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SERMONARIO
20 de agosto
Las referencias a la Iglesia Adventista del Séptimo Día aparecen en varios pasajes
proféticos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. El pasaje más
conocido es, probablemente, Apocalipsis 14:6-12 con su descripción de tres ángeles
y sus mensajes.
¿Dónde encontramos a ese pueblo? ¿Quién es ese pueblo que edificará las ruinas
antiguas, y levantará los cimientos de muchas generaciones? ¿Dónde está el pueblo
que ha tenido la luz del cielo para ver que se le ha hecho una brecha a la Ley de
Dios? En Apocalipsis, Juan dice: "Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca
de su pacto se veía en el templo" (Ap. 11:19). Juan vio en visión al pueblo del Señor
esperando su regreso y buscando la verdad. A medida que el templo de Dios fue
abierto a su pueblo, la luz de la Ley de Dios, que estaba en el arca, brilló. Aquellos
que recibieron esa luz son presentados en la proclamación del mensaje del tercer
ángel.
El Ayuno de Isaías 58
Isaias 58 trata claramente el tema del ayuno: "¿Llamaréis esto ayuno, y día
agradable a Jehová?" ¿Qué ayuno era ese? ¿De qué hablaba el profeta? Existen
algunas posibilidades de interpretación de ese ayuno.
1. Ayuno religioso, no especifico: Una persona decidía ayunar una vez por
semana, o una vez por mes, y hacía de eso una práctica común de su vida
religiosa. En este caso, esto llegó a convertirse en algo mecánico, más
centrado en la apariencia externa de piedad y, por lo tanto, una expresión
hipócrita de esa práctica religiosa.
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expresado en la práctica común de diferentes periodos de ayunos, a partir
del exilio en Babilonia y del período pos exilio que siguió
En virtud de esto, ¿cuál es el ayuno escatológico que espera Dios de su pueblo y que
debería ser practicado intensamente en los últimos días de la historia de la humanidad?
“¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su
cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día
agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras
de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y
que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres
errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, ¿y no te
escondas de tu hermano?”
Isaías 58:5-7
Esta es nuestra obra en estos últimos días. Es una obra muy importante y nos
desafia como iglesia. Como iglesia ya lo percibimos y por eso tenemos instituciones
tan extraordinarias como ADRA, pero todos somos llamados a ser parte este obra
La estructura literaria de este pasaje llama la atención. Isaías 58 parece tener una
estructura de quiasmos o concéntrica, como lo mencionó Watts (1987, p. 272):
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A - El clamor de Yahvé: pecado y rebelión (v. 1)
En general, en esta forma de quiasmo, las partes centrales son el enfoque del
mensaje, mientras que las otras partes son complementarias. En este caso, el
énfasis central del capítulo claramente es la obra de la solidaridad:
El centro del capítulo, letras D y E, trata sobre la solidaridad. La verdad central del
Señor es liberar, salvar, ser solidario. Dios declaró que si su pueblo hiciera esto, él
respondería sus clamores, los oiría, y habría cura y bendiciones de su parte sobre
ellos.
LAS PROMESAS
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Heme aquí" (v. 9); "en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el
mediodía" (v. 10). "Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y
dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas,
cuyas aguas nunca faltan" (v. 11).
RESUMEN
LLAMADO