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Arquidiócesis de Mérida

Seminario San Buenaventura


Mérida – Venezuela
Historia de la Iglesia latinoamericana y venezolana
III año de Teología
Eduar Jr. González

Antropología teológica – escatología latinoamericana


La historia del pensamiento cristiano latinoamericano, se ha
desarrollado junto a los procesos históricos, sociales, políticos y económicos
de América Latina; como también junto a las diversas corrientes de
espiritualidad que marcan las diversas tradiciones religiosas y culturales de
nuestro continente. La reflexión teológica que brota de la praxis de fe de las
comunidades cristiana en América Latina, deja de ser apologética para
transformarse en diálogo y crítica hacia la realidad sistémica que debe ser
denunciada y transformada1.
La Conferencia de Medellín centró su atención en el hombre de este
Continente, que vive un momento decisivo de su proceso histórico. De este
modo ella no se ha desviado, sino que se ha vuelto hacia el hombre,
consciente de que para conocer a Dios es necesario conocer al hombre, esto
es cuanto afirma la Introducción al Documento final. Destaquemos aquí el
valor teórico que tiene esta afirmación: conocer al hombre, algo que se logra
en la reflexión no solamente dirigida a la comprensión teórica que define al
hombre, sino en una descripción de sus relaciones, de su vida, de sus
hechos fundantes.
Así pues, el hombre en latino, está marcado por la injusticia y la
opresión, pero no lo ve como un acto catastrófico, sino lo ve con ojos de
Cristo, como pueblo que está camino a la salvación, ve el que sufre a Dios.
La finalidad de la teología de la liberación es la transformación de esta

1
Gómez. 2017. Pensar la Teología desde Latinoamérica: Del Éxodo al Exilio
situación de pobreza injusta e inhumana. Esto le da su "profetismo",
semejante al de los grandes profetas de Israel que lucharon contra las
injusticias (e idolatrías) de sus contemporáneos. Y esto hace que para la
teología de la liberación la fe aparezca ante todo como praxis de liberación. 
La teología de la liberación asumió plenamente el giro
antropocéntrico. Así, Gustavo Gutiérrez dice: En forma convergente, se es,
en nuestros días, cada vez más sensible a los aspectos antropológicos de la
revelación. (1999: 62). Citando a Rahner, Gutiérrez concluye que hoy la
teología dogmática debe llegar a ser una antropología teológica. Eso está
relacionado también con la vocación única a la salvación que valora
religiosamente, en forma totalmente nueva, la acción del hombre en la
historia.
También para Juan Luis Segundo la teología de la liberación es el
resultado del “giro antropocéntrico” y de la superación del pensamiento
neoescolástico de los dos niveles en la relación de la naturaleza y de la
gracia. Esta teología que pone en el centro la preocupación por la salvación
integral del hombre que marcó el Concilio Vaticano II.
En cuanto a la escatología, la teología de la liberación, afirma que el
cristiano es sobre todo alguien que, en situaciones históricas concretas, debe
corporificar en experiencias y testimonios la esperanza que lo habita. Es por
ello que, esta polaridad dialéctica entre la insatisfacción escatológica por
aquello que todavía no es y la anticipación efectiva de lo que ya puede y
deber ser, desinstala al cristiano verdadero de cualquier tipo de acomodo.
Por tanto, si la escatología final se vuelve pretexto de evasión de la historia,
si no se hace operativa, debe haber una articulación práctica de la
esperanza.
Sin embargo, no es fácil para la Teología de la Liberación integrar el
valor que se reconoce al esfuerzo humano por lograr la liberación histórica
con el designio de Dios, que promete la liberación escatológica, definitiva. El
acento puesto en la necesidad de actuar puede dejar en la sombra la
conciencia de que finalmente la prioridad es de la gracia de Dios, no de
nuestras obras, porque la finalidad de todo desde el punto de vista tanto de
Dios al crear como del sentido de la vida humana es nuestro encuentro
personal con Dios.
Así pues, y, en definitiva, el hombre cristiano de la teología de la
liberación, está en una búsqueda constante de su sentido, y no puede dejar
de sentirse coextensivo y directamente relacionado con el amplio proceso de
liberación del hombre en general y con los pasos históricos de este proceso,
porque son material de la anticipación del reino.

Bibliografía

Assmann, Hugo. Teología desde la praxis de la liberación: ensayo teológico


desde la América independiente. Ediciones Sígueme. 1973.
Salamanca – España.
Silva, Sergio. La teología de la liberación. Teología y vida. 2009. Universidad
Católica de Chile. Santiago – Chile.
Ochoa, Víctor. Una lectura antropológica de la II Conferencia Episcopal
Latinoamericana. Cuestiones teológicas. 2018. Medellín – Colombia.

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