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Instrucciones:
★ Lee el documento histórico “Descripción de la Isla y Ciudad de Puerto Rico, de su vecindad, poblaciones, presidio,
gobernadores y obispos, frutos y minerales.”, escrita en 1647 por Diego de Torres Vargas.
★ Luego contesta los ejercicios, basados en la lectura.
Rúbrica
1. Haz una lista de mínimo 5 elementos que pueda - Los elementos aparecen en la lectura.
describir el Puerto Rico de 1646 (ej. la geografía - Menciona 5 elementos descriptivos. 10
física y/o poblacional de la isla, creencias,
elementos naturales o humanos, arquitectura, etc).
2. De todos los aspectos de Puerto Rico que incluye el - Mínimo tres oraciones completas y a nivel
autor en su memoria, ¿Cuál te parece más de grado (3). 10
interesante? Explica tus razones. - Cada oración debe responder el ejercicio.
3. Opina acerca del valor histórico de la memoria - Mínimo tres oraciones completas y a nivel 10
leída. de grado (3).
Aspecto - Legible
- Limpio
- Organizado 5
TOTAL 60
Puerto Rico en 1646: Diego de Torres Vargas Descripción de la Isla y Ciudad de Puerto-Rico, y de su Vecindad y
poblaciones, presidio, Gobernadores y Obispos: Frutos y Minerales (Fragmento) Enviada por el Licenciado Don
Diego de Torres Vargas, Canónigo de la Santa Iglesia de esta Isla en el Aviso que llegó a España en 23 de Abril de 1647
Occidentales (1649)
tierra firme de la Isla, una legua de la bahía que hoy es el principal puerto, con nombre de la villa
de Caparra; y de este nombre hallo en Antonio de Lebrija que hay una ciudad en Castilla junto a
Ciudad Rodrigo, que se llama Caparra, y las ventas de Caparra; y como era costumbre de los
españoles en los nuevos descubrimientos, poner los nombres de las tierras de donde eran
naturales, pudo ser que en el principio de su fundación, algunos de los españoles principales le
pusiesen este nombre, porque no le habían de dejar el nombre de los indios fundándola con
nombre de villa. En ella se labraron algunas casas de piedra de que hoy parecen cimientos y se
hallan rastros aunque pocos, y porque los que nacían en dicha villa no se lograban a causa del
viento Sur, que corriendo sobre la tierra, era tan enfermo que ocasionaba mocezuelo en los niños;
después de diez o doce años se mudaron a la Península en que hoy está la Ciudad, que bañada del
viento Este que es la brisa y corre de la mar, es saludable y alegre. Esta Península se abrocha a
otra con un puente que llaman de los soldados, porque en ella se hacen guardias, y se tiene un
fuerte para atalaya del enemigo si intentaren venir por la tierra, para que cortando el puente, den
aviso a la Ciudad que está media legua distante: de esta segunda Península, corre a la tierra firme
de la Isla, otro puente mayor que llaman Martín Peña porque devió de ser su artífice, y así se
quedó con el nombre. En la tierra firme del primer puente hay una fuente de agua dulce que en
tiempo de seca, que falta el agua de los algibes de esta Ciudad, la socorre; y corre por dos caños
poco menos gruesos que la muñeca y nunca, aunque se adelgazan a menos que un dedo, se ha
visto faltar el agua; háse tratado de traer a la Ciudad y por estar más baja no se ha ejecutado. Será
población esta Ciudad de quinientos vecinos con razonable casería de piedra y alguna de tabla
que llegan a 400; los materiales para fábrica de ellas son los mejores de las Indias, y tan cerca,
que dentro de la Ciudad se halla todo el material necesario, y las maderas a menos de dos leguas.
Consta de diez Regidores, Alférez mayor, Alguacil mayor, y Depositario general; con elección de
Alcaldes ordinarios y otros dos de la Santa Hermandad, un procurador general, un fiel executor y
Las armas que tiene le dio su Magestad, año 1511, siendo procurador un vecino llamado Pedro
Moreno; son: un cordero (de San Juan que es su patrón) con su banderilla, y el cordero sobre un
libro, y todo sobre una Isla verde que es la de Puerto-Rico, y por los lados una F. y una Y. que
dicen Fernando e Isabel, los Reyes Católicos que se las dieron e hicieron igual en todos los
privilegios y mercedes a la Isla Española; como lo dice Antonio de Herrera en su Crónica general
de las Indias. La infantería es de cuatrocientos soldados con dos capitanes, un sargento mayor y
un castellano en la fuerza de San Phelipe del Morro, que se hizo antes de la cerca de la Ciudad, y
para su planta mandó Su Magestad al Maese de campo Juan de Tegeda, cuando vino por
Gobernador a la Havana, que pasase por este puerto y con Juan Heli su ingeniero mayor la
designare, como la hizo el año 1584, y así esta planta y la del Morro de la Havana, me parecen
una, con diferencia de que esta fuerza es mayor, porque tuvo más planicie por donde correr, y la
de la Havana más fuerte, por ser por la mar y la tierra fundada sobre peñas que hay; está solo por
la banda de la mar. Hase gastado en dicha fábrica del Morro aunque le falta la entrada cubierta y
otros reparos, un millón y novecientos mil ducados, y si se acabare, llegará a dos millones sin lo
que ha costado la cerca, que con lo que han dado los vecinos en voces, pasa de doscientos mil
ducados; (…) La fuerza del Morro dicho tiene ochenta y cuatro piezas de artillería, y algunas
piezas que arrojan treinta libras de bala, las setenta son de bronce y las otras de hierro colado.
En la C
iudad Iglesia Catedral, antiquísima, y que comenzó con gran fábrica, si se acabara. Es su
patrón y titular Señor San Juan Bautista, y tiene por armas un cordero con diadema sobre unos
islotes. El cordero atravesado con una cruz, metido dentro de; un círculo que tiene estas letras
“Joannes est nomen eius.” Su obispado tiene corta-renta con sus prebendados, que son ocho,
porque aunque eran nueve, se mandó consumir una canonjía para la Inquisición, habrá ocho o
nueve años, y así hay Dean, Arcediano y Chantre, tres Canónigos y dos Racioneros, pertiguero y
portero. Los réditos de Misas de Capellanía, cantadas y rezadas, que tiene la Iglesia con veinte y
seis mil y docientos reales de plata. Los diez y seis mil de misas cantadas, y los diez mil
doscientos de Misas rezadas, y ésta la principal renta con que cortamente se sustentan, porque
los diezmos valen poco, y así tienen suplicado a Su Magestad se la acreciente, y parece justo: en
esta Santa Iglesia, aunque no hay canongía magristral, tiene dotación de cien ducados de renta
cada año para un maestro de Gramática, que la lee de ordinario a los hijos de los vecinos de ella, y
El c
onvento del Señor Santo Thomas del orden Dominico, también tiene muchas Capellanías
que valdrán la mitad de lo que a la Iglesia; es convento grave y en tal asiento fundado, que mueve
a devoción juntamente con las Imágenes que tiene, entre las cuales está en el altar de Señor San
Joseph, Nuestra Señora de Betlen, un cuadro pequeño como de tres cuartas y antiquísimo, pero
tan lindo y lucido como si acabara de hacerse, haviendo más de cien años que está en el dicho
convento; esta Santa imagen estuvo muchos años en el dormitorio del convento en Altar
particular, y por tradición se tiene, que le cantaban algunas noches a Maitines los ángeles, y
siempre los religiosos de aquel convento y vecinos la han tenido y tienen en suma veneración.
También hay otra Imagen más nueva, de bulto, que se trajo ha treinta y cuatro años de Sevilla,
que es de la advocación de Nuestra Señora de Candelaria; y estando el navío para quedarse en
aquella flota por la mucha agua que hacía, así como entró la Imagen Santísima estancó el agua e
hizo el viage hasta esta Ciudad sin hacer ninguna, y en ella ha obrado muchos milagros y
conmigo dos, que por la brevedad no refiero, pero es cierto que si no fuera ansi no lo dijera, y
siendo necesario, lo juro, y suplico no se deje de hacer memoria de estas dos devotas Señoras, la
de Betlen y Candelaria, del convento de Señor Santo Thomas. Los religiosos ordinarios son
treinta, porque hay casa de noviciado que alcanzó el Provincial de esta orden, fray Jorge
Cambero, como natural de esta Ciudad, el año de 1645, que aunque la hubo antiguamente, se
había reducido a Santo Domingo, y ansi mismo puso casa de estudio de artes y de Gramática para
los novicios y vecinos de la Ciudad que quisieren estudiarlos y hoy se está fabricando nueva casa
El c
onvento de Señor San Francisco, es nuevo, que la licencia se alcanzó el año de 1642, aunque
los Religiosos vinieron antes ocho años, con intento de fundarle a instancia de Don Francisco de
Villanueva y Lugo, Depositario general de esta Ciudad, que se halló el año de 1633 en la de Santo
Domingo, y por devoción de nombre y del Santo, pidió a los Religiosos que iban a hacer su
capítulo a la ciudad de Caracas, tratasen de fundar en esta Ciudad; y así le hicieron a que ayudó el
Obispo Don Juan López Agurto de la Mata que se halló entonces en la visita de la isla Margarita.
La licencia para el convento de Monjas que se suplicó a Su Magestad se fundase en esta Ciudad,
se alcanzó el año pasado de 1646. La fecha de la Cédula, en Zaragoza a 1º de julio: concedió tres
Monjas de Sevilla del orden del Carmen calzado, que así lo quiso Doña Ana de Cauzos natural de
esta Ciudad, que es la persona que con su hacienda se ha ofrecido a ser su fundadora; tiene
fabricada la casa para el dicho convento junto a la Iglesia Catedral, en casa particular suya y que
antes fue colegio de estudiantes donde se leía gramática con vocación antigua de Señor San
Idelfonso, y por ser de la Iglesia se vendió con otras que tenía por parecer al Obispo Don Juan
López Agurto de la Mata que era de más útil a la Santa Iglesia de esta Ciudad; y en ella hay dos
los antiguos y ricos llamado Francisco Juancho, Vizcayno de nación, pero no se hallan papeles de
la antigüedad aunque tiene descendientes legítimos en esta Ciudad. Las elecciones de diputados y
mayordomos, se hacen por los Cabildos eclesiástico y secular, alternando cada un año. Tiene este
hospital, capellán con cien ducados de renta y casa y servicio y renta de tributos con que se
sustenta, e indulgencias a los que murieren, lo que no se sabe más que por tradición, por haberse
perdido los papeles, y que algunas personas principales, por gozar de dichas indulgencias, se
hacían traer a morir en el dicho hospital. Otro hospital hay más nuevo con vocación de Santiago;
que de sus sueldos le sustentan y también algunos tributos, que a los principios pusieron sus
fundadores, aunque pocos. Hermitas hay, la de Señora Santa Ana, Señora Santa Bárbara, Señor
San Sebastián, y había la de Señora Santa Catalina, y por que cayó fuera de la muralla, la deshizo
Don Iñigo de la Mota Sarmiento, Gobernador que fue de esta Ciudad, y sobre la misma muralla, le
En la isleta en que está fundada la Ciudad, que será de media legua de largo, no se halla agua
manantial y así se han hecho en las casas, algibes, y cuando falta, se acude a la fuente que está
media legua, y por mar y tierra se trae a la Ciudad; y también del río que se llama Bayamón, que
sale a la misma bahía de frente de las casas Reales del Gobernador, y otro que llaman Río-piedras
que también sale a la misma bahía; y ambos son de escelente agua, porque todas las de la Isla,
como son de oro, se tienen por bonísimas y muy digestivas, pero la más delgada, habiéndolas
pesado todas, fue la del Aybonito, cerca del valle de Coamo, como dos leguas: y después de ésta,
la del río Guanajibo, que es donde está fundada la villa de San Germán, y tiene este río, piedras
salutíferas para mal de hijada, flujos de sangre, dolores de cabeza, y hacer venir la leche a las
mugeres paridas que no la tienen, y otros males de estómago y diversas enfermedades, y así se
llevan a todas las partes de estas Indias y a España, por ser la virtud suya conocida en todas ellas.
En dicha villa de San Germán hay tres cosas de grande estimación que son el río Guanajibo de
agua muy saludable, una excelente campana, y una Imagen de la Concepción en lienzo de
admirable mano y hermosura, que está en el hospital de la dicha villa donde hay también un
convento del orden de Santo Domingo; y en la Aguada hubo en los principios de su fundación otro
convento de Señor San Francisco, que es el que ahora se ha transferido a esta Ciudad con pretesto
de reedificación por la contradicción que le hicieron los frayles Dominicos, y deshizóse aquel
convento porque los indios caribes, que entonces infestaban mucho la Isla, martirizaron cinco
religiosos a flechazos de que no he podido saber los nombres por la antigüedad y falta de archivos
y papeles, pero es cierto que fue la causa de su despoblación, el martirio de estos Santos
religiosos, que como entonces había pocos y eran menester para obreros de esta nuestra viña del
Señor, quisieron guardarse para confesores, los que quedaron, más que para mártires.
Tienen en dicha villa una Imagen en el sitio que llaman el Hormiguero, de la vocación de Nuestra
Señora de Monserrate, es pintura del grandor de tres cuartas de largo, en hermita particular, y
con tributos para su renta; de gran devoción y algunos milagros; y dejando de referir muchos, fue
notorio que el mayordomo de dicha capilla llamado Giraldo González, tuvo entre otras una hija
que, de edad de ocho años, se le perdió en los montes que en aquella parte son de grandes sierras
y alturas, y enviándola a buscar a muchas personas; al cabo de quince días hallaron la niña buena
y contenta, y la ropa sana, como cuando se perdió: y preguntándola como había vivido sin
sustentarse, dijo que una muger la había dado de comer todo aquel tiempo, alhagándola y
acariciándola como madre: de que se entendió ser la de misericordia y Virgen de Monserrate, de
quien el dicho su padre era devoto, y fundador de la hermita que hoy tiene, crecida su devoción
con milagros que obra con la gente de aquella villa cada día. Es población la dicha villa de San
Germán de doscientos vecinos, y está sugeta al Gobernador y capitán general de esta Ciudad, que
pone teniente de su mano, pero tiene jurisdicción separada. Regidores y Alcaldes ordinarios, que
como villa, elije cada año, con alférez mayor y alguacil mayor y escribano de Cabildo y público.
El valle de San Blas de Coamo tiene otra hermita, demás de la Iglesia, con vocación de alta gracia,
y también es de gran devoción, y su Imagen, pequeña, de bulto, de tamaño de una vara, y tiene
tributos con que se sustenta la lámpara que es de plata, como la de la Iglesia del dicho valle, y está
veinte leguas de esta Ciudad y será población de cien vecinos. La otra población; que está doce
leguas de esta Ciudad, se llama San Felipe del Arecibo; tiene el mejor río con el mismo nombre de
quien le tomó el pueblo, que yo creo que es el mejor que hay en la Isla; ancho, claro, bajo de buen
agua y buen pescado y su ribera es de las mejores, para la labranza de gengibre y cacao, de
cuantas hay en la Isla; el puerto es de costa brava, y así los bajeles paran poco en él porque
cualquiera norte los echaría a la costa de fuera. Es tan hermosa la vista, que los enemigos le
llenan jardín dorado, y el río donde está poblado el lugar, que será de cuarenta vecinos, por media
legua corre tan a la orilla de la mar a donde sale, que no hay más de la mar al río, de como
cuarenta pasos, que es de grande alegría a los que le miran; y es de manera, que podrán pescar
con cordel, a un mismo tiempo, en la mar y en el río, más de media legua dentro de la boca, que
no se podrá hacer en otro río de la Isla. Tiene este lugar, demás de la Iglesia, otra hermita de
Nuestra Señora del Rosario donde van las proseciones, y con renta y capellanía de Misas que dejó