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TECNICAS DE SEPARACIÓN Y PURIFICACIÓN DE SUSTANCIAS

ORGÁNICAS.

En esta unidad se hará uso de propiedades físicas (solubilidad, pto. de ebullición,


pto.de fusión, índice de refracción) y químicas (pKa) de sólidos y líquidos orgánicos, que
permiten su separación a partir de mezclas de varios componentes.

La teoría y los experimentos que se describen a continuación son ejemplos de:


a) Solubilidad y miscibilidad de compuestos orgánicos.
b) Obtención de un compuesto orgánico sólido o líquido presente en un tejido vegetal
(hojas o corteza).
c) Separación de mezclas líquidas binarias (dos componentes) miscibles e inmiscibles
entre sí.
d) Cómo separar un sólido de un líquido dependiendo si está disuelto o es insoluble en él.
e) Purificación de un compuesto sólido que contiene trazas de impurezas.
f) Purificación de un líquido de otras impurezas líquidas.

Métodos de purificación de compuestos orgánicos y criterios de pureza

Principios Generales.- Cuando se habla de purificación de un compuesto, normalmente se


refiere a la separación de éste desde una mezcla en la que se encuentra como componente
muy mayoritario. Los otros compuestos presentes en la mezcla se consideran, en este caso,
como impurezas o contaminantes del compuesto mayoritario. La metodología a seguir para
la purificación del compuesto involucra además de las técnicas de purificación, tener un criterio
de pureza para determinar si el objetivo ha sido cumplido.
Así, el grado de pureza de un compuesto puede establecerse utilizando alguno de los
siguientes métodos o una combinación de ellos, dependiendo la exactitud que requiera el
análisis.
• Análisis cualitativo o cuantitativo de composición de la mezcla
• Medición de propiedades físicas características del compuesto purificado
• Análisis espectroscópico del compuesto purificado.
Se considera que un líquido está puro si sus constantes físicas (punto de ebullición, punto de
fusión, índice de refracción y densidad) coinciden con los informados en Tablas. Estas
constantes son características de cada líquido y pueden determinarse en forma exacta con
una mínima cantidad de muestra con un refractómetro (índice de refracción), un picnómetro
(densidad), un aparato de fusión o Aparato de Thiele (p. fusión) o un capilar sellado (p.
ebullición) respectivamente, en condiciones de presión y temperatura controladas. Este
criterio se establece sobre la base que cualquier traza de impureza, alterará las propiedades
físicas de un compuesto.

Técnicas de purificación.
Para separar un compuesto sólido, desde una mezcla en solución, normalmente se
emplea el método de precipitación. Este se basa en la disminución de la solubilidad del sólido
por un efecto de salinización (en soluciones acuosas) o mediante el agregado de un disolvente
(miscible con la solución) en que el compuesto es insoluble (para soluciones orgánicas). De
esta forma el compuesto precipita (compuesto crudo, con trazas de impurezas) y puede ser
aislado por filtración. El precipitado luego se purifica mediante alguna de las siguientes
técnicas:
Recristalización. -Las sustancias cristalinas impuras pueden purificarse por recristalización
desde un disolvente apropiado. Este proceso se basa en el principio que la mayoría de los
compuestos son más solubles en disolventes calientes que en fríos y en que las impurezas
presentes tengan diferente solubilidad que el compuesto a purificar. Generalmente, en
Handbook se encuentran las solubilidades de las sustancias conocidas, en diversos
disolventes. Si no se informa, deberá probarse en el laboratorio la solubilidad en frío y caliente.
Para que la recristalización sea eficiente, debe seleccionarse adecuadamente el disolvente.
Es decir; éste debe cumplir con los siguientes requisitos:

- Disolver a alta temperatura una cantidad moderada de la sustancia a purificar y sólo una
pequeña cantidad de ésta a baja temperatura.
- No debe reaccionar con la sustancia a purificar
- Disolver fácilmente (o no disolver en absoluto) las impurezas a baja temperatura
- Ser fácilmente separado del producto purificado. Esto implica que el disolvente debe tener
un bajo punto de ebullición para que se evapore fácilmente.
- Si ningún disolvente cumple con estos requisitos, deberá utilizarse una mezcla de dos
disolventes.

La técnica de recristalización consiste en agregar al compuesto, contenido en un vaso de


precipitados, un volumen pequeño del disolvente seleccionado (aproximadamente 3-5% de
exceso sobre el mínimo requerido para una solución caliente saturada) y calentar la mezcla
hasta ebullición, punto en que sólo las impurezas quedarán sin disolver. Se detiene entonces
el calentamiento y se elimina las impurezas insolubles por filtración en caliente. Luego se deja
reposar la solución, tapada con un vidrio de reloj, permitiendo la formación de cristales en
forma lenta, hasta que alcance la temperatura ambiente, tras lo cual puede enfriarse en un
baño de hielo para terminar la cristalización.
Para calentar la solución se utiliza un manto o placa eléctrica (en el caso de líquidos
inflamables), sistema de reflujo (para líquidos volátiles tóxicos) o un mechero (para soluciones
acuosas). Algunas soluciones saturadas no cristalizan espontáneamente y es necesario
inducir el proceso creando un núcleo de cristalización. Esto se logra raspando las paredes del
recipiente con una varilla de vidrio.

Eliminación de impurezas por adsorción. - Las trazas de impurezas coloreadas o resinosas


pueden a veces adsorberse en carbón activado lo que facilita su eliminación. Para ello se
agrega una pequeña cantidad de carbón finamente pulverizado a la solución caliente
(levemente bajo el pto. de ebullición). Luego, para eliminar el carbón (u otras impurezas
insolubles) se filtra la solución en caliente. La filtración debe realizarse lo más rápidamente
posible para evitar que la sustancia cristalice. En este caso se usa un embudo analítico de
vástago corto y un papel filtro plegado.
Las impurezas solubles, en cambio, se eliminan por filtración al vacío en frío, una vez que
estén formados los cristales de la sustancia purificada. En esta técnica se utiliza un matraz de
Kitasato y un embudo de Buchner (ver más adelante.) conectados al sistema de vacío. Antes
de agregar la solución debe colocarse el disco de papel filtro en el embudo y conectar el vacío.
Para arrastrar cristales que queden adheridos al vaso de precipitados se utiliza la misma
solución filtrada. ¡Ojo! nunca corte el vacío antes de desconectar la manguera del matraz
de filtración! Para lavar los cristales se les agrega pequeñas cantidades de disolvente frío
(sin desconectar el vacío).

Sublimación. - (Fig. 1) Este proceso involucra la transferencia de material desde la fase sólida
a la fase vapor, sin pasar a través del estado líquido. Puede ser utilizado para purificar
compuestos orgánicos siempre que estos sublimen. La técnica funciona sólo con algunos
sólidos orgánicos (como la cafeína) y es un excelente método de purificación. Normalmente la
sublimación se realiza por calentamiento cuidadoso del sólido, colocando el aparato de
Diepolder a presión reducida (vacío) para evitar descomposición de la muestra, y se utiliza un
dedo frío, que permite la condensación del vapor en sus paredes. El dedo frío consiste en un
tubo de vidrio relleno con agua-hielo u otro sistema refrigerante que va insertado dentro del
tubo de sublimación a cierta altura del sólido. Luego de desconectar el vacío, el dedo frío se
retira y el sólido sublimado se raspa cuidadosamente de la pared exterior.

Fig. 1 Sistemas de sublimación Diepolder

Criterio de pureza. -

Punto de fusión.- El punto de fusión es una propiedad física característica de un sólido. Este
se define como “la temperatura a la cual las fases líquida y sólida coexisten en equilibrio sin
cambio en la temperatura”. En condiciones ideales, si se le agrega calor a una mezcla de fases
sólida-líquida de un compuesto puro, a la temperatura de fusión, no ocurrirá alza de
temperatura hasta que todo el sólido haya fundido. Igualmente, si se retira el calor de la
mezcla, luego de alcanzar el punto de fusión, la temperatura no disminuirá hasta que todo el
líquido haya solidificado. Para observar este efecto el calor debe proporcionarse a velocidad
constante de tal modo que el tiempo de calentamiento sea proporcional a la cantidad de calor
suministrado. Estos cambios de fase se ilustran en el siguiente diagrama.

Liquido
p.f. Cambios de fase en función del
tiempo y de a temperatura
Solido-Liquido
Solido

tiempo
El punto de fusión de un sólido orgánico puede determinarse introduciendo una
pequeña cantidad en un capilar (cerrado en un extremo), uniendo éste a un termómetro
centrado en un baño calefactor (tubo de Thiele, Fig. 2), calentando el baño lentamente y
observando la temperatura a la cual comienza la fusión y cuando ésta se completa. Existen
además instrumentos electrónicos que permiten controlar la velocidad de calentamiento y
medir con mayor exactitud la temperatura de fusión.
Fig. 2 Tubo de Thiele para determinar punto de fusión

Las muestras puras, generalmente dan puntos de fusión agudos, por ej.;
149.5-150.0°C o 189-190°C. Muestras impuras de los mismos compuestos fundirán a
temperaturas menores y con un rango más amplio, por ej.; 145-148°C, 187-189°C. El
contaminante que disminuye el punto de fusión y que extiende el rango de fusión puede ser
una traza de un segundo compuesto de punto de fusión ya sea más alto o menor que el del
componente mayoritario. Así, tanto la temperatura como un rango pequeño de fusión son
buenos índices de pureza. Así, en general para una mezcla A:B, el punto de fusión variará con
la composición de la mezcla llegando a un mínimo conocido como punto eutéctico, como se
ilustra en el siguiente diagrama:

Líquido Líquido
+ Sólido A + Sólido B

Pto. Eutéctico

Sólido A + Sólido B

%A 100 80 60 40 20 0
%B 0 20 40 60 80 100
Composición Molar

Este comportamiento es importante para la identificación de un compuesto


desconocido. Por ej.; un compuesto D que funde a la misma temperatura que A y C
(150-151°C), será idéntico a uno de ellos si no presenta disminución en el punto de fusión de
la mezcla respectiva (AD o CD).
Métodos de separación de mezclas
Principios Generales. - Una mezcla de dos o más compuestos puede ser heterogénea u
homogénea, dependiendo si existe una o más fases en ella. Las mezclas heterogéneas
presentan fases inmiscibles (Ej. sólido-líquido o líquido líquido) que pueden separarse en
forma mecánica (ej. filtración, decantación, etc.) Dado que las mezclas homogéneas
presentan una sola fase, los métodos de separación se basan en diferencias en las
propiedades físicas o químicas características de los compuestos que constituyen la
mezcla.
Separación de mezclas heterogéneas. -
Filtración. - Esta técnica se basa en diferencias del tamaño de partícula de las fases y
permite por lo tanto separar sólidos de líquidos. Para ello se requiere de un material poroso
(material filtrante) que permita el paso del líquido sobrenadante o filtrado reteniendo el
sólido (precipitado) sobre su superficie. El material filtrante puede ser un disco de papel
filtro, una frita de vidrio o acero inoxidable poroso, o simplemente una mota de algodón,
lana de vidrio o una tela. La elección dependerá tanto del tamaño de partícula como de las
características químicas de la mezcla a filtrar (no debe reaccionar con el material filtrante).
El material filtrante se coloca sobre un soporte adecuado para contener el sólido,
usándose normalmente un embudo de filtración. Los embudos cónicos, de diversos
diámetros, son de uso común en las filtraciones por gravedad en tanto que para las
filtraciones al vacío se utiliza un embudo de porcelana (Buchner o Hirsch) o un embudo con
frita de vidrio.
En la filtración por gravedad, el disco de papel filtro debe ser de un diámetro
adecuado al embudo cónico y debe ser “plegado” (como abanico) a fin de aumentar la
superficie de filtración. En la filtración al vacío el disco de papel filtro debe cubrir
completamente los orificios del embudo de Buchner, sin sobrepasar el diámetro interno de
este (Fig. 3).
El procedimiento consiste en agitar la mezcla y rápidamente vaciarla al centro del
material filtrante, para lo cual se usa normalmente una varilla de vidrio como guía del
vaciado. El filtrado se recibe en un recipiente adecuado al tipo de filtración y al volumen de
líquido en la mezcla. Para la filtración al vacío se requiere un matraz de kitasato, fabricado
en vidrio más grueso (para soportar el vacío) y que presenta una salida lateral para
conectarse mediante una manguera al sistema de vacío (Fig. 3).
En la filtración al vacío es importante que el disco de papel se encuentre adherido a
la superficie del embudo, para lo cual se humedece con gotas de líquido sobrenadante y se
hace pasar vacío previo al vaciado de la mezcla.
Para eliminar las trazas de solución retenida en el precipitado, se utiliza una pequeña
cantidad de disolvente puro y frío.
Fig. 3 Filtración al Vacío
Decantación. - Cuando una mezcla sólido-líquido se deja en reposo (decantación), se
observan dos fases que pueden separarse por escurrimiento cuidadoso del líquido
sobrenadante, evitando arrastrar el sólido en el proceso.

En el caso de dos líquidos inmiscibles, el proceso requiere de un embudo de


decantación (Fig. 4). En este sistema, la fase líquida inferior es separada de la superior
dejándola escurrir con cuidado a través de una llave de paso en la salida del embudo. Este
tipo de embudos sirve además para los procesos de extracción líquido-líquido que se
describen más adelante.

Fig.4 Embudos de decantación


Separación de mezclas homogéneas. -
Para separar cada uno de los componentes de una mezcla homogénea en forma
cuantitativa, las técnicas más utilizadas en el laboratorio son: extracción, cromatografía en
columnas y destilación. Las dos primeras se basan en el principio de la distribución de un
soluto entre dos fases inmiscibles. El proceso del cual depende la distribución puede ser
de dos tipos: partición y adsorción.
Partición: Este se basa en la diferente solubilidad de los componentes de una mezcla en
disolventes inmiscibles.

Adsorción: Proceso basado en la adherencia selectiva de los componentes de una mezcla


líquida en la superficie de una fase sólida. La cromatografía implica ambos procesos,
mientras que en la extracción interviene sólo el primero
La destilación se emplea principalmente cuando se requiere separar líquidos desde una
solución homogénea que contiene otros líquidos o sólidos disueltos en ella. Esta técnica se
basa en las diferencias de volatilidad (punto de ebullición) de los distintos componentes de la
mezcla a una temperatura y presión determinada.

Extracción: La extracción es una de las operaciones químicas más antiguas, mediante la


cual tradicionalmente se han obtenido sustancias aromáticas y compuestos medicinales a
partir de plantas (extracción sólido-líquido). Además de las extracciones de sólidos, se
puede realizar extracciones de soluciones (extracción líquido-líquido), frecuentemente
utilizadas para separar productos de reacciones orgánicas.
En ambos procesos se requiere de un líquido (disolvente) de bajo punto de ebullición
que disuelva fácilmente las sustancias orgánicas a extraer y que además no reaccione con el
soluto u otro solvente presente en la mezcla.
Extracción sólido-líquido: Uno de los ejemplos más simples es la preparación de infusiones
de hierbas aromáticas (menta, té, mate, etc.) utilizando agua caliente o una maceración en
agua fría o alcohol para obtener “tinturas”. Los compuestos que se encuentran en el tejido
vegetal, (normalmente en solución acuosa, ceras epicuticulares o en exudados lipofílicos)
pueden ser extraídos de ellos con un disolvente en el cual sean solubles. En general la
solubilidad de un compuesto dependerá de su capacidad de interactuar con el disolvente
encontrándose que las similitudes en polaridad hacen que estas interacciones sean más
fuertes.
Dado que la solubilidad normalmente aumenta con la temperatura, en muchos casos
de extracción sólido-líquido se utiliza el disolvente a ebullición, evitando la evaporación de éste
al ambiente. Para ello se emplea un matraz de fondo redondo (balón) conectado a un tubo
refrigerante vertical (condensador), que permite que los vapores condensen y vuelvan al
mismo matraz de ebullición (sistema de reflujo, Fig. 5). Este método sin embargo no se
recomienda para compuestos volátiles o que sufren descomposición térmica.
.Para mejorar el rendimiento de extracción de compuestos naturales térmicamente estables,
se emplea un equipo de extracción continua (extractor Soxhlet, Fig 6), que tiene la ventaja de
utilizar un menor volumen de disolvente que en otros métodos. Al aplicar temperatura, el
líquido en el balón hierve y el vapor sube por el tubo de mayor diámetro, se enfría al pasar por
el condensador y cae sobre el cartucho de papel filtro que contiene el material vegetal. Luego
de un tiempo, cuando el líquido alcanza un nivel mayor que el contenido en el tubo más
angosto, el disolvente con el material extraído se descarga al balón de ebullición, por un
fenómeno de vasos comunicantes. En este método, el mismo disolvente es usado
repetidamente y, de esta forma, en un tiempo prolongado se puede extraer hasta sustancias
de muy baja solubilidad.
Para extraer aceites esenciales (mezcla de líquidos orgánicos) utilizados en alimentos
y cosméticos, se emplea con frecuencia la destilación por arrastre de vapor (codestilación con
agua, descrita más adelante) que permite separar estos compuestos en forma económica y
simple, sin aplicar excesivo calor al material vegetal.

Fig. 5. Sistema de reflujo Fig. 6. Extractor tipo Soxhlet

Extracción líquido-líquido. - Además de las extracciones de sólidos, se puede extraer


soluciones mediante un embudo de decantación, que permite separar líquidos inmiscibles
entre sí. Normalmente, uno de los líquidos es agua y el otro es un disolvente orgánico de baja
polaridad. Al agitar el embudo de decantación, se produce la extracción de compuestos desde
una fase a la otra dependiendo de la solubilidad relativa que estos tengan (en agua vs
disolvente orgánico).

Los criterios más importantes en la selección de un disolvente adecuado para la extracción


líquido-líquido son: inmiscibilidad con agua; una gran capacidad para disolver el compuesto
orgánico (de acuerdo con Tablas) y ser químicamente inerte con solutos y disolventes. Si
existe más de una posibilidad, debe preferirse aquellos de baja toxicidad, no inflamables y de
bajo pto. de ebullición.
Coeficiente de distribución o de reparto: La distribución de un soluto entre dos solventes
es una relación cuantitativa que se expresa por la ecuación de distribución. Esta ecuación
establece que la relación entre la concentración de un soluto (C) en un solvente y la
concentración de este en otro solvente, es una constante (K). Como una buena
aproximación, la concentración del soluto en cada solvente puede correlacionarse con la
solubilidad del soluto en el solvente puro.

K = Conc. de C en Solvente Orgánico = Solubilidad de C en Solvente Orgánico (g/100mL)


Conc. de C en Agua Solubilidad de C en Agua (g/100mL)

Ej. Considere un compuesto A que tiene una solubilidad en éter de 12 g/100 mL y en agua de
6 g/100 mL (K=2). Si una solución de 6 g de A en 100 mL de agua se agita con 100 mL de
éter, la distribución en las dos fases estará dada por:

K = x g A / 100 mL éter =2
(6-x) g A / 100 mL agua

x = 4.0 g A en la capa etérea


(6-x) = 2.0 g A en la capa acuosa

Se ha probado que es más eficiente extraer los 100 ml de la solución acuosa dos veces
con porciones de 50 mL de éter c/u., en lugar de una porción de 100 ml. En este caso, la
distribución de A será la siguiente:

K = X g A / 50 mL =2
(6-X) g A / 100 mL

x = 3.0 g A en la capa etérea


(6-x) = 3.0 g A en la capa acuosa

Si estos tres g de A en los 100 mL de agua se extraen nuevamente con 50 mL de éter,


podemos calcular que 1.5 g pasarán a la capa etérea, quedando 1.5 g en la capa acuosa. Así,
dos extracciones con dos porciones de 50 ml de éter extraerán 4.5 g de A, mientras que una
extracción con 100 mL de éter saca sólo 4 g de A. Tres extracciones, con porciones de 33 1/3
de éter, extraerán 4.7 g de A. Obviamente, hay un punto en el cual el aumento de la extracción
es cada vez menor, lo cual no justifica multiplicar el número de operaciones.
Para mejorar la eficiencia de la extracción de un compuesto orgánico desde una
solución acuosa, se satura esta última con sales inorgánicas tales como NaCl o K2CO3,
disminuyendo así la solubilidad de la sustancia orgánica en la capa acuosa. Esto se conoce
como salinización. La variación del pH de la solución acuosa es otro método que se utiliza en
algunos casos para disminuir la solubilidad de ácidos o bases orgánicas en agua.

Obtención del soluto. - Para recuperar las sustancias extraídas desde un sólido o una
solución, es necesario realizar las siguientes operaciones:
a) Secado de la solución. - La separación de las fases luego de la extracción, permite obtener
la solución orgánica, la cual debe ser tratada con un agente desecante para eliminar trazas de
agua disueltas o en suspensión en la solución orgánica. El desecante es generalmente una
sal inorgánica anhidra (sulfato de calcio, de sodio o de magnesio, cloruro de calcio, etc.) y su
elección dependerá tanto del disolvente como de las sustancias orgánicas presentes en la
solución, que no deben reaccionar con el desecante.
b) Eliminación del disolvente. La posterior evaporación del disolvente utilizado para la
extracción (de sólidos o líquidos) se realiza normalmente por destilación a presión reducida
(técnica descrita más adelante) en un evaporador rotatorio, lo que permite obtener el extracto,
(mezcla heterogénea de compuestos.) a una temperatura moderada, evitando la
descomposición de las sustancias lábiles.
Laboratorio # 1.1 Extracción de Cafeína a partir de hojas de Té (2 sesiones)
O
CH3

H3C
N
N

N
O N

CH3
Cafeína
Procedimiento:
Extracción
En el contenedor del equipo de extracción por reflujo se agregan 200 mL de agua,
el contenido de bolsitas de té y 10 gr de carbonato de calcio. La extracción a temperatura
de ebullición se realiza por 20 minutos. La solución acuosa se enfría hasta Tº ambiente en
un baño de agua/hielo.
La solución de té helado se vierte en un embudo de decantación y se agita
suavemente con tres porciones de 40 mL CH2Cl2. Los extractos orgánicos combinados se
extraen en embudo de decantación en forma sucesiva con 40 mL de solución fría de NaOH
6M acuosa y luego con 40 mL de agua destilada. Seque la fase orgánica (CH2Cl2) con
Na2SO4 anhidro y filtre por gravedad usando un pedacito de algodón en el embudo y
transfiéralo a un vaso pp de 250 mL previamente pesado, evapore el solvente hasta 3-5 mL
en un rotavapor o calefactor (bajo campana) y traspase a un vaso pp chico tarado.
Determine el peso de la cafeína impura (use balanza analítica). Se puede purificar la
cafeína mediante cristalizaciones o por sublimación. Usted realizará ambas y comparará su
eficacia por CCF.

Cristalización
Disuelva la mitad de la cafeína impura en 10 mL de diclorometano caliente y agregue
gota a gota éter etílico hasta turbidez. Enfríe la solución en un baño de hielo y luego filtre al
vacío. Seque el producto y péselo (balanza analítica), calcule el % de rendimiento basado
en los 20 g. originales de té usados y determine su punto de fusión. (P.f. cafeína pura 236
ºC)

Sublimación
La cafeína puede ser purificada adicionalmente por sublimación. Para tal efecto
monte un aparto de Diepolder, agregue hielo picado al dedo frío y la otra mitad de la cafeína
impura en el interior del equipo. Caliente con un mechero suavemente hasta que observe
vapores en su interior, prosiga calentando suavemente hasta que toda la cafeína haya
sublimado.
Cuando el equipo se haya enfriado retire el dedo frío cuidadosamente y raspe los
cristales sobre un vidrio reloj. Determine el punto de fusión.

Criterio de pureza mediante cromatografía en capa fina (CCF).

Use placas cromatográficas de sílica gel, cromatografiando cafeína patrón, cafeína


purificada por sublimación y por cristalización (en una misma placa). Use como eluyente una
mezcla de acetato de etilo: metanol: ácido acético (8:1:1). Observar el cromatograma bajo
lámpara U.V.

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