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CONFUCIO: POR QUÉ EL LEGADO DEL GRAN

SABIO CHINO HA SIDO TAN INFLUYENTE


DURANTE MILENIOS

A lo largo de los siglos, el pensamiento chino ha sido el producto


de una variedad de influencias, entre ellas el budismo, el taoísmo
y el marxismo.
Sin embargo, una tradición ha estado por encima de todas ellas
en el pensamiento chino durante más de dos milenios: las ideas del
pensador Confucio (551 a.C. a 479 a.C.).
Aunque llegó a simbolizar la filosofía china, no tuvo mucho éxito en
su vida. Vivió durante una era en la que el país que hoy conocemos
como China era un mosaico de pequeños reinos en competencia.
Confucio desarrolló una filosofía política que reflejaba su horror
ante la guerra constante que lo rodeaba.
Deambuló de reino en reino, tratando de persuadir a los
gobernantes para que siguieran sus enseñanzas, pero nunca logró
nada más que un puesto público de bajo escalafón.

Sin embargo, sí consiguió un grupo devoto de seguidores, que


transmitió sus enseñanzas a las generaciones posteriores.

Obedecer, obedecer, obedecer

No fue hasta varios cientos de años más tarde, durante la dinastía


Han (206 a.C. a 220 d.C.) que el "confucianismo", un sistema ético
de comportamiento y gobierno, se convirtió en el sistema que
definiría la cultura china durante los próximos dos milenios.
El confucianismo no es una religión como tal. Aunque Confucio no
negó la existencia de un mundo espiritual, afirmó que era más
importante concentrarse en este mundo mientras uno estaba en él.
Reflejando su disgusto por la guerra, declaró que el orden era un
requisito clave en la sociedad.
Apuntalar ese orden era creer en la importancia de las relaciones
jerárquicas.
Los sujetos debían obedecer a sus gobernantes, los niños, a sus
padres y las esposas, a sus esposos.
Sin embargo, Confucio no pretendía que ese orden fuera
impuesto por la fuerza.
Pensaba que la sociedad debía ser armoniosa y se debía alentar a
las personas en su "autodesarrollo" para que pudieran aprovechar
al máximo su posición.

El pasado y la vejez
El estado moral de alguien no dependía de su posición social.
Era posible, y de hecho bastante probable, que hubiera buenos
campesinos al mismo tiempo que un gobernante malvado o un
aristócrata cruel.
Para él, la clase social no determinaba la calidad humana.

El pensamiento confuciano también difería del pensamiento


moderno en que glorificaba el pasado y veneraba la vejez.
"Sigo a los Zhou", dijo Confucio, refiriéndose a la antigua dinastía
que fue considerada como una "edad de oro" perdida por
generaciones de gobernantes chinos.

El contrato
En el centro del confucianismo hay un contrato social: los
gobernados les debían lealtad a los gobernantes, pero los
gobernantes que no cuidaban el bienestar del pueblo perdían el
"mandato del cielo" y podían ser derrocados justamente.
Confucio nunca dio a los gobernantes una licencia para la
opresión.
Al participar en li (que a menudo se traduce como "ritual", pero que
realmente significa algo como "conducta apropiada"), los seres
humanos demostraban ser seres civilizados, independientemente
de su origen, y podían aspirar a convertirse en junzi ("personas de
integridad") o incluso sheng ("sabios").
Para ello, la educación era clave.

Fines de lucro
El pensamiento confuciano cambió inmensamente con el tiempo.

Es respetado, pero quién sabe qué pensaría de la interpretación de sus ideas.

El propio Confucio probablemente no habría reconocido la forma


en que sus ideas fueron adaptadas por los gobernantes posteriores.
A pesar del énfasis en la ética y la armonía como la mejor manera
de gobernar un país, los gobernantes chinos también se
aseguraron de tener el monopolio sobre el uso de la fuerza.
Confucio desaprobaba la búsqueda de ganancias como un bien
en sí mismo, pero desde la dinastía Song (AD 960 a AD 1279) en
adelante, China vivió una revolución comercial, y en el período
imperial tardío (AD 1368 a AD 1912) hasta la ideología oficial se
rindió a los fines de lucro.

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