. no creo. Comprando, obedezco al sino en que tam-
Tú conoces mi complicación amorosa. Mi mujer, poco creo. ¡ Es asombroso! ¿ Y este deseo de dejar
que sospecha algo, ha ido a ver a una adivina.. mi amor?
Yo lo sé por terceros. Ella lo ignora. La adivina — ¡ Estás loco!
le ha descripto ya mi amor. Y le ha dado el con- — Loco, sí. Es para enloquecerse. Verse perse-
traveneno. Mi mujer, sin que yo lo advierta, ha guido y bloqueado, sin poder ofrecer batalla de
comenzado su exorcismo. Esta mañana encontré frente. ¿Cómo le pregunto yo a mi mujer qué
en casa un plato puesto hacia abajo, cubriendo un es eso? ¿Cómo demuestro preocupación sin de-
pétalo de rosa amarillo. Al almorzar, en mi asiento nunciarme? ¿Qué respuesta doy a mi mujer si
el tenedor estaba colocado a la derecha y con las me replica si tengo algo de qué defenderme? ¿Có-
puntas hacia mí. Esta tarde, buscando cerillas tn un mo defenderme de la hechicería? Mira: yo no
ijolsillo, extraje un trozo de cordón de seda con tres creo en esto. La dejo, pero por mi voluntad, no
nudos. Todas zonceras, como ves. Son inocentes sor- por el hechizo. Me voy pronto a casa, porque hace
tilegios para apartarme de ini amor y reintegrarme tiempo no lo hago. ¡ Voy a darle a mi mujer ex-
al de mi hogar. Así todos los días. Yo callo; no pectante la ilusión de que triunfa el sortilegio!
me doy por aludido. Sé que es el combate miste- ¡ Qué contenta se % a poner, si cree que me re-
rioso y de embrujo para desembrujarme, i Es cupera! Pero lo cierto es que estoy ya decidido a
terrible sentirse combatido por un pétalo de rosa, eliminar mi quebradero de cabeza. ¡Desde mañana
no la veo más!
un tenedor mal colocado o un cordón de seda
que está trabajándote el alma! Yo no sé si co- — i Hasta mañana!
mienzo a rendirme a la brujería. ¡ Pero ya estoy
un poco cansado de mi amor! Apurémonos un
poco más, ¿quieres? Ayer no me importaba lle-
gar a cualquier hora a casa. Hoy me domina un
ansia extraordinaria por estar allá cuanto antes,
— ¡ Evidentemente! DlaUJO DE ALICIA PÉREZ PENALBA
C A R A / Y CARETA/"
lempre
pagué más
por dentífrico
hasta que hallé
el COLGATE..,
y ahora lo uso
por sus buenos
resultados."
Tubo GRANDE de 56 g r a m o s
laustüSíSiKm
iX-WVF^Zj-
— Abre !a boca,
luc€ los dientes:
i cómo bosteza!
¿No estará loca?
¿Esos bostezos tan sorprendentes
ÍOTBO
no perjudican a su belleza?
— Creo, mi amigo, que se equivoca.
— ¿ Por qué ese empeño ?
¿Por qué bosteza?
— No es un delito.
— ¿ E s una diosa que tiene sueño?
¿Es una diosa con apetito?
En el invierno, junto a la estufa,
y, en el estío, bajo los sauces,
¿algo le aburre o algo le atufa?
¿ P o r qué Nicasia
muestra las fauces?
¿Qué es lo que obtiene con tal gimnasia?
Hace dos horas
que la rodean varias señoras.
¿Tal vez sus chismes son aburridos?
¿O k fastidian las habladoras?
Una flacucha
habla de asuntos muy divertidos
y, en ocasiones, muy escabrosos.
Pero Nicasia ya no la escucha;
sólo contesta
con sus bostezos mal reprimidos,
con sus bostezos estrepitosos.
¿Son sus bostezos una protesta?
Esa manía poco elegante
no hay en el mundo quien me la explique.
— No la critique.
— Pues yo le juro que es inquietante
ver a una dama que, a cada instante,
abre la boca, de puro vicio,
para mostrarnos ese orificio
tan alarmante.
¿Qué se propone? ¿Piensa ofendernos? •
¿Va a devorarnos?
¿Quiere mordernos?
¿Quiere asustarnos?
Siempre bosteza sin disimulo:
si escribe cartas a sus amigas,
si le refieren líos e intrigas,
si ve una estampa, si se hace un rulo,
si va a la calle, si está en su casa,
si oye a un tenorio que se propasa,
si mira al plato,
si mira al cielo,
si mira al suelo,
si mira a! loro, si mira al gato.
No se corrig-e ni cuando reza.
Siempre bosteza.
— No la censure.
— No la censuro.
Pero, a la postre, ¿quién no la plagia?
Yo le aseguro
que me contagia.
Vamonos pronto, porque me irrita.
— ¿No ha comprendido?
Es que se acuerda la iwbrecita
de los sonetos de su marido.
i^^1v..^Lp
DIBUJO DE ALVAREZ
CARAy Y CARETA/
Panecitos
Americanoa
(Biscuits)
Lea como se
(Hablando a la cocinera) <- Para mañana vamos Sr. Gomaz - T e f e l i c t o , vieja, un desayuno deli- preparan en el
a preparar estos punecitos. Ya tenemos Royal cioso. V o y a comer una cantidad de estos, asi
libro gratis
I no "i porque es eso que hace los panecitos no me sentiré débil cuando Ueguea las once
tan livianos y digeriblea. en la oficina. Royal. Vea el
cupón.
P e r l o t t í , en su m i i e t t r a ,
compañía de al clausurar-
algunos de los se la misma,
numerosos después del
concurrentes éxito obte-
que visitaron nido.
T DE
IL€ V1IY€
T A IL€
rilL/HA\ID<0
JL a s anemias graves
Desde el p u n t o de vista p u r a m e n t e fisiológico, el glóbulo
rojo es, sobre todo, un cuerpo químico, un organito, mientras
que el leucocito se comporta, en la sangre como un elemento
vivo, como una especie de protozoario.
Las anemias graves o intensas, son, en cierto m o d o " a n h e -
m á t i c a s " : el glóbulo rojo no cae de cinco millones por milímetro
cúbico a un miüón, c o m ú n m e n t e no sobreviene la muerte abajo
de 500.000. H o y día, la hematoscopia científica, abandonando
la numeración, se basa sobre todo en los métodos c r o m o m é -
tricos: una escala (que va del rojo vivo al amarillo claro) nos
da la .gama de la tenencia más o menos abundante de la sangre
en hemoglobina, es decir, en fierro. E l c r o m ó m e t r o desciende
de 13 a 5 en ¡os casos graves. Además, en el curso de las ane-
mias perniciosas, se observan microcitos y macrocitos; esto.s
últimos ofrecen siempre un pronóstico m e n o s grave. Se ven
también los hematíes deformarse (poíkílocitosis), se nota la
proliferación de los leucocitos polinucleares, señal habitual de
una reacción de defensa. Cuando la cosinofilia de los glóbulos
es marcada, pensemos en la turberculosis; entre tanto que se
sospechará conocer en caso de una melancmia pigmentaria.
U n cierto n ú m e r o de estados mórbidos pueden denominarse
hemolíticos, porque Uevan a !a disolución del hematíe, a la
destrucción de la hemoglobina, lo que trae siempre como con-
secuencia una anemia grave. .Sin hablar del heraatozoario de
Laveran, que parece literalmente hemófago, no vemos las
toxinas gastro-intestinales y hepáticas, los venenos microbia-
nos de la tuberculosis, de la sífilis, de la influenza, etc., atacar
y destruir poco a poco el hematíe. E s t o nos explica las hipo-
globulias persistentes observadas en estos estados mórbidos;
GANARA MUCHO DINERO las barreras llevadas a la hematois; los trastornos de las oxi-
si estudia, u n a h o r a diaria, una daciones y de los cambios, con todas las complicaciones que
de estas profesiones lucrativas, se derivan para el sistema nervioso y para el tropismo general.
que aprenderá rápida y econó- Desconfiemos también de algunas medicaciones, que son h e -
micamente por correo moh'ticas a dosis masiva (alcohol, morfina, quinina, etc.) y
acentúan generalmente las perturbaciones del metabolismo en
Dibujante las enfermedades. Cuando el organismo vivo se ve amenazado,
Procurador he observado que pequeñas dosis de sulfato de sosa puro,
diariamente repetidas, favorecen ¡a hiperglobulia. L a experiencia
Agricultura
es fácil de hacer.
Electricidad
T e n e d o r de L i b r o s L a intoxicación oxicarbonada por los productos de combus-
Perito Comercial tión incompleta diluidos en la atmósfera se ha vuelto m u y
frecuente en nuestros días, sobre todo desde el empleo de los
Quim'ico Industrial caloríferos, del calentamiento central, y de los aparatos de
Corte y Confección combustión. L a anemia llamada de los blanqueadores (en la
I'dóneo en F a r m a c i a cual el óxido de carbono fijado sobre el glóbulo rojo, hace a
Periodismo y P u b l i c i d a d este último impropio para vehicular el oxígeno) representa,
. Radio - Televisión - Fonofilm. en realidad, una anoxemia, que no siempre es ostensible y afec-
ta las características larvadas de la neurastenia, de las neu-
Mecánico Electricieta de A u t o s ralgias y de las parálisis. Kn caso de duda, el análisis espec-
Constructor de O b r a s y Caminos troscópico de la sangre nos dará la llave del diagnóstico.
I m p a r t i m o s , con g r a n eficacia, Doctor E .
los conocimientos t é c n i c o s y
prácticos que necesitan los que
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La administración de eata revista cer-
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Dirtceiín
El proíesor. — El topo es un animal que come diariamente una
cantidad idéntica a su peso.
Lectdiáed Kt alumno. — Y, dígame, señor, ¿cómo liace el topo para saber
O. O. cuánto pesa? (De Loadoa Opinión, Londres)
Lluvias de estrellas
La estrella fugaz es un aerolito de reducidas proporciones.
Debido a su tamaño, el aerolito, aunque al penetrar en la at-
mósfera de la tierra se inflame por frotación a consecuencia
de su enorme velocidad y se vaya fundiendo conforme avanza,
a veces puede llegar un resto de su masa sólid.a a la corteza
terrestre. En efecto, pueden verse en algunos museos bólidos
que miden varios metros cúbicos.
En cambio, la estrella fugaz es un cuerpo tan pequeño
que se funde apenas se pone en contacto con la atmósfera de la
tierra y nunca puede llegar ni siquiera a acercarse a la corteza
de nuestro globo.
En ciertas regiones del espacio estos corpúsculos que re-
presentan la masa de las estrellas fugaces, son tan numerosos
que forman lo que se llama una nube meteórica, y cuando la
tierra, en su continuo girar alrededor del sol, atraviesa una de
esas nubes, los corpúsculos penetran en gran número en su
atmósfera, produciéndose las llamadas lluvias de estrellas, y
más propiamente aun, lluvias de estrellas fugaces.
Cuando se produce una gran lluvia de estrellas, la mayor
parte de éstas parecen surgir de un punto determinado del
espacio, desde donde se desparraman en todas direcciones.
El astrónomo norteamericano Olmsted estudió esc curioso
fenómeno durante la famosa lluvia de estrellas de 1833 y dió
el nombre de radiante al punto donde emanan los corpúsculos
luminosos durante dichas lluvias astronómicas.
El hecho de que la tierra encuentre periódicamente las
nubes meteóricas y de que el número de estrellas fugaces varíe
hasta el punto de que a veces no se ve en el espacio uno solo
de esos corpúsculos luminosos, en tanto en otras se pueden
contar por millares, originando una magnífica lluvia de estre-
llas, se explica porque al parecer, las nubes meteóricas que dan
lugar al fenómeno, forman anillos dotados de movimientos
de traslación alrededor del sol. Estos anillos no tienen una
densidad proporcionada, sino que en algunas porciones ofrecen
una masa muy compacta de corpúsculos, y en otras en cambio,
la materia meteórica es escasísima o nula; de modo que la ma-
yor o menor intensidad del fenómeno depende de la densidad
del trozo de anillo que la tierra encuentre en su revolución
anual.
Una de las lluvias de estrellas más espléndidas de que se
NUEVA!
tiene noticias es la que se observó en Roma en la noche del
27 de noviembre del año 1872. En ella el astrónomo R. P. Denza
llegó a contar treinta mil estrellas fugaces.
la JANTZEN
Asegura Coulvier que el- número de estrellas fugaces que
anualmente pasan por nuestro cíelo es de S3.000, y la mayoría
"TOPPER"
de éstas se ven en el segundo semestre del año, que es cuando (PANTENTADA)
la tierra va del afelio al perihelio. En el mes de agosto, especial-
mente, el fenómeno se repite a cada momento durante la Esta elegante J A N T Z E N tiene
un cierre relámpago que per-
noche. mite separar de un tirón la
Ha ocurrido algunas veces que el sol, sin que medie nube parte superior de la malla, de- .
jando en 6 segundos solo el cal-
alguna, se obscurece hasta el punto de hacerse visibles las zón. Un modelo ideal: malla
estrellas al mediodía. Humboldt cita uno de estos fenómenos completa o pantalones, ya dise-
ocurridos en el año 1547 que duró tres días. ñados para usarse solos: tiene
suspensor y elegante cinturón.
Los nuevos modelos J A N T Z E N
de lujo están en exhibición por
primera vez este año. Están he-
chos con el nuevo hilado de
goma "lastex" y, si cuestan algo
más bien valen la diferencia
Se let llama ¡a
l>iE2A,5iPOTilRíftL
<Ú ¿PERO USTED NO SE lOHOHOOYLft ^
PAGÜENTA,DOH eüEHmsipRi-
BRRRIOOEIOCOLI- GlUSEPPE?...^ mHonñEPftGRH.
BRIYO, $E POTE., -^ > . ^
—V-7^
3 ^ :
lEVOYAALQUILftR VEH&O A ALQUILAR AQUÍ TODA^
ÜHA PIEZA ANTES UNA P1EZA.DEME
QUE ESTE LOCO RE- OHAQUESEANIEHA.
eüPEM EUUlCia SE
PIEZAS
POR 1 0
5UE DEN
9 10
A LOS NIÑOS LES INTERESA LEER LA PAGINA DE LOS GRANDES SORTEOS SEMANALES
D E M A Ñ E
P O R
C O
L . I N A C 3 E :
11 12
GRATUITOS DE JUGUETES PARA LOS PEQUEÑOS LECTORES DE "CARAS Y CARETAS"
La alteración de los cuadros al ól eo
Los cuadros al óleo modernos, jada en la primera superficie de sus índices de refracción y al mis-
con frecuencia varían considerable- incidencia (después de atravesar mo tiempo según la escala de tonos
mente de tonos en el intervalo de la tenue capa de aceite o barniz), del espectro, de manera que los ar-
pocos años. Sabido es que una de que no sufre alteración cromática tistas puedan con facilidad elegir
las causas de este fenómeno es que y íuele ser blanca como la inci- los tonos más convenientes al ob-
el aceite se va volviendo amarillo dente ; y en segundo término, con- jeto pretendido y que queden me-
gradualmente; pero con el fin de tiene mayor o menor proporción de nos afectados por las dos clases de
averiguar qué otras causas influ- luz transmitida a través de ia ma- • alteraciones que les hace sufrir el
yen en el fenómeno o aceleran su sa del pigmento, donde recibe la co- progresivo cambio que va sufrien-
marcha, se han efectuado diversos loración correspondiente por selec- do el aceite.
estudios e investigaciones. ción de sus diversas longitudes de Estos experimentos han hecho
Según parece, los pigmentos co- onda .La relación entre amlxis cla- ver claros muchos detalles relati-
lorantes pueden ser considerados ses de luz (o mejor dicho entre las vos a la pintura de los siglos XV
como partículas traslúcidas de ín- cantidades que de cada una de ellas y X V I : los artistas de aquéllos
dice de reflexión variable. La luz entra en la luz reflejada tota!) tiempos debieron conocer empíri-
que llega al observador proceden- varía, según una fórmula algo com- camente esas propiedades del acei-
te de su superficie, consta de dos plicada, en función de la diferen- te de linaza y, al fijar las normas
clases de radiaciones: el primer cia entre los índices de refracción de su técnica, tuvieron en cuenta
lugar, contiene aigo de luz refle- del pigmento y de la base con que la influencia de sus alteraciones.
éste se ha empleado: aceite, bar-
niz, etc.
Así es que, si e! índice de re-
fracción de dicha base (que es or-
dinariamente la película de aceite
de linaza desecado) va creciendo
con el tiempo, se tiene por resul-
tado una progresiva alteración del
tono resultante. La experiencia ha
demostrado que, en nueve meses,
el cambio sufrido es suficiente pa-
ra afectar la opacidad del aibaya!-
de y la tonalidad del amarillo de
cadmio. El módico. — Acabo de per-
Como resultado de tales traba- der a tres de mis enfermos...
jos, se ha preparado una tabla nu- La dama. — i Oh, pobrccitosl
¿Murieron?
— i Idiotat I Es la tercera vei mérica, en que figuran los princi- El médico. — No, señora. Cu-
que te equivocas! pales pigmentos colorantes usados raron.
(De Mateo Amelio, Koma) en pintura por los artistas, colo- (De Le Miroir du Monde, París)
cándolos por orden creciente de
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C A R A / Y CARETA/
PROLIIIMA
medicamento cuya aplicación consti-
tuye un real y verdadero tratamiento
y delicados. La PROLISINA dismi
nuye los ardores y dolores y reduce
abortivo por lo que la infección es notablemente la secreción a la primera
vencida en un plazo breve. o segunda aplicación.
El gonococo de Neisser no resiste la La PROLISINA es un gran agente
acción de la PROLISINA a cuyo preventivo de la infección blenorrági-
contacto muere; gracias a su gran ca y combate las infecciones crónicas
poder de penetración la PROLISINA con marcado éxito haciendo desapa-
llega a las capas s u b m u c o s a s y recer los ardores y la supuración.
combate el g e r m e n en sus mismos
reductos. No siga sembrando el mal, trate su
blenorragia. Recuerde que las 3/4
La PROLISINA establece una valla partes de los ciegos ]o son a cau-
infranqueable para la infección evi- sa de la inflamación c o n t r a í d a al
tando la marcha ascendente de los nacer.
conococos hacia órganos más vitales
Ni un minuto debe esperarse para
aplicar la PROLISINA en la Bleno-
rragia aguda.
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PROLISINA enviándome este cupón
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'\íM^^m '^""^ • • • • • . . . . . . Ni . . ,
LocaiíJad . . . . . . . . . . F, C . , »
Provincia . C. C. 2-12-33.
CARA/' Y CARETA/
xperiencias Je la amistad
Sucede a veces que las almas el momento en que esa existencia poco habituada a estar enferma,
solitarias sienten el deseo, con ¡a se hiciera definitiva. La señora no encontraba nada bien... y ter-
edad, de vivir con una amiga, a C. lo deseaba vivamente también, minó por decir: "No me quedaré
fin de romper la monotonía de .?u pues perdió su última hija, y que- aquí. El campo no me conviene y
soledad. Pero la prueba no resul- dó sola en la casa. la vida con usted me será impo-
ta siempre feliz. Veamos un ejem- y llegó el día en que los de- sible".
plo reciente de dos amigas con- seos de las dos amigas pudieron En síntesis: dos amigas que de
vertidas muy pronto en enemigas. realizarse. Todo parecía prometer- lejos, visitándose de vez en cuando
La señorita X. desemiKÚó, du- les una existencia agradable, du- y hasta viviendo juntas algunos
rante treinta años, las funciones rable, perfecta. días, se entendían muy bien. Tan
de directora de clases en un esta- Pero, ¡ ay, no fué así! pronto como quisieron vivir defi-
blecimiento docente. Llegada al lí- Apenas llegada, ¡a señorita X. nitivamente unidas, el afecto se
mite de edad, se jubiló. Todavía cayó enferma. Fué atendida con convirtió en tirria; y hoy son dos
vivaz y alerta, encontrándose muy toda la dedicación posible; pero, enemigas acérrimas.
joven e independiente para ence-
rrarse en una de esas casas de
familia, o pensiones, donde se vi-
ve de recuerdo.;, habia tomado sus
disposiciones desde hacia tiempo a
fia de no ser sorprendida de im-
proviso. Una de sus amigas resi-
día no lejos de la capital, y fué
alli donde resolvió ir a radicarse.
La señora C. ha pasado largas
pruebas: casada y madre de niños,
perdió dos y su marido, súbita-
mente. Hace algunos años su es-
poso, que estaba en los negocios,
vendió su casa de comercio y se
retiró coa su esposa y su última
niña a una linda casa de la que
él mismo había hecho el plano.
Poco después la salud del señor
C. declinaba, y falleció.
Para consolar un poco a su
amiga la señorita X. fué durante
la estación de verano a pa.=ar al- LA FUGA DEL t E O N SENTIMENTAL
gunos días. Muy cómodamente (De Intiansigeant, París)
instalada, se encantó, y esperaba
¿Economía en azul?
Un Cambio Adecuado
dio a su belleza aspecto más natural
¡Cuanto desagradaba a Jos hombres verla con los
labios cargados de "pintura"! Ella, al saberlo, en-
C O M O N O - o Azul Colman es con- sayó Tangee.
centrado y, por lo tanto, azulea más cantidad ¡Sorprendente! Los labios, sin aparecer "pinta-
de agua que otro azul, y permite enjuagar dos", adquieren encantador y natural aspecto de
más ropa blanca, sin contar que la deja lozanía. Tangee varía, color al aplicarse, de cam-
siempre pareja . . . y, además, Juntando las biando al matiz que más armoniza con su rostro.
etiquetas, se ganan útilísimos regalos pa- Además, protege y suaviza. Es permanente y eco-
ra el hogar. nómico. Dura mucfaisifflo.
Ensaya este Colorat* "Matural"
A P L I Q U E A SU
ENFERMEDAD
EL GOLPE DE GRA-
CÍA P A R A DETE-
N E R L A . HAY UN
PUÑO GIGANTES
CO QUE DA GOL-
PES MORTALES.
ESE PUÑO SE LLA-
MA "BEIZ".
AirUDARA
xo PILDORAS POR DÍA Cottozca V d . l a H I S T O R I A D E B E I Z
Hace 20 años, ninguna imagina- 7 % sanaron con gr. de 2 a 2.B0
Completan su tra- ción soñó las mejoras que hoy la de gonacrina, que equivalen de 8 a
tamiento con la se- ciencia nos depara. Todo se u n e 6 frascos de Pildoras BEIZ.
guridad del reme- para aumentar el confort y prolon. Estos hermosos resultados s o n
dio roas perfecto. gar la vida. Las enfermedades, vie- sólo posibles gracias a las substan-
jos atributos de la ignorancia y de cias recientemente descubiertas, que
Ja superstición, son perseguidas con señalan una conquista más en la
Fórmula precisa y iaa armas de nuestro tiempo hasta lucha contra el mal.
compleja BUS mismas madrigueras. Las afec-
preparada ciones de las vías urinarias, t a n HECHOS Y NO PALABRAS
con los me- antiguas como la humanidad, ven La prueba máxima, es decir, la
dicamcntoB debilitado eu poder frente a los nue- eanación, es positiva, usando las
más finos y vos métodos de curación. Pildoras BEIZ, en un porcentaje
concentra- ORIGEN DE ESTE TRATAMIENTO mucho más alto que cualquier otro
d o s del tratamiento conocido. Esto nos h a
Hace unos 10 años, aproximada- permitido proclamar muy alto que
mundo. mente, el sabio especialista Edwin ofrecemos hechos y no palabras.
Davis hace s u s estudios sobre Ta Al contrario de todos los reme-
gonacrina, que comprende u n a se- dios usados hasta la fecha, la ac-
Trátese con el mejor remedio del lección entre más do 400 productos
mundo y no admita substitutos (una y una comprobación a fondo de sus ción de las Pildoras BEIZ es com-
propiedades químicas y biológicas. pleja, es decir, que se ejerce en
Imitación es mi atentado a su s a l u d ) . muchos sentidos, permitiendo o b t e .
Afios más tarde, los sabios J a u . ner resultados insospechados.
sien y Diot continúan los estudios ACCIÓN COMPLEJA Y M Ú L T I P L E
EL PRESENTE LIBRITO con la misma substancia usada por Acción sedante, acción preventi-
se ]e remitirá Davis. Los resultados, de resonante va, acción desinfectante y acción
con la mayor éxito, fueron presentados en diver- curativa, resumen esta multiplicidad.
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compromiso de Medicina de París, y son hoy remedio en l a :
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ad j untando Sobre un total de más de 10.000
el presente enfermos de blenorragia aguda y y crónica (gota militar),
cupón. crónica: PEOSTATITIS — CISTITIS (enfer-
16 % sanaron con gr. O.BO de KO- medades de la vejiga) — PIU-
nacrina, que equivale a 1 í4 fras- RÍA — ARDORES DE LA MIC-
co de Pildoras BEIZs CIÓN — FILAMENTOS y demás
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E S P E C I A L PARA
CARAS Y CARETAS BAUTI Lo pintor esco y romántico
Por A >í G E L
J
AMÁS h€ podido comprender por qué razón
el público profano en ciencias naturales, y sido si hubiese tenido que describir los centenares
no ya sólo el público indocto, sino aun la de coleópteros que aquí viven, todos los cuales,
gente con una más que mediana cultura, con- salvo unas pocas excepciones (el bicho candado,
sidera como cosa extravagante o ridicula esos nom- la vaquita de San José), son indistintamente cono.
bres latinos, o latinizados, con que se designan ¡os cidos por el vulgo como escarabajos o cascarudos.
animales en los museos y en los libros de historia Ya al tratar de los murciélagos le faltaron a
natural. Aquel personaje de no recuerdo qué saí- Azara nombres y tuvo que darles números: el
nete de Vital Aza, que se admira regocijadamente murciélago octavo, el murciélago noveno... Indu-
al oír el nombre técnico de las pulgas, expresa dablemente, es mucho más cómodo y más expre-
cuál es el sentir popular ante esa nomenclatura sivo adoptar nombres convencionales, y como ya
científica. Nos parece lo más natural que los quí- los zoólogos habían dado muchos de estos nom-
micos llamen al agua H^O, y que digan "cloruro bres cuando era moda escribir en latín, siguieron
de sodio" en vez de decir "sal", pero nos resulta empleando esta lengua para la nomenclatura. Ade-
absurdo que los zoólogos digan Calopesus elegans más, el latín es idioma que se estudia, o al menos
cuando podrían decir, como cualquier cristiano, Se estudiaba hasta hace poco, en todos los países
"martineta" o "copetona"; aplaudimos al señor gra- cultos, y se presta admirablemente a formar pala-
ve que, para nombrar la universidad, dice alma bras compuestas, que expresan brevemente lo que
itiáter, a lo mejor sin saber siquiera lo que quiere los idiomas vivos, si se exceptúa tal vez el ale-
decir, y en cambio nos resulta lo más divertido mán, exigiría a veces largas frases. Si los para-
oír llamar Cinicx lechdarius a uno de los más sitólogos no dispusieran, por ejemplo, del nombre
molestos insectos importados por la colonización D¡¡>ylidium camnitm, se verían obligados a decir:
europea. "la lombriz con doble poro, propia del perro". La
Para quien no se ha consagrado al estudio de elección, como se ve, no es dudosa.
la zoología, sería mucho más natural designar a Pero no se crea que los nombres zoológicos
los animales, digamos con los nombres que les dio latinos se inventan y se aplican así no más, como
Adán, según se cuenta, en el Paraíso, porque esos a cada cual se le antoja. El famoso naturalista
por antiguos ya se olvidaron, pero sí con los que sueco Linné, que fué quien, en 1758, implantó este
usa todo el mundo. Sin embargo, los zoólogos y sistema de nomenclatura, dictó reglas o leyes para
los paleontólogos, que son las gentes que más Su uso, y después otros hombres de ciencia han
ido añadiendo nuevas reglas o leyes, hasta cons-
tituir un verdadero código. Un nombre que no se
ajuste a este código no es admitido por la ciencia.
De la observancia de las leyes, así como de su
modificación o perfeccionamiento, cuida una co-
misión inteniacional, formada por especialistas en
todas las ramas de la zoología, y cuya sede está
en la Institución Smithsoniana de Washington,
que corre con los gastos ocasionados por sus ta-
rcas. El sistema objeto de dicho código suele de-
nominarse "nomenclatura binaria", por haberse
establecido que cada especie animal .se designe con
dos palabras, una para indicar el género, y otra
que expresa la especie.
De este modo, el nombre .J'T^'-;?^
Estog lindos roedores de nuestra cordiilcra han sido Ua. viene a ser una descrip-
niados, en h o m e n a j e al ilustre Derwin, Phyllotis ción abreviada. Todos ios
darwini". Jefe de la sección palcotilolS-
A ANÍMALE
en la nomenclatura zoológica
CARETA/
B R R
CREMA
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C C.
CARA^ Y CARETAS"
sordera
de T
Emerson
L A intimidad de los grandes
hombres s u e l e desilusionar.
No son en la vida privada lo
que aparecen en sus obras ni co-
mo se presentan en público. De-
f e c t o s , debilidades, pequeneces
restan ese prestigio particular y
atenúan el brillo de esa aureola
siempre ficticia con que el pú-
blico rodea a los grandes artistas
y a los pensadores famosos.
El caso del filósofo Emerson
es uno de ellos. El pensador diá-
fano, preciso, admirable, por lo
menos, en las postrimerías de su
existencia, no fué sino un caba-
llero de aspecto bastante lamen-
table, indiferente a todo proble-
ma. Lo atestigua el recuerdo que
de él hace Frank Harris en su
libro "Mi vida y mis amores'*.
Harris, acompañado por un ca-
marada, acudió a la residencia de
Emerson, deseoso de conocerlo,
anlielante de escuchar su palabra.
"Nos recibió — dice — en la
'orma más amable y cortés. Nos
hizo sentar y se instaló conforta-
blemente para escucharnos. Smith
se lanzó a toda brida; le expresó
cuánto hahian influido en él sus T
escritos filosóficos y cuánto lo
habían animado. El anciano son-
reía con benevolencia, inclinaba la
jabcza y de vez en cuando decía:
6^^>.-^
Sí, s í . . . " Cada vez más entu- ______________________
Blasmado, mi compañero preguntó
al filósofo por qué nunca halíía
expresado sus opiniones sobre el socialismo y sobre las relaciones del
R odolfo Waldo Emer-
son, poeta, ensayis-'
ta y filósofo norteame-
capital con el trabajo. El anciano, con pronunciada insistencia, llevóse ricanOf nació en Bos-
una vez más la mano al oído, sin dejar de decir otra cosa que "Sí, s í . . . tón el 25 de mayo de
En e f e c t o . . . " Todo esto con la misma sonrisa indulgente. Í803. Pertenecía a una
" Desde el primer instante yo me había percatado de su sordera, pero familia de clérigos
Smith parecía no haberse enterado y continuaba preguntando, interrogando protestantes. Gradua-
a Emerson, quien respondía con vaguedades que nada tenían que vei do en Harvard, du-
con el asunto. Observé atentamente al anciano. Tendría unos cinco pies rante algún tiempo se
y nueve o diez pulgadas, un cuerpo delgado, demacrado el rostro, la cabeza dedicó a la enseñartza^
estrecha y alargada y una nariz ganchuda que imprimía al rostro un y más tarde se hizo
aire de pájaro. Parecía tener excelente opinión de sí mismo y una gran pastor, Emperot en
fuerza de voluntad, a juzgar por lo pronunciado de su mentón. No pudí Í833, abandonó la eo'
inferir nada más, sino que sus ojos claros, ojos grises de mitada recta y rrera relisiosa por fto-
abierta, producían una intensa impresión de bondad y — ¿por qué no de- ber comenzado a ob-
cirlo? — hasta de dulzura, como si se tratara de un alma que se remontaba servar una gran dife-
muy alto, muy por encima de las miserias de este mundo. rencia entre e¡ resul-
" Un hombre excelente, sin duda alguna, pero sordo como una tapia, tado de sus estudios
pensé yo. y sus viejas convic-
" Mucho más tarde, su sordera fué para mt el símbolo y la explicación ciones espirituales.
de su genio. Siempre había vivido apartado y se había preservado del Hizo un viafe a Euro-
contacto con el mundo. De allí la estrechez de 8»s simpatías por las pa y trabó estrecha
miserias humanas, y por otra parte, la profundidad de su pensamiento. relación con Carlyle.
El recuerdo de su rostro sonriente acude a mi memoria cada vez que La serie de sus "En-
escucho su nombre. sayas** puede conside-
" P e r o en aquella oportunidad, su sordera me desagradó tanto como rarse magistral. Falle-
la torpeza de mi amigo, que no se daba cuenta de que iba a pura pérdida ció en Concord, el 27
ca el interrogatorio. Cuando nos despedimos, le dije en alta voz: do abril de 1882,
" — l E l infeliz es sordo como una tapial
" — i Ah I — repuso mi compaííero. — Ahora me explico sus sonrisas
y sus barrocas respuestas. Pero ¿cómo lo has adivinado?
" — Pues, 1 no roe fué muy difícil I A cada momento, aunque con disi-
mulo, se llevaba la mano al o í d o . . , " é'^^^-.S»
R 1n c o n e s p i r e n a i c o s
Los turistas suelen a t r a v e s a r el man que la hotelería de la citada N o hay que buscar allí las nie-
departamento de Ariege, en F r a n - región "ha mejorado en los últi- ves, los nevados, alpestres, auste-
cia, y no lo visitan. L o atraviesan mos a ñ o s " . ¡ Q u é así s e a l " S i el ros, salvajes, los Pirineos son hu-
p o r q u e es la puerta hacia Cerdeña hotel de lujo no existe, nos dicen, manos, accesibles a casi todo el
y liacia el museo medioeval de el de segunda categoría es hoy mundo. El viajero se siente recom-
A n d o r r a . Medioeval hasta hace po- m á s limpio que antes, más airea- pensado por una serie infinita de
co, p u e s ya se s a b e que los d o " . E n cuanto a los albergues, descubrimientos.
andorranos andan en plena revo- ofrecen buenas piezas. Aferrada al pasado, la población
lución. Los precios son a ú n accesibles g u a r d a todavía, a la sombra de los
_ N o se visita, pues, aquella r e - a los bolsillos modestos. Q u e el campanarios arcaicos, sus costum-
gión que sigue siendo así poco co- amigo o el fanático de la monta- bres sencillas, sus ideas simples,
nocida. Desde luego, la hotelería ña se a p r e s u r e a visitar esos si- su noción natural de la vida.
tiene la culpa, o gran parte de tios pirenaicos no vulgarizados aún
ella, siendo, como es, algo desas- El Ariego es un poco como Ando-
por el esnobismo. Sitios que ofre- rra, al menos en sus partes mon-
troso. Lo cual sucede en m u c h a s cen ambientes pintorescos, impre-
regiones de Francia, a pesar del tañosas. Como A n d o r r a — ante-
siones felices, soplos sanos. rior a la revolución, que va a mez-
renombre mundial de la "buena En efecto, el Ariego no es gran-
cocina francesa". clarla a la torbellinesca brutalidad
de. N o obstante, es muy variado. del m u n d o moderno. . .
N o obstante, hay quienes afir- Los Pirineos son allí más espesos
que en otras p a r t e s ; se a g r u p a n
más, se j u n t a n con mayor belleza,
y ofrecen valles lindísimos, caídas
de agua musicales, deliciosas al-
deas increíbles. F r e c u e n t e m e n t e ,
del lado de A x o de San Girón,
esas aldeas se agarran, como re-
baños blancos, a las faldas d e la
montaña.
Los riachos torrenciales corren
por las callejas aldeanas, cantan-
do, repartiendo alegrías celestes
que llenan las almas de los niños, VENGANZA
cuya carne quema el buen sol. — ¿Es usted el que me ha
N u n c a aprisionado, sino victo- enviado la cocinera?
rioso del obstáculo, el ojo domina — Sí, señor.
— Oye, dame fuego. — ¡Pues lo invito a comer I
— No puedo ahora. Dentro de el espacio, descubre montañas y
un cuarto de hora te lo daré. montañas y a d m i r a toda la gama (De L'Iairansigeant, París)
del a z u l . . .
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C A R A ^ Y CARETAJ-
De * la
inconveniencia
de s e g u i r
o n s e j os
Por J. K. J E R O M E
P
ASEÁBAMOS por la estación de Euston — Se ha equivocado usted de máquina—le insinué.
cierta noclie de invierno, a hora avanzada, — Lx3 sé de sobra — me contestó groseramen-
cuando observé a un liombre C|uc se pe- te, — y si encontrara al idiota que me hizo sacar
leaba con una máquina automática. esto se lo haría tragar.
Dos veces la amenazó con e! puño y yo espe- Empezamos a caminar por el andén, en silencio.
raba que muy pronto la patease. Curioso como — Hay gente así — estalló al dar la vuelta; —
soy, me acerqué despacio, pero, ai verme, el hom- gente que siempre da consejos, y yo, por mi parte,
bre se volvió. temo que esto algún dia vaya a costarme seis
— ¿ Es usted el hombre que hace un momento meses de cárcel. Hace mucho tiempo tuve una
estaba aquí? jaquita galesa, muy hermosa, y un dia, al salir
— i Dónde ? — pregunté yo. de paseo, la até a una calesa; necesitaba ir a Amer-
— Aquí, donde estoy yo ahora — rugió él. — sham, que queda a diez millas de casa. La jaquita
¿Dónde cree usted que es aquí? ¿Allá?... era trotadora, y llegó cubierta de espuma a la ciu-
Parecía un hombre violento. dad. Había un hombre parado en la puerta del
— Puede ser que me haya acercado en mis pa- hotel donde me detuve, que me dijo:
seos, si eso es lo que desea usted saber — le dije " —¡Linda jaquita!
dulcemente, para enseñarle modales. " — Regular — le contesté.
— Quiero decir si es usted el hombre que me " — No conviene cansarlas cuando son jóvenes —
habló hace unos minutos... continuó.
•— ¡ Oh, no, no he hablado antes con usted. "•—He andado solamente diez millas cuesta aba-
Buenas noches. jo y siempre la he tenido que sofrenar; estoy más
— ¿Está usted seguro? — insistió él. cansado yo que ella.
— i Cómo no; no es fácil olvidarlo a usted I — " Entré en el hotel. Cuando salí, el hombre esta-
dije irónicamente, pero el hombre no me entendió ba aún en la puerta.
e insistió de nuevo. " — ¿Se vuelve usted cuesta arriba? — me pre-
•— Tengo necesidad de hallar a la persona que guntó.
me habló hace unos minutos. ¿Realmente, no es " — Sí, no puedo hacer de otro modo, pues tengo
usted ? que ir al otro lado del valle.
— No, no soy yo. ¿Por qué lo necesita? " El hombre ése desde el principio me había sido
— Se lo voy a decir; había echado un penique antipático.
por esta ranura, pues necesitaba fósforos, gasto "Entonces me dijo: :' » , •
muchos, pero la máquina se atascó y no salió na- " — Siga mi consejo y déle una buena copa de
da: estaba sacudiéndola cuando se me acercó un cerveza.
hombre... ¿Está bien seguro que no es usted? "Lo que yo debí hacer era encasquetarle el som-
— No, realmente — afirmé, sonriendo. brero y tirarlo en el primer abrevadero de caba-
— Bueno — me miró y luego me dijo: — Son llos, pero en cambio le hice caso, lo que me obli-
cosas molestas estas máquinas, pero lo principal gó a escuchar un sinfín de bromas.
es entenderlas, a veces se pegan y lo mejor es " — La va a enviciar, Jim — dijo un amigo. ,
echar otro penique, pues éste arrastra el otro, y " — Ahora matará y robará bancos — dijo otro.
caen los dos. Eso me pareció una idiotez, pero el " — Déle un cigarro — dijo un tercero.
hombre hablaba tan convencido, que le hice caso. " Al oír las bromas pensé tomarme yo la cerveza,
Eché algo que creí ser otro jienique, pero que re- lo cual hubiera sido la sensatez misma, pero a pe-
sultó ser una moneda de dos clielines, y vea lo que sar de todo se la di; la jaquita la tomó encantada;
he sacado. yo subí a la calesa, y partimos en medio de un
Me lo alargaba. Miré y vi un paquete de cara- gran pitorreo. Al principio fuimos bastante bien,
melos. pero muy pronto la cerveza empezó a hacer es-
— Dos chelines y un penique para esto — dijo tragos en la cabeza de la jaca. Más de una vez
amargamente. — Se lo vendo por la mitad. he llevado borrachos A SU casa y es difícil; ¡as
CARAJ- Y CARETA/
mujeres son peores, pero las jacas, ¡oh, las jacas!, un grito. Luego partimos a gran velocidad.
es horrible. A i>esar de tener cuatro patas no usa- " En sentido contrario venía una carreta con su
ba más que dos, no daba con la dirección, y en conductor dormido. ¡Maldita costumbre! Raro es
cuanto a que yo la guiara, eso no le daba la gana. que no hayan más accidentes... nos los llevamos
Tan pronto estaba a un lado del camino como a por delante sin que se diese cuenta siquiera do lo
otro, o atravesada en el medio. que pasaba. Yo no volví la cabeza. ¿ Para qué ?
" Bruscamente oí a una bicicleta cerca de mí, A una milla de Chesham nos cruzamos con un
pero no me atreví a volver la cabeza, lo único colegio de niñas. ¡ Pobres, aun deben de estar re-
que hice '' ' -•''^'-¡e a! ciclista rué se detuviera. uniéndolas ! Entre tanto, nosotros seguíamos y se-
" — Quiero pasar — me contestó. guíamos... Al llegar cerca de High Wycombe nos
" — No puede ser — dije yo. encontramos con la diligencia, cuando ya la atro-
" — ¿Cuánta carretera necesita para usted solo? pellábamos la jaca paró en seco, arrojándome al
" — Esta y un poco más — lo cual era cierto. fondo de la calesa. No podía ver más que el cielo,
" Me siguió durante mucho rato, tratando siempre pero oí al conductor que me gritaba:
de pasarme, pero ¡a jaca lo ganaba de mano; pa- " — ¡ Quite a ese maldito circo del camino !
recía hacerlo a propósito. " Si hubiera tenido sentido común, hubiera visto
" — No sirve usted para conducir calesas — me que yo no podía hacer nada.
gritó, y tenía razón. " Oí que sus caballos empezaban a encabritarse,
"Como continuase gritando, yo me enojé: pues cuando ven a uno loco tratan de imitarlo.
" — Venga e insulte a la jaca, si quiere; pero " Una vieja que estaba en la diligencia tuvo im
déjeme tranquilo y, sobre todo, no me sig.a po- ataque de nervios y al oírla la jaca echó a andar
niendo nervioso. nuevamente, luego quiso saltar un cerco, pero co-
" — ¿Qué tiene la jaca? mo le estorbaba la calesa, la rompió a coces, de-
" — Está borracha, ¿ no la ve ? jándome tirado en el suelo.
" Le debió parecer algo muy tonto, pero era de- " Debo decir que quedé encantado de poder des-
masiado cierto por desgracia. cansar un rato. La jaca volvió a casa más tarde,
" — El que está borracho es usted — me dijo, — pero yo pagué por composturas propias más de
y no sé por qué no voy y lo saco de una trom- diez libras. La gente aún se ríe de mí y la Socie-
pada del coche. dad de Templanza dio una conferencia para cri-
" Ojalá lo hubiera hecho, pero en ese mismo ins- ticarme.
tante la jaca se desbocó. Me figuro que debía de "¿Quiere oír algo sensato? ¡Nunca siga con-
estar demasiado cerca, pues oí un gran ruido y sejos !
J. K. J E R O M E
4> Traducción de M. V. de A. 4>
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C A R A y Y CARETAJ
7^
H^
DE LOS G U I N D O
Por E. A M A D E O
A R T A Y E T A
La PASTA
DENTOL se
vende en
cajas de vidrio
París, septiembre de 1933.
S?
CARAJ" Y CA.R£TA^
Evolución femenina
Algunas de las muestras externas del cam-
Qué Martirio!
bio que se está realizando en las mujeres, son
muy notables. La mujer es hoy mucho más
independiente, está mucho más segura de sí
misma y se muestra más indiferente hacia los
convencionalismos — escribe Elinor Glyn, y
agrega: — La emancipación intelectual se ad-
vierte en ambos sexos, pero más principalmen-
te en ¡a mujer. En los hogares en que siempre
reinaron las más rancias ideas, las mujeres de
hoy piensan en ellas mismas antes que en nada.
Y, sin embargo, sólo una pequeña parte de la
población femenina de los países civilizados Muchísimas m u j e -
del mundo se conoce a sí misma, y ve clara-
mente el panorama de su completa emanci- res son v í c t i m a s de
pación. enfermedades causadas por
"Se observa también cómo va cambiando desarreglos y debilidades del organismo
hasta la misma apariencia física femenina. Las femenino, que hacen de su vida un mar-
mujeres de hoy son más altas que las de an-
tes; generalmente, sus pies y sus manos son tirio atroz.
igualmente más grandes y meiios finos; su tez ¡Qué desdichada la mujer que padece
no es tampoco tan suave. Tienen, indudable- de estas dolencias! Dolores de cabeza y de
mente, más fuerza, y es evidente que hay una
mayoría de mujeres bonitas, y, sobre todo, de espalda, Punzadas y pesadez en el vientre,
tipos magníficos que no hubo en pasadas épo- Perturbaciones nerviosas, Incomodidades
cas. Sus ideas son más avanzadas, sus intereses y malestar en todo el cuerpo, Sufrimien-
más amplios. El amor no suele ser hoy para
la mujer la pasión absorbente, mezcla de sen- tos que agotan las fuerzas y el ánimo!
timiento e idealismo, que antes, era; una gran Hasta el genio de la mujer puede cam-
masa de mujeres, que aumenta día a día, pa-
rece tomar el amor desde un punto de vista biar y ella de alegre que era, se vuelve
masculino, como un impulso pasajero, fun- triste y caprichosa, enfadándose por las
dado principalmente en la atracción, que cul- cosas más insignificantes; la menor con-
tive su cerebro — termina diciendo la celebrada trariedad le provoca un ataque nervioso.
escritora, — y amplifique su radio de acción, es
muy fácil que la mujer mire la vida desde el ¡ Qué desgracia 1 ¡ Q u é calamidad para
mismo punto de vista que el hombre, y la inter- ella y para sus familiares!
prete precisamente de modo contrario que hasta
ahora". La mujer que padece así deberá tomar
Regulador Gesteira. Trátese sin demora,
No permita que estas enfermedades des-
truyan su salud y agoten su juventud, su
belleza y su felicidad.
Aun las perturbaciones que al principio
parezcan ligeras, si se descuidan pueden
convertirse en t e m i b l e s enfermedades
crónicas. ¡ Defienda su salud 1 ; Trátese!
Infinidad de mujeres bendicen al Regu-
lador G e s t e i r a por sus maravillosos
resultados.
Regulador GESTEIRA, el famoso re-
medio del eminente especialista Dr. J.
Gesteira, es de brillantes resultados en el
tratamiento de los Desarreglos del P e -
ríodo, Cólicos de los Ovarios, Periodos
excesivos, Períodos escasos, irregulares o
demorados, las Congestiones, Inflama-
ciones y Debilidad del Organismo geni-
tal de la mujer. Es un remedio eficaz
para las Perturbaciones nerviosas produ-
cidas por estas enfermedades.
Use-
— ¿Por qué no quieres tomar la medicina ai no
te la da la abuela?
— Porque la mano de la abuela tiembla y se cae
la mitad.
Regulador G E S T E I R A
(De Gutiérrez, Madrid)
De venta en las farmacias y droguerías
Roque Sáenz Peña, delega- Manuel Quintana, delega- Antonio Bermejo, delega- Joaquín V. González, dele-
do a la p r i m e r a confe- do con Roque Sáenz Peña, do a la segunda confe- gado a la tercera.
rencia. rencia.
L
AS conferencias panamericanas propusié-
dos a la primera conferencia; Antonio Bermejo, ronse realizar dos fines primordiales: la
a la segunda; Joaquín V. González, a la tercera; adopción de medidas tendientes al afianza-
Estanislao Zeballos, a la cuarta; Manuel Montes de miento de la paz y el desenvolvimiento de
Oca, a la quinta, y Honorio Pueyrredón a la sexta, ¡as relaciones comerciales entre las naciones del
afirmaron inteligentemente que la fe en el dere- nuevo mundo. Al logro del primer fin, y para que
cho, fijó sistemáticamente — a la República Ar- el panamericanismo no sea una tesis discutida, para
que no resulten vanas las recomendaciones y pro-
gentina — el concepto de su civilidad y el rumbo
fesión de principios, es necesario descender de la
de su política. abstracción; trazar las grandes líneas de una polí-
Esos caballeros concretaron ante la opinión pú- tica que se inspire en la justicia, la igualdad, ¡a
blica americana y del mundo, el ideal, amplidmente integridad territorial.
humanitario de nuestro pueblo, llevando a su con- "Esta segunda conferencia, antes de constituirse
vencimiento que no deseamos otras victorias que estaba minada, combatida y amenazada de fraca-
las de la paz, otro territorio que el nuestro, que sar ; la delegación argentina no hubiese asistido a
consideramos la so!>eranía del hermano más débil ella si se hubiese eliminado del programa de la
del más fuerte y que si deseamos aumentar nues- conferencia el tema relacionado con el arbitraje.
con el mismo título para ser respetada como la Ahora nosotros decimos: Cualquiera que sea 'a
tra prosperidad, expandir nuestro comercio, cre- decisión de esta asamblea, nosotros estamos dis-
cer en riqueza, en saber y en espíritu, como dijera puestos a firmar convenios con las naciones de
mister Elhin Root, no es por los caminos de ¡a éste u otro continente, cuyas partes contratantes se
comprometan a la solución pacífica de ¡as dife-
fuerza y de la violencia, sino por las amplias ave-
rencias y a someter en último caso esas diferencias
nidas de la cooperación y ayuda mutua internacio- al arbitraje, para todas las cuestiones actuales y
nal, sin particularismos ni privilegios, regionales o futuras que no afecten la independencia nacional';
aun continentales. estamos también dispuestos a firmar una conven-
Estanislao Zeballos, quo Manuel Montes de Oca, Honorio J. P u e y r r e d ó n , C a r l o s Saavedra Lamas,
representó a la Argentina delegado a la quinta. que tomó parte en la sex- que ha sido designado para
en la cuarta conferencia. ta conferencia. la séptima asamblea.
"T
I
AS deudas públicas son contratos entre es-
tados particulares regidas por la ley del deu-
••—> dor, que no hacen relaciones internacio-
nales porque éstas suponen necesariamente
L A savia de los países jóvenes no debe mal-
gastarse en armamentos excesivos e inúti-
les, y en el intento, acaso irrealizable, de
mantener en nuestra América la paz ar-
mada. Tal es la fe de mí patria en el poder de
vínculos entre estados. En todo caso hay una obli- la justicia; tal es su convicción de que nada es
gación de naturaleza especial y "sui generis": es más letal para el progreso de nuestras naciones
en cierto modo una deuda de honor que un estado que los alardes bélicos cuando no se fundan en las
debe saldar, cuando no c|uiere deshonrarse y ver su exigencias reales de la seguridad nacional... Todo
crédito perdido. Como dijo el doctor Drago, en la lo que sé es que la Argentina tiene la mayor ansie-
pota que dirigió al ministro argentino en Wash- dad de que aquí se trate y se resuelva la cuestión
ington, para que lo pusiese en conocimiento del de los armamentos. Hemos venido preparados para
gobierno de Estados Unidos, cuando la intervención discutir una proposición concreta .sobre la limita-
de varias naciones europeas, en Venezuela, el prin- ción de gastos para armamentos. Si en esta confe-
cipio que quisiera ver reconocido es el de que la rencia no se logran resultados, el pueblo argen-
deuda pública no puede dar lugar a la intervención tino sufrirá un gran desengaño". — Manuel A.
armada, ni menos a la ocupación del suelo de las Montes de Oca.
naciones americanas por ima potencia europea". —
.Joaquín V. Cánsales.
DE LA VI C O N F E R E N C I A
t)E LA IV CONFERENCIA El panamericanismo económico
"T
I
La doctrina Monroe
OS sentimientos de las naciones america-
ñas son comunes, porque coinciden con las
E: N los Últimos cuarenta años han ocurrido
dos manifestaciones de orden económico
'que, a mi juicio, son nocivas al panameri-
canismo económico. Por una parte las al-
1—y mismas aspiraciones, con los mismos idea- tas tarifas aduaneras; por la otra el llamado prin-
les que han plasmado la base integral y cipio de igualdad del costo de protiucción... Creo
uniforme del gobierno democrático, representativo que el pacto que vamos a firmar debiera llevar
republicano en toda la América. El anhelo de to- en una forma u otra estos conceptos q-ae he con-
das y cada una de las naciones es que en ellas signado : que los gobiernos que forman la Unión
brille la luz de la civilización y de la liljertad y Panamericana adopten medidas para suprimir o re-
cjue predominen los sentimientos de igualdad y jus- ducir las barreras aduaneras que afecten la li-
ticia para el bienestar de sus habitantes. bertad del intercambio ínteramcricano; que se su-
"Es un hecho que tanto la iniciativa, como la priman las trabas a la libre circulación y al co-
reunión de los primeros congresos, fueron mirados mercio de producción agrícola, en lodos aquellos
con recelo por las naciones europeas en la suposi- productos en que la supresión no constituye un
ción de que se trataba de concitar intereses y sen- peligro para los intereses del país y de sus traba-
timientos regionales, tendien'^es a crear ciertas ba- jadores, y que en las esferas del ejercicio de la
rreras entre las relaciones comerciales y políticas policía sanitaria, los países signatarios adopten un
de ambos hemisferios, y hasta se creyó ver, entre sistema orgánico que represente una g;;raníía de
sus propósitos, una concomitancia con las tenden- que las medidas que se tomen en ningún caso
cias americanistas de la doctrina Monroe. pueden tener un carácter arbitrario". — Honorio
" Tampoco faltó quien supusiera de que se tra- J. Pueyrredón).
C A R A ^ Y CAR£TAJ-
E1 e s p r 1 t á 1b u m
H u b o lina época en la que el y aun por los trozos rausicaíes es- s i c a l . . . Tampoco e r a r a r o encon-
hombre d e cierta notoriedail lite- critos en honra de la dueña. trar, al lado de firmas de grandes
raria o artística no podía frecuen- A veces, entre el azar de los poetas, novelistas, pensadores, pin-
t a r la sociedad sin exponerse a lo encuentros, los álbumes daban ine- tores, músicos, nombres d e perso-
que íamiliarmente se llegó a lla- tivo a sorpresas más o menos gra- nas completamente ajenas a los
m a r "el asalto del álbum". E n t r e ciosas, más o menos lamentalples divinos ejercicios del a r t e . L a s
señoras de casa se llegó a produ- y ridiculas. N o era r a r o que cier- damas, claro, no se atrevían, a
cir un verdadero torneo para ver tos aficionados a las letras o pre- veces, a negar sus álbumes a suje-
la que poseyera el mejor álbum tendientes a la gloria escribieran tos completamente reñidos con ¡a
con las mejores firmas, o el m á s el mismo verso, ¡a misma prosa, belleza en cualquiera de sus for-
original por el "esprit" contenido en varios álbumes, o pintaran la mas o manifestaciones. Y resulta-
en sus fojas, por los dibujos, por misma mona, el mismo paisaje o ban así esos emplastos. T a m b i é n
los pensamientos en prosa o verso garabatearan la misma frase m u - abundaban los casos en que cual-
quier pobre diablo copiaba versos
de grandes poetas y ¡os firmaba
muy orondo. L o mismo pa«aba
en prosa y en los demás campos
del caso. J u a n de Dios Peza, el
gran bardo mejicano, encontró u n a
vez en La Hal>ana, en el álbum
que una dama le entregara para
que le escribiera una poesía, una
de sus más bellas composiciones...
firmada por uno de tantos bobos
con pretensiones de genio.
Larga seria la enumeración e v o .
cativa de las peripecias causadas
por las dueñas y los álbumes en
aquellas é p o c a s que pudiéramos
llamar de literatura de s a l ó n . . .
I.OS álbumes eran concreciones de
vanidad en todas y cada una d e
sus formas. P a r a los verdaderos
escritores, poetas, a r t i s t a s , e r a n
esos famosos libritos verdaderos
instrumentos de tortura.
Rubén Darío — el mágico im-
provisador castellano — tenía pá-
nico a los álbumes, y "muchas ve-
ces, no pudiendo esquivar com-
promisos, se limitaba a firmar
olímpicamente, con u n a firma e a
letras mayúsculas, como haciendo
Al un esfuerzo por llenar el blanco
Interior
enviamos de la página sin escribir otra co-
sa que su nombre, Pero, ¿ las d u e -
CATÁLOGOS ñ a s de álbum podrían esperar algo
G R A T I S . más glorioso y bello que la firma
del soberano poeta de nuestro
NOTABLE CONJUNTO FUTURISTA COMPUESTO DE: 1 Ampüo idioma ?
ropero 3 cuerpos, 1 Toilette-peinador. 1 Cama dos plazas, 1 Elástico
Z plazas 2 Mesas de luz, 1 Percha tres ganchos, 1 Banqueta, 1 Toalle. A propósito de álbum, vale la
ro-perch'a, 1 Cenicero de pie, 6 Perchas ropero, 1 Gran Aparador, pena recordar lo que escribía en
1 Mesa octosonal con tabla repuesto, y 6 Sillas tapiza- T[ 9 K • ellos Barbey de Aurevilly, el gran
das en cuero * *-* * - «i^» escritor francés, qu eencontró asi
NUEVA CASA CENTRAL: un método terrible d e d e f e n d e r s e :
"Los álbumes son parque de ostras
msoBBSEmmBaasm 1134 • CORRIENTES • 1134 que, todas, se creen de O s t e n d e " .
ANEXO: TALCAHUANO, 490 - BUENOS AIRES
Radio argentina
de 8 a 8.30 horas
Contribución diaria para INFORMATIVO LE SANCY
información y entreteni-
m i e n t o de l o s r a d i o e s -
cuchas.
Radio Splendid
^W de 23.15 a 24.15 horas
BAILABLES
Radio Excelsior
de 14 a 17 horas
POllíO •
TONOS... FINURA... DURACIÓN... FRACANCIA.
D O S M U E R T O S
CARA/ Y
CARETA/
R O U X Y
Por el Dr. GREGORIO
víctimas de las enfermedades infecciosas, porque
se sabe que dentro de sus muros trabajan afano-
samente, para e! bien de la humanidad, muchos
hombres sabios inspirados en los nobilisimos idea-
les de su genial fundador, siguiendo las normas
científicas y éticas que él trazara, y que son honra
y gloria de Francia.
Por todo ello, y por la acogida generosa que
ha dispensado siempre a los hombres de ciencia
del mundo entero, la Casa de Pasteur es una ins-
titución eminentemente internacional cuya vida y
cuya obra interesan tanto a la humanidad entera
como al pueblo francés. Muchos argentinos haa
ido también allí, en busca de perfeccionamiento
y de métodos, y hace ya muchos años — a fines
del siglo pasado — que, en unión de dos grandes
inteligencias médicas tempranamente malogradas,
Horacio Pinero y Federico Texo — trabajé allá
un tiempo, en el laboratorio del insigne Metchni-
koff, guardando .«iempre para esa casa y para
sus hombres, como todos los que por ella pa-
ROUX. saron, admiración, respeto y simpatía.
Natural es, pues, que en los centros científicos
D EL Instituto Pasteur de París, puede de- nuestros hayase sentido como desgracia propia la
cirse, en estricta justicia, que es, según pérdida, con algunos dias de diferencia, de sus dos
la expresión de que tanto se ha abusado, ilustres directores: Emilio Roux y Alberto Cal-
un "templo augusto de la ciencia". Con- mette. En el mundo entero, el nombre de los dos
vergen con razón hacia esa ilustre casa las mira- era conocido y célebre, rodeado el primero de la
das del mundo entero y, en particular, las de las unánime consagración gloriosa, discutida todavía
JV .
•'; ^' 'j '-•; ~ — ^ . - ~ — - - —-- • •
•
stcui . _ ,
)9 ^ - .
i ' 1-
A ,
jt Carta dirigida por el pro-
fesor Calmctte al doctor Gre-
gorio Araos Alfaro. Dice
así :
"París, 14 de enero de 1931.
"Muy honorable colega:
"Le agradcsco su carta del
1 22 de diciembre y el interés
que usted se ha dignado dis-
pensar al doctor Arena. Es-
/v; •.•c''.3 v Mcri" 1 •;•. .*.•-: r o t • •, • - • .• •. pero (¡lie le será a usted posi-
ble hacer organizar un buen
laboratorio en su Instituto
u:i*j.1 v o u ¿ 3ei'-i n & : U 5 j . b l : ; .•^: • - ' . - • • Nacional de Bacteriología, pa-
i ra la preparación y la dis-
1 tribución de la B C G, y de
i confiarle la dirección. Serla
muy de desear que este mé-
i todo de vacunación preventi-
va de ¡a tuberculosa pudiese
ser aplicado muy ampliamen-
1 te en la Argentina, en virtud
• • . c •,••: .". i t . de la certidumbre que tene-
1 mos hast'a hoy, de que ella
contribuye a disminuir con-
siderablemente la mortalidad
general infantil y de que es
•
perfeclament einofensiva.
C A L M E T T E CARETAJ"
A R A O Z A L F A R O
por algunos la eficacia del principal descubrimien-
to del segundo, pero sin tiue nadie pusiera en du-
da jamás su alto valer científico, su seriedad, sa
altruismo y su honestidad por todos proclamados.
Roux, uno de los discípulos de Pasteur de la
primera hora, conoció las exaltaciones de la apo-
teosis cuando en el Congreso Internacional de
Budapest (1894) presentó los resultados brillan-
tes de su método de preparación del suero anti-
diftérico (que no inventó él, como se cree gene-
ralmente, sino el alemán Behring quien, a su ve^,
aprovechó los estudios anteriores de Roux sobre
la toxina diftérica). Desde entonces, su nombre
estuvo rodeado de una aureola universal de admi-
ración y de gratitud, y los ulteriores trabajos de
su larga vida de estudio no hicieron sino aumen-
tar el respeto de todos los sabios de la tierra. Vi-
vía, monacalmente, en sus humildes "celdas" del
Instituto Pasteur, del que sólo salía muy raras
veces, por lo común algunas horas cada dos se-
manas para asistir a las sesiones de las Academias
de Ciencias y de Medicina. En una de éstas, tuve, CALMETTE.
hace tres años, la satisfacción y el honor de es-
trechar su mano por última vez, después que se daciones, infestaron las poblaciones determinando
huí» él desembarazado del grueso paletot y de la innumerables y mortales accidentes.
gran bufanda con los que se protegía cuidadosa- Vuelto después a Francia, se le confió el Inj-
mente contra las inclemencias del ambiente de tituto Pasteur de Lille donde trabajó muchos años
París. en todas las cuestiones de higiene y sanidad pú-
Intensamente pálido; escuálido, más que descar- blica. Miembro de la Comisión de lucha contra
nado, con los brillantes ojos hundidos en las ór- la tuberculosis, concibió la idea de los dispensa-
bitas excavadas y los pómulos fuertemente promi- rios de higiene social y creó el primero en 1895,
nentes; sencillo y modesto hasta llegar a ser hu- dándole precisamente el nombre de Emilio Roux.
raño y tímido en las relaciones sociales — no en De esa época datan ya sus estudios memorables
los debates científicos, en que se demostraba, al sobre la tuberculosis para penetrar bien en el me-
contrario, ardoroso y fuerte — parecería un prodi- canismo y curso de la infección, y para procurar
gio que hubiera podido sobrellevar durante más de una vacuna capaz de preservar del terrible mal.
medio siglo la tul>erculosis que lo minaba si no Con su colaborador Guérin, llegó, despjés de lar-
hubiera sido conocida la ascética regularidad de gos años de investigaciones, al resultado apeteci-
su vida, que no soportaba, por decir así, desgaste do: lograr transformar el bacilo tuberculoso bo-
físico alguno puesto que sólo ardía en él, con lla- vino en una raza atenuada definitivamente, cuya
absorción por el intestino del niño recién nacida
ma suave pero fija y perenne, su claro espíritu en pudiera hacerse fácilmente determinando en él una
la tarea inextinguible de información y de produc- inmunización, una vacunación duradera.
ción científica.
Alberto Calmctte, a quien la vacuna antituber- En medio de estos trabajos le sorprendió la
culosa que él preparó con su discípulo Guérin. des- guerra, durante la cual tuvo que soportar penurias
pués de largos años de pacientes investigaciones, indecibles. Sospechoso y hasta acusado como espía
le dio tanta celebridad últimamente, tenía ya antes por los alemanes que ocupaban la ciudad, separa-
de ese descubrimiento justos títulos de notoriedad do de su esposa y sometido a una vigilancia cons-
científica. Entrado en el Instituto Pasteur desde tante, no decayó por eso su gran espíritu y perse-
muy joven, había sido favorecido a los 28 años por veró abnegadamente en sus investigaciones cien-
el maestro con un puesto de tanta honra como res- tíficas. Pronto sus experiencias iban a pasar de
ponsabilidad: la dirección de la sucursal del Ins- los animales a! hombre. Después de muchas vaci-
tituto en la Cochinchina. Y en esa lejana posesión laciones y sólo una vez que se hubo asegurado ple-
del Extremo Oriente, había vivido durante años en namente de la inocuidad de su vacuna, consintió
lucha terrible con las plagas mortíferas que pro- en .que se iniciara la experimentación en niños de
ducíají hecatoml>es terribles entre los naturales y pocos días. Con la colaboración de varios médicos
entre los franceses. Vióse así precisado a hacer franceses — y en especial del doctor Weill-Hallé,
frente a las enfermedades más diversas y a la vez a quien cabe en esta obra buena parte de mérito
a atacar y resolver los problemas urgentes de hi- — hiciéronse los primeros centenares de vacuna-
giene — como ser la depuración del agua de be- ciones, y sólo muy lentamente, con una prudencia
y una reserva que muestran la conciencia y el al-
bida — y los peligros constantes de las epidemias truismo de este sabio de corazón tan grande co-
— tan graves en esos climas — como el cólera, la mo su cerebro, la experiencia fué extendiéndose a
disentería, el paludismo, la peste, la lepra, y lo millares y a decenas de millares, y difundiéndose
hizo todo con una sabiduría, una decisión y una en otros países siempre que pudiera la vacuna ser
capacidad excepcionales. AUi modificó el método confiada a manos inteligentes y expertas.
de Pasteur para el tratamiento de la rabia, y creó
el del suero contra las mordeduras de las serpien- Cuando el éxito parecía ya cierto, y los ecos del
tes ponzoñosas que, en momento de grandes inun- triunfo empezaban a resonar por todos lados, vino,
hace algunos años, como se recordará, el terrible
LLEVE VD. contraste de Lübeck. En esa ciudad alemar.a, los
niños de una sala - cuna habían sido vacunados por
ALEGRÍA; el método de Cálmete - Guérin, y a las pocas se-
manas empezaron a caer enfermos y a morir víc-
CONSIGO; timas de una tuberculosis aguda. ¡ Terrible im-
presión en todo el mundo! ¡ Dudas en muchos, con-
l.UJo»a TOiáquiwa vicción de fracaso rotundo en otros, desahogos
malevolentes en los envidiosos y espíritus peque-
til, C«n 2«0^^ ños ! Yo tuve ocasión de conversar en esos días
con Calmette, delante de Roux. Lo encontré sere-
no y tranquilo. "Estoy seguro, me dijo, de que ha
5t> habido una terrible equivocación en el laboratorio de
Lübeck; yo mismo he preparado y entreg.ido la
cepa enviada y no tengo la menor duda de que ella
no podía ser virulenta."
No es éste el sitio para referir las ulteriorida-
des del drama. Básteme decir que la investigación
hecha por orden del gobierno alemán probó aca-
badamente el trágico error cometido al emplear
V Í C T O R , de 2 5 ctms., a $ 2.50 c / u . en vez de la vacuna Calmette, una cepa bacteriana
Cadenas. Tanjío.
37492 •{ Que había sido mañera. Ranchera. especialmente virulenta. En la Conferencia de la
Típica F. Lomnto. unión contra la Tuljerculosis en Oslo, en 1930,
' Cobardía. Tango. el delegado alemán, con loable lealtad y recto es-
87437 \ Entre los tabacales. Rumba.
Típica F. Lomuto. píritu de justicia, hizo la declaración oficial de que
' Si soy así. Tango. en "el drama de LiJbeck", como se le ha llamado,
37433 \ La canción del deporte.irMarcha Canción.
Típica F . Lomuto. la culpa no era de la vacuna enviada de París,
sino de los operadores alemanes; El proceso judi-
Í Mano a mano. Tango. cial tardó algo más en terminar, pero sus resul-
Más o menos. Ranchera. tados fueron igualmente concluyentes: la conde-
Trío Ciríaco Ortiz. nación a penas severas del director del laboratorio y
3 7 4 7 3 - ' ' ' ' ^ qué lagrimear! Tango.
[ Capullito de alelí. Rumba. Orq. A. Carabellí. sus colaboradores, y esto a pesar de ser aquél un
3 7 4 7 5 ! ^ * ° ^ te salve, mi hijo. Tango. sabio de nota, muy respetado en su país y en todo
\ Chiquilina. Ranchera. Orq. Típ. F . Lomuto. el mundo científico.
3V47G / ^""^ r'iBs. daba. Ranchera. En la época de la Conferencia de Oslo, ascen-
( El pibe. Tango. Orq. Típ. Víctor.
dían ya a varios cientos de millares los niños va-
{
24917 Trot.
Acariciándose en el parque. Fox-Trot.
Quiero cantar una canción de amor. Fox-
Rey Noble y su Orq.
Recordando al hombre olvidado. Fox-Trot,
cunados con la vacuna Calmette (o B. C. G., Ba-
cilo Calmette - Guérin, como se dice generalmente
George Hall y su Orq. por abreviación). Hoy son casi dos millones, en
Gracias al cielo por ti. Fox-Trot. diversos países del mundo entero, de entre ellos
Eudy Vallée y su Orq. algunos millares en Sud América. La carta de Cal-
( Eres muy bella. Fox-Trot.
| A y , ay!, soy un andariego. Fox-Trot.
Georges Olsen y su Orq.
mette, cuya copia insertamos como un documento
interesante por provenir de hombre tan ilustre,
N A C I O N A L , de 2 5 clms., a $ 2.50 c/u. muestra que también en nuestro país nos preocu-
HOMBRES DÉBILES
AHORA por fin el REMEDIO está en
vuestras MANOS. Cualquiera que fuera
la causa o el Krado de su DEBILIDAD
SEXUAL, le interesa conocer las Pildoras
"TITUS", última palabra de la ciencia
alemana del Dr. MAGNUS HIRSCHFELD,
reconocida autoridad mundial. Presiden.
te del Instituto de Ciencias Sexuales de
'//,/ Berlín y fundador de la Liga Mundial de
V/ Heforma Sexual. Certificado N« 0051 del
^Departamento N a c i o n a l de Higiene.
• G R A T I S a quien lo solicite s e remite
^ librito explicativo, sin membrete. Para
C pedidos, dirigirse a: C. D. — TITUS.
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mirarse en ellos. Si no puede adquirirlo en su localidad, escriba ai
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te nombro mi heredero I
(De Gutierre!!, Madrid) LEANDR0REDAELLi-SALTAt071 BsA.
CARAy Y CARETAS
Suavidad y fragancia
Suavidad de flor y fra-
gancia de Primavera. Dos
cualidades del cutis cuan-
do lo cuida a diario el
H e n o d e P r a v i a . Es
jabón puro, de finísimos
aceites y aroma singular.
El masaje con la espuma,
al lavarse, lleva finura y
perfume a la piel; da o
ios poros lo l i b e r t a d
que necesitan, y f a v o r e -
ce la tersura del cutis.
Jabón
HENO
PRAVIA
PERFUMERÍA GAL.-MADRID.-BUENOS AIRES
BUENOS AIRES, 2 DE DICIEMBRE DE 1933
JOSÉ S. ALVAREZ
' Fundador
Scarramuccia OrivuUio
Rafael
3 í l u s e o i>cl Ip r abo
yClabrib
ívIARTÍ\l-7,
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ti
Raúl de Zuviria, Eduardo l o r t c á A&ti- . 1! 11 ti i que p-irliciprn'on en \n f ic:í ta, que
HUeía, Héctor Benavídez y Jorgtí Riva- fué a beneficio del Taller de la 3. Pro-
íola, qtíe se Iiiciei-on en el cuadro de- tectora de Niños POIJICS de la Virgen
nominado "El circo" . de Nueva Ponipeya.
U N I'' K S 1^ I \' A L R 1-: N F. F I C (J
MARAVILLOSOS JUGUETES de NURENBERG^
l.as niñas Lía Villatañe del Solar, Emelina Galli Amelia Sicnz Valiente, María Eslher Lastra, Mary Bell
Villafañc. Martha Noceti Campos y Josefina Argerich, Fernández, Ernestina Monzón Egaña, Sylvina Gowland,
que fueron npl.iiididas en sus resp'jcüvos pipplr--,. Hosa A. Snjo C.impos y Susana Mnri-'o Cuticrrcz.
Du[;^3n en /i ba-
•íJi'íca de Nirsíra
^;a lie ¡a Merced.
S^ñor i t a Susana
Cuculla que can-
Iraio enlace con el
señor Alberto L.
Rosso.
E N L A C E
CARA/ Y
CARETA/ N € T A Jí
YAV IR I A S CARETA./"
N u ' v o tipo de avión Corsario Voughl que la ainiada nmional, en número de doce, adquirió recien-
temente en Norteamérica. Tienen cuatru ametralladoras, un radio de acción de 1.300 kilómetros y una
velocidad de 300 kilómetros por hora.
x
ACIA LA ESTABILIDAD
C A R A / Y CARFTA.r Organización del registro del personal
R j\ u r.
Una mesa de trabajo con empk'a- El movinii:nto en Id rresa de En los !i')iu di It iTics-i (iv- en-
dos de varias reparticiones na- entradas. Atendiendo al pú- tradas Hc anota diariamente un
cionales. biico en la ventanilla. Fromcdio de 500 expedientes.
El general tie
;i ifiada Ediiar-
f'o Fe r n á n d.z
Valdés, Direc-
tor General de
P e r s o n a l del
Ejército, en su
despacho.
D f) R 1 A
El m a y o r Cm los Riccheri, P i v a r r a en la c u a l se r e s i s t í - a el
P t M s o ü a l 0)1 el mom*?!ii:u r-n q u e los jofe de In niei- .i d • « n l i ;f.las, n u i v i m i o n t o g e n e r a l d e los e x p e -
e m p i c a d o s e n t r a n en s u s oficinaí^. inipiM ti n'in O K I Í n . s. dientes.
U n a (¡cha d a c .
t i l o s r ó p i c i i ccii
i n i p r e s i i n c a d¡
I o :Í d e d o s d •
amba» m a n u•
e s o lí s o r v a d ;
p o r u n o díí ! •-
ejtipicadcs.
Señor N i c o l á s Ccitigíia,
'.eíe d: Is r^ c r c i ó n D a c t i -
locopi^.
En la Asociación Entrerriana General Urquiza, durante el acto en honor de su ex pi-esidente doctor
Luis B. Calderón, al cual se ¡e hizo entrega de una medalla de oro en premio a los valiosos servicios
que ha prestado a la prestigiosa entidad.
© T A S DiE LA CAPITAL
Concurrentes al lunch servido en el local de la Asociación Pro Maestros de Escuela con motivo de
haber cumplido la institución su 25" aniversario y de rendirse, por ello, un homenaje a los ex direc-
tores y a su personal.
N A N C Y
CARROLL
I os tales femeninas f
Noviembre 20 de 1933.
Señor D. Juan Alonso,
Director de "CARAS Y CARETAS".
S/D.
Soldados del Regimiento 1 de Arti-
De mi mayor consideración: llería haciendo instrucción de rápido
emplazamiento de una pieza.
Me es muy grato dirigirme al Señor
Director expresándole mi viva complacencia por
las crónicas gráficas que, desde un tiempo a esta
parte, inserta en la revista de su digna direc-
ción, propendiendo con ello a un mayor conoci-
miento popular de la labor que, en diversos órde-
nes, realiza el ejército.
La simpatía con que el público lee y
acoge a la vieja y difundida revista contribuye,
sin duda, a mantener y acrecentar el sentimiento
patriótico del pueblo que ve, en su ejército, el
deseo de superarse en su perfeccionamiento para
servir, cada vez mejor, los intereses a él con-
fiados.
Aprovecho l a oportunidad para salu-
dar a l Señor Director con mi más a l t a consi-
deración.
Impresionante
caída de un avión
militar
D irif^i.lo pi r (1 t c i i i d i t r CluifC^,
rl avK^n. ijue lialun v:,ii,io i\c Kl
j"rvfn^- : .. V
^í^i''-
Un tíiuiiicntu ÜL tij.) ( nao pai a ía v .ila tic San Loreuzo de Almagro. Lema, que trabajó intensamente, salta
ea procur-\ de la pelota, mientras Fossa, Chividini y Bugueyro ob&r-ivan la jugada del arquero del "Ciclón".
' .| ÍLÓn de San Lorenzo, recibe el augurio fio- Garrafa, de Rácingr, ante el micrófono, había presiu-
i i i h partidarios, antes del match, Jugado frente a tiendo la conquista de Sa copa por la "Acai-i^mia ' de
treinta mil personas. Avpllníietia.
C A R A y Y CARETA^-
FESTIVAL ART.
T PATRIÓTICO
Niñas que actuaron en !a re"pre.Sí'í)tav;ii';n Las damas del minué bailado en " L a
de "La pulpera de Santa Lucía", dando pulpera de Santa Lucía", en e! home-
a ía prosa y al verso de! poeta Héctor naje de la sociedad K. D. T. ai colegio
Pedro Blomberg el vigor y la gracia que G u i d o S p a n o , en su H ^ aniver-
etlos requieren. sario.
C A R A / Y CARETA./"
-ak_fcí«j*fi<.,j»a#^sw%'»***»' ^<«H_!jsB»iS»m»t
E s que por allá no ha m u e r t o aun la fan- "corte", asomarse nuevamente como surgiendo
tasía de otrora. H a y paisanos que le siguen de una cueva, y cada vez con mayor brío".
temiendo cuando lo ven cruzar a la distancia, La misma oración la repite a todos los pasa-
como si fuera cabalgando el horizonte, o cuan- jeros que se asoman a la ventanilla.
do surge fantásticamente del seno de la monta- L a siguiente composición anónima inspirada
ña, después de haber tronchado montes y t r a s - en una catástrofe ferroviaria suele oírse de tar-
puesto rios. Y es un motivo m á s para completar de en tarde al compás de la g u i t a r r a :
las descripciones siempre pródigas de estos " E l rápido de carga
h o m b r e s , que un día vieran a s o m b r a d o s llegar "con rauda velocidad,
la locomotora jadeante. Ya los indios del c' acó "se dirige a la ciudad
Austral la recibieron con sus lanzas prestas. "de Salta, que es su destino;
T o d a la fauna huyó despavorida al oír el silbato "cuando encuentra en su camino,
estridente. "seis vagones desprendidos, etc."
A ñ o s atrás, en la estación L a s Cejas del E l origen de esto sería la "cortada" de un
ferrocarril C. N o r t e Argentino, ocurría el si- tren, cuyo epílogo funesto nadie olvida. Dícese
guiente caso: un tren que llegaba lentamente que en efecto el tren se dirigía a Salta, pero al-
hasta la señal de distancia, y se detenía allí gunos kilómetros antes de llegar, las cadenas
por algunos minutos como hacen los trenes de enganche se cortaron junto al ténder de la
cuando no tienen entrada. Se veía con toda ni- m á q u i n a ; entonces el resto de la carga, como se
tidez al pasaleña que con el mechero en la hallaba en terreno pendiente, emprendió una
mano, descendía de la máquina como a revisar carrera vertiginosa a través de esos cerros.
los " b o g g i e s " ; y tan pronto como se disponían O t r o caso curioso pasa en una estación de la
a recibirlo, el convoy desaparecía del panorr.ma provincia de Santiago del E s t e r o . E n la playa
férreo. misma, noche a noche, hace su aparición una
E n t r e río Piedras y J u r a m e n t o , una sección mujer, de esas que venden amasijos a la llega-
bastante escabrosa de la línea, pasaba algo te- da de los trenes.
rrible. Se dijo que esto originó la "volcada" E s t e fantasma recorre los cambios de p u n t a
de un tren ocurrida allí cerca. a punta. Y hay quienes se privan de cruzar la
A altas horas de la noche el jefe de la esta- estación durante la noche por miedo al "espan-
ción era despertado por fuertes golpes que da- to". Se asegura que una mujercita de éstas fué
ban en la puerta de la oficina. T o d o alarmado, apretada por los paragolpes de los vagones, en
saltaba de la cama para acudir al llamado, circunstancias que un tren maniobraba en la playa.
pero su desesperación aumentaba, cuando al U n a noche acababa de desencadenarse una
salir afuera veía un tren que iba llegando a la terrible tempestad. Tafí Viejo había despacha-
estación, cuya luz iluminaba ya totalmente el do m o m e n t o s antes un tren de carga con direc-
andén. E n t o n c e s el pavor hacía presa de este ción norte. Una hora m á s tarde, el telegrafista
h o m b r e . Corría a bajar las señales, y en el esperaba naturalmente el aviso de llegada de su
m o m e n t o en que alistaba los cambios, para colega de la estación Tapia, la próxima, para
darle entrada; el tren fantasma, como una ex- dejar así la vía expedita, pero éste no confirma-
halación, desaparecía en la ceja de un m o n t e . . . ba tal anuncio.
Aun se recuerda de aquel personaje sombrío — ¿Y el 101?
que corrió varios kilómetros con el propósito — No a p a r e c e . . .
de detener a un tren que acababa de despachar — ¡Cómo, si ya lleva una hora de recorrido!
con vía libre "falsa", en circunstancias que otro I n m e d i a t a m e n t e se envió al cambista a fin
de pasajeros había salido ya de la próxima estación. de que efectuara las indagaciones 'del caso. E l
Éste mismo relato lo he oído en varias partes con tren estaba detenido a un kilómetro y medio de
pequeñas variantes, pero todos rodeados de esa aus- la estación, la línea había sido cortada por la
teridad y misterio que el campesino suele tener creciente a la altura del río Tapia.
para todo lo que no tiene significación real. — ¿Quién dio las señales de peligro?
Desde luego, su carrera fué inútil, pese a la De nuevo en Tafí Viejo, el maquinista hizo
linterna con señal de peligro que llevaba en la labrar un acta en la que hacía constar que una
mano. El choque era inminente. luz de "peligro'' muy viva, agitada reiterada-
Regresó a la estación, despertó a su familia, mente, lo había hecho detener apenas unos m e -
y asi como estaban se internaron en la espesura. tros antes del puente. Cabe notar que al n o
Nadie supo m á s de ellos. haber mediado este "fenómeno", el tren hubiera
Algunos maquinistas refieren igualmente ca- caído integramente al río.
sos increíbles, ocurridos siempre en determi- El que ha contemplado estas visiones, el que
nados puntos de la línea. E n su marcha veloz, ha sentido el m i s m o t e m o r de los pacíficos m o -
se vieron obligados a detenerse bruscamente, radores serranos, viajando por las líneas del
ya p o r distiguir a un tren m a r c h a n d o en senti- norte, embriagándose de paisajes, de luna y de
do contrario, o por gente, que no obstante el cerros; comprenderá fácilmente el aspecto im-
silbato cortado de la locomotora no se hicieron ponente de un tren que corre en la noche. T o d o
a un lado de la vía. remolinea y danza al paso del tren. L o s postes
Se dice que estos últimos son los m u e r t o s del telégrafo semejan espectros tomados de la
por el tren en el mismo punto donde aparecen. mano, van bailando en derredor. L o s puentes
E n una intermedia antes de llegar a Salta y los ríos sesguean en vertiginoso vuelo, la cima
ambulaba un loco visionario. El presenció un y la llanura son telones que se estrujan y pasan...
choque. " Y o vi cómo los trenes se juntaron ¡Maravilloso empujel L a locomotora en su
— decía. — Al verse a la distancia, de la misma ansia de correr parece una fiera embravecida; y
manera como pelean los toros, redoblaron sus como una hidra fosforescente, huye. Traquetean
ímpetus y se desgarraron las ruedas, el convoy se es-
las entrañas. T o d o se con- tira sobre los rieles, mien-
fundió luego en un m o n t ó n tras el reflector va abriendo
de astillas y de huesos". m á s y m á s camino en la re-
" V e n g a n los lunes a la no- gión ignota de la noche.
che y los verán de ese DIBUJO D E CABALLlí / Quién fuera m a q u i n i s t a . . .
S u plemenio
re itiei^ino * d e
"•"Caicas ^y Cai»ei"as"^
Por BIJOU
Los pequeños
detalles de la
"toilette""
Desde las épocas inmemoriales, las joyas han sido el adorno pre-
dilecto de la mujer. En esta página hemos reunido un conjunto
de algunas de esas delicadas piezas que el espíritu femenino pre-
fiere por l a pureza de su ejecución artística y por el discreta
modernismo que las caracteriza.
Así se explica que en la actualidad impere una variada selección
en collares trabajados en metal cromado con jade u ónix, en pul-
seras y en prendedores. De éstos, el que ilustramos en la pre-
sente página, y que sirve para las corbatas femeninas, como
igualmente la peineta con la que forma pendant, y que sujeta par-
cialmente la cabellera, es una muestra perfecta de las preferen-
cias de la mujer en esa clase de adminículos. También han sen-
tado un alto predominio en la hora presente de la moda, las
alhajas de Eibar, que son producidas en la ciudad de este mis-
mo nombre y que han llegado a acreditar un prestigio inconmo-
vible por el delicado trabajo que ostentan y por la admirable
ejecución artística que se advierte en ellas.
Igualmente los guantes de tul adornados con broderíe, y uno
de cuyos estilos registra el grabado respectivo, que es en tono
marrón y ornado de voladitos, constituyen, conjuntamente con
las joyas mencionadas, motivos de gran boga en los gustos fe-
meninos del momento.
C A R A / Y CARETA/
La elegancía prac
' • T S A S A que las mamitas puedan vestir eieRante
'K-^y económicamente a sus niños, hemos ideado
este conjunto de modelos, realizados todos
e!los en telas de fácil y cómodo lavado.
El primero está trabajado en linón color "b!eu"
y acentúa sus encantos un adorno de alforzas y
un moiío de terciopelo en el cinturón y otro en
el hombro.
En piqué color celeste es el trajecito que mues-
tra el segundo de los grabados, I^o adornan unos
cortes y lo complementan un moño y un cinturón
que son de la misma tela, pero en tono más oscu-
ro. Un pequeñísimo volado forma la manga.
En "reps" de algodón es la tercera de las crea-
ciones, cuya sencillez de lineas se ven realzad.is
por ios cortes de la blusa y el tablón anclio que
adorna la falda. Un monograma da la originali-
dad a este modelo.
El trajecito siguiente
es en linón a lunares,
mientras que el cuello,
formando pequeños vo-
lados, como asi también
el cinturón que cierra
en un coqueto moño,
son de !a misma tela y
color que el estampado.
El primer modelo
brinda la riqueza de un
trajecito en tela de al-
godón estampado
cuya blusa cruzada
se ata con un DIO-
ño en la p a r t e
de atrás.
El modelo que
le sigue es de
batista estam-
pa d o . E l
cuello que
forma la
tica y económica CARA7" Y CARETAS
COCINA AMERICANA
• AIJHUECZ€
Bacalao arriero.
Sopa de arroz a la americana.
Sesos veracruzana.
Chanfaina.
• € ñ N A
Sopa de tapioca.
Almejas a la cubana.
Cazuela chilena.
Churrasco nacional.
CE C E T A / s!iwiU!BHMBiiai9iiiP.i»iiiBnHi!iiniiiinriiiH
B A C A L A O A R R I E R O
Se tiene a remojo desde el día anterior, se
CEP€/TECIA
cuece, se escurre y se coloca en una fuente. MERIENDA D E L DIABLO
Se fríe ajo en aceite, añadiendo pimientos dul- Disuélvanse en una taza de harina 3 yemas de huevos.
ces, igual cantidad de vinagre que de aceite Fórmese una crema batiendo 250 gramos de manteca. Agre-
frito, todo lo cual se echa frío sobre el bacalao
gúense las yemas. Bátase bien. Añádase 2 'A tazas de hari-
al servirse. na mezcladas con tres cucharaditas de polvo de hornear, una
pizca de sal, y al final, 4 cucharadas de chocolate cubertura,
SOPA D E ARROZ A LA AMERICANA deshecho, las 3 claras de huevos batidas a nieve y una cu-
charadita de esencia de vainilla. Póngase esta preparación
Lavado el arroz, déjase escurrir como una en 3 moldes chatos, enmantecados y enharinados y cocínese
hora. Se pone a cocer a fuego fuerte en agua a horno regular durante media hora.
hirviendo y sal, procurando no poner más agua Cocidos, retírelos y déjelos enfriar. Relleno y baño: Pón-
que la doble de su volumen. Se tapa y se deja gase en una caceroHta 250 gramos de azúcar referineria,
cocer. Cuando está cocido, se le agrega mante- remojada con agua, póngase al fuego hasta que llegue a pun-
ca fría de cerdo, se deja secar entre dos fue- to de hilo, retírese batiendo fuertemente. Échese de a poco
goi un rato, y se sirve. sobre 4 yemas, batiendo ligeramente, sígase batiendo has'.a
obtener una crema espumosa, agregándosele de a poco (00
SESOS A LA V E R A C R U Z A N A gramos de manteca fresca. Cuando al levantarse el batidor
no caiga, está a punto, entonces agregúese 4 barritas de
Después de bien limpios se ponen a cocer en chocolate cubertura rallado y desleído a baño de María. Una
agua y sal, se cortan en pequeñas rodajas y vez todo preparado, rocíese la torta con gotas de cognac.
se bañan en un batido de tres huevos, manteca Coloqúense las 3 tortas una sobre otra y separadas entre
derretida, sal, nuez moscada, pimienta y pan sí por una capa de !a crema. Se coloca el resto de crema
rallado. Se van picando poco a poco y cuando en una manga de boquilla rizada y se adorna a gusto la
se ve que están doraditos, se sacan y colocan merienda de! diablo.
en una fuente. Échesele una cucharadita de
salta de tomates clarita y bananas fritan.
C H A N F A I N A
CüEr C€NTEJTA ^
Ai sacar la sangre de on cordero, se re- A XUX LECTCI^CX ^
vuelve con sal y se deja endurecer. Se lavan A lector, Van Proel, F. C. O. — La receta que us-
los ríñones y los menudos con la gordura, se ted solicita salió en el número anterior. Sírvase leerla.
ponen a hervir en agua con sal y se les agre- í^ A vcntanita florida, La Venianita. — Lea reposte-
ga la sangre cortada en trozos. Cuando todo ría de hoy, donde contesto a su primera pregunta. La
está cocido, se deja enfriar y se corta en pe- receta de los panqueques se publicó en el número 1831
queños trozos. Se prepíira una salsa poniendo del 3 de noviembre accediendo a otro pedido.
dos cucharadas de grasa y dos de aceite. Ca- Cocinerita, Tres Arroyos. — Budín de naranjas r
liente, se agregan unas cebollas picadas, toma- Tome una docena de huevos, medio ki-
tes, pimientos, sal, pimienta, pimentón, oré- lo de azúcar, el jugo de 4 naranjas,
gano y perejil. Una vez frito se le agregan mezcle lodo bien y ponga en una budi-
pasas de Corinto, se ponen los menuditos, se nera acaramelada, al horno y a baño de
cubre con caldo, un poco de vinagre y azúcar María. En el número anterior publiqué
a! paladar. Se deja cocer a fuego lento, para la receta para ia preparación de los pan-
espesarlo se agrega harina o miga de pan. queques ; !e agradeceré quiera leería.
CARPA DARÁ
P L ATA .AÍHiBükv
L os varoncitos podrían ocuparse en hacer esta
carpa de !a medida que les indico y así que-
dar bien, obsequiando a sus hermanitas que hoy
confeccionarán el traje de baño para Cochini-
llo, y su señora y próximamente para Chandiín, pues
ya se acerca el tiempo de pasar una temporada junto
al mar o río. Cortad sobre arpillera, lona o género
grueso: tres trapecios alargados que midan de altura
38 centímetros, al lado inferior, 31 centímetros y el
superior 15 centímetros. Cortaréis otro trapecio de
igual medida, pero con una prolongación en el lado
Por M A M A ABUELITA
superior de 15 centímetros de lado, como lo indica
la figura H. Unid entre sí tres trapecios y a su vez
los lados superiores con los tres lados libres J K L M.
En cada ángulo inferior y en^ P R, haréis un aguje-
B € L A DE NIEVE
rito, por el que pasaréis un piolincito. En cruz le co- (CUENTO)
seréis al techo dos palitos. Buscaréis un palito o rama
de árbol, que tenga más o menos 40 centímetros de H r ~ \ OLA de Nieve, yacía en la cúspide de una ele-
largo y le haréis una cuña (figura Z). Enterraréis K - x j vadisima montaña y era un montoncito de cie-
este palito en el lugar que será la playa de veraneo WLJ ve que en aquella altura se había juntado y
y haréis calzar en él, el punto O de la carpa. Luego que de este modo empezó a reflexionar:
extenderéis ésta, y en unas estacas colocadas a conve- — Si permanezco en este sitio tan alto, ¿no s;ré
niente distancia, ataréis los piolines de su base. El juzgada como orgulIo«a, siendo tan poca cosa, cuando
lado suelto de la cari)a, lo levantaréis y lo sujetaréis a mis pies se extienden tantas iguales o más grandes
a dos palitos (de la misma medida que el central) en que yo. Soy tan pequeña que no merezco esta altura
los puntos P y R, como indica la figura S. y bien puedo escarmentar en lo que hizo ayer el Sol
con mis hermanas, que en pocas horas fueron derre-
tidas por él. Eso en castigo por haberse colocado a más
altura de la que, en realidad, les correspondía. Me
apartaré de las iras del Sol y correré a buscar un lu-
gar modesto, adecuado a mi tamaño.
Y diciendo esto Bola de Nieve empezó a rodar des-
de Ja cumbre, por encima de la nieve que encontra-
ba a su paso, aumnetando así de volumen a medida
que avanzaba.
Cuando hubo terminado su carrera, se encontró en
lo alto de otra cumbre tan elevada como la primera
y a la que habla llegado por el impulso del descenso.
r¿-. 3 Imitad a Bola de Nieve, que con tanta humildad co-
r,¿. mo guardaba en su interior llegó a la cumbre.
— Este sinvergüenza de Paloseco le ha hecho una n — Ahora va a ver cuántos pares son tres ta
chanchada al pobre Plumita. ¡Yo lo veng;aré! ^ chuelas divididas por la mitad.
— ¡Oh, qué felicidad: un alfiler! Quiere decir que /» — ¡ O h , qué suerte pistonuda: otro alfiler, otro
voy a encontrar un a m i g o . . . O amigo! ¡Y son dos!
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r^í 1 í
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==-==-^^P '^'^^
" — -
— Me parece que son muchas a l f i l e r e s , . . ¿No 1 f\ — ¡ O t r o , . . que tire y peguel ¡Aquf hay gato
habrá pasado por aquí algún s a s t r e ? X vi encerrado con guantes y galera!
A LOS NIÑOS LES INTERESA LEER LA PAGINA DE LOS GRANDES SORTEOS SEMANALES
«Ic.^^ Clitiii>cilfi Por PERCr CROSBY
E N E L L A Z O
— Buen día, señor Jiribisas: ¿quiere venderme A -— Voy a sembrar alfileres, que es mejor que
3 un paquete de al Hieres aristocráticos 7 n t sembrar ideas que no cuelan ni a empujones.
- ~ iPor la manzana de Adán! ]Otro alfiler, otro O — ¡Caracoles con s a l s a ! Sigruen los alfileres, I Esto
7 amifiro! Y van t r e s . . . O es una barra de amigrosl
1 ^X — Sí, Paloseco. Aquí estamos los amigas, pero ahora mismo le v a s a devolver el helado que
comiste a Plumita. ¡Vamos, no t e ha;^ás la estrella sonora! |Despachat
E L año pasado,
durante las va-
caciones, dia-
rios y revistas habla-
ron hasta el cansancio
cuentra en la piel y se
llama Ergosterine.
Como se verá, es-
tos hechos tienen mu-
cha i m p o r t a n c i a no
de las curas de sol
de líi solamente para los ni-
N4JmE
practicadas con entu- ños sino también pa-
siasmo en las playas ra la mujer en general.
mundanas así c o m o En las Indias, las
en los rincones más m a h o m e t a n a s que
modestos y apartados.
Esta nueva moda
ha sorprendido a to-
[br (DYriano pertenecen a la clase
rica pasan su vida a
la sombra del harén
do el mundo, encon- LAS CURAS DE SOL y en general se ven
trando unos, que la atacadas por una gra-
tal moda era muy I ve y dolorosa enfer-
buena y otros, al con- medad caracterizada
trario han llamado la atención sobre las por el reblandecimiento de los huesos, en-
serias consecuencias que pueden acarrear fermedad que no se desarrolla jamás en
los excesos que pueden producirse en el las mahometanas pobres que se ven obli-
organismo. gadas a ir a lavar al río, a los rayos solares.
Es evidente, que, como siempre, cuando En fin, se sabe que los médicos moder-
se trata de seguir una moda cualquiera, se nos hacen gran uso de los métodos que tie-
llega a veces demasiado lejos. Pero también nen por fin una estimulación de la piel
durante siglos se ha hecho todo lo contra- por medio de los baños salados y de los
rio dejando la piel empobrecerse bajo una rayos ultravioletas para luchar con efica-
vestidura demasiada tupida. cia contra el raquitismo y contra la mayo-
La piel es, en efecto, un órgano con fun- ría de las infecciones crónicas.
ciones absolutamente capitales. Está en- Llamo la atención sobre los rayos ultra-
cargada de protegernos bajo múltiples as- violetas, no importa cuáles sean sus gran-
pectos. En primer lugar ella impide el con- des ventajas, pues no dejan de tener cier-
tacto mecánico de los microbios y que pe- tos inconvenientes. Y no soy yo la que
netren en la intimidad de los tejidos: ade- hablo, sino que traduzco las opiniones de
más, como bien se sabe, la piel fabrica subs- muchos sabios médicos que han pasado
tancias que destruyen los gérmenes nocivos una vida entera estudiando tan arduo pro-
una vez que éstos han asaltado nuestro blema, Y dicen que es mal método aquel
organismo. De aquí, queridas que consiste en no hacer ac-
madrecitas, que cuando des- cionar sobre la piel nada
cuidamos las funciones de
nuestra piel, f a v o r e c e m o s
ZjyjjcartL^ 'T^^ f?"'. ,""^ ^°i^ p"í^ d^
nosotras mismas los micro- r la radiación que nos es trans-
bios haciéndonos más d - ^ mitida por el Sol.
sensibles, más aptas a Para no trastornar
ciertas infecciones, co- el equilibrio fisioló-
mo por ejemplo, la gico, es necesario, sal-
coriza, la angina, la vo ciertas circunstan-
bronquitis, en fin, a cias muy contadas,
todas las afecciones someter nuestra piel
de la mala estación. a todas las radiaciones
A d e m á s , se sabe rojas, así como a las
que una de las vita- amarillas, a z u l e s o
minas, la más impor- ultravioletas. No im-
tante, la vitamina D, porta lo que sea, la
que protege contra el cura de sol practica-
raquitismo y que es da durante el verano,
indispensable d u r a n - hace inútiles las curas
te el crecimiento del de i r r a d i a c i ó n que
n i ñ o , es fabricada el médico pudiera re-
por la luz con otra cetar durante el in-
substancia que se en- Di Bu Jo D E C A B A L L JÍ vierno.
ILiUt* tM jLa€h
a€Í9€f
Por MADOUKA
APA y mamá han prometido lle- gato, los canarios y los pececitos. Tilde recuer-
PcA-D-I-O
Nuestros propósitos
a radiotelefonía, el maravilloso resul-
L tado actual del progreso científico, es
uno de Tos más Valiosos medios de es-
parcimiento para las horas tranquilas y apa-
cibles del hogar, por lo cual negarle deter-
minado mérito resulta tan impropio como
reconocerle otros que no posee. Pero, consi-
derando que la rediotelefonía no alcanzó
todavía su grado máximo de perfecciona-
miento, tanto en su parte técnica como en
la artística es, sin duda alguna, digno de
admiración y aplauso el esfuerzo inteligente
de quienes la llevaron a tan alto punto de
adelanto en tiempo relativamente breve.
"Caras y Caretas", consecuente con la in-
variable norma de reflejar en . sus páginas
todo cuanto signifique nuevos ritmos de la
época, no reñidos con las buenas costumbres
ni con la cultura del país, se complace en
presentar a sus lectores radioescuchas esta
nueva sección de radio, que tiene por objeto
dar una de las mejores y más completas in-
formaciones en la materia, y que se propone
mostrar ante los ojos del aficionado a sus
artistas predilectos tales como actúan en el
ambiente radiotelefónico.
"Caras y Caretas" pondrá al servicio de
su nueva sección, iniciada en amplia forma,
todos los poderosos medios de organización
e información periodística que la han colo-
cado dentro de la prensa del país en uno de
los más destacaidos puestos, después de trein-
ta y seis años de lucha.
Artistas, cantantes, conjuntos orquestales,
actores y actrices del radioteatro, personali-
dades de la radiodifusión, actividades y no-
vedades en la construcción de aparatos re-
ceptores y accesorios en el país y en el ex-
tranjero, notas de crítica y de comentarios
donde se aplaudirá generosamente toda ini-
ciativa artística o técnica que signifique un
paso adelante en la cultura y en el mejora-
,miento de las trasmisiones radiotelefónicas;
serán otras tantas materias que trataremos
y divulgaremos con criterio amplio, siguiendo
nuestra ética periodística, ya tradicional y
conocida de la masa de nuestros lectores en
todo el país y en América del Sur.
Nos proponemos, pues, dedicar a la radio-
telefonía toda la atención que se merece
LIBERTAD LAMARQUE como medio de cultura, pero trataremos tam-
bién, sin ahorrar esfuerzos, de encauzarla en
La reina del tango, consagrada defi- rumbos decisivos hacia un nacionalismo am-
nitivamente por todos los públicos, es plio y puro, tal como lo requiere ya impe-
una de las figuras más destacadas y su riosamente el alto grado de civilización alcan-
voz, suave y encantadora, una de las zado por el país en todas sus manifestaciones
más escuchadas por los aficionados. de vida colectiva.
CARAS Y CARETAS - RADIO
Los precursores de la
radiotelefonía en el país
Por Federico E. Bos
AN transcurrido más detre» ""Zimroermann y muchos otros, cuyos nombres no
ce años desde que "Caras recuerdo en' este momento. Dias antes, en el
y Caretas" publicó un in- estudio del doctor Francisco López Lecube, se
teresante artículo de don había resuelto constituir una sociedad de ami-
Juan A. Otero, inteligente" gos con él objeto de continuar unidos los ex-
e incansable investigador perimentos y-divulgación de los estudios radio-
científico. En la primera telefónicos, habiendo adherido a la iniciativa,
parte de esa colaboración, además de las personas nombradas, los señores
aparecida el 7 de agosto de Horacio Gutiérrez Larreta, V. Raúl Christensen,
1920, decía su autor: Luis'Quade, Rodolfo J. Evers, Ángel Berazate-
"Si algunos años atrás nos gui, Roberto y.'Colombo, R. Metzler, Enrique
hubiesen dicho que nuestra L. RepettOj Juán,M. Arechavala, Enrique Su-
vos iba a ser oída a distan- sini, Luis Roníero, Miguel Mujica, César Gue-
cia de algunas cuadras sin comunicación alguna, rrico, José Cañáis, Benjamín Gaché, Federico
nos hubiéramos reído, pero hoy día en que la elec- Lüdke, Manuel C. Evers, P. Passo, Américo
iricidad a cada paso nos brinda una nueva mara- Gatti y A, Arlía. Habla Orlandini, y con pala-
villa nuestro temperamento se ha hecho crédulo; bra serena,' convincente, predice el porvenir de
asi es que no ha mucho el telégrafo nos ammciaba la radio y su rñafavilloso progreso, instándonos
un nuevo portento: la Melba, que cantaba en Lon- a realizar cuanto antes la fundación de la socie-
dres, había sido oída simultáneamente en Roma, dad; Quevedo lo secunda entusiasmado, y los
Madrid, Berlín, Estocolmo, París, La Haya, etc., demás asentimos, contagiados por su optimismo.
y lo creímos. El 21 de octubre de 1921 se reunieron en el
" La impresión que se recibe con una noticia de salón de actos de "La Prensa" más de setenta
esa magnitud es de estupor, pero si se entra a ana- aficionados, constituyendo la asociación deno-
lizar la forma o mecanismo empleado, no sola- minada "Radid.'CIub Argentino", cuyas autori-
mente resulta comprensible, sino hasta sencillo." dades quedaron constituidas asi:
Poco después, en 23 de octubre del citado uño, Presidente, -Capitán de navio Luís F. Orlan-
don Horacio Martínez Seeber, uno de nuestros dini; vicepresidente, Juan Quevedo; vocal y se-
primeros radioexperimentadores y hábil opera- cretario, Guillermo Rojo; vocal y tesorero, Teo-
dor telegráfico, publicaba también en esta re- doro M. Bélíoq; vocales, César J. Guerrico,
vista una nota titulada: "Estaciones radiotelefó- Enrique Susini y Francisco López Lecube.
nicas de aficionados", con esquemas de circuitos Desde el primer momento, debido a la inte-
y fotografías de los a p a r a t o s transmisores- ligente ofientación y ponderable actividad de
receptores de Eduardo Devoto, César Guerfico sus dirigentes, el club logró un vertiginoso pro-
y Miguel Mujica. El principio de esa colabora- greso, refirmado durante la presidencia siguien-
ción revela la infancia de la radiotelefonía argen- te de don Ezequiel P. Paz, que contribuyó ge-
tina, en la forma amena siguiente: »•.•• nerosamente al adelanto de la entidad, secun-
"Para muchas personas será, seguramente, una dado por los demás miembros de la comisión.
novedad el hecho de que diariamente en Buenos y ya contando siempre con nuevos, desintere-
Aires se mantengan conversaciones que se prolon- sados y hábiles propulsores, el "Radio Club
gan por espacio de horas, sin que para ello sea Argentino" siguió tendiendo a la difusión de la
necesario el empleo de ningún conductor. Se tra- radiotelefonía en la forma prodigiosa que hoy
ta simplemente de estaciones de teléfonos sin contemplamos.
hilos instaladas por sus propietarios, según los En 1920, la plana mayor del elemento joven
últimos adelantos de la ciencia, y si al principio radioaficionado estaba formada por la sociedad
el sistema usado no se prestaba para grandes apli- amigable de Susini, Mujica, Guerrico y Rome-
caciones, en la actualidad se ha conseguido, me- ro, más conocida con el nombre cariñoso de
diante un aparato transmisor, instalado en el tea- "los muchachos del Coliseo". Es justo recor-
tro Coliseo, enviar a cierta distancia la música dar también a Ignacio Gómez, consciente in-
V canto de las óperas que diariamente se repre- vestigador en c! campo de la electricidad; a los
sentan en su escenario. Es decir: que cómoda- hermanos Evers, estudiosos y excelentes opera-
mente instalados en sus respectivos domicilios, dores telegráficos, y a Benjamín Gaché, perse-
pueden gozar de un privilegio que seguramente verante y de práctica orientación. Otra socie-
no se lo imaginaron hace unos meses, los mismos dad de amigos muy jóvenes la formaban Gui-
que hoy escuchan la representación como la cosa llermo y Alfredo Guntchc, Jorge Ducloux y
más natural del mundo." Enrique L. Rcpetto, entusiastas de los estudios
Evoco una tarde de septiembre de 1921. Al radioeléctricos.
entrar en un comercio electrotácnico de la calle Constituía entonces la nota exquisita femenina
Talcahuano, me recibe, afectuoso, el ingeniero en el ambiente de la radio la amable señorita
Federico N. del Ponte; a su lado trabajan con Lucy, esposa hoy de Guillermo Guntche. Su
íiran actividad Ramón Ator y Julio Blomberg. colaboración fué valiosa y muy apreciada por
Llega el entonces capitán de navio don Luis los radioescuchas.
F. Orlandini, hoy contraalmirante retirado, y Entre los primeros socios del "Radio Club
minutos después los señores Juan Quevedo, Argentino", asiduos concurrentes al modesto
Guillermo Rojo, Teodoro M. Belloq, Roberto local de la calle Belgrano, que fué cedido en
CARAS Y CARETAS RADIO
condiciones generosas por el antiguo "Club Em- te rogaba a la estación transmisora que ce-
pleados de Compañías de Seguros", recuerdo a: sara de torturarlo. Al escuchar un solo de vio-
Rafael A. Mastropaolo, Eduardo Jacky, Pedro lín rechinaban los dientes, y con tantas de-
Mario Arata, Ovidio Carpinacci, José Roberto ficiencias de transmisores y receptores se
del Rio, Primitivo Padilla, Adrián B. Jones, producían no pocos casos de neurastenia ra-
Fernando Sauze, Carlos Braggio, Federico Gui- diófoba.
llermo Rodríguez, Marcelo Rasse, Manuel To-
rrado, José M. Polledo, Segundo Pío Isaac Acu- • D I B U J O D E V A L D I V I A ^
ña, Carlos Fontana y
Nicanor Arévalo.
j H e olvidado citar
otros nombres? Es muy
posible. Se requiere una
memoria privilegiada pa-
ra retener los detalles de
acontecimientos ocurri-
dos hace muchos años.
Pero si involuntaria-
mente omití algunos,
sirvan estas líneas a ma-
nera de disculpa, y tam-
bién para completar su
intima satisfacción por
no haber estado ausen-
tes en aquella hora se-
ñalada.
Para los que se que-
jan en la actualidad de
los programas de radio,
les detallo el que escu-
chábamos entonces, no-
che a noche, con pocas
variantes:
1» R a d i o t e l e g r a f í a
desde estación oficial
Dársena.
2« Habla Jorge Du-
cloux y comunica a sus
amigos que debido a un
descuido ha quemado de
golpe 4 válvulas france-
sas ($ 60 m|n.).
3» Otra vez Dársena.
4' Quevedo saluda ca-
riñosamente a los ami-
gos y solicita con su
amabilidad característi-
ca que se le indique por
teléfono cómo se le es-
cucha.
S» Silencio. Dársena
transmite la hora oficial.
6» Habla Ignacio Gó-
mez. Nos maravilla la
nitidez y potencia de sus
transmisiones.
7» Una verdadera en-
salada; Dársena, Du-
cloux, Gómez, Quevedo,
todos juntos, cubriendo
una a otra onda.
Naturalmente, en to-
dos los números indica-
dos, excepto en los de
Dársena, se intercalaba
uno que otro disco.
L,as primeras trans-
misiones de piano pa-
recían un redoble sobre
lata vacía, y al cantar
el excelente y conocido
tenor Aldo Rossi, más
de un aficionado oyen-
El contraalmirante (R.) don Luis F. Oriandin!, director de Comu-
uicacioncs de la Armada en 1921, que cou singular acierto y per»
saveranto labor determinó el ¿xito de 1* radio en el pait.
CARAS Y CARETAS
RADIO LO Q U E
J U A N
DE DIOS
FILIBERTO
MERCEDES
C A R N É
C
OMENZÓ SU labor artística ante el micró-
fono en el año 1928, por Radio París.
Abundaban en esa época (como abun-
dan también ahora) los candidatos con
C debuto por radio, frente a su orquesta
sinfónica, se produjo entre los radioes-
cuchas un inusitado movimiento de cu-
méritos más o menos aparentes. Pero Mercedes riosidad por escuchar al popular músico que tan-
Carné supo triunfar del montón para destacarse to trabajó por dignificar la canción nacional.
bien pronto gracias a su inteligencia, a su amor Filiberto no escribe un tango todos los me-
al estudio y a un su innato don de simpatía, ses. El mismo nos dice que le sería imposible.
que irradia generosamente de sus parlanchines Apenas si llega a ¡a docena su producción mu-
ojos negros. (Esto último no lo puede gustar sica!. Pero ¡qué espiritualidad, qué fresco sabor
el radioescucha: peor para él. Paciencia y espe- a pampa, qué dulce estremecimiento, qué dolor
rar hasta la televisión). lírico hay en cada una de sus páginas musica-
Mercedes Carné merece el favor que le dis- les I Porque Filiberto, al escribir, no busca los
pensa el publico por el afán que pone en la motivos en hechos ajenos a sí mismo; por e¡
selección de las canciones que interpreta ante contrario, reconcentra su generoso espíritu, lo
el micrófono. Comprende que es necesario no tortura, lo exprime y va volcando en el papel
pervertir el gusto del oyente dándole sin medi- pentagramado todas las expresiones de su rica
da ni tasa todo cuanto se produce por ahí. El sensibilidad.
folklore argentino necesita hoy más que nunca — Después de mucho batallar conseguí un
de esta clase de intérpretes inteligentes y bien sitio para mi orquesta porteña en Radio Excel-
intencionados. El porvenir de la música nacio- sior. No tengo inconveniente en proclamar a
nal será brillante siempre que abunden las todos los vientos que mi orquesta no se parece
Mercedes Carné, guiadas por un propósito cul- a ninguna otra. Sus componentes no son im-
tural firme. provisados: son jóvenes, pero músicos estudio-
La gentil cancionista nos dice: sos de verdad. Me dicen que mi conjunto es
— Mi fuerte son los valses y es en ese género triste y poco sonoro. Puede ser, pero, en cam-
de canción donde he obtenido los triunfos que bio, ¡es criollo, genuinamente criollo I La.s par-
más me-halagan, dándome ánimos para prose- tituras se orquestan como si fuera un conjunto
guir en mi labor artística. Entre mi repertorio, de música clásica. No se hacen improvisacio
recuerdo con especial cariño a los valses titu- nes. Y si usted tiene oído musical y ha escu-
lados "Canción de cuna", "El último vals" y cliado a mi orquesta porteña, habrá advertido
"Clyde", de Héctor Bates, compositor predi- que no hay "pastosidad" en el sonido, que los
lecto. Procuro poner, cuando actúo ante el mi- instrumentos no se combaten unos a otros en
crófono, todos mis sentidos; olvidarme de mí el tono y que, en fin, hay un propósito genera!
misma para entregarme por entero a la melo- de hacer música pura y n o . . . puros ruidos. No
día que ejecuto. Y a propósito de esto, puedo crea que mi tarca de elevar la música nuestra
contarle una anécdota divertida. Me hallaba en ha sido fácil y risueña. He sido combatido ru-
gira por Marcos Juárez. Una noche, en que damente, han querido negarme como artista y
cantaba en el teatro local, llevada por esta cos- como músico y me han hecho desesperar má?
tumbre de olvidarme de mí misma, en un pa- de una vez. Pero, ¡no importal El Arte es la
saje patético de la letra de un tango, adelanto vida, y la vida es eso: ¡lucha, combatel Tengo
Un paso con los ojos cerrados y (pum! desapa- un camino trazado; sé dónde voy, y no habrá
rezco por el sitio del apuntador, que estaba sin fuerza humana capaz de desviarme. ¿ Llegaréf
tapa. No fué nada más que el susto. P e r o . . . Lo ignoro. Sin embargo, una voz secreta me da
aprendí a no cerrar los o j o s . . . sobre todo en fuerzas para atrepellar obstáculos y derribar
escenarios desconocidos, cuyas trampas nos ace- vallas y me dice que el triunfo, como el genio,
chan en la penumbra. en el ochenta por ciento de los casos, no es más
que voluntad, la voluntad de todos los minutos,
Mercedes Carné canta por Radio Fénix y por de todos los instantes de la vida.
Radio Stentor.
NOS DICEN... CARAS Y CARETAS
RADIO
L E Ó N
FONTOVA
SEÑORITA
ALEGRI
Fadings
E L micrófono ha reve-
lado nuevas formas de
la audacia y nuevos
matices del temor. Ante él
la vanidad siente ataques
de microfonomanía, y la
timidez, terrores microfo-
nófobos.
El micrófono se parece
más a un pandero que a
un teléfono. ¡En buenas
manos está el pandero!
COPLAS
CARLOS GARDEL RADIOANDALUZAS
El cantor máximo, que llevó el presti-
gio de la canción criolla más allá de las
Radiomicrofoneadora:
fronteras patrias, t r i u n f a n d o donde el cuando te "radioescucbé"
tango aun no puede hablar al alma del "radioperdí" la cabeza
pueblo. Su arte exquisito ha formado y me radioenamoré".
escuela, pero no ha podido ser imitado.
Dicción clara, voz extensa y bien timbrada
y sentimiento netamente criollo son sus Ayer se murió un "espí-
características más destacadas. [quer"
y hoy lo llevan a enterrar.
Mi niña "yora" de pena,
yo "yoro" por no cantar.
CARAS Y CARETAS RADIO
"Sintonía", d i r i g i d a
por el señor Emilio
Karstulovie.
"Antena", cuyo director, don Raúl
Bordenave, fué un prestigioso cola- "Comedia", cuya dirección artística la
ejerce el señor José P. Villanueva.
borador técnico de radio en "Caras
"Revista TelerréHca", di. y Caretas", donde supo rodeau'Se de
rígida por el seSor Domln. simpatías y amistades. Radio Revista, d i r i g i d a por
go Arbó. el señor Ignacio M. Gomes.
CARAS Y CARETAS — RADIO
La radio y la evocación
P o r J U L I O
de la época rosis ta
1 ?i D A R T E
matices e incorporada a
la cultura popular. El
pueblo tiene hoy una vi-
sión de la ciudad post-
colonial durante la época
de la dictadura de don
Juan Manuel. Por un es-
fuerzo de grata atención
auditiva, ha reconstruido
las calles sombrías de la
vieja Buenos Aires, su
rancherío suburbano, la
ingenua estética funda-
mentadora de su edifica-
ción céntrica, la linea
austera de sus puertas y
sus ventanas, la sobriedad
de sus salas enjalbegadas,
de sus patios floridos y
de los muebles de sencilla
factura; todo ese escena-
rio que fué campo de nu-
merosas tragedias bajo la
rígida mano del Restau-
rador. Y, por esa misma
atención auditiva, ha plas-
mado las siluetas nervio-
sas y ágiles — tanto en
el pensamiento como en
la acción — de los pro-
hombres federales y uni-
tarios, de martirizadores
y mártires, de esclavos y
de libertadores, de seres
viviendo perpetuamente
en un tenso estado de áni-
mo : Rosas, Lavalle, Cui-
tiño. Mármol, Quiroga,
Maza, los Várela, etc.,
que dejaron de ser som-
bras pretéritas para trans-
formarse en hombres de
hoy. Pero no sólo los
que s o b r e n a d a n en el
océano agitado; también
el océano mismo es soni-
do y forma en la imagi- K, .^5^^^
nación : el conjunto abi-
garrado y confuso de los
que defendían el ideal
unitario y de los que se jugaban la vida por el tro, y es que la radio otorga al hombre el
rubio señor de horca y cuchillo; de los que pre- derecho de imaginar, con una generosidad que
gonaban la grandeza de la causa y de los que no dispensa ningún género literario. Y no se
poblaban de ayes y lamentos el ambiente som- nos objete que de la imaginación se deriva más
brío, coloreado en rachas violentas por el sable hacia la leyenda que hacia la historia, porque
y el rojo uniforme del mazorquero... La radio la leyenda, en el ánimo del pueblo, sostiene más
ha realizado el prodigio que nunca pudieron las verdades históricas que la historia misma.
lograr el tratado, la novela, la poesía y el tea- • DIBUJOS DE ALVAREZ T
CARAS Y CARETAS RADIO
saludos a sus familia-
M IENTRAS don
Enrique Del
Ponte, di-
rector artis-
res que se hallaban en
una estancia del Uru-
guay. Muy bien. Pre-
vias las explicaciones
lico de Radio Fénix,
despacha varios asun- del caso, instalo al
tos importantes, el candidato ante el mi-
cronista observa cl crófono, abro la llave
movimiento incesante de comunicación y lo
de la broadcásting. El invito a hablar. Nada.
teléfono de la admi- El estanciero me mira
nistración funciona absorto y no dice es-
sin cesar: voces feme- ta boca es mía. Cierro
ninas p r e g u n t a n : la llave. Nuevas ex-
,; cuándo toca la or- plicaciones. Abro la
questa de Fulano? ¿A llave, "i Hable 1" Si-
qué horas canta Men- lencio. Cierro de nue-
gano? ¿Cómo se lla- vo la llave y lo incito
ma el tango que aca- a hablar, dictándole
ban de tocar? las palabras adecua-
das. Abro la llave:
LxDs artistas entrar ¡ hable I El candidato
y salen rápidamente se acerca al micrófo-
Kl elemento femenino no y grita: "i Perico,
es formidable: ningu- Perico!" E s p e r a un
na de las artistas que rato y luego, alarma-
vemos pasar como vi- do, se dirige a mí, y
siones, tiene nada que me dice: "i No contes-
temer a la televisión y t a ! " . . . Esa era la ra-
algunas saldrán ga- dio de aquellos tiem-
nando un cien por * ». » ' ^ • pos.
ciento de admiradores.
Un joven "chanso- ¿Qué influencia
nnier", de buena pinta cree usted que tiene
y que resguarda su
g a r g a n t a cuidadosa-
Don Enrique Del ronte, la radio en la educa-
ción de los niños?
mente con un blanco — Enorme. Es un
pañuelo de seda (¡el primer director artístico de arma peligrosísima si
clima de Buenos Ai- no se usa con toda
res es tan traicionero broadcásting en la Argentina suerte de precaucio-
nes. En nuestro país
con las cuerdas voca-
les I), se acerca al te- parece que las autori-
léfono, pide un núme- dades no se han dado
ro y con voz arru!la- Recuerdos de los primeros tiempos de la cuenta de ello, pero en
dora entabla una con- radio. — Radio Cultura en el Plaza Hotel. Europa, por ejemplo,
versación. Sólo oigo: el gobierno mantiene
"Canto ahora, ¿me va
— Las primeras trasmisiones del teatro sobre las broadcastings
a escuchar?" La res- Colón. — Anécdotas de aquellos tiempos: una vigilancia incesan-
puesta le satisface, "Perico, Perico... No contesta". El pro- te y extricta. La radio
porque e n t o r n a los es un factor poderosí-
greso de la radiotelefonía. — Misión del simo en la educación
ojos como si estuviera
ante el micrófono. nuevo arte. — La educación infantil por musical de los niños.
Pierdo el final del medio de la radio. Imagínese por un ins-
numero porque don tante que en el último
Enrique Del Ponte me invita a pasar. rancho de Jujuy pudiera haber un cerebro de ni-
Es un hombre joven, a pesar de las hebras de ño maravillosamente conformado para ser un ge-
plata que brillan ya en sus sienes. Supongo que nio musical. ¿Qué medios tiene para escapar del
son canas que le debe al arte radiotelefónico. ambiente que no le habla de música? La radio.
Porque don Enrique Del Ponte es el primer di- Pero si lo que escucha son tangos, rancheras, fox-
rector artístico que tuvo una broadcásting ar- trots y demás "bailables", jamás podrá llegar a
gentina. No sin placer evoca aquellos tiempos: formarse la cultura que necesita: para él, tales
— Han pasado nada más que once años; ¡ pero musiquitas serán lo mejor que haya y no podrá
qué marcha vertiginosa! Radio Cultura transmitía concebir nada más allá. En cambio ¿de qué for-
desde el Plaza Hotel con sólo 25 vatios. Eramos midables sugerencias no es capaz la radio? Pero,
unos pocos entusiastas que no dudamos del porvenir para ello, es menester un programa organizado que
de la radio. ¡ Cuánta lucha, cuántos tropiezos I Sin hasta ahora no se ha puesto ni siquiera en estudio.
embargo, fuimos triunfando, poco a poco, de los — ¿Usted cree que se llegará a una reglamen-
incrédulos y de los escépticos. Y hoy, ya lo ve tación al respecto?
usted, hasta qué punto ha llegado la competencia. — Ya debíamos haber llegado. Cuando las broad-
— ¿ Tiene usted alguna anécdota de entonces ? castings tengan la autoridad de los grandes ór-
— Una muy divertida. En aquel tiempo, las au- ganos de la prensa, y puedan imponer un programa
toridades permitían que se hicieran comunicacio- cultural y decir que fio a ciertas imposiciones; en-
nes particulares desde las broadcastings. Una vez, tonces se habrá dado un gran paso y la radio será
se me presentó un señor estanciero, rico y muy lo que debe ser: vehículo de cultura, manifestación
elegante, recomendado por un de arte y buen gusto llevados
general, y me expuso sus de- C O N T R O L D E T O N O hasta el último confín de la
seos de dirigir por radio unos D I B U J O Q E V A I. o I V I A tierra.
CARAS Y CARETAS RADIO
C so la sonoridad es-
trepitosa de los alto-
parlantes colocados en las
puertas de los comercios,
una sostenida campaña de
la prensa puso fin a una si-
tuación que se tornaba ca-
da vez más insoportable.
Los comerciantes compren-
dieron inteligentemente que
por esa vía se llegaba al
hartazgo radiotelefónico y
con muy buen acuerdo de-
cidieron acallar las voces de
aquellos monstruos incan-
sables de tormento. Pero
ahora, este monstruo ha
surgido en una nueva for-
ma, aunque más atenuada:
Ciertos particulares dan to-
do el poder a su receptor y
mientras se dedican lejos
del sitio a menesteres case-
.. ros, aturden los oídos del
vecino que, da la casuali-
dad, no está en disposición
de oír música. Es necesario
hacer comprender al propie-
tario de un receptor que así
como el ejercicio de sus de-
rechos de dominio no va
más allá de las paredes de
su casa, tampoco puede
usar el aire de la atmósfe-
Én la radio abundan las cancionistas, y
ra para meterse en la pro- puede decirse que es el género más impla-
piedad ajena. Señores pro- cablemente atacado por miles de aficiona-
dos. Destacarse es cosa difícil. Es lo que
pietarios de receptores, un ha hecho Mercedes Simone. Dueña de una
poco más de consideración excelente voz y maestra en el difícil arte
de la canción popular, la conocida artista
con los oídos del vecino y se cotiza entre los valores más firmes de
un poco más de discreción la radiotelefonía.
en el uso y no abuso de su
radio.
CARAS Y CARETAS — RADIO
Receptores modernos
M UEBLE elegante y lujoso, de ro-
ble, con inscrustaciones "de boj-
Equipados con 11 válvulas y 2 alto-
parlantes electrodinámicos gemelos.
Chasis y condensadores variables, flo-
tantes sobre goma. Dial registrador
de estaciones. Control de tono y auto-
mático de volumen. Flecha indicadora
de las estaciones sobre el dial. Nuevo
sistema de sintonización por sombra.
Dispositivo para evitar el ruido de las
interferencias atmosféricas. Control
de distancia. Blindaje especial que
absorbe ¡os ecos que tienden a salir
por la parte posterior de la caja ar-
mónica. Este modelo es para corriente
alterna, pero existen otros parecidos
que funcionan con corriente continua.
La primera carta
Señor Director de la secoión "Radio"
de "Caras y Caretas"
Estimado señor:
Envío a usted mis calurosas felicita-
ciones por la iniciativa de "nuestra" revista
de publicar, en breve, xina sección de "Radio".
Y digo nuestra revista» porque "Caras y Caretas"
pertenece a todos los argentinos, por su moda-
lidad y por su patriotismo.
Guando aparezca su sección, no olvide
usted de recomendar a los radioescxiohas algunos
números sumamente interesantes, que a veces no
figuran en los programas. Uno de éstos, que ocu-
pa con toda justicia el primer puesto, es el de
las sesicnes del Honorable Concejo Deliberante
de la Capital, transmitidas por la bróadcásting
Municipal. Puede sintetizarse su valor en pocos
palabras s elocuencia, erudición, cultura. Bien
dice el proverbios "lo más caro es siempre lo
mejor".
Después de indicarle un número que
equivale a una "fija", paso a otro asunto.
Me pregtintó días pasados un amigo, oyen-
te de radios
— ¿Has escuchado cómo se ríe el querido
actor X, primera figura del conjunto teatral Z,
tan apreciado por el público? ¡Qué lástima!
Mientras tanto, desde tin negocio radio-
eléctrico cercano, el altoparlante difxindía la
voz melodiosa de un cantor. Sus notas intermina-
bles abarcaban "de pecho", toda la escala musi-
,• cal, revelando pulmones y garganta juveniles.
t,, -]Chao!, y que Dios te conserve los
^•^-s^ tímpanos-me dijo mi amigo,
í/V' Hasta otra y disculpe.
«^^^^^
Interrup'
clones
molestas
P ODER escuchar desde un
cómodo sofá, en pantu-
flas y saco liviano, a su
cantante favorita o los acor-
des ajustados de una excelen-
te orquesta que ataca una
melodía de dulce sabor evo-
cativo, es un placer que ig-
noraban nuestros abuelos y que
nos brinda, en estos tiempos
modernos, el producto inge-
nioso del cerebro humano.
Con ningún esfuerzo, con sólo
dar movimiento a un aparati-
to que se llama dial, nuestra
fatigada mano puede hacer el
milagro de traer al hogar la
mejor música del mundo, las
voces más melodiosas o el hu-
morismo humano capaz de fa-
cilitar las más difíciles diges-
tiones. ¡ Oh, maravilla, que
hubiera vuelto locos a nues-
tros abuelos I ¡ Oh, prodigio-
sa facilidad para sumergir
nuestro espíritu en dulces sue-
ños de prosperidad, mecidos
por notas adormecedoras o
vivaces! Sí, señores, es un
encanto. Pero de pronto, una
voz interrumpe el encanto
que nos ocupa y nos despierta
a la realidad, bruscamente, y
nos arroja del mundo musical
en que vivíamos para recor-
darnos cosas q u e . . . ¡ vamos!...
no son por cierto de pública
utilidad. Somos optimistas y
creemos que tal costumbre se-
guida por algunas broadcas-
tings puede remediarse con
suma facilidad. Con poner di- TOMAS SIMARI
chas comunicaciones interrup-
toras al principio o fin de los Actor v e t e r a n o , de abundantes recur-
sos cómicos, cuyas originales creaciones
números musicales, no se ha- radiotelefónicas le han granjeado las sim-
brá perdido nada, y el oyente, patías y preferencias de un público cada
muy agradecido, seguirá ben- vez más numeroso. Su popularidad au-
diciendo a la radio que le per- mentó en un cíen por cíen, gracias a su
mite digestiones realizadas al labor ante el micrófono.
compás de su música favorita.
CARAS Y CARETAS RADIO
uitice minutos
los actores
asares
Pearsoti'-Walk
T
para probar la calidad de
las voces; cuántos ensa-
yos, cambiando distancias,
lugares para que los to-
nos no aparezcan iguales!
Porque los artistas del ra-
dio teatro sólo tenemos un
medio de expresión: la voz.
Con la voz debemos suplir, el
escenario, las candilejas, la ca-
racterización de los personajes y
hasta el movimiento escénico. En
el teatro, la máscara del actor rea-
liza, casi la mitad de la labor; a ve-
ces, un gesto de sus manos es más
A elocuente que la más afortunada
de las frases. Pero ante el micró-
fono todo eso desaparece y queda
sólo la voz.
^ STos dos artistas, que cultivan el difícil A esta altura del reportaje, interviene doña
1 I
^
género de la. íilta comedia son, sin duda
alguna, los más populares del radio
teatro.
Comenzaron a actuar por Radió Splendid
Olga Casares Pearson, término femenino del
binomio, que está, así, completo:
— Todo eso — dice — sin contar el arreglo de
los textos. El artista radiotelefónico debe su-
gerir al oyente todo lo que no ve. Mire esta
liace cinco años, interpretando diálogos escritos
especialmente para el micrófono con tal éxito comedia, arreglada por mí para el micrófono.
que de inmediato se decidieron a ampliar sus Fíjese en la cantidad de acotaciones: es casi un
actividades artísticas, reclutando una verdadera texto nuevo. Créame que esta tarea de arreglo
compañía radío teatral. es mucho más ingrata que los sacrificios que
Es indudable que existe una enorme diferen- supone para el intérprete el ejercicio de su arte.
cia entre el teatro de escenario y el teatro del —'Una pregunta, ¿qué género gusta más ai
micrófono, diferencia que se hace más visible público: el drainático o el cómico?
en la parte técnica. — El dramático — afirma rotundamente Án-
Montar una obra radiotelefónica, ensayarla gel Walk. — Lo cómico no resulta por radio.
y afrontar luego al público oculto, son cosas Y la explicación es bien sencilla. El oyente no
cuyas modalidades interesan de manera indu- puede "ver" al actor y por consiguiente no hay
dable al espectador que desde su casa se dispone mímica posible, que es el cincuenta por ciento
en los ratos de descanso a saborear los frutos del triunfo en el género cómico. En cambio,
del ingenio humano. lo dramático, tiene un éxito contundente. Cuan-
Para develar el misterio que todavía rodea do transmitimos una comedia amable, jocosa,
al radio teatro, nos propusimos entrevistar a las cartas que recibimos por día alcanzan ape-
la pareja Casares Pearson-Walk, los mejores nas a cien o ciento cincuenta. Cuando "repre-
"técnicos" sin duda alguna, del asunto. Y les sentamos" una obra fuerte, de emoción, de
llamamos técnicos aprovechando que la "tec- angustia, o de ideas vigorosas, las cartas aumen-
nocracia" es una palabra puesta de moda tan hasta seiscientas. Esto de las cartas es el
en la terminología de los que se precian de barómetro fiel que marca el interés del público.
eruditos. Hay algunas cartas de felicitaciones que ya
Don Ángel Walk, el término mascuhno del no son cartas, sino presentaciones o especies
interesante binomio, nos recibe con la cordiali- de álbumes: una, por ejemplo, tiene mil dos-
dad propia del artista criollo. cientas firmas. La correspondencia constituye
— Sí, señor, la técnica del radio teatro es un nuestro orgullo, pero también es nuestro crítico
tema muy interesante. Puedo tratarlo a fondo más severo y ante él debemos inclinarnos como
gracias a mi experiencia de cinco años. El pú- ante un dios todopoderoso. Sin embargo, hasta
blico que nos escucha no se imagina la improba ahora, este crítico de cien mil oídos no hace
labor anónima que significa el montaje radio- más que aplaudir nuestra labor y nuestro re-
telefónico, asi lo llamaremos, de la más insigni- pertorio. No podemos quejarnos, ¿verdad Olga?
ficante de las obras. El micrófono es un ser Y el término femenino del popular binomio,
misterioso que depara crueles sorpresas al que asiente con la más "radiotelefónica" de sus
no lo entiende, i Cuántas experiencias, señor, sonrisas.
C A R L O S O N
CARAS Y CARETAS — RADIO
El NACIONALISMO en la
RADIO
iel a su posición en el pe-
F riodismo del país, " C a r a s
y Caretas" se propone des-
de .esta sección radiotelefónica
bregar sin descanso por lo que
fué siempre su definido propósi-
to cultural: el nacionalismo.
La radio, por su poder de pe-
netración en los hogares de la
República, está en magnífica si-
tuación para desarrollar un am-
plio "programa de nacionalismo
integral, suficiente como para in-
filtrar en el espíritu de cada uno
de los habitantes la confianza
que las fuerzas vivas del país se
merecen por la juventud gene-
rosa de sus impulsos fructíferos.
Hasta ahora son contados los
programas radiodifusores que se
señalan a la consideración públi-
ca por su fin artístico nacionalis-
ta. Prima, por el contrario, una
especie de confusión en la que
se mezcla toda suerte de nú-
meros exóticos, cuyo exotismo,
la mayoría de las veces, no logra
disimular su mediocridad. Mirar
hacia dentro del país y no hacia
afuera, debe ser el lema, sin in-
currir, no obstante, en intransi-
gencias. En fin, haciendo uso de
un criterio amplio y comprensivo
puede variarse completamente el
rumbo impreso^ en la' actualidad
a las actividades radiotelefónicas,
sin llegar a rebajar el nivel de la
calidad de las mismas.
Todo programa, pues, orienta-
do hacia un nacionalismo sano y
IGNACIO CORSINI
puro tendrá de nuestra parte el co-
El timbre melodioso y varonil de sn rrespondiente aplauso y la valiosa
voz y el modo inimitable con que ejecu- ayuda moral y material que supo-
ta sus interpretaciones de la música po-
pular, hacen de este artista un trovero ne el periodismo creador de orien-
de valiosas dotes artisticas. taciones culturales.
CARAS Y CARETAS
FcA-D-1-O
Actuantes en el micrófono
Enrique Delfino. Zita Nelson. Carlos Gardel. Libertad Lamarque. León Fontova.
Lorenzo Olivari. Mercedes Carné. Federico Mansilla. Patrocinio Díaz. Alberto Vila.
Fernando Ochoa. Ada Falcón. Carlos Rodríguez. Azucena Maizani. Alberto Diana Lavalle.
Paquito busto. Dora Davis. Ernesto Fama. Mercedes Simone. Carlitos Roméu.
'^'^'R^Ááír^^' A C T U A N T E S EN
Félix Mutarelli. Sofía Bozán. Juan de Dios Amalia Viglione Adolfo R. Aviles.
Filiberto. de Oncto.
w^
Silvio Spaventa. M.iximo Orsi Raquel Notar. Osear Ugarte. Antonio Molina.
C. Nicolás Di Sarli I il.i MIIKHH' Silvia Gueinco Clara Alilani Virgilio Da Cos'.a
(B. Blanca). (Montevideo) (Rosario).
" C H I S P A Z O S DE T R A D I C I Ó N "
Sentados: E. Soler, E. Larrossa, Pilar Pina, A. Maciel, M. A maya, B. Pérez, E. Magol, L. Guzmán,
A. Ferrer, R. D. Gallardo, Tita Galatro, B. Ferrer y C. de Flores. De pie: J. C, Grana, J. Jerez, E.
Calvet, J. Suárez, D. Conté, D, Fernández, B. Ruiz, R, Merlo y C. Zarate.
" B A J O LA S A N T A FEDERACIÓN"
Sentadas Emilia Márquez y Mecha Cano. De pie: Samuel Sande, Máximo Orsi, A. Lara, Alberto
Martínez, Juan M. Velich, Raquel Notar, Raquel Simar i, A. Gordillo y Francisco Mascandrea.
CARAS Y CARETAS
T E A T R A L E S RADIO
Jaime Yankelevich,
tesorero.
• * Broadscasters conocidos • •
• • Autores radioteatrales • •
Señor Claudio Martínsz Señor Alberto Señor Héctor Pedro Señor A. González
Payva Vaccareza Blomberg Pulido
c.^K/\.r 'I DIRECTORES ARTÍSTICOS CARFTA./
DE BROADCASTINGS
f^. ^ ^ ^
Fernando F. R. Do P. H. Soubio. Pedro R. Bravo. A, Fernández Cortés.
Paoli. L. S. 10 L. S. 3 L. R. 6
L. R. 10 Carlos Ginés. Roberto Miró.
L. S. 8 L. R. a
L A S O R Q U E S T A S
CARA/- Y CARETA/
ím IHTERESANTEP
1ÉSMÍ9I0NE$ÍBÁDI0
i'ara entieleniínientu y diversión de su enor-
me número de favorecedores, los CIGARRI-
i LLOS CONDAL siguen ofr-ícieodo estas inte-
resantísimas trasmisiones:
Por L. R. 3 Radio Nacional, todos los
días de 18.45 a 19.15 horas, la audición de
"Chispazos de Tradición".
Por L, S. 2 Radio Prieto, todos los sá-
bados, domingos y feriados a las 16.30 horas,
los partidos de íootball hasta su terminación.
Por L. R. 2 Radio Callao, todos los días
de 14 a 17 horas. Los sábados, domingos y fe-
riados cuando hay carreras, su desarrollo com-
pleto directamente de Montevideo, trasmitido
por C. X. 2 Radio Westhinghouse, C. X. 30
Radio Nacional, C. X. 16 Radio Carve y C. X.
22 Radio Fada. Empieza a las 12.30 horas y
dura aproximadamente hasta las 18.30,
CIGARRILLOS CONDAL
los parti- el mejor cigarrillo habano sin nicotina, con
cl o s ti o grandes premios.
foot-ball. I
FERNANDO SANJURJO
USPALLATA, 2180
.:.J
L. R. 4, L. S. 5 y L. S. 3 ,
de Radió Splendid
SISTIMOS a un renacimiento artístico, o me-
Noticias de las
A jor dicho, al desarrollo evolutivo del gusto
artístico en nuestro pueblo. Se oye con fre-
cuencia comentar que los programas ligeros, au- L. R. 9 Radio Fénix
sentes de intención cultura!, son los preferidos,
pero es el error que siempre perturba el avance La dirección artística de L. R. 9, Radio Fénix
cultural de las cosas hacia su perfección. Radio vive preocupada para el mundo de sus numerosos
Splendid ha marcado rumbos decisivos en este oyentes, pues entiende que deben siempre mejorar-
sentido. Otras estaciones siguieron sus huellas y se los programas, y, a tal efecto, dentro de este
se destacan como buenas. La programación tiene gran anhelo, ya comienza a interesarse por su ac-
una importancia que no se puede desconocer. ción para el año próximo. Acaba de firmar con-
Radio Splendid y sus demás estaciones, Rivada- trato con carácter de exclusivo para actuar frente
via y Mayo, han mostrado no sólo el resultado a su micrófono, a los destacados artistas españo-
técnico, en el cual han puesto todos sus esfuerzos les Socorrito González, Tino Rodríguez, Manuel
los señores Benjamín Gaché e ingeniero Antonio Perales, Laura Alcoriza y Antonio Gandía, quie-
C. Devoto — nos referimos a la calidad y modu- nes han partido estos días para España, pero que
lación de! sonido, que permite recibir las cosas se hallarán de vueltapara marzo o abril próximos.
tal cual se escuchan en un salón de perfecta acús- Los -nombrados intérpretes se dedicarán con todo
tica — sino que ha ido más lejos, L. R. 4. ha empeño a preparar allá, especialmente un reperto-
mostrado tenaz empeño en vincular su micrófono rio radio-telefónico de los más prestigiosos autores,
a todas las naciones americanas y europeas^ y así con quienes desde hace tiempo se hallaban en co-
tenemos semanalmente audiciones desde Estados municación, y, entre los que figuran Bcnavente,
Unidos, desde París, desde Alemania. los hermanos Quintero, Carlos Arníches, Muñoz
Seca y otros. Este repertorio será también exclu-
El ingeniero Devoto, verdadero devoto del mi- sivo para Radio Fénix, la que, por otra parte,
crófono, tiene el firme propósito de desarrollar podemos afirmar, que no será la primera novedad
el año entrante una intensa labor en el sentid.^ la expuesta, pues otras de igual significación está
de agrupar en torno al micrófono los valores más manejando para dar a la publicidad en breve.
representativos del arte.
Ante esa manifestación cabe suponer que la
labor de 1934 'será rica en sorpresas, pues no
debemos olvidar que hemos e s t a d o escuchando L. S. 8, Radio Stentor
cuatro conciertos sinfónicos semanales, dirigidos
por el ex director general del teatro Colón de Posee un transmisor "Philips", procedente de
Buenos Aires, maestro Juan José Castro, una de Holanda, con 30 kilovatios en antena. La modu-
las figuras de mayor prestigio en el ambiente lación es perfecta y el alcance de 3500 kilóme-
musical y artistico argentino, que esta estación tros en cualquier estado atmosférico. Control a
también nos ha ofrecido conciertos a cargo de cristal. El mástil-antena mide 126 metros de al-
Manuel Quiroga, e! violini.sta español de más va- tura. Se trata del equipo más moderno y costoso
lía en la actualidad, al maestro Hugo Mariani. instalado hasta hoy en Sud América.
L. R. 4., que posee un equipo transmisor de 13.000 Las transmisiones se destacan por su gran po-
vatios, recuerda con orgullo cuando uno de solo tencia y una nitidez extraordinaria. Los sonidos
3000 representaba una fuerza colosa! y ya va se distinguen con justeza absoluta. El oyente ex-
rumiando el proyecto de sorprender en cualquier perimenta la .sensación de hallarse junto al eje-
cutante u orquesta. Rigurosa selección en el elen-
instante con mayores y asombrosos perfecciona- co y programas. Rechazo de toda expresión bas-
mientos agregados a los conseguidos hasta la fe- tarda. Los directores: uno para programas musi-
cha. La televisión lia preocupado a los dueños de cales, señor Héctor Ruíz Díaz. Otro para progra-
la Splendid, y constantemente se ocupan de hacer mas orales, señor Isidro J. Odena. Director ge-
experimentaciones de utilidad. rente : doctor Alfredo G. Pérez. Variedad y ame-
nidad en los programas. Alternación de números
musicales y hablados. Rapidez y brevedad en el
desarrollo del programa diario. Números para
L. T. 8, Radio Rosario todos los públicos.
1917 . . ,, 30 M )I ., 9
VASCOLET
1919 . . • ,) 31 ti II „ 8
1919 . . • i> 31 >} tt „ 11
1921 . . • ,1 30 H tt „ 12
1926 . . . ,, 31 fl íi „ 8
1927 . . . ), 29 » „ „ 10 "El Refresco que Alimenta"
1927 . . • >, 29 f) )1 „ 11 ofrece por radio, para regato de sus oidos-
1930 . . 30 ti n ,. 11
Por L. B. S Radio Excelslor: de 2 2 a 2S.1 S. Martes.
1933 . , „ 31 tt )I „ 13 Jueves y Domingos. Por L. R. 2 Radio Prieto:
de 21 a 21.30. días pares. Por L. H. 8.Radto Cine
I.os años que no figuran con nianchas suelen París; Lunes, M i é r c o l e s / V i e r n e s , durante la
transmisión del e s p e c t á c u l o "Ya I/ene Comisario
corresponder a un período de actividad solar mí- el Pueblo", Un día de t a r d e y o U o de noche
nima, por ejemplo: Por L. R. O Radio Fénix: Todos ios dias de 13 a
13.15 horas. Por L. R. 10 Radio Cultura: Todos
De 1887 a 1891 . . (mínimo solar en 1888-1889) los días de 16 a 17 horas, audición de Graciela.
, 1900 a 1904 . . ( „ „ „ 1901-1902) Por t,. S. 6 Radío del Pueblo: Todos ios días de
19,45 a 2 0 horas.
„ 1909 a 1914 . . ( 1912-1913)
„ 1922 a 1925 . . ( „ „ „ 1923 )
Formando parte de esta recrudecencia de acti-
vidad solar de la primera quincena de febrero,
aparece otra serie menos importante, que se
LA VÁSCOKGÁDA
Escuela d e A r t e s y Oficios d e la Naci<5n, Victoria, E n t r e Ríos
_ , _ _ , ^ „ - . , •- . — " • • • •--w.»w».»>x.y^«ul -
Personal direc-
tivo y alumnos
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cios de la Na-
ción, que fun-
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S, del Estero. Chivilcoy, F. C. O. Lo» Toldos, F.C.O.
C A R A / Y CARETA/
R a f a e 1 , o 1 V d O
L recuerdo de Rafael juicios que se mantienen hoy,
E Sanzio, el gran pintor
italiano, que vivió hace
más de cuatrocientos
años, no es un tema de actua-
hombre que no ignora que los
gustos son susceptibles de
cambiar con las generaciones,
se pregunta, sin embargo, la
según los cuales el genio es
algo esencialmente abrupto y
que se manifiesta por su opo-
sición al medio y por la exal-
causa, y llega a la conclusión
lidad, y aunque sus pinturas, que la medida, la claridad y la tación de la personalidad. Ra-
conservadas en todos los gran- armonía de este pintor no tie- fael confesaba que empezó co-
des museos del mundo, fijan ne nada que corresponda con piando al Perugino y que, ape-
el recuerdo de una época en las inquietudes de n u e s t r o nas vio los cuadros de Leo-
que florecieron los más ex- tiempo. Su genio, que era todo nardo de Vinci, modificó su
traordinarios artistas italianos, agilidad, se formó y enrique- estilo. En Roma, Miguel Án-
la actual generación tiene por ció copiando y asimilando gel provocó en él una reac-
su obra un olvido inexplica- otras escuelas, que es justa- ción idéntica, que io llevó a
ble. Su recuerdo lo trae una mente lo contrario de los pre- convertirse en pintor del Vati-
encuesta realizada hace poco cano. Siendo su fama consa-
en Estados Unidos entre ven- grada al confiarle el Papa Ju-
dedores de libros de arte. In- lio II la decoración de gran
terrogados sobre los gustos de parte del Vaticano. A través
sus clientes, ninguno ha nom- de los años sus figuras con-
brado a Rafael. servan toda la vida y movi-
Hace pocos años se realizó miento que les infundió su
en París otra encuesta con el pincel vigoroso y sutil. La in-
mismo fin, es decir, el de co- fluencia de diferentes escuelas
nocer las preferencias del pú- en que alternó, provocaron en
blico entre los grandes pinto- él cambios bruscos y profun-
res, y, posiblemente, tuvo para dos, que se destacan en su
•Rafa.el el mismo resultado, obra, de una originalidad hui-
porque un crítico de la época diza. Se conservan en algunos
decia que este ilustre artista
era un incomprendido .Compro-
'm^^^^mMséÁA museos dibujos y grabados en
que los contemporáneos admi-
CHANTAJE rarían las deformaciones auda-
bando este alejamiento o des- — Si no me das un chocola-
conocimiento del gran pintor tín, te llamo abuela en la calle...
ces que daba a sus anatomías.
italiano, un escritor francés, (De Fligende Blaetter, Berlín)
con la serena filosofía de un ROSA PORVENIR
Acto público efectuado en el teatro Cine Avenida, para apoyar las gestiones que realizan la Asociación Traba-
jadores del Estado y la Liga Nacional de Empicados PiibUcos, con motivo de las jubilaciones.
V I L L A E L I S A (Entre Ríos)
El vicario general monseñor N. de Cario, impartiendo Durante la asamblea eucarística ínterparroquial, I.-1 pre-
la bendición del Santísimo a los fieles, en las cere- sidenta de la L. J . F. C , señorita Amada Mendibcrri,
monias religiosas realizadas recientemente. leyendo s u discurso*
Lo s antigfuos p e r u a n o s
Manco Capac y Mnma OcUo en de ella p a r t í a n para Quito y des- hechura exquisita. H a c í a n tam-
señaron a los peruanos c u á n t o les pués para Chile, el u n o por entre bién de estos metales loa vasos y
convenía para pasar la vida cómo- montañas y precipicios, y el otro otros utensilios domésticos, y sus
da. Mama Ocllo les hizo conocer a lo largo de la costa, son, hoy espejos de piedra tenían un puli-
el a r t e de hilar, tejer, etc., y su mismo que se conocen bien la me- mento que asombra. Mediante una
m a r i d o el a r t e de construir habi- cánica y otras artes, obras colo- mezcla de metales obtenían uno
taciones y labrar la tierra. Les hi- sales que llenan el e s p í r i t u de tan d u r o como el fierro, del que
zo abandonar el culto bárbaro y asombro y admiración. A distan- se valían para sus herramientas.
sangriento a que se hallaban h a - cias convenientes había depósito de Escribían por medio d e hilos de
bituados, haciéndoles ver que de- los recursos necesarios para la co- varios colores en los que echaban
bían rendir homenaje al sol, por modidad de los incas, y puentes nudos para escribir alguna cosa o
ser este astro brillante el rey de de cuerdas para atravesar los ríos. liara practicar sus cálculos: estos
la naturaleza, inculcándoles m á x i - Hallábanse los p e r u a n o s a la hilos se llamaban quipos. Arregla-
mas de moralidad y virtud. De es- vanguardia de los otros pueblos ban sus meses a la luna y llama-
te modo con muy pocas leyes, pero americanos en el arte de labrar ban a las semanas cuartos de luna.
llenas de sabiduría y de prudencia, las piedras preciosas y en la mi- Señalaban los solsticios de invier-
logró hacerse obedecer y recono- nería. E n los jardines imperiales no y verano en altas torres que
cer como su monarca, retardando, del Cuzco había adornos, árboles levantaron en el Cuzco hacia el
es verdad, el progreso de los in- y arbustos de oro y plata, de una este y oeste. — M, Paz Soldán.
dios, pues obligaba a l hijo a seguir
el oficio del p a d r e . . .
Rápido y asombroso fué el pro-
greso de la civilización de los pe-
ruanos bajo el imperio de Manco
Capac y de sus s u c e s o r e s ; pero
desgraciadamente no pasó de cier-
t o estado, por convenirles así a los
monarcas. E n n i n g u n a parte de
América llegó la agricultura a un
estado más floreciente. Daban el
ejemplo los mismos incas t r a b a -
j a n d o con sus propias manos un
campo en el C u z c o . . .
El espléndido templo del sol en
Pachacamac, el palacio de los I n - Señor Juan Busca, c u . Señor Francisca Das- Sefior Ángel Ba.duzzi,
cas en el Cuzco, la fortaleza de yo f a l l e c i m i e n t o ha toli, vecino de Bán- aventajado estudianlo
esta ciudad, y los ríos grandes ca- dado lugar a sentidas ficld, cuya muerte h a de bellas artes, falle-
minos de 1500 millas de largo que condolencias, sido m u y lamentada. cido en esta capital.
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LA
UL T I
C-ONDESA
NOAILLES
T Por
CESAR DUATEK
pesar del tiempo trans-
A currido, cuesta creer a
los que la conocimos que
Ana de Noailles haya
enmudecido para siempre. Que
calle ahora la boca que se
abría para dej.ar brotar un to-
rrente de palabras de un alto
sentido, de una belleza sorpren-
dente.
¿Cuál habrá sido la frase —
pregúntase uno, — cuál la últi-
ma palabra que alcanzó a for-
mular antes de rendir el al-
ma, el alma suya que debió
vivir todavía en su completa plenitud cuan-
do todo lo demás ya estaba muerto, en el Je suis inorte deja puisque je dais mourir.
postrer instante en que se concentra en el es-
píritu de los que conservan su lucidez, todo el
panorama luminoso o sombrío de lo que fueron? La genial poetisa no fijó nunca su pensamien-
Y no es posible dejar de pensar sin enterneci- to en las cosas eternas, no esperó en un más
miento, en el sobresalto que recorrió, sin duda, allá; nada le preocupaba que no perteneciera
ese cuerpo delicado y frágil, cuando, ya venci- a la tierra que amó con tan vivo ardor. ¡ Amaba
do, sintió su fin y tuvo ante sus ojazos atercio- tanto el mundo y todo lo creado, Ana de
pelados de antílope la aparición de Aquella a Noailles!
quien tanto temiera, la cual, al inspirarle el es- Et j'ai tenu l'odeur des saisons dans mes mains.
panto permanente que atormentó sus días, fué Je me suis appttyée a la beauté du monde
asimismo inspiradora de sus versos más inten-
sos, más sublimes y más hondos.
La muerte significaba para ella "le néant", A calidad del amigo ilustre que nos puso
la nada aterradora que se desliza o se planta en
todo lo que escribe desde sus años juveniles;
la desaparición total de su ser; la disolución
de la materia y nada más:
L en contacto, influyó indudablemente en
la exquisita amabilidad de la acogida, en
la afectuosa gentileza de las atenciones
que tuvo con nosotros el último tiempo de
Mais voiis seres dcssous, coeiir eclatant et sombre, nuestra permanencia en Parts, la condesa de
Vous seres l'herbe et l'eau... Noailles.
Rafael Seailles, desaparecido ya también hoy,
era para la juventud estudiosa, entonces, el
De esa propensión negativa de una vida su- Maestro; para los demás, capaces de leer y com-
perior, de la cual ella hablaba con sus amigos prender, una personalidad descollante do una
sin reparo, son testimonio vivo versos admira- profunda cultura, un escritor de extraordinario
bles que no han sido superados: mérito. Sus libros de crítica juzgábanse de un
Je serai ce néant sans volante, sans gestes. valor indiscutible; el que escribió sobre el gran
Ce dormeur incliné que, si l'ou insulte, artista Benoix una obra maestra. Profesor de
Garderai le silcnce absorvé qui lui reste filosofía y psicología en la Sorbona y en la
N'opposant qu'un front qui conscnt et se tait. Universidad, se le había llamado más de una
vez "gloria de las aulas". De una excesiva mo- ¡Oh, no; no estoy con los duques y príncipes I
destia, de gustos y costumbres sencillas, ene- Jaurés había sido asesinado. Sintióse ella siem-
migo del ruido y el exhibicionismo, era incapaz pre atraída y como fascinada por la persona tan
de cultivar su propia fama. alta y vigorosa del gran tribuno a quien pro-
Si bien mucho más joven y de convicciones fesaba ilimitada admiración. Aquel día me dijo:
distintas, había sido amigo predilecto del prín- — Jaurés era el más grande y maravilloso ora-
cipe Brancovau, padre de la condesa de Noailles. dor de este mundo.
El comentario de la hija en cuanto se lo Cuando lo mataron, corrió a visitar su cadá-
nombramos, fué aquel día: "Monsieur Seailles? ver. Lo encontró tendido sobre un pequeñísimo
Come il est bon et grand!" Justo concepto sobre lecho, en un cuarto cuya pobreza la asombró.
un hombre superior. Es conocida la composición que le sugirió aque-
Mi compañero había debido ir a España don- lla visión emocionante:
de me esperaba para regresar a Buenos Aires, Un lit, un corjis sans souffle, une tahU a cote
y un día lluvioso, de una abrumadora tristeza, La forcé qui dormait prés de la pauvreté.
lleno de aprensiones y amenazas que planeaban A quienes no conocían su temperamento ni
sobre la ciudad alarmada, pues no se tenían tenían una idea de su personalidad excepcional,
noticias del frente desde hacía días y se susu- costaría creer que esa mujer tan pálida, tan dé-
rraba que se libraba una batalla indecisa toda- bil, tan delicada, como se las han mostrado sus
vía, fui yo a llamar a la puerta de madama de retratos, que pasaba la mayor parte de su tiem-
Noailles para despedirme de ella. po extendida en un diván y asimismo acostada
Me recibió en su dormitorio porque estaba escribió siempre sus versos magníficos, fuera
enferma. La habitación, pequeña, clara, con es- una temible crítica, una acerba e intolerante
casos muebles, sin nada llamativo, era ni más ni polemista. Implacable con lo mediocre, malo o
menos, el cuarto de dormir de una niña, como imperfecto, intolerante, vulgar y feo, su toleran-
una niña parecía la que desde su cama estrecha cia con sus amigos era infinita. Nadie más fiel
me extendía, sonriente, en un gesto cordial, sus amiga, nadie más arrebatada defensora de ellos
dos manos. Diferente a tantas otras, afanadas si los sabía atacados. Madama de Noailles era
en escotarse, enjoyarse y adornarse como para paloma y águila al mismo tiempo.
un baile para estar en la cama, permanecía ella
en la suj'a con la mayor sencillez. Tenía puesta
una camisa de noche cerrada en el cuello, de
mangas muy largas, y había echado sobre sus
hombros un chai finísimo de lana blanca. Los
cabellos lisos caíanle libre en la espalda; el bu-
cle tupido, característico de ella, daba sombra
I BA yo a partir al día siguiente. Me despedí;
nos estrechamos las manos. Sentíame con-
movida y triste. Abandonaba Francia, cuyas
inquietudes y dolores había compartido, y
, a su frente y a sus ojos. aquella criatura, sentada en su cama de cole-
giala que me miraba con simpatía, era entonces
Llegada recientemente del frente hasta donde su excelso poeta, la Musa de la paz y de la
había ido para visitar a los suyos, volvía im- guerra.
presionadísiiTia de lo que había presenciado en
las ambulancias y en los convoyes de heridos. La dejaba en pleno triunfo, el ¿ual nadie se
Sobre todo, las mutilaciones monstruosas en las atrevía a disputarle. No obstante las preocupa-
caras de miles de soldados le habían producido ciones y pesares del momento, se la adivinaba
horror y no conseguía alejar la visión dolorosa. desbordante de justificado orgullo viéndose ele-
La guerra iba a durar año y medio todavía, vada a las más altas cumbres de la gloria.
pero se peleaba con apresuramiento como si La dejaba yo, sí, en pleno triunfo y nada po-
se creyera que se quemaban los últimos cartu- día hacerle presentir el rápido descenso, la in-
chos. Y nerviosa, enferma, debilitada cual es- mensa decepción de la post-guerra.
taba, no decaía en ella el fervor patriótico. Po- La vertiginosa evolución de ideas, costumbres
seída también por el ardiente entusiasmo en que y gustos que después del armisticio se produjo
se vivía a la espera de una victoria de la cual en Francia, arrastró también a la que había
nadie osaba dudar, ese ardor animaba su pali- sido diosa y brújula de los jóvenes que marcha-
dez, daba brillo a sus ojos realmente impre- ron al frente. La veleidad humana la derrumbaba
sionantes. a la par de los antiguos ídolos.
¿Qué no dijo esa mujer entonces, olvidada Los que volvieron la negaron, apagáronse los
quizás de que hablaba para mí sola? incensarios, la juventud nueva volvióle la es-
A tan amargo tema sucedió otro, capaz siem- palda. Todos la traicionaron.
pre de excitar su rica fantasía, como era el arte, Ella no debió consolarse nunca. La actitud
los autores y sus libros. Y le oí decir nueva- despiadada de las nuevas generaciones que sur-
mente cosas dignas de anotarse, tan herniosas gían, esa defección de todo lo que tenía aprecio
eran. Recuerdo el vivo movimiento de sus ma- para ella en el mundo, indudablemente fué la
nos para exclamar al invocar entre los contem- fuente cuya agua amarga envenenó sus úlrimos
poráneos a Anatole France: "Anatole France? años. La melancólica lasitud convirtióse en la
El primero hoy". coijsunción que hace unos meses la arrastró a
La hija del príncipe Brantovau profesaba ideas la tumba.
muy amplias y muy libres, que nunca temió Igual a ella misma hasta el fin, su última
expresar. Muchos habrán leído, ciertamente, la voluntad ha de enternecer a los más indiferen-
respuesta publicada más de una vez, dada por tes: rogó a sus íntimos que arrancaran de su
ella a un publicista muy conocido que la rcpor- cadáver el corazón — "coeur innombrable" —
teaba, empeñado en conocer su ideología polí- y fueran a depositarlo a orillas de aquel lago
tica: de Suiza donde corrie-
— Señor — le dijo, — ron sus años juveniles y
yo estoy y he estado se sintió poeta. Allí re-
siempre con los que quie- posa ahora, solitario, al
ren para la masa de to- pie de la terraza y de
dos los hombres, más las flores de las monji-
equidad y m á s d i c h a . ' DIBUJO DE ALICIA PitREZ PENALBA tas de Santa Clara,
N E C R O L O G Í A
Señor H o r a c i o Señor Ludovico Señor E n r i q u e Señor Ángel An- S e ñ o r Santiago Señor LUIS i'e-
Rezía» cuyo fa- Rho, que ha {a Cedrón, c u y o tonio E r n e s t o Quaglia, falleci- rrota, cuyo de-
llecimiento ha si llecido en Rosa íallecimiento en Canónica, falle- do en la locali- ceso ocurrió r e -
do muy sentido rio r e c i e n t e - esta capital, cau- c í d o en L a » dad de Inriville, c i e n t e m e n t e en
en Rosario. mente. 8Ó pesar. Flores. F. C. C. A. esta capital.
— Desde que se me ha abando- mos d e aquí es quien tiene la culpa
E L H U É R F A N O nado en la aldea no he comido pan de la sequía. G i d a vez que el cíelo
d e la aldea ; desde que se me ha se ensombrece sale el n i ñ o de su
L a s gentes de otras épocas te- abandonado en la aldea no he be- hueco del árbol y dice a la lluvia
nían la costumbre d e a r r o j a r dei bido agua de la aldea! Ruego, pues, que caiga en todas partes, menos
país a todo niño huérfano. a la Providencia, que llueva por en nuestra aldea y sus campos.
Cierto niño, habiendo perdido a todas partes menos en mi aldea. Sí ustedes^ no arreglan las cosas,
su padre y a su madre, fué así Entonces la lluvia comenzó a nuestro país .% verá arruinado.
echado de la aldea natal. Enton- caer por todas partes, abundante- Entonces salieron varios envia-
ces, el pobre ser desvalido logró mente, menos sobre la aldea y los dos a quienes guiaba el cazador.
esconderse en el hueco formado campos de Dougaonnifin. . El cielo se obscureció ; el niño
por el tronco de u n árbol. Los ha- U n día, mientras el cielo se hu- salió d e su cueva, púsose en pie
bitantes de Dougaonnifin habían bo ensombrecido, un cazador fué y cantó. Los enviados del jefe lo
sembrado t r i g o y éste había c r e - a guarecerse en el hueco de! tron- tomaron preso y lo llevaron a la
cido apenas tan alto como la cola co del árbol. El huerfanito sahó aldea, dándole buenos alimentos y
de un gallo. Entonces vióse que de su escondite, púsose en pie y cubriéndolo con lindas vestiduras.
el cielo comenzó a llenarse d e cantó. Y . d e s d e entonces, la lluvia ha
sombras y de nubarrones. El cazador regresó a la aldea, vuelto a caer en todas partes y na-
E l niño salió de su escondite y reunió a los notables y les d i j o : die volvió a d e s t e r r a r a los huer-
dijo: — E s el h u é r f a n o que arroja- fanítos...
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ER dispendiosa es rea- gencia, el atractivo, la expe- La sencillez en el vestir y
S lizar un crimen peque-
ño. Porque el dispen-
dio es como un desafío
riencia. Quiere decir, pues,
que nunca se conquista con el
dispendio de trajes o sombre-
no estropear y maltratar los
dedos con anillos, la frescura
y la juventud son joyas que
a la buena suerte, que ha que- ros, de pieles o encajes. valen más.
rido elegir a quien regaló sus Vale más una cultura ex- El encanto personal del es-
dones. quisita que un collar de per- píritu de cada mujer es lo
Mujeres gastadoras que de- las, y más valen hermosos mejor, no hay pues que so-
rrochan el producto de la la- ojos que solitarios o esmeral- f o c a r l o , marchitarlo, ajarlo
bor del esposo, atenían de das costosos. bajo el peso de los ricos ata-
continuo contra la tranquili- ittiiritiitMiiihiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiliiilitmtmiItliiiiiiiluiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiMiiuii víos.
dad del hogar.
Las mujeres jóvenes no de- A L M A P A Z No hay que adquirir arru-
ben afanarse en el gas prematuras en
incesante cambiar ijiiiiiiiiiiiiirMiiiiiiiiiiiiriii I iiiiiiiitiiiKiKiiiiliiKittiiliiiiiiiiiiitiiiiiii
._._._
1MIKIII
envidias ridiculas,
de traje, en el peli- en deudas angustio-
groso vértigo de se- B O D A S DE O R O ¡ sas, en ambiciones
guir a la moda, co- d e s m e d i d a s ; hay
queta apresurada a más bien que bus-
quien nadie puede car el medio de ha-
dar alcance. cer resaltar las cua-
Cuando una mu- lidades personales,
jer es joven el hom- físicas o espiritua-
bre no mirará su les de cada una.
traje, ni su sombre- La elegancia no es-
ro; m i r a la cara, tá en la ropa; está en
la vivacidad, la gra- la forma de mover-
cia, el encanto, los se, de hablar y de
bellos ojos y la son- proceder. Eso que
r i s a . . . Y cuando no se paga con di-
la mujer es vieja... nero ni se adquiere
pues tampoco se en ningún modisto,
detiene a observar ieñora C a m i l a Señor Emilio C. es lo que está al
la i n d u m e n t a r i a ; Trueco, Iturralde. alcance de toda mu-
observa la inteli- jer inteligente.
el reumatismo, el artri-
tismo y la jaqueca se evi-
tan, y cuando existen, se
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iniciativa del señor Ernesto AntoncUi.
CONCEPCIÓN D E XA SIERRA (Mi-o.., s) R E S I S T E N C I A (Chaco)
Tribu de indios cainguás, que visitó recientemente el Demostración ofrecida a la señorita Nélida Chiappori,
pueblo, en procura de alimentos. con motivo de su próximo enlace.
P O S A D A S
(Misiones)
Personal direc-
tivo y docente
de la Escuela
N? S "General
San M a r t í n " ,
que festejó con
un luncb el Día
del Maestro.
,1? YACIMIEN.
TOS PETRO.
L I F E R O S
FISCALES
(Chubut)
Niños que to-
maron ! a p r i -
mera comunión
en el C o l e g i o
Soiesiano de la
localidad.
'Caras y C a r e t a s " en la p r o v i n c i a de Buenos A i r e s
M E R L O
Autoridades locales, comisión directiva de la Sociedad Italiana y delctraciones de otras sociedades, al inaugural lo*
festejos populares, con motivo del nuevo anivctsario del armisticio.
S A N I S I D R O
piiíSnt M^
L O M A S DE Z A M O R A
La señorita Julia Basile —, Sor Marfa — rodeada de s u s familiares y amigfas, después da la loma de hábitos
monjiles.
C A R A / Y CARETA/
T r e s aspectos
dé las grandes
inundaciones
motivadas p o r
el desborde del
arroyo P e r g a -
mino, que abar-
có importantes
zonas de la lo-
calidad, siendo
c a u s a de ello
las intensas llu-
v i a s recientes.
Nélida Pianetti Bu- Silvano A. Martín Doli Ana Marconi Rubén Isa (San A. de S. Marcino
sala (Jesús María). (Bavio). (S.Carlos Centro). Carlos Centro). • (S.Carlos Centro).
Alma Lidia y Rubén Carlos Olegaria A, Sabo- Edelvcis Andan o Niñas de Massé (Coronel Ro-
Tabotda (Rosario de S. Fe), tigh (S. Carlos C.) (Colonia Marina). dríguez, F. C. C, A.)
LA SALUD
ES LA VIDA
ín provecho de ella,
exija V. siempre
LAS LEOITIMAS
PASTILLAS VALDA
que no pueden venderse mis que
en GAJAS con el nomlire VALDA en la tapa.
S! le propusieren & V.
OTRO REMEDIO MEJOR. OTRO REMEDIO TAN
EFICAZ. OTRO REMEDIO MAS BARATO
Esté V. persuadido qua no le interesa
NO HAY COSA QUE EQUIVALGA A
ABÍA concluido
H el servicio re-
ligioso y los
fieles, saludándose,
iban saliendo de la
pequeña iglesia de
Greyfriars. El pá-
rroco miró el cielo,
en el que aparecían
negras y penadas
nubes y, como quien
pronuncia una sen-
tencia, declaró:
— Tendremos
lluvia.
No había termi-
nado de proferir la
postrera palabra de
su fácil predicción
cuando estalló la
tempestad. Los sa-
ludos y los cumpli-
mientos de los fie-
les que quedaban
rezagados aún se
interrumpieron. Ba-
jo los enormes y
hasta si se quiere
antiestéticos para-
guas, los más pre-
El primer amor
cavidos, presto res-
tituyéronse a sus
moradas.
Un joven, empe-
de Wálter Scott
ro, aunque provisto
de su c o r r e s p o n -
diente adminículo de protección, permaneció aún bajo el
pórtico de la iglesia como si estuviera ensimismado, contem-
plando la caída de las gotas en los charcos que rápidamente
se formaban; deleitándose, al parecer, con la música que el El primer capttuío de
agua producía. No lejos de él, una muchacha cubierta con una la existencia amorosa
gr^n capa verde, contemplaba el ciclo cada vez más amena- de Wálter Scott se ini-
zador y parecía inquieta por aquella obligada espera. ció bajo un enorme
El soñador advirtió a la muchacha; y, entonces, lo más
galantemente, sin vacilación alguna, se le aproximó y le paraguas y en un día
ofreció el resguardo de su amplio paraguas. de borrasca. El idilio,
La muchacha no vaciló un solo instante. Contempló el como todo primer idi'
agraciado rostro del joven y, sonriendo, aceptó la oportuna lio, quedó en la nada;
invitación. Entonces, ambos, muy juntos bajo la protectora
cúpula de tela, sin cuidarse de la lluvia ni del vendavaj que pero el destino quiso
arreciaban por momentos, enlazados ya en amigable conversa- que sus postreras vibra-
ción, regresaron hasta sus casas. ciones alcanzaran hasta
Hasta dio la casualidad de que sus respectivos domicilios los últimos días de la
estuvieron a escasos pasos uno del otro.
Por estas razones fué que el primer amor de Wálter vida del gran esccitot.
Scott comenzó "bajo un gran paraguas familiar y en medio
de una tempestad".
CAPA,/- Y CARPtA,/
Tenía Walter Scott unos veinticuatro años. El padre de la amada de Wálter recibió la
Hacía cierto tiempo que su carácter liabía su- carta. No le prestó mayor atención. Respondió
frido un verdadero cambio. Adolescente, ha- con unas líneas corteses agradeciendo a su ve-
bíase complacido en permanecer en la soledad cino su "escrupulosa intervención" y conclu-
y en esquivar la compañía de los muchachos yendo que la cosa carecía de toda importancia.
de su edad, más dados a las frivolidades y lo- El severo padre debió retornar a sus preo-
curas que al estudio y la severa meditación. cupaciones judiciales y el enamorado Wálter
Solía vagar solo, errante por los campos, si- consiguió que en nada se atenuara el efecto
guiendo el capricho de sus sueños, indiferente que a la niña le unía. Le escribía cartas con
a todo lo exterior, descuidado en la indumen- alarmante frecuencia y llegó hasta el punto de
taria, complaciéndose en la lectura de Ubros escribir un pequeño volumen de baladas, las
viejos y dilectos, insistiendo en la penetración que, una vez impresas, envióle por intermedio
de las antiquísimas leyendas escocesas. de su confidente Jane Anne Granstoun, El
Pero, he aquí que el carácter de Wálter dio ejemplar, dedicado a su "amada Margarita",
un inesperado cambio. El descuidado y negli- fué recibido con el consiguiente entusiasmo.
gente vagabundo comenzó a reconocer los be- Pero, algo de razón tenía el severo padre de
neficios indudables de la elegancia y, en parti- Wálter. La desilusión estaba próxima. El otoño
cular, se convenció definitivamente del atrac- hacía caer las hojas postreras de los árboles
tivo y de los beneficios espirituales (Jue se pue- cuando fueron oficialmente anunciados los des-
den obtener de una conversación femenina posorios de miss Stuart con William Forbes,
cuando la voz argentina y juvenil relata cosas rico banquero allegado a su familia.
interesantes y unos bellos ojos parecen expresar, Wálter Scott soportó este golpe del destino
un silencio, otras aun más deliciosas. con una aparente tranquilidad. Mucha altivez
Más tarde, su yerno, en una abundante bio- y dominio de sí parecía haber en el lacerado
grafía, nos lo pintaría con estas palabras: "íBe corazón del joven escritor. Un cuarto de siglo
había sobrepuesto a la debilidad de su precaria más tarde, en una de sus novelas, dejaría caer
s,a,lud. Tenía unos colores lozanos y brillantes. algunas gotas de sangre:
Los ojos claros, muy abiertos, miraban frente "El primer amor, el que se experimenta con
a frente. La dentadura era de una admirable mayor violencia, es siempre el que menos pro-
perfección y regularidad. Los párpados levanta- balidades tiene de llegar a un feliz resultado.
dos imprimían atractivo a toda la fisonomía. El_ estado de una sociedad artificial opone a las
Su sonrisa era siempre atrayente y en el rostro uniones entre seres jóvenes, múltiples ci/mpli-
jamás desaparecía cierta expresión de ironía caciones. Son pocos los hombres que, en secre-
y buen humor". to, no se trasladen a los primeros años de su
Diremos, además, que Wálter Scott era alto, juventud cuando un afecto sincero y espontáneo
bien proporcionado y con un rostro de líneas fué contrariado y amordazado. Hay trozos de
clásicas. Pfirecía hallarse siempre satisfecho y historia íntima que dejan en cada corazón un
se animaba extraordinariamente cuando presen- recuerdo novelesco y doloroso, y permiten a
tía una conversación interesante. El mismo lo cada uno de nosotros, aun en los instatites de
llegó a confesar: mayor ocupación y en las más avanzada edad,
"Constituyó para mí un verdadero motivo de escuchar sin hostil indiferencia el relato de un
orgullo cuando por vez primera comprobé que amor verdadero".
una d,ama joven y bonita no vacilaba en sen- Un año después del anuncio que tanto morti-
tarse a mi lado y, en el rincón de un salón, ficara su corazón, en octubre de 1797, Wálter
pasarse largas horas en animada conversación, Scott encontraba a miss Carlotte Margarett
mientras todo el mundo bailaba y se agitaba Carpenter, a la que mucho amó y con la cual
en torno de nosotros". contrajo matrimonio. Pero, ésta es otra historia
Pero, volvamos a seguir a Wálter Scott y de amor y nada tiene que ver con aquella prime-
a su compañera bajo la lluvia... ra que se inició bajo un paraguas...
Aquel paseo imprevisto debióles resultar de- La primera historia no quedó en aquel triste
licioso puesto que se prometieron renovarlo episodio. Cuenta con otros capítulos en los que
cuanto antes. Fué así como tomaron la inocen- lo inesperado y lo novelesco no falta...
te y deliciosa costumbre de encontrarse todos
los domingos en el atrio de la iglesia pars re- Wálter Scott, tras obtener la celebridad, con-
gresar juntos hasta sus casas. quistó la fortuna. Pero luego, por obra y gracia
Con toda franqueza, ambos, informaron a sus de sus malos administradores, todo lo perdió,
padres de los inocentes propósitos que tenían. encontrándose a la vejez más necesitado que
La madre de Wálter, que era una compañera en los días de su iniciación literaria. El destino
para su hijo, no vaciló en darle su aprobación. quiso que quien acudiera en su ayuda fuera nada
Conocía a lady Jane Stuart Belches de Ivernay, menos que sir William Forbes, el acaudalado
antigua compañera de escuela y madre de la banquero, que .se había casado con Margaret
joven que tanto había entusiasmado al futuro Stuart Belches, la niña de la capa verde.
escritor. Pero, el padre, hombre severo y de Y, todavía, otro episodio más, como para de-
costumbres anticuadas, al enterarse de aquelloj mostrarnos que la realidad es siempre superior
frecuentes encuentros, fué de muy distinta a la imaginación de los poetas y escritores.
opinión: En 1827, cinco años antes de su muerte, Wál-
— No quiero que te expongas a experimentar ter Scott se radicó en Edimburgo. En una casa
la decepción que no dejará de producirse cuan- vecina a la suya residía una anciana, tan ape-
do esa niña tenga más edad. La hija de sir sadumbrada por los dolores físicos como por
John Stuart Belches tiene aspiraciones muy los padecimientos morales. Era lady Stuart
superiores a las tuyas. Son ustedes excesivamen- Belches, la madre de su bienamada juvenil, la
te jóvenes. Yo terminaré con esta aventura: niña aquella que acompañó un día con su pa-
inmediatamente escribiré al padre de esa niña... raguas y bajo la lluvia inclemente.
>wvwvjwvjwv^tivwvvjwvvA¡rjv^^
C A R A y Y CARETAJ-
Delf t c 1u dad de p a z
Entre las ciudades holandesas, •una vieja iglesia y una iglesia to que es imperativo que se re-
Delft merece una mención parti- mwva. I La nueva... de! año 1420 I cuerde el nombre de Véncela ha-
cular. Ha dado su nombre, en y los dos templos se encuentran blando de una ciudad así, Delft es
efecto, a una loza apreciada y po- en la gran plaza. La? belias man- una Venecia tranquila, buína mu-
see otras razones de mérito siones de "aquellos tiempos", coa chacha. Su melancolía humilde k
"l Es un Delft 1", dícenos una sus techos angulosos y sus palo- da un tono poético delicado.
persona que nos ve admirar un mares, se suceden incontables. Los En Delft, el viajero de países
vaso de forma sólida, decorado en muelles están sombreados por tilos, sonoros y torbellinescos resuelve
azul sobre fondo blanco, con ara- al borde de los plácidos canales. casi siempre hacer una cura de si-
bescos, flores, animales, perso- Canales, los hay por todas par- lencio, de calma, de p a z . . .
najes. tes, pequeños y grandes. Ellos en- Delft fué la primera capital de
Sin duda la palabra Delft no cuadran el rectángulo en que se Holanda.
evoca en nuestro espíritu sino una dibuja la ciudad y cortan el inte- En cuanto a su industria cerá-
idea de loza... de arte, en tanto rior como un sistema de irriga- mica, sus orígenes remontan al si-
que en la ciudad holandesa que ción. El silencio reina allí. Y pues- glo XVI.
lleva ese nombre fué asesinado,
hace trescientos cincuenta años,
Guillermo de Orange, el Tacitur-
no, tan conocido en la historia.
i Sonríen ustedes ? Ello prueba, no
obstante, que Delft no es una ciu-
dad joven. Asi, su encanto parti-
cular le viene de su antigüedad.
Entre Rotterdam y La Haya —
del puerto activo y sonoro y de la
capital amable — hay una ciudad
muy tranquila, de aspecto de me-
diados del siglo XVI. Sin duda
ella ha sufrido desde entonces mu-
chísimas modificaciones, pero, sal-
vo en sus alrededores, hoy indus-
triales, que han hecho pasar la
población de treinta a cincuenta
mil almas, no hay cambio. Pocos
monumentos. Pero los que hay son
muy interesantes. Es, como en
tantas otras ciudades de Holanda,
una Casa de Ciudad con Museo, El caballero que insistió en tener una pieza con vistas al mar.
es decir: una intendencia. Hay (De Marco Aurelia, Roma)
. CMASYCARETAS
n/Q REVISTA SEMANAL ILUSTRADA
DIRECCIÓN, REDACCIÓN T ADMINISTRACIÓN
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España, Ecuador, Filipinas, Honduras, Méjico, Nicaragtu, Perú, República
Dominicana, San Salvador y Uruguay, Año . > . i . . • • • • • • • • $ oro
No se devuelven los originales ni se pagan hs colaboradone» no soücitadaj por la Direccióa
Bunque se publiquen.
Los repórteres, fotógrafos, corredores, cobradores y agente» riajero* cstáa proviatot d«
vna ctedeociol, y ae ruega no atender a qoiea ao k presente.
EL ADMINISTRADOR
Regatas a remo en el club náutico de Quílmes
Señor Enrique Elcsgaray y señor Ge- La comisión de regatas, c o m p u e s t a por los señores Merediz, Manzi,
rardo Hollmann, presidente y vicepre- Joghems, Barrabino y Cichcro, que controló las pruebas.
sidente del Club Náutico de Quilmes,
presenciando las rei^fatas.
i3ulL 11.1,].!;.,.do vencedor en las regatas, piloteado por j I IIII < 'ni i in I ifiii di! 60D metiros párii daima
las señoritas E. Borclli, C. Pacheco, E. Voss, H. Balbini (21 puesto), señoiitas Pennington, Halstrey, Jackson,
y A. Otamcndi como timonel. Marrs y Marrs como timonel.
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no afectan para nada el corazón, el estómago y los riñonea.
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del Centro Región ca y danzante con
Leonesa» con el pú- que fué celebrado
blico que asistió a el Día del Libro.
Conjunto de concurrentes al festival y baile ofreci- Vista parcial de las parejas que participaron en el
dos por el Club Alba, de Villa Urquiza, con motivo reciente baile realizado por la sociedad italiana
de la inauguración de su sede social. Sanginetcse.
Animado aspecto que ofrecía el salón Mariano Moreno durante el baile facnUiar ofrecido m
«ocios pcnr el Club Social y Deportivo Faulista.
C A R A / Y CARETA/-
R U B
E
xisTEN además otras infracciones que se
producen en el transcurso del remate y
que por tener penalidades comunes han
Cartas mostradas sido agrupadas en conjunto.
Estas infracciones son las siguientes:
I un jugador, en vez de jugar una carta a) declarar ocho tricks,
antes de la terminación del remate con b) declarar, doblar o redoblar antirreglamen-
idea de iniciar el juego, como en el caso tarianiente,
/ tratado anteriormente, sólo la mostrase o c) doblar la declaración del compañero,
l,a colocara de manera que pueda ser vista, aun- d) doblar o redoblar una declaración que an-
que sea en parte, la penalidad teriormente había sido ya do-
varía con el valor de dicha carta. blada o redoblada por su com-
Si la carta fuese una carta honor pañero.
o si fueran varias cartas cuales-
quiera, el jugador de la izquier-
[OuL/M'^r^ El jugador de la izquierda
del infractor puede optar entre
da, como en aquel caso, puede exigir una nueva dada o conside-
exigir un,a rar la decla-
nueva dada. ción inco-
Pero sí, en rrecta como
c a m b i o , la un pase. Pue-
carta mostra- Se, además,
da, en vez de con respecto
ser una carta a las decla-
honor, fuera raciones de
una c a r t a los apartados
simple, el jur' a) y b), de-
gador de la j a r l a s sub-
izquierda sistentes con-
puede prohi- sideran d olas
bir al com- como correc-
p a ñ e r o del tas. Si así lo
infractor que resolviera, es
cuando lle- necesario, co-
gue su turno mo se com-
de salir haga prende, nor-
su primera ma 1 i z a r la
salida en el declaración
mismo palo de de ocho tricks
la carta mos- del apartado
trada, a menos a) rebaján-
que prefiera dola a sitie,
tratarla co- - <iue es el má-
mo carta ex- ximo permi-
puesta. JLa señora Juana, nfíibulads. — No BÍ qué jugar. tido.
El esposo, húmedo obsesionado, al oído. — La Dama. Juana.
Deportes varios en el interior cíe la Repüblica
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Pacifico, por dos tantos a uno.
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Grupo de parejas que asistieron aí festival artístico y danzante, organizado por la comisión cooperadora de la
Escuela N^ 23 de Haedo, a beneficio de esa institución escolar.
RABDOMANTE ARGENTINO A N I V E R S A R I O ALUMNO PREMIADO
Don Francisco Alvarez, zaho- Familias de los asociados de la Unión Ferroviaria, Agustín Recabarren, que ob-
ri que, mediante su don natu- spcción Villa Luro, que asistieron a! luch con que tuvo el p r e m i o del M. de
ral, ha encontrado agua dulce fué celebrado el 11V aniversairo de dicha en- Agricultura do la Nación al
en diversas zonas de la ciu- tidad. mejor alumno de la escuela
dad de Mendoza. del ramo, en San J u a n .
Comisión de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, que regirá los destinos de las sociedades fusionadatt
"Emilio Caslelar" y "Nueva", de América, F. C. O*
FILÁNTROPO B E N E F I C I O DESIGNACIÓN
Señor Marcos P a s t u r a , eati- Señoritas que tomaron parte en el festival reali- Señor Benito Torotta, estima*
mado industrial que donó la zado recientemente, a beneficio de la sala de prime- do caballero y filántropo que
suma de $ 10.000, para hoa- ros auxilien de la localidad! de Arroyito, F» C. C. C. ha sido designado presidente
pítalas, en la ciudad de R o ' del Circulo Italiano do San-
sario de S a n t a Fe. ta Fe.
E s indudable que la luna ejer.
ce una grande influencia en
los peces como en otros se-
res de la naturaleza. Unos cientí-
ficos belgas han estudiado la in-
fluencia de la luna en la pesca,
y he aquí los resultados de sus
experienciaiüi, las cmales publico
porque tienen aplicación a nues-
tra situación geográfica:
Luna nueva. — 1er. día: 8 ho-
ras : muy bueno; 2 ' día, 9 horas:
muy bueno; .ler. día: 14 horas:
muy bueno; 4 ' y 5' días, 15 ho-
ras: muy bueno; 6' día, muy ma-
lo; 7» día, excelente, desde las 10
hasta las 15; 8' día, pasable, des-
de las 10 hasta las 16.
Cuarto crccimie. — 1er. día:
bueno en la mañana, regular en
la tarde; 2'> día: bueno en la ma-
ñana, mejor en la tarde; 3', 4 ' y
5' días, regular; 6' día: muy EL CHISTE PAKA LOS PESCADORES
bueno desde las 14 hasta el ano- El visítame, mirando la foto. — ¡ Qué interesante, qué interesante!
checer ; 7» y 8' días, excelente Pero, ese punto negro cerca de la boca del pescado, ¿qué es?
todo el dÍQ. El pescador aficionado, — Soy yo, pues...
Luna llena. — 1er. día: regu- (De Tbe Fisbing Gazette, Londres)
lar todo el día; 2 ' día, malo; 3er,
día, muy malo; 4 ' día, mejorando; cuando le mostraron el dibujo de alto, extremidad norte de la isla.
5' día, bueno en la mañana, re- un plesiosauro, exclamó : ") Eso es Abundan los salmones de diez ki-
gular en la tarde; 6' día, bueno, lo que yo he visto en el lago I" los y los pacús enormes. Los gran-
solamente en la mañana; T> día, Lo cierto es que la presencia del des bagres amarillos forman le-
bueno en la mañana hasta las 14 ; monstruo ha provocado una im- gión y no dejan en paz los anzue-
8' día, muy bueno en la tarde portante corriente de turistas ha- los. Todos estos peces son braví-
hasta la noche. cia Ness, que es, sin duda, lo que simos : una pequeña boga de cua-
Cuarto iiwnguante. ^— 1er. día, quieren los hoteleros del lugar... tro kilos deja satisfecho al más
bueno, después de las 13; 2'> día, apático de los pescadores. En fin:
bueno en la tarde; 3er. día, bue- La pesca en Martín Martín García eí, para los aficio-
no después de las 15; 4' día, re- nados, un verdadero edén, cuyas
gular, después de las 16; 5'' día,
García puertas, ahora clausuradas, es ne-
cesario abrir para bien del depor-
bueno en la tarde; 6' y 7' días,
excelente en la tarde; 8' día, regu-
lar en la mañana, bueno en la tarde.
Los cuartos de luna duran de
E N un barco de poca marcha,
Martín García está a cuatro
horas escasas de Buenos Ai-
res. Sin embargo, son pocos ios
te. Insistiremos en ello otra vez.
453. — Una gran pelea. 454. — Maneco de pasco. 455- — La cscuclita dci campo.
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que lleva el cuerpo al revés,
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y si quiere descansar
mete entre su vientre los p i e s ?
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Coraprimido, por "Centauro" (Ernestina, F . C, S.) Frase liecíia, por KOQUO A. Dcluca (Ciudad)
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N? 11
' ^
Comprimido, por A. Lavinzsa (Ciudad)
0
Nf 4
1
( & •
w^ itltUí
N9 B
Refrán «emi-interpretativo, por "Hiño" (Río Santiago, BASES
F . C. Sud)
CARAS Y CARETAS ha establecido u n concurso men-
sual d e juegos de ingenio, para el que se otorgarán
cuatro premios en la siguiente fornia : dos a los lec-
tores q u e remitan mayor número d e soluciones exac-
R O S B T R O tas y otros dos a aquellos a quienes se les publiquen
mayor n ú m e r o de juegos. Dcl>en ajustarse a las si-
VBBOr guientes b a s e s :
Agente G e n a r o Raúl Páez, agen- Guardia civil Ga- GuáVdia civil Ro- Agente R. Mal- J u l i á n Fcrrán,
L e i t e s , muerto. te, muerto. marra, muerto. driguez, m u e r t o , donado, matador heridor de José
. de Pérez Delgado. Ortells.
Asaltante Asaltante P . Valdi- Asaltante Gabino Or- Clotilde Gallois, mu- G. Mol fui í v o n r e ,
lells, herido y Uü- vieso Montiel, tells, herido y dete- jer de Valdivie.'io, de- detenida por la pa-
tsnido. muerto. nido. tenida. Hcia.
C A R A / Y CARETA/
Como en ios
folletines... m
UATRO hermanitos lloraban rodeando a
C una joven de diecisiete años. E! padre
y la madre acababan de fallecer. La
miseria más absoluta era la única pers-
pectiva que aparecía ante los llorosos ojos de
la infeliz muchacha. Nada, absolutamente na-
da, poseían aquellos cinco huérfanos...
¿Nadar... De pie, frente a ellos, cabizbajo
y conmovido, aparecía un joven. No tendría
más de veinte afios. Quizá menos... El rostro
juvenil, pálido y descarnado. Encendida la mi-
rada. Tembloroso el ademán de ambas manos
que intentaban acariciar las cabezas de los ni-
ños, allí aguardaba alguien.
— ¿Qué será de nosotros? — preguntábase,
entre sollozos, la huérfana, rodeada por los
cuatro chiquilines. — ¿Qué será de nosotros?
¿Quién nos ayudará?...
Se escuchó la voz de! joven. Primero, un
liilillo de palabras casi incomprensibles. Luego,
la declaración firme, categórica, casi con acen-
to viril:
— Yo os ayudaré. Yo me casaré con vuestra
hermana. Seréis mis hijos...
— i Ejirique! — exclamó ella.
una tragedia de riguroso corte clásico y un puedo hacerle todos los romances que usted quie-
drama caballeresco y romántico muy de acuer- ra. ¿A cuánto los paga usted?
do con la, moda literaria de la época. — Doy diecinueve reales por cada uno y le
La capital mostróle al ilusionado poeta pro- compraré todos los que me traiga.
vinciano toda su hosquedad. Una después de Al siguiente día apareció el poeta con uno de-
otra, las puertas se le cerraban. Contados eran dicado a la guerra de Crimea. Así, por espacio de
los hombres de letars a los que se podía apro- un mes; hasta que el editor, por falta de interés
ximar. Los muy famosos ni siquiera lo recibían. del público, se vio precisado a rogarle que los
Los mediocres le esquivaban, como siempre, vien- suspendiera. Aquello significó para Pérez Escrich
do en él al principiante que puede trocarse en un un verdadero descalabro. Máxime cuando ya te-
peligroso rival. Restábanle los de su categoría, los nía proyectado trasladar a su esposa para que cu
bohemios, los hampones, los que eran literatos na- Madrid viviera de las aleluyas y romances. Fué
da más que de nombre y los que padecían hambre una nueva desilusión, aunque, afortunadamente, el
y vicisitudes mil sin atisbar una sola posibilidad. mismo librero, conocedor ya de su laboriosidad,
Un mundo de descontentos, de desilusionados y llegó a encomendarle la redacción de algunas no-
también de tipos conformes _ con su lamentable velas de tipo folletón que, luego de corregir so-
destino y que se dejan ir viviendo. meramente, firmaba y publicaba un escritor po-
Entre éstos encontró Pérez Escrich al poeta pularísimo. Pérez Escrich, optimista, no puso re-
bohemio Florencio Moreno Godino. Confidente y paros en ejecutar aquel trabajo. Le daba para vi-
protector, diríamos platónico, de los que recién se vir y, sin riesgo alguno para su nombre, le per-
iniciaban. Artista en las artes de multiplicar la mitía realizar una benéfica práctica en «1 gé-
calderilla y consumado maestro en inventar recur- nero. De esta manera escribió varias obras cuyo
sos para acallar el hambre. título y destinatario tuvo él siempre la delicadsza
En los primeros tiempos, Pérez Escrich alquiló de silenciar.
una mala buhardilla, en un caserón de la calle de
Santa Polonia. Pagaba por ella treinta reales men-
suales. Entre los muebles sólo contaba con un ca-
La ayuda de un
tre, una mesilla y una silla de paja. Para comer argentino •
bastábanle unos pocos céntimos. El resto, ilu-
siones . . .
Pérez Escrich aceptó aquel dinero que con tan- Pérez Escrich se convirtió en "el novelista del
ta dignidad le ofrendara el poeta criollo, y, salvo hogar". Los moralistas las recomendaban. Algunas
unos pocos céntimos, los remitió a su esposa para de ellas alcanzaron fabulosas tiradas, ediciones que
que inmediatamente y con sus hermanos abando- no han igualado en el presente muchos de los titu-
nara Valencia y se dirigiera a Madrid. lados novelistas populares.
Los editores de folletines acudieron a él. El
folletín era el cinematógrafo de aquellos venturo-
Todavía, antes del sos años. Llegaba todos los días a los hogares, ya
en las amarillentas páginas de los no muy bien
triunfo, un doloroso impresos periódicos; ya en cuadernillos que salían
obstáculo. • de la atiborrada cartera de un repartidor de "en-
tregas". De España la fama de Pérez Escrich pa-
A tenia el poeta a su familia en Madrid; só a América. Los editores repartían los folleti-
VAI ya había logrado algunos recursos gra-
cías al trabajo que le entregaban los edi-
nes de Pérez Escrich por toneladas de papel. Era
un diluvio que llegaba hasta las más pequeñas po-
tores de folletines; y> existia hasta la blaciones de ¡a campaña. Penetraba en forma de
posibilidad de tocar la gloria con un estreno apa- cuadernillos casi impalpables, con contadas pági-
drinado por aquel bondadoso protector que le re- nas, que venían a ser como una gota de agua en
sultó Ventura de la Vega... cuando la fatalidad, boca de sediento. Pero, paulatinamente, aquellos
nuevamente, se abatió sobre él. Una gravísima en- cuadernillos se amontonaban, apilábanse, y cuando
fermedad a la vista dejóle casi ciego por largos el folletín había concluido constituían un volu-
men del tamaño de un misal, al que siempre había
meses. Debió recurrir a la colaboración de su es-
que encuadernar lujosamente...
posa a fin de llenar las cuartillas que le daban
para vivir, y hasta en cierto instante crítico ¡)ensó Pérez Escrich formó, gracias a este constante
en eliminarse, convencido de que, lejos de consti- trabajo suyo, una cuantiosa fortuna. El editor
tuir una ayuda, se trocaría en un obstáculo mo- Guijarro llegó a contratarle una exclusiva por la
lesto. que le entregaba diez mi! duros de derechos de
Algo de ilusiones puso en él el estreno de una autor por ano. Y la serie parecía no tener fin:
comedia que le comprara el actor Osorio por nueve El cura de la aldea, La caridad cristiana. El már-
duros, y que fué la puerta que le permitió ingre- tir del Gólgota, La mujer adúltera, Los matrimo-
sar luego con El cura de la aldea, su primer éxito nios del diablo, La envidia...
de verdad, gracias a cuyos beneficios logró curarse Con el triunfo, el folletinista consiguió la tran-
la vista y estar nuevamente en condiciones de quilidad. Levantó su casa en la población de Pinto,
trabajar con toda la intensidad que le era carac- a escasa distancia de Madrid. Educó a su familia.
terística. Hizo feliz a la esposa. Cumplió con su palabra.
— Aquella comedia malvendida en nueve duros Trabajó ejemplarmente. Fué también una ayuda
— decía años más tarde, — fué la base de mi for- siempre dispuesta y al alcance de los poetas bo-
tuna. Si pido por ella un céntimo más, no la es- hemios, que luego, con el dinero que le habían
trenan y vayase a saber lo que hubiera sido de mi... arrancado, marchábanse haciendo befa del "folle-
Una vez más, el escritor que fué famoso y tinista"...
ganó una fortuna con su pluma, daba una sabia
lección a los que se inician en la vida literaria, Y con la ancianidad,
demostrándoles que, a la vez que ella impone sa-^
crificios materiales, demanda no menos en lo que la p o b r e z a •
al orgullo y la vanidad profesional se refiere.
M A R I O
L.<^ N O V ^ L J % DEL J U B V i C i "
ESPECIAL PARA "CARAS Y CARETAS"
Los o j o s cerrados
ETICULOSAMENTE, coH los gcstos suaves y precisos
Por M bajo los cuales se adivina la destreza profesional,
el profesor Cassandre, ilustre especialista de oftal-
LEÓN mología, colocaba en su estuche de cuero los delicados ins-
trumentos de óptica con los cuales acababa de examinar los
FRACHET ojos del pintor Rene Deville, el artista ya célebre, cuyas be-
llas marinas aureolaban su juventud de una gloria naciente.
C\R.'Sur Y LOS OJOS CERRADOS CARETAS
Después que hubo terminado, cerró el no obstante el terror irracional que le ins-
estuche cuya cerradura golpeó con un rui- piraba la capital (este monstruo de ciudad
d3 seco y, dirigiéndose al pintor que estaba que devora el corazón de los jóvenes) y se
frente suyo tendido en un sofá con la ca- convirtió a la vez en cocinera, en portera
beza hundida en una almohada, que no y gobernanta. Cocinera, lo era, con arte,
dejaba ver más que un rostro pálido ro- no olvidando nada para satisfacer la gula
deado de una venda sobre los ojos, le de- de su "petiot". Portera, defendía celosa-
claró con el tono áspero que le era ha- mente la entrada del pequeño departamen-
bitual: to que él había alquilado en Montmartre,
- ¡Vamos! Esto va bien. Su estado mejo- dirigiendo miradas desconfiadas por la
ra. Dentro de cuatro o cinco meses, usted puerta entreabierta, que ella cubría con to-
habrá recuperado la vista y todo esto no da su imponente persona, a las visitas que
será para usted más que un triste recuer- le parecían demasiado bullangueras, dema-
do. Usted podía haberse quedado ciego. Es siado negligentes, demasiado bohemias, en
un milagro, un verdadero milagro del cual fin, gentes poco serias a quienes ella pre-
yo mismo estoy asombrado, pero, sea usted guntaba con tono seco y con un acento "be-
razonable, ¡qué diablos!... ¡Tenga un po- rrichon" que les hacía reír:
co de paciencia! Yo le enviaré una perso- — ¿Qué quiere usted con el señor? ¿Es
na. A usted le hace falta una compañía a usted a quien espera, tal vez?
más agradable que la de su vieja ama. Gobernanta, ella conducía con autoridad
¡Bien! Hasta luego, mi querido Rene, y — una autoridad que había crecido con la
siga bien mis instrucciones. edad — toda la economía de la casa. Ella
Tendió al pintor su larga mano de hom- era la verdadera dueña de casa, refunfuño-
bre de bien, y, después de haber apretado na, rezongona, siempre descontenta, siem-
vigorosamente los dedos febriles que entre pre llena de recriminaciones. Pero, en el
los suyos abandonó el enfermo, en un ges- fondo, era una gran mujer, un poco maniá-
to de lasitud, tomó el estuche y el sombre- tica y cabeza dura, como esas buenas sir-
ro de sobre la mesa, y, arqueando el alto ta- vientas provincianas que han servido a tres
lle, cuya poderosa estructura marcaba una generaciones sucesivas en la misma casa y
levita, franqueó la puerta de la pieza, mien- a quienes se les perdona con indulgencia
tras que el pintor, con una voz dolorida, sus pequeños errores, pero sensible y bue-
llamaba repetidamente: na, cariñosa y fiel como un perro.
— N a n e . . . N a n e . . . Ven a alumbrar al Ella se retrataba de cuerpo entero en
profesor. Apúrate... esta frase que repetía espontáneamente an-
Desde el otro lado de la pieza se oyó un te quienes se sentían felices de ganar su
ruido de vajillas; luego el rechinar de una confianza para obtener así confidencias
puerta, y un paso pesado que se arrastraba sobre el pintor:
en el vestíbulo. — ¡Mi "petiot"! Yo me partiría el co-
Nane apareció rezongando y secándose razón en pedazos con tal de que él no tu-
las manos en la punta de un gran delantal viera penas...
de tela obscura que le ceñía las anchas Ella había creído que iba a morirse de
caderas. Era una buena anciana de unos se- pesar cuando él fué víctima de un acciden-
senta años, a quien la edad le había dado te automovilístico. Un golpe violento en la
una gordura respetable y . . . un carácter cabeza y, sobre todo, los pedazos de vidrio
execrable. Al servicio de la familia Devi- que le cayeron en los ojos, lo habían de-
lle desde su juventud, había sido a su tur- jado completamente ciego, no obstante los
no y según las épocas y las circunstancias, cuidados inmediatos del profesor Cassan-
una mucama o una cocinera perfecta; des- dre, un viejo amigo de los Deville.
pués, mucho más tarde, al nacimiento del Por suerte para el pintor, a quien el ac-
pequeño Rene, una nodriza cariñosa, que cidente venía a golpearlo en plena gloria
se ligó al niño con una ternura apasionada — pues el último Salón acababa de consa-
que no hizo más que crecer con el tiempo. grar su talento, despertando la envidia y
Poco a poco, ella lo fué considerando co- la crítica, — la ceguera no era definitiva.
mo a su propio hijo, y cuando el joven, to- El profesor, cuyas curas imponían autori-
mando vuelo con sus propias alas, se apar- dad en el más reputado mundo médico, con-
tó de la tutela paterna para ir a instalarse servaba todavía una esperanza de devolver-
en París donde esperaba hacer consagrar le la vista a su enfermo, esperanza que él
su talento naciente de pintor, ella lo siguió mantenía cuidadosamente en el corazón
CARA/ Y LOS OJOS CERRADOS CARETAS
del pintor para luchar contra la desa- una sabia. ¿Qué es eso? Yo he oído bien.
zón que lo debilitaba. Casi todos los días ¡Ya no me quieren más a mí! ¿Qué es lo
venía a examinarlo atentamente no obstan- que hará mejor que yo esa sabia? ¿Acaso
te hallarse lejos la casa de campo donde yo no sé cuidarte y acariciarte bien?
él lo había hecho instalar, lejos de los rui- ¿Quién te amará más que yo, mi "petiot"?
dos de Montmartre, en la soledad y en la Un poco excitado, el pintor hizo un ges-
calma que le eran necesarias en adelante. to y le dijo:
Pero, no obstante todo esto, tal soledad — Vamos, mi buena Juana, no te eno-
afligía duramente al pintor, quien no tenía jes. No tengas cuidado, no quieren reem-
otra compañía que su vieja Nane, más gru- plazarte. Esa persona vendrá solamente
ñona, más agria que nunca. Ella lo cuida- para distraerme con la lectura, pues el pro-
ba, sin embargo, con solicitud y con cariño, fesor dice que con ella se activará mi cu-
pero su conversación vulgar y poco esco- ración.
gida no era la que el ciego necesitaba pa- Luego, empleando el tono más dulce y
ra su descanso y para distraerlo de sus de- un poco infantil que él estaba acostumbra-
primentes pensamientos. do a emplear cuando le hablaba, concluyó:
Fué por esto que el profesor, comproba- — Déjame, N a n e . . . Estoy cansado...
do el progreso de la melancolía profunda Ya te llamaré más tarde.
del joven, había resuelto enviarle una en- La gobernanta sacudió la cabeza y con
fermera, cuya juventud y cuya educación las manos en las caderas adoptó un aire
le harían parecer menos largas las horas suspicaz. Luego, vencida, envolvió a su
y menos cruel la obscuridad a la cual esta- querido "petiot" con una mirada enterne-
ba condenado. cida, y volviendo sus talones se encaminó
Rene Deville había aceptado, en princi- hacia su cocina, no sin murmurar entre
pio, para agradar a su buen amigo, pero él sus dientes amarillos:
no esperaba ningún consuelo de esta com- — ¡Déjala venir a esa joven! Tal vez
pañera a quien no conocía y a quien no yo pueda enseñarle quién es la dueña de
podría ver. Ella no sería para él más que casa.
una extraña asalariada que se burlaría de
su dolor y que no pensaría más que en el
provecho que podría sacar de esta situación
lucrativa.
Distraídamente, oyó decrecer, en el si-
A LGUNOS días después, llegó la "per-
sona". Advertida por el tintineo del
timbre, Nane fué a abrir refunfu-
ñando. Se encontró frente a una joven
lencio de aquella noche de invierno, los
como de veinticinco años, que esperaba, tí-
pasos del doctor que descendía la escalera
mida y miedosa, examinando con una mi-
pesadamente, y los rezongos de Nane que lo
rada el cuadro acogedor donde iba a vivir
guiaba llevando en una mano una lámpara
en adelante por algunos meses.
de petróleo humeante, que constituía todo
el lujo de iluminación de la casa. Su vestimenta simple, aunque denotan-
do una cierta coquetería y un gusto exqui-
Luego, ya abajo, la puerta que daba al sito, revelaba su condición modesta. De
jardín golpeó sordamente, y la buena vie- pequeño talle, con un cuerpo armoniosa-
ja volvió a subir gimiendo y resollando, y mente proporcionado, parecía, a primera
el pintor no pudo evitar una sonrisa, oyén- vista, encantadora, pero este conjunto gra-
dola quejarse en voz alta: cioso estaba desgraciadamente incompleto
— ¡Oh! Esta escalera... ¡me hace pe- y se detenía en los hombros. Su rostro, in-
dazos las piernas! vadido por manchas rojas, estaba, además,
Pronto apareció en el hueco de la puer- afeado por sus facciones irregulares y sin
ta de la habitación que ella cubría comple- expresión, y por una piel débil y seca, don-
tamente con su gordura desbordante, ro- de se buscaba en vano la firmeza y la fres-
ja y congestionada por el esfuerzo. Con cura de la juventud. En verdad, ella no
una voz lastimera, en la que se percibía había sido agraciada por el cielo. Era fea,
cierta angustia maternal, le preguntó al francamente fea. Sin embargo, dos deta-
pintor, mientras oprimía una punta del de- lles aminoraban un poco esta desgracia fí-
lantal entre sus anchas manos: sica: los ojos negros de mirada aterciope-
— ¿Qué es lo que ha dicho el doctor, mi lada, que brillaban bajo los párpados de
"petiot"? ¿Quiere reemplazarme con otra pestañas raras, como dos diamantes colo-
a tu lado? Una inculta, él ha dicho, por cados en un cofre rústico, indigno de su
CARAX Y LOS OJOS CERRADOS CARETAJ
brillo, y una voz dulce y sonora, con ento- por el contrario, vivía enteramente bajo el
naciones acariciantes, que encantaba más encanto de su enfermera, conquistado ca-
allá de todas las expresiones. Aquella mi- da día más por su voz acariciante y por
rada luminosa y esta voz atrayente admira- las cualidades espirituales que él descu-
ban desde luego, pues era sorprendente el bría en ella durante las largas conversa-
contraste entre estos dones de la natura- ciones que reemplazaron agradablemente
leza y la fealdad de su rostro marchito an- a sus delirios solitarios y que acortaron las
tes de tiempo. horas, hasta el extremo de hacerles olvi-
Por la puerta entreabierta, Nane dirigió dar las de las comidas, lo que provocaba
a la visitante una mirada suspicaz con la las protestas de Nane, que iba diez veces
que la observó sin piedad, y luego le pre- a llamarlos, ubicada en el hueco de la
guntó con tono seco: puerta, con las manos en las caderas y en-
— ¿Qué es lo que quiere usted? ¿Es rojecida de cólera contenida:
usted a quien esperan tal vez? — ¿Es que van a venir o no van a
La joven, ruborizada y confusa, contes- v e n i r ? . . . Porque si ustedes vienen pron-
tó dulcemente, bajando los ojos: to, yo los espero, si no, tendrán que irse
— ¿Es ésta la casa del señor Deville, se- luego a comer donde ustedes quieran, tal
ñora? Me manda el doctor Cassandre, y... vez...
Nane la interrumpió bruscamente, con Y se alejaba, exteriorizando su rencor:
un acento más rudo todavía: — ¡Es una desgracia! ¡Es necesario te-
— Está bien. Entre y suba. Está arriba, ner paciencia! Una comida que ni los re-
pasando la escalera. Usted lo encontrará yes se harían llamar dos veces...
tal vez. La señorita Aubert sonreía, habituada
Confundida por este recibimiento gla- ya a la brusquedad y a la franqueza de la
cial, la visitante entró, un poco trémula, y guapa mujer, mientras que el pintor reía
subió la escalera delante de la vieja Nane, francamente.
que la seguía rezongando. Poco a poco, una intimidad más grande
Cuando ella penetró en la habitación, el los aproximaba. Extremadamente molesta
pintor la recibió afablemente y saludándo- al principio por lo delicado de su situación
la le dijo con una voz dulce: cerca del pintor, Genoveva se había adap-
— Buenos días, señorita; sea usted bien- tado rápidamente, ayudada en esto por la
venida. buena disposición del joven, que sabía evi-
Confortada por esta dulzura que borró tar con cuidado todo cuanto pudiera herir
algo la brusquedad de Nane, ella respon- su fealdad.
dió, inclinándose un poco, sin recordar que El primer tema de conversación fué, na-
su interlocutor no la veía: turalmente, la recíproca presentación. Re-
•— Buenos días, señor, muchas gracias. ne Deville le contó el accidente que había
Sorprendido por el acento de su voz ar- tenido para él tan terribles consecuencias.
moniosa, el pintor no pudo contenerse de El le habló de su pasado, de sus triunfos
exclamar: y luego de su porvenir y de sus espe-
— ¡Oh, señorita! ¡Qué voz encantadora ranzas.
posee usted! Será un gran placer para mí La joven, a su vez, le contó su vida, que
tener a una lectora como usted. había transcurrido muy próxima al tormen-
Y sin darle tiempo a que respondiera, to. Hija de un escribano arruinado por una
continuó, elevando más la voz: serie de asuntos desgraciados, logró apenas
— ¡ N a n e . . . N a n e . . . ! Ocúpate de la se- terminar sus estudios en un pensionado:
ñorita. Instálala en la pieza del balcón y huérfana a los dieciséis años, fué reco-
vigila que no le falte nada, como si fuera gida por una parienta lejana, mujer agria
yo, ¿sabes?, como si fuera y o . . . y dura que la había abrumado más de tra-
bajo que de ternura, con el objeto, según
decía ella, de habituarla a la miseria. Bajo
L cabo de ocho días, la señorita Ge- la férula sin piedad de esa mujer debió
A noveva Aubert estaba definitivamen-
te instalada en la casa de campo.
Mientras la vieja gobernanta estaba toda-
ganarse el pan, que le había sido mezqui-
namente proporcionado, desempeñando to-
dos los oficios. Ya como costurera, ya co-
vía celosa y observaba frente a la joven mo modista, o bien dando lecciones aquí y
una actitud hostil y desconfiada, el pintor, allá, bahía logrado hasta entonces confor-
CARA/ Y LOS OJOS CERRADOS CARETA/
mar a la irascible fiera que la atendía, con- el profesor ha sido muy bueno al acordar-
sagrando, sin embargo, los pocos ratos de se de mí y al favorecerme con su protec-
que disponía al estudio y, sobre todo, al ción.
solo placer que ella experimentaba en la El pintor dijo:
tierra: la pintura. — ¡Ah! Es curioso el que hayan vuelto
Este gusto común por dicho arte fué el a encontrarse.
primer lazo de unión entre los dos jóvenes. Después de un minuto de silencio que
Pero Genoveva se empeñó en afirmar, ru- la joven respetó, él continuó, dando curso
borizándose, que ella sólo pintaba para ella, a un pensamiento interior:
para distraerse, y que no tenía ninguna — ¡Cómo me apena el estar ciego! ¡Us-
pretensión. No obstante. Rene Deville le ted debe de ser tan hermosa! ¡Sí! ¡Sí! No
hizo prometer que le mostraría sus obras lo niegue. Con tal voz y con tal espíritu,
más tarde, cuando él volviera a tener la usted debe de ser deliciosamente hermosa.
felicidad de ver. Cuando no hablaban de Lo contrario sería una locura de la natu-
pintura, la joven, dedicada enteramente a raleza.
su rol de enfermera, se ocupaba con ter- Genoveva, confundida de sorpresa, bal-
nura en la atención de los mil pequefios buceó débilmente:
detalles que reclamaba el estado del pin- — P e r o . . . señor... yo le aseguro...
tor, quien no podía dar un paso sin ser No pudo terminar. Quería protestar, gri-
guiado. Ella le leía libros y diarios, comen- tar la verdad, la dolorosa verdad.
tando con una inteligencia despierta todos — No, señor, yo no soy linda. Soy fea,
los hechos del día. Así, fuera por sus lec- bien fea, y sus ojos se apartarían de mí si
turas o por sus conversaciones, lo tenía me vieran.
al corriente de la vida que continuaba al- Pero una fuerza misteriosa la retuvo,
rededor de su noche. Ella veía por él y un miedo irracional e inexplicable.
sabía adivinar tan bien sus menores de- Sin saber por qué ella se inclinó y le
seos, que sus dos pensamientos se confun- besó la cabeza, avergonzada por dejar al
dían, se unían estrechamente. pintor con tales ilusiones y confusamente
Muy pronto el pintor no podía pasar sin feliz, sin embargo, por la admiración que
ella. él le profesaba.
Con una exigencia un poco tiránica, la Al día siguiente, ausente Genoveva Au-
reclamaba cerca suyo constantemente. bert, como lo hacía algunas veces en que
Cuando ella estaba a su lado, él se sentía iba a París de compras, el pintor aprove-
más aliviado y encontraba menos pesada chó para hablar de ella con Nane, que ca-
la obscuridad en que estaba encerrado, co- minaba en torno suyo rezongando, remo-
mo en una tumba. La dulzura de su voz era viendo sillas y pequeños objetos, bajo el
un bálsamo que calmaba su alma lacerada pretexto de que eso era una tarea domés-
de duda, de inquietud y de pena. tica.
Un día él la interrumpió para declararle — Dime, Nane, ¿qué piensas tú de la
con gravedad: señorita Aubert?
— Su voz es una verdadera música, se- Nane, sorprendida, dejó el plumero con
ñorita. No dejaría de escucharla. ¡Y qué el cual sacudía el polvo y respondió con
hermosa inteligencia tiene usted! Yo le embarazo:
aseguro que no me esperaba una compa- — ¿La señorita Genoveva? Bien. Yo es-
ñera tan deliciosa. Yo no quería hacerle toy contenta.
caso al doctor Cassandre. Y ahora no me Después de la llegada de la joven a la
arrepiento de haber seguido su consejo. casa, ella había cambiado de opinión a su
P e r o . . . dígame, señorita, ¿cómo conoció respecto. Al principio la había espiado
usted al profesor? disimuladamente, buscando de sorprender-
Ruborizándose bajo los cumplimientos a la en algún gesto sospechoso, en alguna
los cuales no estaba habituada, Genoveva palabra fuera de lugar que pudiera hacer
respondió con una voz melancólica en la suponer en ella una naturaleza deshonesta
que se percibía un vago recuerdo de un o simplemente egoísta. Estaba furiosa por
pasado feliz: la intromisión de esa extraña en su intimi-
— Su hijita Elisabet era mi amiga ín- dad, y así se lo había dado a entender en
tima en el pensionado. Hemos pasado muy la primera ocasión. Pero luego la descu-
lindos momentos juntas. Ahora Elisabet brió tan sencilla, tan modesta, tan cariñosa
está casada y me olvidó hace tiempo. Pero para con su "petiot", que la rodeó de cui-
LOS OJOS CERRADOS CARETA/
CARA./ Y
dados, en los que ponía mucha paciencia ción. Bien pronto pudo anunciarle con cer-
y un buen humor incomparable, pues no teza el próximo fin de su suplicio.
había tardado en abrigar una viva simpa- — Mi querido Rene, dentro de dos me-
tía hacia aquella pobre señorita "que des- ses, como máximo, podrá quitarse esa ven-
graciadamente estaba obligada, como aho- da y podrá ver. Desde ya estoy seguro
ra, a ir a casas extrañas a ganarse el que volverá a ver.
pan". Cada vez más atormentado por el deseo
A menudo, durante las lecturas que ella de contemplar a Genoveva, de quien él no
le hacía al ciego o durante las conversacio- podía apartar su pensamiento, el joven
nes que ambos tenían sobre el arte, la po- murmuró con un tono de impaciencia que
lítica o la ciencia, Nane escuchaba religio- hizo protestar al oftalmólogo:
— i Dos meses todavía! ¡ Dos meses con
samente, sin comprender, pero deslumbra-
los ojos cerrados!... ¡Dios m í o ! . . . Es
da por las palabras sabias que escuchaba,
mucho tiempo...
y, sobre todo, profundamente encantada,
•—¡Oiga, muchacho! — replicó el pro-
no obstante su natural rústico, por la voz
fesor con rudeza. — ¡Considérese muy fe-
extrañamente musical de la joven. liz de no tenerlos cerrados para la eter-
Bajando la cabeza después de escuchar nidad!
un momento, se iba a cumplir ocupacio- E, irritado por la ingratitud de su enfer-
nes más prosaicas, murmurando para ella mo, cuyas amargas penas no comprendía,
sola: pues no conocía la profunda razón que las
— Habla francamente bien esta mucha- ocasionaba, partió gruñendo:
cha. Es una verdadera sabia, no es mala, es — ¡Es un ingrato!
limpia, es dulce, después de todo. Y luego, Pasó un mes. A medida que se aproxi-
ella cuida tan bien a mi "petiot"... ¡Qué maba el plazo feliz. Rene Deville se mos-
lástima que no sea más linda! ¡Pobre jo- traba más impaciente todavía, hasta sen-
vencita! Es una desgracia. ¡Y decir que hay tirse dominado por una nerviosidad extre-
tantas que no tienen más que una linda ma. Muchas veces, interrumpiendo a la jo-
nariz y nada de inteligencia en cambio! Me ven que leía, a su lado, le tomaba la mano
parece que todo esto se arreglará bien, tal y le decía dulcemente, con un fervor con-
vez... movido :
El pintor insistió en obtener su respues- — Pronto la veré, señorita, y será una
ta y repitió: gran alegría para mí.
— ¿Y cómo la encuentras? ¿Es linda? Genoveva temblaba ante la evocación
Ella se decidió finalmente a responder, de ese día próximo que conduciría al fin
arrollando una punta de su delantal entre del más delicioso de los sueños. Al cabo
los dedos nudosos: de los cuatro meses que ya habían trans-
— Es muy guapa. Seguramente es una currido con rapidez desconcertante, ella
guapa muchacha, inteligente, instruida, des- descubría con horror que amaba al joven
pués de todo. Pero que sea bella, segura- pintor con una fuerza que crecía cada día,
mente no lo es, y ¡es una lástima! no obstante todos sus esfuerzos por resis-
Pero el pintor no la creyó. Un poco fas- tir a esa pasión desgraciada, que no haría
tidiado, mandó a Nane a terminar sus ta- más que ocasionarle — ella lo sabía bien
reas y él se quedó solo con sus sueños. — penas y dolores.
Alzando los hombros, murmuró: Es verdad que estaba contenta por la
— Nane chochea. Desde luego, es bas- próxima curación de aquel a quien ella
tante vieja para poder juzgar las cosas. amaba en silencio. ¡Qué felicidad iba a
Luego suspiró, repentinamente desespe- experimentar él al volver a ver la luz des-
rado : pués de seis meses de vivir en la más te-
— ¡Dios mío! Devuélveme la vista. Yo rrible obscuridad, pero también qué desga-
quiero v e r . . . ¡ A h ! . . . v e r . . . y ¡verla a rramiento para ella al verlo apartarse y
ella!... alejarse al descubrir su fealdad! Desde lue-
go pensaba en huir, en abandonar aquella
casa donde ella había pasado algunos meses
NTRE tanto, con el correr de los días, de felicidad, Y decidió no esperar el mo-
E el pintor mejoraba poco a poco, y a
cada visita el profesor Cassandre
comprobaba una nueva etapa en su cura-
mento en que le fuera arrancada la venda
de los ojos. Se iría un poco antes, humilde-
mente, con un pretexto cualquiera, con el
CARA/ Y LOS OJOS CERRADOS CARETAJ-
L e o Frachet
D I B U J O S DE
BERNABÓ
n r s A v e l l a n e d
ConLuri-entcs a la comida de camaradciia lealizada por Público que animó la clásica verbena andaluza, realiza-
ei Círculo Liniérs, con motivo de la inauguración de su da por la sección A v e l l a n e d a del Automóvil Club
nueva sede social. Argentino.
CIUDADELA
Grupo de seño-
ritas q u e die-
ron realce o la
fiesta realizada
en el club de-
p o r t i v o **La
Razón",conmo-
livo de la inau-
guración de la
cancha de bas-
quetbol.
Fiesta campes-
tre r e a l i z a d a
por el club atló-
tico y s o c i a l
Haedo Júniora,
al quedar inau-
gurada su nue-
va cancha de-
portiva.
l»¿-t lo de los comea: alcíí que asiütiejon al banquete ofrecido por los socios del Cíiculo Urquíza al señor E. Luchetti.
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y en todas sus sucursales.
combinación con la importante firma J. ROGER Los que soliciten por correo estos boletos,
BALET, propietaria del "BAZAR DOS MUN- deberán dirigirse a "CARAS Y CARETAS",
DOS", venimos realizando, hemos resuelto can- calle Chacabuco 151, Capital, y a fin de evitarse
jear cada T R E S cupones sin premios, desde gastos de franqueo, podrán recortar los cupones,
Ja serie R en adelante, por un boleto numera- es decir, que no es necesario enviar la hoja
do, para intervenir en el gran sorteo a reaüzar- entera que contiene los mismos. Asimismo,
Be en el sitio que oportunamente indicaremos. deberán adjuntar a cada pedido una estampilla
En la Capital Federal deberán canjearse los de D I E Z centavos para la remisión de los
cupones por los boletos numerados que to- citados boletos numerados.
En los sorteos semanales han obtenido premio log cupones cuyas tres últimas cifras terminan en:
OA/L "Caras y Caretas de fecha 28 de octubre.
¿.yJOf (Cupón S. Sorteo del 31 de octubre).
"Caras y Caretas" de fecha 4 de noviembre.
277, (Cupón T. Sorteo del 8 de noviembre).
"Caras y Caretas de fecha 11 de noviembre.
644, (Cupón U. Sorteo del 15 de noviembre).
'Caras y Caretas" de fecha 18 de noviembre,
680. (Cupón V. Sorteo del 22 de noviembre).
Han obtenido na premio extra, de $ 5 0 . - ™/n- c/uno en jugueteit
Los cupones del sorteo del 31 de octubre, cuyas cifras sean iguales a las del N ' 1206.
Los cupones del sorteo del 8 de noviembre, cuyas cifras sean iguales a las del N» I 7 2 7 7 ,
Los cupones del sorteo del 15 de noviembre, cuyas cifras sean igr.ales a las del N ' 6644,
Los cupones del sorteo del 22 de noviembre, cuyas cifras sean iguales a las del N ' 11680.
Grandes sorteos semanales
gratuitos de juguetes para
ios pequeños lectores de
''Caras y Caretas
En combinación con la i m p o r t a n t e firma
J. R O G E R B A L E T , propietaria del "Bazar D o s
Mundos", hemos organizado Grandes Sorteos
Semanales Gratuitos de Juguetes.
Para dicho objeto, todos los ejemplares de
"Caras y Caretas" llevarán, en esta página, un
cupón numerado.
Los cupones cuyas tres i'iltimas cifras corres-
pondan a las del número que obtenga el primer
premio de la Lotería de Beneficencia Nacional
del sorteo que indique el precitado cupón, obten
drán un premio consistente en juguetes p o r
valor de C I N C O pesos moneda nacional, al pre-
cio de venta fijado para el público y a elección
del favorecido entre el vasto y novedoso surtido
del "Bazar D o s Mundos".
La entrega de juguetes se hará mediante la
presentación de esta página comnleta de "'Caras
y C a r e t a s " que contenga el cupón premiado, en
la casa central del " B a z a r D o s Mundos", Carlos
Pellegrini, 302, esq. Sarmiento, o en cualquiera
(le sus casas situadas e n :
OJOS NEGROS
DIME QVE SI
MUÑEQUITA
PRIMER BESO
Los Polvos de T o c a d o r se preparan en los tonos:
BLANCO - RACHEL - ROSA - OCRE Y CHAIR.
PERFUMERÍA