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DERECHO MERCANTIL

EVOLUCION EL DERECHO

El Derecho mercantil surge en la Edad Media, frente a la rigidez y formalismo


del Derecho civil, pues los comerciantes sienten la necesidad de unas normas
que se adapten mejor a los requisitos del comercio. Dejan de aplicar entre sí la
normativa rígida del derecho civil, y crean un derecho autónomo, que no surge
por imposición del Estado, sino por su aceptación social y que se plasma en
costumbres recogidas por recopilaciones hechas por asociaciones de
comerciantes.

¿Cómo se impone este derecho, si no tenía respaldo público? A través de


tribunales arbitrales de las propias corporaciones de comerciantes (conocidos
como “Consulados”), cuyas sentencias no eran ejecutivas por imposición pública
sino por presión social.

Aunque este derecho de los comerciantes es personal (sólo se aplica a los


comerciantes - que cada grupo social tenga un ordenamiento propio es un
fenómeno típicamente medieval) y extraterritorial (se aplica al comerciante en
cualquier plaza), las costumbres son muy parecidas en todos los puertos (el
“Llibre” p.e. es adoptado por la mayoría de los puertos mediterráneos); de esta
forma parece que se llega a crear una “lex mercatoria” que cubría los principales
negocios del comercio (compraventa, comisión, navegación, letra de cambio)
internacional con carácter: consuetudinario; sin respaldo estatal; administrada
por tribunales arbitrales; y, además, impuesta por coerción social.

Este sistema de Derecho mercantil de clase cubre desde la baja Edad Media
hasta la Revolución francesa, y en España hasta las reformas de Fernando VII,
ya en el siglo XIX. Las únicas imposiciones estatales fueron las leyes de quiebra
(como p.e. la Ley de Cortes de 1300 de Jaime I de Aragón) y los requisitos para
la creación de sociedades, para lo que se exigía autorización real (fue típico el
privilegio concedido a la Compañía de las Indias). Fuera de esto, la intervención
del poder estatal se limitaba a la promulgación de Ordenanzas, recopilaciones de
normas consuetudinarias con aprobación real, como la de Bilbao de 1737. Estas
Ordenanzas de Bilbao, inspiradas en las Ordenanzas francesas de Luis XIV,
llegan a aplicarse en un ámbito nacional vía consuetudinaria, y más tarde en 1792
Carlos IV termina por imponer su vigencia al declararlas “universalmente
recibidas en sus Reinos para los asuntos mercantiles”.

En su esencia, el Derecho mercantil medieval pervive - aunque parezca


increíble - hasta la transformación radical de finales del XVIII, cuya expresión más
violenta es la Revolución Francesa, y cuyas bases ideológicas son los principios
de igualdad y libertad - libre iniciativa y libre competencia en lo económico. La
Revolución francesa proclamó de inmediato la libertad de ejercicio del comercio
y terminó con el monopolio de los gremios de comerciantes y corporaciones. No
es de extrañar por tanto que el Derecho mercantil, concebido hasta entonces
como un derecho de clase, repugnara a la Revolución Francesa y al racionalismo.

EL DERECHO MERCANTIL EN EL SISTEMA JURÍDICO

El derecho mercantil es el sistema de normas jurídicas que determinan su


campo de aplicación mediante la calificación de mercantiles dadas a ciertos
actos, y regulan estos y la profesión de quienes se dedican a celebrarlos.

El derecho mercantil debe de ser considerado como un derecho especial,


que tiene un campo de aplicación que determina el propio sistema mediante las
correspondientes normas delimitadoras.

El sistema de tribunales mercantiles supone que en toda controversia surgida


del comercio hay aspectos técnicos que pueden ser apreciados mejor por el
comerciante que por el jurista, pero lo cierto es que en la mayoría de los juicios
referentes al comercio se plantean solo problemas jurídicos, y en ellos el lego en
derecho no debe tener injerencia alguna.
El derecho mercantil emplea las mismas categorías o conceptos generales
que el derecho civil, el procesal del trabajo, etc.: sujeto jurídico, relación, objeto,
capacidad, etc. Todas estas ramas del derecho no son sino partes integrantes de
un mismo todo, la pirámide de normas del acertado tropo kelsiano; entre todas
las normas que la forman existe una íntima interdependencia, todas derivan de
un mismo principio único la constitución originaria. Evidentemente a la unidad
coherente del derecho positivo de un Estado cualquiera, ha de corresponder la
unidad de la ciencia que estudia. Hay pues una sola ciencia del derecho positivo,
y no hay una ciencia del derecho mercantil o del procesal, del penal, etc., no son
sino capítulos de la aludida ciencia única, formados por razones didácticas,
históricas o de división del trabajo.

El comercio entre diversas naciones ha tenido y sigue teniendo, gran


importancia económica y cultural: ha sido estímulo para grandes hazañas como
el Descubrimiento de América, y también de guerras infames como lo fue en el
siglo pasado, la guerra del opio.

En el terreno jurídico, ha originado instituciones como la letra de cambio: en


el comercio internacional cobran extraordinaria importancia contratos como el de
transporte y el de seguro marítimo.

Por su naturaleza misma ha tenido que encarar el problema de la diversidad


de los regímenes jurídicos de las naciones entre las cuales se efectúa el tráfico.

Existe un grupo de normas jurídicas que pretende resolver los problemas


respectivos: constituyen una rama, o por lo menos una parte de la rama, del
derecho llamada en los países del common law que son normas de conflictos de
leyes que se encuentran dentro del derecho internacional privado.

Este conjunto de normas tiene carácter de derecho interno de cada país,


(NIBOYET): estos pueden ser diferentes en cada uno de los países entre los
cuales se realiza el comercio: por lo tanto, llegan a suscitar algunos problemas,
y se tiende a celebrar convenciones internacionales, que armonicen las normas
del conflicto de leyes.

Mejor que resolver un problema, es evitarlo. No habrá conflicto de leyes entre


los países que adopten un mismo régimen jurídico.

FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL

Las fuentes del Derecho mercantil son el origen de una norma o


disposición de comercio, una norma es considerada de naturaleza comercial
cuando tiene carácter de obligatoria dentro del marco jurídico, y regula las
conductas en las que se desarrolla el derecho Mercantil. La fuente del derecho
comercial por excelencia es la legislación mercantil, una ley puede considerarse
de naturaleza mercantil cuando el legislador le a otorgado esa calidad y cuando
la materia de la cual se trate, se encuentre en esa categoría, en virtud de
disposiciones de materia de comercio.

Legislación Mercantil.

Son fuentes del derecho mercantil:

• Código de Comercio.
• Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
• Ley General de Sociedades Mercantiles.
• Ley de Concursos Mercantiles.
• Ley de quiebras y Suspensión de pagos.
• Ley de Comercio Exterior.
• Ley de Instituciones de Crédito
• Ley de la Propiedad Industrial.
Fuentes Formales.

 La Ley. El Derecho Mercantil es Derecho Positivo, se regula con


disposiciones de carácter normativo. Es una rama del Derecho Privado
Común, por lo que en el caso de ausencia de una norma específica y
siendo imposible aplicar analógicamente una disposición del propio
Derecho Mercantil para completar una laguna, regirá el Derecho común,
que en este caso es el civil.

 Tratados aprobados por el Congreso. Es un acuerdo escrito


entre ciertos sujetos de Derecho internacional y que se encuentra regido
por este, que puede constar de uno o varios instrumentos jurídicos
conexos, y siendo indiferente su denominación.

 La Jurisprudencia. Es una interpretación de la ley y es realizada


por los órganos jurisdiccionales. No es fuente del Derecho, tal y como
establece el Código Civil, pero sirve de apoyo interpretativo. Dado el
carácter profesional de los jueces y magistrados, la jurisprudencia es
consensualmente considerada como la mayor fuente interpretativa del
Derecho Positivo en caso de laguna, aunque formalmente no sea una
fuente.

Fuentes Materiales.

 Usos y Costumbre. Jerárquicamente son considerados la


segunda fuente según importancia y aún continúan vigentes como fuente
directa, ya que el derecho mercantil en sus orígenes es un derecho basado
en tradiciones comerciales. para ser considerados fuente del derecho
mercantil los usos y costumbres deben cumplir los siguientes requisitos:

o Deben ser una práctica general por parte de un sector


comercial o grupo de comerciantes.
o No deben contradecir en ningún sentido la leyes vigentes.
por lo que una conducta antijuridica, a pesar de ser constante no
podrá ser fuente del derecho mercantil.

o La conducta debe ser considerada como obligatoria para los


comerciantes

o Los usos y costumbres solo pueden ser aplicados de forma


supletoria y también pueden ser utilizados para interpretar los
preceptos jurídicos aplicables.

 Doctrina jurídica. Se entiende por doctrina jurídica al conjunto de


derechos, teorías, investigaciones que han realizado los expertos en la
ciencia jurídica. Dentro de las fuentes materiales también es posible incluir
las leyes mercantiles extranjeras de las cuales a partir de su análisis e
investigación, podrán ser utilizadas para dictaminar una solución jurídica
concreta.

Fuentes Supletorias.

Previendo la posible existencia de lagunas o vacíos legislativos, existen dos


mecanismos subsanación que en su caso serán fuentes del derecho
mercantil: De aplicación general, donde a falta de disposiciones del Código de
Comercio y demás leyes mercantiles, se aplicarán las disposiciones de derecho
común contenidas en el Código Civil Federal y de aplicación especial,
consagradas en las disposiciones especiales mercantiles.

Para subsanar éstos vacíos, se utilizan básicamente dos mecanismos los


cuales se describen a continuación:

 De aplicación general. Se encuentra contenida en los artículos 1


y 2 del Código de Comercio, y señalan que a falta de disposiciones de este
Código y demás leyes mercantiles, se aplicarán las disposiciones de
derecho común contenidas en el Código Civil Federal
 De aplicación especial. Se encuentran previstas en el Art. 2 Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito.

Para que exista la supletoriedad de unas normas respecto de otras, es


necesario que se cumplan los siguientes requisitos:

 El ordenamiento sobre el cual se aplicará la supletoriedad, lo admita


expresamente, y señale el estatuto a suplir.

 El ordenamiento debe reconocer la institución jurídica objeto de la


supletoriedad.

 Que las normas que integran el marco jurídico aplicable, no puedan


resolver la situación jurídica concreta en base a sus disposiciones.

Es necesario que aquellas disposiciones o principios destinados a suplir la


deficiencia no contradigan, los pilares en que se basa el sistema legal que se
pretenda suplir. En casos de ausencia de algunos de estos requisitos, no puede
operar la supletoriedad de una legislación a otra.

Regulación en mexico del derecho mercantil

En México, el Derecho mercantil se desarrolló en la época colonial, y los


principales ordenamientos eran los de Cardo y Sevilla, los cuales tuvieron vigor
hasta la promulgación del primer Código de Comercio del México independiente,
el 27 de mayo de 1854, llamado Código de Lares. El que rige actualmente fue
promulgado el 15 de septiembre de 1889 y entró en vigor el 1 de enero de 1890
por Porfirio Díaz.

Las principales normas y disposiciones en la materia vigentes en México son


las siguientes:

 Código de Comercio. Publicado en el D.O.F. del 7 de octubre al 13


de diciembre de 1889. Última reforma 19/10/2011.
 Ley de Sociedades de Inversión. Publicada en el D.O.F el 4 de junio
de 2001. Última reforma 28/06/2007.

 Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada de Interés Público.


Publicada en del D.O.F. el 31 de agosto de 1934.

 Ley de Uniones de Crédito. Publicada en el D.O.F. el 20 de agosto


de 2008.

 Ley Federal de Correduría Pública. Publicada en el D.O.F. el 29 de


diciembre de 1992. Última reforma 08/06/2011 (en actualización).

 Ley Federal de Instituciones de Fianzas. Publicada en el D.O.F. el


29 de diciembre de 1950. Última reforma 28/06/2007.

 Ley Federal para el Fomento de la Microindustria y la Actividad


Artesanal. Publicada en el D.O.F. el 26 de enero de 1988. Última reforma
22/07/1991.

 Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros.


Publicada en el D.O.F. el 31 de agosto de 1935. Última reforma
20/06/2008.

 Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del


Crédito. Publicada en el D.O.F. el 14 de enero de 1985. Última reforma
20/08/2008.

 Ley General de Sociedades Cooperativas. Publicada en el D.O.F.


el 3 de agosto de 1944. Última reforma 13/08/2009.

 Ley General de Sociedades Mercantiles. Publicada el en el D.O.F.


el 4 de agosto de 1934. Última reforma 02/06/2009.

 Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. Publicada en el


D.O.F. el 27 de agosto de 1932. Última reforma 20/08/2008.
 Ley para Regular las Sociedades de Información Crediticia.
Publicada en el D.O.F. el 15 de enero de 2002. Última reforma 25/05/2010.

 Ley para Regular las Actividades de las Sociedades Cooperativas


de Ahorro y Préstamo. Publicada en el D.O.F. el 13 de agosto de 2009. Fe
de erratas D.O.F. 21/08/2009.

 Ley para Regular las Agrupaciones Financieras. Publicada en el


D.O.F. el 18 de julio de 1990. Última reforma 18/07/2006.

 Lineamientos de Operación del Registro Público de Comercio.


Publicados en el D.O.F. el 13 de junio de 2011.

 Reglamento del Registro Público de Comercio. Publicado en el


D.O.F. el 24 de octubre de 2003. Última reforma 23/09/2010.

 Acuerdo por el que se establecen las formas para llevar a cabo las
inscripciones y anotaciones en el registro Público de Comercio y en el
Registro Único de Garantías Mobiliarias. Publicado en el D.O.F. el 12 de
octubre de 2010.

 Aclaración al Acuerdo por el que se establecen las formas para


llevar a cabo las inscripciones y anotaciones en el registro Público de
Comercio y en el Registro Único de Garantías Mobiliarias. Publicado en el
D.O.F. el 19 de octubre de 2010.

 DECRETO por el que se reforman, adicionan y derogan diversas


disposiciones de la Ley de Inversión Extranjera, de la Ley General de
Sociedades Mercantiles, de la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal, de la Ley Federal de Derechos, de la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo y de la Ley Federal para el Fomento de la
Microindustria y la Actividad Artesanal. Publicado en el D.O.F. el 15 de
diciembre de 2011.

Actos de comercio
Concepto

Utilizamos el término “acto de comercio”, para distinguir aquéllos actos


jurídicos regulados por el derecho mercantil, de los “actos civiles”, que son
aquéllos regulados por el derecho civil.

Aparentemente, el acto de comercio es sinónimo de comercio; sin em- bargo,


el concepto de comercio es demasiado amplio como para acotarlo
exclusivamente al derecho mercantil. El comercio es un concepto económi- co
que se puede definir como el intercambio de bienes o servicios; como lo
explicamos, jurídicamente, el intercambio de bienes o servicios se puede llevar a
cabo a través de un acto jurídico regulado por el derecho mercantil o por el
derecho civil, de ahí el problema que implica utilizar el concepto de comercio
como sinónimo de acto de comercio.

Por esta razón, para definir al acto de comercio, es necesario utilizar un


criterio formal en lugar de un criterio material. Con base en un criterio formal, el
acto de comercio puede ser definido como el acto jurídico ca- lificado como
mercantil por la ley.

Desde el punto de vista de la lógica, esta definición es circular; no obs- tante,


dado el criterio formal que rige al derecho mercantil, ésta es la mejor manera de
definir al acto de comercio.

Cabe destacar que el problema de la definición de acto de comercio no sólo


se presenta en nuestro sistema jurídico sino en todos aquellos sistemas cuyo
derecho privado ha sido dividido en dos ramas: derecho civil y derecho mercantil.

El artículo 75 del Código de Comercio contiene una lista de actos jurídi- cos
que se reputan como actos de comercio. Esta lista atiende a un criterio formal
(requisitos establecidos por la ley) en lugar de un criterio material (la esencia del
acto de comercio). De acuerdo con este artículo, son actos de comercio los
siguientes actos jurídicos:
 Compraventa y arrendamiento de bienes muebles, en estado
natural o después de trabajados o labrados cuando se realicen con
propósito de especulación comercial.

 Compraventa de bienes inmuebles cuando se realicen con


propósito de especulación comercial.

 Compraventa de títulos valor de sociedades mercantiles.

 Contratos que recaen sobre títulos de crédito emitidos por el Estado


u otros títulos de crédito corrientes en el mercado.

 Los actos inherentes a las empresas de abastecimiento y


suministros.

 Los actos inherentes a las empresas constructoras y de trabajos


públi- cos y privados.

 Los actos inherentes a las empresas de fábricas y manufacturas.

 Los actos inherentes a las empresas transportistas y de turismo.

 Los actos inherentes a las librerías y empresas editoriales y


tipográficas.

 Los actos inherentes a las empresas de comisiones, de agencias,


de oficinas de negocios comerciales, casas de empeño y establecimientos
de ventas en pública almoneda.

 Los actos inherentes a las empresas de espectáculos públicos.

 La comisión mercantil.

 Operaciones de mediación mercantil.

 Operaciones de bancos.
 Contratos relacionados con el comercio marítimo y la navegación
interior y exterior.

• Contrato de seguro.

 Depósito en almacenes generales de depósito y operaciones que


re- caen sobre títulos de crédito emitidos con motivo de dicho depósito.
 Cheques, letras de cambio y remesas.
 Títulos de crédito a la orden o al portador; obligaciones de los co-
merciantes a menos que se pruebe que derivan de una causa extraña al
comercio.
 Contratos celebrados entre comerciantes, si no son de naturaleza
esencialmente civil.
 Contratos celebrados por los empleados de los comerciantes
cuando se llevan a cabo con motivo de la actividad del comerciante.
 Venta de productos agrícolas realizada por el propietario de la finca
o el cultivador.
 Contratos regulados por la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito.

La última fracción de este artículo añade que también son actos de comer-
cio aquéllos que tengan naturaleza análoga a aquéllos enunciados expre-
samente. La función de esta fracción es establecer que se trata sólo de una lista
enunciativa.

En otras leyes también podemos encontrar enunciados actos de co- mercio


como son el artículo 12 de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en
el Ramo del Petróleo, el artículo 1o. de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito y el artículo 10 de la Ley General de Instituciones de Fianzas, sólo por
mencionar algunos.
Clasificación de los actos de comercio

Actos absolutamente mercantiles. Tienen ese carácter o naturaleza que lo


determina el mismo Código de Comercio, además son aquellos que están
previstos en el artículo 75 del Código de Comercio y otros están en la Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito y unos ejemplos de ellos son; contrato de
reparto, contrato de apertura de crédito, contrato de deposito bancario, contrato
de habilitación, contrato de fideicomiso, contrato de cuenta corriente y contrato
de deposito de títulos. Actos de mercantilidad condicionada Son aquellas
actividades que aparentemente llevan implícita la aplicación del Código de
Comercio y la aplicación del Código Civil por ejemplo: la celebración de un
contrato de arrendamiento respecto de un bien inmueble que será empleado para
la edificación de una empresa.

Atendiendo a su finalidad. Son aquellas actividades que las realizan los


comerciantes con toda la intención de obtener un lucro o ganancia licita, pero
también dichas actividades podrán ser realizadas por personas que no tengan el
carácter de comerciantes más sin embargo se debe advertir la intención respecto
de la obtención de un lucro. Actos mercantiles por alguna de las personas que
en ellos intervienen Son aquellas actividades que se realizan exclusivamente por
determinadas personas a las que la ley mercantil, les reconoce el carácter de
comerciantes, en este sentido para que se configure en si el acto de comercio,
es suficiente que una de las personas que intervienen tenga el carácter de
comerciante art. 1050 Código de Comercio.

Actos mercantiles por su objeto. Son aquellas actividades que revisten de


una naturaleza comercial por dos razones la primera que se encuentran en estos
supuestos en algún documento (objeto) tal como el Código de Comercio y
segunda que se materializan o se expresan en instrumentos o documentos que
la legislación mercantil establece para su operatividad y desarrollo (objeto) títulos
de crédito). Actos mercantiles accesorios y conexos Son aquellas
manifestaciones de la voluntad que derivan estrictamente de un acto de comercio
principal. En este sentido la viabilidad de los actos accesorios depende
estrictamente de los actos de comercio que tienen naturaleza general.

OBJETO DEL ACTO DE COMERCIO.

El objeto en el acto de comercio, es en si, producir consecuencias de derecho


entre los comerciantes o cuando se realice una operación mercantil.

Por eso se dice que el objeto del acto de comercio puede ser:

a.

b. directo, o

c. indirecto.

Objeto desde el punto de vista Directo.

Consiste en la creación, transmisión, modificación o reconocimiento o


extinción de derechos y obligaciones dentro de la actividades comerciales o en
el ámbito mercantil. Esto quiere decir, que las personas que al realizar cualquiera
de las actividades consagradas en el artículo 75 del código de comercio, —que
ya se estudiaron—, como actividad u ocupación habitual, estarán produciendo
directamente actos de comercio.

Objeto desde el punto de vista Indirecto.

El segundo consiste en realizar la actividad mercantil, con lo que se cumple


el cometido comercial que se tiene encomendado. Esto quiere decir, que los
actos que se realicen estarán vinculados con la obligación, según sea el caso, de
Dar, Hacer o No Hacer. (Véase figura 11)

Figura 11
Las obligaciones de dar, hacer o no hacer siempre serán las consecuencias
de derecho que emanarán de los actos de comercio según la naturaleza del
mismo.

Requisitos

Para que se pueda realizar un acto de comercio, debe de cumplir


determinados requisitos.

El objeto debe tener los siguientes requisitos:

1.- Debe ser posible física y jurídicamente (estar dentro del comercio)

2.- Debe ser lícito, permitido por la ley

3.- Debe ser realizado dentro del marco jurídico, sin tener que cubrir una
forma específica, cuando sea permitido deberá realizarse por escrito y
con las formalidades que prevea la ley, también podrá realizarse en forma
verbal (sin mayor formalidad) y actualmente también
por medios electrónicos u ópticos.

2. Las partes en el comercio son los comerciantes. (Véase figura 12)


Los comerciantes son los sujetos en toda relación de carácter mercantil.
Éstos pueden ser personas físicas o morales que practiquen
habitualmente y profesionalmente actos de comercio teniendo capacidad
legal para hacerlo. También son comerciantes para efecto de la ley
mercantil, las personas físicas que accidentalmente realicen operación
comercial. (Véase figura 13)

De acuerdo al artículo 3 fracción primera del código de comercio, dice que


son comerciantes, las personas que, teniendo capacidad legal para ejercer el
comercio, hacen de él su ocupación ordinaria, lo que significa no la realización
de actos aislados, sino de varios de ellos, es decir, el ejercicio de una actividad
comercial.

La capacidad legal a que se refiere dicho precepto, es la capacidad de ejercer


el comercio de manera habitual, esto es puedan obligarse a contratar de acuerdo
a las leyes mercantiles y con propósito de lucro.

Por lo que se refiere a las fracciones 2 y 3 del mismo artículo, se refiere a los
comerciantes bajo el concepto de sociedades mercantiles. Son comerciantes las
personas morales que se constituyan con arreglo a la legislación a la legislación
mercantil, previa satisfacción de los requisitos establecidos en la misma, así
como las demás leyes del país.

También se considera comerciantes a los comerciantes extranjeros, siempre


y cuando tengan capacidad legal para conforme a las leyes mexicanas para
funcionar.

Se entiende por comerciante extranjero, la persona física que puede ejercer


el comercio y le son aplicables los procedimientos y requisitos establecidos en la
legislación mercantil, sin más limitaciones que las dispuestas por las leyes en
cuanto al derecho

También son comerciantes las sociedades legalmente constituidas en el


extranjero establecidas en la república o tengan aquí alguna agencia o sucursal,
siempre y cuando se constituyan con arreglo a la legislación mercantil, cumplan
con los requisitos y obligaciones de los comerciantes, realicen actos de comercio
y se sujeten a la jurisdicción de los tribunales mexicanos.
Figura 13

Los efectos del acto de comercio son producir consecuencias de derecho.

Esto significa que al realizar un acto de comercio se creen, modifiquen,


transmitan declaren o extingan derechos y obligaciones entre los comerciantes,
y por tanto se que producirán obligaciones de dar, hacer o no hacer y en algunos
casos, también la declaración de un derecho.

También existen, los efectos cuando emanan de la realización de la actividad


encomendada al comerciante y del objeto mismo del acto de comercio surtiendo
sus efecto frente a terceros , que pueden ser órganos de la
Administración Pública Federal, otras entidades públicas y desde luego los
particulares. Entonces los actos que se realicen serán destinados a actos de
comercio sin importar que la persona que efectúa el acto sea comerciante, pero
siempre la persona que reciba el beneficio, deberá serlo.

En forma esquematizada el presente capítulo quedó expresado de la


siguiente manera:
Régimen para la realización del acto de comercio

Requisitos legales

a) Título oneroso: Es lo contrario a gratuito. Toda compra que realice


un comerciante, para que sea un acto de comercio, debe efectuarse
abonando un importe en dinero, con un bien o prestar un servicio.
b) Cosa mueble: Son aquellos bienes que se pueden trasladar de un
lugar a otro sin modificar su estructura ya sea por sí misma o por acción
externa (mesa, animales, etc.)
c) Propósito de lucro: lucro es sinónimo de ganancia. Cuando se
compra la cosa debe existir el propósito de obtener un beneficio con su
venta, aunque luego no se logre.
Actos no comerciales

Según el código de comercio los siguientes actos no son comerciales:

a) La compraventa de inmuebles (bienes raíces, casas, etc.)


b) La compra de bienes para consumo personal.
c) La venta privada de objetos personales.
d) La venta de frutos y ganado que realicen los labradores y
hacendados.

Islación sobre actos de comercio

Como todos sabemos los actos de comercio significa actos jurídicos regidos
por el derecho comercial. En muchos casos un acto único de comercio está
compuesto, en realidad, por una serie de actos jurídicos que, si bien tomados
aisladamente podrían ser actos independientes o autónomos, se encuentran
vinculados entre sí social y económicamente, y son disciplinados por el derecho
comercial.

Según esta definición nos permitirá con mayor facilidad poder ubicar aquellos
actos en el código civil en el caso de Perú, sabiendo de la inminente “civilización
del derecho comercial”.

el código del comercio

A inicios a un nuevo milenio, aún contamos con un instrumento normativo


comercial de comienzos del siglo pasado, nos estamos refiriendo a nuestro
Código de Comercio de 1902 el cual en sus 99 años de vigencia ha sufrido una
serie de cambios y modificaciones; por lo que, a la fecha muchas de las
instituciones que formaban parte de su contenido original, tales como las
compañías mercantiles, los títulos valores, la quiebra, entre otras, han sido
derogadas y pasado a ser reguladas por leyes especiales e inclusive por el
Código Civil de 1984 en lo relativo a los contratos; habiéndose iniciado un
proceso de decodificación de las normas mercantiles y de unificación de las
obligaciones.

El proceso de decodificación de las leyes mercantiles

Si bien aún nuestra ley mercantil más importante es el Código de Comercio,


a su lado existe un conjunto de leyes que han ido supliendo las deficiencias y
llenado los vacíos advertidos en dicho cuerpo normativo a tal punto que tales
leyes han pasado a regular las principales instituciones del derecho mercantil;
por lo que, la tendencia es que se pase de un sistema legislativo de codificación
a uno de leyes especiales, ya que este último se adecua más a las necesidades
del cambiante derecho mercantil, pues tiene la ventaja de favorecer la reforma
de las normas sin romper su unidad orgánica.

La decodificación del derecho mercantil se pone de manifiesto cuando


en sustitución de un único Código de Comercio, que regule toda la materia
mercantil, se dictan leyes diversas para regular sus principales instituciones: las
sociedades, los títulos valores, el mercado de valores, la propiedad industrial, la
quiebra, etc. Este proceso se viene dando en el Perú con la dación de diversas
leyes especiales como: la Ley General de Sociedades, la Ley de Títulos Valores,
la Ley de Reestructuración Patrimonial, la Ley del Mercado de Valores, entre
otras; y culminará con la derogación total del Código de Comercio de 1902 por
una ley marco, y no por un nuevo código, nos referimos a la Ley Marco del
Empresariado.

La unificación de las obligaciones civiles y mercantiles

La evolución de la sociedad motivó que la distinción entre ciudadanos y


comerciantes y entre actividades civiles y comerciales se fuera desvaneciendo,
pues el ciudadano se vio forzado a realizar transacciones de carácter comercial.
Por lo que, empezó a surgir dudas respecto a que ordenamiento aplicar (el D.
Civil o el D. Mercantil) en las transacciones mixtas; como en la compraventa
celebrada entre quien adquirió con ánimo de lucrar en la reventa (C- V Mercantil)
y quien readquirió el mismo bien para su consumo (C-V Civil). Estas dudas dieron
lugar a que se pensara en tres soluciones:

a) Mantener la autonomía del Derecho Mercantil;


b) La unificación de todo el Derecho Privado (civil y mercantil) en un
solo cuerpo legal; y,
c) La unificación parcial en cuanto a las obligaciones Civiles y
Mercantiles, en un código independiente (Código de las Obligaciones
Civiles y Mercantiles) o en el código civil.

Nuestro país optó por la tercera solución, iniciado un proceso de unificación


de la principal fuente de las obligaciones: los contratos; la misma que se
manifestó en C. Civil de 1984 al establecer en su Art. 1,353 que todos los
contratos de Derecho Privado, inclusive los innominados, quedan sometidos a
sus reglas generales, derogando tácitamente las disposiciones análogas
contenidas en el Código de Comercio. Asimismo, el Art. 2112 del referido
ordenamiento civil prescribió que los contratos de compraventa, permuta, mutuo,
depósito y fianza mercantil, se regirán por el Código Civil, derogando los artículos
del Código de Comercio que regulaban dichos contratos.

el código civil

Es de importancia en hacer la aclaración que los actos de comercio que


realiza un sujeto se encuentran permitidos por el código civil que como ya vimos
atrás está siendo utilizado para regular actividades mercantiles en la actualidad.
Es por eso que los actos comerciales, realizados por cualquier sujeto sea
empresario o no pero que tengan un fin de lucrar, más usuales en la vida real y
por tanto mercantil son los realizados en los contratos de naturaleza mercantil.
Por eso es de suma importancia analizar dichos contratos de forma muy breve
para saber que estando realizando estos contratos, estamos realizando actos de
comercio por sentido común.
Contratos mercantiles en el código civil

La organización es llevada a cabo antes y durante el desarrollo de la actividad


comercial y consiste en obtener todos los elementos necesarios para desarrollar
la actividad propuesta, mediante la realización de una serie de actos tales como
la celebración de contratos de compra venta, arrendamiento, comodato,
suministro, etc.

A continuación, presentaremos algunos contratos de naturaleza mercantil


que se encuentran en el código civil:

Contrato de mutuo

Art. 1648: “por el mutuo, el mutuante se obliga a entregar al mutuatario una


determinada cantidad de dinero o bienes consumibles, a cambio de que se le
devuelvan otros de la misma especie, calidad o cantidad” Es cuando el mutuante
se obliga a entregar al mutuatario una determinada cantidad de dinero o de
bienes consumibles, a cambio de que se le devuelvan otros de la misma especie,
calidad o cantidad.

Deposito

Art. 1756: “son modalidades de la prestación de servicios nominados:

a. La Locación De Servicios
b. El Contrato De Obra
c. El Mandato
d. El Deposito
e. El Secuestro

El depósito es una modalidad de la prestación de servicios que consiste en


la obligación del depositario de recibir un bien para custodiarlo y devolverlo
cuando lo solicite el depositante. Se presume su gratuidad, salvo que, por pacto
distinto o por la calidad profesional, por la actividad del depositario u otras
circunstancias, se deduzca que es remunerado. Además, el depositario no puede
usar el bien en provecho propio ni de tercero, excepto autorización expresa del
depositario o del juez.

Contrato de arrendamiento.

Art. 1666: “por el arrendamiento el arrendador se obliga a ceder


temporalmente al arrendatario el uso de un bien por cierta renta convenida”

El Código Civil vigente señala, en su artículo 1677, que: “El contrato de


arrendamiento financiero se rige por su legislación especial y, supletoriamente,
por el presente título (Título VI -Arrendamiento- de la sección segunda -contratos
nominados- del libro VII -Fuentes de las obligaciones) y los artículos 1419 a 1425
(referidos al contrato de opción), en cuanto sean aplicables”.

Contrato de fianza

Art. 1868: “por fianza el fiador se obliga frente al acreedor a cumplir


determinada prestación, en garantía de una obligación ajena, si esta no es
cumplida por el deudor”.

Dentro del ámbito laboral, es usual escuchar varios tipos de contrato de


vinculación, el que implica un término fijo, el que implica uno indefinido, el que se
soporta en la prestación de servicios y del que nos ocuparemos en esta ocasión;
el contrato de dirección y confianza.

Contrato de mandato

Art. 1790: “el mandato se presume oneroso si el monto de la retribución no


ha sido pactado, se fija sobre la base de las tarifas del oficio o profesión del
mandatario; a falta de estas, por los usos; y, a falta de unas y otros, por el juez”

En relación al contrato de compraventa que celebra la empresa locadora con


el proveedor, algunos autores han creído ver en él un contrato de mandato. Los
que comparten esta opinión se encuentran divididos al señalar quiénes ocupan
la calidad de mandante y mandatario.

Sujetos del derecho

Se da el nombre de sujeto o persona a todo ente capaz de ser titular de


derechos y obligaciones.

Se distinguen dos clases de personas para el Derecho:

Las físicas o individuales: Corresponde al sujeto jurídico individual, es decir,


al hombre, en cuanto tiene obligaciones y derechos. García Máynez, lo define
como personas físicas a los hombres, en cuanto sujeto de derechos.

Las morales o también llamadas jurídicas o colectivas: Corresponde a las


asociaciones dotadas de personalidad (un sindicato o una sociedad mercantil).

Respecto a este último caso, el artículo 25 del Código Civil del Distrito Federal
declara que son personas morales:

 La Nación, los Estados y los Municipios.


 Las demás corporaciones de carácter público reconocidas por a la
ley.
 Las sociedades civiles y mercantiles.
 Los sindicatos, las asociaciones profesionales y las demás a que
se refiere la fracción XVI del artículo 123 de la Constitución Federal.
 Las sociedades cooperativas y mutualistas.
 Las asociaciones distintas de las enumeradas que se propongan
fines políticos, científicas, artísticos, de recreo, o cualquier otro fin lícito,
siempre que no fueren desconocidas por la Ley.

Respecto a las personas físicamente consideradas, el Código Civil del


Distrito Federal, en su artículo 22 define la capacidad jurídica de las mismas, al
establecer que aquélla se adquiere con el nacimiento y se pierde con la muerte
añadiendo “que desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo
la protección de la ley y se le tiene por nacido”. La capacidad jurídica se divide
en capacidad de goce y en capacidad de ejercicio.

La capacidad de goce se tiene desde el nacimiento hasta la muerte; pero


para tener la capacidad de ejercicio se requiere la mayoría de edad que se
adquiere a los dieciocho años, conforme al artículo 34 de la Constitución.

En consecuencia, los menores de edad, al igual que los incapacitados


mayores de edad, aun cuando gocen de los derechos civiles no pueden
ejercitarlos por sí mismos, sino a través de representante legal que puede ser:
en los casos de menores de edad, a través de sus padres en ejercicio de la patria
potestad; y de los incapacitados a través de tutores nombrados al efecto.

Por último, cabe destacar que los derechos y obligaciones contraídas por las
personas físicas, no siempre terminan con la muerte y así el artículo 1281 del
Código Civil para el Distrito Federal, al definir el concepto de herencia lo hace
diciendo que: “es la sucesión en todos los bienes del difunto y en todos sus
derechos y obligaciones que no se extinguen por la muerte”. Es preciso distinguir
que la capacidad jurídica de goce y ejercicio de los derechos y obligaciones se
extingue en la persona jurídica individual con la muerte, pero los derechos
adquiridos y las obligaciones contraídas por el difunto pasan a sus herederos
que, así, no quedan extinguidos por la muerta del autor de la sucesión. En otras
palabras, lo que se extingue con la muerte es la capacidad de goce y ejercicio, lo
que no se extingue por la muerte son los derechos y obligaciones del difunto que
suceden o pasan a sus herederos.

El tratadista alemán Savigny definió a las “personas morales como seres


creados artificialmente, capaces de tener un patrimonio”. Por otra parte, Ferrara
consideró las personas jurídicas colectivas como “asociaciones o instituciones
formadas para la consecución de un fin y reconocidas por la ordenación jurídica
como sujetos de derecho”.
La definición anterior proporciona los elementos de las personas colectivas,
a saber:

 Una asociación de hombres.


 El fin a cuyo logro se encuentren destinadas.
 El reconocimiento por el Derecho objetivo.

Analizado lo anterior por partes:

 Una asociación de hombres. - En toda persona jurídica colectiva


existe una asociación más o menos numerosa de individuos, que tienden
a la consecución de un fin. Los miembros de la colectividad pueden ser en
número determinado o indeterminado; es decir, algunas veces existe una
limitación numérica y otras la persona tiene un número indeterminado y
variable de socios.
 El fin a cuyo logro se encuentran destinadas. - De acuerdo con la
índole del fin pueden las personas colectivas ser clasificadas en personas
jurídicas de interés privado y de en personas jurídicas de utilidad pública.
Dentro de las primeras caben las sociedades civiles o mercantiles, los
sindicatos, las asociaciones profesionales, las sociedades cooperativas y
mutualistas y las asociaciones distintas de las enumeradas que se
propongan fines políticos, científicos, artísticos, de recreo cualquier otro
fin lícito, siempre que no fueren desconocidas por la ley. Dentro de las
personas jurídicas colectivas de interés público se mencionan a la Nación,
los Estados y los municipios y las demás corporaciones de carácter público
reconocidas por la ley, como sería, la Universidad Nacional Autónoma de
México.
 El reconocimiento por el Derecho objetivo. - Gracias al
reconocimiento las pluralidades de individuos o personas, consagrados a
la consecución de un fin, se transforman en un sujeto único, diverso de las
personas que la integran.

Respecto al segundo punto (el fin), el propio jurista Ferrara señalaba como
requisitos de los fines de las corporaciones los siguientes: determinación,
posibilidad y licitud.

Los fines de las personas jurídicas colectivas se clasifican también en


generales y especiales. Tienen finalidad general las corporaciones naturales y
territoriales como, por ejemplo, el municipio, la provincia o el Estado. Las demás
persiguen fines especiales, más o menos definidos, como podría ser los
numerosos objetos sociales de las empresas mercantiles que funcionan en el
medio mexicano.

Por último, las personas jurídicas colectivas pueden perseguir uno o varios
fines y lo último ocurre con las de carácter mixto que son las que tratan de realizar
finalidades de diversas índoles, como de instrucción y caridad, de beneficencia y
de crédito, religiosas y educativas, etc. Cuando una persona jurídica colectiva se
aparte del objeto social, surge al calificativo de ultra vires (Más allá de su
autoridad).

Si bien es cierto que gracias a la voluntad de las personas constituyentes de


la entidad jurídica colectiva es como ésta surge como sujeto de derecho, tal
voluntad sólo puede formar el elemento material o substrato, de las personas
jurídicas colectivas. El elemento formal y constitutivo ya no depende de la
voluntad individual de los mismos integrantes de la persona jurídica colectiva,
sino que es obra del derecho.

El valor que tiene el reconocimiento por el Derecho objetivo para la


constitución de los entes colectivos es real y efectivamente constitutivo, o sea,
que sin el reconocimiento del Derecho positivo no puede existir, ni surgir la
entidad jurídica colectiva. La elevación a sujeto de derecho es creación y
atribución de una cualidad jurídica que deriva del Derecho objetivo y tiene el
carácter técnico de una concesión administrativa. El Estado obra como órgano
del Derecho concediendo la personalidad, y obra constitutivamente.

Sujetos del derecho administrativo en la Doctrina Mexicana

“El aparato estatal que ejerce las actividades administrativas, como bien
observa el distinguido profesor brasileño Celso Antonio Bandeira de Mello, está
compuesto por la propia persona del Estado, actuando por medio de sus
unidades interiores -los órganos- y por otras personas jurídicas que crea para
auxiliarse en sus menesteres, o sea los entes autárquicos, las empresas
públicas, las sociedades de economía mixta y las fundaciones gubernamentales
que en la terminología legal brasileña componen la administración indirecta.

En consecuencia, el Estado y las otras personas jurídicas por él creadas y


que con él coparticipan en el ejercicio de las actividades administrativas, integran
el universo de sujetos del derecho administrativo, mas como todas esas personas
jurídicas son entes abstractos, o sea, no tienen inteligencia ni voluntad ni acción,
es decir, no pueden, por sí mismos, conocer ni querer ni actuar, requieren del
apoyo de la inteligencia, de la voluntad y de la acción de personas físicas, que
son los servidores públicos, quienes, por tal motivo, también son sujetos del
derecho administrativo.

Además, el Estado se relaciona con particulares, bien sea por razones


contractuales o en ejercicio de su poder de policía, por lo que tales particulares
se convierten, también, en sujetos del derecho administrativo; en consecuencia,
el universo de sujetos del derecho administrativo se integra con las personas
jurídicas de derecho público que participan en el quehacer administrativo, las
personas físicas de los servidores públicos y por los particulares -personas físicas
o jurídicas- que se relacionan con el Estado; por ello, en opinión del profesor
italiano Guido Zanobini: “En el campo del derecho administrativo tales sujetos
son, por una parte la administración pública o sea el Estado y sus entes
auxiliares; por el otro los administrados, comprendidos sin distinción los
ciudadanos y súbditos. El primer grupo constituye los sujetos activos de la
potestad administrativa; el segundo los sujetos pasivos de la misma”.” (Derecho
administrativo y administración pública, de Jorge Fernández Ruiz)

EFECTOS del acto de comercio

Los efectos del acto de comercio son producir consecuencias de derecho.


Esto significa que al realizar un acto de comercio se creen, modifiquen,
transmitan declaren o extingan derechos y obligaciones entre los comerciantes,
y por tanto sé que producirán obligaciones de dar, hacer o no hacer y en algunos
casos, también la declaración de un derecho.

También existen, los efectos cuando emanan de la realización de la actividad


encomendada al comerciante y del objeto mismo del acto de comercio surtiendo
su efecto frente a terceros, que pueden ser órganos de la Administración Pública
Federal, otras entidades públicas y desde luego los particulares.

Las partes en el comercio son los comerciantes, la ley declara comerciantes


a todos los individuos que, teniendo capacidad legal para contratar, ejercen de
cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello profesión habitual. Se llama
en general comerciante, toda persona que hace profesión de la compra o venta
de mercaderías, el que compra y hace fabricar mercaderías para vender por
mayor o menor.

Los comerciantes son los sujetos en toda relación de carácter mercantil.


Éstos pueden ser personas físicas o morales que practiquen habitualmente y
profesionalmente actos de comercio teniendo capacidad legal para hacerlo.
También son comerciantes para efecto de la ley mercantil, las personas físicas
que accidentalmente realicen operación comercial.
De acuerdo al artículo 3 fracción primera del código de comercio, dice que
son comerciantes, las personas que, teniendo capacidad legal para ejercer el
comercio, hacen de él su ocupación ordinaria, lo que significa no la realización
de actos aislados, sino de varios de ellos, es decir, el ejercicio de una actividad
comercial.

También se considera comerciantes a los comerciantes extranjeros, siempre


y cuando tengan capacidad legal para conforme a las leyes mexicanas para
funcionar. Se entiende por comerciante extranjero, la persona física que puede
ejercer el comercio y le son aplicables los procedimientos y requisitos
establecidos en la legislación mercantil, sin más limitaciones que las dispuestas
por las leyes en cuanto al derecho

También son comerciantes las sociedades legalmente constituidas en el


extranjero establecidas en la república o tengan aquí alguna agencia o sucursal.

Existe una relación muy estrecha entre acto jurídico y acto de comercio, el
acto jurídico es Genérico y el acto de comercio es la especie dentro del acto
jurídico, en otras palabras todo acto realizado con apego a la ley o que este
descrita por esta es un acto jurídico porque se reglamenta por la ley x, ahora bien
el acto de comercio a su vez es un acto jurídico porque está reglamentado por la
ley comercial que si bien es una ley especial la de comercio es ley, por lo que
concluimos que todo acto de comercio es un acto jurídico pero no todo acto
jurídico es un acto de comercio dicho esto, podemos definir como acto de
comercio, a algo perteneciente al ámbito legal que hace referencia a la
adquisición que se realiza, a través de la concreción de un pago, de un producto
o de los derechos sobre él, con el objetivo de obtener un lucro posterior.

Esta ganancia puede surgir del mismo estado que tenía el producto al
momento de la compra o de alguna transformación que modificó su valor.

El uso jurídico del concepto de acto de comercio se aplica sobre las cosas
muebles, es decir, las que pueden movilizarse sin que su estructura cambie; su
contrapartida, las inmuebles, son edificios o terrenos. El acto de comercio, en
definitiva, es el acto jurídico que distingue entre casos que entran en la órbita del
derecho mercantil y aquellos propios de la rama civil Existen, de todas formas,
actos mixtos (con un doble carácter). La regulación de los actos de comercio
depende de las normativas vigentes en cada país. Estas normas se encargan de
establecer el alcance, la capacidad y la competencia de dichos actos, según los
procedimientos que le correspondan.

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