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rEVISIÓN

Manejo óptimo de la glucemia en el paciente neurocrítico


Daniel A. Godoy, Alejandro Rabinstein, Walter Videtta, Francisco Murillo-Cabezas

Objetivo. Revisar los estudios más relevantes sobre la fisiopatología de la hipoglucemia e hiperglucemia en pacientes Unidad de Cuidados
Neurointensivos; Sanatorio
neurocríticos, y la terapéutica para su control. Pasteur; Catamarca, Argentina
Desarrollo. Las pruebas disponibles muestran que la hipoglucemia e hiperglucemia aumentan la lesión cerebral y empeo- (D.A. Godoy). Servicio de Neurología;
Mayo Clinic; Rochester, MN,
ran el pronóstico, pero no establecen los niveles adecuados de glucemia. El tratamiento intensivo de insulina, comparado Estados Unidos (A. Rabinstein).
con pautas más laxas, no ha mejorado el pronóstico, provocando más episodios hipoglucémicos. Unidad de Terapia Intensiva;
Hospital Profesor Alejandro
Conclusiones. La hipoglucemia debe evitarse siempre. Los tratamientos intensivos para controlar la hiperglucemia no Posadas; Buenos Aires, Argentina
(W. Videtta). Servicio de Cuidados
ofrecen ventaja e incrementan la posibilidad de hipoglucemia, y no se pueden recomendar en pacientes neurocríticos. No
Críticos y Urgencias; Hospital
disponemos de evidencias que indiquen la glucemia óptima, ni la pauta más apropiada de insulina, indicándose general- Universitario Virgen del Rocío;
mente su uso cuando la glucemia es superior a 180-200 mg/dL. Persiste aún la incertidumbre del valor del control farma- Sevilla, España (F. Murillo-Cabezas).

cológico de la glucemia para mejorar el pronóstico. Correspondencia:


Dr. Francisco Murillo Cabezas.
Palabras clave. Hiperglucemia. Manejo de la glucosa en pacientes neurocríticos. Servicio de Cuidados Críticos y
Urgencias. Hospital Universitario
Virgen del Rocío. Avda. Manuel
Siurot, s/n. E-41013 Sevilla.

Fax:
+34 955 012 583.
Introducción y objetivos lesionado es muy vulnerable a la hipoglucemia, peli-
gro potencial del control estrecho de la glucemia E-mail:
La asociación entre hiperglucemia y lesión cerebral [16-19]. Por lo tanto, permanece por dilucidar si el francisco.murillo.sspa@
juntadeandalucia.es
fue descrita en 1849 por Claude Bernard [1]. Desde efecto positivo de la TII podría extrapolarse a pa-
entonces, la hiperglucemia se reconoce como un fe- cientes neurocríticos. En este artículo se revisa el Aceptado tras revisión externa:
03.09.10.
nómeno frecuente, asociado a incremento de la papel de la hiperglucemia en pacientes neurocríti-
morbimortalidad en patologías neurocríticas, como cos y la evidencia disponible sobre su control. Cómo citar este artículo:
Godoy DA, Rabinstein A, Videtta
ictus isquémico [2-5], hemorragia subaracnoidea W, Murillo-Cabezas F. Manejo
[6,7], traumatismo craneoencefálico grave [8-10], óptimo de la glucemia en el
paciente neurocrítico. Rev Neurol
hemorragia intracerebral [11-13], etc. Son múlti- Metabolismo cerebral de la glucosa [20-25] 2010; 51: 745-56.
ples los mecanismos fisiopatológicos implicados en
la exacerbación o producción de lesión cerebral por La actividad cerebral requiere un alto consumo © 2010 Revista de Neurología

hiperglucemia, sin embargo, no se ha establecido si energético dependiente del aporte de oxígeno (O2)
la hiperglucemia per se es la responsable de la peor y glucosa. El cerebro, aunque sólo representa el 2%
evolución o simplemente un epifenómeno de la le- del peso corporal, recibe el 15% del gasto cardíaco y
sión cerebral [3-5]. Por otra parte, estudios experi- consume el 20% de O2 y el 25% de glucosa del total
mentales han demostrado que la insulina, además del organismo, con una gran tolerancia al déficit
de disminuir la glucemia, puede conferir cierto gra- transitorio de sustratos, ya que sólo consume un
do de neuroprotección [9]. En este contexto, re- 33% del O2 disponible y un 10% de la glucosa. Las
cientemente, han finalizado estudios que muestran fuentes energéticas son aportadas por el flujo san-
resultados alentadores de la denominada ‘terapia in- guíneo cerebral (FSC) a razón de 50 mL/100 g/min,
sulínica intensiva’ (TII) en pacientes críticos quirúr- con un consumo cerebral de O2 de 50 cm3/min, y
gicos [14], posiblemente debido a la reducción en la una producción similar de dióxido de carbono, re-
tasa de sepsis y disfunción multiorgánica, al evitar la sultando en un cociente respiratorio cercano a 1,
sobrecarga y toxicidad celular de la glucosa [14,15]. que indica que los carbohidratos son el principal
Dos puntos importantes deben considerarse. Por un sustrato para el metabolismo oxidativo.
lado, el cerebro consume glucosa independiente de La cantidad de glucosa cerebral depende en for-
la acción de la insulina, asegurándose así una ade- ma lineal de la plasmática, normalmente el 30% de
cuada cantidad de sustrato; por otro lado, el cerebro esta última. El aporte sistémico debe ser continuo,

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D.A. Godoy, et al

ya que el cerebro carece de reservas y los escasos prolongaciones denominadas ‘pies chupadores’, en
depósitos de glucógeno se agotan en un tiempo no íntimo contacto con la pared de los capilares. Esta
superior a dos minutos. La glucosa no penetra li- zona tiene la capacidad de expresar transportado-
bremente en el cerebro, sino activamente mediante res de glucosa, como los GLUT1.
proteínas específicas denominadas GLUT, con dos El glutamato, principal aminoácido excitatorio,
isoformas importantes: GLUT1, que transporta la tras ejercer su función, es captado por los astrocitos
glucosa hacia las células endoteliales, glía y astroci- en la terminal postsináptica y convertido en glutami-
tos; y GLUT3, que la lleva a las neuronas. Ambas na, la cual es liberada y captada por las neuronas
proteínas, que poseen la capacidad de adaptar su para mantener el pool de neurotransmisores. Este
actividad al consumo cerebral de glucosa requeri- proceso estimula la glucólisis aeróbica y la produc-
do, se regulan por acción de citocinas y no depen- ción de lactato mediante la activación de la bomba
den de la insulina para funcionar y estimularse. El Na/K ATPasa. Se ha comprobado, mediante espec-
consumo de glucosa genera energía en forma de troscopia por resonancia magnética, que por cada
adenosín trifosfato (ATP) de dos formas diferentes. molécula de glutamato liberada y captada por los as-
Una vía anaeróbica poco eficiente (2 mmol de ATP) trocitos, una molécula de glucosa puede ser metabo-
y otra aeróbica más eficiente, que origina 30 moles lizada a lactato. Como hemos señalado, el lactato,
de ATP mediante el ingreso de piruvato en el ciclo bajo ciertas circunstancias, estimulación o actividad
de Krebs. Aunque el metabolismo intermedio de la intensa, y generado dentro del parénquima cerebral,
glucosa puede generar metabolitos como lactato y ya que no atraviesa la barrera hematoencefálica, pue-
piruvato, que en determinadas circunstancias logra- de utilizarse como fuente energética. Los astrocitos,
rían mantener la actividad neuronal, ambas molé- además de mantener la homeostasis del K+ extrace-
culas no atraviesan la barrera hematoencefálica, por lular y asegurar la recaptación de neurotransmisores,
lo que no pueden reemplazar a la glucosa como sus- intervienen en la regulación e intercambio de agua
trato energético en situaciones fisiológicas. En cier- mediante la acción de las acuasporinas, agrupadas
tos estados patológicos, como ayuno, desnutrición y densamente en las prolongaciones que contactan
diabetes, los cuerpos cetónicos están muy elevados con los capilares. Su forma y ubicación indican un
en el plasma y pueden ser utilizados como sustratos papel clave en el tránsito de glucosa desde el torrente
metabólicos. La glucosa también participa en otros sanguíneo y, por consecuencia, en el acoplamiento
procesos fundamentales para la actividad del siste- del metabolismo energético a la actividad sináptica.
ma nervioso central (SNC), como mantener el fun- Cuando las células del SNC están activas y ávidas de
cionamiento de los canales iónicos, imprescindibles energía, el principal mecanismo de aporte de ésta es
en el transporte transmembrana; producir ácidos el incremento del FSC. Esto se logra por una serie de
nucleicos, aminoácidos y lípidos; y sintetizar hor- diferentes señales, ya sean metabolitos, como el lac-
monas y neurotransmisores, como glutamato, ace- tato, adenosina, K+ o H+, neurotransmisores o el óxi-
tilcolina y ácido γ-aminobutírico (GABA). do nítrico. De este modo existiría un ‘acoplamiento
Dos nuevas técnicas, el método de la 2-deoxiglu- fisiológico entre FSC y metabolismo energético’ que
cosa (2-DG) y la tomografía con emisión de posi- no siempre se mantiene durante la agresión.
trones (PET), han revelado que el metabolismo de Durante la lesión cerebral se producen cambios
la glucosa se caracteriza por heterogeneidad regio- profundos en el metabolismo energético, expresado
nal y relación con la actividad desarrollada. Así, la por un estado de disfunción energética o ‘crisis me-
utilización de glucosa varía entre 5-15 mg en la sus- tabólica’, caracterizado por heterogeneidad; notable
tancia gris y entre 1,5-2 mg/100 g/min en la sustan- disminución del metabolismo oxidativo; alteraciones
cia blanca. Por otra parte, la activación funcional en el metabolismo de la glucosa; prolongarse varios
incrementa de una a tres veces el consumo de glu- días; y no acompañarse de isquemia cerebral. Tras
cosa basal. El estudio simultáneo del FSC con el producirse la lesión encefálica, como mecanismo de
consumo de glucosa y O2 han contradicho las hipó- protección, se incrementa la utilización de glucosa
tesis clásicas que consideraban a las neuronas como durante un corto período, seguido por otro de caída
el único grupo celular metabólicamente activo, atri- en la utilización de glucosa. Durante esta fase, la apa-
buyendo a los astrocitos, con argumentos sólidos, rición de sucesos como convulsiones, hipertensión
un papel clave en el metabolismo energético. Es- endocraneal, hipoglucemia, etc., acrecientan las de-
tructuralmente hablando, existen 10 astrocitos por mandas de un tejido que está funcionando al límite,
neurona, ubicados alrededor de las sinapsis, con re- deteriorando aún más las escasas reservas energéti-
ceptores para una variedad de neurotransmisores y cas disponibles. En situaciones patológicas donde la
zonas de recaptación, los cuales poseen múltiples producción de energía es deficiente, y las células no

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Manejo óptimo de la glucemia en el paciente neurocrítico

pueden metabolizar el lactato en forma aeróbica, el giones cerebrales tienen la misma susceptibilidad a la
empleo de glucosa adquiere una enorme relevancia. hipoglucemia; así, la corteza cerebral, el cuerpo es-
triado y el hipocampo son las más vulnerables, mien-
tras que hipotálamo, cerebelo y tronco cerebral son
Lesión cerebral inducida más resistentes. En necropsias, estas lesiones se ma-
por hipoglucemia [24-28] nifiestan como petequias diseminadas, congestión y
edema de las células nerviosas, con desaparición pos-
Se considera hipoglucemia cuando la glucemia es terior por transformaciones degenerativas.
< 50 mg/dL (< 2,8 mmol/L), independientemente
de la presencia o no de síntomas. Su gravedad está
determinada por los niveles de glucosa, la aparición Hiperglucemia como factor pronóstico
de síntomas y por cambios en la actividad eléctrica
cerebral. Las alteraciones del electroencefalograma Aunque no existe una definición homogénea de hi-
(EEG) varían desde enlentecimiento cortical con pre- perglucemia, su incidencia se estima, en el paciente
dominio de ondas theta y delta hasta el EEG plano, neurocrítico, entre el 28-68% [3,5,30], constituyen-
pasando por patrones de supresión de ondas o activi- do un factor de riesgo independiente de mortalidad
dad convulsiva. Los umbrales de glucemia para pro- y peor pronóstico. En el ictus isquémico, Capes et
vocar síntomas o anomalías del EEG son individuales, al [3] mostraron que el riesgo de muerte es tres ve-
incluso entre diabéticos y no diabéticos. Sin embargo, ces mayor si la glucemia en el momento del ingreso
varios autores han establecido un concepto clave: ‘la hospitalario se hallaba entre 110 y 126 mg/dL. En
lesión cerebral por hipoglucemia es más frecuente en estos mismos pacientes, Stead et al encontraron
pacientes en los que se intenta un control estricto de que los pacientes con hiperglucemia tienen 2,3 ve-
glucemia con insulina’ [18,19,29]. Esta lesión será más ces más probabilidades de morir a los 90 días que
grave e irreversible cuanto más profunda y prolonga- los normoglucémicos [31]. El estudio GLIAS [32],
da sea la hipoglucemia. Este concepto es importante, cuyo objetivo principal era detectar el umbral de
dado que el consumo cerebral de O2 permanece inal- glucemia con mayor poder predictivo de mala evo-
terado durante episodios de hipoglucemia, lo que su- lución en la fase aguda del ictus, situó este valor en
giere la utilización de sustratos metabólicos alternati- 155 mg/dL. Dicha cifra incrementó en tres veces el
vos para garantizar la producción de ATP. Los meca- riesgo de muerte y en 2,7 veces la probabilidad de
nismos que permiten compensar la neuroglucopenia mala evolución a los tres meses, tras ajustar una se-
son: respuesta al estrés, incremento del FSC y utiliza- rie de variables como edad, diabetes, volumen del
ción de reservorios y sustratos alternativos. infarto y gravedad del ictus (hazard ratio = 3,8; in-
La hipoglucemia desencadena una respuesta sisté- tervalo de confianza al 95%, IC 95% = 1,79-8,1).
mica con liberación de hormonas contrarreguladoras Además, Álvarez-Sabín et al [33], en pacientes
que favorecen la liberación de glucosa a la sangre. Si con ictus isquémico tratados con activador tisular
bien se ha evidenciado una alteración de la autorre- recombinante del plasminógeno (rt-PA) intraveno-
gulación cerebral y un aumento notable del FSC du- so, hallaron que niveles elevados de glucemia (> 140
rante la hipoglucemia, no está totalmente aclarado mg/dL) se asocian con mayor tamaño del infarto y
cuáles son los mecanismos implicados, aunque la peor evolución, neutralizando así el efecto benefi-
magnitud del incremento en el FSC es dependiente cioso del fibrinolítico. No obstante, el impacto ne-
de la gravedad de la hipoglucemia. Los depósitos de gativo de la hiperglucemia sólo se observa en pa-
glucógeno astrocitarios se agotan en unos cinco mi- cientes en los que se consigue la recanalización ar-
nutos; sin embargo, estudios recientes sugieren que el terial, pero no en los que permanecen sin reperfu-
glucógeno puede utilizarse durante más tiempo si el sión. Asimismo, este efecto negativo varía en rela-
aporte de glucosa al cerebro es insuficiente o la hipo- ción con el tiempo en que se obtiene la recanalización.
glucemia reiterada. Otros sustratos alternativos de La hiperglucemia afectó negativamente el pronósti-
energía utilizados por el SNC son aminoácidos y áci- co a las 24 horas de los pacientes recanalizados an-
dos grasos, ambos insuficientes, ineficientes y peli- tes de las tres primeras horas, pero no el de aquéllos
grosos, ya que inducen acumulación de productos no reperfundidos más allá de tres horas tras la fibri-
potencialmente tóxicos como radicales libres de oxí- nólisis [34]. Por otra parte, es la hiperglucemia en la
geno (RLO), Ca+, etc. Cuando falla o se agota la tole- fase aguda la que retrasa la reperfusión de la pe-
rancia al déficit de glucosa, sobrevienen alteraciones numbra isquémica en pacientes tratados con rt-PA
metabólicas que provocan lesión cerebral. Como y no la cifra crónica de glucemia, expresada por los
ocurre con las demandas de glucosa, no todas las re- valores de fructosamina y hemoglobina glucosilada

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D.A. Godoy, et al

[35]. Igualmente, en pacientes tratados con rt-PA, estudio retrospectivo concluyó que la hiperglucemia
la hiperglucemia se asocia con incremento de la le- se asocia a contusiones medulares más graves.
sión cerebral, especialmente cuando acontece du-
rante el tiempo que la arteria está ocluida [36].
La hiperglucemia es un hallazgo común en pa- Fisiopatología de la hiperglucemia
cientes con hemorragia intracerebral que, en dife- en la lesión cerebral aguda
rentes series estudiadas, afecta negativamente el
pronóstico a corto plazo (odds ratio, OR = 1,52; IC Los mecanismos involucrados en la génesis de la hi-
95% = 1,28-1,82; p < 0,0001) [12-14]. Nuestro grupo perglucemia son variados y multifactoriales [5,30,41,
investigó la relación entre mortalidad y glucemia en 42]. Una hipótesis que no ha cosechado muchos
el primer mes tras el sangrado [14]. Los fallecidos adeptos señala que la hiperglucemia es sólo un indi-
muestran hiperglucemia durante las primeras 72 cador de diabetes preexistente, diagnosticada o no
horas (p < 0,001), destacando que cada 18 mg/dL [3-5,7-13]. Quizás el razonamiento más aceptado es
de aumento de la glucemia > 90 mg/dL, incrementa que la hiperglucemia, durante la fase aguda, repre-
un 33% la probabilidad de un episodio fatal. El pun- senta una respuesta inespecífica, programada y adap-
to de corte con mayor poder predictivo se sitúa por tativa al estrés, con tres componentes principales:
encima de 164 mg/dL, tanto en pacientes diabéti- activación del eje hipotálamo-hipofisoadrenal con la
cos como no diabéticos [14]. liberación de hormonas hiperglucemiantes, estimu-
En la hemorragia subaracnoidea, la hipergluce- lación del sistema nervioso autónomo y modificación
mia ha sido identificada como predictora indepen- del comportamiento del individuo. Cada uno de ellos
diente de mal resultado final, ya sea discapacidad contribuiría al desarrollo de hiperglucemia de mane-
grave o mortalidad (OR = 1,17; IC 95% = 1,07-1,28; ra y grado diferente, pero a mayor lesión, mayor res-
p < 0,001) [6,7], así como de complicaciones como puesta, figurando la hiperglucemia como un marca-
insuficiencia cardíaca, respiratoria, neumonía y her- dor de gravedad de la lesión. Sin embargo, la preva-
niación cerebral (p < 0,05). El grupo de Kruyt mos- lencia de la hiperglucemia es elevada e independiente
tró en pacientes no diabéticos con hemorragia sub­ del tipo y gravedad de la agresión neurológica [5,30].
aracnoidea aneurismática, tras el ajuste de las ca- La desregulación neuroendocrina secundaria a lesión
racterísticas basales, que los niveles medios de glu- de la corteza insular es otro de los mecanismos de hi-
cosa en ayunas durante la primera semana tras el perglucemia [43], pero esta sugerencia no ha sido
sangrado predicen mejor una mala evolución (OR = confirmada por otros autores [44]. Cuando se produ-
2,5; IC 95% = 1,4-4,6) que la glucemia en el momen- ce la lesión, se desencadena una respuesta inflamato-
to del ingreso (OR = 1,6; IC 95% = 0,9-2,7) [37]. ria con liberación de diversos mediadores, entre los
La evidencia disponible en el traumatismo cra- que sobresalen las citocinas, provenientes principal-
neoencefálico grave es escasa y controvertida, por lo mente de los astrocitos y microglía [45-50]. Éstas
que no podemos afirmar que la hiperglucemia sea pueden desarrollar hiperglucemia a través de la in-
un factor de riesgo independiente. Los pocos estu- ducción de ‘resistencia a la insulina’ en el hígado y
dios existentes muestran que los pacientes con glu- músculo. La hiperglucemia resultante, sumada al in-
cemias > 170 mg/dL tienen peores resultados a largo cremento de la producción de glucosa hepática en
plazo que los pacientes normoglucémicos [8-10,38]. respuesta al estrés, provoca una sobrecarga de gluco-
Salim et al, en una serie retrospectiva de traumatis- sa que perpetua la inflamación y desencadena lesión
mo craneoencefálico grave con hiperglucemia ≥ 150 de las células endoteliales. En la práctica, no pode-
mg/dL durante la primera semana, hallaron que la mos olvidar el origen iatrogénico, ya que a diario en
hiperglucemia prevalece en pacientes con mayor la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se utilizan
edad y gravedad del traumatismo craneoencefálico y diferentes fármacos que pueden originar hipergluce-
sistémico, y en el análisis multivariado predijeron en mia. Finalmente, entre las hipótesis no avaladas sufi-
forma independiente la mortalidad (OR = 4,91; IC 95% cientemente en la bibliografía se encuentran la agre-
= 2,88-8,56; p < 0,0001) [39]. Dado que el grado de sión hipotalámica directa o la irritación de centros
hiperglucemia parece ser un factor pronóstico im- ‘reguladores de la glucemia’ tras la lesión cerebral [5].
portante en el traumatismo craneoencefálico [10], al-
gunos autores lo han incluido en un modelo de pre-
dicción de resultados [38]. En estudios experimenta- Perfil temporal
les de lesión medular isquémica se ha demostrado
que la hiperglucemia afecta adversamente la función La glucosa puede medirse en sangre venosa, arte-
neurológica [40]; sin embargo, en la clínica sólo un rial o capilar, y en el tejido subcutáneo abdominal,

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Manejo óptimo de la glucemia en el paciente neurocrítico

monitorizando los valores de glucosa del intersticio


[31,51]. Mayoritariamente, la admisión hospitalaria Figura. Mecanismos de lesión cerebral inducidos por hiperglucemia.
es el momento elegido para el análisis pronóstico
de la glucemia durante la lesión del SNC [13,30,37].
Sin embargo, como otras variables biológicas, la
glucemia se caracteriza por su naturaleza dinámica,
sujeta a variaciones fisiológicas y patológicas, resul-
tando lógico pensar que los efectos deletéreos de la
hiperglucemia persisten más allá del momento ini-
cial, justificando la monitorización de la glucemia
durante la fase aguda de la lesión.
Pocos estudios han dilucidado el perfil temporal
de los valores de glucemia. Baird [31], en una serie
pequeña, mostró que el 35% presenta hiperglucemia
a la admisión; de este porcentaje, el 43% permanece
con hiperglucemia durante el período de estudio (72
horas tras el ictus isquémico). En cambio, de los in-
dividuos con valores normales en el momento del
ingreso, un 46% desarrolla hiperglucemia. La pre-
sencia de hiperglucemia se asoció a expansión del
infarto (r ≥ 0,6; p < 0,01) y mala evolución funcional
en la National Institutes of Health Stroke Scale (r ≥
0,53; p < 0,02) o en la escala de Rankin modificada
(r ≥ 0,53; p < 0,02) [31]. Allport et al [52] identifica-
ron dos fases de presentación de hiperglucemia en
59 pacientes con ictus isquémico: una precoz (ocho
primeras horas), que comprende al 100% de los pa-
cientes diabéticos y al 50% de los no diabéticos; y
una tardía (48-88 horas), que afecta al 27% de no
diabéticos y al 78% de diabéticos. El estudio GLIAS
[32] resalta que la presencia de hiperglucemia en
cualquier momento, dentro de las 48 horas iniciales
del ictus, es el factor más determinante en la evolu-
ción final, independientemente de la presencia de
predictores conocidos como edad, diabetes, volu-
men del infarto y gravedad del ictus.
Por su parte, Godoy et al [13] identificaron cua-
tro patrones evolutivos diferentes en una serie de [15,16]; sin embargo, durante la agresión, la hipoxia
casi 300 pacientes con hemorragia intracerebral, así local y la liberación de mediadores como citocinas,
como la relación existente entre los diferentes gru- angiotensina II, endotelinas, etc., estimulan la ex-
pos y la mortalidad. Mientras que la mortalidad en presión de las GLUT en las membranas celulares,
pacientes normoglucémicos fue del 8,6%, la morta- neutralizándose el sistema de protección [15]. Si
lidad en aquéllos con hiperglucemia persistente fue bien la patogenia de la hiperglucemia no se conoce
del 79,5% (p < 0,0001). Por todo ello, destacamos exactamente, son múltiples los factores que, en for-
que la presencia de hiperglucemia es común, pro- ma conjunta o aislada, interactúan para desencade-
longada y con diferentes perfiles evolutivos en pa- nar o exacerbar la lesión (Figura). En dos artículos
cientes neurocríticos. destacados, Garg et al [5] y Tomlinson y Gardner
[51], revisaron los mecanismos potenciales involu-
crados en la patología neurocrítica:
Mecanismos de lesión cerebral – Reducción del FSC. En experimentación animal
inducidos por hiperglucemia se ha demostrado una disminución hasta del 25%
[5,49]. El óxido nítrico parece desempeñar un pa-
Las células se protegen de la toxicidad de la hiper- pel clave. La neutralización o inhibición de su
glucemia regulando los transportadores de glucosa producción por el endotelio vascular produciría

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D.A. Godoy, et al

un disbalance en el tono vascular cerebral, predo- rios, la generación de RLO y la síntesis de MMP
minando la vasoconstricción. Un mecanismo adi- [5,55]. Como consecuencia, la insulina incrementa
cional es la tendencia a la microtrombosis de los la liberación de óxido nítrico, manteniendo así el
capilares cerebrales provocada por mediadores FSC [5,56,57]. Al disminuir la expresión, trascrip-
inflamatorios como el factor tisular. En modelos ción y síntesis de MMP, se limita la lesión tisular,
de oclusión-isquemia, se ha observado que el des- permaneciendo intacta la barrera hematoencefáli-
censo del FSC implica también el área de penum- ca. Adicionalmente, la insulina tiene efectos anti­
bra, con lo que, en presencia de hiperglucemia, el agregante, anticoagulante y profibrinolítico [5,30,57].
área de infarto inicial puede incrementarse. Dichos mecanismos potencian la acción antiinfla-
– Disfunción metabólica. Estudios con PET y 2-DG matoria de la insulina e hipotéticamente mejorarían
han evidenciado una profunda depresión meta- la microcirculación cerebral. Otros beneficios de la
bólica en el cerebro isquémico en pacientes con insulina derivan de su acción fisiológica, ya que, al
niveles de glucemia > 155 mg/dL [49]. El hipo- ser una hormona anabólica, favorece la síntesis
metabolismo puede deberse a disfunción mito- proteica y, con ello, la reparación y regeneración
condrial, secundaria al efecto tóxico de la sobre- neuronal [5,30,57].
carga de glucosa, o bien a acidosis láctica local
generada por la hiperglucemia [5,53].
– Toxicidad por aminoácidos excitatorios y calcio. Control de la hiperglucemia en el paciente
La hiperglucemia incrementa la disponibilidad neurocrítico según las guías de práctica clínica
extracelular de glutamato, el cual activa los re-
ceptores NMDA postsinápticos para la apertura Ictus isquémico
de canales iónicos, permitiendo el ingreso masi-
vo de calcio a las células, con la consecuente dis- Todas las recomendaciones señalan la necesidad de
función mitocondrial y muerte neuronal [5,53]. prevenir, detectar y corregir rápidamente la hipo-
– Inflamación. La hiperglucemia y la lesión tisular glucemia (clase I, nivel de evidencia grado C) [58-
desencadenan una serie de sucesos, entre los que 63]. Las guías publicadas por el Stroke Council de
sobresalen la inflamación y el estrés oxidativo, la American Heart Association (AHA) afirmaban,
con la liberación de mediadores como citocinas y con bajo nivel de evidencia, que la asociación entre
RLO que agravan la lesión [5]. Los RLO provo- hiperglucemia y mal pronóstico era incierta y con-
can peroxidación lipídica de las membranas celu- trovertida; no obstante, se sugería tratar la hiper-
lares, carboxilan proteínas vitales para el funcio- glucemia sin especificar pautas ni umbrales. En
namiento celular y desnaturalizan el ADN. Los 1996, la AHA, en sus guías para el tratamiento
RLO, además, inhiben la producción de óxido ní- trombolítico, aconsejaba mantener la glucemia en-
trico o bloquean su acción [5]. Las citocinas per- tre 50 y 400 mg/dL [57]. Recientemente, AHA y Eu-
petúan la actividad inflamatoria [50] e inducen la ropean Stroke Initiative (EUSI) han actualizado sus
producción o trascripción de las metaloproteina- guías [58,59] y admiten que la hiperglucemia es un
sas (MMP) de la matriz extracelular, que desem- fenómeno frecuente en el ictus, que origina lesión
peñan un papel principal en el daño de la barrera secundaria y se asocia a complicaciones como ex-
hematoencefálica y formación de edema cerebral pansión o transformación hemorrágica de los infar-
[5]. Asimismo, la hiperglucemia lesiona la micro- tos y a peor evolución. Por lo tanto, la AHA reco-
circulación cerebral, alterando el equilibrio entre mienda mantener la glucemia < 185 mg/dL, sugi-
factores trombóticos y fibrinolíticos [5]. riendo, además, un hipotético beneficio adicional si
se tratan valores > 140 mg/dL (clase IIa-nivel C) [58].
Por su parte, los europeos, con un nivel de eviden-
La insulina, ¿neuroprotectora? cia IV, mantienen el criterio expuesto en las guías
del 2003 [59].
La insulina, además de ejercer un papel clave en el
metabolismo intermedio, mineral, y en el almace- Traumatismo craneoencefálico grave
namiento de la energía producida en exceso, tiene
ciertas propiedades ‘neuroprotectoras’, al disminuir Desde el año 1995, asociaciones europeas y ameri-
la necrosis neuronal [5,54]. Recientemente, se ha canas como la Brain Trauma Foundation publican
demostrado que la insulina ejerce una potente ac- recomendaciones que se actualizan [60]. Todas las
ción antiinflamatoria tanto in vivo como in vitro al versiones resaltan que la hiperglucemia es un factor
bloquear la producción de agentes proinflamato- de lesión secundaria que agrava el pronóstico. Sin

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Manejo óptimo de la glucemia en el paciente neurocrítico

embargo, no se mencionan los valores para iniciar forma convencional frente a TII, respectivamente;
el tratamiento de la hiperglucemia. p < 0,006). Estos datos alentadores no pudieron va-
lidarse en otros grupos poblacionales e incluso se
Hemorragia subaracnoidea aneurismática cuestionaron.
Fahy et al, en una puesta al día que incluye una
La AHA, en las guías actuales para el manejo de la minuciosa revisión de la literatura, señalaron lo in-
hemorragia subaracnoidea aneurismática [61], sólo completo y conflictivo del tema, a tal punto que los
destaca que la hiperglucemia debe evitarse por su metaanálisis disponibles llegan a conclusiones dis-
influencia perjudicial sobre la lesión cerebral, sin pares [64]. Esta revisión no incluyó el estudio NICE-
especificar cómo ni cuándo tratar. SUGAR, que comparó, en pacientes críticos con pa-
tologías diversas médicas y quirúrgicas, dos metas
Hemorragia intracerebral en el control de la glucemia: grupo TII, glucemia en-
tre 81 y 108 mg/dL; y grupo convencional, glucemia
La AHA, en su guía del año 2007 para el tratamien- entre 144 y 180 mg/dL. A los 90 días de la admisión
to de la fase aguda de la hemorragia intracerebral, en la UCI, la mortalidad del grupo TII fue significa-
reconoce a la hiperglucemia como un mecanismo tivamente mayor (27,5% frente a 24,9%; OR: 1,14;
de respuesta a la agresión cerebral, y la identifica p < 0,02), al igual que la incidencia de hipoglucemia
como marcador de gravedad asociado a mala evo- grave (6,8% frente a 0,5%; p < 0,001), mientras que
lución a corto y largo plazo. Aún más, establece, con no hubo diferencias en los días de ventilación mecá-
un grado de evidencia IIa, nivel C, en > 185 mg/dL nica, de UCI o de hospital, ni tampoco en la necesi-
(posiblemente > 140 mg/dL) el umbral para el tra- dad de diálisis [65]. A pesar de que metodológica-
tamiento con insulina [62]. Por su parte, la EUSI, con mente el estudio de van den Bergh et al difiere en
bajo nivel de evidencia, sugiere mantener los nive- varios aspecto del NICE-SUGAR, de las conclusio-
les de glucemia < 300 mg/dL [63]. nes disímiles, Inzucchi y Siegel, en su editorial, su-
gieren que hasta que surjan nuevas evidencias, lo
más prudente es controlar la hiperglucemia de for-
Tratamiento intensivo con insulina ma más elástica y no tan rígida como la TII [66].

De las dos opciones terapéuticas para controlar la


glucemia en pacientes diabéticos, hipoglucemiantes ¿Pueden estos datos extrapolarse
orales e insulina, sólo esta última tiene cabida en a los pacientes neurocríticos?
pacientes críticos. La vía intravenosa es la más utili-
zada y varían los regímenes para administrar la in- Tanto la hiperglucemia como la hipoglucemia son
sulina. Algunos grupos prefieren corregir la hiper- muy nocivas [31-36,63-68], y aunque se carece de
glucemia en forma escalonada de acuerdo con la estudios sobre el impacto negativo de la hipogluce-
monitorización, el denominado esquema ‘reactivo’, mia, las evidencias muestran que ésta debe evitarse
mientras que otros calculan los requerimientos o tratarse en forma perentoria y agresiva [24,26-
para mantener la glucemia dentro de un rango pre- 29,58-63]. En cuanto a la hiperglucemia, el debate
establecido, esquema ‘proactivo’. Ambas alternati- es más complejo, con dos interrogantes: ¿cuándo o
vas tienen puntos a favor y en contra, pero ninguna a qué niveles a tratarla?; ¿en qué rango debe man-
ha demostrado ser superior a la otra [30]. tenerse? Dado que en condiciones fisiológicas la
En el año 2001, van den Berghe et al publicaron glucosa es el principal sustrato metabólico, resulta
los resultados de un nuevo esquema terapéutico, la importante conocer las concentraciones intersti-
TII [14], cuyo fin es mantener la glucemia dentro de ciales de glucosa en el parénquima encefálico [16,
un rango muy estrecho (80-110 mg/dL). Este estu- 17,24]. En la última década, la microdiálisis [68] ha
dio prospectivo, aleatorizado, incluyó pacientes (dos permitido comprender los fenómenos metabólicos
tercios de cirugía cardíaca) en ventilación mecáni- y evaluar el efecto de la TII sobre el metabolismo
ca. Cuando se comparan los resultados de los pa- cerebral.
cientes con TII con el grupo cuya glucemia se man- El cerebro no produce insulina o lo hace en for-
tenía entre 180 y 200 mg/dL, se observa una dismi- ma insignificante. Ingresa al SNC por un sistema de
nución significativa en la mortalidad (8% frente a transporte mediado por receptores insulínicos, dis-
4,6%; p < 0,04), sobre todo en los que permanecían tribuidos por todo el cerebro con funciones sensi-
en la UCI más de cinco días, presentaban foco sép- blemente distintas a los receptores periféricos. Estu-
tico y disfunción multiorgánica (20,2% frente a 10,6%, dios experimentales sugieren que la insulina ejerce

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D.A. Godoy, et al

otras acciones destinadas a estimular y mantener la Estudios clínicos con TII


sobrevida neuronal, sin participar en las vías meta-
bólicas para la utilización de la glucosa. Por lo tanto, Ictus isquémico
la glucosa intersticial cerebral representa el balance
entre la glucosa disponible y la glucosa consumida. Es aún limitada la evidencia del efecto del control
Múltiples son los mecanismos que pueden llevar a de la glucemia en estos pacientes. Gentile et al [71],
neuroglucopenia, entre ellos disminución de su ni- en un estudio retrospectivo con 960 pacientes, re-
vel en sangre (hipoglucemia, insulinoterapia), caída afirmaron el valor pronóstico de la hiperglucemia
del FSC (hipotensión grave, hipertensión endocra- (≥130 mg/dL) a la admisión. No hubo un protocolo
neal), alteraciones en el transporte a través de la ba- terapéutico definido para controlar la hipergluce-
rrera hematoencefálica (inflamación) o incremento mia, pero concluyeron que los pacientes que dismi-
del consumo cerebral (convulsiones, fiebre). nuyeron los valores iniciales en las primeras 48 ho-
Dos estudios demuestran que la neuroglucopenia ras tuvieron una mortalidad similar a los que pre-
extracelular se asocia a mal pronóstico en la hemo- sentaron euglucemia en el mismo periodo de tiem-
rragia subaracnoidea [69] o traumatismo craneoen- po [71]. Dos estudios pilotos posteriores efectuados
cefálico grave [21]. Vespa et al [18] estudiaron el con la modalidad TII, con diferentes protocolos te-
efecto de la TII en el traumatismo craneoencefálico rapéuticos y metas en el control de glucemia, alcan-
grave o moderado con lesiones masas; monitoriza- zaron conclusiones similares: la TII es posible, bien
ron variables habituales –presión intracraneal (PIC), tolerada y con un perfil de seguridad aceptable
saturación de O2 en el golfo de la yugular– y sofisti- [72,73]. En el Reino Unido se realizó un estudio
cadas, como FSC, consumo de O2, glucosa, marca- prospectivo y aleatorizado para determinar si la
dores metabólicos, etc., utilizando microdiálisis, xe- TII, manteniendo glucemias entre 72-127 mg/dL,
nón133 y PET. Empleó la TII para mantener la gluce- reduce la mortalidad a los tres meses del episodio
mia entre 90-120 mg/dL (grupo TII), comparando [74]. El ensayo fue finalizado prematuramente debi-
los resultados con el grupo convencional (glucemia do a su lento reclutamiento; sin embargo, se anali-
entre 120-150 mg/dL), mediante administración es- zaron 933 pacientes. Aunque la TII redujo signifi-
calonada de insulina subcutánea. Aunque la TTI no cativamente los niveles de glucemia, también dis-
alteró el metabolismo sistémico de la glucosa, la minuyó las cifras de presión arterial (9 mmHg de
concentración extracelular de la misma descendió descenso promedio; p < 0,0001), no observándose
significativamente en el parénquima cerebral, aso- diferencia alguna en la mortalidad ni en la tasa de
ciado a incrementos en la extracción de O2, de glu- secuelas graves. Actualmente, la Universidad de Vir-
tamato, en la relación lactato/piruvato y en marca- ginia realiza el ensayo prospectivo GRASP (Glucose
dores de disfunción energética celular. Si bien no Regulation in Acute Stroke Patients) para determi-
fue diseñado para tal fin, el estudio no mostró dife- nar si la TTI aporta beneficios en la etapa aguda del
rencias significativas en mortalidad o evolución fun- ictus. Los pacientes, dentro de las 24 horas del ic-
cional [19]. Resultados similares fueron publicados tus, se asignan a una de las tres ramas de tratamien-
por Oddo et al [19] y Schlenk et al [69] en trauma- to: a) grupo control, glucemia mantenida en cifras
tismos craneoencefálicos graves o hemorragias sub­ < 300 mg/dL y > 70 mg/dL; b) grupo de TII, gluce-
aracnoideas. Ambos autores coinciden en que la TII mia entre 70 y 110 mg/dL; y c) grupo control, glu-
genera un descenso en la glucosa intersticial, acom- cemia entre 70 y 200 mg/dL. La insulina se adminis-
pañado de aumento de los marcadores de distrés ce- tra en infusión intravenosa, permitiéndose la alimen-
lular a pesar de mantener glucemias normales. tación. El objetivo principal es obtener un perfil de
Holbein et al analizaron retrospectivamente, en seguridad del tratamiento. El reclutamiento finalizó,
traumatismos craneoencefálicos graves, el efecto pero los datos aún no se han dado a conocer [75].
sobre el metabolismo cerebral de cuatro diferentes
intervalos de control de glucemia. Los niveles de Pacientes neuroquirúrgicos
glucosa a obtener variaron de 72 a 163 mg/dL. Los
parámetros metabólicos se obtuvieron indirecta- Bilotta et al [76], en un estudio prospectivo, anali-
mente a través de fórmulas derivadas de las dife- zaron la seguridad y eficacia de la TII (valores entre
rencias arterioyugulares de la variable que había 80-110 mg/dL) frente al manejo convencional (glu-
que medir. A pesar de las limitaciones del estudio, cemias > 180 mg/dL y < 216 mg/dL). El protocolo te-
los autores concluyen que el metabolismo cerebral rapéutico se mantuvo hasta el alta de la UCI o hasta
se halla más ‘estable’ cuando los niveles de glucemia la segunda semana tras la cirugía. La estancia en la
se mantienen entre 109 y 145 mg/dL [70]. UCI y la tasa de infecciones fue menor en el grupo

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Manejo óptimo de la glucemia en el paciente neurocrítico

TTI; sin embargo, se incrementó el riesgo de episo- vó una tendencia a mejor control de la PIC. Más
dios de hipoglucemia sin observarse diferencia en aun, en el grupo TII se objetivó una tendencia al in-
la mortalidad o discapacidad a los seis meses. cremento de la mortalidad durante las dos primeras
semanas. Los autores concluyeron que, en general,
Hemorragia subaracnoidea la TII no aporta beneficio en el traumatismo cra-
Un grupo italiano evaluó los efectos de la TII en pa- neoencefálico grave.
cientes con hemorragia subaracnoidea aneurismá-
tica [77]. Incluyeron prospectivamente 78 pacien-
tes, estratificados según su estado neurológico y Conclusiones
aleatorizados en dos grupos: a) infusión de insulina
para mantener glucemia entre 80 y 220 mg/dL; y b) La evidencia disponible sugiere que la hipergluce-
TII, glucemia entre 80-120 mg/dL. El protocolo se mia o la hipoglucemia contribuyen a la lesión se-
extendió hasta el alta de la UCI o hasta la segunda cundaria y deben evitarse [81-83]; sin embargo, no
semana tras la cirugía. El grupo TII desarrolló me- se dispone de pruebas inequívocas que indiquen el
nos infecciones que el grupo convencional (27% nivel óptimo de glucemia [84,85] ni la pauta más
frente a 42%; p < 0,001), sin obtenerse beneficio al- apropiada de insulina. La TII no ofrece ventaja al-
guno en la prevalencia de vasoespasmo cerebral, guna, por lo que no puede recomendarse su empleo.
mortalidad o evolución funcional. Recientemente, Desafortunadamente, aún permanece en la incerti-
Latorre et al publicaron los resultados de una serie dumbre el efecto beneficioso en el pronóstico del
retrospectiva en dos períodos de tiempo diferentes control farmacológico de la glucemia. No obstante,
[78]. En pacientes admitidos antes del 2003, las ci- algunos datos y guías clínicas, como la publicada por
fras de glucemia, si eran > 200 mg/dL, se corrigie- la Sociedad Española de Neurología [86,87], apun-
ron sin protocolo específico; después del año 2003, tan que glucemias > 150 mg/dL [13,18,38] deben su-
se empleó TII para mantener la glucemia entre 80- gerir el tratamiento inmediato con insulina, mien-
140 mg/dL. No hubo diferencias en los resultados tras que cifras > 180-200 mg/dL lo indi­can [86,87].
finales entre ambos grupos, observándose sólo una
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D.A. Godoy, et al

Optimal management of blood glucose levels in neurocritical patients

Aim. To review the most significant studies on the pathophysiology of hypoglycaemia and hyperglycaemia in neurocritical
patients and the therapeutic interventions used to control them.
Development. Available evidence shows that hypoglycaemia and hyperglycaemia increase brain injury and aggravate the
prognosis, but it fails to establish the most suitable levels of blood glucose. Intensive treatment with insulin, compared
with more moderate regimes, has not improved the prognosis and leads to further episodes of hypoglycaemia.
Conclusions. Hypoglycaemia must always be avoided. Intensive treatment to control hyperglycaemia does not offer any
kind of advantages and increases the likelihood of hypoglycaemia; it therefore cannot be recommended in neurocritical
patients. No evidence is available showing the optimal level of blood glucose or the most suitable insulin regime, although
its use is generally indicated when blood glucose levels are higher than 180-200 mg/dL. The value of the pharmacological
control of blood glucose levels to improve the prognosis remains uncertain.
Key words. Glycemia management in neurocritical patients. Hyperglycemia.

756 www.neurologia.com  Rev Neurol 2010; 51 (12): 745-756

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