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Ingredientes
• Ajo Fresco
• Aceite de Oliva
• Sal
• Envases de cristal con tapa
• Cubiteras para hielo
Instrucciones
-Fresco: Pelamos los dientes de ajo y los colocamos dentro de un recipiente de cristal o de plástico
con tapa de rosca, cubrimos con agua fría, cerramos bien y guardamos en la nevera. Se conservan
bien por varias semanas. Es conveniente que de vez en cuando, después de utilizarlos, les
cambiemos el agua (siempre agua fría), de esta forma duran más tiempo en optimas condiciones.
-Congelado: Pelamos los dientes de ajo, picamos fino e introducimos en un recipiente ya sea de
cristal o de plástico pero que tenga tapa de rosca. Guardamos en el congelador y cuando
necesitamos usarlo vamos retirando poco a poco. El envase deberá estar bien tapado para que no
forme hielo dentro y no huela el congelador a ajo. Dura muchos meses sin echarse a perder.
-En pasta: Pelamos varia cabezas de ajo y los vaciamos en un procesador de alimentos, agregamos
una cucharadita de sal (servirá de conservante) y añadimos aceite de oliva suficiente para que se
trituren y obtengamos una pasta espesa. Tenemos dos opciones: Guardarlo como pasta dentro de
un recipiente con tapa de rosca. Dentro en la nevera durará unas 2 o 3 semanas. O, vaciarlo en una
cubitera para hielo y congelar (en el mercado venden cubiteras con tapa o metemos dentro de una
bolsa de congelación con cierre). Cuando se necesite podemos retirar un cubo y rallar lo necesario
sobre la comida o el guiso a preparar, regresamos al congelador lo que no se utilice. De esta forma
dura varios meses.