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Unidad didáctica 2: Técnicas de control de la activación: psicológicos formación
relajación y respiración
ENTRENAMIENTO AUTÓGENO
Este método de relajación fue desarrollado por Schultz (1972) y se denomina autógeno porque es auto-
generado. Este procedimiento tiene por objetivo que el propio sujeto se genere él mismo un estado de
relajación. Se basa en el hecho de que una representación mental es capaz de generar en el sujeto un
cambio corporal correspondiente a aquella representación. En este caso, la representación mental que se
induce (y, por lo tanto, el estado que se induce) es la desconexión general del organismo, lo que implica
un cambio en el estado de conciencia del sujeto, aunque esta desconexión no es tan profunda como la
inducida mediante la hipnosis (uno de los antecedentes del entrenamiento autógeno).
Existe acuerdo en cuanto a los elementos que aportan eficacia a esta técnica como método de reducción
de la activación.
Por una parte, la eficacia del procedimiento proviene de la disminución que genera en la estimulación
cerebral aferente. Así, parece que la disminución durante un determinado periodo de tiempo de la esti-
mulación procedente del exterior que recibe el cerebro se codifica a nivel del hipotálamo y se traduce en
una disminución de la actividad ergotrófica (disminución del sistema simpático) y un incremento en la
actividad trofotrófica (aumento de la actividad parasimpática).
En segundo lugar, existe el efecto inducido por la concentración pasiva, que parece que contribuye
también a la disminución en la actividad nerviosa del sistema simpático.
Por último, parece también que la repetición mental de frases de inducción de sensaciones de calor
y peso mimetiza los efectos de la activación trofotrófica (parasimpática).
En general, se ha comprobado que el contenido de las frases que se emplean para la inducción de las
diversas sensaciones es, quizá, lo menos relevante en cuanto a la eficacia, pues lo que resulta importante
es la concentración pasiva que realiza el sujeto cuando las repite, que favorece la desactivación a nivel del
sistema simpático y, por lo tanto, favorece el estado de desconexión.
Entre las ventajas de esta técnica está el hecho de que favorece un estado de relajación general, con to-
dos los cambios fisiológicos que ello conlleva; además del hecho de que, en este procedimiento, el sujeto
tiene un papel muy activo, pues es él mismo quien se induce todos estos cambios. Como inconveniente,
debemos considerar el largo periodo de tiempo que, según su autor, se necesita para su aprendizaje.
Schultz sugirió un periodo de entrenamiento de dos años solo para el primer ciclo, aunque otros autores
han mostrado que se puede aprender en menos tiempo, consiguiendo resultados similares (formas redu-
cidas de entrenamiento autógeno). Por otra parte, es un procedimiento cuya utilización no resulta fácil en
todos los momentos o lugares, pues se requiere de un ambiente especial para llevarlo a cabo.
Una cuestión que también se debe tener en cuenta es que las diferencias que existen en la capacidad de
autosugestión entre las personas harán que la técnica sea más efectiva en unas que en otras.
ENTRENAMIENTO AUTÓGENO
Este estado se consigue con el entrenamiento autógeno, mediante una serie de ejercicios que se divi-
den en dos ciclos: un ciclo inferior y otro superior; aunque la práctica más extendida se centra en el
primero de estos ciclos.