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Para otros usos de este término, véase Apolo (desambiguación).
Índice
1Etimología
2Orígenes del culto a Apolo
3Lugares de culto
o 3.1Santuarios oraculares
o 3.2Otros templos de Apolo
4Festivales
5Atributos y símbolos
6Influencia de Apolo en el arte de Grecia
7Mitología
o 7.1Nacimiento
o 7.2Origen del mito de la lira
o 7.3Origen del mito de Delfos
o 7.4Duelos musicales
o 7.5La guerra de Troya
8Las musas de Apolo
9Amantes, consortes y descendencia
o 9.1Mitos
10Epítetos y títulos de culto griego
11Culto en otras regiones
o 11.1Culto romano
o 11.2Culto celta
11.2.1Epítetos y títulos
12Otros mitos
o 12.1Admeto
o 12.2Níobe
13Culto en la actualidad
14Apolo en la cultura contemporánea
15Véase también
16Fuentes
17Bibliografía
18Notas
19Referencias
20Enlaces externos
Etimología[editar]
Cabeza de Apolo, copia romana en mármol de un original griego del siglo IV a. C. Roma, Museos
Capitolinos
Fue llamado por los griegos «Apollon» o «Apellon», por los romanos «Apollo» y
por los etruscos «Apulu» o «Aplu». El origen del nombre de Apolo es incierto.
Los autores antiguos recogieron varios ejemplos de etimología popular.
Así, Platón relaciona el nombre en su Crátilo con ἀπόλυσις, ‘redimir’, con
ἀπόλουσις, ‘purificación’, con ἁπλοῦν, ‘simple’,10 en particular en referencia a la
forma tesalia del nombre, Ἄπλουν, y por último con Ἀει-βάλλων, ‘el que
siempre dispara’. Hesiquio relaciona el nombre «Apolo» con el dórico
απελλα apella, que significa ‘asamblea’, por lo que Apolo sería el dios de la
vida política, y también da la explicación σηκος, ‘rebaño’, en cuyo caso Apolo
sería el dios de los rebaños y manadas.
Para Plotino, su nombre significa la negación de la pluralidad: "no muchos", y
agregó que para los pitagóricos significaba el Uno. Plutarco siguiendo esta
línea afirmaba que los pitagóricos asociaban nombres divinos a los números, y
que la mónada era identificada con Apolo.11 Burkert sugirió que deriva de
"santa convocación", que Nagy considera verosímil, basado en lo que también
declaró Hesiquio de Alejandría, pero esta etimología ha sido rechazada por
Frisk, Chantraine y Dietrich, que consideran que el origen del nombre es
simplemente desconocido. Bernal presenta la hipótesis de que deriva de Horus,
dios del cielo egipcio, a través de adaptaciones fonéticas intermedios en
Fenicia. Heródoto decía que Apolo y Horus eran el mismo dios.1213
También es posible14 que apellai derive de una forma antigua de Apolo que
pueda ser equiparada con Apaliunas, un dios anatolio cuyo nombre
posiblemente signifique ‘padre león’ o ‘padre luz’. Los griegos asociaron más
tarde el nombre de Apolo con el verbo απολλυμι apollymi, ‘destruir’,15 por lo que
fue visto entre ellos como "aquel que destruye totalmente"; así se presenta al
dios en el comienzo de la Ilíada, provocando enfermedad y muerte entre
los aqueos por medio de sus flechas, y recibiendo por ello el apelativo de "el
que hiere desde lejos".16
Además, se ha sugerido1718 que Apolo procede de la
divinidad hurrita e hitita Aplu, que era ampliamente invocada durante los años
de plaga. Aplu, se sugiere, procede del acadio Aplu Enlil, que significa ‘el hijo
de Enlil’, un título que se aplicaba al dios Nergal, que estaba relacionado
con Shamash, el dios babilónico del sol.
Paestum, siglo V a. C.
Pompeya
Corinto
Delos
Dídima
Siracusa
Basas
Cumae
Rodas
Dídima (2)
Bulla
Zoodokos
Egina
Antalya
Patras
Festivales[editar]
Los principales festivales celebrados en honor de Apolo eran las
Boedromias
Carneas
Carpias
Dafneforias
Delias
Jacintias
Metageitnias
Pianepsias
Pitias
Targelias.
Atributos y símbolos[editar]
Uno de los dos himnos de Apolo en las murallas de Delfos que sobrevivieron al paso de la
humanidad. Este es el primer ejemplo conocido de notación musical de la historia: sobre las líneas
recitadas se encuentran las correspondientes notas, a modo de cancionero.
Los atributos más comunes de Apolo eran el arco y la flecha. Entre sus
atributos también se incluían la cítara (una versión avanzada de la lira),
el plectro y la espada. Otro emblema común era el trípode sacrificial,
representativo de sus poderes proféticos. El laurel se usaba en sacrificios
expiatorios y también para elaborar la corona de la victoria en los Juegos
Píticos, que se celebraban en su honor cada cuatro años en Delfos.
La palmera también le estaba consagrada porque había nacido bajo una de
ellas en Delos. Entre los animales que le estaban consagrados, se incluían
los lobos, los delfines y los corzos, el cisne cantor y las cigarras (simbolizando
la música), halcones, la corneja gris, cuervos y serpientes (en alusión a sus
funciones como dios de la profecía), los ratones y los grifos, míticos híbridos de
águila y león de origen oriental.
Como dios de la colonización, Apolo aconsejaba sobre las colonias,
especialmente durante la época de mayor apogeo, de 750 a 550 a. C. Según la
tradición griega, ayudó a los colonos cretenses o arcadios a fundar la ciudad
de Troya. Sin embargo, esta historia podría reflejar una influencia cultural que
tuviese la dirección contraria: textos cuneiformes hititas mencionan un dios de
Asia Menor llamado Appaliunas o Apalunas en relación con la ciudad
de Wilusa mencionada en inscripciones hititas, que actualmente se suele
considerar idéntica a la griega Ilión por la mayoría de investigadores. En esta
interpretación, el título Lykegenes puede leerse simplemente como ‘nacido en
Licia’, lo que efectivamente corta el supuesto vínculo del dios con los lobos
(posiblemente una etimología popular).
En el contexto literario Apolo representa la armonía, el orden y la razón,
características que contrastaban con las de Dioniso, dios del vino, que
representaba el éxtasis y el desorden. El contraste entre los papeles de estos
dioses queda reflejado en los adjetivos apolíneo y dionisíaco. Sin embargo, los
griegos pensaban en las dos cualidades como complementarias: los dos dioses
son hermanos, y cuando Apolo en el invierno se marchaba a
la Hiperbórea dejaba el oráculo de Delfos a Dioniso. Este contraste parece ser
mostrado en los lados del jarrón Borghese.
Apolo es relacionado con frecuencia con el justo medio, siendo este el ideal
griego de moderación y una virtud opuesta a la gula.
El culto a Apolo como patrón de las Artes, y el respectivo culto a las musas, era
de vital importancia en la Antigua Grecia, y a quienes les debieron el progresivo
desarrollo en todas las ramas artísticas (que son los fundamentos de los
actuales en curso), como el teatro, la música, la danza, la poesía, la pintura.
Los griegos consideraban a la música muy importante en sus vidas, por esa
razón es posible ver en vasijas y pinturas representaciones de personas
ejecutando sus instrumentos. Por primera vez se desarrollaron las teorías de la
música en el s. VII a. C., a partir de los estudios de Pitágoras, estableciéndose
las siete notas, el estudio de las escalas, conceptos de quinta justa y octavas, y
las trilogías I-IV-V (fundamentos utilizados en los diversos géneros musicales
de la actualidad). Mientras tanto el teatro estableció los géneros del drama, la
comedia y la tragedia. La construcción de teatros florecieron a lo largo de toda
la Hélade.
En el arte Apolo es representado como un hombre joven, imberbe y guapo, a
menudo con una cítara (como Apolo Citaredo) o un arco en la mano, o
reclinado sobre un árbol (los tipos Apolo Licio y Apolo Sauróctono). El Apolo de
Belvedere es una escultura en mármol que fue redescubierta a finales del
siglo XV y que desde el Renacimiento hasta el XIX ha epitomado los ideales de
la antigüedad clásica para los europeos. Se trata de una copia helenística o
romana de un original en bronce del escultor griego Leocares hecha entre 350
y 325 a. C.
En el mosaico de suelo romano de finales del siglo II de El Djem (la
romana Tisdro) puede identificársele como Apolo Helios por su halo radiante,
aunque entonces incluso la divina desnudez de un dios se oculta bajo su
túnica, señal de crecientes convenciones de modestia en el Imperio tardío. Otro
mosaico de Apolo con halo, de Hadrumento, está en el Museo Arqueológico de
Susa.29 Las convenciones de esta representación —cabeza ladeada, labios
levemente abiertos, grandes ojos, corte de pelo anástole - en rizos cayendo
sobre el cuello- se desarrollaron en el siglo III a. C. para representar a Alejandro
Magno.30 Siglos después las representaciones de Cristo y los santos cristianos
serían idénticas a restos arqueológicos hallados, en los cuales se distingue a
Apolo rodeado con halos de luz o destellos solares, como en un mosaico
hallado en Cartago.
En la ciudad cretense de Dreros, fue hallada una estatuilla de Apolo31323334
realizada en el estilo orientalizante temprano de finales del siglo VIII a. C.34 (o
bien hacia 650 a. C.),31 usando la técnica del sphyrelaton, esto es, martillando
láminas de bronce sobre un núcleo de madera que les daba forma. 313233 Tiene
80 cm y posee unos pectorales muy marcados. 34 Actualmente se encuentra en
el Museo Arqueológico de Heraclión.33
Otras representaciones antiguas reseñables son el Apolo de Piombino y
el Gran Apolo dorado de Lillebonne, ambos conservados en el Museo del
Louvre.
Mitología[editar]
Las primeras referencias literarias a Apolo se encuentran en Homero, en la
propia fundación de la literatura griega. Apolo es citado en la Odisea y es uno
de los dioses protagonistas de la Ilíada. Como es evidente, a pesar de la
incertidumbre sobre el origen del mito y de la ausencia de documentación
anterior, en el siglo VIII a. C. ya estaba consolidado. En la época de la
formación de los himnos homéricos, el dios ya aparecía tan cargado de
atributos que el poeta consideraba difícil elegir por dónde empezar su elogio. 35
¿Cómo te debo cantar, celebrado como eres por toda clase de himnos?
Himno homérico III, a Apolo, 19.35
Nacimiento[editar]
Cuando supo Hera que Leto estaba embarazada y que Zeus era el padre,
prohibió que diera a luz en tierra firme, o el continente, o cualquier isla del mar.
En su deambular, Leto encontró la recién creada isla flotante de Delos, que no
era el continente ni una isla real, y dio a luz allí. La isla estaba rodeada de
cisnes. Después, Zeus aseguró Delos al fondo del océano. Más tarde esta isla
fue consagrada a Apolo.
También se afirma que Hera secuestró a Ilitía, la diosa de los partos, para
evitar que Leto diese a luz. Los demás dioses engañaron a Hera para que la
dejase ir ofreciéndole un collar de ámbar de ocho metros de largo. Los
mitógrafos coinciden en que primero nació Artemisa y esta ayudó a nacer a
Apolo, o que Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, y que
ayudó a Leto a cruzar el mar hasta Delos el día siguiente para dar a luz a
Apolo. Apolo nació el séptimo día (ἡβδομαγενης) de Targelión, según la
tradición delia o en el mes de Bisio según la tradición délfica. Los días 7 y 20,
lunas nueva y llena, estuvieron desde entonces consagrados a él.
Origen del mito de la lira[editar]
Hermes nació en el monte Cilene en Arcadia. Esta historia se cuenta en
el himno homérico a Hermes, como se sabe, es el dios de los negocios, las
travesías, y los ladrones. Su madre, Maia, había quedado embarazada de una
aventura amorosa con Zeus. Maia recostó a dormir al infante Hermes, y este
escapó cuando ella dormía. Corrió a Tesalia, donde Apolo estaba pastoreando
su ganado. En un descuido, el infante Hermes robó varias de sus vacas y las
llevó a una cueva en los bosques cercanos a Pilos, borrando sus huellas. En la
cueva encontró una tortuga, la mató y vació el caparazón sacando las
entrañas. Usó los intestinos de una de las vacas y el caparazón de la tortuga
para hacer la primera lira. Apolo se quejó a Maia de que su hijo había robado
su ganado, pero Hermes ya había vuelto a las mantas en las que ella le había
dejado haciéndose pasar por dormido, por lo que Maia rehusó creer las
afirmaciones de Apolo. Zeus intervino y afirmando haber visto los hechos,
secundó a Apolo. Entonces Hermes empezó a tocar música en la lira que había
inventado. Apolo, un dios de la música, se enamoró del instrumento y ofreció
permitir el intercambio del ganado por la lira. Así, Apolo se convirtió en un
maestro de la lira.
Origen del mito de Delfos[editar]
Cuatro días después de su nacimiento, Apolo mató al dragón ctónico Pitón, que
vivía en Delfos junto a la fuente de Castalia. Esta fuente era la que emitía los
vapores causantes de que el oráculo de Delfos hiciese sus profecías. Hera
envió a la serpiente para perseguir y matar a Leto por todo el mundo. Para
proteger a su madre, Apolo suplicó a Hefesto un arco y flecha. Tras recibirlos,
Apolo arrinconó a Pitón en la cueva sagrada de Delfos. 36 Apolo mató a Pitón
pero fue castigado por ello, ya que Pitón era un hijo de Gea.
Hera envió entonces al gigante Ticio a matar a Leto. Esta vez Apolo fue
ayudado por su hermana Artemisa en la protección de su madre. Durante la
batalla Zeus cedió finalmente su ayuda y arrojó a Ticio al Tártaro. Allí fue
sujetado al suelo de roca, cubriendo nueve acres, y una pareja de buitres le
comían el hígado diariamente.
Duelos musicales[editar]
La nueve Musas
Calíope
Érato
Clío
Talía
Terpsícore
Polimnia
Euterpe
Urania
Melpómene
Amante Hijo
Acacalis Anfitemis
Naxos
Filácides
Filandro
Acanta
Aganipe Chios
Alcíope
Anfisa
Anchiale Oaxes
Areia Mileto
Asclepio
Arsínoe
Eriopis
Astícoma Eumolpo
Babiló Arabus
Bolina
Orfeo
Calipso
Casandra
Castalia
Celena Delfos
Crisortea Coronis (rey de Sición)
Crisotemis Partenos
Coronis
Coricia Lícoro
Creusa Ion
Aristeo
Eftía Leódoco
Polipetes
Estilbe Centauro (?)
Lápites
Etusa Eleuter
Eubea (epónimo de la isla) Argeo
Evadne (hija de Poseidón) Yamo
Filonis
Grine (amazona)
Hécate Escila (epónimo de la isla)
Troilo (héroe de Troya)
Hécuba
Héctor (héroe de Troya)
Hestía
Hipermnestra Amfíaro
Hipsípila
Hiria Cicno
Isse
Leuconoe Filamón
Leucótoe
Eucadio
Licia
Pátaro
Manto Mopsos
Marpesa
Melena
Ismeno
Melia (oceánide)
Ténero
Ocírroe
Othreis Fágero
Parmesia Cinea
Parténope Licómedes
Prótoe
Proclia Tenes
Psámate (hija de Crótopo) Lino (?)
Quione Filamón
Retia
Roeo (madre de Jasón) Anio (sacerdote de Apolo)
Rodesia Ceos (epónimo de la isla)
Ródope Cicón (epónimo de la tribu Cícones)
Silis (epónimo de la isla) Zeuxipo
Sínope (epónimo de la región) Sirio (epónimo del país)
Talía (musa de Apolo) Los Coribantes
Galeotes
Temisto
Telmeso
Terpsícore Lino (?)
Tera Querón (epónimo de Queronea)
Tuya Delfos (?)
Urania (musa de Apolo) Lino (?)
Urea (hermana de Poseidón) Ileo
Otros:
o Diceo, que quiere decir justo, porque un ciudadano que
había escondido en el seno de la estatua de este dios
en Tebas cierta cantidad de dinero, la encontró intacta
después de la toma de la ciudad.60
Apolo citaredo, fresco de época de Augusto, siglo I a. C.-I d. C., Roma, Antiquarium del Palatino
Los romanos adoptaron el culto a Apolo de los griegos con bastante posteridad,
absorbiendo de manera tardía la influencia cultural de las colonias helénicas,
que estaban ubicadas al sur de la península itálica (la magna Grecia),
construyéndose el primer templo de Apolo en Roma en el siglo V a. C., cuando
el culto helénico llevaba ya cientos de años. Como dios genuinamente griego,
Apolo no tenía equivalente directo en la mitología romana, aunque los poetas
posteriores aludieron frecuentemente a él como Febo.
Había una tradición en la que el oráculo délfico era consultado tan temprano
como en el periodo de los reyes romanos durante el reinado de Tarquinio el
Soberbio.61 Con motivo de una peste en el año 430 a. C., se estableció en
Roma el primer templo en los campos Flaminios, reemplazando un antiguo
lugar de culto conocido allí como el Apollinare.62 Durante la segunda guerra
púnica, en el 212 a. C., los Ludi Apollinares (‘Juegos Apolíneos’) fueron
instituidos en su honor, siguiendo las instrucciones de una profecía atribuida a
un tal Marcio.63 En la época de Augusto, que se consideraba a sí mismo bajo la
especial protección de Apolo, su culto se desarrolló y se convirtió en uno de los
principales dioses de Roma.64 Tras la batalla de Accio, que se libró cerca de un
santuario de Apolo, Augusto amplió su antiguo templo, dedicó una porción del
botín a él e instituyó juegos quinquenales en su honor. 65 También mandó
erigir un nuevo templo dedicado a Apolo en el monte Palatino.66 Los sacrificios
y oraciones en el Palatino dedicados a Apolo y Diana constituían la culminación
de los juegos seculares, celebrados en el año 17 a. C. para conmemorar el
inicio de una nueva era.67
Culto celta[editar]
Apolo fue adorado en todo el Imperio romano. En los territorios
tradicionalmente celtas era considerado habitualmente un dios solar y de la
curación. A menudo era equiparado con dioses celtas de características
similares.68
Apolo del Tíber, copia de época de Adriano de un original griego en bronce del escultor Cálamis,
Roma, Museo Nacional Romano
Epítetos y títulos[editar]
Otros mitos[editar]
Admeto[editar]
Cuando Zeus abatió al hijo de Apolo, Asclepio, con un rayo por resucitar
a Hipólito de entre los muertos (transgrediendo así a Temis al robar súbditos
de Hades), Apolo mató en venganza a los Cíclopes, que habían creado el rayo
de Zeus. Apolo debía haber sido desterrado al Tártaro para siempre, pero fue
en su lugar condenado a un año de trabajo forzado como castigo, gracias a la
intercesión de su madre, Leto. Durante este tiempo trabajó como pastor para el
rey Admeto de Feres en Tesalia. Admeto trató bien a Apolo por lo que a cambio
este le concedió grandes beneficios.
Apolo ayudó a Admeto a ganar a Alcestis, la hija del rey Pelias y más tarde
convenció a las Moiras para que permitiesen a Admeto vivir más tiempo del
que le correspondía si algún otro ocupaba su lugar. Pero cuando llegó la hora
de su muerte, sus padres, que él había asumido que estarían dispuestos a
morir gustosamente en su lugar, rehusaron cooperar. En cambio, Alcestis tomó
su lugar, pero Heracles consiguió «persuadir» a Tánatos, el dios de la muerte,
para que la devolviera al mundo de los vivos.
Níobe[editar]
Gustave Moreau, El carro de Apolo-Febo, hacia 1880
Culto en la actualidad[editar]
Su culto se conserva con el resurgimiento del helenismo, un movimiento
religioso que evoca las prácticas religiosas y tradiciones de la Antigua Grecia.