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Nombre del alumno: Alondra Jiménez García

Nombre de la escuela: Claustro Mexicano.

Materia: Humanismo y educación.

La pedagogía del oprimido: Capítulo 1

Actualmente se observa como el hombre a caído en cuenta que ellos mismos son un
problema, pues descubren que poco saben de sí, van indagando, responden y sus
respuestas los conducen a nuevas preguntas: humanización y deshumanización, dentro
de la historia, en un contexto real, concreto, objetivo, son posibilidades de los hombres
como seres inconclusos y conscientes de su inconclusión.

La violencia de los opresores, deshumanizándolos, conduce a los oprimidos a luchar


contra quien los minimizó; lucha que solo tiene sentido para los oprimidos en la búsqueda
de la recuperación de su humanidad. La superación autentica de los opresores-oprimidos
no esta en el mero cambio de lugares, ni en el paso de un polo a otro, ni tampoco radica
en el hecho de que los oprimidos de hoy en nombre de la liberación, pasen a ser los
nuevos opresores.

Los opresores, falsamente generosos, crean un orden social, el cual se convierte en


fuente generadora de injusticia; esta generosidad se nutre de la muerte, del desaliento y
de la miseria. La gran generosidad solo se entiende en la lucha para que estas manos,
sean de hombres o de pueblos, se extiendan cada vez menos es gestos de súplica.

Se requiere tomar conciencia de la realidad en la que vive el individuo, como ser oprimido
siempre sujeto a las determinaciones de los opresores, la otra en cambio consiste en la
iniciativa de los oprimidos para luchar frente a los opresores y liberarse para llegar a la
praxis. Incluso las revoluciones, que transforman la situación concreta de opresión en una
nueva en que la liberación se instaura como proceso, enfrentan esta manifestación de la
conciencia oprimida, el miedo a la libertad, del cual se hacen objetos los oprimidos, miedo
a la libertad que tanto puede conducirlos a pretender ser opresores también, cuando
puede mantenerlos atados al estatus del oprimido.

Es tanto su miedo a la libertad, que niegan a acudir a otros, a escuchar el llamado que se
les haga o se haya hecho a si mismos, prefiriendo la adaptación en la cual su falta de
libertad los mantiene a la comunicación creadora a que la libertad conduce.
Por eso Freire usa como metáfora de la liberación al parte, pues es un proceso doloroso,
pero al final el hombre que nace de él es un hombre libre, hombre que solo es viable en u
por la superación de la contradicción opresora-oprimido que, en ultima instancia, es la
liberación de todos.

Freire sustenta una pedagogía en la que el individuo aprenda a cultivarse a través de


situaciones de la vida cotidiana que se vive, misma que aporta experiencias útiles para
generar situaciones de aprendizaje.

No basta con reproducir las palabras ya existentes, sino que estas permitan crear y que
hagan conciencia de la realidad para luchar por su emancipación, puesto que algunos
adquieren una conciencia ingenua en que se dan cuenta de su situación, sin embargo no
se esfuerzan por modificarla, se sitúan en una actitud conformista al considerarla como
algo normal, incluso suelen adherirse a ella. Otros individuos construyen su realidad y se
liberan de la opresión, pero extrañamente se convierten en el polo contra el que luchaban.

El individuo que reflexiona se va formando a si mismo en su interior y crea su conciencia


de lucha por transformar la realidad y liberarse de la opresión que lo ha insertado en la
pedagogía que tradicionalmente hemos considerado, de la misma manera, cuando se
adquiere una nueva forma de pensar, su concepción del estatus social que guarda y
contribuye a modificarlo, pero no es necesariamente una concepción materialista sino
cognitiva, cuya trascendencia se manifiesta en la liberación de la opresión que se
encuentra en el interior de la conciencia del individuo justificando su presencia. Freire
trata de que el individuo a través del aprendizaje sistemático aprenda a luchar por la
superación y la critica constructiva.

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