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PRÓLOGO

EL SIGUIENTE TRABAJO TIENE COMO PROPÓSITO DAR CIERRE AL CONTENIDO


CURRICULAR DE LA ASIGNATURA “ALFABETIZACIÓN ACADÉMICA” QUE
CURSAMOS DURANTE EL AÑO 2021.
QUIENES FORMAMOS PARTE DE ESTA INVESTIGACIÓN ESTAMOS MUY
CONFORMES CON TODO LO LOGRADO HASTA AHORA Y ESPERAMOS, SEA DEL
AGRADO DE LOS LECTORES ENCARGADOS DE DETERMINAR LA CALIFICACIÓN
DEL MISMO.
Introducción

“Creo que perdemos la inmortalidad porque la resistencia a la muerte no ha evolucionado,


sus perfeccionamientos insisten en la primera idea, rudimentaria: retener vivo todo el cuerpo.
Sólo habría que buscar la conservación de lo que interesa a la conciencia”. 
(Bioy caseres, 2007, p.18)

Los avances históricos que han tenido la ciencia  y  la tecnología  influyen en la evolución del
mundo, los cuales tomaron auge  después de la revolución industrial, provocando una
dependencia que nos lleva a pensar y preguntarnos  ¿cómo inciden en el desarrollo de la 
naturaleza,  la sociedad  y en nosotros mismos? ¿Cómo llega la ficción a influir en el desarrollo del
pensamiento inquisitivo?
La Ciencia Ficción es un género literario que trata sobre la relación entre el hombre, el
mundo y el desarrollo de la ciencia y la tecnología. ¿Existirá algún límite en el uso de la
ciencia? ¿Genéticamente podría decirse que este género literario hace referencia al futuro?
o ¿simplemente pensamos en la posibilidad de que la vida le copie al arte? De la misma
forma Oscar Wilde pensaba que era así efectivamente, aunque durante mucho tiempo
pensamos que era del modo opuesto ya que desde Aristóteles se decía que la tragedia imita
a la vida.
El interés de hacer una lectura de la novela de CF de Mary Shelley (1818) Frankenstein o El
Moderno Prometeo es para analizar e interpretar cómo aborda este tema y para ello vamos
utilizar los aportes teóricos de SM Editores, Calderón y Aguilar, Benasayag y Tejeda
Márquez entre Olivero Aya Cesar.

La Ciencia  en  Frankenstein 

Esta novela trata de Víctor, a quien le encantaba  investigar lo que ocurría en el mundo y
para él era un secreto que deseaba develar. Este se va a estudiar a Ingolstadt, a partir de
ahí decide su destino. Hizo algunos descubrimientos para la mejora de ciertos aparatos 
químicos. Y uno de aquellos fenómenos que le habían llamado la atención era la estructura
del cuerpo humano y cualquier animal dotado de vida. Y el cementerio para él era un
conjunto de cuerpos privados de vida y alimento para gusanos. Decide estudiar la causa y el
proceso de descomposición. La información que obtuvo dirigía sus esfuerzos hacia el
objetivo que tenía en mente. Cuando consideraba los avances de la ciencia y la mecánica
confiaba en que sus experimentos serían un éxito y así comenzó la creación de un ser
humano, de estatura gigante. Y cuando le dio  vida todo su sueño se desvaneció, el horror y
el asco  le embargaron el corazón, fue incapaz de soportar el aspecto  del ser que había
creado. Comienza su desgracia. 
Luego, se reencuentra con el monstruo y quién le dice que él era bueno, su alma rebosaba
amor y humildad. Su anhelo era que lo conocieran y lo quisieran. Pero ante todo el
desprecio, odio y soledad  le pidió que  creara  un monstruo mujer como él así era su
compañera de vida. En principio  se negó rotundamente hasta que lo convenció con su
argumento. Víctor decide emprender viaje a Escocia y cumplir con su promesa. A diferencia
de su primer experimento pensaba en los siglos futuros que lo maldecirán como si fuera
peste, por su egoísmo, destruye la criatura en la que fundaba la felicidad futura del
monstruo, este último lo ve y  con las amenazas le dice: "estaré contigo en tu noche de
bodas", esta idea lo obsesiona y a parecer una locura. Después de haberse casado, una
noche en la que su intranquilidad no lo dejaba ir a dormir, escucha el grito de Elizabeth y la
encuentra muerta tendida en la cama. La venganza le proporcionaba fuerza y comenzó su
peregrinación, que no terminaría  hasta que muera. Finalmente la criatura asesina a su
creador, para  concluir  con su diabólico plan. Esta había sentido compasión por
Frankenstein y por sus amargos sufrimiento pero cuando se atrevía a tener esperanzas de
felicidad, en los amables sentimientos y pasiones que a él le estaban vedados, lo asaltó la
indignación y la sed de venganza.  Después  de concluido su plan piensa en su sentir, en su
muerte. Salto la ventana del camarote y cayó sobre un témpano de hielo, las olas lo alejaron
y se perdió de vista en la oscuridad  y la distancia.

El sueño de dominación

Shelley (1818) dice: “Me encantaba investigar lo que ocurría en el mundo (...). El mundo era
para mí un secreto que deseaba desvelar…para ella era un espacio que deseaba poblar con
sus propias imaginaciones” (cap.1). Por otra parte, Asimov en SM Editores sostiene: “las
historias de ciencia ficción son viajes extraordinarios a uno de los infinitos futuros
concebibles”. Por lo que al hablar de utopía y distopía según en SM Editores se presenta
una sociedad futura mejor y peor, pero en ambos casos la sociología, la filosofía y la política,
toman protagonismo en la novela junto con otras características del género como los
avances científicos y tecnológicos.
Entre los elementos más comunes de la ciencia ficción, inteligencia y vida artificial,
encontramos la clonación y la mutación genética, robots inteligentes que buscan someter al
hombre, los viajes en el tiempo, un futuro apocalíptico o, un futuro utópico, el mundo y los
hombres controlados por los ordenadores. (S/F).    De forma similar la filosofía de la mente
sostiene que viendo o analizando los sistemas operativos, podemos comprender mejor el
funcionamiento de nuestro cerebro. 
Es así que esta utopía  de crear vida  artificial, evidencia la  perspectiva científica  del tema. 
Siendo el sueño de Frankenstein crear vida de la muerte, desafiar lo divino y demostrarle a
la propia creación que él, como hombre, a su vez es un creador y puede inventar vida.
Por lo tanto  Leibrandt (2014) en  Olivero Aya   sostiene que: “la ciencia ficción por tanto
juega un rol  de la concienciación haciendo juegos imaginarios y especulando sobre el
futuro, el hombre y la vida, a la vez que nos presenta los miedos  y valores del presente”. 
Por otra parte, Calderón y Aguilar dicen: “la ciencia ficción es la única clase de literatura que
está obligada por su naturaleza a plantear indefectiblemente la existencia de mundos
alternativos al mundo existente. Y esa obligación es uno de sus ingredientes más notables”.
Asimismo, ¿hasta qué punto puede la humanidad intervenir en el proceso de creación y
mejorar su propia existencia?  Según Davis (2007) en Olivero Aya dice: “En las décadas
posteriores a la segunda guerra mundial nuestra especie atravesó una línea.  Por
supuesto, como individuos no hemos cambiado, somos y sentimos de la misma forma que
antes, pero como especie hemos logrado un conocimiento de la vida inimaginable con
anterioridad” (p.506). Esto es, a pesar de lo anacrónico que puede resultar progresar luego
de una guerra, el ser humano no conoce límites y trasciende a pesar de sí mismo. “Por eso
ahora cuando comienza el tercer milenio, la humanidad ha conseguido lo inalcanzable,
realizado lo imposible, hecho lo inviable” (p.504).
Luego, Shelley (1818) dice: “la vida y la muerte me parecían ataduras ideales que yo sería el
primero en romper y así derramar un torrente de luz en nuestro oscuro mundo. Una nueva
especie me bendecirá como a su creador y fuente de vida, y muchos seres felices y
maravillosos me deberían sus existencias” (cap.6). ¿Y hasta qué o dónde debería?  ambas
preguntas pueden ser respondidas, a medida que la ciencia avanza ampliando las
posibilidades y la delgada línea moral se pierde en el horizonte.   De hecho, Benasayag
(2013) dice: “Frankenstein, como los técnicos y científicos de nuestro tiempo, considera que
todo límite a la autonomía, a la dominación del hombre sobre la realidad, debe ser
abolido(...) Promesa profética de un hombre-Dios, creador creado, en un mundo sin alma,
sin misterio, sin opacidades, Frankenstein es el padre de la sociedad panóptica”.
Entonces, ¿estamos jugando a ser Dios como lo hizo Víctor y terminamos arrepentidos
como él?  
Desde la idea religiosa, sostiene Aracil (1998) en Olivero Aya que las creencias religiosas,
en Grecia el mito de Prometeo “viene a ilustrar la historia de la rebelión del hombre contra el
monopolio de la creación, ostentando por la divinidad” (p.26)
Es decir que la representación del ser moderno no puede separarse del concepto de la
modernidad, el cual tiene como base el cientificismo y el racionalismo, es el paradigma del
sujeto por transgredir, por desafiar, por dominar al mundo.  Esta no es la excepción, el mito
de Frankenstein ilustra este sueño de dominación. Benasayag (2013) sostiene que “la
dominación de lo real debe efectuarse a través de la razón”. ¿QUÉ PUEDE SER MÁS
TRANSGRESOR QUE UN SER BURLÁNDOSE DE LA MUERTE, UTILIZANDO LA
CIENCIA A SU FIN Y RELIGIÓN, TOMANDO ESTA ÚLTIMA COMO UNA BROMA
TRÁGICA?

El poder asombroso en las manos y la duda de cómo utilizarlo

Shelley (1818) sostiene: “me prepare para sufrir innumerables reveses, mis trabajos podrían
frustrarse y mi obra podía ser imperfecta, sin embargo, cuando consideraba los avances que
todos los días se producen en la ciencia y en la mecánica, me animaba y confiaba en que al
menos mis experimentos se convertirían en la base de futuros éxitos” (cap.6) 
Por lo tanto, la ciencia ficción y toda su aura, es un género empeñado y comprometido en
esa tarea, la de querer adivinar hacia dónde avanza la humanidad con los descubrimientos.
La manipulación genética, por su extraordinario abanico de posibilidades, no podía ser ajena
a libretos que intentan conjeturar las aplicaciones que la sociedad pudiera hacer en un futuro
próximo.
Un claro ejemplo se enuncia de la escena de la película de Frankenstein (1994) en Olivero
Aya: “Víctor F: (...) y si podemos reemplazar una parte del ser humano, podemos
reemplazarlas a todas. y si podemos hacerlo, podemos diseñar vida.  crear un ser que no
envejezca ni enferme. Uno que será más fuerte, mejor que nosotros. Más inteligente que
nosotros, más civilizado que nosotros”. Y es partir de allí que Shelley (1818) sostiene: “los
diferentes aspectos de la vida no son tan variables como los sentimientos de la naturaleza
humana” (cap. 7). La edición genómica vuelve a hacernos cuestionar dónde están los límites
de lo legal y ético o cuando lo ignoraremos, cuándo se pone en juego la naturaleza humana
y cuánto terreno gana o le dejaremos ganar.
Al pasar el tiempo de nuestras vidas, vivimos la aparición de trasplantes, modos de
reproducción asistida y hasta tecnologías genéticas tales como la clonación, de animales, ya
por supuesto también se habla de la prueba en seres humanos, miembros biomecánicos con
tecnologías que hoy aún están en marcha, también la creación de seres por encargo, con la
posibilidad de modificar los embriones.  Teniendo en cuenta lo que dice Shelley (1818): “vea
cuán peligrosa es la adquisición de conocimientos y cuanto más feliz es el hombre que
acepta su lugar en el mundo en vez de aspirar a ser más de lo que la naturaleza le permitirá
jamás” (cap.5). Entonces, ¿deberían ser prohibidos estos inventos?
Todo aquello que se opone al racional pensamiento será siempre sometido a escrupulosas
miradas. Las perversiones históricas que surgen de las distopías de la ciencia ficción
promueven numerosos debates y las conclusiones ya no son tajantes, van dejando rendijas,
vacíos, en los que se pueden llegar a introducir conceptos tales como mejorar la raza o
especie, según marca el diario El Español en el artículo publicado en el año 2015. 

Conclusión 
En palabras de Galeano, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos (2014), y si no
lo logramos de la mano de la madre naturaleza, lo gestamos.

Es, desde una mirada crítica y “progresista” que lo ficticio toma el primer lugar en la
búsqueda de los descubrimientos científicos que han marcado los rumbos literarios y otros
no tanto.

Si bien hay entretejidos de tramas, dramas y ciencias, el gran tejedor continúa siendo el ser,
el mismo ser que sueña, interpreta y luego aplica lo que entendió y lo va a hacer desde su
propia mirada y sus propias vivencias. Por esa razón nos fascina como la literatura hace una
amalgama casi perfecta con la realidad cuando suceden, de manera anacrónica, hechos que
eran imposibles en la realidad y ahora no lo son en su totalidad.

Por lo que Shelley (1818) dice:

“(…) descubrí al engendro… aquel monstruo miserable que yo había creado. Apartó


las cortinas de mi cama y sus ojos… si es que pueden llamarse ojos, se clavaron en
mí. Abrió la mandíbula y susurró algunos sonidos incomprensibles al tiempo que una
mueca arrugó sus mejillas. Puede que dijera algo, pero yo no lo oí… alargó una mano
para detenerme, pero yo conseguí escapar y corrí escaleras abajo. Me refugié en un
patio que pertenecía a la casa en la que vivía, y allí me quedé durante el resto de la
noche” (p. 31)  

El cine fue el encargado en numerosas ocasiones  de enviar los interrogantes que abren los
avances científicos y su repercusión en la vida del ser humano. 
En conclusión, la vida le copia al arte, el ser humano no conoce de límites, uno de los
modos más claros de darnos cuenta que esta relación es recíproca solo es cuestión de ver
como realidad y ciencia ficción han logrado desteñir fronteras y crear nuevos mundos
inimaginables en la era de Mary Shelley y de su creación, Frankenstein.
Bibliografía.

Benasayag, M (2013), "Mundo Frankenstein",Página12, Psicología.

Calderon, P. y Aguilar, H.(S/F) La Ciencia Ficción: una propuesta de lectura y una


lectura del género.

Olivero Aya, C.(2015) El sueño de Frankenstein.  Hallazgos.  Universidad Santo

Tomas. (scielo.org.co) (consulta:  04 de julio del 2022).  COMPLETAR ACORDE A

NORMATIVAS APA 

Shelley, M. (1818) Frankenstein o el Prometeo moderno.Freeditorial

SM Editores (S/F) “una aproximación al género” La novela  de Ciencia Ficción. 

Tejeda Marquez, R.(2021). Clase  20. Tan romántica  como Shelley. En Alfabetización
Académica. Villa Mercedes(SL): Instituto de Formación Docente Continua. Argentina. 

El español (2015) .  https://www.elespanol.com/ciencia/20151211/85991420_0.html 

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