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DERECHO

DE LA INFORMACIÓN
2º PERIODISMO
๏ Tema 1: El derecho constitucional de la información.

C uando queremos hacer referencia al concepto de derecho que existe en el imaginario colectivo, es de suma trascendencia tomar
en cuenta dos aspectos que emergen del derecho, los cuales son: el derecho DE ALGO, y el derecho A ALGO.

Derecho de algo: En el ámbito jurídico, referirse al derecho de algo, es hablar de un conjunto de normas que disciplinan, regulan o
determinan una determinada realidad, como es por ejemplo el Derecho de la Familia. Muchas relaciones de las que se desarrollan en
nuestra cotidianidad se hallan reguladas por este derecho de algo.

Derecho a algo: Cuando hacemos referencia al derecho a algo, queremos referirnos a aquellos derechos de mayor carácter mundano,
es decir, más aplicables en las actividades humanas. Se trata de un sinónimo de la facultad de recibir/obtener algo. Este es el derecho
“en minúsculas”.

El periodismo se trata de una tarea profesional que está en constante conflicto con los derechos humanos. El primer concepto que
hemos de manejar es el concepto de derecho. El derecho se trata de un conjunto de normas. No es lo mismo poseer derecho a algo,
que el derecho de algo. Una norma se diferencia de una orden, puesto que la orden no perdura en el tiempo, mientras que la norma es
un mandato que pretende regular el comportamiento de la población de manera más prolongada en el tiempo.

Por tanto, el derecho de la Información es el conjunto normativo que regula las actividades relacionadas con esta determinada
realidad. Es un campo amplio, que atañe a derechos fundamentales, libertad de empresa, etc.

Desde la perspectiva constitucional existen los principios constitucionales del derecho de la información, puesto que la constitución
son los cimientos de la sociedad. Todo ello acaba por terminar en el art. 20 de la Constitución Española en el cual se reconocen y
protegen los derechos:

a) Expresar y decidir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito, o cualquier otro medio de
comunicación.
b) A la producción y creación literaria artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar y recibir libremente información veraz por cualquier medio de comunicación, siendo sumada la cláusula y secreto
profesional.

Los derechos en la CE no están en el mismo plano, sino que existen distintos niveles de garantía y efectividad.

Estamos rodeados de normas, existiendo normas de muchos tipos (ejemplo padres y normas de la casa). Una norma es un mandato
que aspira a regular de manera casi permanente la vida de la gente. Es, por tanto, una pauta de comportamiento (normas sociales,
familiares, en las instituciones educativas). Las normas, al ser “impuestas” cuentan con una sanción en caso de incumplimiento,
mientras que la costumbre puede cambiarse. Las normas son obligaciones, las costumbres son hábitos.

La diferencia entre el incumplimiento de las normas en fútbol y las normas que rige el Estado, es que, cuando el Estado instaura una
norma, si te la saltas, pueden coaccionarte a cumplir con la sanción, algo que no sucede en el primer ejemplo. El Estado presenta la
potestad de tener el monopolio de la fuerza. De todas las sanciones, hay un tipo de norma en la que la sanción puede ser coactiva: Las
normas estatales.

Por tanto, el derecho es conjunto de normas que dicta el Estado, el cual es la institución o aquel modo de organización de la sociedad,
que posee el monopolio de la violencia legítima (Max Weber). Quien dicta una norma es aquello que determina si se trata de una
norma jurídica.

El reglamento taurino, por ejemplo, es dictado por el Ministerio del Interior, al igual que es este mismo quienes definen los presidentes
de las corridas, pues se trata, normalmente de un comisario de policía, e incluso las multas tienen sanción por parte estatal. Normas
aprobadas por el estado son derecho, y la violencia, por ello, está permitida.

En la Edad Media, no había leyes, por lo tanto, la organización social previa a la existencia de las leyes, se basaba en la fuerza bruta,
imponiéndose normas arbitrarias y cambiantes, en función de quien era el que más fuerza poseía (Ejemplo niño de 5 años en un patio
de colegio sin supervisión). Históricamente la sociedad, no había leyes que regularan el comportamiento de los individuos. Eran
constantes muestras de fuerza lo que se daban.

Históricamente no hay normas, sino fuerza. Esto genera miedo en la población, porque la llegada de los fuertes, al fin y al cabo, genera
incertidumbre e imprevisibilidad. Cuando no hay derecho, hay la ley del más fuerte, caracterizada por la inseguridad.

Esto, impide que podamos desarrollar una vida adecuada, por la inconsciencia y el desconocimiento de los límites. Cuando no hay
norma, solo queda la imprevisibilidad (Ejemplo Afganistán y panadería, donde aún todo depende de la voluntad). En Europa
occidental, la organización en territorios pequeños, donde cada cual contaba con fuerza bruta, no existía regulación alguna. Los sitios
donde no hay derecho y se usa la fuerza, el uso de esta última está limitado a un pequeño territorio.
En un momento de la Edad Media, comienzan a desaparecer los pequeños terrenos, a causa de las guerras, que, por las derrotas, o
casamientos, etc. comienzan a unificar el poder de los distintos reinos existentes.

En España, se pasa de tener 200 territorios con señores feudales, a 8 reinos, hasta que todo se consolida como nación. El derecho nace
porque cuando todos estos territorios tienen un rey como cabeza de la sociedad, que, impulsado por el absolutismo quiere imponer su
voluntad (Ejemplo Luis XIV) en un vasto territorio, se ha de inventar una estructura de poder, ya que no se puede gobernar en persona.

El poder se va delegando desde el rey, hasta llegar al pueblo, a través de ministros, prefectos, policías, etc. Cuando tenemos una
estructura de poder muy grande basada en el absolutismo, por ejemplo, os encontramos con la imposibilidad de utilizar la fuerza
bruta. Esto hace que comience a llegar la igualdad a Europa occidental.

Esto provoca un cambio, llegando un momento histórico en el cual los reyes de finales del siglo XVII y XVIII son reyes sin arma, sin
poder físico, sin caballo, porque llega un momento en el cual para mandar no es necesaria la fuerza física, sino que se necesita de ser la
cúspide de una estructura gubernamental. Cuando la sociedad es muy compleja, se necesita de la existencia de normas. Esto lleva a
una organización del poder unitaria.

1. Cuando en un territorio, todo el poder es unitario (Delegación/ Autorización del poder), donde se llega a un punto arriba único,
esto recibe el nombre de Estado: Una estructura social en la que cualquier uso de la fuerza se remonta a una única autoridad.
Todo lo que le cae al pueblo, se puede remontar a la voluntad del rey. Cualquier manifestación del poder se remite al rey. El Estado
es un territorio en el que todo el poder es único. No todos los países del mundo son Estados, porque hay fuerzas que no son únicas

2. Cuando en el Estado, la manera de transmitir las órdenes del Rey, es a través de las normas jurídicas escritas, tenemos un Estado
de Derecho: Todo el mundo que ejerce el poder está legitimado por una norma que llega hasta la cúspide. Todo el poder se
ejerce con leyes escritas. El poder ejercido, por tanto, solo es legitimado mediante leyes. La existencia de jueces busca el respeto
de las leyes, y garantiza el Estado de Derecho. Ej.: la España Franquista es un Estado de Derecho.

3. Democracia: A partir de la mitad del siglo XX vemos que es el Parlamento quien tiene que mandar, mientras que hasta ese
momento se entendía la misma como la potestad del pueblo para votar. Hay decisiones que se pueden votar, pero hay otras que
no se pueden votar porque vulneren los derechos de una persona, más allá de la voluntad de la mayoría, porque, tener derecho a
algo, implica que la mayoría no te lo puede quitar por más que lo pretendan. El Parlamento es un grupo de gente elegido por el
pueblo. Con que se produzca un cambio en la cúspide de quien da órdenes, el sistema cambia.

Inicialmente, la democracia del siglo XIX, es sinónimo de la existencia de elecciones, de poder votar. Llega un momento en el que las
leyes aprobadas vulneran el derecho ordinario (ej.: Hitler). En el contexto del siglo XIX, el Bühler fue elegido democráticamente, siendo
demócrata en los términos del siglo XIX. Además de las elecciones, en un país democrático, hace falta que el Parlamento respete los
derechos de la Gente.

La otra parte de la democracia es la Libertad. Lo contrario a un derecho es una obligación, puesto que esto anula la libertad. Los
derechos son espacio de libertad. La libertad en democracia implica que el poder tiene que respetar derechos.

Si vemos la evolución histórica de los derechos, vemos lo siguiente:

a) Derechos como privilegios (hasta el siglo XVII): De Derechos se habla ya en Inglaterra sobre el siglo XIII (Carta Magna Inglesa). Se
trataba de un concepto de derecho, pero cercano al nuestro actual, ya que se consideraba como la existencia de un privilegio.
Cuando hablamos de privilegio, estamos hablando de algo que pertenece a una determinada parte de la sociedad. Una vez el
derecho queda efectuado en el papel, se convierte en derecho y deja de ser un privilegio. Jurídicamente, no existen privilegios, los
derechos han de ser fundamentados, no establecer diferencias y definir a los ciudadanos. Luego de una situación actual los tendré
más o menos garantizados.

b) En el origen de la palabra “derecho” (hasta el siglo XVIII): Los derechos eran una prebenda de los monarcas, que veían su poder
absoluto debilitarse, así como nobles y clero, que reclamaban con su poder, siendo los derechos el “mecanismo” de negocio del
monarca hacia los estamentos sociales. Estos brindan poder político, que no era de toda la población, no perteneciendo a personas
individuales.

Es entonces cuando surgen los primeros Parlamentos, en el cual los nobles pueden decidir (el rey es quien necesita dineros para las
guerras). El parlamento se trata de reuniones entre el rey y los nobles para tomar decisiones.

Existen varios tipos de derechos:


- Derechos Naturales (Siglo XVIII): Surge la teoría del Contrato Social (Rousseau, Locke o Hobbes). Las repercusiones históricas de
esta teoría son tremendas, ya que venimos de la etapa medieval, basada en el absolutismo, en los estamentos muy diferenciados, y
que en el siglo XVII y XVIII esta idea fue impulsada por la burguesía: que no tenía derechos, pero sí poder adquisitivo, residiendo en
un “limbo” jurídico. Estos tres filósofos que hablan del Contrato Social: Los derechos no como privilegios, sino naturales, inherentes
a la condición del hombre. Todo ello es independiente de su origen. Los derechos son individuales. Este principio de igualdad es
rupturista.

- Las consecuencias políticas y sociales: Si todos somos iguales, las desigualdades quedan eliminados y no hay explicación lógica para
organizar el poder. Por tanto, el Estado se hace consecuencia lógica del servicio del poder. El Estado nos ampara a todos. Sufragio
censitario. No todos votaban, pero ya no importaba tanto el criterio estamental. Se trata de ver el Estado como un ente que
organiza el poder.

EEUU (1776-1789): Es la fecha de una batalla por la independencia americana: Inspira toda esta historia. Es la fecha de la ruptura de las
13 colonias, impulsando un cambio.

Francia (1789-1791): Revolución Francesa, basada en los principios de Igualdad, Fraternidad y Libertad.

CE de 1812: Es también de tradición ilustrada, en la cual se enuncia la búsqueda de la felicidad de la nación.

De estas 2 revoluciones surgen 2 nuevos productos jurídico normativos:

a) DECLARACIONES DE DERECHOS: Textos preconstitucionales que reconocen y declaran derechos. Anteriormente el derecho eran
convenciones sociales no escritas, es decir, consuetudinaria. Toda esta gente no era tonta, sabía que tenía que ponerlo por escrito.
Nos recuerdan que hemos de tomar conciencia de donde están los límites de nuestra libertad. El poder, sino tiene límites, no es
democracia. Para dar fuerza normativa estas deben ser de obligado cumplimiento para los poderes y los particulares.

b) CONSTITUCIONES: No solo valía con un documento político, sino que necesita una norma jurídica. Se promueve la separación de
poderes y la garantía de los derechos. Toda constitución que se precie necesita de este doble contenido. Con la llegada de las
constituciones nace la condición de ciudadanía (Todas las ciudadanas que se acogen participan de este circuito de poder, y hay
ciertas instituciones que los garantizan.

Las constituciones son la norma jurídica básica de un Estado. Cualquier norma ha de ser coherente y compatible con la Constitución. Se
trata de poderes y derechos, con un marco amplio, lejos de ser de unos pocos. Estas mismas ayudan a que la convivencia sea estable,
que perdure en el tiempo como condición necesaria. Una de las premisas a la hora de elaborarla, es la necesidad de hallar la
diversidad, de protegerla, donde quepamos todos.

Las constituciones han de regular lo mínimo indispensable y donde tengan cabida estas mismas diversidades políticas y sociales de
nuestro país.

Podemos hablar entonces de CONSTITUCIÓN RACIONAL NORMATIVA (fruto de la Ilustración, por el poder de la razón).

Documento escrito —> Necesidad de liquidar la oralidad en el derecho.


Conjunto sistemático de normas.
Producto de la razón, no de la tradición: lo intuitivo era la desigualdad.
Fuerza normativa.
Consagra el poder estatal único pero dividido: El poder reside en el Estado como soberano.
Imperio de la ley: Normas jurídicas que emanen del pueblo soberano.
Garantía de los derechos individuales: Recordarnos, recordarles, acudir a un tribunal con nuestros derechos.

CONCEPTO DE DERECHO: Facultad de hacer o no hacer algo (derecho de libertad); de recibir o no recibir algo (derecho de
prestación).

Cuando hablamos de un derecho de libertad, es decir, de hacer o no hacer algo, se considera que se tiene la facultad, pero quien actúa
es el ciudadano. En cambio, los de prestación, para ser efectivos, han de ser de disponibilidad por parte del Estado.

La tutela judicial: Los derechos, dependen del tipo que sean, tienen en común la tutela judicial, que es la capacidad de estar protegido
judicialmente ante la vulneración de un derecho.
Tipos de derecho:

a.1) Subjetivos: Facultad reconocida en una norma jurídica, normalmente que tiene rango de ley (de arrendamientos urbanos).

a.2) Humanos: Catálogo de facultades reconocidas en tratados internacionales, que recogen las aspiraciones a seguir por cualquier
estado que se preste, y que forman también parte de nuestro ordenamiento jurídico. Existe la obligación estatal de de interpretar los
derechos fundamentales conforme a tratados y convenios internacionales (art. 10.2 CE). Cuando se habla de derechos humanos se
habla de derechos que teóricamente todos debiéramos tener, pero siguen en el plano ético y moral, de como nos gustaría que fuera el
mundo, pero no son normas jurídicas, porque no se hallan dentro de las normas jurídicas de un determinado país. Los derechos
humanos son filosofía. Son inherentes a la persona humana.

a.3)Fundamental: Derechos reconocidos y consagrados en la Constitución. Son los derechos basados en los derechos humanos, y como
sí forman parte de la Constitución, es decir, están al amparo de una norma, de la Constitución de un país, eso lo garantiza. Van unidos
al concepto de persona, es decir, te pertenecen por nacimiento. Se hallan también en la Constitución y son aplicables por los
tribunales. En definitva es un derecho natural constitucionalizado.

LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA.

En nuestra Constitución hay dos cosas que aparecen con el nombre de derechos:

1.- Art. 14-38: Derechos FUNDAMENTALES, porque en el art.53 CE se afirma que la ley no puede
arrebatarte ninguno de esos derechos. Por lo tanto, son irrebatibles. Ej: Art.27: Todos tienen
derecho a la educación. Ningún partido puede arrebatar el mismo.

2.- Art. 39-52: La propia Constitución afirma que, a pesar de que estos reciben el título de derechos, el
Estado, ni la Constitución, no lo garantiza (art.53.3 CE), afirmando que se tratan de
principios/mandatos/ideas que buscan la dirección que quiere seguir la sociedad, pero no es de
carácter obligatorio. No tenemos derecho a Seguridad Social, por ejemplo. Lo tenemos por el
mantenimiento de los sucesivos gobiernos, quienes lo han visto como buenos para la sociedad, pero
no nos garantiza la defensa del tribunal ante su intento de arrebatarlo..

Hay muchas normas que reconocen derechos. La mayoría de los derechos que poseemos están en leyes, lo cual implica que su
destrucción/desaparición también puede conseguirse de la misma manera, es decir, con otra ley. La mayoría de los derechos dependen
de quien mande en el país. Cuando votamos a algún partido, decidimos, en definitiva como se va a realizar la política, a través de las
leyes que se promulguen. En democracia somos nosotros quienes decidimos quien nos representa mejor.

Existen algunos derechos que reciben el nombre de derechos que dependen de la ley (ej: derecho al aborto, en que mes de la
gestación del feto, depende de quien manda). No obstante, hay otros derechos que son intocables, que no dependen de la ley, y que
los tenemos siempre. Estos son la esencia del derecho. En una constitución se introducen los elementos esenciales que definen a un
determinado territorio como país. En definitiva son las definiciones básicas. Toda la Constitución, en especial la española de 1978,
presenta los elementos básicos que cimentan la sociedad. En ella llegan a explicarse incluso las funciones de los poderes públicos. La
Constitución es una norma en la que se instruye lo básico en el funcionamiento del Estado, y los derechos.

Jurídicamente, por encima de la Constitución no hay nada. Materialmente, no hay nada. Que la cúspide del Estado sea la Constitución,
plantea un problema en ocasiones, porque lo que esta plantea no puede quitarse.

Era muy importante poner por escrito los derechos y establecer una norma jurídica que haga que no sean vulnerables. Los derechos
fundamentales se hallan en el CAPÍTULO II DEL TÍTULO I.

Para identificar su naturaleza, podemos recurrir a dos artículos: el art. 10 CE y el art 53.1. En el primero de ellos, se conciben los
derechos como naturales, otorgados por nacimiento, de los que nadie nos ha de dotar. El respeto a los mismos, y el poder hacer que
nuestros derechos sean respetados, es una de las bases del sistema político. El 53.1, concentra las características de los derechos
fundamentales en nuestro régimen constitucional.

Elementos definitorios DDFF:


+ Eficacia jurídica directa: Estos derechos son directamente aplicables. Esto quiere decir que no necesitamos que el legislador elabore
una ley para desarollarlos o que los reconozca, pudiendo reconocerlos ante los tribunales, etc, sin necesidad de norma jurídica.

+ Vinculación para los poderes públicos: Todos los poderes públicos están obligados por los mismos, lo cual implica obligatoriedad,
estando obligados a respetarlos.
+ Indisponibilidad para el legislador: Va a poder regular su ejercicio, pero no puede eliminarlos, generalmente. Hay algunos DDFF que
pueden sufrir reducciones o quedar “limitados” por el ejercicio de otro derecho, en un momento y una condiciones concretas. El
legislador no puede disponer del mismo.

+ Reserva de ley: En nuestro ordenamiento hay diferentes normas, y entre todos los tipos que existen de las mismas, los DDFF solo
pueden ser regulados por ley, lo cual limita las normas que pueden circundar al derecho. Se debe a que son elaboradas por el poder
legislativo, y aquella que goza de mayor legitimidad democrática, al ser elaborada directamente por los representantes populares.

+ Contenido esencial: Son aquellas características sin las cuales dejamos de reconocer el derecho, es decir, las facultades mínimas, etc.
Definen a un derecho y hace que lo reconozcamos.

+ Control judicial: Todos los DDFF gozan de tutela judicial. Si consideramos alguno de los mismos vulnerados, podemos acudir a los
tribunales alegando el mismo, para poder verlo restaurado.

+ Control constitucional: Como los DDFF forman parte de la Constitución, se puede hacer una herramienta de control para garantizar
que no se vulneran. Esta misma herramienta no es otra que la propia CE.

NEMOTÉCNICA: L(reserva de ley)IVE CIII (x3) (Live constitucional Tres)

Todos estos elementos definen los derechos fundamentales, que se hallan en el Capítulo II del Título I. Los derechos fundamentales
que cubren todo el capítulo II, a su vez, se subdividen en 3 categorías o grupos fundamentales, pues no gozan todos de la misma
protección: No es lo mismo el derecho, frente el derecho al matrimonio en lo que a libertad jurídica se refiere.

a) Sección 1 (art.15-29 CE): Son los derechos fundamentales más protegidos de todos los fundamentales. Son aquellos que cuentan
con un plus de fundamentalidad. (derecho a la libertad de culto, de participación política, de libertad ideológica, de asociación,
etc). Estos derechos están dotados por un plus de fundamentalidad, porque además de contar con todos los elementos
definitorios, estos cuentan con tres extras de protección:

Si queremos modificarlos, hemos de seguir un proyecto de reforma de la Constitución, que recibe


el nombre de Revisión Constitucional (ha habido dos reformas: art.135 por las crisis, y el
sufragio pasivo, pero no de estos derechos). Se prevé un procedimiento de reforma, pero la
mayoría necesitada es elevada. Se debe de notar que hay una voluntad preponderante por
cambiar el sistema, debe de haber consenso elevado. La forma de demostrar la voluntad de
cambio es una mayoría sólida. La CE, para estos elementos “especiales” se establece el
proceso de revisión, lo cual lo hace más importante, por ejemplos los DDFF de la Sección 1ª,
así como el Título Preliminar y para el título II que regula la Corona.

Si queremos regular estos derechos, no solo tenemos tenemos que utilizar la reserva de ley, sino
que hemos de atañer a las leyes orgánicas. Para ello se necesita una mayoría parlamentaria
más amplia para que sea aprobada, que normalmente suele ser absoluta.

Si hemos de acudir a los tribunales para reclamar estos derechos, el procedimiento seguido en
los tribunales es preferente y sumario (quiere decir que los plazos se reducen). Además se
halla el recurso de amparo, lo cual implica que podemos reclamar los derechos en el TC.

b) Art.14 y art 30.2 CE: Se trata de los derechos fundamentales que cuentan con un plus parcial de fundamentalidad. El art 14 se trata
de aquel que asienta el principio de igualdad y de no discriminación, mientras que el art. 30.2 regula la objeción de conciencia. Para
estos dos derechos fundamentales opera el LIVE CIII, y el procedimiento preferente y sumario con el recurso de amparo.

c) Sección 2 (salvo el art.30.2 CE, es decir art.29-58 CE): Solo se ven amparados por el LIVE CIII.

PRINCIPIOS RECTORES DE LA POLÍTICA SOCIAL Y ECONÓMICA (CAPÍTULO III Del Título I):

Art 53.3. El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo tercero informarán la
legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Sólo podrán ser alegados ante la
Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las leyes que los desarrollen.
Derechos como el derecho a la vivienda, la protección del patrimonio, el acceso a la sanidad, la participación de la juventud, la
seguridad social, etc, se hallan dentro de este capítulo. No hay LIVE CIII. No son principios vinculantes, es decir, obligatorios, sino que
las decisiones de los tribunales, así como los poderes públicos no están obligados, pero la legislación que se pruebe debe ir orientada a
garantizar un derecho determinado de estos principios (pensiones, vivienda, etc). Este precepto tiene que garantizar unos mínimos a
los ciudadanos, garantizados por el estado, como en el caso de las pensiones y los recursos para aquellos que han dejado de trabajar
tras la vida laboral.

Aquí es donde, en ciertas cuestiones, entre en juego el debate político. Estos derechos se regulan por normas igualmente, y las leyes
que se aplican obligan igualmente.

Tema 2: La Evolución Histórica del Derecho de la Información

La constitución es un pacto político que recoge como nos organizamos como sociedad. Nuestro estudio de la evolución histórica va a
comenzar en el siglo XIX, pues las constituciones comienzan a aprobarse desde 1787, en EEUU. La libertad de prensa nos da cuenta de
las relaciones de poder que se establecían en un momento concreto en España. Realmente., la libertad de prensa ha estado muy
vinculada con el desarrollo de la democracia, el establecimiento y la garantía de libertades, el desarrollo de los derechos. Son quienes
van a hacer de guardianes de la pluralidad, etc , y para ello tienen que ser lo suficientemente fuertes para escapar a las coacciones del
poder.

Comenzamos con el Estatuto de Bayona, de 1808, que no se trata de una Constitución como tal, pero que comparte diversos
elementos que la asemejan. A través de los textos constitucionales viajaremos hasta 1931, y el régimen franquista, antecedente
inmediato del régimen constitucional democrático en el cual vivimos actualmente.

Estatuto de Bayona (1808):

Tras las abdicaciones de Bayona, en la cual abdican Carlos IV y Fernando VII, de sus derechos dinásticos. Aquí no solo se produce este
fenómeno, sino que se promulga este texto. Este texto no es estrictamente constitucional, por su unilateralidad, siendo Napoleón
quien dicta el propio texto que otorga el poder a su hermano, pero sí reúne las dos partes con las que debe de contar una constitución:
la parte orgánica (como se regulan los poderes, la forma de gobierno, es decir, de órganos del estado), y la parte dogmática (hace
referencia al elenco de derechos). No obstante, se trata de una carta otorgada.

El art 145 del mismo Estatuto de Bayona consagra, aunque no de modo ipso facto la libertad de imprenta, pues señala que se
establecerá, considerando que no es innato en el pueblo, sino una concesión a los ciudadanos. Utiliza el verbo “se establecerá”,
porque en la mente de estas personas no se concibe el reconocimiento directo e innato del derecho en la población, sino que, en un
determinado plazo de tiempo, se otorgará la posibilidad, pero también podrá retirarlo cuando le venga en gana. Se habla de que se
aprobará con una ley hecha en cortes, pues se concibe, desde el legislador, que puede hacer lo que le venga en gana. Por tanto, no se
ve como derecho fundamental, que atenta contra el principio de indisponibilidad del legislador, del cual disponen los DDFF.

Lo que se consiguió en este tiempo fue un sistema de prensa controlado por ley y por el poder de turno, que decidía quien podía
ejercer el derecho y quién no. Por lo tanto, se reconoce el derecho en el texto, aunque de forma muy leve.

DECRETO DEL 10 DE NOVIEMBRE DE 1810: Sigue al Estatuto de Bayona, y es que la oposición a la invasión napoleónica, y es producto
de la convocatoria de las Cortes. Este decreto es aquel sobre la LIBERTAD POLÍTICA DE LA IMPRENTA. Este texto es promulgado por las
Cortes, porque ya eran muy conscientes de la importancia de este derecho, y de la importancia de esta libertad en una comunidad
política libre, queriendo garantizar el desarrollo de un debate político intenso sobre expulsar a los invasores, y construir una nueva
comunidad política independiente, en este régimen constitucional nuevo, en los tiempos de debate constitucional. Entre 1810 y 1812
nacen numerosos diarios periódicos, los dirigentes de las cortes se reunían, analizaban las columnas, exponían sus opiniones en torno a
esto y se comunicaban a través de estos mismos. Todo ello en estos tiempos de debate constitucional.

CONSTITUCIÓN DE 1812:

Con estos mimbres llegamos al texto Constituyente, que es producto del trabajo de las Cortes, y llega en 1812, recibiendo vulgarmente
el nombre de “La Pepa”. Implica la entrada de ideas ilustradas, de racionalismo francés ( a pesar de la oposición), etc. Es
particularmente larga, con casi más de 300 artículos, y aunque definía la estructura del Estado, y los derechos de la población, no
estaba tan bien organizada, siendo algo caótica. El art 371 (meter dsps), estaba en un capítulo dedicado a la instrucción pública, donde
se establecía que hubiera escuelas donde se enseñara a la población estos principios constitucionales y los religiosos, tanto en pueblos
como en ciudades. Se trataba de generar la alfabetización constitucional en la población, que carecía de sensibilización favorable hacia
este nuevo texto.
En el artículo 371, se habla de la libertad de prensa, pero no se dan todas las licencias, habiendo libertad de publicación de las ideas
políticas, sin necesidad de aprobación, es decir, quitando los límites a la publicación, a la previa, con este derecho. No obstante, la
libertad religiosa era limitada, reconociéndose a nuestro país como una nación católica. Se trata de luchar contra la censura, y ya se
dice de manera clara que no se podría intervenir con carácter previo. Pero, se sigue haciendo referencia a la potestad del legislador,
que es una puerta abierta a la desnaturalización del derecho. Por ello, no podemos decir que estemos ante un derecho fundamental,
por la posibilidad de restricción, es decir, el no cumplimiento de la indisponibilidad del legislador.

A partir de esta Constitución, que tuvo una vigencia bastante breve, se inaugura el siglo XIX, donde vemos numerosos hechos de
convulsión política en nuestro país. Por tanto, el barullo constitucional fue destacable. La producción normativa abundante, va a ser
reflejo de la situación política convulsa.

La Pepa es breve, porque a pesar de que se reconocía un régimen constitucional monárquico, reconociendo a Fernando VII como rey,
cuando vuelve, rompe con todo este régimen creado, lo cual implica la vuelta al abolsutismo. Con la muerte de Fernando VII, llega Mª
Cristina como regente de Isabel II, su hija. Bajo su regencia, con la convocatoria de elecciones y cortes, se aprueba el siguiente texto
Constitucional.

Constitución de 1837:

En el art 2 ya se hace referencia a la libertad de imprenta, lo cual implica que la consideración de la opinión pública como paso
importante para la nueva sociedad, sobre la cual descansa el orden político. Se concedía potestad al monarca para impedir la
aprobación una ley en las Cortes, si consideraba que esa norma iba en contra de la opinión pública. En este régimen la prensa era un
importante mediador entre la opinión pública y los poderes, lo cual daba cuenta de la trascendencia.

Realmente, el monarca no tanteaba la opinión pública, y las leyes se suspendían si el rey lo deseaba, y la prensa, controlada en parte
por el estado y sus coacciones contarían un relato que rebelara la bondad de la decisión. En este caso, el sufragio universal masculino
de 1812, da un paso atrás para volver al sistema de sufragio censitario, lo cual implica vuelta a clases y a desigualdades. Esto hace que
el acceso a l opinión pública quede restringido a los intereses de una parte muy reducida de la sociedad, es decir, que solo veíamos un
sistema elitista que se retroalimentaba, lo cual favorecía su mantenimiento.

En cuanto a la libertad de prensa, se introducen ideas bastante importantes en el art. 2

- No se ponen cortapisas antes de la publicación, pues no hay previa censura-


- En cuanto a la calificación de los delitos de imprenta, da cuenta de la importancia de los delitos penales de la libertad de imprenta:
ofensa, ir en contra de los principios constitucionales, etc. Esta pena correspondía a un jurado popular, y no a las Cortes ni al rey,
pero, al ser un sistema de sufragio censitario, el elitismo era reinante. Al menos, se acudía a una instancia, que podía ser más
garantista en este sentido, si tenía consciencia. Para la época era una garantía interesante.

Aquí con la idea del derecho innato o concesión del poder, se establece una ambigüedad. Estamos más próximos ya a la idea de
derecho innato que reconocido, con un resquicio de concesión.

Constitución de 1845:

Cuando Isabel II comienza su reinado en 1845, establece una época moderada, donde se encuadra esta constitución, en la Década
Moderada. En el art 2 de esta misma Constitución, lo que se hace es mantener el texto anterior, y los recortes elaborados fueron para
dar un paso atrás. La ubicación del artículo es la misma, por lo tanto, sigue presente la concepción de que la libertad de imprenta y la
opinión pública son trascendentales para la construcción de la sociedad. Aunque se mantiene la eliminación de la previa censura, se da
un paso atrás r

Constitución de 1856:
Espartero, en 1854, promulga la Vicalvarada, una revolución que da paso al conocido “Bienio progresista”, pero, con el cambio de esta
visión política comienza la elaboración de una Constitución, que por la premura de tiempo con el que contó el periodo histórico, no
llegó a entrar en vigor. En el art 3 de este texto, es donde se sigue considerando que la opinión pública es uno de los pilares sobre los
cuales se construye la sociedad. El inicio de este artículo se repite, manteniendo la ausencia de censura previa, y se recupera la
garantía de los jurados, perdida en la Constitución anterior. Aquí queda claro, de manera específica, que el derecho se ejerce
libremente hasta el momento de la publicación. Pero, es necesario poder publicar. Se quería establecer una verdadera nueva garantía
de la Libertad de Prensa. Nunca llegó a entrar en vigor, pero, es visible el avance que se quería dar en este sentido.

Acta Adicional a la Constitución de 1845: Como no puedo entrar en vigor, en 1856 entra en juego el Bienio Moderado, donde con
O’Donell, se vuelve a una parte más limitada, siendo necesario hacer caso a la evolución histórica. Es por eso que se aprueba esta acta
adicional de la Constitución que seguía en vigor, porque la anterior fue Non-Nata. Esta acta es un añadido, o modificación del texto
anterior. Las mismas fueron muy pequeñas. En art.1 del acta, es donde se halla la modificación más importante, que se trata de la
vuelta de los jurados, salvo las excepciones que determinen las leyes. Los jurados siguen sin ser representativos, lo cual no lo hace
revolucionario, pues estaba compuesto por lo socialmente prestigioso. No era representativo, pero era un importante valor para
limitar los abusos de poder del monarca. Este vaivén nos da cuenta de la cierta actividad que tenía, así como de su importancia.

Constitución de 1869:
En 1868 tiene lugar la Revolución de LA GLORIOSA, siendo la Constitución de 1869, que se aprueba en este momento, una de las más
rupturistas. Este hecho desató bastante convulsión política en nuestro país. Se trata de una Constitución más ordenada, con ambas
partes bien definidas. En el título I es donde ya establece el Corpus de Derechos y Obligaciones de la sociedad, habiendo algunos
previos al derecho de imprenta, que se haya ya en el art. 17. Aquí ya podemos hablar de DDFF, pues da un paso importante.

Se hace referencia a que ningún español podrá ser privado de estas facultades, por tanto, se reconoce el carácter innato del mismo, y
lo que hace este texto es establecer una garantía. Por tanto, cambiamos el prisma, y tenemos una garantía y no una concesión. La
libertad de prensa ya no goza de esa primacía, pues tenemos una concepción de la democracia mayor, y hay un elenco de elementos
que son cada vez más importantes para la sociedad del momento. Ya no solo se habla de ideas, sino además opiniones, introduciendo
un mayor nº de canales permitidos, haciéndolo más complejo y matizado.

Por último, vemos un conato de libertad de expresión, que aparece fusionado a la libertad de imprenta, como derecho hermano. En
este artículo también se habilita un canal de participación política y relación directa con los poderes, a través de este artículo, para la
ciudadanía.

El artículo 17, se complementa con el artículo 22, siendo el primero declarativo (enumera el elenco de derechos), y en el segundo es
donde llega finalmente la garantía. En este, se tacha la posibilidad de que el legislador no pueda establecer por ley, alguna clase de
censura de cualquier tipo, lo cual se acerca a la indisponibilidad del legislador, que hace que se convierta en un derecho fundamental.
También elimina el previo en la parte final, porque ya se considera una obligación la inexistencia de censura, ni previa, ni posterior. Los
editores, anteriormente, tenían que llevar sus publicaciones a instancias públicas, pero aquí se prohíbe el depósito en lugares de
instituciones públicas, así como se pretende que los editores no puedan ejercer autocensura por coacción o amenaza de los poderes
públicos. Es, pues, un salto cualitativo.

Constitución de 1876:
Con Alfonso XII, llega la Restauración Borbónica, con la vuelta de la dinastía y la estabilidad, tras la época convulsa anterior. Se
inaugura una nueva etapa política, que implica una nueva Constitución. Con esta, nos cargamos el principio de soberanía popular,
revitalizando la monárquica, y volviendo a un sistema de control monárquico. La libertad de prensa e imprenta pasa al artículo 13, que
remite a la del 69, pues perpetúa el carácter innato del derecho, estableciendo un elenco de derechos bastante similar. La cortapisa de
la censura o la revisión previa sigue vigente, así como los canales

. El artículo 22 de la de 1869, queda desintegrado en este texto, limitándose la libertad de prensa. Por ello, se aprueba una ley de
imprenta en 1883. Lo que se prohibía en 1869, vuelve con esta ley, porque vuelve la obligación de depósito, lo cual coacciona a los
editores, así como se recupera la responsabilidad múltiple, ampliándose no solo al editor, sino también en el director, el autor o el
impresor, ampliando las coacciones. Esto hace que la autocensura vaya a mayores niveles.

Constitución de 1931:
Con el final del reinado del hijo de Alfonso XII, su sucesor, Alfonso XIII, se aprueba un nuevo texto constitucional, al cambiar al
estructura del estado por una República. El texto elaborado es muy contemporáneo, ordenado en cuanto a organización de cada una
de las partes, y es la última anterior a nuestro tiempo.

La primera parte del artículo 34 nos muestra el carácter innato del derecho, siendo solo el texto garantía y protección, regresando la
amplitud de canales, y la experiencia acumulada que traíamos. Estamos ante un poder judicial distinto. Estaba muy presente la idea de
la garantía judicial, y el hecho de depositar en los jueces el posible control de la libertad de prensa, pero de modo posterior a la
publicación.

Tiene que haber una decisión judicial que ha de ser independiente, y que adopte esta decisión. Esto era lo que decía el texto
constitucional, pero, se aprobó una ley que se llamaba la ley de defensa de la República, y es cierto que todos estos principios quedan
diluidos. Se aceptan los principios que tratan de proteger a la República del ataque que estaba sufriendo, cohibiendo la libertad, lo cual
implica la posibilidad del ministerio para suspender la publicación de un medio de comunicación, el establecimiento de un servicio
público de radio, y además existe una especie de censura previa.

A nivel constitucional ideas interesantes, aunque en la práctica, el derecho quedó muy circunscrito.

Época franquista (1939-1978).


Durante el régimen dictatorial que se da con la finalización de la guerra civil, vemos que ya en 1938 se aprueba una ley de Prensa, que
establece el control absoluto por parte del estado de los medios de comunicación, que siguen siendo privados, por la falta de recursos,
aunque no independientes, dada la importancia de la propaganda en los albores del sistema totalitario. El fuero de los Españoles de
1945 es un texto donde se declaran los derechos de los españoles, pero no tiene vigencia ni garantía alguna, y a pesar de que se
reconoce la libertad de prensa, al no haber garantías, queda inutilizado. Por último, en 1966, en la última etapa del franquismo, se
aprueba que los medios privados desarollen su actividad, aunque cpon un fuerte control estatal, a través de la Ley de Prensa de 1966, y
se da la posibilidad de restringir publicaciones con carácter previo, así como los requisitos para dirigir un medio, siendo simpatizante
del régimen.

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