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Acrididae

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Acrididae

Taxonomía

Reino: Animalia

Filo: Arthropoda

Clase: Insecta

Orden: Orthoptera

Suborden: Caelifera

Superfamilia: Acridoidea

Familia: Acrididae

Subfamilias1

Acridinae
Calliptaminae
Catantopinae
Copiocerinae
Coptacrinae
Cyrtacanthacridinae
Egnatiinae
Eremogryllinae
Euryphyminae
Eyprepocnemidinae
Gomphocerinae
Habrocneminae
Hemiacridinae
Leptysminae
Marelliinae
Melanoplinae
Oedipodinae
Ommatolampinae
Oxyinae
Pauliniinae
Proctolabinae
Rhytidochrotinae
Spathosterninae
Teratodinae
Tropidopolinae

[editar datos en Wikidata]

Los acrídidos (Acrididae), conocidos popularmente


como langostas, tucuras, saltamontes o chapulines, son
una familia de insectos ortópteros pertenecientes a la superfamilia Acridoidea.
Se trata de una familia distribuida mundialmente que cuenta con
aproximadamente siete mil especies.2 Se caracterizan por su gran facilidad
para migrar de un sitio a otro.

Índice

 1Acrídidos en fase de langosta


o 1.1Características
o 1.2Salto y vuelo de la langosta
 2Las langostas en la historia y en la actualidad
o 2.1En América
o 2.2En Europa y África
 3Plagas de los cultivos
o 3.1Control de las plagas
 4Referencias
 5Enlaces externos

Acrídidos en fase de langosta[editar]


Las langostas son insectos que se caracterizan por su capacidad de alternar
entre fases solitarias y gregarias. Las langostas no son un grupo taxonómico,
debido a que se agrupan por su capacidad de cambiar de fases, y hay
reportadas al menos quince especies de langostas pertenecientes a seis
subfamilias distintas.34 La mayoría de las especies denominadas como
langostas pertenecen a la subfamilia Cyrtacanthacridinae de la familia
Acrididae.
Generalmente no vuelan mucho a pesar de que disponen de alas. Solo cuando
se juntan grandes grupos de individuos de la misma especie liberan
las feromonas apropiadas para activar la conducta migratoria y un crecimiento
mayor de las alas y de esa manera poder dispersarse por otros territorios,
evitando la competencia intraespecífica por el alimento. Las langostas poseen
gran facilidad para migrar de un sitio a otro y, en determinadas circunstancias,
reproducirse muy rápidamente llegando a formar devastadoras plagas capaces
de acabar con la vegetación de grandes extensiones de terreno. 3
Características[editar]
Poseen largas patas posteriores para saltar y un aparato bucal para masticar y
comer hojas. Su actividad es principalmente nocturna y utilizan sus antenas y
ojos para explorar el terreno.
Al igual que muchos insectos, las langostas poseen dos pares de alas, aunque
algunas especies son incapaces de volar. Cuando el insecto se encuentra en
reposo, sus fuertes alas anteriores sirven de protección a sus delicadas alas
posteriores, que se encuentran replegadas por debajo de aquellas a modo de
abanico. Las alas posteriores pueden tener colores brillantes para producir un
destello de color cuando el insecto salta en el aire; esta demostración los ayuda
a confundir a los depredadores. Algunas langostas pueden cerrar
repentinamente sus alas en pleno vuelo y caer en picado para escapar de sus
enemigos.[cita  requerida]
Las langostas jóvenes son incapaces de volar hasta que se convierten en
adultos. Cambian de color cuando se agrupan, adquiriendo una tonalidad
naranja, amarillenta brillante y negra.
Por lo general, las langostas producen solo una generación nueva por año.
Después del apareamiento, la hembra pone pequeños grupos de huevos en
el suelo o entre la vegetación. Algunas especies producen una espuma
especial para proteger sus huevos. Cuando estos eclosionan, las ninfas tienen
el aspecto de insectos adultos en miniatura, excepto que carecen de alas.
Mudan la cutícula entre ciento y quince veces antes de alcanzar la madurez.
Salto y vuelo de la langosta[editar]
La langosta dispone sus largas y delgadas tibias de sus patas posteriores muy
pegadas al cuerpo, cerca del centro de gravedad. Los grandes músculos de la
parte más gruesa de la pata (fémur) están conectadas con la cabeza de la tibia.
Cuando esos músculos se contraen, la pata se endereza lanzando al insecto al
aire.
Con el fin de conseguir la mayor altura posible, la langosta pone su cuerpo en
posición aerodinámica, con las alas cerradas, y las patas tiesas y plegadas por
debajo del cuerpo. Los músculos de sus patas son mil veces más potentes que
un peso igual de músculo humano, por lo que las langostas al saltar pueden
llegar a una altura de 50 cm, que equivale a diez veces la longitud de su
cuerpo; además, pueden saltar veinte veces su longitud. [cita  requerida]
Una vez que la langosta haya saltado lo más alto posible, abre sus dos pares
de alas todo lo que puede, mantiene las patas totalmente tensas, las alas
posteriores inclinadas hacia arriba, y las anteriores curvadas para captar la
mayor cantidad posible de aire y comenzar a batirlas rápidamente,
propulsándose con creciente velocidad. Lleva las patas posteriores pegadas al
cuerpo, en posición aerodinámica; en cambio, cuando va a posarse, pone las
anteriores desplegadas y tensas listas para resistir el impacto de su cuerpo con
el lugar donde se pose. En el aire la langosta mueve sus alas a la increíble
velocidad de 20 golpes de ala por segundo, alcanzando una velocidad de
3,7 km/h (depende de la velocidad del viento, y llegan a recorrer más de
90 km por día).

Las langostas en la historia y en la actualidad[editar]


Hasta ahora el registro más antiguo de una plaga de langostas se remonta a
más de dos mil años atrás, y consiste en el relato bíblico de la octava plaga que
asoló Egipto y acabó con la última fuente de comida que quedaba en ese
momento, los cultivos.5 Si bien esta visión de una gigantesca nube de seres
vivientes que comen todo que relata la Biblia en un tiempo se creyó fantasiosa
y terrible, de hecho, esta descripción no puede estar más cercana a la realidad
de tiempos más recientes, donde las plagas de langostas pueden matar
(indirectamente por la hambruna) a millones de personas.
Los brotes más grandes de langostas del desierto ocurrieron
entre 1987 y 1989. Es tal la voracidad de este insecto que una parte muy
reducida de la nube (alrededor de una tonelada de langostas) es capaz de
consumir en un día la misma cantidad de alimentos que diez elefantes o dos
mil quinientas personas. Cuando las langostas atacan inmediatamente antes
de la cosecha, las repercusiones pueden ser devastadoras. Al terminar la plaga
de 1987, había llegado a veinticinco países vulnerables, con pérdidas
monumentales. Desde entonces ha habido algunos brotes, aunque no se han
desarrollado nuevas plagas.
En América[editar]
En Sudamérica, en Bolivia, Uruguay, Argentina, los ataques fueron
intensísimos hasta avanzado el siglo XX. En Venezuela, los ataques de
langostas se conocen desde la época de la Colonia. Dos grandes invasiones se
registraron más recientemente entre los años de 1881 a 1885 y
de 1913 a 1918, produciendo daños de tal magnitud a la agricultura, que en
ambas oportunidades el gobierno declaró estado de emergencia nacional. Las
especies de langostas americanas causantes de estos daños pertenecen, en
su mayoría, al género Schistocerca.6
En Colombia y Brasil también se conoce la langosta llanera (Rhammatocerus
schistocercoides).
En el mes de octubre de 1988, se informó la invasión de langostas no
conocidas en varias islas del Caribe y en Surinam.
En el mes de noviembre de 1988, se informó una invasión semejante en varias
localidades del estado Sucre (Venezuela), inicialmente en Río Caribe. Un
estudio detallado de los ejemplares colectados en dicha zona demostró que
estos pertenecían a la langosta del desierto (Schistocerca gregaria).
Posteriormente, fueron colectados ejemplares de la misma especie en los
estados Aragua, Carabobo, Distrito Federal, Falcón, Miranda y Monagas. Su
llegada al continente americano se relaciona con las corrientes de aire
producidas por el desplazamiento del huracán Joan–Miriam, pues sin estas
corrientes de aire las langostas hubieran muerto en el camino.
En los siglos XVI y XVII, en la península de Yucatán se dieron
varias hambrunas propiciadas por plagas del acrídido. Por ejemplo, durante los
gobiernos de Juan Francisco de Esquivel y José Campero de
Sorredevilla como capitanes generales de Yucatán, hubo incontables muertes
producidas por este insecto.
En Europa y África[editar]
Durante 2005, una plaga de langostas del desierto (Schistocerca
gregaria) devastó cultivos de los países del Sahel en África Occidental. Se
temió que aumentara durante el verano de 2006 y se consideró necesaria la
cooperación internacional para frenarla, según expertos de la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, acrónimo en
inglés).
Se intentó impedir la reproducción cíclica del insecto durante octubre, que
terminaría de arrasar con granos y vegetales en el Sahel, y extendería la plaga
"a otros países de África, amenazando la seguridad alimenticia de un área
geográfica mayor", como destacó el director de la FAO, Jacques Diouf.
Esta plaga de 2006 ha sido la peor en quince años y fue motivada por lluvias
abundantes de junio a agosto de 2003 en gran parte del Sahel, la zona de
transición entre el desierto del Sahara y el área más fértil al sur del continente
africano. La humedad, las altas temperaturas y el viento constituyeron un caldo
de cultivo ideal para la multiplicación de las arrasadoras langostas.
De octubre de 2003 a agosto de 2004, se extendieron
por Chad, Níger, Malí, Mauritania y Senegal en el Sahel y
por Marruecos, Argelia, Libia y Túnez, en el norte de África. Nuevos informes
de la FAO hacen temer que lleguen al noroeste de Nigeria y hasta Sudán.
La plaga ha afectado hasta octubre de 2005 a unos siete millones
de hectáreas de cultivos, de los cuales dos millones estaban en Argelia.
La densidad de insectos informada ha llegado a más de cien por metro
cuadrado, y su ciclo biológico fue acelerado por las lluvias en el Sahel y
regiones aledañas desde principios de mayo.
Normalmente, Schistocerca gregaria es, pese a su nombre, un insecto solitario,
pero cuando su población aumenta drásticamente, cambia de comportamiento,
y se traslada en grandes grupos para devorar vegetales, granos e incluso
vestimentas y las "jaimas", las típicas tiendas de campaña de los nómadas.
Las hileras de árboles que componen la "cintura verde" del Sahel y protegen su
meseta central de la desertificación fueron también devoradas casi por
completo, un hecho sin precedentes.
Informes sobre langostas provenientes del sur de Europa, y especialmente
de España, durante la primavera y el verano boreales, hicieron temer que la
plaga hubiera alcanzado el litoral norte del Mediterráneo.
Agricultores de Cataluña, al noreste de España, y de Castilla y León, en el
centro de ese país, informaron en junio y julio de 2006 que nubes de langostas
habían destruido cultivos de vegetales y granos. Gobiernos regionales,
advertidos de la plaga en el Sahel, reaccionaron con campañas
de fumigación de insecticidas químicos de alta toxicidad, que aparentemente
destruyeron apiarios e insectos benignos, pero Keith Cressman, encargado de
la FAO de la prevención de la langosta del desierto, ha dicho que las langostas
observadas en España e Italia son de otras especies locales, no vinculadas con
la plaga africana. "Hoy día, no hay razón para temer que la langosta del
desierto alcance el sur de Europa", afirmó.
Las plagas de langosta en el Sahel de los últimos decenios raramente
atravesaron el mar Mediterráneo, como ocurrió en 1956, cuando una de ellas
alcanzó la región de Extremadura, en el oeste de España, fronterizo
con Portugal.
En julio de 2007, y aparentemente temiendo que la plaga del Magreb se
extendiera a España, el gobierno de Madrid envió aviones de fumigación contra
la langosta a Marruecos. Juan Peña, director de la campaña española contra
la Schistocerca gregaria, defendió la fumigación diciendo que "es mucho más
fácil controlar la plaga en el desierto". Pero según expertos de la FAO, solo
"vientos extraordinarios" desde el Sahel hacia el norte podrían llevar la plaga a
Europa.
La FAO ha estimado que la campaña contra la plaga habrá costado unos cien
millones de dólares, y Diouf exhortó a los donantes internacionales a aportar
esa suma, señalando que hasta entonces habían prometido solo treinta y siete
millones, entre contribuciones canalizadas a través de la FAO y donaciones
bilaterales. La FAO ha restablecido un centro de operaciones de emergencia
contra la langosta, que trabajará directamente con los donantes, los países
amenazados por la plaga y organizaciones capaces de aportar a la solución del
problema.
En los países del Magreb, en el norte de África, especialmente en Argelia y
Marruecos, grandes campañas de fumigación con pesticidas contribuyeron a
detener el avance de la plaga en junio, julio y agosto de 2007, pero la invasión
de langostas se intensificó en África occidental.
Los daños de la plaga en sí misma pueden multiplicarse por el uso masivo
contra ellas de insecticidas químicos de alta toxicidad que además de destruir a
las langostas también destruirían insectos beneficiosos, además de envenenar
a las plantas, y es por eso que la FAO prueba un pesticida orgánico, basado en
el hongo Metarhizium, que mata a la langosta en un periodo de tres a cuatro
semanas al posarse en su cuerpo e ir alimentándose del insecto hasta matarlo.
Sin embargo, la preocupación principal actual es impedir que la oleada de
langostas se desarrolle tanto que sea imposible frenar su expansión. La última
gran plaga africana de Schistocerca gregaria duró tres años, de 1986 a 1989, y
atacó a cuarenta países.
Esta plaga podría desplazarse hacia el norte, es decir del norte de Mauritania
hacia Marruecos, y desde Sudán hacia el mar Rojo, y desde Malí y Nigeria
hacia el sur de Argelia, según el Grupo de Estudio de la FAO.
En Nigeria, se han registrado enjambres de una densidad de más de veinte
jóvenes langostas/m², y en Sudán, donde se llegaron a preparar cinco
avionetas para intervenciones rápidas, se han visto enjambres de langostas
adultas a lo largo del río Atbara, algunas de las cuales estaban depositando
huevos.

Plagas de los cultivos[editar]


La langosta migratoria y la desértica (Locusta migratoria y Schistocerca
gregaria) han provocado hambrunas devastadoras en algunas partes
de África y en el Medio Oriente al destruir amplias áreas cerealeras y otros
cultivos. Cuando estos insectos se masifican, su número puede ascender a
más de diez mil millones de individuos. El camino que recorren depende, en
gran medida, de la dirección de los vientos; si estos soplaran hacia el mar, la
masa íntegra de insectos podría ahogarse. 7
Control de las plagas[editar]
Sobre esta plaga han escrito en la España del siglo XIX Agustín
Salido, Francisco Rivas Moreno y, a caballo entre siglos, el ingeniero
agrónomo Leandro Navarro y últimamente Bruno Odella, en El estado y el
control de plagas agrícolas: la lucha contra la langosta en la España
contemporánea. Madrid: Publicaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación, 1996. Las medidas modernas de control solo se justifican cuando
se presenta la fase gregaria, es decir, cuando la langosta se reproduce en
grandes cantidades en un área definida. El control se puede efectuar con
productos químicos utilizado en aspersiones o bien en forma de cebos. Los
productos a utilizarse dependen de la falla del insecto a controlarse y la
cercanía de la infestación a zonas pobladas. Los productos más efectivos
contra los adultos son: Fenitroion, Diazinon y Malathion. También existe un
cebo extraído de un protozoo (Nosema locustae), el cual debería probarse en
esta especie.

Referencias

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