Está en la página 1de 9

CLASE Nº 3

Conocimiento sobrenatural de Dios

Objetivo:
1. Que los alumnos comprendan qué es la Revelación Divina, como medio
para llegar a conocer a Dios sin error y para entrar en comunión con Él.
2. Que reconozcan cómo Dios ha llevado a cabo esta Revelación a través de
sus distintas etapas.
3. Que reconozcan que Cristo es la plenitud de la Revelación, y que después
de Él la Iglesia no espera ninguna otra revelación pública antes de la
segunda venida del Salvador.

I. DOCTRINA PARA EL CATEQUISTA

a) Sagrada Escritura

Carta a los Hebreos 1,1-4.

b) Enseñanza de la Iglesia

Catecismo de la Iglesia Católica, 50-66.

c) Explicación para el catequista

Tengamos presente que nuestra inteligencia es limitada, mientras que Dios es infinito; por otro lado,
a causa del pecado original no siempre llegamos a conocer las cosas tal como son, y por lo tanto
también nuestro conocimiento sobre Dios está sujeto al error.
Por este motivo es que Dios mismo, libremente, ha querido revelarse, darse a conocer a sí mismo.
¿Qué es la Revelación Divina? ¿Cómo se dio en la historia y qué finalidad tuvo? Todo esto veremos en
la siguiente exposición. Ante todo, es importante que reconozcamos por qué quiso Dios revelarse:
porque con nuestra sola inteligencia es imposible llegar a conocer a Dios tal cual es.
a) ¿Qué es la Divina Revelación? La Divina Revelación es aquel acto por el cual Dios mismo
quiso darse a conocer a sí mismo y dar a conocer cuál es su voluntad: que los hombres, gracias a Cristo
Verbo Encarnado y por medio suyo, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo, y participan de la
naturaleza divina1; esto quiere decir que Dios quiso revelarse para dar a conocer a los hombres que
ellos tienen la posibilidad de llegar a Dios y “tener” dentro de su alma la misma vida divina, que es la
gracia santificante.

1
CONCILIO VATICANO II, Const. Dogm. Dei Verbum, 2.

1
b) ¿Para qué se reveló Dios? Dios quiso revelarse para comunicar su propia vida divina a los
hombres libremente creados por él y de este modo hacerlos hijos adoptivos suyos. Dios quiere que los
hombres sean capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá de lo que ellos serían capaces
por sus propias fuerzas.
c) ¿Cómo se llevó a cabo esta Revelación? Mediante acciones y palabras hechas y dichas por parte
de Dios, o hechas y dichas por los hombres, pero que Dios ha querido o permitido, para dar a conocer
su voluntad. Estas “acciones y palabras” están íntimamente unidas entre sí de tal modo que unas
explican y esclarecen a las otras.
d) Etapas de la Revelación. Dios no se reveló totalmente en un solo momento de la historia, sino
que la Revelación se fue dando por etapas, como dice el Catecismo: “Este designio comporta una
«pedagogía divina» particular: Dios se comunica gradualmente al hombre, lo prepara por etapas para
acoger la Revelación sobrenatural que hace de sí mismo y que culminará en la Persona y la misión del
Verbo encarnado, Jesucristo” (n. 53). Veamos a continuación cuáles fueron estas etapas.
- Nuestros primeros padres, Adán y Eva. El libro del Génesis nos relata la creación de Adán y
Eva y la posterior “caída”, bajo la instigación del diablo (leer Gen 1,26―3,1-24). A esta caída, que
es una desobediencia por parte del hombre, se la llama “pecado original”. Por este primer pecado,
el género humano perdió la perfecta comunión con Dios y la perfección original con la que había
sido creado. Pero es aquí donde Dios comienza todo el plan de la Revelación: les promete no
abandonarlos en el pecado y “decide desde el comienzo salvar a la humanidad a través de una
serie de etapas”2. He aquí la primera etapa de la Revelación divina.
- La alianza con Noé. Recordemos el relato que nos habla de la historia de Noé leyendo en Gen
6,5―8,1-22. Ante la corrupción en que había caído la humanidad, Dios decide exterminar al
género humano: “Voy a exterminar de sobre la haz del suelo al hombre que he creado, ―desde el
hombre hasta los ganados, las serpientes, y hasta las aves del cielo― porque me pesa haberlos
hecho” (Gen 6,7). Pero hubo un hombre que por su integridad y su buena conducta no cayó bajo
este castigo divino: Noé. Decidió Dios salvar a Noé y a toda su familia, ordenándole que
construyese una barca para salvarse del diluvio que caería sobre toda la tierra, hasta inundarla:
“Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las
aguas del diluvio” (Gen 7,7). En efecto, la lluvia cayó sobre la tierra durante cuarenta días
seguidos, hasta cubrirla totalmente, dando muerte a todas las personas, animales y plantas que
quedaron fuera del Arca. Luego que la lluvia terminase de caer, y que apareciesen suelos secos
para volver a habitar, salió Noé del Arca con toda su familia; y es allí donde Dios establece esta
primera alianza con el ser humano: “Nunca más volveré al maldecir el suelo por causa del
hombre” (Gen 8,21); “He aquí que yo establezco mi alianza con vosotros, y con vuestra futura
descendencia, y con toda alma viviente que os acompaña: las aves, los ganados y todas las
alimañas que hay con vosotros, con todo lo que ha salido del arca, todos los animales de la tierra.
Establezco mi alianza con vosotros, y no volverá nunca más a ser aniquilada toda carne por las
aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra” (Gen 9,9-11). He aquí la segunda
etapa de la Revelación divina.
- La elección de Abraham. Por culpa del pecado, la humanidad entera se encontraba “dispersa”,
dividida, enfrentada, cada una hablando su propia lengua, y, sobre todo, yendo detrás de distintos
dioses, abandonando al Dios verdadero que los había creado. Pensando Dios en la promesa que
hizo ya a nuestros primeros padres, Adán y Eva, y en la Alianza que estableció con Noé, elige a
Abraham para formar de él “una gran nación” que sería “su” nación, “su” pueblo. Con Abraham,
2
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, 56.

2
Dios vuelve a renovar la Alianza con el género humano: “En ti serán benditas todas las naciones
de la tierra” (Gen 12,3). El pueblo que nacerá de Abraham será el que guarde todas las promesas
hechas por Dios al hombre. He aquí la tercera etapa de la Divina Revelación.
- La formación del Pueblo de Israel. Para ir preparando definitivamente la salvación que prometió
a nuestros primeros padres, Dios forma a su pueblo. Liberándolo de la esclavitud de Egipto, hace
con su pueblo una Alianza en el Sinaí, dándoles a conocer la Ley (Diez Mandamientos del
Decálogo) por medio de servidor Moisés. Por esta Alianza, el hombre se compromete a servir a
Dios y a reconocerlo como el único Dios verdadero. Formado el Pueblo de Dios, a lo largo de todo
el Antiguo Testamento Dios nuestro Señor constantemente envía a los profetas para que
anunciasen la llegada de una Alianza “nueva y eterna”, por la que se dará la “redención radical del
pueblo de Dios, la purificación de todas sus infidelidades”3. Es por eso que el Pueblo de Israel
espera esta alianza definitiva. He aquí la cuarta etapa de la Revelación divina.
e) La plenitud de la Revelación de Dios. Todas estas etapas de la Revelación divina han tenido la
finalidad de ir preparando la “Revelación plena y total de Dios”. ¿Qué significa esto? Hemos visto más
arriba que Dios quiso revelarse para darse a conocer a sí mismo al hombre y para manifestarle cuál era
su voluntad: la salvación del hombre del dominio del pecado. Esta “gran finalidad” Dios la llevó a
cabo, totalmente, en la Persona y el Misterio de Jesucristo, Verbo Encarnado, Hijo de Dios, Segunda
Persona de la Santísima Trinidad. Por eso decimos que Cristo, con sus palabras y acciones, pero sobre
todo con su Misterio Pascual ―Pasión, Muerte y Resurrección―, es la plenitud de la Revelación de
Dios. Después de Él, “no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa
manifestación de nuestro Señor Jesucristo”4.
En conclusión, podemos sintetizar este hermoso tema en los siguientes puntos:
- La Divina Revelación es aquel acto por el cual Dios mismo quiso darse a conocer a sí mismo y dar
a conocer cuál es su voluntad.
- Esta voluntad consiste en que Dios quiere que todos los hombres tengan acceso al Padre, en el
Espíritu Santo, mediante Cristo Verbo Encarnado, y sean así partícipes (consortes) de la naturaleza
divina.
- Dios no se reveló totalmente en un solo momento de la historia, sino que la Revelación se fue
dando por etapas.
- Finalmente, Cristo es la plenitud de la Revelación de Dios, de tal manera que después de Él, “no
hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor
Jesucristo”.

3
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, 64.
4
CONCILIO VATICANO II, Constitución dogmática “Dei Verbum”, 4.

3
II. EXPOSICIÓN DE LA CLASE

1. Con reverencia y espíritu filial, comenzamos la exposición con la proclamación de la Palabra de


Dios: Heb 1,1-4.
2. Comienza la explicación trazando tres columnas en la pizarra, sin decir nada mientras se escribe:
¿Qué es la Divina Revelación? Etapas de la Divina Plenitud de la Revelación
Revelación

3. Sigue la explicación del modo siguiente:

Seguramente jamás han oído hablar de estos tres temas. Mientras señala con la mano lo que anotó
en la pizarra.
Vamos a ir por parte, explicando cada uno de ellos, para que puedan entender a qué se refiere cada
uno. Comencemos con la primera columna. ¿Qué es lo que dice?
Responden los alumnos: ¿Qué es la Divina Revelación?
La palabra “revelación” viene de otra palabra parecida: “revelar”. Escribe en la pizarra. Significa
“remover o quitar el velo”. Por lo general, el velo es algo que se utiliza para cubrir un objeto, de tal
manera que no se lo pueda ver.
También utilizamos esta palabra, por ejemplo, cuando decimos que “no hay que revelar este
secreto”, queriendo decir que “ese secreto” debemos mantenerlo “oculto”.
Dios también quiso “revelarse”, es decir, hacer que el hombre pueda conocerlo y no quedar en un
total misterio. Por eso, la Divina Revelación es ese acto de Dios por el cual Él quiso darse a conocer a
sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad.
Vuelvo a repetir: la Divina Revelación es ese acto de Dios por el cual Él quiso darse a conocer a sí
mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad.
Ahora lo escribo en la pizarra. Escribe en la pizarra.
¿Qué es la Divina Revelación? Etapas de la Divina Plenitud de la Revelación
Revelación
La Divina Revelación es ese
acto de Dios por el cual Él
quiso darse a conocer a sí
mismo y dar a conocer el
misterio de su voluntad.
Terminando de escribir, pide a los alumnos que lean juntos la definición.
4. Ahora comienza con la explicación de la segunda columna. Se recomiendan que hablar de las
distintas etapas de la Revelación, los catequistas tengan imágenes sobre Adán y Eva (primera etapa),
Noé o el Arca (segunda etapa), Abraham (tercera etapa) y alguno de los profetas (cuarta etapa).

Escribiré cuatro números en la segunda columna. Escribe en la pizarra del modo siguiente:

4
1)
2)
3)
4)
He escrito estos cuatro números porque quiero decirles que Dios no se reveló “del todo”, sino que se
fue revelando por partes durante todo el Antiguo Testamento. A estos distintos momentos de la
historia del Antiguo Testamento le llamamos “etapas de la Revelación”. Comencemos a completar
estos números diciendo cómo se llaman estas cuatro etapas.
Escribe en la pizarra mientras explica.
A la primera etapa le llamaremos “Nuestros primeros padres, Adán y Eva”. Aquí comienza Dios
revelarse, por eso es la primera etapa. ¿Y qué es lo que les dice? Les dice que “Dios nunca
abandonará al ser humano”. Por favor, repetimos, ¿qué les dice Dios en esta primera etapa?
Responden los alumnos: Dios nunca abandonará al ser humano.
Entonces, ¿cómo se llama la primera etapa? Responden los alumnos: Nuestros primeros padres,
Adán y Eva.
Veremos ahora cuál es la segunda etapa. ¿Recuerdan cómo se llama el hombre que construyó una
barca para salvarse del diluvio? Dejar que los alumnos responda: Noé.
Después de Adán y Eva, la humanidad comenzó a andar por malos caminos, y Dios había decidido
borrar a todos los hombres sobre la faz de la tierra. Escuchemos que dice la Biblia: el catequista lee
el pasaje de Gen 6,5-7.
Pero en medio de tanta maldad había un hombre que se conservaba con buena conducta: era Noé.
Dios decidió exterminar a toda la humanidad pero quiso salvar a Noé con toda su familia. Por eso le
dijo: el catequista lee el pasaje de Gen 6,13-22.
Después que Noé entró en el Arca con toda su familia y los animales que había separado, comenzó a
llover ininterrumpidamente durante cuarenta días y cuarenta noches. Todos los que estaban fuera del
Arca murieron por la inundación, mientras que Noé y su familia se salvaron.
Cesó la lluvia, y con el paso de los días comenzó a aparecer suelo seco. Entonces Noé salió del Arca,
y Dios estableció nuevamente una Alianza con el género humano: el catequista lee el pasaje de Gen
8,15-22. Es sumamente importante que este último pasaje de la Sagrada Escritura, el catequista
lo lea con mucho detenimiento y convencimiento, pues aquí se halla el contenido de la Alianza
que Dios selló con los hombres en esta segunda etapa de la Revelación.
Entonces a esta segunda etapa la llamaremos “La Alianza con Noé”. Escribe en la pizarra. Luego
hace repetir a los alumnos:
¿Cómo se llama esta segunda etapa? Responden los alumnos: La Alianza con Noé.
En esta segunda etapa, Dios promete nunca más aniquilar al ser humano. Entonces el contenido de
esta segunda etapa es: responden los alumnos: Dios promete nunca más aniquilar al ser humano.
Desde Noé pasa mucho tiempo más y Dios vuelve a manifestarse a otro hombre, cuyo nombre era
“Abraham”. Abraham estaba casado, pero con su mujer no podían tener hijos. Pero Dios le prometió
darle un hijo. Abraham le cree, tiene fe en esta promesa de Dios. Pronto le nace un hijo, al que ponen

5
el nombre de Isaac.
Pero resulta que Dios le pide a Abraham que ofrezca a su hijo en sacrificio; escuchemos la historia:
Gen 22,1-17.
Como han escuchado, al ver Dios que Abraham no le desobedeció y fue capaz hasta de entregarle a
su propio hijo, Dios recompensó esta prueba, y estableció con Abraham una nueva Alianza:
“multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo y la arena del mar, y bendecir por su
descendencia a todas las naciones”.
A esta tercera etapa la llamaremos: “La elección de Abraham”. ¿Cómo se llama? Responden los
alumnos: La elección de Abraham. Escribe en la pizarra.
¿Cuál es el contenido de esta nueva etapa y de la alianza que hizo con Abraham? Multiplicar su
descendencia como las estrellas del cielo y la arena del mar, y bendecir por su descendencia a todas
las naciones. ¿Podemos repetir? Responden los alumnos: Multiplicar su descendencia como las
estrellas del cielo y la arena del mar, y bendecir por su descendencia a todas las naciones.
Finalmente, vamos a la cuarta etapa. Con la elección de Abraham, Dios comienza a formar a su
pueblo en medio de los demás pueblos de la tierra. Abraham fue padre de Isaac, como hemos visto;
luego Isaac fue padre de Jacob; a este Jacob Dios le cambió el nombre y le puso “Israel”. Luego Israel
tuvo 12 hijos, y cada uno de estos hijos fundó su propia tribu: “las Doce tribus de Israel”. Así surgió
el “Pueblo de Israel”, que estaba formado por estas Doce tribus. Era el pueblo que Dios formó; por
eso se le llama “el Pueblo de Dios”.
¿Por qué será que Dios quiso formar este pueblo? Porque a este pueblo Dios irá enviando a los
Profetas para que anuncien la llegada de una alianza “nueva y definitiva”, es decir, una alianza en la
que Dios prometería salvar totalmente a su Pueblo del pecado en el que cayeron ―si es que
recuerdan― nuestros primeros padres Adán y Eva: la redención total. Y una alianza a la que estarán
invitados también todos los demás pueblos de la tierra. Luego veremos cuándo y cómo Dios cumple
con esta alianza nueva y definitiva. Pero ahora escribamos: ¿cómo se llama esta cuarta etapa?
“Formación del Pueblo de Israel”. Escribe en la pizarra.
Luego pregunta: ¿Cómo se llama esta cuarta etapa? Responden los alumnos: Formación del
Pueblo de Israel.
5. Por tanto, la segunda columna debería quedar del siguiente modo:
¿Qué es la Divina Revelación? Etapas de la Divina Plenitud de la Revelación
Revelación
La Divina Revelación es ese
acto de Dios por el cual Él quiso 1)Nuestros primeros padres,
darse a conocer a sí mismo y dar Adán y Eva.
a conocer el misterio de su 2)La Alianza con Noé.
voluntad. 3)La elección de Abraham.
4)La formación del Pueblo de
Israel.
6. Ahora comienza la explicación de la tercera columna.

Repasemos nombrando cuáles son las etapas de la Revelación Divina. El Catequista lee con los
alumnos en voz alta.

6
Dios ha querido estas cuatro etapas a lo largo del Antiguo Testamento para preparar al Pueblo de
Israel, y a todo el mundo, para la llegada de Jesucristo. Cuando llega Jesús, Dios se termina de revelar
totalmente como es. Escuchemos con atención esto que dice el mismo Jesús en el Evangelio: el
catequista lee el pasaje de Jn 14,8-11.
¿Ustedes saben cuándo un vaso está “pleno” de agua? Responden los alumnos: Cuando está lleno.
Continúa el catequista: Entonces, “plenitud” quiere decir “total”, “acabado”. Si Jesús, cuando vino a
este mundo, dijo todo lo que Dios quería decir a los hombres y estableció esa Alianza nueva y
definitiva que prometían los Profetas, entonces debemos decir que “Cristo Jesús es la plenitud de la
Revelación de Dios, y que fuera de Jesús no debemos esperar ninguna otra revelación pública de
Dios, antes que Cristo venga al mundo segunda vez”.
Entonces, aquí, en esta tercera columna, podemos escribir ―escribe en la pizarra―: Cristo es la
plenitud de la Revelación de Dios porque en Él y con Él, Dios dijo a los hombres todo lo que tenía
que decir de sí mismo.
Terminando de escribir esto en la pizarra, invita a los alumnos a que lean junto con él. Y con
esto termina la explicación de este tema.
Al finalizar, si el tiempo permite, se puede hacer una síntesis o resumen de lo que se vio.
7. La tercera columna quedaría del siguiente modo:
¿Qué es la Divina Revelación? Etapas de la Divina Plenitud de la Revelación
Revelación
La Divina Revelación es ese Cristo es la plenitud de la
acto de Dios por el cual Él quiso 5)Nuestros primeros padres, Revelación de Dios porque en
darse a conocer a sí mismo y dar Adán y Eva. Él y con Él, Dios dijo a los
a conocer el misterio de su 6)La Alianza con Noé. hombres todo lo que tenía que
voluntad. 7)La elección de Abraham. decir de sí mismo.
8)La formación del Pueblo de
Israel.

7
III. TRABAJO EN EL AULA

1. Rápidamente, el catequista controla el “Trabajo para la casa”, encargado la clase anterior, y firma el
cuaderno.
2. No olvidarse de colocar el título de la clase: “Conocimiento sobrenatural de Dios”.
3. Cuestionario:
A) Responder:

1.¿Qué es la Divina Revelación?


La Divina Revelación es ese acto de Dios por el cual Él quiso darse a conocer a sí mismo y dar a
conocer el misterio de su voluntad.
2.¿Qué prometió Dios a Adán y Eva después del pecado original?
Dios prometió que nunca abandonará al ser humano.
3.¿Qué prometió Dios después que Noé y su familia salieron del Arca?
Dios prometió a Noé que nunca más aniquilaría al ser humano.
4.¿Qué prometió Dios cuando hizo Alianza con Abraham?
Dios prometió multiplicar la descendencia de Abraham como las estrellas del cielo y la arena del
mar, y bendecir por su descendencia a todas las naciones.
5.¿Para qué formó Dios al Pueblo de Israel?
Dios quiso formar al Pueblo de Israel para anunciar la llegada de una alianza nueva y definitiva por
la que serían perdonados a los hombres todos los pecados.
6.¿Por qué Jesucristo es la plenitud de la Revelación de Dios?
Jesucristo es la plenitud de la Revelación de Dios porque en Él y con Él, Dios dijo a los hombres
todo lo que tenía que decir de sí mismo.

4. Al finalizar las preguntas, el catequista debe pensar en la manera didáctica de hacer repetir a los
jóvenes con el fin de fijar más en la memoria.
B) Llenar la siguiente “Sopa de letras”: 1. Revelación.
R R A I C N U N A N 2. Abraham.
O E R R S K N O E B 3. Noé.
W H V A B R A H A M 4. Eva.
P M P E E L A Z S O 5. Adán.
D A A V L Ñ N E A I 6. Arca.
M V E R T A A D L S 7. Moisés.
E L C E I D C F Z E 8. Alianza.
A E O L Y A R I X S
9. Israel.
Q I A W U N A G O V
10. Anunciar.
U X A Q I O J H C N
11. Revela.

8
9

También podría gustarte