Proyecto final Filosofía

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SOFÍA BENVENUTO S4ºC

“El arte, el descodi cador y el urinario”

08/06/2020
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 Índice

• Descodi cador ........................................................................... 3

¿Hace falta siempre un descodi cador para entender una obra de arte?

• La Gioconda ............................................................................... 5
¿Pierde la obra de arte todo el sentido por lo que o para que fue
hecha?

• El meadero ................................................................................. 7
¿En qué momento un meadero pude convertirse en una obra de arte?
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 Descodificador
¿Hace falta siempre un descodificador para
entender una obra de arte?

Para poder responder esta pregunta primero debemos conocer el

significado de descodificador y saber que relación tiene con las obras de
arte.
Un descodificador es una herrramienta que permite descifrar un mensaje
o una señal. Si lo extrapolamos al arte es muy sencillo y útil ya que todas
las obras de arte representan algo y transmiten una sensación, un
momento histórico o simplemente un pensamiento. Algunas son más
compejas que otras ya que el significado de la obra es expresado en esta
por el autor y algunos deciden que se observe a primera vista y otros
prefieren que debas sumergirte en la obra para descifrarlo.

Ahora bien, sólo podremos conocer el significado de las obras gracias al

descodificador por lo que la respuesta ala pregunta planteada es un SÍ.
Según el autor Michael Onfray “Quien ignore la lengua en la que está
escrita una obra de arte se priva para siempre de comprender su significado
y por tanto su alcance”, y es que el arte a veces es necesario leerlo. Onfray
piensa que si no comprendes la lengua en la que está escrita una obra no
comprederás el significado. Un ejemplo sencillo y adecuado son los
idiomas. Si un persona polaca te empieza a hablar en polaco y tú eres
español por mucho que lo intentes si no entiendes el polaco no
comprenderás nunca que te quiere decir.
Pero el problema es que nadie nace apasionado por nada, esa afición se
va construyendo poco a poco. Para esto debemos construir nuestro gusto
y juicio por nuestra afición, en este caso hablamos de arte. Esto lleva
tiempo y empeño, pero sobretodo entrenar a los sentidos para percibir
una obra. Esto se lleva a cabo por las sensaciones al observar una obra:
vista, oído, tacto, olor, etc. Sentir sensaciones por una es el primer paso
para descubrir un placer conocido por pocos. El segundo paso es la
contrucción del juicio que debería ser responsabilidad de los colegios ya

que la crítica del arte lleva tiempo y cuanto antes se empiece a ejercitar,
antes las generaciones crecerán con el concociminto del arte.
La educación puede realizar actividad sencillas y ejercicios en las clases
de arte para que los alumnos comienzan a entender desde tempranas
edades el fascinante mundo del arte y como puedes expresar tus
sentimientos, ideas o recrear recuerdos en un simple lienzo.

En conclusión, el descodificador es una herramienta muy necesaria a la

hora de comprender una obra y esta debería ser aprendida y desarrollada
desde primaria. Aunque sea cierto que el silencio es clave en muchas
obras de arte, siempre se pueden leer de alguna manera, y esa lectura
debemos conocerla y aplicarla cada vez que visitamos un museo o
caminamos por nuestra casa y observamos los cuadros colgados.

 La Gioconda
¿Pierde la obra de arte todo el sentido por lo que o
para que fue hecha?

De nuevo, para responder esta pregunta debemos conocer el motivo por

el cual un simple retrato se ha convertido en, posiblemente el cuadro
más simbólico y famoso del mundo.
El hecho por el cual este cuadro es reconocido mundialmente es porque
su historia es misteriosa y representa una de las características más
importantes de su autor que es el sfumato donde en “La Gioconda” la
llamamos la sonrisa inalcanzable. Este misterio alrededor la obra y todo
su recorrido desde el día que la pintó Da Vinci la han vuelto una pintura
muy importante y valorada por toda la población mundial. Actualmente
está expuesta en el museo del Louvre tras una vitrina antibalas. Si
preguntas a cualquier turista que vaya a visitar París una de sus paradas
obligatorias y principales es visitar el museo del Louvre para ver La Mona
Lisa. Poca gente sabe que en la misma esquina de la sala donde está
expuesta La Mona Lisa se encuentra otra pintura de Da Vinci, más
grande, pero nadie se para para observar esa ya que están ocupados
admirando la sonrisa que les persigue de La Mona Lisa.

Al ser un símbolo mundial existen camisetas, tazas, posters y millones de

accesorios con la pintura de Da Vinci. Y por supuesto la gente lo admira
tanto que se compra una duplicación del cuadro pero mucho más barata.
En este aspecto asociamos un término alemán, “kitsch” que significa
reciclar lo viejo, renovar los desechos. Como no podemos tener el
original en casa y admirarlo cuando queramos, nos conformamos con
una replication de este. Desde mi punto vista todas las obras de arte son
creadas para ser apreciadas y admiradas por lo que no creo que esta obra
haya perdido el sentido por la que se hizo. Es más pienso que su sentido
ha crecido gracias a toda la admiración que recibe cada día.
Es cierto que a lo mejor desde otro punto de vista se podría decir que la
gente al intentar averiguar quien es la mujer del retrato o todas las

características del cuadro, le haga perder belleza al cuadro pero al no

conocer con claridad las intenciones del autor con el cuadro solo
podemos pensar que este estaría eufórico al saber que personas dedican
sus vidas en estudiar su cuadro o que viajan con el objetivo de admirarla
en persona.

 El meadero
¿En qué momento un meadero puede convertirse
en una obra de arte?

Un objeto obsceno como un meadero SÍ puede ser considerado como una

obra de arte si representa algo. En este caso, el artista Marcel Duchamp
le ha declarado la muerte a la belleza. Con esta obra reclama que una
obra no tiene que ser bella si se genera un sentido. Durante la historia en
muchas ocasiones los autores han focalizado el objetivo de la obra en la
belleza y no en el idea que representa, lo cual Duchamp rechaza con “El
meadero” proporcionando a la audiencia una experiencia intelectual y no
solo visual.
Esta obra también destruye ideas del mismísimo Platón, el cual tenía una
visión estética. Ya que antiguamente los autores trabajaban con
materiales muy nobles y clásicos como el oro, la plata o el cobre. Tras
Duchamp los lienzos, la piedra, los muros de edificios, etc. se convierten
en soportes reales para crear obras.

Otra respuesta para la pregunta planteada es uno de los factores más

importantes del arte, el observador. Y es que el espectador y la audiencia
son parte de la esencia de la obra. Sin unos ojos la obra no significa
absolutamente nada. Para muchos autores el espectador son la propia
obra ya que decidimos lo que es arte y lo que no. Este pensamiento se
aplica a todas las obras y a todas las épocas porque todo aquel que se
pare delante de la obra la está diseñando de la misma manera que lo ha
hecho el autor.

En conclsuión el arte no solo se aprecia con la vista, sino que también se

aprecia a nivel intelectual, ya que, sobretodo en la época contemporánea,
los autores crean obras que van más allá del sentido de la vista. Son
obras a las cuales debe tomarte unos minutos para absorberla y sacar tus
conclusiones sobre ella y lo que realmente está representando, un
problema, una idea, un sueño, una sensación, etc.