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Un punto clave en la gestión de prevención de accidentes laborales es la realización de charlas de

seguridad. Estas deben formar parte fundamental de toda empresa medianamente seria, pues
contemplan una gran cantidad de beneficios en eficiencia y productividad.

Dada su naturaleza rápida y práctica, también son llamadas charlas en 5 minutos. Sin embargo,
¿sabes de su importancia y cómo implementarlas en tu empresa? Si aún no has oído hablar de
ellas, en este artículo te daremos algunas sugerencias.

¿Qué son las charlas de seguridad?

Se trata de un diálogo breve, que dura entre 5 y 10 minutos, y que se suele realizar antes de iniciar
una jornada laboral. En este caso, el responsable de la prevención y salud en la empresa se
encarga de plantear un tema vinculado con la seguridad de los empleados a su cargo.

La idea detrás de esta actividad es que los trabajadores comenten situaciones peligrosas que han
sucedido durante la jornada anterior. De este modo, se busca cómo corregirlas, planificar un
correcto protocolo y plantear soluciones ante futuras eventualidades.

¿Por qué son importantes las charlas de 5 minutos?

Tomarse estos pequeños tiempos diarios o semanales puede ayudar en la eficiencia y


productividad de la empresa. Entre los beneficios y aportes importantes de las charlas en 5
minutos, encontramos las siguientes:

Reducción de las probabilidades de un accidente durante la jornada.

Incremento de la participación y cooperación de los empleados

Aumento de la productividad y eficiencia en el horario laboral

Prevención de situaciones peligrosas y cómo actuar ante ellas

Es decir, la importancia de estas charlas es que mejoran la seguridad en la empresa. Sin embargo,
muchos empleadores y supervisores cometen el error no solo de no implementarlas, sino de
hacerlo como espacios informativos. Si no consigues que el empleado se involucre e interiorice los
datos que se le están dando, no podrá aplicarla en su trabajo.
La importancia de las charlas de 5 minutos.

¿Qué características tiene una buena charla de seguridad?

Por ello, una charla adecuada debe cumplir con ciertas características para que podamos obtener
el máximo provecho. Entre ellas, encontramos las siguientes:

Informativa: Toda buena charla debe enfocarse en un aspecto informativo de la seguridad


empresarial. La idea es aportar datos que el trabajador no conocía.

Precisa: Es muy común querer abarcar diversos aspectos de seguridad en una sola charla. Sin
embargo, esto es un error y más no es mejor. Lo ideal es que te enfoques en un punto preciso y
específico y lo desarrolles a profundidad

Breve: Como su propio nombre lo dice, estas son charlas de 5 minutos. Dilatar el tiempo fuera de
dicho marcador puede generar pérdida de interés por parte de los trabajadores, distracciones,
divagaciones, etc.

Planificada: La improvisación no debe ser la regla cuando se trata de charlas de seguridad.


Establece temáticas importantes y ve organizándolas de acuerdo al día en el que darás tu
explicación. De este modo mentalizas a tus trabajadores para saber que tendrás una asesoría de
prevención y seguridad.

Aportar valor: Un error clave es limitar tu charla al aspecto informativo sin considerar las
preocupaciones de tus trabajadores. Si ellos sienten que no les estás aportando valor, entonces
tomarán la charla como algo de rutina. Asegúrate de que participen activamente de ella y puedan
usar la información que les has dado en su día a día.

La planificación como buena práctica en seguridad industrial.

Recomendaciones para una buena charla de seguridad

Aquí te dejamos cinco recomendaciones que deberías implementar si quieres que tu ponencia sea
eficiente.

Revisa la programación de la semana

Para que tu charla encaje con los objetivos laborales semanales, repasa el calendario de la jornada.
Así también podrás establecer si conviene realizarlas de manera diaria, inter diaria o semanal. Del
mismo modo, será útil para que tu charla tenga relación con las novedades de aquellos días.
Algunos tips a tener en cuenta son:

Dales prioridad a los temas más importantes o sigue la previsión de producción.

Revisa que tu charla se adecúe a los trabajos que se ejecutan o están a tu cargo.

No improvises. Si un día de la semana no tienes un tema del que hablar, simplemente no realices
una charla.

En relación con lo anterior, tampoco uses como excusa la falta de tema para dejar pasar el tiempo
sin dar charlas. Genera contenido, actualízate con notas de prensa y lleva situaciones cotidianas al
ambiente laboral. También puedes observar cómo se ejecuta una jornada y dar un feedback a
través de tus charlas.

Prepara adecuadamente el contenido

Además de calendarizar tus temas, debes preparar aquello de lo que hablarás en él dependiendo
de la situación. Para ello, es muy importante empatizar con tu público. Analiza a quiénes te estás
dirigiendo y colócate en su lugar. También es fundamental que tengas en cuenta lo siguiente:

Los conocimientos sobre prevención, seguridad y salud que ya manejen los trabajadores son un
punto a considerar. De acuerdo a ello, puedes realizar una charla desde una óptica diferente. Por
ejemplo, si es la primera vez que tu público recibe una conversación de 5 minutos, tal vez
convenga explicar conceptos básicos antes de empezar. En cambio, si ya conocen la dinámica,
puedes involucrarlos más en la charla.

Revisa el tiempo que tienes, más allá del estimativo de los 5 minutos. En otras palabras, busca ser
preciso en tu intervención y no dejes nada suelto siempre que tenga que ver con el tema que estás
planteando.

Los puntos que trates deben ser prácticos, aplicables al trabajo realizado y con una explicación
sencilla.

En caso de que tu charla se relacione con maquinaria o equipos de protección personal, procura
tener a la mano material de apoyo. Por ejemplo, si explicarás el correcto uso del EPP, conviene
que cuentes con dichos implementos.

Aprende a adaptarte al medio

Recuerda que debes ser tú quien se adapte al escenario, no el trabajador. Mientras la charla se
realice lo más cerca al lugar de labores, el empleado tendrá mayor confianza, podrá haber más
interacción y es resultará sencillo que la información dada se interiorice.
Adapta tu lenguaje de acuerdo al público

Entre los trabajadores podrás encontrar a aquellos que preguntan demasiado, el que cree saberlo
todo, el que busca burlarse o minimizar los datos que ofreces, etc. Lejos de perder los papeles o
desmotivarte, recuerda que ahí tú eres el especialista.

El primer consejo que te damos es que, apenas inicies tu explicación, menciones que todas las
preguntas deben hacerse al final. De lo contrario, es más que seguro que tus 5 minutos de charla
se conviertan en uno. Establecer las “reglas del juego” desde el principio te evitará muchos
problemas.

Si existe algún trabajador insistente con sus preguntas (que lo habrá) indícale amablemente que
cualquier interrogante será respondida al final. También puedes ayudarte con una libreta para ir
anotando las preguntas que aparezcan. Si no alcanzas a contestar todas, tampoco te preocupes.
Recuerda que no será la única charla: puedes introducir dichas dudas en el desarrollo de tus
siguientes conversatorios.

Practica y sigue una estructura

El peor error que puedes cometer es estar frente a tu público y empezar a leer un papel en el que
anotaste todo el contenido de tu charla. No solo hará que te veas como alguien improvisado, sino
que tu audiencia perderá el interés. Para evitar estos problemas, lo primero y más evidente es que
prepares muy bien lo que vas a decir. Como si de una exposición se tratase, practica tu discurso
con antelación y no confíes en la improvisación. También es conveniente que sigas estos consejos:

Crea expectativa: Un ingreso potente hará que captes la atención de tu público desde el primer
segundo. Si lo consigues desde el principio, la persona estará atenta por el resto de la sesión.

Sé convincente: No existen verdades absolutas, así que no seas demasiado cortante con tus
afirmaciones. Todo tiene sus matices y, en aras de empatizar con tu público, debes hacerlo notar.

Da el ejemplo: ¿Te imaginas dar tu charla en un área de producción y no tener el calzado


apropiado? Lo primero que perderías sería credibilidad. Sé consecuente con lo que dices y enseña
a través del ejemplo. De este modo, tu aporte no quedará solo en palabras, sino que
indirectamente invitarás a la acción.
Deja un tiempo para las dudas: Sí, sabemos que 5 minutos se nos van volando. Sin embargo, un
buen ponente sabe administrar cada minuto para darle participación activa a su público. Por ello,
deja siempre un pequeño espacio para dudas, aportes y consultas. Esto puede ser beneficioso,
pues cabe la posibilidad de usarlo para futuras charlas.

Brinda una conclusión: Busca que los participantes obtengan una reflexión a partir de tu
exposición. Para ello, puedes reforzar las ideas más importantes, hacer hincapié en conceptos
clave o pedir ejemplificaciones de lo que has explicado. En este caso, tu versatilidad como ponente
es la que determinará por dónde llevar la discusión.

La importancia de realizar charlas de seguridad y salud en el trabajo.

Propuestas de temas infaltables en tus charlas de seguridad

Son muchos los puntos que podrían formar parte de una charla de 5 minutos. Sin embargo, existen
algunos que son más importantes que otros. Esto depende del tipo de trabajo que se realice en la
empresa.

Por ejemplo, si trabajamos constantemente con maquinaria riesgosa, un punto medular a tratar
sería en torno al manejo de dichos equipos. Sin embargo, si nuestra empresa se dedica al rubro
alimenticio, tal vez sea más conveniente enfocarnos en la indumentaria adecuada para manipular
los insumos con los que trabajamos.

Por ello, aquí te dejaremos algunos títulos orientativos para ayudarte a planificar tus charlas.
Úsalos como base para personalizar tu calendario de acuerdo a tus requerimientos.

Herramientas de mano: Si en la empresa se manipulan herramientas que deben ser usadas de una
forma determinada, una charla sobre ellas, recomendaciones de uso y demás es muy pertinente.

Los riesgos del ruido: Sobre todo en el rubro de la construcción. Va desde la definición del ruido,
tipos, salud auditiva y demás.

Tipos de peligro: Una charla que no puede faltar es la del peligro en sí mismo, definición, tipos,
ejemplos y cómo prevenirlos.

Señales de prevención de accidentes: En este caso, la charla consiste en informar sobre los tipos
de señales que suele haber dentro de todo centro laboral. La idea es explicar qué significa cada
uno y dónde es pertinente colocarlos.
Actitudes que causan accidentes: En este tipo de charlas se debe describir la importancia de
reconocer condiciones peligrosas. Del mismo modo, se puede ejemplificar factores causantes de
accidentes.

Seguridad en el manejo de maquinaria: Algunas máquinas requieren expertos para su conducción.


A su vez, ellos deben ser asesorados y prevenidos sobre el correcto manejo de las mismas.
Podemos hablar también del mantenimiento que exigen y qué indumentaria debemos usar al
manipular uno de estos vehículos o máquinas.

Protección de la cabeza: El uso del casco es tan básico que muchos trabajadores no lo consideran.
Una charla resaltando su importancia nunca cae mal.

Reglas básicas de seguridad: Como su nombre lo dice, son las pautas fundamentales que toda
empresa debe seguir en cuanto a prevención y seguridad.

Maniobra de Heimlich: En caso de atragantamiento u obstrucciones del conducto respiratorio,


esta maniobra es vital en primeros auxilios.

Pautas de seguridad ante un sismo: Los sismos se caracterizan por su eventualidad, por lo que
saber cómo actuar ante uno puede ayudar a evitar accidentes o desgracias.

Uso correcto del extintor: Cómo manipular un extintor es algo que todo trabajador debería saber.
Por lo tanto, una charla al respecto es bien recibida.

Uso correcto de la mascarilla: En tiempos de Covid-19, saber cómo colocarnos el cubrebocas es


más que necesario.

Lavado y protección de manos: De modo similar al anterior, este punto es obligatorio, sobre todo
si manipulamos alimentos.

Cuidado del equipo de protección personal: Orientar sobre estos implementos, su definición, uso
correcto y mantenimiento es algo que debemos incorporar en nuestra planificación de charlas.

Con estas sugerencias para tus charlas de seguridad, puedes ir armando un cronograma mensual y
sacar el máximo provecho a esos 5 minutos de conversación con tus trabajadores. Recuerda que
una correcta asesoría evitará situaciones riesgosas, además de garantizar mayor eficiencia,
rendimiento y productividad.

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