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¿Para qué es el arte?

común; lo que es sumamente lamentable, tanto para sus espectadores


como para quienes lo resguardan.
El mundo moderno considera el arte como algo muy importante,
cercano al siginificado de la vida. La evidencia de este elevado aprecio ¿Y si el arte tuviera un propósito que puede definirse y discutirse
puede encontrarse en la apertura de nuevos museos, la canalización de forma sencilla? El arte puede ser una herramienta. Necesitamos
de recursos significativos gubernamentales hacia la producción y enfocarnos más claramente en qué clase de herramienta es y lo que
exhibición de arte, el deseo de quienes custodian el arte por ampliar puede hacer por nosotros.
el acceso a las obras (especialmente en beneficio de los niños y las
minorías), el prestigio de la teoría del arte dentro de la academia y las
altas valuaciones del mercado del arte comercial.
El arte como herramienta
Como otras herramientas, el arte tiene el poder de aumentar nuestras
A pesar de todo esto, nuestros encuentros con el arte no siempre son capacidades por encima de lo que la naturaleza nos dio originalmente.
tan buenos como podrían serlo. Es probable que salgamos de museos y El arte compensa ciertas debilidades innatas, en este caso de la mente
exposiciones de prestigio con una sensación de indiferencia, o incluso más que del cuerpo, debilidades que podríamos llamar fragilidades
desconcertados y sintiéndonos incompetentes, preguntándonos por psicológicas.
qué no se dio la ,experiencia transformadora que habíamos anticipado.
Es natural culparse a uno mismo, asumir que el problema se debe a Este libro propone que el arte (una categoría que incluye obras de
una falta de conocimiento o capacidad para sentir. diseño, arquitectura y artesanía) es un medio terapéutico que puede
guiar, exhortar y consolar a sus espectadores, además de ayudarlos a
Este libro sostiene que el problema no se -encuentra principalmente en convertirse en mejores versiones de sí mismos.
el individuo, sino en la manera en que el establishment enseña, vende
y presenta el arte. Desde inicios del siglo xx, nuestra relaciqn con el Una herramienta es una extensión del cuerpo que nos permite
arte se ha debilitado por una profunda renuencia institucional para realizar un deseo, que requerimos debido a una desventaja en nuestra
abordar la cuestión de para qué es el arte. Un asunto que se ha llegado composición física. Un cuchillo es una respuesta a nuestra necesidad, y
a percibir, bastante injustamente, como impaciente, ilegítimo y un al mismo tiempo incapacidad, de cortar. Una botella es una respuesta
tanto insolente. a nuestra necesidad, e incapacidad, de cargar agua. Para descubrir el
propósito del arte, debemos preguntarnos qué necesitamos hacer con
El dicho de "el arte por el arte" rechaza específicamente la idea de que nuestras mentes y emociones pero se nos dificulta. ¿Cómo podría
el arte podría serlo por algo en particular, y por lo tanto lo deja ayudarnos el arte a compensar nuestras fragilidades psicológicas?
en el elevado estatus de misterioso -y vulnerable- . A pesar de la Se identifican siete de ellas, y por lo tanto siete funciones del arte.
estima de la que goza el arte, a menudo su importancia se asume más Por supuesto, existen otras, pero éstas parecen estar entre las más
que explicarse. Su valor se interpreta como una cuestión de sentido conVIncentes y comunes.

4 5
Las siete 1
funciones Recordar
del arte Comencemos con la memoria: somos malos para recordar cosas. Resulta
inquietante que nuestras mentes sean capaces de perder información
importante, tanto factual como sensorial.

Escribir es la respuesta evidente a las consecuencias del olvido; el arte


es la segunda respuesta fundamental. Una historia fundacional sobre la
pintura ilustra justamente este motivo. Según el relato del historiador
romano Plinio el Viejo, con frecuencia representado en el arte europeo
de los siglos XVIII y XIX, un par de jóvenes muy enamorados debían
separarse, por lo que la mujer decidió trazar el contorno de la sombra
de su amante. Porque tenía miedo de perderlo, realizó un boceto
suyo en el costado de una tumba con la punta de un palo quemado.
La representación de la escena que hizo Regnault es particularmente
conmovedora (1). El suave cielo de la tarde insinúa el fin del último día
juntos de la pareja. Él, distraído, sostíene en una mano su flauta rústica,
emblema tradicional del pastor, mientras que a la izquierda un perro
mira a la mujer, recordándonos la fidelidad y la devoción. Ella crea una
imagen para que, cuando él se haya ido, sea capaz de recordarlo con
mayor claridad y fuerza; la forma precisa de su nariz, la manera en que
se enrollan sus rizos, la curva de su cuello y la elevación de su hombro
estad n presentes para ella, mientras, a muchos kilómetros de distancia,
él esté cuidando a sus animales en un valle verde.

No importa si esta pintura es una representación exacta de los orígenes No quiero olvidar
nunca cómo luces
del arte pictórico. El entendimiento que aporta pertenece más a la esta noche.
psicología que a la historia antigua. Regnault está planteando la gran
pregunta de "¿por qué nos importa el arte?", en lugar de tratar de resolver 1. j ea n·Bapr is[e
Regnaul[, Elorigm de
el acertijo menor sobre cuál fue el primer esfuerzo pictórico. La respuesta la pintura: Oibl(tades
que da es crucial. El arte nos ayuda a lograr algo que es de importancia dibujando el retrato
de un pastor, 1786
fundamental en nuestras vidas: aferrarnos a las cosas que amamos
cuando ya se han ido.

Consideremos el impulso de tomarle fotos a nuestras familias. El


deseo de tomar la cámara surge de la ansiedad que nos causan nuestras
debilidades cognitivas respecto al paso del tiempo: sabemos que nos
olvidaremos del Taj Mahal, de la caminata en el campo y, lo más
importante, de cómo se veía exactamente un niño cuando estaba
construyendo una casa de Lego en la alfombra de la sala a los siete años y
tres meses.

Sin embargo, lo que nos preocupa olvidar suele ser bastante particular.
No sólo está en juego algún aspecto de una persona o una escena:

El arte como terapia 8 9 M etod o logía


queremos recordar lo que realmente importa, y aquellos que
consideramos buenos artistas son, en parte, quienes parecen haber
tomado las decisiones correctas acerca de qué conmemorar y qué no.
En la imagen de Regnault, no es sólo la forma completa del amante
que se va lo que la mujer no quiere olvidar. Ella desea algo más
complejo e inaprensible: su personalidad y su esencia. Para lograr
esto, un objeto de arte necesita alcanzar cierto nivel de sofisticación.
Son muchas cosas las que podrían registrarse de una escena,
una persona o un lugar, pero algunas tienen más importancia que
otras. Consideramos que una obra de arte, que podría incluir una
fotografía de familia, es un éxito si logra destacar los elementos que
son valiosos pero difíciles de asir. Podríamos decir que las buenas obras
de arte identifican el núcleo del significado, mientras que a
las malas, aunque sin duda nos recuerdan a algo, se les escapa la
esencia. Son un souvenir vacío.

Johannes Vermeer merece al respecto su estatus de gran artista


precisamente porque supo cómo evocar los detalles correctos.
La dama representada en Mujer leyendo una carta a menudo habría
lucido distinta: aburrida, enfadada, ocupada, avergonzada o
risueña (2). Había muchas maneras de "pintarla", pero Vermeer
seleccionó una situación y un momento en particular, cuando ella
estaba tranquilamente ensimismada pensando en alguien o algo
distante. Al crear una atmósfera de intensa quietud transmitió su
capacidad de abstracción. La manera en que sus manos sostienen la
carta parece idiosincrásica: aprieta los puños ligeramente, pero otra
persona podría sostener la carta con los dedos abiertos. Quizás se
trate de algo que le quedó de su temprana infancia. Podemos percibir
su silenciosa intensidad en la ligera mueca de su boca mientras lee.
Vermeer nos anima a mirar detenidamente esta parte de su rostro
poniéndole como fondo un mapa de un color muy similar al de su piel,
casi como si su mente estuviera en algún lugar de éste. La luz cristalina
es, quizás, un poco como su mente, de una inteligencia emocional clara
y firme. Vermeer captura la esencia de la personalidad de su niñera.
No sólo es el registro de una persona, sino una imagen de cómo era
ésta durante un estado de ánimo particularmente característico.

Existen muchos ejemplos efímeros y hermosos de experiencias, y


el arte es una manera de preservarlas, pues para ello necesitamos
ayuda. Puede hacerse una analogía con la tarea de transportar
agua y la herramienta que nos ayuda a lograrlo. Imaginemos que
estamos en un parque en un día tempestuoso de abril. Miramos las
No s610 la 2. J oha nn es Ve rm ee r,
nubes y nos sentimos conmovidos por su belleza y su gracia. Dan la
observamos, MUjer de azul
sensación de estar deliciosamente separadas del ajetreo cotidiano de logramos saber lo leyendo una carta,

nuestras vidas. Dedicamos nuestros pensamientos a las nubes y por que es importante c. 1663
para e{{a.
un momento nos liberamos de nuestras preocupaciones, situándonos

El arte como terapia 10 11 Metodo logía


2
Esperanza
La categoría de arte que se ha mantenido popular de manera más
consistente es la de tipo alegre, placentero y bonito: los prados en
primavera, la sombra de los árboles en los cálidos días de verano,
los paisajes pastorales, los niños sonrientes. Esto puede ser muy
preocupante para las personas con gusto e inteligencia.

El amor a lo bonito a menudo se considera una reacción baja, incluso


"mala", pero merece atención por ser tan dominante y estar tan
difundido, además de que podría contener pistas importantes sobre la
función clave del arte. En el nivel más básico, disfrutamos las imágenes
bonitas porque nos gusta la cosa verdadera que representan. El jardín
acuático que pintó Monet es en sí mismo exquisito, y esta clase de arte
les resulta especialmente atractiva a las personas que no tienen eso que
retrata (4). No sería sorprendente encontrar una reproducción de una
pintura que evoca serenidad al aire libre en un departamento ruidoso y
urbano de un gran edificio.

Las preocupaciones sobre la belleza responden a dos aspectos. En primer


lugar, se supone que las imágenes bonitas alimentan el sentimentalismo.
en un contexto mucho más amplio que disipa las incesantes quejas de El sentimentalismo es un síntoma de una mala interacción con la
El arte es un tipo nuestros egos. Los estudios de las nubes de John Constable nos invitan a complejidad, con lo que realmente consideramos como problemas.
de balde muy
concentrarnos, mucho más de lo que lo haríamos normalmente, en las La imagen bonita parece sugerir que para que la vida sea buena,
c0l1zplejo.
distintivas texturas y formas de algunas nubes en particular, a observar simplemente necesitamos embellecer el departamento con la
sus variaciones de color y la manera en que se agrupan (3). El arte resta representación de algunas flores. Es como si le preguntáramos a la imagen
3. John Constable,
Estudio de las nubes
complejidad y nos ayuda a concentrarnos, aunque sea brevemente, en qué anda mal en el mundo y ésta nos respondiera: "No hay suficientes
de cirro, c. 1822
los aspectos más significativos. Al hacer estos estudios de las nubes, jardines acuáticos japoneses", con lo que parece ignorar los problemas
Constable no esperaba que nos interesáramos profundamente en la más urgentes que confronta la humanidad (principalmente económicos,
meteorología. La naturaleza exacta de una cumulonimbo no es el tema. pero también morales, políticos y sexuales). La propia inocencia y
simplicidad de la imagen parece actuar en contra de cualquier intento
En cambio, deseaba intensificar el significado emocional del silencioso
drama que se desarrolla diariamente sobre nuestras cabezas, poniéndolo por mejorar la vida como un todo. En segundo lugar, existe el miedo
más fácilmente a nuestra disposición y motivándonos a cederle el relacionado de que la belleza nos entumezca y nos impida permanecer
lo suficientemente críticos y alertas ante las injusticias que nos rodean.
protagonismo que merece.
Por ejemplo, un obrero de una fábrica de autos en Oxford podría
comprar una bonita postal del cercano palacio de Blenheim, residencia
histórica de los duques de Marlborough, y pasar por alto las injusticias
de los indignos aristócratas que lo poseen (5). Lo que preocupa es que
podamos sentirnos satisfechos y alegres muy fácilmente: que asumamos
una perspectiva demasiado optimista de la vida y el mundo. En pocas
palabras, que nos ilusionemos injustificadamente.

Sin embargo, estas preocupaciones suelen estar fuera de lugar. Lejos de


asumir una visión de color rosa y sentimental, la mayoría del tiempo

El arte como terapia 12 13 Mewdología


Como se veda la
esperanza.

6. He nri Malisse)
La dallZO (1/), 1909

La gente sil/mucha Tú tienes la postal,


educaci6n en arte yo me quedo COI! el
tiende a pensar palacio.
qlle éste deberfa
tratarse de "cosas
S. John Va n brugh,
bonitas". La élite Palacio de Blcnheim,
cultural se pone
c. 1724
II1l1y nerviosa con
ello. La belleza
ha estado bajo
sospecha desde hace
bastante tiempo.

4. CJaud~ Monet,
Estanque de
nemífares, 1899

El arte como terapia 14 15 Metodología


sufrimos de un exceso de oscurid ad. Estamos demasiado conscientes de
Es dulce, ¿pero por
los problemas y las injusticias del 111 U ndo, sólo que nos sentimos débiles y qué podría taml"/ ,,
pequeños frente a ellos. La alegría es un logro y la esperanza es algo que hacem os llorar?
debe celebrarse. El optimismo es importante porque muchos resultados
los determina qué tanto de éste ponemos en la tarea. Es un ingrediente 7. V irgen y niño de
Sa inre-Chapelle.
importante del éxito. Esto desafía la opinión de la élite de que el talento ames de 1279
es el principal requisito para tener una buena vida, pues en muchos casos
la diferencia entre el éxito y el fracaso depende únicamente de nuestro
sentido de lo que es posible y la energía que exhibimos para convencer a
otros de nuestro valor. Podríamos estar condenados no por una falta de
destreza, sino por una ausencia de esperanza. Los problemas de hoy rara
vez son creados por personas que tienen una visión demasiado buena de
las cosas; es justamente porque los problemas del mundo llaman nuestra
atención de manera tan continua que necesitamos herramientas para
preservar nuestro carácter optimista.

Las bailarinas de la pintura de Matisse no niegan los problemas de este


planeta, pero desde el punto de vista de nuestra relación imperfecta y
en conflicto -aunque ordinaria- con la realidad, podemos recurrir a
su actitud para darnos ánimo (6). Nos ponen en contacto con una parte
alegre y despreocupada de nosotros mismos que puede ayudarnos a lidiar
con los inevitables rechazos y humillaciones. La imagen no supone que
todo está bien, sugiere que las mujeres siempre disfrutan de la compañía
de otras y establecen vínculos para apoyarse mutuamente.

Si el mundo fuera un lugar más amable, quizás nos impresionarían


menos -y necesitaríamos menos- las obras de arte bonitas. U na de
las características más extrañas del arte es su poder, en ocasiones, para
conmovernos hasta las lágrimas; no cuando se nos presenta una imagen
espeluznante o aterradora, sino una obra de tal gracia y encanto que
logre, por un momento, rompernos el corazón. ¿Qué es lo que nos sucede
en estos momentos especiales de intensa sensibilidad ante la belleza?

El rasgo más notable de la pequeña estatuilla de marfil de la Virgen -de


sólo 41 cm (16 1)¡ pulgadas) de altura- es su cara (7). Se trata de un rostro
de bienvenida, el tipo de mirada que esperamos recibir cuando alguien
se alegra incondicionalmente de vernos. Podría recordarnos lo poco que
nos hemos encontrado con, o hemos concedido, semejante sonrisa. La
Madonna luce llena de vida, y el incipiente regocijo, que parece poder
estallar en cualquier momento, está lleno de bondad. Es la clase de
buen humor que incluye, que no se burla. Su belleza puede provocar
sentimientos encontrados. Por un lado, estamos encantados por la
consciencia de cómo debería ser la vida más a menudo; por el otro, nos
aflige la aguda sensación de que por lo general no es así. Quizás sentimos
un dolor de ternura por toda la inocencia perdida del mundo. La belleza
puede hacer que la fealdad real de la existencia sea aún más difícil de
sobrellevar.

El arte como terapia 16


17 Metodo logía
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Entre más difíciles sean nuestras vidas, podría conmovernos más la Más que bonito,
graciosa representación de una flor. Las lágrimas -si las hay- no son es un "ideal".
una respuesta a lo triste de la imagen sino a lo bonita que es. El hombre
que pintó un cuadro de un modesto pero hermoso crisantemo en un 10. Thomas
Hi1milton ,
florero estaba, como sugiere su autorretrato, intensamente consciente Colegio Real
de la tragedia de la existencia (8, 9). El autorretrato debería ponerle fin a de Médicos,
Edimburgo, 1845
cualquier preocupación de que el artista nos presenta una imagen alegre
debido a una inocencia fuera de lugar. Henri Fantin-Latour conocía la
tragedia, pero su relación con ésta lo hacía mucho más consciente de sus
opuestos.

Consideremos la diferencia entre un niño jugando con un adulto


y un adulto jugando con un niño. La alegría del niño es inocente y
preciosa. Pero la alegría del adulto se sitúa dentro del recuerdo de las
tribulaciones de la existencia, lo que la hace enternecedora. Eso es lo
que nos "mueve" y a veces nos hace llorar. Condenar al arte refinado y
dulce como sentimental yen negación es una pérdida. De hecho, esas
obras sólo pueden afectarnos porque sabemos cómo es normalmente la
realidad. El placer del arte bonito se vale de la falta de satisfacción: si
no encontráramos la vida difícil, la belleza no tendría el atractivo
que tiene. Si quisiéramos crear un robot capaz de amar la belleza,
tendríamos que hacer algo bastante cruel y asegurarnos de que pueda
odiarse a sí mismo, sentirse confundido y frustrado, sufrir y anhelar
es que si nos sentimos atraídos hacia esos objetos simplificados, si los
no tener que hacerlo, porque es frente a esto que e! arte bello se vuelve
elogiamos y disfrutamos, seremos injustos con la realidad.
importante para nosotros, más que simplemente agradable. No es que
debamos preocuparnos: al menos por los siguientes siglos, tenemos
Por ejemplo, una pintura que presenta al campo como un lugar sereno
suficientes problemas para asegurarnos de que las imágenes bonitas no
y elegante podría ser criticada por excluir las realidades económicas
estén en riesgo de perder su dominio sobre nosotros.
detrás de la imagen (11). ¿Dónde están los sirvientes que deben traer
el vino y la fruta? ¿Dónde están los campesinos de quienes dependen
Mucho del arte de! mundo no sólo es bello, sino que parece ir más los ingresos de la clase acomodada? El miedo está en que al admirar
allá, presentándonos una idealización absoluta de la vida. Esto puede esa imagen, ignoremos aspectos cruciales de la existencia, e incluso,
ser aún más alarmante para las sensibilidades contemporáneas. El Real en cierto sentido, olvidemos la explotación de los sirvientes y los
Colegio de Médicos se encuentra en el centro de la Ciudad Nueva de campeSinOS.
Edimburgo (10). Imaginemos los procedimientos que se supone tienen
lugar en este edificio: dignidad absoluta, erudición y autoridad serena, También puede estar en juego un asunto más personal. Podría
exactamente la clase de prestigio profesional que sin duda les gustaría preocuparnos que una persona con una concepción idealizada de
representar a los doctores de Edimburgo. El edificio le muestra un frente algunas partes de la vida sea menos capaz de lidiar con el desorden
augusto al mundo, demanda respeto, incluso reverencia. Encarna una real de la existencia. Alguien que imagina que los niños pequeños son
idealización. siempre dulces abordará un fin de semana familiar con expectativas
alarmantemente frágiles e inútiles, pudiendo alejarse con disgusto de un
La idealización en el arte tiene mala reputación porque parece otorgarle a comportamiento perfectamente normal y exigiendo cosas irracionales
algo o alguien (una profesión, una persona) virtudes más radiantes de las de la conducta de sus propios hijos y de los otros. Apenas sorprende
que en realidad posee, disfrazando cualquier imperfección con adornos entonces que ser "realista" -el antídoto para la idealización- se juzgue
y subterfugios. En el uso moderno, la noción de idealización lleva una como la piedra angular de la madurez, que a su vez da cuenta de ciertas
carga peyorativa, ya que e! artista que idealiza elimina cualquier cosa que reputaciones artísticas aceptadas. Ahora es normal clasificar mejor a
sea incómoda o perturbadora, dejando sólo lo positivo. La preocupación George Grosz, con su implacable denuncia de la oscuridad subyacente

El arte como terapia 20 21 Mewdología


en las instituciones civilizadas, que a Angelica Kauffmann y sus lindas
visiones de la vida arcadiana (12, 13). Grosz parece darnos la realidad;
Kauffmann, un sueño.

Sin embargo, vale la pena examinar por qué la idealización se entendió


por largos periodos de la historia como una aspiración central del
arte. Cuando los pintores presentan las cosas mejores de lo que
son, generalmente no lo hacen porque sus ojos estén cerrados a las
imperfecciones. Cuando vemos Alegoría de la poesía y la pintura, no
deberíamos asumir que Angelica Kauffmann no era consciente de las
realidades de la vida de las mujeres en el siglo XVIII. Estaba intentando
dar expresión a sus anhelos de armonía y de que sus esfuerzos fueran
fructíferos, un deseo particularmente intenso debido a que Kauffmann se
sentía expuesta a sus propios fracasos y los de los demás (en 1767, cuando
tenía 26 años, fue engañada y se casó con un sociópata aventurero que se
hacía pasar por un conde sueco).

Deberíamos ser capaces de disfrutar una imagen ideal sin considerarla un


retrato falso de cómo son las cosas normalmente. Una visión hermosa,
aunque parcial, puede ser mucho más valiosa para nosotros por estar
tan conscientes de que pocas veces la vida satisface nuestros deseos.
Regresando a la fachada neoclásica del Real Colegio de Médicos en
Edimburgo, deberíamos permitirnos disfrutarla como una imagen de
decoro y experiencia profesional sin temor a estar participando en una
conspiración para engañar al público crédulo. El ideal que representa es No se ha editado
{ti mayor parte de
genuinamente noble. Podemos amar el ideal y al mismo tiempo estar 1,( realidad?
totalmente conscientes de la falibilidad y los motivos imperfectos del
grupo de hombres que comisionaron su representación. 11 , Amoine Waneau,
"u mentro durante
It,' (liza, c. 17 17- 8
El opuesto aparente de la idealización -la caricatura- tiene mucho
que enseñarnos sobre cómo las imágenes ideales pueden ser importantes
para nosotros. Estamos bastante cómodos con la idea, ejemplificada
por la caricatura, de que la simplificación y la exageración pueden
revelar percepciones valiosas que se pierden o diluyen en la experiencia
ordinaria.

Podemos tomar este enfoque y aplicarlo también a las imágenes


idealizadas. Las exageraciones estratégicas de lo que es bueno pueden
desempeñar la función crucial de destilar y concentrar la esperanza que
necesitamos para transitar entre las dificultades de la vida.

El arte C0 17l 0 terapia 22 23 Metodología


Ambas son
distorsiones;
ambas cumplen UII
propósito.

12. George Grosz,


Los pilares de
losoúedad,
1926

13 . Angelica
Kauffmann,
Alegada de la poesía
y la pintura, 1782

El arte como terapia 24 25 MelOdología

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