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EL HUASIPUNGO

Huasipungo es una novela que presenta la profunda tragedia del indio ecuatoriano.
Ambientada en el Ecuador de la primera mitad del siglo XX, Huasipungo es una
de las obras más importantes de la bibliografía de Jorge Icaza. Desde luego, es
capaz de plasmar la decadencia, la injusticia y la desazón de los indígenas
ecuatorianos

Un argumento indigenista

.La historia comienza con el dueño de un rancho ecuatoriano característico de


la época. Su nombre es Alfonso Pereira y está a punto de ser abuelo. La hacienda,
llamada Cuchi tambo, está gestionada en modo huasipungo, con indígenas que
viven y trabajan en ella. Con motivo del próximo alumbramiento de su nieto,
escoge a Cunshi como nana para el recién nacido. Su marido, Andrés Chiliquinga,
es el indio protagonista de la narración.
. Al no encontrar a su esposa, piensa que ha decidido abandonarlo y decide irse a
trabajar al monte, donde pierde una pierna. Como consecuencia de ello, vemos que
empieza a producirse un fuerte enfrentamiento entre el patrón y el indio, el
cual se agrava cuando don Alfonso Pereira se interesa por la cuidadora de su nieto y
decide cortejarla
En paralelo, la mayor parte de los indios son enviados a trabajar en la construcción
de una carretera, donde soportan interminables jornadas laborales y el
trato inhumano y despótico del capataz. No pocos de ellos deben arriesgar
sus vidas para realizar sus tareas (incluso algunos mueren). El malestar aumenta en
la medida en que son conscientes de que solo el juez, el cura del pueblo y un
inversor extranjero van a salir beneficiados de la obra viaria.
La crecida del río como consecuencia de las lluvias provoca un cambio drástico en
la situación: la zona en la que estaban construyendo queda inundada, pero también
las huertas y las viviendas de los indios. La desolación es absoluta y el hambre se
convierte en un azote para todos.
Si continuamos la lectura de Huasipungo, comprobaremos cómo las desgracias
siguen cebándose con el indio Chiliquinga. Su esposa ha muerto y no será enterrada
en el cementerio de la iglesia sin realizar un prohibitivo desembolso al sacerdote.
Finalmente, decide robar una res para poder darle la sepultura que desea; sin
embargo, es descubierto y apaleado.
Cuando la situación se vuelve insostenible, el odio, el rencor y toda la
violencia acumulada se desatan. Chiliquinga congrega al resto de los indios
para asaltar la hacienda. Allí ya no queda nadie: los amos han huido a Quito.
Las autoridades se enfrentan a los indios rebeldes, de los que unos pocos terminan
refugiados en una choza. Cuando el techo comienza a arder, todos saben que solo
les espera la muerte. En un acto heroico final, pleno de casta, orgullo y
desprecio a sus enemigos, el protagonista sale de su escondite con su hijo entre
brazos gritando «¡Ñucanchic huasipungo!». Son recibidos a balazos. Su frase sigue
flotando en el ambiente tras las ejecuciones. La novela nos cuenta que, cuando
sopla el viento helado entre los páramos americanos, todavía hoy se escucha ese
mismo grito: «¡Ñucanchic huasipungo!».
Un estilo exigente
Esta obra de Jorge Icaza marca el paso de la novela romántica indianista a su
realismo más sobresaliente. En este sentido, puede considerarse pionera dentro
de su generación.
Escrita en 1934, Huasipungo nos llama la atención por la gran riqueza léxica
del vocabulario indígena que contiene, lo que en ocasiones nos exige tener
delante un diccionario o un traductor para seguir su lectura de forma fluida.
Con una narración descarnada que transmite sufrimiento y una excelente
narración geográfica, Huasipungo nos deja una profunda huella sobre la
condición humana y el sufrimiento del indígena

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