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Los Filósofos de Mileto
Los Filósofos de Mileto
El esfuerzo racional que llevaron a cabo los primeros filósofos consistió en reducir la
multiplicidad a la unidad, en encontrar la común a lo diverso y lo inmutable en lo que cambia. Los
sentidos les mostraban una realidad múltiple y cambiante, en todo lo que nace y muere, sin
embargo, ellos no se conformaron con lo que les mostraban los sentidos, sino que buscaron
aquello que permance, que no cambia y que es uno.
Tales de Mileto
Introdujo dos conceptos fundamentales: physis y arjé. Physis: naturaleza. Todos los seres
tienen su physis, porque todos nacen, y, por su origen, mantienen una naturaleza inalterable a
pesar de los cambios que se produzcan. La physis indica el proceso por el que un ser se convierte
en lo que es y se mantiene siendo lo que es. Arjé: elemento primordial. Es el elemento que hace
posible una physis, sin él, todo sería variable, no habría orden ni leyes, no podríamos hablar de la
naturaleza.
Des-ocultamiento de la verdad
La verdad es lo inmutable
1
¿Qué entiende Tales por Arjé?
El principio de la naturaleza es el agua: “todo es agua”. No significa que todas las cosas son
agua, sino que todas las cosas provienen del agua. Tales recoge una tradición cosmogónica mítica
que consideraba que todas las cosas provienen del calentamiento del agua, sin embargo busca dar
una explicación racional: toda la realidad es viva, pues el agua todo lo vivifica. Esto es un primer
atisbo del devenir: la realidad está en movimiento (es viva): “todas las cosas flotan en el agua”, por
un lado; por otro, un cierto hilozoismo 1: “Todo está lleno de dioses”.
Seguramente, Tales, basó esta teoría en varias razones: el agua rodea toda la Tierra y se
presenta en los tres estados de agregación de la materia (sólido, líquido y gaseoso), por lo que es
un elemento en continua transformación. Pero, sobre todo, interviene en todos los procesos
vitales y, para él, la vida era la propiedad básica de la physis. «Dios» hay que entenderlo
seguramente en el sentido de energía, vitalidad. Creía también que la Tierra era como un disco
que flotaba sobre el agua.
Anaximandro de Mileto
1
Concepción la cual sostiene que la totalidad del cosmos es como un ser viviente dotado de alma. La
materia misma está animada. A veces es llamado, panpsiquismo.
2
¿Por qué el arjé no puede ser un elemento determinado?
En contra de su maestro Tales, Anaximandro pensaba que el arjé (principio) no podía ser el
agua ni ningún elemento determinado, puesto que no podría dar cuenta de todos los cambios, ya
que su presencia se vería aniquilada por la irrupción de su contrario. Por ello, Anaximandro
desprovee de determinaciones a este principio, y lo considera como «algo indefinido» e
«ilimitado» (ápeiron) que pudiera ser todas las cosas a la vez. El ápeiron es lo que es común a
todas las cualidades contrarias: a lo caliente, a lo frío, a lo húmedo y a lo seco, ya que no siendo
ninguna de estas cualidades en concreto, está en todas ellas, las une y las cambia unas en otras, y
es aquello en lo que todas las cosas tienen que disolverse de nuevo, cuando desaparecen. Así, este
arjé es material pero inconcreto, indefinido, ilimitado, ingénito, imperecedero y es, a la vez, origen
y fin de todas las cosas.
Si algo hubiese que pudiese delimitar o cualificar al arjé, es que éste no sería
verdaderamente el principio. Para explicar cómo de lo ápeiron sin determinaciones ni cualidades
pueden surgir elementos determinados, Anaximandro apela a la segregación de pares de
contrarios opuestos dos a dos: caliente-frio, seco-húmedo. Fruto de esta oposición surge el
conflicto, la discordia o -metafóricamente- la injusticia. A su vez, fruto de la tensión entre estas
cualidades contrarias que engendran y transforman todas las cosas, se da la destrucción de todas
ellas para retornar de nuevo al ápeiron, que de esta manera consuma un ciclo y restablece la
igualdad en lo indeterminado, es decir, la justicia: “las cosas perecen en aquellas de las que han
recibido su ser, como es debido; pues mutuamente se dan justa retribución por su injusticia según
el orden del tiempo”.
Anaxímenes de Mileto
“Exactamente igual que nuestra alma, que es aire, nos mantiene unidos, así también el aliento [o soplo] y el
aire rodean todo el cosmos”.
3
Anaxímenes, siguiendo su concepción del aire como principio susceptible de disminuir o aumentar
(rarefacción y condensación) que está siempre en movimiento (considera al movimiento como
eterno), afirma que este aire se presenta como fuego, como aire, agua y tierra. Estos procesos de
condensación y rarefacción explican tanto la diversidad de cambios físicos en la naturaleza
(multiplicidad) como la unidad (monismo) de su origen. También explica los fenómenos naturales
como el viento, la lluvia, los volcanes, el trueno, el rayo, la nieve, etc., desde su perspectiva de
condensación y rarefacción, eliminando cualquier rastro de entidades míticas.
Con Anaxímenes, el concepto de aire (aer) pasa a adquirir su significado actual: sustancia
invisible que nos rodea aparentemente sin límites. Ya que anteriormente aer significaba humedad,
niebla y oscuridad. Pero, formalmente, sigue conservando una cierta asociación con creencias
míticas ancestrales que vinculan el alma al aliento (y que siguen presentes en el lenguaje vulgar en
expresiones como «exhalar el último suspiro» para indicar la muerte de alguien). Esta asociación
entre alma-vida y aliento, o esta concepción del alma-hálito se remonta a creencias antiguas que
estaban renaciendo en la época de Anaxímenes de mano de los seguidores del orfismo. Es decir,
que aunque entre los órficos y entre los creyentes en concepciones míticas anteriores se diese una
relación mística entre aire, vida, alma y espíritu, no significa que la filosofía de Anaxímenes sea de
naturaleza mítica ni religiosa. Más bien debe pensarse que la concepción del arjé como aire,
entendido como principio de «todo» lo natural es coherente con la concepción hilozoísta de los
milesios: la materia del mundo ha de ser también la materia de la vida.