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IST ARZOBISPO LOAYZA ENFERMERÍA

Sesión de Aprendizaje N° 14

PRÁCTICA DIRIGIDA: Reanimación


cardiopulmonar básica y avanzada

La secuencia de acciones para intentar revertir una parada cardiorrespiratoria en un adulto se


representa en el siguiente algoritmo:
1) Comprobar que tanto el rescatador como la víctima están a salvo.
2) Comprobar la consciencia de la víctima, para ello hay que intentar que esta responda,
hablando o moviéndose, ante un estímulo que le sea provocado:
- Preguntar a la víctima si ¿está bien?
- Si no responde, sacudirla ligeramente, evitando esto si se sospecha que pueda
haber lesión cervical.
a. Si responde, hablando o moviéndose (consciente).
- Dejar a la víctima en la posición en la que está, siempre que no haya peligro.
- Intentar averiguar qué le pasa y pedir ayuda si fuera necesario.
- Reevaluar con regularidad.
b. No responde (inconsciente).
- Ir a buscar ayuda, asistencia médica (116).
- Pasar a comprobar la respiración de la víctima.
3) Comprobar la respiración (no tardar más de 10 segundos).

Durante los primeros minutos después de una parada cardiorrespiratoria, puede que la víctima
apenas respire, o bien que lo haga de forma irregular y ruidosa, no se ha de confundir esto con
la respiración normal.
Si se tiene alguna duda de si la respiración es o no normal, o pasan 10 segundos sin saber si la
víctima respira o no, se actuará como si no
hubiera respiración.

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a) Si respira.
- Poner a la víctima en posición de recuperación, también llamada posición lateral de
seguridad (posición estable, de lateral preferiblemente sobre el lado izquierdo, sin
presión en el tórax y con la vía aérea accesible para reevaluar la respiración.
- Siempre tener en cuenta la posibilidad de lesión de columna vertebral).
- Mientras llegan los servicios médicos comprobar que la víctima respira de forma
regular.

b) No respira o lo hace de forma agónica.


- Comenzar de inmediato a realizar 30 compresiones torácicas:
o Arrodillado al lado de la víctima, colocar el talón de una mano en el centro del
pecho, luego poner el talón de la otra mano encima de la primera, con los
dedos entrecruzados.
o Colocarse con los brazos rectos y verticales sobre el pecho de la víctima, y
comprimir el esternón unos 5 centímetros, con una frecuencia de unas 100
compresiones/minuto (algo menos de 2 compresiones/segundo). La
compresión y descompresión han de durar lo mismo.
o Todo ello con cuidado de no aplicar presión sobre las costillas, la parte
superior del abdomen o la parte inferior del esternón.

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- Después de las 30 compresiones, si somos personal entrenado, daremos a la


víctima 2 ventilaciones boca-boca:
o Abrir la vía aérea utilizando la maniobra frente-mentón (poner una mano en la
frente de la víctima, inclinándole la cabeza hacia atrás con suavidad, dejando
libres el pulgar y el índice para pinzar la nariz al realizar el boca-boca,
mientras con los dedos de la otra mano elevamos el mentón de la víctima
para abrir la vía aérea).
o Inspirar e insuflar el aire a la víctima, para ello sellaremos la boca de la
víctima con nuestros labios y taparemos con los dedos la nariz. La insuflación
durará aproximadamente 1 segundo y se hará a un ritmo constante, mientras
se observará si se eleva el pecho de la víctima, señal que nos dirá que la
respiración es efectiva.
o Por último, retirar la boca de la de la víctima, observar que el tórax
desciende, a la vez que se inspira de nuevo para realizar la segunda
ventilación.

Tener en cuenta al realizar una RCP es:


 Se continuará con la secuencia 30:2, procurando que no haya interrupciones, y no
parará hasta que 1) llegue ayuda cualificada, 2) la víctima empiece a respirar con
normalidad o 3) el reanimador esté agotado.

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 Si hay más de un reanimador, han de relevarse cada poco tiempo para prevenir el
agotamiento, haciendo los relevos lo más rápido posible para evitar interrupciones en la
reanimación.
 Si la ventilación boca a boca no hace que el pecho de la víctima se eleve, antes de
intentarlo otra vez, habrá que comprobar que no hay nada en la boca que obstruya la
ventilación, y que la apertura de la vía aérea se hace de forma correcta.
 La ventilación boca-nariz es una alternativa eficaz a la ventilación boca-boca, se puede
practicar en los casos en que la boca de la víctima está gravemente herida, no se puede
abrir o cuando es difícil sellar la boca de la víctima. También existe la ventilación boca-
traqueotomía.
 Los reanimadores han sufrido en muy pocas ocasiones efectos adversos al practicar una
RCP, sólo se ha informado de algunos casos aislados de infecciones, pero nunca del
VIH. Para evitar estos contagios existen ciertos filtros o dispositivos de barrera con
válvulas unidireccionales que impiden la transmisión oral de bacterias.
Los reanimadores deberán tomar las medidas de seguridad apropiadas siempre que sea
factible.
 En ocasiones, el reanimador no puede o no quiere hacer la respiración boca-boca, por
diversos motivos, por ejemplo por miedo a contagios o simplemente por repugnancia, en
estos casos se puede optar a realizar la RCP únicamente con compresiones torácicas, si
bien la combinación de las compresiones torácicas con ventilación es el mejor método
de RCP.

MANEJO EXTRA HOSPITALARIO DEL PACIENTE CON SÍNDROME COMPARTIMENTAL Y


APLASTAMIENTO
1. Según el grado de acceso a la víctima:
 Si enterramiento completo: Alta probabilidad de síndrome de aplastamiento.
 Si el enterramiento es parcial: Sospecha de zonas de compresión, valorar estado
general.
 Si víctima liberada: Estudio local de las lesiones.

2. Exploración concienzuda.
3. Investigar biomecánica del accidente:
 Tipo de enterramiento: Completo o incompleto.
 Intensidad de compresión.
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 Cantidad de músculo aplastado.


 Posibilidad de acceso y tratamiento durante la liberación.
 Tiempo transcurrido hasta la liberación:
o Aplastamiento intenso mayor de 4 horas: Muy grave.
o Más de 8-10 horas: Gangrena isquémica.
4. Reevaluar periódicamente.
Debe iniciarse previamente a la extricación, mediante un aporte agresivo de fluidos, que
permita mantener la perfusión renal y un ritmo de diuresis suficiente como para evitar la
obstrucción tubular.
Inicialmente es imprescindible una estrecha colaboración con el equipo de rescate antes y
durante la descompresión.
Antes y durante la descompresión
 Asegurar permeabilidad de la vía aérea.
 O2 con mascarilla o con Intubación Orotraqueal (IOT).
 Posibilidad de mascarilla antipolvo.
 Catéter grueso o intraóseo para prevenir y/o tratar:
 Shock y la IR.
 Coloides de elección (cristaloides empeoran la acidosis metabólica).
 Bicarbonato para acidosis metabólica.
 Si agitado o con dolor: Sedación y analgesia.
 Descompresión progresiva:
o Si riesgo vital: Torniquete, hipotermia local (bolsas de hielo).
o En ocasiones: Amputación.
Después de la descompresión
 Inmovilización precoz.
 Si se realizó torniquete y las lesiones objetivadas son menores y existe una mejoría de
shock: Retirarlo gradualmente.
 Oxigenoterapia.
 Coger una segunda vía e iniciar sueroterapia para hipotensión, evitar IRA y favorecer la
excreción de metabolitos tóxicos hasta lograr diuresis de 300 ml/h. Monitorización: PA,
ECG, temperatura (evita temperaturas extremas).
 Apoyo psicológico.
 Analgesia con mórficos.

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Tratamiento de la extremidad afectada


 Cubrir heridas.
 Evitar férulas neumáticas.
 Valorar pulsos distales, color de la piel, perímetro del miembro.
 Mantener miembro a nivel del corazón, ya que si se coloca por encima nos va a
disminuir la perfusión y si se pone más inferior, aumenta el edema.

Durante el traslado
Mantener cuidados previos. Inmovilización y traslado en colchón de vacío. Vigilar constantes,
balance hídrico, alteraciones locales y generales. Prevenir hipotermia. Si la evacuación es
aérea, preferible en cabinas presurizadas o baja altura y evitar cambios de presión en
compartimentos cerrados.

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