Está en la página 1de 40

PEDAGOGIA DEL OPRIMIDO.

UN LIGERO ANÀLISIS

Julio C Valdez/ Venezuela

Paulo Freire escribe Pedagogía del Oprimido (1969) en una secuencia de exilios y
de escape de dictaduras militares. Se trata de un ensayo, según él mismo lo
señala, elaborado desde la experiencia. Dice compartir la autoría con los oprimidos
del mundo, que hablan por su voz. Indica que la obra está dirigida a los hombres
de izquierda, es decir, aquéllos que se plantean que el mundo debe ser
transformado. Así, desde las primeras páginas, Freire se identifica con personas,
grupos y movimientos que se plantean un cuestionamiento riguroso de la sociedad
existente y señalan una mirada hacia futuros más promisorios y humanos para
todos.

En un inicio, la obra cobra referencias más teológicas que religiosas. La palabra


humana, que imita la divina, pasa a ser elemento protagónico. La palabra nombra y
a la vez supera la realidad por el hecho de nombrarla, y es también acción
transformadora. Así, la palabra (lenguaje) viene a ser el espacio ontológico donde
nos movemos, pensamos y actuamos.

El libro Pedagogía del Oprimido transcurre en un lenguaje que se aleja tanto del
habla de los poderes dominantes (orden, progreso, crecimiento económico,
mercado, libre competencia) como de los términos del marxismo tradicional (lucha
de clases, proletariado, burguesía, socialismo, comunismo). No obstante, Freire,
hasta el final de su vida (incluso se lo escuchamos personalmente) se declaraba
marxista. En el libro subsisten algunas categorías marxistas, tales como: opresión,
alienación, praxis, concientización, dialéctica, pero amparadas por otras que se
imponen: humanización, liberación, iluminación, ser más, diálogo. Toda la obra, por
cierto, se acompaña de una dialéctica de términos contrapuestos: liberación/
opresión; humanización/ deshumanización; diálogo/ imposición;domesticar/
transformar. No obstante, esta dialéctica puede estar en el mismo grupo social,
incluso en la misma persona.

Otra característica de Pedagogía del Oprimido es la integración interdisciplinaria e


incluso transdisciplinaria en el discurso. Desde enfoques sociológicos (imposición
alienante/ liberación y transformación, inserción crítica), incluyendo los psicológicos
(sadismo de opresores, comportamiento neurótico, racionalización), escatológicos
(iluminación, acto de amor, ser más),educacional (pedagogía liberadora, diálogo
crítico y liberador, educación con mediación del mundo),en una síntesis discursiva
y filosófica. Se trata de un ejercicio de conectividad, de integración, de
confluencias.

Más, hay otro aspecto de la mayor relevancia en la obra. Se trata de la propuesta


abierta a la construcción colectiva de un proyecto socio-educativo-cultural. Y todos
los seres humanos (sin excepción) estamos convocados a este proceso. Veamos
este proyecto desde sus propósitos, los oponentes y las acciones que involucra.

Propósitos: La búsqueda del conglomerado humano es la libertad, la


humanización, el ser más. Esta búsqueda constituye un acto de amor, ligado
también con la libertad y la justicia. Se trata de una tarea urgente, ineludible. Sus
primeros protagonistas han de ser los oprimidos, pero a la larga tenemos que
involucrarnos todas las personas, eso sí, asumiendo siempre el punto de vista de
los oprimidos. Desde la situación concreta de estos, tejeremos esperanzas y
utopías, siempre desde una mirada crítica. Los oprimidos no sólo han de liberarse
a sí mismos, sino también han de liberar a sus opresores. La libertad es para
todos, sin excepción.

Visualizar el camino: El camino a la liberación de todos los seres humanos implica


la unidad entre la reflexión y la acción (praxis). Es acción pedagógica, cultural y
también política. No hay otro camino que el de la práctica de una pedagogía
liberadora, desde la cual ha de afianzarse el liderazgo revolucionario, que en vez
de sobreponerse a los oprimidos y continuar manteniéndolos en el actual estado de
“cosas”, establece con ellos una relación permanentemente dialógica.

En el momento en que los oprimidos descubren claramente al opresor, y se


comprometen en la lucha organizada por su liberación, empiezan a creer en sí
mismos. Así, trascienden su complicidad con el régimen opresor. Este
descubrimiento, sin embargo, no se da sólo a nivel intelectual, sino que debe estar
asociado a un intento serio de reflexión-acción.

Concepción de los seres humanos: En la mirada de Paulo Freire, los seres


humanos somos seres inconclusos y conscientes de nuestra inconclusión y en
permanente movimiento, tras la búsqueda de SER MÁS. Somos también seres en
relación, dialógicos, antes que individuales. Somos seres que habitamos la palabra,
y con ella nombramos el mundo y al nombrarlo ya lo estamos transformando. No
obstante, la historia de la opresión nos ubica en una situación donde el mundo se
compone de opresores y oprimidos. Aquéllos han desarrollado un ejercicio
permanente de dominación que genera en los oprimidos situaciones de dicotomía,
no reconocimiento de sí mismos, de dependencia, entre otras. No obstante, los
oprimidos tienen la posibilidad de transformarse transformando, de buscar la
libertad y la humanización plenas.

Oponentes. Entre los factores que se oponen a este proceso de liberación y


humanización están el miedo y recelo a la libertad, fruto de un proceso histórico de
control deshumanizado que convierte a los oprimidos en objetos, acción que
también convierte a los opresores en otra forma de oprimidos. Además de las
condiciones objetivas de la dominación, existen también condiciones subjetivas de
la misma. Es cuando se propicia la dependencia emocional que propicia una visión
inauténtica del mundo y de la historia, y persiste la alienación que hace que la
dependencia sea cada vez mayor.

Acciones. Es importante, en un inicio, que los oprimidos se reconozcan a sí


mismos como seres humanos, en su vocación histórica y ontológica de ser más.
Ello implica tan bien reconocerse como oprimidos, alienados y dependientes de
otros. Y algo más profundo, es reconocer que alojan en sí mismos la opresión y la
alienación, y hasta quieren ser como sus opresores. Luego, es relevante la
problematización de la realidad y de las acciones y creencias humanas que las
soportan. Todo esto ha de conducir a una búsqueda compartida, dialógica, de
iluminación y de liberación desde situaciones y momentos históricos concretos,
mediante acciones reflexivas o reflexiones accionadas (praxis). La inserción crítica,
objetiva y subjetiva en la realidad es transformadora. Pero las acciones no sólo han
de apuntar a la liberación de los oprimidos, sino de todos los seres humanos.

¿Qué es pedagogía del oprimido de Paulo Freire? este post tiene


información relevante y resúmenes sobre el libro pedagogía del oprimido capitulo
1, 2, 3 y 4, reseñas y análisis. te ilustraremos acerca de este libro, considerado uno
de las obras mas representativas de la pedagogía en la época moderna. ademas te damos la opción de
descargarlo en formato pdf, 

Paulo Freire pedagogía del oprimido, Si deseas leer el libro o descargarlo en


pdf dale a esta opción 
 Pedagogía del oprimido reseña
Paulo Freire fue un educador brasileño que publicó la pedagogía clásica
activista de los oprimidos en 1970. Está lleno de pensamientos
revolucionarios, y me costó mucho escoger sólo unos pocos pedacitos. En el
comienzo del libro Freire afirma que la verdadera revolución requiere más que
caridad, sino mas solidaridad:
“La verdadera generosidad consiste precisamente en luchar para destruir las
causas que alimentan la falsa caridad… Esta lección y este aprendizaje deben
venir, sin embargo, de los oprimidos mismos y de aquellos que son
verdaderamente solidarios con ellos. Como individuos o como pueblos,
luchando por la restauración de su humanidad tratarán de restaurar la
verdadera generosidad. ¿Quiénes están mejor preparados que los oprimidos
para entender el terrible significado de una sociedad opresiva? ¿Quién sufre
los efectos de la opresión más que los oprimidos? ¿Quién puede entender
mejor la necesidad de la liberación? “
“Esta es, entonces, la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos:
liberarse a sí mismos y a sus opresores también. Los opresores, que oprimen,
explotan y violan en virtud de su poder, no pueden encontrar en este poder la
fuerza para liberar ni a los oprimidos ni a ellos mismos. Sólo el poder que
brota de la debilidad de los oprimidos será lo suficientemente fuerte para
liberar a ambos, cualquier intento de “suavizar” el poder del opresor en
deferencia a la debilidad de la sicología del oprimido, casi siempre se
manifiesta en forma de falsa generosidad; de hecho, el intento nunca va más
allá de esto. Para tener la oportunidad continua de expresar su “generosidad”,
los opresores deben perpetuar también la injusticia. “
Al liberar a las masas, los oprimidos deben también forzar un nuevo camino
que es diferente del papel de los opresores anteriores:
“Pero casi siempre, durante la etapa inicial de la lucha, los oprimidos, en lugar
de esforzarse por la liberación, tienden a convertirse en opresores, o” sub-
opresores”. La propia estructura de su pensamiento ha sido condicionada por
las contradicciones de la situación concreta, existencial por la que se forman.
Su ideal es ser hombres; pero para ellos, ser hombres es ser opresores, este es
su modelo de humanidad”.
Freire aborda la pregunta inevitable sobre la revolución  ¿qué sucede cuando
el oprimido gana? ¿Cómo es que ellos mismos no se convierten en
opresores?
“Sólo son los oprimidos los que, al liberarse, pueden liberar a sus opresores,
este último, como clase opresiva, no puede liberar ni a los demás ni a ellos
mismos. Por lo tanto, es esencial que los oprimidos luchen por resolver la
contradicción en la que son capturados; y la contradicción se resolverá por la
aparición del nuevo hombre: ni opresor ni oprimido, sino hombre en proceso
de liberación.

En este punto Freire habla de aliarse: “… Algunos miembros de la clase


opresora se unen a los oprimidos en su lucha por la liberación, pasando así
de un polo de la contradicción a otro, el suyo es un papel fundamental… sin
embargo… casi sin duda traen consigo las marcas de su origen: sus prejuicios
y su deformación, que incluyen una falta de confianza en la capacidad del
pueblo de pensar, de querer, y de saber. En consecuencia, estos adherentes a
la causa de la gente corren constantemente el riesgo de caer en un tipo de
generosidad tan Maléfica como el de los opresores… Nuestros conversos…
verdaderamente desean transformar el orden injusto; pero debido a su
trasfondo creen que deben ser los ejecutores de la transformación. Hablan
de la gente, pero no confían en ellos; y confiar en la gente es la condición
indispensable para el cambio revolucionario… Los que se comprometen
auténticamente con el pueblo deben volver a examinarse constantemente”.
Para Paulo Freire la educación, es esa donde el “maestro” y el “estudiante”
están intercambiando perspectivas y experiencias, aprendiendo unos de otros
auténticamente, es la única manera de que el cambio revolucionario se acerca
y que más personas se unan a la lucha por la liberación y así escapar de la
educación bancaria: Freire admite que esta no es siempre la manera en que las
cosas se reproducen:
“Desafortunadamente, sin embargo, en su deseo de obtener el apoyo de la
gente para la acción revolucionaria, los líderes revolucionarios caen a menudo
por la línea bancaria, del contenido del programa del planeamiento de la tapa
abajo. Se acercan a las masas campesinas o urbanas con proyectos que pueden
corresponder a su propia visión del mundo, pero no a la de las personas que
olvidan que su objetivo fundamental es luchar junto al pueblo para la
recuperación de la humanidad robada del pueblo , no para “ganar a la gente” a
su lado. Tal frase no pertenece al vocabulario de los líderes revolucionarios,
sino a la del opresor. “
En la educación según Paulo Freire postula que los educadores deben asumir
el papel de “facilitador” o “coordinador” o discusión, ya que los estudiantes
descubren el mundo ellos mismos, en lugar de tratar a los estudiantes como
cajas para llenar con hechos pre-empaquetados.
Entonces, ¿cómo aprendemos unos de otros? Freire escribe que es tan simple
y tan complicado como el diálogo honesto y la compañía.
“El diálogo no puede existir, sin embargo, en ausencia de un amor profundo
por el mundo y por la gente… Porque el amor es un acto nuestro, no el miedo,
el amor es el compromiso con los demás. “

➤ Pedagogía del oprimido resumen 

Pedagogía de Paulo Freire resumen: ¿Qué es pedagogía de los oprimidos?


Freire explica que se basa en observaciones de su trabajo educativo en
Brasil y de su exilio político. A continuación, se expande en una de esas
observaciones, que muchos de sus estudiantes inicialmente temen la
conciencia crítica como peligroso o anarquista un punto de vista que viene
de un internalizado “miedo a la libertad” y el deseo de no desestabilizar la
de uno Cosmovisión. Sin embargo, algunos estudiantes abrazan este despertar
más fácilmente. Freire expone una clase donde un ex-trabajador de una fábrica
le comentó a sus colegas que había pasado de “ingenuo” a “crítico”, sin
experimentar los efectos negativos que les preocupaban.
Freire argumenta en su obra que la concientización (conscientização) no es
“destructiva” ayuda a las personas a luchar por la auto-afirmación y les
permite afectar la historia de una manera significativa. Sugiere que los
estudiantes a menudo temen los riesgos de presionar por la libertad, en lugar
de sentirse más cómodos con la estabilidad de sus vidas actuales. Estos
estudiantes no siempre reconocen su “miedo a la libertad” abiertamente, y
puede ser que ni siquiera sea consciente de ello. Freire reitera que sus ideas no
son puramente teóricas, sino que están “arraigadas en situaciones concretas”
que involucran a los pobres y a las personas de clase media de sus programas
educativos.
Luego Freire aborda las posibles críticas de su obra: su enfoque en la
liberación y la opresión podría ser visto como “idealista” o “reaccionario”, y
algunos no aceptarán sus críticas de los sistemas opresivos. A la luz de esto,
sugiere que el público primario del libro serán “radicales” comprometiéndose
a cambiar la sociedad, Freire contrasta con los radicales con el sectarismo, una
ideología que trata al mundo como algo estático y controlable. Los sectarios
pueden ser derechistas o izquierdistas, pero ambos impiden que la gente tenga
libertad distorsionando la realidad.
Los sectarios, según Freire, distorsionan o malinterpretan la lógica natural del
mundo, afirma que los sectarios derechistas buscan “domesticar” el tiempo, lo
que significa controlar a la gente evitando los cambios naturales de la historia.
Cuando los izquierdistas recurren al sectarismo, pueden tratar de combinar
una lógica dialéctica con la perspectiva invariable de los sectarios; Esto, a su
vez, los lleva a creer que el futuro no puede ser cambiado, En ambos casos, los
sectarios doblan la verdad para que coincidan con sus propias ideas de cómo
debe ser el mundo.

⇨ Pedagogía del oprimido resumen por capítulos 

 Introducción

Resumen del libro pedagogía del oprimido:


En el prefacio, Freire discute cómo llegó a ser la pedagogía de los
oprimidos, observando que se basa en sus experiencias como docente en
Brasil y sus observaciones de la época en que se encontraba en el exilio
político. Mientras trataba de estimular la conciencia crítica (o
conscientização) en sus estudiantes, Freire se dio cuenta de que muchos de
ellos albergan un “miedo a la libertad”, sin embargo, él postula que este miedo
no es realmente un miedo a la libertad, sino un miedo a los riesgos asociados
con la libertad. Freire reconoce las posibles críticas de sus teorías como
demasiado idealista o reaccionaria y reconoce que el libro está escrito “para
los radicales”. Él contrasta directamente el sectarismo, y lo define como un
sistema de creencias que tergiversa el mundo y trata de prevenir el cambio
mediante la radicalización, un compromiso con un cambio social significativo
y la liberación humana. Según Freire, el modelo educativo que postula sólo
puede tener éxito si sus participantes han sido radicalizados, el autor
reflexiona sobre lo incompleto de su obra, señalando que el lector puede verlo
críticamente y encontrar aspectos de su argumentación que incluso él ha
perdido.

① Pedagogía del oprimido resumen capitulo 1 

Pedagogía del oprimido capitulo 1 Análisis y resumen: 


Freire postula el caso de por qué es necesaria una “pedagogía de los
oprimidos“. Comienza identificando el “problema central de la humanidad”,
el problema de cómo Afirmamos nuestras identidades como seres humanos.
Aunque todas las personas se esfuerzan por esta afirmación, constantemente
se ve interrumpida por sistemas de opresión que explotan y hacen violencia a
personas oprimidas, Freire argumenta que el pueblo oprimido puede
recuperar su humanidad en la lucha por la liberación, pero sólo si esa
lucha es dirigida por personas oprimidas. Esto introduce el problema
central del libro: ¿Cómo crear un sistema educativo con personas
oprimidas, para personas oprimidas, que les ayuden a ser más libres?.
Freire discute entonces las formas en que la opresión afecta la conciencia de
losopresores y de las personas oprimidas, Los opresores tratan a la gente
como objetos para ser poseídos y ven la libertad como amenazante; las
personas oprimidas se alienan unas de otras y empiezan a ver a sus opresores
como buenos. Freire afirma que la lucha por la liberación debe consistir en dos
etapas: la reflexión sobre la naturaleza de la opresión, y luego la acción
concreta para cambiarla. Los líderes en esta lucha deben existir en el diálogo
con la gente oprimida, en lugar de convertirse en opresores.

② Pedagogía del oprimido resumen capitulo 2

Pedagogía del oprimido resumen capitulo 2: 


En el segundo capítulo Freire Introduce las teorías sobre la
educación, descompone la relación tradicional entre profesores y
estudiantes, en el que los profesores tienen poder y conocimiento, pero los
estudiantes no, en este “modelo bancario” de la educación, un maestro
“deposita” hechos en la mente de los estudiantes, que tienen que memorizarlos
y recordarlos. Freire critica este modelo y sugiere que enseña a los estudiantes
a adaptarse a un mundo opresivo, en lugar de enseñarles cómo ver el mundo
críticamente, en la lucha por la liberación, los oprimidos y los educadores
deben rechazar el modelo bancario: Freire lo sustituye por un “modelo
problemático” que hace que los docentes y los estudiantes sean iguales. La
educación problemática plantea a los estudiantes problemas mundanos que se
relacionan con sus vidas y los impulsa a analizar cómo y por qué esos
problemas existen. Según Freire, este modelo combate directamente la
opresión empoderando a las personas para que cuestionen sus condiciones y
fomentando el diálogo.

③ Pedagogía del oprimido resumen capitulo 3

Freire comienza expandiendo el concepto de diálogo: dentro de una


sociedad jerárquica, argumenta que el diálogo es un acto de “amor, humildad
y fe” en la humanidad. El diálogo también requiere esperanza, confianza
mutua y pensamiento crítico de las personas que dialogan juntas, al igual que
la lucha más grande para la liberación, el diálogo consiste en dos
pensamientos y acciones concretas en conjunto (“praxis”); y el autor critica a
las personas que sólo reflejan, o sólo toman medidas. A partir de ahí,
explora la relación entre los seres humanos y el mundo, argumentando que los
educadores deben dar cuenta de cómo sus estudiantes perciben la realidad y la
historia, contrasta a los animales que no perciben la historia, pero sólo viven
en el presente — y a las personas, que pueden entender que los seres humanos
han moldeado el mundo hoy y pueden dar forma a su futuro. Los momentos
históricos se caracterizan por las ideas y los valores de las personas durante
ese momento; Freire llama a la expresión mundana de esas ideas “temas”, Al
descubrir estos temas en un ambiente de aula, los estudiantes pueden
profundizar su comprensión del mundo, y los educadores pueden obtener una
visión de las perspectivas de sus estudiantes. Freire propone una forma de
lograrlo, en la que los educadores utilizan materiales auditivos y visuales para
presentar a los estudiantes una situación y medir sus sentimientos al respecto.

④ Pedagogía del oprimido resumen capitulo 4

Pedagogía del oprimido capitulo 4 resumen:


Pn la Pedagogia del oprimido captitulo 4: Freire expone una teoría de la
“acción cultural” o los métodos que la gente utiliza para crear un cambio
cultural, divide la acción cultural en dos tipos, la acción dialogal y la acción
anti-dialogal: mientras los opresores usan acciones anti-dialogales para
proteger su poder y grupos separados de personas, los líderes políticos
radicales pueden usar la acción dialogal para traer a la gente junta en la lucha
por la libertad. Freire entra en los distintos métodos de acción anti-dialogal en
detalle: conquista, divide y gobierna, manipulación e invasión cultural, luego
los contrasta directamente con la “acción dialogante” de los líderes políticos
radicales: la cooperación, la unidad, la organización y la síntesis cultural.
Freire también pasa gran parte del capítulo examinando a los líderes políticos
radicales y las características que deben tener para ayudar auténticamente a las
personas oprimidas. Estos líderes deben entender las barreras que impiden a
las personas oprimidas comprometerse con la lucha, evitando al mismo tiempo
las técnicas que los opresores usan para mantenerlos en línea.

 Análisis del libro pedagogía del oprimido de Paulo Freire 

Freire introduce las ideas de “conciencia crítica” y “miedo a la libertad” con


un ejemplo específico de una de sus aulas, antes de que defina explícitamente
los dos términos más adelante en el libro, es importante que Freire plantee
inmediatamente estos conceptos en sus programas educativos  a través del
texto, enfatiza que se necesita una combinación de lo abstracto (teoría y
reflexión) y concreto (praxis) para crear un cambio social duradero.
La idea de la opresión de Freire es que las personas oprimidas internalizan sus
efectos, los opresores tratan de convencer a la gente oprimida de que el orden
social opresivo no sólo es bueno o correcto, sino también permanente e
inmutable. Sin embargo, Freire argumenta que el consuelo de la estabilidad no
puede lograr la liberación, los oprimidos deben aprender que el mundo puede,
ser cambiados por ellos.
Freire conecta abiertamente su modelo de educación con otras formas
radicales de cambio social, especialmente la revolución. Al argumentar que la
sociedad dominante es intrínsecamente opresiva, se distancia de los
pensadores que se centran en hacer cambios positivos dentro de la sociedad, o
que no creen que la sociedad deba cambiar en absoluto.
La historia juega un papel muy importante en el concepto de opresión de
Freire, cuando pensamos en el pasado como estático o inmutable, deliberamos
implícitamente en el futuro de una manera similar. Freire señala que este
problema aparece tanto en las ideologías de derechas como de izquierdas,
incluso entre las personas que entienden la lógica “dialéctica” que promueve
Freire.

Es posible que te interese


definición de pedagogía 
pedagogía tradicional 
pedagogía infantil 
 

Resumen de patas arriba


Galeano en su libro patas arriba, descubre un nuevo mundo sobre la manera
de regir de los poderosos y sus gobiernos, mediante el control de los más
débiles, que en este caso Galeano señala a Latinoamérica como la marioneta
de los países desarrollados he industrializados. Así mismo, se refleja la ilógica
manera de gobernar por medio de actos barbáricos hacia otros seres
humanos, y la incomprensión de regir mediante el poder y la riqueza,
señalándolo como un mundo que está patas arriba.  Otro gran libro es, poder
sin limites.

La escuela del mundo al revés


Este capítulo se subdivide en cuatro apartados denominados, educando con el
ejemplo, los alumnos, curso básico de injusticia y curso básico de racismo y
machismo.
Dicho eso, este capítulo narra los aspectos de educación de los niños, que
están predispuestos en la sociedad de acuerdo a la clase social que mantegan.
Es decir, si eres pobre, rico o de ambos, la sociedad te tratará como tal.
Así mismo, se mencionan las consecuencias generadas por la televisión y el
consumismo que envía de manera indirecta, sin tener la consideración de la
clase social. Que Galeano expresa como desigualdad marcada por la sociedad.
El consumismo te dice que debes usar o comprar, pero tu economía no lo
permite, dando como resultado un efecto de separación de clases.

Tambien Le Recomendamos Ver

Ser como ellos de Eduardo Galeano: resumen, y todo...

Los versos del capitán: resumen, y todo lo que nec...

Canto general: resumen, y todo lo que desconoce


Las aventuras de Sherlock Holmes: resumen, persona...

También se destaca el aspecto de riqueza, aquel que es manejado por los


países industrializados, que desean fabricar más, pero con costos y materia
prima más barata, afectando a los países de América Latina.

Y por último, los aspectos que gobiernan el racismo y machismo. Aquel que
según las sociedades élites, están predispuestas por su ADN a ser
discriminados.

Cá tedra del miedo


Este capítulo se subdivide en tres apartados denominados, la enseñanza del
miedo, la industrias del miedo y clases de corte y confección; cómo elaborar
enemigos a medida.  Gargantúa y Pantagruel, es otra gran novela que te
recomiendo.
En primera instancia, se tienen los aspectos deteriorados de una sociedad, que
desea una seguridad sin importar el sacrificio que se haga, que hasta en
algunos casos es la justicia. Así mismo, se menciona el control por parte de
entes privados de seguridad, a través del miedo de la gente. Y por último, se
expresan las preocupaciones del aumento he inversión que se le da a la
fabricación de armas, por parte de los gobiernos que supuestamente son los
encargados de la paz en el mundo.

Seminario de É tica
Este capítulo de patas arriba, se subdivide en trabajos prácticos; cómo triunfar
en la vida y ganar amigos. Y lecciones contra los vicios inútiles.
Todo inicia con la mención de las diferencias entre los pobres y ricos
delincuentes, donde el primero por no tener recursos, se encuentra
encarcelado y el segundo, que gracias a su estabilidad económica y social, se
encuentra posicionado en un nivel de poder como, reyes, presidentes, políticos
y hasta empresarios de casinos. Así mismo, gracias a los pobres y debilitados
salarios de los trabajadores, se ven en la necesidad de rebajarse y aceptar lo
que le den, sin derecho a protesta.

Tambien Le Recomendamos Ver

El cazador de historias: frases, y todo lo que nec...

Cien sonetos de amor: resumen, y todo lo que neces...

Ser como ellos de Eduardo Galeano: resumen, y todo...


El Hacedor De Borges: Resumen, Y Todo Lo Que Neces...

Clases Magistrales de Impunidad


Este capítulo se desarrolla mediante modelos para estudiar, la impunidad de
los cazadores de gente, de los exterminadores del planeta y del sagrado
motor.

Las empresas petroleras, que hacen sus riquezas por medio de la destrucción
de la naturaleza. Así como las leyes que son impuestas de manera
desconocida, por los criminales que se burlan de la justicia. Por otra parte, se
narra la riqueza obtenida por medio de la explotación de los recursos
naturales, por aquellos países que supuestamente son los encargados de
protegerlos. Y por último, la degradación de los trabajadores y su derecho a un
trabajo honrado, motivo a las nuevas tecnologías y desempleo.

Pedagogía de la Soledad
Que menciona las lecciones de la sociedad de consumo, y curso intensivo de
incomunicación.

Esta parte, describe los aspectos anteriores de consumismo, pero con respecto
a lo que se desea y no se puede tener, visualizando que la televisión te
presenta cosas maravillosas y que al tratar de obtenerlo, puedes terminar
preso por no tener la capacidad económica de adquirirlo. Sin tener en
consideración la tentación expuesta por los medios de comunicación. Así
mismo, se desarrollan los conceptos de globalización y el descontrol con la
tecnología.
Llegando a un punto tal, que ya no es el ser humano que controla a las
máquinas si no al revés. Así como el engaño que genera a los televidentes, por
adoptar los valores del gobierno y transmitirlo de manera recreativa.

La Contraescuela
Último capítulo del libro patas arriba, abarcando los temas de traición y
promesa del fin del milenio. Y el derecho al delirio.

Aquí Galeano expone, los conceptos de la religión y la pérdida que ha


generado la evolución tecnológica, con la fe. Planteando la creación de un
mundo nuevo que se avecina, generado por la crisis mundial de los poderosos
sobre los débiles.  Si quieres leer a otro autor Sudamericano, te recomiendo el
libro de arena.

Aná lisis de patas arriba


La antología patas arriba creada por Galeano, trata de exponer la fractura que
se ha generado en la sociedad, gracias al control que posee los países más
grandes, sobre el maltrato a los más pequeños, que en este caso es América
Latina.
Así mismo, se visualiza por medio de hechos históricos, como de poco a poco,
el ser humano a dejado de lado los valores y ha sido dominado por los medios
de comunicación, aceptando todo lo que le impongan, ya sea los bajos
salarios, la explotación laboral, la inseguridad, la separación de clases y el
racismo.

Reflejado en la violencia que se ve diariamente, y que se está tan


acostumbrada a escuchar. Por otra parte, la humillación a la que se ve
sometido los países latinoamericanos, y el robo de sus riquezas por países
como EEUU y Europa.
Galeano trato de sacar a la luz, todos los actos corruptos que hicieron los
políticos para llegar allí. Véase, el porque solo hay gente pobre en las prisiones.
Sencillo, porque son pobres y al no tener un nivel social alto, no puedes
comprar tu libertad como hacen muchos empresarios y figuras públicas de la
sociedad.
En definitiva, patas arriba hace justicia a lo que se ve hoy en día. Un mundo gobernado por leyes que carecen de valores y honor, lleno
de violencia y corrupción.

Análisis del libro de Eduardo


Galeano “Patas arriba la escuela del
mundo al revés”
 Según Eduardo Galeano vivimos en un mundo patas arribas ,un mundo al revés, día a día nos
enfrentamos a una sociedad fracturada por la gran pérdida de valores, existen personas que lo
tienen todo en lo material pero carece de lo más importante que es el amor, valor fundamental
para el crecimiento personal, familiar y social , es un gran número de familia en el mundo
poseen riquezas a manos llenas pero sus hijos e hijas no son felices ya que no tienen un amor
sincero de su familia, compran sus felicidad con viajes, regalos, lujos y dinero olvidando lo más
importante que es el cuidado y la atención de sus hijos. Así mismo la familia de clase media que
salen a trabajar para mantener su hogar descuidando sus hijos sin saber el daño que les hacen
por falta de amor de atención y cuidado en la etapa de la niñez y la adolescencia que es
fundamental para el desarrollo y del crecimiento personal de todo ser humano, se hace saber
que estas familias salen a trabajar para poder sustentar sus hogares dejando a sus hijos al
cuidado de terceras personas. Está comprobado que las familias que permanecen unidas en las
crianzas de sus hijos inculcando valores de respeto responsabilidad, honestidad , sencillez y
tolerancia tienen éxitos en lo que se propongan en la vida en cambio las personas que carecen
de amor por una razón u otra viven en una sociedad compleja con muchos perjuicios que no
son capaces de enfrentar haciéndose difícil desarrollar su vida en el entorno social, mientras no
aprendamos a vivir en un mundo real no va existir el cambio menos la transformación
seguiremos viviendo en un mundo “Patas Arribas”.

Libro “Patas Arriba. La Escuela del Mundo al Revés” de Eduardo


Galeano (Resumen)

Eduardo Galeano es un montevideano nacido en 1940 con una larga carrera


dentro del mundo periodístico, premiada en diversas ocasiones. En este libro
pretende y consigue demostrar que el mundo está “al revés” y que el
comportamiento humano no sigue la lógica “humana” y ni siquiera la “animal” en
miles de casos, premiando al “malo” y castigando al “bueno”, los que deberían
hacer algo, hacen justo lo contrario, lo valioso se minusvalora y lo absurdo se
adora…
El libro (publicado en 1998) es una guía de las barbaridades que el género
humano es capaz de cometer. Por supuesto, no es una guía completa, porque
para ello harían falta, por desgracia bastantes libros como ese. Es, en definitiva,
una guía para aprender a mantener el “mundo al revés”.
No todo son malas noticias: Aquí tienes un montón de buenas noticias ambientales.

Puede dar la sensación de que el autor es un poco exagerado y poco parcial. No


obstante, antes de hacer esa afirmación se debe hacer un examen de la parcialidad
personal, porque antes de juzgar es bueno y necesario ponerse en el lugar de todas
las partes y, especialmente de los que más sufren para entender su sufrimiento. Es
esa “empatía” que reclama el Nobel de Economía, Amartya K. Sen en su obra
“Nuevo examen de la desigualdad” (1992). El error de no usar la empatía está
magistralmente expresado en unos versos del dramaturgo y poeta alemán Bertolt
Brecht (1898-1956): “Primero se llevaron a los comunistas, pero a mi no me
importó porque yo no era comunista. Enseguida se llevaron a unos obreros, pero a
mi no me importó porque yo tampoco era obrero. Después detuvieron a los
sindicalistas, pero a mi no me importó porque yo no soy sindicalista. Luego
apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso tampoco me importó. Ahora
me llevan a mí pero ya es demasiado tarde”.

Si te gustó este libro resumido, te gustarán también todos estos: HAZ CLICK AQUÍ.

Al principio del libro se exponen unas palabras de Al Capone, uno de los mafiosos
más famosos de toda la Historia de Estados Unidos: “Hoy en día, ya la gente no
respeta nada. Antes, poníamos en un pedestal la virtud, el honor, la verdad y la
ley… La corrupción campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se
obedece otra ley, la corrupción es la única ley. La corrupción está minando este
país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas.”
Según Galeano “la economía mundial es la más eficiente expresión del crimen
organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio
y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de
todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al
mejor de los tirabombas. (…) Los pistoleros que se alquilan para matar realizan, en
plan minorista, la misma tarea que cumplen, en gran escala, los generales
condecorados por crímenes que se elevan a la categoría de glorias militares. (…)
Los violadores que más ferozmente violan la naturaleza y los derechos humanos,
jamás van presos. Ellos tienen las llaves de las cárceles. En el mundo tal cual es,
mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas
fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más
prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero
robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta;
y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que
lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor
cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero
con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al
menor costo.”
Así, no es extraño que el eterno personaje de Quino, esa entrañable Mafalda se
preguntara si los derechos humanos los escribió Esopo.

Tampoco la ambición está libre de las críticas en esta obra: “Quien no está preso de
la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las
cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que
tienen.”

Aprende 5 cosas sencillísimas para mejorar el mundo.

En el capítulo titulado “Curso básico de injusticia” se critica la publicidad que


fomenta el consumo desmedido, porque ese consumo no es sostenible:
“La publicidad, ¿estimula la demanda o, más bien, promueve la violencia? La
televisión ofrece el servicio completo: no sólo enseña a confundir la calidad de vida
con la cantidad de cosas sino que, además, brinda cotidianos cursos audiovisuales
de violencia”.
“La economía mundial exige mercados de consumo en perpetua expansión, para
dar salida a su producción creciente y para que no se derrumben sus tasas de
ganancia, pero a la vez exige brazos y materias primas a precio irrisorio, para abatir
sus costos de producción. El mismo sistema que necesita vender cada vez más,
necesita también pagar cada vez menos.” Como dice Galeano esto es fuente de
desigualdades sociales graves, principalmente pero no exclusivamente entre los
países ricos y pobres. Porque en demasiadas ocasiones las cosas no se venden a su
auténtico costo. El precio de las cosas no suele incluir, por ejemplo, los costos de
los daños producidos a la naturaleza, ni los costos de pagar salarios dignos y
respetar derechos básicos. Así, concluye diciendo que “nunca ha sido el mundo tan
escandalosamente injusto”, algo en lo que también coincide el teólogo jesuita José
Mª Castillo, en su libro “La Iglesia que Quiso el Concilio” (2001).
Algunos de los datos que demuestran esa asombrosa injusticia no pueden
justificarse fácilmente sin hacer un esfuerzo para autoperdonarnos, sobre todo,
porque los que están a favor de las ventajas de la globalización suelen evitar
descubrir los inconvenientes de ésta, o bien, los esquivan como si fueran los “daños
laterales” de cualquier guerra: “Una mujer embarazada corre cien veces más riesgo
de muerte en África que en Europa. El valor de los productos para mascotas
animales que se venden, cada año, en los Estados Unidos, es cuatro veces mayor
que toda la producción de Etiopía. Las ventas de sólo dos gigantes, General Motors
y Ford, superan largamente el valor de la producción de toda el África negra. Según
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, diez personas, los diez
opulentos más opulentos del planeta, tienen una riqueza equivalente al valor de la
producción total de cincuenta países, y cuatrocientos cuarenta y siete
multimillonarios suman una fortuna mayor que el ingreso anual de la mitad de la
humanidad.” A pesar de los datos, el autor no pierde el humor y cita una pintada
callejera que parece resumir el espíritu del mundo: “¡Combata el hambre y la
pobreza! ¡Cómase un pobre!”. “Cada vez cuesta más lo que el sur compra, y cada
vez vale menos lo que vende” y encima “el sur lleva muchos años trabajando de
basurero del norte”.
“Paradójicamente, muchos trabajadores del sur del mundo emigran al norte, o
intentan contra viento y marea esa aventura prohibida, mientras muchas fábricas
del norte emigran al sur. El dinero y la gente se cruzan en el camino. El dinero de
los países ricos viaja hacia los países pobres atraído por los jornales de un dólar y
las jornadas sin horarios, y los trabajadores de los países pobres viajan, o quisieran
viajar, hacia los países ricos, atraídos por las imágenes de felicidad que la
publicidad ofrece o la esperanza inventa.” Ejemplos no faltan como el escándalo de
algunas empresas deportivas (Nike, Adidas…) que emplean mano de obra infantil
sin las más mínimas medidas de seguridad. O empresas petrolíferas que esquilman
la naturaleza (como Texaco en Ecuador). “La cadena McDonald’s regala juguetes a
sus clientes infantiles. Esos juguetes se fabrican en Vietnam, donde las obreras
trabajan diez horas seguidas, en galpones cerrados a cal y canto, a cambio de
ochenta centavos. Vietnam había derrotado la invasión militar de los Estados
Unidos; y un cuarto de siglo después de aquella hazaña, que muchos muertos costó,
el país padece la humillación globalizada.” Y estas empresas lo tienen y lo ponen
muy claro: “Si no se portan bien, nos vamos a filipinas, o a Tailandia, o a Indonesia,
o a China, o a Marte. Portarse mal significa: defender la naturaleza o lo que quede
de ella, reconocer el derecho de formar sindicatos, exigir el respeto de las normas
internacionales y de las leyes locales, elevar el salario mínimo.”
Centrándose en latinoamérica, indica que “es una economía esclavista que se hace
la posmoderna: paga salarios africanos, cobra precios europeos, y la injusticia y la
violencia son las mercancías que producen con más alta eficiencia.” Y hace una
aclaración muy grave: “nunca nadie en la historia de América latina ha sido
obligado a devolver el dinero que robó”. Pero claro, y esto en todo el mundo, el
mayor problema es que “los políticos sin escrúpulos no hacen más que actuar de
acuerdo con las reglas de juego de un sistema donde el éxito justifica los medios
que lo hacen posible, por sucios que sean”.

En todo el mundo la pobreza mata, pero “desde el punto de vista del poder, el
exterminio no viene mal, al fin y la cabo, si en algo ayuda a regular la población,
que está creciendo demasiado. Los expertos denuncia los excedentes de población
al sur del mundo”, aunque sea en los países ricos donde se vive con menos espacio
y con más despilfarro.

“El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso”. Como
ejemplo de esto se cita el caso de “Robert McNamara, que fue uno de los
responsables de la guerra del Vietnam” y que “reconoció que la guerra fue un
error”, pero “no fue un error porque fuera injusta, sino porque los Estados Unidos
la llevaron adelante sabiendo que no la podían ganar. El pecado está en la derrota,
no en la injusticia. (…) Que la primera potencia militar del mundo haya descargado,
sobre un pequeño país, más bombas que todas las bombas arrojadas durante la II
Guerra Mundial es un detalle que carece de importancia. Al fin y la cabo, en su
larga matanza, los Estados Unidos habían estado ejerciendo el derecho de las
grandes potencias a invadir a quien sea y obligar a lo que sea.”
Otro curioso ejemplo es el del “almirante retirado Gene LaRocque, de la marina de
guerra de los Estados Unidos”, que a propósito de la Guerra del Golfo comentó:
«Ahora matamos a la gente sin verla jamás. Se aprieta un botón a miles de millas
de distancia. Es la muerte por control remoto, sin sentimientos ni
remordimientos… Y entonces, regresamos a casa en triunfo».”
Eduardo Galeano critica la ligereza y el partidismo con el que se usa el término
“libertad de comercio”. Por ejemplo, “Inglaterra, Holanda y Francia ejercían la
piratería, en nombre de la libertad de comercio, mediante los buenos oficios de sir
Francis Drake, Henry Morgan, Piet Heyn, François Lolonois y otros neoliberales de
la época”. Otro ejemplo: “Cuando los Estados Unidos se independizaron de
Inglaterra, lo primero que hicieron fue prohibir la libertad de comercio y las telas
norteamericanas, más caras y más feas que las telas inglesas, se hicieron
obligatorias (…) después, sin embargo, los Estados Unidos enarbolaron la libertad
de comercio para obligar a muchos países latinoamericanos al consumo de sus
mercancías”. También, “los soldados británicos impusieron el consumo de opio en
China, a cañonazos”, ya que “la reina Victoria fue, además la mayor traficante de
drogas del siglo XIX”, convirtiendo al opio como la mercancía más valiosa del
comercio imperial. La guerra del Opio (1839-1842) comenzó cuando el emperador
Chino, preocupado por el incremento del consumo de opio, prohibió la importación
del opio el cual era comercializado por contrabandistas británicos. La respuesta de
Gran Bretaña fue bombardear Cantón y ocupar Shanghai. En 1841, por ejemplo, en
la toma del puerto de Tin-hai, murieron 3 británicos y más de 2000 chinos. Al
término de la guerra, los británicos se quedaron con Hong Kong y China tuvo que
abrir más sus fronteras al “libre comercio”. Más cosas: “la industria británica
redujo a la India a la última miseria, y la banca británica ayudó a financiar el
exterminio del Paraguay”. Al fin y al cabo, la era colonial necesitó del racismo tanto
como necesitó de la pólvora”. Pero el fin de la era colonial no fue el fin del racismo
ni el fin de la injusticia. Veamos dos ejemplos: “En 1986, un diputado mexicano
visitó la cárcel de Cerro Hueco, en Chiapas. Allí encontró a un indio tzotzil, que
había degollado a su padre” el cual “llevaba tortillas y frijoles, cada mediodía, a su
hijo encarcelado. Aquel preso tzotzil había sido interrogado y juzgado en lengua
castellana, que él entendía poco o nada, y con ayuda de una buena paliza había
confesado ser el autor de una cosa llamada parricidio.” El otro ejemplo, en Europa:
“En la Copa del Mundo que ganó Francia en el 98, eran inmigrantes casi todos los
futbolistas que vestían la camiseta azul y al son de la Marsellesa iniciaban cada
partido. Una encuesta realizada en esos días confirmó que cuatro de cada diez
franceses tienen prejuicios racistas, pero todos los franceses celebraron el triunfo
como si los negros y los árabes fueran hijos de Juana de Arco.”
En definitiva, “países en desarrollo es el nombre con que los expertos designan a
los países arrollados por el desarrollo ajeno”. Otras frases para reflexionar: “Quien
no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida. Los automovilistas tienen
miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.”

Este libro plantea que en muchos casos y en ciertos países las cárceles están llenas
de presos por ser pobres o por actos a los que la pobreza les empuja, mientras los
que mantienen esa pobreza no sufren condena: “Los presos son pobres, como es
natural, porque sólo los pobres van presos en países donde nadie va preso cuando
se viene abajo un puente recién inaugurado, cuando se derrumba un banco vaciado
o cuando se desploma un edificio construido sin cimientos.” Como el caso del
terremoto de México en Septiembre de 1985 que provocó unos 5000 muertos.

Contra la hipocresía de los países ricos también arremete, especialmente contra los
grandes vendedores de armas, principalmente “Estados Unidos, Gran Bretaña,
Francia y Rusia. En la lista, algunos lugares más atrás también figura China. Y estos
son, casualmente, los cinco países que tienen derecho de veto en el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas. (…) O sea: la paz mundial está en manos de las
cinco potencias que explotan el gran negocio de la guerra“: “Los países que más
armas venden al mundo son los mismos países que tienen a su cargo la paz
mundial. (…) La industria de las armas, venta de muerte, exportación de violencia,
trabaja y prospera. El mundo ofrece mercados firmes y en alza, mientras la siembra
universal de la injusticia continúa dando buenas cosechas y crecen la delincuencia y
la drogadicción, la agitación social y el odio nacional, regional, local y personal.” Se
pueden citar muchos casos: como las injusticias cometidas por Israel (como estado)
contra los palestinos con el apoyo directo e indirecto de Estados Unidos. Otro caso
es el de Arabia Saudita, un país muy criticado por Amnistía Internacional por sus
continuas violaciones de los Derechos Humanos, pero que no teme a nada porque
sus intercambios de “petróleo por armamentos, permite a la dictadura saudí ahogar
en sangre la protesta interna, y permite a los Estados Unidos y a Gran Bretaña
alimentar sus economías de guerra y asegurar sus fuentes de energía (…)
[mientras] jamás vemos, escuchamos ni leemos ninguna denuncia de las
atrocidades de Arabia Saudita”, ya que el rey saudí “paga esas millonadas por las
armas y, de paso, compra impunidad”.
“Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad gozan del derecho de hacer
lo que se les cante”, de forma curiosamente legal. Ejemplos no faltan: “Estados
Unidos pudieron bombardear impunemente el barrio más pobre de la ciudad de
Panamá y, después, pudieron arrasar Irak; Rusia pudo castigar a sangre y fuego los
clamores de independencia en Chechenia; Francia pudo violar el Pacífico sur con
sus explosiones nucleares; y China puede seguir fusilando, legalmente, cada año,
diez veces más gente que la que cayó acribillada, a mediados del 89, en la plaza de
Tien An Men. Como antes había ocurrido en la guerra de las islas Malvinas, la
invasión de Panamá sirvió para que la aviación militar probara la eficacia de sus
nuevos modelos; y la televisión convirtió a la invasión de Irak en una universal
vidriera de exhibición de las nuevas armas que se ofrecían al mercado; Vengan a
ver las novedades de la muerte en la gran feria de Bagdad. (…) Bien decía don
Teodoro Roosevelt que «ningún triunfo pacífico es tan grandioso como el supremo
triunfo de la guerra». En 1906, le dieron el Premio Nobel de la Paz.”
“La industria norteamericana de armamentos practica la lucha contra el terrorismo
vendiendo armas a gobiernos terroristas, cuya única relación con los derechos
humanos consiste en que hacen todo lo posible por aniquilarlos.” Por desgracia,
tiene razón el autor al afirmar que “nunca falta alguna guerra”, aunque nunca los
periodistas se planteen “¿A quien da de ganar esta tragedia? «La cara del verdugo
está siempre bien escondida», cantó alguna vez, Bob Dylan.”

“Hay treinta y cinco mil armas nucleares en todo el mundo. Los Estados Unidos
poseen la mitad, y la otra mitad pertenece a Rusia y, en menor medida, a otras
potencias. Los dueños del monopolio nuclear ponen el grito en el cielo cuando
India, o Pakistán, o quien sea, realiza el sueño de la explosión propia, y entonces
denuncian el peligro que el mundo corre: cada una de esas armas puede matar a
varios millones de personas, y unas cuantas bastarían para acabar con la aventura
humana en el planeta, y con el planeta también. Pero las grandes potencias jamás
dicen cuándo ha tomado Dios la decisión de otorgarles el monopolio, ni porqué
siguen fabricando esas armas. (…) ¿Para asustar a quién? ¿A la humanidad
entera?”. Resumiendo el sentido de su “lucha” contra las armas podemos incluir
una expresiva frase: “Si se prohíbe la industria de la droga, industria asesina, ¿por
qué no se prohíbe la industria de armamentos, que es la más asesina de todas?”, y
con respecto a la industria de las drogas, “¿Por qué los traficantes son los más
fervorosos partidarios de la prohibición?”.

¿Alguien se atreve a calcular la crisis económica que afectaría a Estados Unidos si,
de repente, no hubiera ningún conflicto armado en el mundo que estuviera
alimentado con sus armas?

Pero hay muchas formas de robar y abusar y muchas de ellas son


legales. “Suiza no participó en la guerra. Participó en el negocio de la guerra,
vendiendo sus servicios a muy buen precio a la Alemania nazi. Un negocio
brillante: la banca suiza convertía en divisas internacionales el oro que Hitler
robaba a los países ocupados y a los judíos. (…) El oro entraba en Suiza sin ningún
inconveniente, mientras los perseguidos por los nazis eran devueltos en la frontera.
Bertold Brecht decía que robar un banco es delito, pero más delito es fundarlo.
Después de la guerra, Suiza se convirtió en una cueva internacional de Alí Babá
para los dictadores, los políticos ladrones, los malabaristas de la evasión fiscal y los
traficantes de drogas y de armas.” También Galeano arremete contra la
especulación, el negocio de multiplicar el dinero sin aportar ningún trabajo: “En
1997, de cada cien dólares negociados en divisas, apenas dos dólares y medio
tuvieron algo que ver con el intercambio de bienes y servicios. En ese año, en
vísperas del huracán que barrió las Bolsas de Asia y del mundo, el gobierno de
Malasia propuso una medida de sentido común: la prohibición del tráfico de
divisas no comerciales. La iniciativa no fue escuchada. El griterío de las Bolsas
mete mucho ruido”.
“En los Estados Unidos, la venta de favores políticos es legal y puede realizarse
abiertamente, sin necesidad de disimulo ni riesgo de escándalo. Trabajan en
Washington más de diez mil profesionales del soborno, que se ocupan de influir
sobre los legisladores y los inquilinos de la Casa Blanca. (…) Johnnie Chung, un
hombre de negocios que reconoció haber hecho donaciones ilegales, explicó en
1998: «La Casa Blanca es como el Metro: para entrar, hay que poner monedas».”
Una de las más recientes demostraciones de esto está en el caso del presidente
Bush hijo: Antes de las elecciones prometió medidas de protección del medio
ambiente. Después de salir elegido, en las elecciones más dudosas de la historia de
los Estados Unidos, hizo los favores pertinentes a la industria del petróleo,
olvidando las promesas electorales que había vociferado algunas semanas antes.
También la industria armamentística es conocida como una de sus mayores fuentes
financieras y, a ello se debe gran parte de las bombas tiradas en Afganistán, y su
“mirar hacia otro lado” en el caso de la violencia de Israel contra el pueblo
palestino.

“La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias
para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en
objeto de consumo.” En definitiva, “poco pueden las leyes jurídicas contra las leyes
económicas, y la economía capitalista genera concentración de poder tan
inevitablemente como el invierno genera frío. (…) La tecnología pone la imagen, la
palabra y la música al alcance de todos, como nunca antes había ocurrido en la
historia humana; pero esta maravilla puede convertirse en un engaña pichanga si el
monopolio privado termina por imponer la dictadura de la imagen única, la palabra
única y la música única. (…) Como dice el periodista argentino Ezequiel Fernández-
Moores, a propósito de la información: «Estamos informados de todo, pero no nos
enteramos de nada».”

En el capítulo “Lecciones contra los vicios inútiles” critica un mundo en el que “El
trabajo es el vicio más inútil. No hay en el mundo mercancía más barata que la
mano de obra. (…) El desarrollo de la tecnología no está sirviendo para multiplicar
el tiempo de ocio y los espacios de libertad, sino que está multiplicando la
desocupación y está sembrando el miedo. (…) Cada vez hay más desocupados en el
mundo. Al mundo le sobra cada vez más gente. (…) La globalización es una galera,
donde las fábricas desaparecen por arte de magia, fugadas a los países pobres; la
tecnología que reduce vertiginosamente el tiempo de trabajo necesario para la
producción de cada cosa, empobrece y somete a los trabajadores, en lugar de
liberarlos de la necesidad y de la servidumbre; y el trabajo ha dejado de ser
imprescindible para que el dinero se reproduzca. Son muchos los capitales que se
desvían hacia las inversiones especulativas. Sin transformar la materia, y sin
tocarla siquiera, el dinero se reproduce con más fecundidad haciendo el amor
consigo mismo. Siemens, una de las mayores empresas industriales del mundo,
está ganando más con sus inversiones financieras que con sus actividades
productivas. (…) El asombroso aumento de la productividad operado por la
revolución tecnológica no sólo no se traduce en una elevación proporcional de los
salarios, sino que ni siquiera disminuye los horarios de trabajo en los países de más
alta tecnología.” Hay una excepción: “Francia decidió, en mayo del 98, reducir la
semana laboral de 39 a 35 horas, dando así una elemental lección de cordura”,
aunque no todos estuvieron de acuerdo en la medida.

En el capítulo “Clases magistrales de impunidad” se revelan algunos de los casos


más escandalosos de este mundo al revés. Por ejemplo: “Las empresas petroleras
Shell y Chevron han arrasado el delta del río Níger. El escritor Ken Saro-Wiwa, del
pueblo ogoni de Nigeria, lo denunció «Lo que la Shell y la Chevron han hecho al
pueblo ogoni, a sus tierras y a sus ríos, a sus arroyos, a su atmósfera, llega al nivel
de un genocidio. El alma del pueblo ogoni está muriendo, y yo soy su testigo». A
principios de 1995, el gerente general de la Shell en Nigeria, Naemeka Achebe,
explicó así el apoyo de su empresa al gobierno militar: «Para una empresa
comercial que se propone realizar inversiones, es necesario un ambiente de
estabilidad… Las dictaduras ofrecen eso». Unos meses más tarde, la dictadura de
Nigeria ahorcó a Ken Saro-Wiwa. El escritor fue ejecutado con otros ocho ogonis,
también culpables de luchar contra las empresas que aniquilaron sus aldeas y
redujeron sus tierras a un vasto yermo. Muchos otros ogonis habían sido
asesinados, antes, por el mismo motivo. (…) El presidente de los Estados Unidos
declaró entonces que su país suspendería el suministro de armas a Nigeria, y el
mundo lo aplaudió.” Con eso, realmente “Estados Unidos reconocía que su país
había estado vendiendo armas al régimen carnicero del general Sani Abacha, que
venía ejecutando gente a un ritmo de cien personas por año, en fusilamiento o
ahorcamientos convertidos en espectáculos públicos.”

Y es que “los Estados Unidos venden cerca de la mitad de las armas del mundo y
compran cerca de la mitad del petróleo que consumen. De las armas y del petróleo
dependen, en gran medida, su economía y su estilo de vida.” Por desgracia, la
historia de la empresa anglo-holandesa Shell es más larga: En la isla de Curaçao, en
el Caribe, instaló “una gran refinería que, desde entonces viene echando humos
venenosos sobre esa isla de la salud. En 1983, las autoridades locales mandaron
parar (…) los expertos calcularon en 400 millones de dólares la indemnización,
mínima, que la empresa debía pagar por los males que la naturaleza había sufrido.
La Shell no pagó nada”. También es más larga la historia de la empresa
norteamericana Chevron, que “gastó muchos millones de dólares en una campaña
publicitaria que exaltaba sus desvelos por la defensa del medio ambiente en los
Estados Unidos. La campaña estaba centrada en la protección (…) de unas
maripositas azules que corrían peligro de extinción. El refugio costaba cinco mil
dólares anuales; pero la empresa gastaba ochenta veces más para producir cada
minuto de la propaganda que alababa su vocación ecologista, y mucho más todavía
por cada minuto de emisión del bombardeo publicitario” en TV. También es
curioso que ese refugio estuviera “instalado en la refinería El Segundo, en las
arenas del sur de Los Ángeles. Y ésta sigue siendo una de las peores fuentes de
contaminación del agua, el aire y la tierra en toda California.”

En definitiva, parece que “La salvación del medio ambiente está siendo el más
brillante negocio de las mismas empresas que lo aniquilan. En un libro
reciente, The corporate planet, Joshua Karliner brinda tres ejemplos ilustrativos de
alto valor pedagógico: el grupo General Electric tiene cuatro de las empresas que
más envenenan el aire del planeta, pero es también el mayor fabricante
norteamericano de equipos para el control de la contaminación del aire;” También
se citan los casos de la empresa química DuPont y de la “multinacional
Westinghouse que se ha ganado el pan vendiendo armas nucleares”. Otro ejemplo,
“la mismas fábricas de armamentos que han vendido las minas (…) ofrecen
su know how para limpiar los vastos terrenos minados (…) Un negocio redondo:
arrancar minas resulta cien veces más caro que colocarlas.” Es bueno aclarar que
muchos países vendedores de armamento, como España, han firmado un acuerdo
para no vender ni fabricar este tipo de artefactos, aunque otros tipos los siguen
vendiendo sin remordimientos.

Lee un resumen de este libro con datos sobre el Cambio Climático que seguro que no conoces.

Más de esto se expone en el capítulo titulado “La impunidad de los exterminadores


del planeta”, donde se aclara, por si hiciera falta que: “Las empresas que más éxito
tienen en el mundo son las que más asesinan al mundo; y los países que deciden el
destino del planeta son los que más méritos hacen para
aniquilarlo.” Galeano critica como muchas “expresiones de la preocupación oficial
por la ecología” son mera hipocresía “que nadie cumple”, porque “el lenguaje del
poder otorga impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen por
modelo universal en nombre del desarrollo y también a las grandes empresas que,
en nombre de la libertad, enferman al planeta, y después le venden remedios y
consuelos. (…) La humanidad entera paga las consecuencias de la ruina de la tierra,
la intoxicación del aire, el envenenamiento del agua, el enloquecimiento del clima y
la dilapidación de los bienes mortales que la naturaleza otorga. (…) Es el
veinticinco por ciento de la humanidad quien comete el setenta y cinco por ciento
de los crímenes contra la naturaleza. (…) Cada norteamericano echa al aire, en
promedio, veintidós veces más carbono que un hindú y trece veces más que un
brasileño.” Así, los países ricos son “países y clases sociales que definen su
identidad a través de la ostentación y el despilfarro. La difusión masiva de esos
modelos de consumo, si posible fuera, tiene un pequeño inconveniente: se
necesitarían diez planetas como éste para que los países pobres pudieran
consumir tanto como consumen los países ricos, según las conclusiones del
fundamentado informe Bruntland, presentado ante la Comisión Mundial de Medio
Ambiente y Desarrollo en 1987. Las empresas más exitosas del mundo son también
las más eficaces contra el mundo. Los gigantes del petróleo, los aprendices de brujo
de la energía nuclear y de la biotecnología, y las grandes corporaciones que fabrican
armas, acero, aluminio, automóviles, plaguicidas, plásticos y mil otros productos,
suelen derramar lágrimas de cocodrilo por lo mucho que la naturaleza sufre.”
Los abusos son incontables y van desde patentar plantas amazónicas por parte de
empresas bioquímicas (como la ayahuasca patentada por la empresa
estadounidense International Plant Medicine Corporation), hasta el desastre de la
ciudad india de Bophal en la que otra empresa estadounidense, Union Carbide, fue
la causante de unas 6600 muertes con escasas o nulas subvenciones por culpa de
no aplicar las más básicas medidas de seguridad que en Estados Unidos son
obligatorias. Actualmente “Union Carbide y Dow Chemical venden, en América
latina, numerosos productos prohibidos en su país, y lo mismo ocurre con otros
gigantes de la industria química mundial. En Guatemala, por ejemplo, las avionetas
fumigan las plantaciones de algodón con pesticidas que no se pueden vender en los
Estados Unidos ni en Europa: esos venenos se filtran en los alimentos”. La empresa
alemana Bayer, que ya usó la “mano de obra gratuita de los prisioneros de
Auschwitz”, es el “segundo productor mundial de pesticidas” y vende, a Uruguay
por ejemplo, más de “veinte agrotóxicos no autorizados en Alemania”, algunos
considerados “altamente peligrosos por la Organización Mundial de la Salud”.

Otro de los efectos de la globalización es que el aluminio japonés se fabrica en


Brasil. “En Brasil, la energía y la mano de obra son baratas y el medio ambiente
sufre, en silencio, el feroz impacto de esta industria sucia. Para dar electricidad al
aluminio, Brasil ha inundado gigantescas extensiones del bosque tropical. Ninguna
estadística registra el costo ecológico de este sacrificio. Al fin y al cabo, es
costumbre: otros muchos sacrificios sufre la floresta amazónica, mutilada día tras
día, año tras año, al servicio de las empresas madereras, ganaderas y mineras.” Más
datos: “en Taiwán, un tercio del arroz no se puede comer, porque está envenenado
de mercurio, arsénico o cadmio; en Corea del Sur, sólo se puede beber agua de la
tercera parte de los ríos. Ya no hay peces comestibles en la mitad de los ríos de
China. En una carta, un niño chileno retrató así a su país: «Salen barcos llenos de
árboles y llegan barcos llenos de autos»”. Por estas causas, ya se sabe que “la
degradación ambiental será, en los próximos años, la principal causa de los éxodos
de población en los países del sur.”
En otro capítulo, “La impunidad de los cazadores de gente”, advierte que “no es
negocio asesinar con timidez. (…) Ante la ley terrena, la igualdad se desiguala todo
el tiempo y en todas partes, porque el poder tiene la costumbre de sentarse encima
de uno de los platillos de la balanza de la justicia.” Aquí se pasa revista a los
crímenes contra la humanidad y cómo estos resultan impunes: desde la dictadura
de Uruguay hasta la de Argentina, pasando por Guatemala y el asesinato del obispo
Juan Gerardi por la publicación de cierto informe.

En su capítulo “La impunidad del sagrado motor” critica con vehemencia el abuso
de la industria del automovilismo y de sus usuarios. No se trata de criticar el
progreso sino de criticar el abuso del progreso: “los automóviles usurpan el espacio
humano, envenenan el aire y, con frecuencia, asesinan a los intrusos que invaden
su territorio conquistado. (…) Este fin de siglo desprecia el transporte público” (y
ya podemos añadir que el nuevo siglo XXI sigue en la misma línea. Para llamar la
atención, Galeano hace la siguiente comparación: “La venta de autos es simétrica
a la venta de armas, y bien podría decirse que forma parte de ella: los automóviles
son la principal causa de muerte entre los jóvenes, seguida por las armas de fuego.”
“Según los cálculos del Worldwatch Institute, si se tomaran en cuenta los daños
ecológicos y otros costos escondidos, el precio de la gasolina tendría que elevarse,
por lo menos al doble. La gasolina es, en los Estados Unidos, tres veces más barata
que en Italia, que ocupa el segundo lugar entre los países más motorizados; y cada
norteamericano quema, en promedio, cuatro veces más combustible que un
italiano, lo que ya es decir. Esta sociedad norteamericana, enferma de autismo,
genera la cuarta parte de los gases que más envenenan la atmósfera. (…) Cada vez
que algún loco sugiere aumentar los impuestos a la gasolina, los big three de
Detroit (General Motors, Ford y Chrysler) ponen el grito en el cielo y desatan
campañas millonarias, y de amplio eco popular, denunciando tan grave amenaza
contra las libertades públicas. (…) Es raro el caso del político, demócrata o
republicano, capaz de cometer algún sacrilegio contra el modo de vida nacional,
fundado en la veneración de las máquinas y en el derroche de los recursos
naturales del planeta. Impuesto como modelo universal, ese modo de vida, que
identifica el desarrollo humano con el crecimiento económico, realiza milagros que
la publicidad exalta y difunde, y que el mundo entero querría merecer.(…) Sólo el
20% de la humanidad dispone del 80% de los autos, aunque el 100% de la
humanidad tenga que sufrir el envenenamiento del aire. Como tantos otros
símbolos de la sociedad de consumo, el automóvil está en manos de una minoría,
que convierte sus costumbres en verdades universales y nos obliga a creer que el
motor es la única prolongación posible del cuerpo humano.”
En resumen, “en nombre de la libertad de empresa, la libertad de circulación y la
libertad de consumo, se está haciendo irrespirable el aire del
mundo.” Galeano insiste en la necesidad de fomentar el transporte público y las
bicicletas (y sus carriles). Un dato resulta revelador: “el dinero que Colombia gasta
cada año para subsidiar la gasolina, alcanzaría para regalar dos millones y medio
de bicicletas a la población.” Por supuesto, esta es otra cuestión de discriminación
con los países de sur ya que en ellos se sigue usando gasolina con plomo. Resultan
didácticos algunos de los casos expuestos en el libro: ciudad de México, San Pablo,
Río de Janeiro, Santiago de Chile, Buenos Aires… por el contrario, algunas
ciudades ya se han dado cuenta de la necesidad de reducir el espacio por donde
circulan los automóviles: Amsterdam o Florencia son un buen ejemplo de ello.
Este autor también critica el modo de vida de la sociedad de consumo que obliga a
obtener rápidos beneficios en poco tiempo: flores sometidas a luz continua para
rápido crecimiento, gallinas a las que se les reduce las horas de sueño y se las hace
vivir hacinadamente sin casi poder moverse… y gente que vive siempre deprisa y
corriendo pero sin hacer deporte alguno… por que además “en la última década la
«obesidad severa» ha crecido casi un 30% entre la población joven de los países
más desarrollados”, especialmente Estados Unidos en el que la obesidad ya se trata
como epidemia nacional, y determinados tratamientos son subvencionados por el
gobierno. “El país que inventó las comidas y bebidas light, la diet food y los
alimentos fat free tienen la mayor cantidad de gordos del mundo. El consumidor
ejemplar sólo se baja del automóvil para trabajar y para mirar televisión. Sentado
ante la pantalla chica, pasa 4 horas diarias devorando comida de plástico. Triunfa
la comida basura disfrazada de comida: esta industria está colonizando los
paladares del mundo y está haciendo trizas las tradiciones de la cocina local” en la
“globalización de la hamburguesa, la dictadura de la fast food“. Así no es extraño
que la empresa McDonald’s sea denunciada por ecologistas y activistas
antiglobalización, acusando a esta empresa de “maltrato a sus trabajadores, la
violación de la naturaleza y la manipulación comercial de las emociones infantiles:
sus empleados están mal pagados, trabajan en malas condiciones y no pueden
agremiarse; la producción de carne para las hamburguesas arrasa los bosques
tropicales y despoja a los indígenas; y la multimillonaria publicidad atenta contra la
salud pública, induciendo a los niños a preferir alimentos de muy dudoso valor
nutritivo” y de un altísimo contenido en grasa como lo han demostrado multitud de
estudios.
Pero, en este mundo al revés, la publicidad hace milagros y los anuncios
embaucadores saben cómo conseguir que el consumidor obedezca sus dictámenes.
“En el último cuarto de siglo, los gastos de publicidad se han duplicado en el
mundo. Gracias a ellos, los niños pobres toman cada vez más Coca-Cola y cada vez
menos leche, y el tiempo de ocio se va haciendo tiempo de consumo obligatorio.
(…) No se sabe si en Navidad se celebra el nacimiento de Jesús o de Mercurio, dios
del comercio, pero seguramente es Mercurio quien se ocupa de bautizar los días de
la compra obligatoria: Día del Niño, Día del Padre, Día de la Madre, Día del Abuelo,
Día de los Enamorados”… “La cultura de consumo, cultura de lo efímero, condena
todo al desuso inmediato. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda, puesta al
servicio de la necesidad de vender.” La televisión tiene aquí su parte de
responsabilidad y “el televisor es inocente del uso y del abuso que se hace de él”,
aunque los medios dicen siempre lo mismo: “Ofrecemos a la gente lo que la gente
quiere, y así se absuelven; pero esa oferta, que responde a la demanda, genera cada
vez más demanda de la misma oferta: se hace costumbre, crea su propia necesidad,
se convierte en adicción. En las calles hay tanta violencia como en la televisión,
dicen los medios; pero la violencia de los medios, que expresa la violencia del
mundo, también contribuye a multiplicarla. (…) Trabajar, dormir y mirar la
televisión son las tres actividades que más tiempo ocupan en el mundo
contemporáneo. Bien lo saben los políticos. (…) Gracias a la pantalla chica, el
presidente Reagan pudo convencer a la opinión pública norteamericana de que
Nicaragua era un peligro. Hablando ante el mapa del norte de América, que
progresivamente se iba tiñendo de rojo desde el sur, Reagan pudo demostrar que
Nicaragua iba a invadir los Estados Unidos, vía Texas.”

“Las imágenes del hambre jamás aluden, ni siquiera de paso, al saqueo colonial.
Jamás se menciona la responsabilidad de las potencias occidentales, que ayer
desangraron al África a través de la trata de esclavos y el monocultivo obligatorio, y
hoy perpetúan la hemorragia pagando salarios de hambre y precios de ruina. Lo
mismo ocurre con la información sobre las guerras; siempre el mismo silencio
sobre la herencia colonial, siempre la misma impunidad para el amo blanco que
hipotecó la independencia africana, dejando a su paso burocracias corruptas,
militares despóticos, fronteras artificiales y odios mutuos; y siempre la misma
omisión de cualquier referencia a la industria de la muerte, que desde el norte
vende las armas para que el sur se mate peleando.”

“Quizás el más certero símbolo de la época sea la bomba de neutrones, que respeta
las cosas y achicharra a los seres vivos. (…) La ciencia y la técnica que han sido
puestas al servicio del mercado y de la guerra, nos ponen a su servicio. (…) La
injusticia, motor de todas las rebeliones que en la historia han sido, no sólo no se
ha reducido en el siglo XX, sino que se ha multiplicado hasta extremos que nos
resultarían increíbles si no estuviéramos tan entrenados para aceptarla como
costumbre y obedecerla como destino. Pero el poder no ignora que la injusticia está
siendo cada vez más injusta, y que está siendo cada vez más peligroso el peligro.
Desde que cayó el Muro de Berlín, y los regímenes llamados comunistas se
derrumbaron o cambiaron hasta hacerse irreconocibles, el capitalismo se ha
quedado sin pretextos. En los años de la guerra fría, cada mitad del mundo podía
encontrar, en la otra mitad, la coartada de sus crímenes y la justificación de sus
horrores. Cada una decía ser mejor, porque la otra era peor. Ahora, súbitamente
huérfano de enemigo, el capitalismo celebra su hegemonía, y de ella usa y abusa sin
límites; pero ciertos signos indican que empieza a asustarse de sus propios actos.
(…) A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la
caridad se practica de arriba abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un
poquito las relaciones de poder. (…) Las grandes potencias que gobiernan al mundo
ejercen la delincuencia internacional con impunidad y sin remordimientos. Sus
crímenes no conducen a la silla eléctrica, sino a los tronos del poder; y la
delincuencia del poder es la mamá de todas las delincuencias.” Razones no le faltan
a Eduardo Galeano para esas afirmaciones y para ello cuenta algunos casos
bastante interesantes (como los de Chile, Nicaragua o Cuba), pero más
recientemente podemos también citar el caso de Palestina, torturada hasta el
horror por Israel (matanzas y ocupación de principios de 2002) y cómo las
“grandes potencias” a las que se refiere el autor, son cómplices por omisión, ya que
se limitan en el mejor de los casos a condenar los asesinatos, pero no toman otras
medidas (dejar de vender armas, romper relaciones comerciales y diplomáticas…).
“Los estados socialistas del este de Europa tenían mucho de estados y poco o nada
de socialistas. (…) En nombre de la justicia, ese presunto socialismo había
sacrificado la libertad. Reveladora simetría: en nombre de la libertad el capitalismo
sacrifica la justicia cada día.” El caso de Rusia y su Moscú actual es un buen
ejemplo.

Para terminar, el libro reivindica “El derecho al delirio”, el derecho a soñar con


un mundo mejor, aunque posiblemente eso no sea posible. Podemos elegir
algunos versos de ese sueño:
 “en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el
servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;”
 “los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni
llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;”
 “el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y
la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;”
 “nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;”
 “los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no
habrá niños de la calle;”
 “la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;”
 “la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;”
 “la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas,
volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;”
 “la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a
Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;”
El libro termina diciendo que se terminó de escribir en agosto de 1998 y que para
saber cómo continúa basta con seguir las noticias de cada día. Y efectivamente, así
es. Después de 1998 han ocurrido multitud de cosas que sin duda deberían estar
incluidas en un libro así. Por ejemplo, tras los atentados del 11 de Septiembre,
Estados Unidos se autoproclamó como líder en la lucha contra el terrorismo y, sin
embargo ha cometido actos terroristas por los que no sólo no ha sido condenado
sino ni siquiera juzgado. No nos referimos a los ataques contra Afganistán, de lo
que mucho se podría decir, sino por ejemplo a la matanza que durante esa guerra
produjeron en una cárcel de ese país atacándola incluso con bombas desde el aire y
matando a todos los reclusos que no tuvieron ninguna oportunidad. Estados
Unidos también pretende ser firme defensor de los Derechos Humanos y se
vanagloria de ser un defensor de los mismos y, sin embargo, a los detenidos de
Afganistán, presuntos terroristas, los torturó en la base de Guantánamo sin haber
sido sometidos a juicio justo. Tampoco podemos olvidar que en ese país se sigue
aplicando la pena de muerte. Otro ejemplo, en la invasión de Israel a Palestina de
2002, con el exterminio que las tropas judías ejercieron destrozando multitud de
ciudades, Estados Unidos tardó mucho tiempo en condenar la invasión y, en todo
caso, no tiene sentido que exigiera a Israel que se retirara de los territorios
ocupados a la vez que le vende armas a gran escala.

También en 2002 saltó la noticia de que una empresa había conseguido descifrar el
genoma del arroz y que esto llevaría a paliar el hambre del mundo. Esa empresa
pretende hacer creer al mundo que el hambre que padece es por culpa de que el
arroz que la naturaleza ha creado es imperfecto. Pretende hacer creer al mundo que
son capaces de mejorar el arroz, sin ningún efecto secundario, por supuesto, y que
además, todo ese inmenso trabajo lo realizan por amor a la humanidad. Los
millones de dólares que cuesta esa investigación pretenden lógicamente ser
recuperados con creces vendiendo ese arroz cuando supuestamente lo consigan, lo
cual, generará más hambre, más diferencias sociales, más injusticia y más
dependencia de los países pobres de las multinacionales de los países ricos. Así, los
países ricos pueden sentirse bien al facilitar un arroz “con vitaminas” evitando que
los pobres tengan derecho a buscar una alimentación rica y variada.

Por desgracia, el mundo está lleno de noticias como esta y mientras no lo


remediemos seguirá estandolo. “Pero alguien, quién sabe quién, escribió al pasar,
en un muro de la ciudad de Bogotá: Dejemos el pesimismo para tiempos
mejores.”

También podría gustarte