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FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA

PENSADORES MÁS REPRESENTATIVOS


Se consideró como el primer filósofo griego.
El mundo del agua. Tales pensaba que el elemento originario de todas las cosas era el agua. Que todo
estaba, en suma, compuesto de agua y que la tierra flotaba sobre ella. Sin embargo, lo importante de Tales,
como en muchos filósofos, no es tanto su respuesta, sino la pregunta que planteó. Se le considera el primer
TALES filósofo porque por primera vez en la historia de Occidente propuso que “todo es uno”, es decir, que hay una
DE MILETO unidad en la diversidad del mundo y que todas las cosas tienen una naturaleza común. La pregunta por la
(624-546 a. C) naturaleza última de las cosas ocupará la mente de los filósofos de la naturaleza durante largo tiempo y de
algunos de los griegos. Tales pensaba que la materia originaria de todas las cosas era el agua.

Anaximandro nació en Mileto; fue el primero en dibujar un mapa de los territorios conocidos en su época.
El apeirón. Al igual que Tales, Anaximandro se ocupó de distinguir el elemento primigenio que daba origen
al mundo, pero a diferencia de Tales, él pensaba que esa causa material o arjé, (“principio”, en griego) como
él la llamó, era una sustancia indeterminada a la que puso el nombre de apeirón. El apeirón era, según
Anaximandro, una sustancia más primitiva que los opuestos que formaban la naturaleza. El agua no podía
ser el arjé del mundo pues era sólo uno de los opuestos que lo componían, por lo que el origen debía ser algo
ANAXIMANDRO
DE MILETO anterior. Los opuestos a los que se refería Anaximandro eran los que constantemente se observan en la
(610-545 a. C) naturaleza: frío-calor, agua-fuego, humedad-sequía, movimiento-reposo y nacimiento-muerte, entre otros.
Anaximandro pensaba que el apeirón era infinito e ilimitado y que contenía todos los cielos y los mundos
que éstos encerraban; concebía varios mundos existiendo al mismo tiempo, cada uno de ellos era perecedero
y se hacía realidad gracias a un movimiento eterno. El mundo que hoy se conoce se formó mediante un
desplazamiento centrífugo en el que la tierra y el agua quedaron en el centro y el fuego en el exterior; por su
parte, el aire quedó en medio de los elementos más pesados, el agua y la tierra, y el fuego. El mundo, según
este pensador, tiene forma de cilindro y se encuentra suspendido en el centro del Universo, sin necesidad de
estar apoyado en nada. Otra conjetura importante de Anaximandro fue que postuló por primera vez algo
parecido a la teoría de la evolución. Pensaba que el hombre no provenía directamente del hombre, sino que
se había formado a partir de otras especies, todas las cuales habían surgido del mar y se fueron
transformando en un proceso de adaptación al medio ambiente. La razón por la que Anaximandro ubicó al
hombre como producto de otras especies fue por la dificultad que éste tenía para alimentarse, mientras que
observaba que otros animales encontraban con facilidad cómo satisfacer su apetito.
El mundo del aire. Fue discípulo de Anaximandro no siguió la especulación del origen del mundo en torno
al apeirón, sino que identificó a otro de los elementos como el origen de todas las cosas; a diferencia de
Tales, Anaxímenes pensó que esta materia primera era el aire y no el agua. Según este filósofo, el alma, que
es la esencia que permite que nos mantengamos unidos y vivos, es de aire, de ahí que pensara que este
elemento también era el origen de los dioses y que todo lo demás se habría creado a partir de ellos. El aire se
transforma en diversos objetos mediante un proceso de condensación y rarefacción. De acuerdo con
ANAXÍMERES
Anaxímenes, cuando el aire se condensa se transforma, según el grado de condensación, en viento, nubes,
DE MILETO
agua, tierra y algunas veces en piedra. Por el contrario, cuando el aire se enrarece se convierte en fuego
(585-524 a. C)
siguiendo un proceso contrario al de la generación de la materia. El aire es el elemento intermedio entre el
fuego y la materia sólida en la que se convierte cuando se condensa, de ahí que Anaxímenes pensara que el
aire era el elemento fundamental de la naturaleza, a partir del cual todo se crea y que sostiene al mundo
como una hoja plana.
Pitágoras pensaba que todos los objetos se podían explicar mediante valores numéricos.
La explicación matemática del mundo. fue el fundador de una comunidad religiosa que se estableció en la
ciudad de Crotona, la cual se caracterizó por sus singulares creencias sobre la transmutación de las almas,
pero también por su estudio de las matemáticas y la geometría, así como por su secretismo, que impidió
conocer muchos de sus descubrimientos. Los pitagóricos creían en la metempsicosis, es decir, en la
existencia de un alma inmortal que tras la muerte abandona el cuerpo que la alojó y reencarna en otros seres,
ya sean humanos o animales. De ahí la creencia de que los pitagóricos no comían carne animal, pues
consideraban que el alma de seres humanos podría haber reencarnado en ellos. Lo que resulta más o menos
novedoso de la teoría pitagórica sobre de la trasmutación de las almas es que pensaron, por primera vez, que
lo real en los seres era el alma y no el cuerpo en el que se encuentra. Esta concepción del alma constituye
PITÁGORAS DE una de las primeras formulaciones de la idea de un alma inmortal con algunas características psicofísicas
SAMOS propias, por lo que creyeron que lo más importante durante la vida era ejercitar y purificar el alma mediante
(569-496 a.C.) la práctica del silencio, la música y el estudio de las matemáticas.
Los pitagóricos pretendían explicar el mundo mediante las matemáticas y, por lo tanto, toda relación entre
dos objetos cualquiera se veía como una proporción numérica. Tanto la armonía musical como la cósmica se
explicaban por medio de números. Asimismo, afirmaban que todos los objetos eran números dado que
estaban compuestos de puntos, líneas, áreas y volúmenes que ellos expresaban mediante los números del 1
al 4, siendo el 1 el punto y el 4 el volumen. Esta traslación de los conceptos de la matemática a la geometría
les permitió descubrir relaciones numéricas en todos los objetos materiales. Otra de las aportaciones
importantes de los llamados pitagóricos fue la idea de que la Tierra era esférica y no ocupaba el centro del
Universo, sino que tanto ella como el resto de los cuerpos celestes flotaban en el aire alrededor del Sol, que
se identificaba con el número uno.

EL PROBLEMA DE LA NATURALEZA
Nació en Éfeso; le decían El oscuro por la forma misteriosa en que hablaba y escribía.
Cambio. Al igual que Anaximandro, Heráclito concibió el mundo a partir de dualidades opuestas en
constante tensión; sin embargo, contrario a su predecesor, no consideró que estas oposiciones fueran un
problema para la unidad del ser, sino que le eran esenciales. De acuerdo con Heráclito, la tensión y
alternancia entre los contrarios (frío-calor, luz-oscuridad, silencio-ruido) dan armonía al cosmos y son
muestra del logos que le gobierna.
El logos en el mundo natural se encarga de reparar las injusticias mediante el predominio alternativo de los
opuestos, así como en el ámbito social el logos lleva al castigo a quien infringe las leyes como un acto que
restaura la armonía entre los hombres. Heráclito pensó que la unidad de la naturaleza se lograba a partir de
la diversidad y la alternancia entre los opuestos, de modo que lo diferente convergía para darle unidad al
HERÁCLITO “Uno”.
DE ÉFESO Respecto de la esencia de todas las cosas, Heráclito consideró que la materia primera era el fuego, que era
además producto de la misma tensión de los opuestos. En una vía descendente, el fuego se convierte en
(540-470 a. C) agua al humedecerse y el agua, al congelarse, se transforma en tierra; de igual manera, en una vía
ascendente la tierra se licua y se vuelve agua. Estas vías ascendente y descendente están en actividad
constante; si se detuvieran, se destruiría la armonía del cosmos. Es ese logos inherente a la naturaleza que
la mente humana se esfuerza cada vez por aprehender. Para Heráclito, la diversidad y la tensión que
generan los opuestos, así como los constantes cambios que se operan por las vías ascendente y
descendente del fuego, son lo que mantiene vivo al Universo. De ahí también la idea del constante devenir
de las cosas que se expresa en el famoso fragmento del río.
No es posible ingresar dos veces en el mismo río, según Heráclito, ni tocar dos veces una sustancia
mortal en el mismo estado; sino que por la vivacidad y rapidez de su cambio, se esparce y de nuevo se
recoge; antes bien, ni de nuevo ni sucesivamente, sino que al mismo tiempo se compone y se disuelve, y
viene y se va. Fragmento 91, p. 41.
Heráclito sostuvo que todo estaba en constante cambio. Por ello no se puede tener dos veces la misma
experiencia, todo cambia alrededor y también el mismo ser humano. Un aspecto interesante de la teoría de
Heráclito es que en ella se introduce la idea de que, aunque la materia está en constante transformación, la
cantidad de materia es la misma, idea que expresan muchos autores y que incluso se puede observar en el
principio de conservación de la materia que Antoine Lavoisier (1743-1794) enunció en el siglo XVIII: “La
materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”.
Permanencia
Parménides escribió sólo un libro y lo hizo en verso. Es considerado el fundador de la metafísica
occidental. Fue uno de los filósofos más importantes de la escuela eleática y quizá su fundador. Es el
primer filósofo de la Antigüedad de quien se conserva un texto, el conocido como El poema de
Parménides, que relata la historia del recorrido que efectuó por las vías de la verdad y la opinión que
realizó de mano de una diosa.
PARMÉNIDES
El hecho de que sea una diosa y no él mismo la fuente del conocimiento que expuso en su poema le da un
DE ELEA
carácter de objetividad a las ideas que propuso, no es él quien lo dijo, sino que se trata de la verdad que
reveló una divinidad. Esto es importante pues se verá más adelante que durante la Edad Media, y hasta
(nació entre 530- principios de la Modernidad, se apela con frecuencia a la divinidad como garantía del conocimiento: la
515 a. C y se única verdad es la que Dios ha revelado.
desconoce su fecha La diosa de Parménides le indicó que hay sólo dos caminos en relación con el conocimiento, el de la
de muerte) verdad y el de la contradicción. El primero es aquel que lleva a la sabiduría, mientras que el segundo lleva
al absurdo.
Para los antiguos griegos los dioses no eran lo mismo que la fi gura divina en algunas religiones, en las
cuales se cree en la existencia de un personaje que da a conocer la palabra de Dios. Para ellos no había una
distinción tajante entre lo espiritual y lo corpóreo. El concepto de naturaleza de estos pensadores
comprende toda la realidad. Así, para Parménides, cuerpo y mente (principio pensante) son una misma
cosa. En otras palabras, lo inmanente (terrenal) y lo trascendente (espiritual) se encuentran sin
contradicción en los dioses griegos. Éstos interactúan directamente con los seres humanos. En este sentido,
hay quienes afirman que la diosa a la que hace referencia Parménides no es una deidad en particular, sino
que expresa la idea de que se requiere una divinidad que guíe la pregunta sobre cuál es la naturaleza de la
realidad.
La primera verdad con la que el ser humano se encuentra en la vía de la verdad es que el Ser es y el no Ser
no es. Por otro lado, el camino de la contradicción sólo lleva a la afirmación contraria, es decir, el no Ser
es y el Ser no es resulta erróneo. El Ser es uno y es lo único que existe, el no Ser es la nada y la nada
resulta impensable, incognoscible e innombrable, de ahí la imposibilidad de su existencia. El Ser es
además inengendrado, no tiene comienzo ni fi n, pues de haber nacido tendría que haberlo hecho de algo
diferente de sí mismo y eso sólo podría ser el no Ser y éste, como ya se explicó, no existe. Lo único que
existe, entonces, es el Ser y éste es único, inmutable y absoluto. Ha existido siempre y nada hay fuera de
él.
La idea de que el Ser es único, inmutable y absoluto hizo a la teoría de Parménides contraria a la de
Heráclito, pues concibió la multiplicidad y el devenir como meras ilusiones y no como realidades. En
efecto, para Parménides la variedad y el movimiento eran meras apariencias sensibles que no podían ser
fuente del verdadero conocimiento. El Ser es uno, esférico, cerrado, inmutable y finito. Fue tanta la
influencia de Parménides que algunos filósofos posteriores se dedicaron a discutir su pensamiento. Tal es
el caso de Meliso (470-430 a.n.e.), quien desarrolló un argumento en contra de la finitud del Ser que
Parménides imaginaba como una esfera; otro ejemplo es Zenón de Elea (495-425 a.n.e.), quien elaboró
razones en defensa de Parménides, en contra de la pluralidad y el movimiento. Por su parte, Empédocles
(495-435 a.n.e.) intentó conciliar la teoría de Parménides con la pluralidad, el movimiento y el cambio.

Zenón contra el pluralismo En defensa de la unidad de la sustancia que proponía Parménides, dijo que:
• Si la realidad consta de una pluralidad de unidades, éstas tendrían que, o bien, tener magnitud o bien no
tenerla.
• En caso de tener magnitud, estas unidades serían infinitamente divisibles, por lo que los objetos constarían de
un número infinito de unidades, pues cada unidad por pequeña que fuera sería también divisible.
• Por lo tanto, los objetos todos serían infinitamente grandes, lo que es un absurdo.
• En caso de no tener magnitud, las unidades que componen los objetos tampoco la tendrían, por lo que serían
inexistentes.

Zenón contra el movimiento En defensa de la negación del movimiento que sostenía Parménides, Zenón
desarrolló el siguiente ejemplo: Aquiles quiere alcanzar a una tortuga que está unos metros adelante en
una competencia.
• Si la distancia que separa a Aquiles de la tortuga está compuesta por unidades, éstas podrían siempre
dividirse en otras más pequeñas.
• Aquiles tendría que recorrer un número infinito de unidades para alcanzar a la tortuga.
• Un número infinito de unidades sólo podría recorrerse en un tiempo infinito.
• Por lo tanto, Aquiles requeriría un tiempo infinito para alcanzar a la tortuga, y jamás la alcanzaría.
• El movimiento es imposible.

Meliso Parménides sostenía que el Ser era finito y esférico. Meliso argumentó que:
• Si el Ser fuera finito, estaría limitado por el no Ser.
• El no Ser no existe. Por lo tanto, el Ser tiene que ser infinito.

Anaxágoras En la misma vía de Empédocles, intentó conciliar la unidad del Ser de Parménides con la
multiplicidad de los objetos:
• La materia no nace ni muere, sino que se compone de un número infinito de partículas últimas que se mezclan
en diferentes combinaciones para formar los objetos de la existencia.
• Las partículas cualitativamente semejantes tienden a unirse formando los objetos. La separación de las
partículas destruye los objetos.
• En los diferentes objetos hay partículas de todas las cosas, de ahí que puedan surgir cosas cualitativamente
diferentes de ellos cuando el acomodo y la proporción de las partículas cambia.
• Al principio, todas las partículas de todas las clases estaban mezcladas y eran indistinguibles.
• El nous (la mente) es quien pone en marcha un proceso rotatorio a partir del cual las partículas se mezclan y
se separan.

Empédocles Intenta conciliar la unidad de la sustancia de Parménides con la evidencia de la


multiplicidad.
• El Ser está compuesto por una multiplicidad de partículas materiales de los cuatro elementos básicos:
agua, tierra, fuego y aire.
• Al comienzo, todas las partículas están unidas y entremezcladas bajo el principio reinante del Amor.
• Cuando el Odio consigue penetrar esta unidad, se inicia un proceso separador de las partículas.
• El Amor no se da por vencido y obra para unir nuevamente a todos los elementos.
• Cuando los elementos están nuevamente unidos, el Odio vuelve a separarlos y así sucesivamente.
Fueron dos grandes exponentes de la escuela atomista; el segundo fue alumno del primero.
La teoría de los atomistas parte de las tesis ya presentes en Empédocles y Anaxágoras, pero las llevan
hasta sus últimas consecuencias para construir una explicación puramente mecanicista del mundo. De
acuerdo con estos dos pensadores, el mundo está compuesto por un número infinito de partículas
elementales llamadas átomos, tan pequeñas que nuestros sentidos no pueden percibirlas. Los átomos son
de diferentes tamaños y formas, de ahí que cuando chocan partículas de formas irregulares en ocasiones se
“enganchan” y dan lugar a agrupaciones de átomos que constituyen objetos.
LEUCIPO DE Los átomos varían tanto en tamaño como en forma, pero no tienen ninguna otra cualidad además de la de
MILETO (Se ser sólidos e indivisibles. Para Leucipo y Demócrito todos los átomos son de la misma especie y al
desconocen sus principio se encontraban flotando en el vacío.
fechas de A diferencia de Parménides, que negaba la posibilidad del no Ser, los atomistas afirmaban su realidad
nacimiento y diciendo que lo que no es tan real como lo que es. Para estos pensadores los átomos flotaban en la nada o
muerte) en el vacío y, mediante colisiones o agrupaciones, formaron los cuatro elementos primarios que componen
DEMÓCRITO DE todos los mundos, a saber: agua, fuego, tierra y aire.
ABDERA (460-370 de modo distinto a Parménides, los atomistas aceptaban la existencia del vacío. Sin embargo, esto no los
a C.) llevó a pensar la Tierra como una esfera flotando en él, al estilo de los pitagóricos, sino que adoptaron la
idea de Anaxímenes, de que la Tierra es una especie de cilindro que flota en el aire.
Si bien la idea de que las cosas estaban formadas por átomos es anterior a Leucipo y Demócrito, fueron
ellos quienes le dieron otro enfoque, al afirmar que el mundo se compone de un número infinito de
partículas elementales llamadas átomos.
El mecanicismo es la teoría según la cual todos los fenómenos pueden explicarse mediante elementos
de la física, como la masa y el movimiento.

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