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Concepto de la acción

Acción es la conducta voluntaria que consiste en un movimiento del organismo


destinado a producir cierto cambio, o la posibilidad, en el exterior del mundo, de
vulnerar una norma prohibitiva que está dirigida a un fin u objetivo.52 La conducta
activa debe ser voluntaria. Si es involuntaria (por ejemplo, en el caso fortuito), la
acción se excluye del campo delictivo. La conducta activa debe exteriorizarse en el
mundo material; si ocurre en el fuero interno y no llega a manifestarse, la acción
también se excluye del campo delictivo. La posibilidad de cambio se da en los delitos
frustrados y en la tentativa. En estos delitos no es imprescindible que se produzca el
cambio, en tal virtud quedan sujetos a sanción delictiva.

a. El comportamiento humano
El comportamiento o conducta es el primero de los requisitos exigibles respecto a
cualquier hecho que se quiera (des)valorar desde el punto de vista penal. Este
elemento común a todo delito puede consistir en una actuación positiva (acción) o en
una actuación negativa (omisión).
Afirmar la existencia del elemento conducta o comportamiento no supone confirmar
ya la existencia de un ilícito penal del que responda el sujeto, pues es preciso que,
además, se den el resto de elementos de la tipicidad, la antijuridicidad y la
culpabilidad.
La distinción entre derecho penal de acto y derecho penal de autor es una cuestión

sistemática, y fundamentalmente política e ideológica. Solo el derecho penal basado

en el acto cometido puede ser controlado y limitado democráticamente.

b. Formas del comportamiento humano


La conducta humana se manifiesta en el mundo externos en actos positivo y en
omisiones. Ambas formas de comportamiento son relevantes para el derecho
penal. Sobre ambas realidades ontológicas se construye el concepto de delito con
la adición de elementos fundamentales que lo caracterizan. La acción y la omisión
cumplen la función de elementos básicos de la teoría del delito. La realidad
ontológica del comportamiento humano solo adquiere relevancia jurídico penal en
la medida en que coincida con el correspondiente tipo.

La acción penal es el poder jurídico, jurídico, mediante cuyo ejercicio, a través de la


puesta en conocimiento de una noticia criminal, se solicita la apertura del proceso
penal o el enjuiciamiento. Para el fiscal poder-deber. Ejercicio de función. (San Martín,
2003, p.310)
Cuando una persona física o jurídica es víctima de un delito, mediante la acción penal
llevará ante el juez la situación para que juzgue los hechos. 
Una vez se comete un delito o falta nace la acción penal para castigar al culpable. No
tiene una pretensión como en la civil, exclusivamente su función es la acusación por la
comisión de un delito

Tipicidad 

Tiene como característica de lo que es típico  (representativo o particular de


algún tipo).
Su definición muchas veces puede utilizarse en el ámbito del derecho para nombrar a
lo que constituye una infracción ya que se arregla a una imagen que describe la ley.

la tipicidad presume la conciliación de una mando a los supuestos que describe la

legislación sobre una infracción Si la ejercicio que establece una ente de una

representación deliberada ajusta con la imagen que refieren las leyes como infracción ,

se estaría hablando de la tipicidad del hecho cometido.

. Este elemento dentro de la teoría del delito sirve como tanto como la anti-juridicidad y la
culpabilidad, a forma de garantía para la correcta configuración del tipo penal. Así, la tipicidad
se basa y se deriva en el principio nullum crimen sine lege stricta, scripta, praevia e certa,
gracias a este principio, no se pueden derivar acciones punibles de principios jurídicos generales
y sin un tipo fijado.

Carrillo, W. G. T. (2020). La tipicidad en la teoría del delito. Dominio de las Ciencias, 6(3), 141-


162.

2. Faz objetiva del tipo


a. Conducta Es toda actuación controlada y dirigida por la voluntad del hombre que
causa un resultado en el mundo fenomenológico.

b. Nexo entre la conducta y el resultado La prueba de la relación de causalidad es un


elemento imprescindible en los delitos de resultado para calificar como típica a la
conducta. La teoría causal más extendida y comúnmente admitida es la teoría de la
equivalencia de condiciones, si bien no en su versión tradicional (conditio sine qua
non) sino como teoría causal que explica lógicamente porque a una acción le sigue un
resultado en el mundo exterior, según las leyes de la naturaleza (Puppe). Una vez
constatada la existencia de una relación de causalidad, en algunos supuestos será
necesario comprobar que, además, la conducta es imputable a su autor. Esta
atribución se realiza, según la teoría de la imputación objetiva, en base a criterios
normativos limitadores de la causalidad natural. En primer lugar, habría que constatar
que la conducta o acción incrementó el riesgo prohibido y, a continuación, que el
riesgo creado fue el que se materializó efectivamente en el resultado producido.

3. Teoría de la imputación objetiva Ante la crítica doctrinal de la teoría de la causalidad


en España y Alemania, se elaboró esta teoría alternativa. Existen tipos penales de
cuya causalidad se duda o que, siendo causales, se duda de su tipicidad. El ejemplo
más claro de esta crítica son los delitos omisivos. En estos tipos, la no realización de
una conducta es lo que se pena, pero no es racionalmente posible atribuir a esa
inacción el posible resultado posterior, pues no se sabe qué sucedería si el agente
hubiese actuado como se lo pide la norma. Ante este obstáculo, la doctrina ha
elaborado la teoría del “riesgo típicamente relevante”, para poder atribuir tipicidad a
una acción. En primer lugar se analiza si, efectivamente, la conducta realizada
despliega un riesgo de entre los tutelados por la norma penal

4. Resultado El resultado es la consecuencia externa y observable derivada de la


acción (manifestación de voluntad). Los códigos penales castigan en algunos casos la
acción (delitos de simple actividad) y en otros el resultado que se deriva de esta
(delitos de resultado). Pero también puede haber conductas de no hacer o dejar de
hacer que traen como consecuencia un resultado y puede ser formal o material.

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