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Los psicólogos hablamos mucho en relación con la personalidad, pero la verdad es que pocas veces se
aborda este tema, por lo general, se abordan todos los temas que la componen, pero no propiamente a
qué nos referimos…
Capítulo 11 de Papalia y otros es sobre el tema de la personalidad, en mi vida académica tengo casi 15
años de dar un curso sobre Teorías de la Personalidad y Desarrollo Humano, en todo este tiempo, he
podido recopilar la siguiente información - que por cierto es coincidente con el planteamiento de
Papalia y otros -:
-El estudio que hace la psicología acerca de la personalidad está basado en investigaciones y en teorías, y
va más allá de lo que el ser humano pueda llegar a representar, actuar u opinar socialmente hablando…
tiene que ver más bien con lo que las personas sentimos, pensamos y hacemos. El término personalidad
dentro del contexto actual se empezó a emplear desde hace aproximadamente 200 años cuando se trató
de entender al ser humano dentro de un contexto social y cultural.
- Precisar el concepto de personalidad ha sido una tarea difícil para la psicología, tanto así, que en la
actualidad no existe una definición consensuada acerca de este término. Por el contrario, diversos autores
han planteado diversas teorías para explicarla, ya que no pueden coincidir en su naturaleza o su
constitución, o simplemente consideran la personalidad desde un punto de vista particular.
¿Cómo se describe la personalidad?: los teóricos han encontrado la manera de hacerlo a través de: tipos,
rasgos y factores, que vale decir no es que existen estáticos y universales, sino que dependen mucho de
la teoría que se esté hablando…por ejemplo podemos hablar de personas de tipo intovertidos-
extrovertidos, o de rasgo amigable, etc.
Dinámica de la Personalidad: Se refiere al impulso, a la motivación que tiene el individuo para desarrollar
su vida en este mundo. La palabra dinámica sugiere movimiento, avance, circularidad. Cada perspectiva
o enfoque teórico describe su concepción (Psicoanalítica, Humanista, etc).
La dinámica de la personalidad incluye la adaptación o el ajuste del individuo a las demandas de la vida,
de manera que tiene implicaciones para la salud mental. La teoría moderna de la personalidad considera
los procesos cognoscitivos como el aspecto principal de la dinámica de la personalidad. El cómo pensamos
es un determinante importante de nuestras elecciones y de nuestra adaptación. Además, la cultura nos
influye a través de sus oportunidades y expectativas. Últimamente se habla de que la flexibilidad cognitiva
sería la razón por la cual una persona podría envejecer de manera exitosa.
Se habla de lo importante de entender que existen rasgos que son más estables pero que el desarrollo
personal de alguien sí se ve influenciado por los cambios que produce el ambiente y la maduración.
• Los modelos del autoconcepto se preocupan por cómo la gente se ve a sí misma. Estos modelos
describen a las personas como reguladoras activas del desarrollo de su propia personalidad mediante
procesos similares a los que proponen las teorías organicistas como la de Piaget. Tales modelos incorporan
tanto la estabilidad como el cambio.
• Los modelos de las etapas, que son claramente organicistas, bosquejan una secuencia típica de
desarrollo relacionado con la edad que continúa a lo largo del ciclo de vida. Los estudios enmarcados en
este modelo encuentran cambios significativos y predecibles en la personalidad adulta. Recomiendo ver
tabla 11.1
• El modelo de los acontecimientos de la vida es contextual. Los investigadores que estudian este enfoque
encuentran que el cambio se relaciona no tanto con la edad sino con las variadas circunstancias y eventos
de la vida. De acuerdo con este modelo, las personas se desarrollan en respuesta a cuando ocurren o no
eventos clave en los diversos momentos de sus vidas. Los eventos de vida son de dos tipos. Aquellos que
las personas esperan porque le ocurren a la mayoría de los adultos se llaman eventos de vida normativos;
la paternidad y la jubilación son ejemplos de éstos. Los eventos inusuales que no se esperan se llaman
eventos de vida no normativos; por ejemplo, un accidente traumático, un ascenso no anunciado o un
premio de lotería. Las crisis se provocan, entonces, no por llegar a cierta edad, sino por la ocurrencia
esperada o inesperada y por el tiempo en que se verifican los eventos de vida. Si éstos suceden como se
esperaban, el desarrollo procede de manera armoniosa. Si no, puede ocasionar estrés.
-Las diferencias entre hombres y mujeres se encuentran en varias áreas de la interacción social (Yoder,
1999). Las mujeres tienden a ser más influenciadas por otras personas y pueden tener más probabilidades
de adaptarse al comportamiento de alguien al que perciben con más estatus o poder. Los hombres suelen
comportarse de manera más agresiva, mientras que las mujeres parecen más preocupadas con las
consecuencias de tal comportamiento.
-Hay crítica sobre las muestras con las que se han realizado los estudios, se cree que dan información
sesgada sobre lo que sucede con hombres y con mujeres.
DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL
Este capítulo tiene como objetivo discutir los aspectos tanto positivos como negativos de la salud mental
a lo largo del ciclo de vida adulto, y sus raíces biológicas, psicológicas y sociales. Se incluye, el “desafío”
del envejecimiento. En este sentido, el capítulo va haciendo un recorrido sobre concepciones importantes
al respecto, por estar planteado de esta manera, así también lo iremos revisando.
Salud Mental:
- Se define como un “intento por vivir de manera significativa, en una serie de circunstancias sociales y
ambientales particulares, contando con un conjunto específico de recursos y apoyos”; en otras palabras,
es intentar “hacer lo mejor que uno puede con lo que tiene” (Kivnick, 1993, p. 15). Implica desarrollar
fortalezas internas y utilizar recursos externos para compensar las debilidades y los déficits.
Modelos de Afrontamiento:
Modelos ambientales: Se considera que los seres humanos suelen reaccionar, antes que actuar, por lo
que el tamaño y la frecuencia de las demandas ambientales determinan qué tan bien puede afrontar los
problemas una persona. Demasiadas fuentes de estrés o una situación lo suficientemente estresante
(como la muerte de un cónyuge) pueden abrumar a una persona y nublar su habilidad para solucionar
problemas; de manera similar a lo que sucede cuando se pone demasiada presión sobre una maquinaria
y se ocasiona una sobrecarga que puede dañar las partes operativas.
Se habla de dos modelos ambientales, el modelo de la congruencia que reconoce que así como las
necesidades de las personas son distintas, los ambientes difieren también para satisfacer dichas
necesidades. Los niveles de satisfacción o de estrés dependen de la congruencia —el juego— entre una
persona y el ambiente. El modelo de competencia-presión ambiental enfatiza las diferencias entre las
demandas que hacen los diversos ambientes (presión ambiental) y la competencia de los individuos, es
decir su habilidad para satisfacer tales demandas.
Modelos conductuales: Desde una perspectiva conductual, el afrontamiento se relaciona con las
adaptaciones aprendidas a estresores ambientales, que conducen a una reducción del estrés que se
percibe. Un animal confrontado por un enemigo, o una persona confrontada por un factor estresante, por
lo general tiene tres opciones: huir a un lugar más seguro, pelear e intentar dominar la situación, o
permanecer firme y tratar de aguantar el embate. Cuando el escape o la evasión son imposibles, y los
intentos por dominar fallan o son castigados, los organismos se adaptan mediante la desesperanza apren-
dida. Durante un periodo aprenden a vivir con lo que originalmente era una situación extremadamente
estresante y dejan de intentar cambiarla.
Modelo de la valoración cognitiva: Concibe que el afrontamiento es un proceso evolutivo, que ocurre sólo
en situaciones en las que una persona percibe una exigencia excesiva o la superación de sus recursos que
le demandan un esfuerzo inusual. De acuerdo con este modelo contextual, las personas eligen las
estrategias de afrontamiento a través de la realización de una valoración cognitiva de la situación. El
afrontamiento incluye cualquier cosa que el individuo piense o haga para intentar adaptarse al estrés, sin
importar qué tan bien funcione. Puesto que la situación cambia constantemente, el afrontamiento es
dinámico, no estático; elegir la estrategia más adecuada requiere de una revaloración constante de la
relación que se genera entre la persona y el ambiente. La elección y efectividad de una estrategia de
afrontamiento se encuentran influenciadas tanto por los recursos y las restricciones personales y
ambientales, como por qué tan grande parezca ser la amenaza. Los recursos personales incluyen la salud,
la energía, las creencias acerca del control personal o el control sobrenatural, los compromisos y las
motivaciones, las habilidades sociales y de resolución de problemas, el apoyo social y los recursos
materiales (dinero, bienes y servicios). El uso de los recursos personales puede estar limitado por las
restricciones personales: los problemas psicológicos, como miedo al fracaso, o actitudes que reflejan las
normas sociales, como los roles de género. Las restricciones ambientales pueden ser, por ejemplo, las
demandas que compiten para obtener los mismos recursos, o instituciones que frustran el afrontamiento.
• Excepto entre los residentes de asilos, los trastornos mentales son menos comunes en la
• La mayoría de los ancianos estadounidenses parecen sentirse bastante satisfechos con la vida, aunque
la satisfacción es más baja entre algunos grupos étnicos.
• Casi la mitad de los ancianos que necesitan tratamiento debido a sus condiciones mentales no lo
obtienen aun cuando se pueden curar.
• Por muchas razones, la depresión puede no diagnosticarse en los ancianos y por tanto permanecer sin
tratamiento.
• Las demencias, que pueden deberse a una o a combinaciones de condiciones, es más probable que
ocurran en la vida tardía. Algunas demencias se pueden revertir con tratamiento.
• Las formas más comunes de demencia progresiva son las causadas por la enfermedad de Alzheimer,
las enfermedades cardiovasculares y la enfermedad de Parkinson.
• Valorar las fortalezas de vida de los ancianos les puede ayudar a ellos mismos, y a la sociedad, para
obtener lo mejor de los recursos internos que han desarrollado.