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Apolo

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Para otros usos de este término, véase Apolo (desambiguación).

El dios Apolo Citareo en la Columna, en la Academia de Atenas. Patrón de la salud, la belleza, la música y
las Bellas Artes. Fuente de inspiración principal para artistas y oráculos, uno de los dioses olímpicos más
influyentes de la Antigua Grecia.

Apolo (en griego: Ἀπόλλων, transl. Apóllōn, o Ἀπέλλων, transl. Apellōn) es una de las deidades
principales de la mitología griega, y uno de los dioses olímpicos más significativos, motivo por el cual le
dedicaron una gran cantidad de templos. Hijo de Zeus y Leto, y gemelo de Artemisa, poseía muchos
atributos y funciones, y posiblemente después de Zeus fue el dios más influyente y venerado de todos
los de la Antigüedad clásica.

Es descrito como el dios de las artes, del arco y la flecha, que amenazaba o protegía desde lo alto de los
cielos, siendo identificado con la luz de la verdad. Era temido por los otros dioses y solamente su padre y
su madre podían contenerlo. Es el dios de la muerte súbita, de las plagas y enfermedades, pero también
el dios de la curación y de la protección contra las fuerzas malignas. Además, es el dios de la belleza, de
la perfección, de la armonía, del equilibrio y de la razón, el iniciador de los jóvenes en el mundo de los
adultos, estaba conectado a la naturaleza, a las hierbas y a los rebaños, y es protector de los pastores,
marineros y arqueros.

Los orígenes de su mito son oscuros, pero en el tiempo de Homero (siglo VIII a, C,) ya era de gran
importancia, siendo uno de los más citados en la Ilíada. Posteriormente la mitología romana lo incluye
recién en el siglo V a. C., época en que le dedican el primer templo.

Hacía a las personas conscientes de sus pecados y era el agente de su purificación; presidía las leyes de
la religión y las constituciones de las ciudades.

Era símbolo de inspiración profética y artística, siendo el patrono del más famoso oráculo de la
Antigüedad, el oráculo de Delfos, y líder de las musas. Como jefe de las Musas inspiradoras (con el
epíteto Apolo Musageta) y director de su coro actuaba como dios patrón de la música y la poesía. Su lira
se convirtió en un atributo común. Los himnos cantados en su honor recibían el nombre de peanes
(Peán era su nieto, hijo de Asclepio).

Tuvo muchos amores, especialmente con sus musas, y producto de sus andanzas tuvo alrededor de una
veintena de hijos, aunque en ese terreno tuvo algunas desgracias. Además, tuvo una serie de amantes
hombres, entre ellos Cipariso y Jacinto.12 Fue representado innumerables veces desde la Antigüedad,
generalmente como un hombre joven, desnudo y sin barba, en la plenitud de su vigor, a veces con un
manto, un arco y un carcaj de flechas, y generalmente una lira, creada por su hermano Hermes para él, y
con algunos de sus animales simbólicos como la serpiente (que se utiliza en la medicina), el cuervo o el
grifo.3

En la época helenística, especialmente durante el siglo III a. C., pasó del epíteto Apollo Helios a ser
identificado por los griegos con Helios, dios del sol, y de forma parecida su hermana se equiparó con
Selene, diosa de la luna.Nota 1

Apolo fue identificado sincréticamente con un gran número de divinidades en sus diferentes lugares de
culto, y sobrevivió secretamente a lo largo de la expansión del cristianismo: en la Edad Media, Apolo fue
identificado por los cristianos con el Demonio, asociado con el poder profano, como es sabido, el culto a
otros dioses en la época cristiana estaba prohibido y era sinónimo de cumplir una condena en la
hoguera, haciendo cumplir esto a través de edictos a lo largo de toda la extensión del vasto imperio
romano.

Ya en la era contemporánea, tales edictos de prohibiciones quedaron sin efecto, y su culto volvió a
practicarse. Actualmente, y después de un prolongado silencio de siglos, su culto es llevado a cabo por
los seguidores del helenismo de Europa, América, y especialmente de Grecia.4

Su mito se ha empleado durante siglos por filósofos, artistas y otros intelectuales para la interpretación
e ilustración de una variedad de aspectos de la vida humana, de la sociedad y de fenómenos de la
naturaleza, y su imagen está presente en una gran variedad de formas en nuestros días.35678

Índice

1 Etimología

2 Orígenes del culto a Apolo

3 Lugares de culto

3.1 Santuarios oraculares

3.2 Otros templos de Apolo

4 Festivales

5 Atributos y símbolos
6 Influencia de Apolo en el arte de Grecia

6.1 Apolo en el arte Renacentista y posterior

7 Mitología

7.1 Nacimiento

7.2 Origen del mito de la lira

7.3 Origen del mito de Delfos

7.4 Duelos musicales

7.5 La Guerra de Troya

8 Las musas de Apolo

9 Amantes, consortes y descendencia

9.1 Mitos

10 Epítetos y títulos de culto griego

11 Culto en otras regiones

11.1 Culto romano

11.2 Culto celta

11.2.1 Epítetos y títulos

12 Otros mitos

12.1 Admeto

12.2 Níobe

13 Culto en la actualidad

14 Apolo en la cultura contemporánea

15 Véase también

16 Notas

17 Referencias

18 Fuentes

19 Bibliografía

20 Enlaces externos

Etimología
Apolo, Museo Capitolini, copia mármol del siglo IV a. C.

Fue llamado por los griegos «Apollon» o «Apellon», por los romanos «Apollo» y por los etruscos
«Apulu» o «Aplu». El origen del nombre de Apolo es incierto. Los autores antiguos recogieron varios
ejemplos de etimología popular. Así, Platón relaciona el nombre en su Crátilo con ἀπόλυσις, ‘redimir’,
con ἀπόλουσις, ‘purificación’, con ἁπλοῦν, ‘simple’,9 en particular en referencia a la forma tesalia del
nombre, Ἄπλουν, y finalmente con Ἀει-βάλλων, ‘el que siempre dispara’. Hesiquio relaciona el nombre
«Apolo» con el dórico απελλα apella, que significa ‘asamblea’, por lo que Apolo sería el dios de la vida
política, y también da la explicación σηκος, ‘rebaño’, en cuyo caso Apolo sería el dios de los rebaños y
manadas.

Para Plotino, su nombre significa la negación de la pluralidad: "no muchos", y agregó que para los
pitagóricos significaba el Uno. Plutarco siguiendo esta línea afirmaba que los pitagóricos asociaban
nombres divinos a los números, y que la mónada era identificada con Apolo.10 Burkert sugirió que
deriva de "santa convocación", que Nagy considera verosímil, basado en lo que también declaró
Hesiquio de Alejandría, pero esta etimología ha sido rechazada por Frisk, Chantraine y Dietrich, que
consideran que el origen del nombre es simplemente desconocido. Bernal presenta la hipótesis de que
deriva de Horus, dios del cielo egipcio, a través de adaptaciones fonéticas intermedios en Fenicia.
Heródoto decía que Apolo y Horus eran el mismo dios.1112

También es posible13 que apellai derive de una forma antigua de Apolo que pueda ser equiparada con
Apaliunas, un dios anatolio cuyo nombre posiblemente signifique ‘padre león’ o ‘padre luz’. Los griegos
asociaron más tarde el nombre de Apolo con el verbo απολλυμι apollymi, ‘destruir’.14

Además, se ha sugerido1516 que Apolo procede de la divinidad hurrita e hitita Aplu, que era
ampliamente invocada durante los años de plaga. Aplu, se sugiere, procede del acadio Aplu Enlil, que
significa ‘el hijo de Enlil’, un título que se aplicaba al dios Nergal, que estaba relacionado con Shamash,
el dios babilónico del sol.

Orígenes del culto a Apolo

Parece que tanto el Apolo griego como el etrusco llegaron al mar Egeo durante la Edad del Hierro (entre
c. 1100 y 800 a. C.) desde Anatolia. Homero lo presenta en el bando troyano, contra el aqueo, en la
Guerra de Troya. En el Bronce Antiguo (de 1700 a 1200 a. C.) el Aplu hitita y hurrita,Nota 2 como el
Apolo homérico, era un dios de las plagas y se parecía al dios ratón Apolo Esmínteo.

Apolo Citareo, Palacio Altemps


Hay aquí una situación apotropaica, en la que un dios que originalmente traía la plaga era invocado para
acabar con ella, mezclándose con el tiempo por fusión con el dios sanador micénico Peán (PA-JA-WO en
lineal B), que en la Ilíada de Homero era una deidad independiente, el sanador de las heridas de Ares y
Hades,18 En otros autores la palabra pasó a ser un mero epíteto de Apolo en esta faceta de dios de la
curación.

Homero ilustró tanto a Peán dios como a la canción con el aspecto de agradecimiento apotropaico o
triunfo,19 y Hesíodo también separó ambas cosas.20 En la poesía posterior Peán es invocado
independientemente como dios de la curación. Es igualmente difícil separar a Peán en el sentido de
‘sanador’ de Peán en el sentido de ‘canción’.

Tales canciones eran originalmente dirigidas a Apolo y posteriormente a otros dioses (como Dioniso,
Helios y Asclepio) relacionados con él. Sobre el siglo IV a. C. el peán se convirtió en una simple fórmula
de adulación, cuyo objeto era implorar protección contra la enfermedad y la desgracia o bien dar las
gracias tras lograr dicha protección.

De esta forma Apolo llegó a ser reconocido como dios de la música. Su papel como asesino de Pitón
llevó a su asociación con la batalla y la victoria, de donde procede la costumbre romana de que los
ejércitos cantasen un peán cuando marchaban y antes de entrar en batalla, cuando una flota
abandonaba el puerto y también tras lograr una victoria.

Los vínculos de Apolo con los oráculos parecen también estar relacionados con el deseo de saber el
desenlace de una enfermedad. Es el dios de la música y la lira. La curación pertenece a su reino: era el
padre de Asclepio, el dios de la medicina. Las Musas eran parte de su séquito, de forma que la música, la
historia, la poesía y la danza le pertenecían.

Lugares de culto

Véase también: Categoría:Lugares del culto de Apolo

Inusual entre las deidades olímpicas, Apolo tuvo dos lugares de culto con influencia generalizada: Delos
y Delfos. Los cultos del Apolo Cintio y del Apolo Pitio eran tan diferentes que podían tener santuarios en
la misma localidad.13 que apellai derive de una forma antigua de Apolo que pueda ser equiparada con
Apaliunas, un dios anatolio cuyo nombre posiblemente significa ‘padre león’ o ‘padre luz’. Los griegos
asociaron más tarde el nombre de Apolo con el verbo απολλυμι apollymi, ‘destruir’.14 Nombres
teofóricos tales como «Apolodoro» o «Apolonio» y ciudades llamadas Apolonia aparecen por todo el
mundo griego. El culto a Apolo ya estaba totalmente asentado cuando comenzaron las fuentes escritas,
sobre 650 a. C.
Santuarios oraculares

Maqueta del Santuario de Delfos, en el Museo Arqueológico de Delfos, Grecia.

Trípode Oracular en el centro, Apolo a la izquierda.

Apolo tenía su oráculo más popular en Delfos, cuya construcción era una auténtica acrópolis protegida
por murallas, con fuentes, un teatro y grandes recámaras individuales divididas por ciudades de
procedencia, donde los consultantes dejaban sus ofrendas (mayormente labrados en oro, bronce, y
piedras preciosas). Este templo recibía miles de consultantes de todas partes de Grecia y del mundo
Mediterráneo, siendo Alejandro Magno uno de los visitantes más ilustres. Aquí la pitonisa le vaticinó
que «conquistaría el mundo». Este oráculo tenía la peculiaridad de no fallar con las predicciones.

También otros notables templos en Claros y Bránquidas. Su altar oracular en Abas (Fócida), de donde
procede el epíteto toponímico Abeo (Ἀβαῖος: Abaios), fue tan importante como para ser consultado por
Creso.21

Entre sus santuarios oraculares estaban:

Acrópolis de Delfos en la actualidad.

En Dídima, un oráculo en la costa de Anatolia, al suroeste de Sardes (Lidia), en el que los sacerdotes del
linaje de los bránquidas recibían su inspiración bebiendo de un manantial curativo ubicado en el templo.

En Hierápolis Bambyce (Asia Menor), según el tratado De Dea Syria, el santuario de la diosa siria
contenía una imagen de Apolo con túnica y barba. Las adivinaciones se hacían a partir de los
movimientos espontáneos de esta imagen.22

En Delos había un oráculo de Apolo Delio durante el verano. El hieron (‘santuario’) de Apolo adyacente
al Lago Sagrado fue el lugar donde se cree que nació el dios.

En Corinto, el oráculo venía de la ciudad de Tenea, de prisioneros supuestamente capturados en la


Guerra de Troya.

En Abas (Fócida).

En el templo de Apolo en Delfos, la Pitia se llenaba del pneuma (πνευµα) de Apolo, que se decía que
venía de un manantial dentro del ádyton.
Templo de Apolo en las faldas del monte Parnaso, cerca de Delfos (Grecia).

En Patara (Licia) había un oráculo de Apolo en invierno, del que se decía que fue el lugar al que el dios
fue desde Delos. Como en Delfos el oráculo de Patara era una mujer.

En Claros, en la costa oeste de Asia Menor, al igual que en Delfos una fuente sagrada daba un pneuma
del que bebían los sacerdotes.

En Segesta (Sicilia).

Otros templos de Apolo

Templo de Apolo (Pompeya).

En Tebas, el templo más antiguo, siglo IX a. C. probablemente dedicado a Apolo Ismenio. Parece que fue
un edificio curvilíneo. A principios del siglo VII a. C. se construyó un templo dórico del que solo se han
recuperado pequeñas partes.23 Allí se celebraban las fiestas Dafneforias cada nueve años en honor de
Apolo Ismenio (o Galaxio). Los participantes llevaban ramas de laurel (dafnai), y a la cabeza de la
procesión, caminaba un joven (elegido sacerdote de Apolo), al que se llamaba "dafnéforo".24

En Roma había un templo de Apolo dedicado a Apolo Medicus, probablemente junto al templo de la
diosa de la guerra Belona.

Templo de Apolo Actio del siglo V a. C., en el promontorio de Actium, en la costa de Acarnania.

Templo de Apolo en Termon, en Etolia.

Templo de Apolo Agieo (‘protector de las calles’) en la ciudad de Megalópolis, en Arcadia.

Templo de Apolo en Apolonia (Epiro).

Templo de Apolo en la isla de Ortigia, en Siracusa (Sicilia).

Templo de Apolo en Figalia, en Arcadia.

Templo de Apolo en Corinto.

Templo de Apolo en Delos.

Templo de Apolo Delfinio en Dreros, al noreste de Creta (siglo VIII a. C.)

Templo de Apolo en Útica, norte de Túnez.25

Galería de templos de Apolo

Paestum, siglo V a. C.
Pompeya

Corinto

Delos

Dídima

Siracusa

Epicuro

Cumae
Rodas

Dídima (2)

Bulla

Zoodokos

Egina

Antalya

Patras

Festivales

Los principales festivales celebrados en honor de Apolo eran las


Boedromias

Carneas

Carpias

Dafneforias

Delias

Jacintias

Metageitnias

Pianepsias

Pitias

Targelias.

Atributos y símbolos

Uno de los dos himnos de Apolo en las murallas de Delfos que sobrevivieron al paso de la humanidad.
Este es el primer ejemplo conocido de notación musical de la historia: sobre las líneas recitadas se
encuentran las correspondientes notas, a modo de cancionero.

Los atributos más comunes de Apolo eran el arco y la flecha. Entre sus atributos también se incluían la
cítara (una versión avanzada de la lira), el plectro y la espada. Otro emblema común era el trípode
sacrificial, representativo de sus poderes proféticos. El laurel se usaba en sacrificios expiatorios y
también para elaborar la corona de la victoria en los Juegos Píticos, que se celebraban en su honor cada
cuatro años en Delfos. La palmera también le estaba consagrada porque había nacido bajo una de ellas
en Delos. Entre los animales que le estaban consagrados, se incluían los lobos, los delfines y los corzos,
el cisne cantor y las cigarras (simbolizando la música), halcones, la corneja gris, cuervos y serpientes (en
alusión a sus funciones como dios de la profecía), los ratones y los grifos, míticos híbridos de águila y
león de origen oriental.

Como dios de la colonización, Apolo aconsejaba sobre las colonias, especialmente durante la época de
mayor apogeo, de 750 a 550 a. C. Según la tradición griega, ayudó a los colonos cretenses o arcadios a
fundar la ciudad de Troya. Sin embargo, esta historia podría reflejar una influencia cultural que tuviese la
dirección contraria: textos cuneiformes hititas mencionan un dios de Asia Menor llamado Appaliunas o
Apalunas en relación con la ciudad de Wilusa mencionada en inscripciones hititas, que actualmente se
suele considerar idéntica a la griega Ilión por la mayoría de investigadores. En esta interpretación, el
título Lykegenes puede leerse simplemente como ‘nacido en Licia’, lo que efectivamente corta el
supuesto vínculo del dios con los lobos (posiblemente una etimología popular).
En el contexto literario Apolo representa la armonía, el orden y la razón, características que
contrastaban con las de Dioniso, dios del vino, que representaba el éxtasis y el desorden. El contraste
entre los papeles de estos dioses queda reflejado en los adjetivos apolíneo y dionisíaco. Sin embargo, los
griegos pensaban en las dos cualidades como complementarias: los dos dioses son hermanos, y cuando
Apolo en el invierno se marchaba a la Hiperbórea dejaba el oráculo de Delfos a Dioniso. Este contraste
parece ser mostrado en los lados del jarrón Borghese.

Apolo es relacionado con frecuencia con el justo medio, siendo este el ideal griego de moderación y una
virtud opuesta a la gula.

Influencia de Apolo en el arte de Grecia

Véase también: Categoría:Apolo en el arte

Apolo y Urania, una de sus Nueve Musas. También su amante, se cree que engendraron un hijo llamado
Lino

El culto a Apolo como patrón de las Artes, y el respectivo culto a sus musas, era de vital importancia en
la Antigua Grecia, y a quienes les debieron el progresivo desarrollo en todas las ramas artísticas (que son
los fundamentos de los actuales en curso), como el teatro, la música, la danza, la poesía, la pintura. Los
griegos consideraban a la música muy importante en sus vidas, por esa razón es posible ver en vasijas y
pinturas representaciones de personas ejecutando sus instrumentos. Por primera vez se desarrollaron
las teorías de la música en el s. VII a. C., a partir de los estudios de Pitágoras, estableciéndose las 7 notas,
el estudio de las escalas, conceptos de quinta justa y octavas, y las trilogías I-IV-V (fundamentos
utilizados en los diversos géneros musicales de la actualidad). Mientras tanto el teatro estableció los
géneros del drama, la comedia y la tragedia. La construcción de teatros florecieron a lo largo de toda la
Hélade.

En el arte Apolo es representado como un hombre joven, imberbe y guapo, a menudo con una cítara
(como Apolo Citaredo) o un arco en la mano, o reclinado sobre un árbol (los tipos Apolo Licio y Apolo
Sauróctono). El Apolo de Belvedere es una escultura en mármol que fue redescubierta a finales del siglo
XV y que desde el Renacimiento hasta el XIX ha epitomado los ideales de la antigüedad clásica para los
europeos. Se trata de una copia helenística o romana de un original en bronce del escultor griego
Leocares hecha entre 350 y 325 a. C.

En el mosaico de suelo romano de finales del siglo II de El Djem (la romana Tisdro) puede identificársele
como Apolo Helios por su halo radiante, aunque entonces incluso la divina desnudez de un dios se
oculta bajo su túnica, señal de crecientes convenciones de modestia en el Imperio tardío. Otro mosaico
de Apolo con halo, de Hadrumento, está en el museo de Sousse.26 Las convenciones de esta
representación —cabeza ladeada, labios levemente abiertos, grandes ojos, corte de pelo anástole - en
rizos cayendo sobre el cuello- se desarrollaron en el siglo III a. C. para representar a Alejandro Magno.27
Siglos después las representaciones de Cristo y los santos cristianos serían idénticas a restos
arqueológicos hallados, en los cuales se distingue a Apolo rodeado con halos de luz o destellos solares,
como el mosaico hallado en Cartago.

En la ciudad cretense de Dreros, fue hallada una estatuilla de Apolo28293031 realizada en el estilo
orientalizante temprano de finales del siglo VIII a. C.31 (o bien hacia 650 a. C.),28 usando la técnica del
sphyrelaton, esto es, martillando láminas de bronce sobre un núcleo de madera que les daba forma.28
2930 Tiene 80 cm y posee unos pectorales muy marcados.31 Actualmente se encuentra en el Museo
Arqueológico de Heraclión.30

Otras representaciones antiguas reseñables son:

Apolo de Piombino (museo del Louvre)

Gran Apolo dorado de Lillebonne (museo del Louvre)

Apolo en el arte Renacentista y posterior

Existen numerosas obras de arte en honor a Apolo en todo el mundo, tanto esculturas antiguas como
modernas, además de pinturas de la Antigüedad (halladas en interiores de viviendas de Pompeya), y las
realizadas a partir de la era del Renacimiento (Maarten Van Heemskerck y otros). En la época del
Renacimiento, su representación estaba solo permitida en relación a los reyes y miembros de la nobleza.

Galería de Apolo en el Louvre, obra del pintor y decorador Charles Le Brun. Siguió decorándola Delacroix
y fue terminada en el Segundo Imperio.

Salón del trono o salón de Apolo en el castillo de Versalles. Estaba destinado a la recepción de
embajadores y se daban también espectáculos de danza y música.

Jardines de Versalles. Aquí se encuentran bastantes representaciones del dios solar:

Estanque de Apolo, situado cerca del Gran Canal. En el medio se encuentra una monumental estatua de
Apolo, obra de Jean-Baptiste Tuby. El dios surge del agua conduciendo un carro tirado por dos caballos.

En el bosquecillo de los baños de Apolo, obra del siglo XVIII, se ve representado el dios solar, en actitud
de cansancio y rodeado de ninfas

Apolo y Aurora de Gerard de Lairesse, 1671; se encuentra en el Metropolitan Museum of Art, Nueva
York.

Mitología
Detalle de Apolo de Belvedere, Museo del Vaticano.

Las primeras referencias literarias a Apolo se encuentran en Homero, en la propia fundación de la


literatura griega. Apolo es citado en la Odisea y es uno de los dioses protagonistas de la Ilíada. Como es
evidente, a pesar de la incertidumbre sobre el origen del mito y de la ausencia de documentación
anterior, en el siglo VIII a. C. ya estaba consolidado. En la época de la formación de los himnos
homéricos el dios ya aparecía tan cargado de atributos que el poeta consideraba difícil elegir por dónde
empezar su elogio.32

¿Cómo te debo cantar, celebrado como eres por toda clase de himnos?

Himno homérico III, a Apolo, 19.32

Nacimiento

Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada y que Zeus era el padre, prohibió que diera a luz en
tierra firme, o el continente, o cualquier isla del mar. En su deambular, Leto encontró la recién creada
isla flotante de Delos, que no era el continente ni una isla real, y dio a luz allí. La isla estaba rodeada de
cisnes. Después, Zeus aseguró Delos al fondo del océano. Más tarde esta isla fue consagrada a Apolo.

También se afirma que Hera secuestró a Ilitía, la diosa de los partos, para evitar que Leto diese a luz. Los
demás dioses engañaron a Hera para que la dejase ir ofreciéndole un collar de ámbar de ocho metros de
largo. Los mitógrafos coinciden en que primero nació Artemisa y esta ayudó a nacer a Apolo, o que
Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, y que ayudó a Leto a cruzar el mar hasta
Delos el día siguiente para dar a luz a Apolo. Apolo nació el 7º día (ἡβδομαγενης) de Targelión, según la
tradición delia o en el mes de Bisio según la tradición délfica. Los días 7º y 20º, lunas nueva y llena,
estuvieron desde entonces consagrados a él.

Origen del mito de la lira

Hermes nació en el monte Cilene en Arcadia. Esta historia se cuenta en el himno homérico a Hermes,
como se sabe, es el dios de los negocios, las travesías, y los ladrones. Su madre, Maia, había quedado
embarazada de una aventura amorosa con Zeus. Maia recostó a dormir al infante Hermes, y este escapó
cuando ella dormía. Corrió a Tesalia, donde Apolo estaba pastoreando su ganado. En un descuido, el
infante Hermes robó varias de sus vacas y las llevó a una cueva en los bosques cercanos a Pilos,
borrando sus huellas. En la cueva encontró una tortuga, la mató y vació el caparazón sacando las
entrañas. Usó los intestinos de una de las vacas y el caparazón de la tortuga para hacer la primera lira.
Apolo se quejó a Maia de que su hijo había robado su ganado, pero Hermes ya había vuelto a las mantas
en las que ella le había dejado haciéndose pasar por dormido, por lo que Maia rehusó creer las
afirmaciones de Apolo. Zeus intervino y afirmando haber visto los hechos, secundó a Apolo. Entonces
Hermes empezó a tocar música en la lira que había inventado. Apolo, un dios de la música, se enamoró
del instrumento y ofreció permitir el intercambio del ganado por la lira. Así, Apolo se convirtió en un
maestro de la lira.
Origen del mito de Delfos

Apolo y su desafiante Marsias

Cuatro días después de su nacimiento, Apolo mató al dragón ctónico Pitón, que vivía en Delfos junto a la
fuente de Castalia. Esta fuente era la que emitía los vapores causantes de que el oráculo de Delfos
hiciese sus profecías. Hera envió a la serpiente para perseguir y matar a Leto por todo el mundo. Para
proteger a su madre, Apolo suplicó a Hefesto un arco y flecha. Tras recibirlos, Apolo arrinconó a Pitón en
la cueva sagrada de Delfos.33 Apolo mató a Pitón pero fue castigado por ello, ya que Pitón era un hijo de
Gea.

Hera envió entonces al gigante Ticio a matar a Leto. Esta vez Apolo fue ayudado por su hermana
Artemisa en la protección de su madre. Durante la batalla Zeus cedió finalmente su ayuda y arrojó a
Ticio al Tártaro. Allí fue sujetado al suelo de roca, cubriendo nueve acres, y una pareja de buitres le
comían el hígado diariamente.

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