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Lo materno como estrago

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Zelayeta Rebeca

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INTRODUCCIÓN:

La presente tesis de grado de la Licenciatura en Psicología de la Universidad de


Buenos Aires se enmarca en el recorrido por las prácticas profesionales del Área
Clínica “El Juego en los Límites: el Psicoanálisis y la Clínica en Problemas en el
Desarrollo Infantil” A partir de mi participación en el centro Alicia Moreau de Justo, un
centro de asistencia a las víctimas de violencia de género, es aquí donde atravieso
por mi primer acercamiento al concepto de estrago materno, observando las
entrevistas a un niño.

Luego en la segunda práctica profesional "La Angustia en la Experiencia Analítica",


la cual lleve a cabo, en el dispositivo de admisión del servicio de Salud Mental del
Hospital Rivadavia, transite el espacio observando las entrevistas de admisión de
cada persona que se acercaba a consultar.

En ese contexto, me surgió la pregunta en relación a la función materna, algo se


presentaba como constantes en las admisiones las dificultades en la relación de los
pacientes con la figura materna, algunos por exceso otros por falta, pero siempre se
presentaba como problemático.

En este punto se me plantean interrogantes en relación a lo materno y el deseo, la


constitución subjetiva y lo estragante de la madre.

Particularmente en este trabajo el objetivo principal se centra en dar cuenta del


concepto de estrago materno en la clínica psicoanalítica, y sus consecuencias en la
constitución del sujeto tal como el psicoanálisis lo teoriza. Se planteara un recorrido
por la obra Freudiana y las conceptualizaciones Lacanianas necesaria para dilucidar
algunos de los interrogantes que me dirigieron durante el paso por las prácticas.

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PLANTEO DEL PROBLEMA

La pregunta central de este trabajo de tesina se refiere a la relación entre la madre,


el deseo materno y lo femenino, los aspectos de lo materno que se alejan del ideal
del instinto biológico y del amor como natural. Nos preguntamos por lo que se
presenta como una forma de exceso en la materno . Aca hay que rearmar la pregunta porque
tiene muchas aristas distintas. La madre, que seria mejor expresar como funcion materna, lo femenino y el deseo
materno o deseo de la madre no son conceptos equivalentes, habria que tomar cada uno y precisarlos , despues
tomar esos aspectos que decis se alejan de un ideal que tambien habria que precisar porque lo ideal a lo que te
referis me parece alineado con la concepcion de la maternidad que se acerca al sentido comun cuestion que no
se recubre con los conceptos de funcion materna, deseo de la madre y lo femenino. Son todas cuestiones a
precisar y diferenciar, entonces a partir de eso reformuar el problema porque asi planteado no se sabe a que te
referis.

Partiendo del ideal social de una maternidad romantizada, es decir , se espera que
la mujer adulta, pero no de edad avanzada, desee tener un hijo con un parto
respetado y un bebe rozagante que tome la teta. Y que de manera natural se
establezca un amor profundo e incuestionable, por el cual la madre debe estar
dispuesta a todo por su niño recién nacido.

Debido a las luchas de las mujeres, y el feminismo como nuevo paradigma se ha ido
modificando esa concepción, es entonces, lo naturalmente dado, es decir el rol de la
mujer como madre se ha cuestionado y se ha impuesto modos de pensar por
separado el deseo materno, de la condición femenina. En estos parrafos por ej estas
estableciendo las precisiones a las que me referia por ej

La cita que inicia este trabajo, y da lugar a la pregunta es del seminario 17 de Lacan:

“El papel de la madre es el deseo de la madre. Esto es capital. El Deseo de la madre


no es algo que pueda soportarse tal cual, que pueda resultarles indiferente. Siempre
produce estragos. Es estar dentro de la boca de un cocodrilo, eso es la madre. No
se sabe que mosca puede llegar a picarle de repente y va y cierra la boca. Eso es el
deseo de la madre”. Pág 118. esta cita da precisiones y si inicia el trabajo deberia estar antes que nada
y no ahora despues de otros parrafos

Freud vislumbra como una ligazón prehistórica e híper-intensa con la madre


nutricia. Dicha intensidad puede explicarse en un hecho de estructura: la
primera verdad de goce del sujeto es la de haber sido objeto en el deseo materno.
Por esta razón, Lacan equipara el deseo de la madre a las fauces abiertas
de un cocodrilo que pueden cerrarse intempestivamente sobre el niño si es
que no interviene el padre como punto de detención, esto es, una suerte de
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palo que impide que dicha boca se cierre, prohibiendo a la madre reintegrar su
producto. Introduce entonces el término “estrago” para referirse a las
consecuencias de la relación primordial con el deseo del Otro materno en la
constitución del sujeto.

El deseo de la madre no es solo constituyente del sujeto, es también un deseo que


no se soporta fácilmente y conlleva consecuencias psíquicas.

Es decir a partir de ubicar la madre como un Otro primordial que inscribe, los
significantes en el cuerpo del ser hablante, marcas que hacen insignia y configuran
modos de gozar. En función de esa primera ligazón necesaria para la constitución
subjetiva puede ser un estrago para el niño en desarrollo. Lo que se plantea es
cómo esa relación necesaria para el desarrollo del sujeto puede volverse estragante.
De ahí, la pregunta que surge, es si ese estrago es constitutivo del sujeto
como una función estructurante o como una condición patologizante.

El interrogante que se intenta responder a lo largo de esta investigación es a


partir de ubicar lo materno como estrago y sus consecuencias en la
constitución del sujeto, la pregunta es, si el estrago es una función
estructurante o conlleva consecuencias a nivel patológico y teniendo en
cuenta que el deseo de la madre siempre se vuelve estragante, cual es el
pasaje necesario de ser objeto de deseo a ser sujeto de deseo. Aca formulas la
pregunta que funciona como tema o problema a trabajar en la tesis y eso cambia lo que escribis al principio como
formulacion de problema es decir tenes que reordenar este apartado que llamas se llama planteo del probleama
a partir de esto ultimo y desde ahi hacer las precisiones de cada concepto y yo sacaria ese primer parrafo que no
se entiende

HIPÓTESIS esto va de la mano con la formulacion del problema en el mismo apartado no es otro apartado
sino se repite lo mismo

El Deseo Materno es estragante para el niño en desarrollo, el cual depende de ese


Otro Materno para la constitución subjetiva. El exceso en lo materno puede generar
padecimientos en el sujeto, algunos en relación a lo sintomático o a nivel de su
estructura.

1-Objetivo principal

Desarrollar el concepto de estrago materno en el marco de la teoría psicoanalítica.

2-Objetivos específicos

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a) Dar explicación de la relación primordial con lo materno que da cuenta de la
constitución subjetiva.

b) Ubicar el deseo materno en la teoría psicoanalítica desde la posición


freudiana a la posición lacaniana. Dar cuenta que es una madre tanto como
para Freud como para Lacan acordate de ubicar la dimension materna como funcion

c) problematizar los excesos del deseo materno, en función del estrago. serian los
excesos que producen el estrago

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ESTADOS DEL ARTE

Megdy Zawady El estrago materno y la inexistencia de La mujer”. La reflexión


clínica sobre el “estrago materno” busca estudiar la posibilidad de otorgarle el
estatuto de concepto en la teoría psicoanalítica. Al nombrarlo, Lacan da cuenta del
carácter constitutivo del fenómeno como el costado mortífero inherente a la
libidinización que introduce el Deseo-de-la-Madre en la génesis del sujeto. Se
establece así la hipótesis de que dicho término alude a un hecho de estructura a ser
conmovido en la clínica de las neurosis, tanto en sujetos sexuados de modo
masculino como femenino. Dado que el estrago responde a aquello del goce de la
madre que lo simbólico no consigue recubrir, se interroga la insuficiencia del padre-
síntoma para recubrir el deseo materno, en la medida en que éste último está
soportado en otro vacío: la inexistencia del significante que articule el sexo femenino
en el inconsciente. Se deduce entonces que si el padre-síntoma falla también por
estructura al sancionar en la madre a una mujer como causa de su deseo, la
aceptación de la mujer en la madre resulta entrampada para ambos sexos.

Miloz, Maria Soledad, En el libro Un dique contra la madre, sobre la relación con la
madre, pero además una intensa interrogación sobre el concepto lacaniano de
estrago, la autora plantea que lo universal es el deseo materno, con sus efectos
estragantes. El estrago implica algo de lo materno. Lo singular es cómo esto se
juega en cada relación madre e hija.

Biagio, Mónica, La primera parte del libro se refiere a “El lazo pre-edípico y sus
consecuencias clínicas”. En el lazo pre-edípico podemos ubicar que la madre
encarna el Otro primordial para ambos sexos. En el lazo pre-edípico, prevalece lo
ilusorio de la madre de colmar con el hijo la falta de falo, impidiendo que el padre
entre en la estructura como objeto de deseo. Por ello, la madre de la primera
relación es una madre fálica. Trabaja el estrago en relación a la fobia, de la inglesita
a Juanito. Allí la autora nos transmite una referencia clínica fundamental: “el estrago
materno hace pareja con el estrago, también, del lado del padre”. la madre de la
mujer y los avatares de esta transformación en relación al odio enamoramiento.
Plantea una posible salida al estrago cuando ubica “El padre como solución al deseo
sin ley”, En la segunda parte de este libro, “Del estrago al síntoma: sus
consecuencias clínicas”, elucida la interpretación con la que dio cierre a su seminario
anterior. Ubica al estrago de un lado y del otro de las fórmulas de la sexuación. Nos
dice: “Cuando el estrago es del lado macho, tenemos el estrago que implica para
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una mujer posicionarse como toda madre. En cambio, el estrago femenino es
cuando una mujer se posiciona como toda en lo femenino” [4]. Desde allí, nos
aventura en una conjunción entre estrago y fantasma.

Calcagnini, Cristina “La funcion Materna entre el deseo y el estrago”

Nelson Tovar Alarcón, revisión de la teoría psicoanalítica sobre el estrago materno


teniendo por marco conceptual la teoría freudiana y lacaniana. El propósito es
confrontar los presupuestos teóricos con el estudio de caso de una adolescente
madre de 17 años de edad, partiendo de la hipótesis que el estrago materno tiene
efectos subjetivos en el modo como una mujer asume su maternidad, por
consiguiente, el objetivo general de investigación es indagar los efectos subjetivos
del estrago materno sobre la capacidad de ejercer la maternidad en una adolescente
madre de la ciudad de Cali, el estudio está orientado a analizar, caracterizar e
identificar cómo llega y se reproduce el estrago materno en la capacidad de ejercer
la maternidad. La investigación corresponde entonces a un estudio cualitativo, en el
cual se concluye que, en efecto, el estrago materno tiene consecuencias clínicas en
la capacidad de ejercer la maternidad.

Goldenberg, Mario, De estragos y Astucias.

Elba Batla, Juan J. Criscaut, Ennia Favret, Sara Freid, Ana Celia Nemaric,
Liliana Rossi, Diana Valla, Un estrago. La relación madre-hija. los autores de este
escrito se orientaron en los estudios de la enseñanza de J. Lacan a partir de ubicar
el nudo difícil de resolver en análisis que presenta una mujer cuando se sitúa por
relación con su madre y/o con su hija. Hacer de eso un tema de investigación. Las
precisiones aportadas por Lacan en dirección a rastrear una estructura en la teoría
edípica, los autores releyeron a Freud, y nos muestran unas pocas y muy justas
conclusiones de las que, en mi opinión, cada una es indispensable en tanto tal para
situarse en el tema. Subrayaré lo que aquí encontré: que a la pregunta psicoanalítica
pionera de Freud sobre qué quiere la mujer, con la que perfora su propia respuesta
fálica, él mismo le buscó respuesta en ese vínculo relativamente preedípico madre-
hija; y que las satisfacciones pulsionales, parciales, autoeróticas, probadas por él en
ese vínculo, aunque evocadas tal vez con un poco de exageración, no son sin las
insoportables respuestas de los mandatos maternos insensatos que vociferan de
modo invertido una ausencia de respuesta.

Volpatti, Juan Carlos. El amor como acto y su relación con el estrago en la clínica.
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Si bien nuestro título alude al amor en relación al acto, desde el psicoanálisis
sabemos que ese sentimiento no puede ser remitido solamente a esa forma de
acción humana. Colegas como Mónica Torres y Linda Katz leen la frase “el amor es
dar lo que no se tiene a alguien que no lo es” (Lacan, 1999, p.359) como una
formulación universal del amor, que Lacan habría promovido en un momento de su
enseñanza. Esta tesis tomará dicha frase como una de las referencias
fundamentales para precisar qué es el amor desde el marco psicoanalítico basado
en la enseñanza de Lacan y Freud. Pero también, en la medida en que nuestra
práctica sigue basándose en la transferencia, la cual supone al amor como un
elemento fundamental que estaría produciendo obstáculos a la producción de
asociación libre sobre el deseo, sostendremos que el amor es un sentimiento que no
puede ser remitido solamente a esa acción de dar lo que no se tiene, acción que
puede tener valor de acto. Y entonces a que se refiere el amor no queda claro

aca te falta en el estado del arte ubicar a Freud y Lacan antes que a ninguno porque los demas son lectores de
uno y otro

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MARCO TEÓRICO aca lo que hay que precisar es que tu marco para escribir la tesis es el psicoanalisis
con freud y lacan , todo lo que pones debajo corresponde al estado del arte y deberia aclararse cual es el marco
teorico y luego viene el estado del arte, como te dije con freud y lacan como punto de partida que ordena todo lo
que incluis despues de otros autores tambien psicoanalistas. En el estado del arte brevemente ubicas lo que
piensan estos autores respecto del punto central, tal y como lo formulas en el problema que vas a trabajar y
desarrollar. Luego en el desarrollo, otro punto o apartado, se incluye el desarrollo valga la redundancia de los
puntos que especificaste en los objetivos que mas o menos es lo que viene aca abajo, habria que tomar lo basico
para el estado del arte y el resto que forme parte del desarrollo, que implica conceptos teoricos que vas trabando
y articulando ya en una expresion propia y tuya mas alla del concepto mismo, la articulacion es original y propia.
Porque luego eso lleva a la conclusion.

Constitución subjetiva

A partir de los aportes freudianos se deja ver la constitución subjetiva del niño en su
lazo al Otro Materno. Freud marca como la ligazón madre-hija/o, en una relación
pre-edípica constitutiva del sujeto. Freud piensa a la madre como nutricia,
sustentada en la pulsión de autoconservación. Las necesidades básicas como la
alimentación llevan al aparato a entrar en un estado de desesperación, que debe ser
cancelado por el Otro capaz de satisfacer el aprieto.

Según Freud cuando un niño nace se encuentra en un estado de “desvalimiento”


debido a que es incapaz de llevar a cabo la “acción específica” que le permita
cancelar la tensión interna que le producen la insatisfacción de las necesidades
básicas (Freud, 1894, p.362).

Es por esto que necesita de un otro auxiliador que cancele esa tensión y, en el
mismo acto, enseñe al niño a amar “el organismo humano es al comienzo incapaz
de llevar a cabo la acción específica. Éste sobreviene mediante auxilio ajeno: por
descarga sobre el camino de la alteración interior, un individuo experimentado
advierte el estado del niño”. Dice entonces, “sólo puede sobrevenir un cambio
cuando, por algún camino (en el caso del niño, por el cuidado ajeno), se hace la
experiencia de la vivencia de satisfacción que cancela el estímulo interno” (Freud,
1900, p.557). En ese encuentro se produce un plus de placer que se inscribe en el
psiquismo como “huella mnémica” e instala la tensión permanente de volver hallar el
objeto de satisfacción, imposible de recuperar, lo esencial de esta experiencia es la
aparición de una percepción cuya imagen mnémica queda, de ahí en adelante,
asociada a la huella que dejó en la memoria la excitación producida por la
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necesidad. Agrega el autor, “se suscitará una moción psíquica que querrá investir de
nuevo la imagen mnémica de aquella percepción restableciendo la situación de la
satisfacción primera” (Freud, 1900, p.557). Esa “moción psíquica”, resto de la
experiencia de la vivencia de satisfacción es lo que Freud denomina deseo y
constituye en el aparato una tensión permanente de volver hallar, de reencontrar
aquello que fue perdido, imposible de recuperar. Este impulso a volver a hallar la
marca de la experiencia de satisfacción es lo que Freud denomina deseo y permite
que el sujeto se constituya como tal.

Lo prematuro del cachorro humano da cuenta del desfasaje que existe entre el
nacimiento y la constitución del sujeto.

Freud (1905) en Tres ensayos de teoría sexual pone en evidencia la existencia de la


sexualidad infantil que surge apuntalada en las funciones de autoconservación, de la
necesidad, privilegiándose diferentes zonas del cuerpo como zonas erógenas, cita:
“Cuando la primerísima satisfacción sexual estaba todavía conectada con la
nutrición, la pulsión sexual tenía un objeto fuera del cuerpo propio: el pecho
materno...] Después la pulsión sexual pasa a ser, regularmente, autoerótica, y
sólo luego de superado el período de latencia se restablece la relación
originaria. No sin buen fundamento el hecho de mamar el niño del pecho de
su madre se vuelve paradigmático para todo vínculo de amor. El hallazgo
{encuentro} de objeto es propiamente un reencuentro” (p.202). Este es el
desarrollo psicosexual que el autor nos plantea, una secuencia de fases hasta llegar
a la sexualidad adulta, un camino que describe el recorrido de las pulsiones
parciales hasta llegar a su unificación en la etapa de la pubertad donde adquieren
primacía los órganos genitales. A cada fase le corresponderá una zona erógena
privilegiada que será fuente de sensaciones placenteras. La primera zona erógena
es la boca, a través de la alimentación esta zona es erogenizada, surge allí la
pulsión sexual. Dicha pulsión al inicio se va independizando de las necesidades
vitales que la apuntalaron, va adquiriendo autonomía y se satisface en forma
autoerótica. Al inicio la sexualidad infantil es autoerótica, se satisface en el propio
cuerpo dado que aún no conoce un objeto sexual. Por lo tanto se puede nombrar
como el primer objeto de satisfacción el objeto materno, por lo que el objeto será un
objeto vuelto a encontrar ya que es rememorado como aquel primero que generó
placer.

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En Introducción del narcisismo, Freud (1914) se refiere lo anteriormente dicho en
relación al bebé como su majestad, quien guarda en su registro, todas las
experiencias gratificantes, lo placentero. Las primeras satisfacciones sexuales
autoeróticas son vivenciadas a remolque de funciones vitales que sirven a la
autoconservacíón. “Las pulsiones sexuales se apuntalan al principio en la
satisfacción de las pulsiones yoicas, y sólo más tarde se independizan de ellas;
ahora bien, ese apuntalamiento sigue mostrándose en el hecho de que las personas
encargadas de la nutrición, el cuidado y la protección del niño devienen los primeros
objetos sexuales: son, sobre todo, la madre o su sustituto” (p.85). En el mismo texto
el autor ubica al narcisismo primario como un estado precoz en el que el niño vuelca
toda su libido sobre sí mismo, tomándose como objeto de amor. El narcisismo
primario constituye una libidinización primaria del Yo, para luego poder investir a los
objetos. Por lo tanto este primer objeto puede dar cuenta de la posición del sujeto en
la estructura, la primera experiencia de satisfacción del sujeto es la de haber sido
objeto en el deseo materno.

Por su parte Lacan plantea la constitución subjetiva a partir del baño del lenguaje
que recibe el cachorro parte por el Otro que aporta significantes. Entonces el sujeto
como tal está en la incertidumbre debido a que está dividido por efecto del lenguaje,
por la palabra el sujeto se realiza cada vez más en el Otro, pero con ello solo
persigue una mitad en sí mismo, irá encontrando su deseo cada vez más dividido en
la metonimia de la palabra. El efecto del lenguaje está mezclado con que el sujeto
solo es sujeto por su sujeción al campo del Otro el proviene de su sujeción
sincrónica en ese campo del Otro, por ello el sujeto tiene que salir de él airoso, y en
Ese salir airoso sabrá que el Otro real, al igual que él tiene que arreglárselas, en
esto que se le impone la necesidad que también el Otro esta implícito en la misma
dificultad respecto de las vías del deseo (Lacan, 1964, p.196).

Es decir, la subjetivación no puede producirse sin la presencia del Otro. Es a partir


de ese Otro que el sujeto deviene barrado, porque es determinado por el
significante. En palabras del autor :“Si el sujeto es lo que afirmo en mi enseñanza, el
sujeto determinado por el lenguaje y la palabra, esto quiere decir que el sujeto,
empieza en el lugar del Otro, en tanto es lugar donde surge el primer significante”
(Lacan, 1964, p.206).

Lacan en el seminario 11 (1964) explica que por nacer con el significante, el sujeto
nace dividido y queda fijado como significante, “al producrise en el campo del Otro,
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el significante hace surgir al sujeto de su significación. Pero solo funciona como
significante reduciendo al sujeto en instancia a no ser más que un significante”
(p.215)

Para Lacan hay una estrecha relación entre el significante y el goce; es por eso que
se basa en la lógica de los conjuntos para desarrollar dos operaciones. La alienación
y la separación.

Lacan llama alienación a la unificación de dos conceptos, el de identificación y el de


represión. La identificación es cuando un significante representa al sujeto, un
significante que está en el Otro, al cual el sujeto se identifica pero al mismo tiempo
permanece como un conjunto vacío. Es lo que Lacan llama a la división del sujeto
Lacan expone que “La alienación consiste en ese vel que condena - si la palabra
condenar no suscita objeciones, la retomo - al sujeto al solo aparecer en esa división
que he articulado lo suficiente, según creo, al decir que si aparece de un lado como
sentido producido por el significante, del otro aparece como afanisis” (Lacan, 1964,
p.218). El autor con el término afanisis se refiere a la desaparición del sujeto. Por
otro lado, en cuanto a la operación de separación, sería la manera de retraducir la
función de la pulsión que responde a la identificación y a la represión. Allí en donde
se encuentra el sujeto vacío, se ubica el objeto perdido, el objeto a. Miller afirma que
la separación conlleva el funcionamiento normal de la pulsión en tanto que responde
al vacío que resulta de la identificación y de la represión” Se impone definir a la
pulsión como que incluye una hiancia u un pequeño hueco.

En estas dos operaciones que aborda Lacan para pensar la relación del sujeto con
el Otro, da cuenta de que la constitución del sujeto se encuentra en el campo del
Otro, lo característico del sujeto del inconsciente es que está, bajo el significante que
desarrolla sus redes, sus encadenamientos, su historia. La interpretación no puede
pegarse a cualquier sentido, sino que está designa una sola secuencia de
significantes, pero el sujeto, puede ocupar diversos sitios, según el significante bajo
cual se lo coloque (Lacan, 1964, p.216). La alienación es que la última instancia de
la interpretación no reside en que nos entregue las significaciones de la vía por
donde anda lo psíquico que tenemos ante nosotros. Es aquí donde ubica que el
objetivo de la interpretación en el análisis no es tanto el sentido, sino “la reducción
de los significantes al sin-sentido para así encontrar los determinantes de toda la
conducta del sujeto” (Idem p.219). El sin-sentido en esa misma página el autor lo
ubica como lo que constituye el inconsciente, afirma que el ser del sujeto, es el que
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está del lado del sentido, si se elije el ser, el sujeto desaparece, cae en el sin-
sentido, si se escoge el sentido, solo subsiste cortando una porción del sin-sentido,
citamos “la índole de este sin sentido tal como emerge en el campo del Otro es la de
ser eclipsado, en gran parte por de su campo, por la desaparición del ser, inducida
por la propia función del significante” (idem p.219).

Más avanzado el seminario, Lacan (1964) sitúa que la interpretación no está abierta
a todos los sentidos, no es cualquiera sino que es significativa, no debe fallarse. Sin
embargo no es esencial para el advenimiento del sujeto, lo que es esencial que “el
sujeto vea, más allá de esta significación, a que significante –sin sentido,
irreductible, traumático- está sujeto como sujeto (p.258). Continúa, es bien sabido
entonces dice el autor, que uno de los tiempos de la constitución del sujeto “por ser
el significante primordial puro sin-sentido, entraña la inifnitización del valor del sujeto,
valor que no está abierto a todos los sentidos, pero que cancela todos los sentidos,
lo cual es muy distinto” (p.259). En este punto hace referencia al término libertad en
relación a la alienación, ya que ese significante que derriba a todos los sentidos
funda, en el sentido y el sin-sentido radical del sujeto, la función de la libertad. De
esta manera concluye Lacan afirmando que por esto resulta falso decir que el
significante en el inconsciente está abierto a todos los sentidos. “este significante
constituye al sujeto en su libertad respecto de todos los sentidos, pero esto no quiere
decir que no esté allí determinado” (p.260). Es decir, que en ese lugar cero se han
inscripto significaciones dialectizados en la relación con el deseo del Otro.

Deseo materno

Freud en el texto “La organización genital infantil” (1923), resuelve las castración
femenina por lo materno, finaliza afirmando “En el estadio de la organización
pregenital sádico-anal no cabe hablar de masculino y femenino; la oposición
entre activo y pasivo es la dominante. En el siguiente estadio de la organización
genital infantil hay por cierto algo masculino, pero no algo femenino; la oposición
reza aquí: genital masculino, o castrado. Sólo con la culminación del desarrollo
en la época de la pubertad, la polaridad sexual coincide con masculino y
femenino. Lo masculino reúne el sujeto, la actividad y la posesión del pene; lo
femenino, el objeto y la pasividad. La vagina es apreciada ahora como
albergue del pene, recibe la herencia del vientre materno. (p. 149).

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Luego vuelve a afirmar esta idea, en el Sepultamiento del complejo de edipo (1924)
mencionando que el Complejo de Edipo en la niña es más errático que el del niño, y
vuelve a resolver lo sexual femenino en relación a la posición materna de tener un
hijo.” La renuncia al pene no se soportará sin un intento de resarcimiento. La
muchacha se desliza -a lo largo de una ecuación simbólica, diríamos- del pene
al hijo; su complejo de Edipo culmina en el deseo, alimentado por mucho
tiempo, de recibir como regalo un hijo del padre, parirle un hijo.'" Se tiene la
impresión de que el complejo de Edipo es abandonado después poco a poco
porque este deseo no se cumple nunca. Ambos deseos, el de poseer un pene
y el de recibir un hijo, permanecen en lo inconsciente, donde se conservan con
fuerte investidura y contribuyen a preparar al ser femenino para su
posterior papel sexual. (p. 186)

Luego es fundamental las intervenciones de Freud para pensar lo femenino en


relación a lo materno , en la Conferencia 33 (1933), donde expresa El primer objeto
de amor del varoncito es la madre, quien lo sigue siendo también en la
formación del complejo de Edipo ^, en el fondo, durante toda la vida.
También para la niña tiene que ser la madre y las figuras del ama y la niñera,
que se fusionan con ella el primer objeto; en efecto, las primeras
investiduras de objeto se producen por apuntalamiento en la satisfacción de
las grandes y simples necesidades vitales,'' y las circunstancias de la crianza
son las inismas para los dos sexos. Ahora bien, en la situación edípica es el
padre quien ha devenido objeto de amor para la niña, y esperamos que en
un desarrollo de curso normal esta encuentre, desde el objeto-padre, el camino
hacia la elección definitiva de objeto. p 110

Ustedes saben que es muy grande el número de mujeres que hasta épocas
tardías permanecen en la dependencia tierna respecto del objeto-padre, y aun
del padre real. En tales mujeres de intensa y duradera ligazón-padre hemos
hecho sorprendentes comprobaciones. Sabíamos, desde luego, que había
existido un estadio previo de ligazón-madre, pero no sabíamos que pudiera
poseer un contenido tan rico, durar tanto tiempo, dejar como secuela tantas
ocasiones para fijaciones y predisposiciones. Durante ese período el padre es
sólo un fastidioso rival; en muchos casos la ligazón-madre dura hasta pasado
el cuarto año. Casi todo lo que más tarde hallamos en el vínculo con el padre
re existió en ella, y fue transferido de ahí al padre. En suma, llegamos al

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convencimiento de que no se puede comprender a la mujer si no se pondera
esta fase de la ligazón-madre preedípica. p111

Respecto de los vínculos libidinosos de la niña con la madre son muy diversos.
Puesto que atraviesan por las tres fases de la sexualidad infantil, cobran los
caracteres de cada una de ellas, se expresan mediante deseos orales, sádico-
anales y fálicos.

Y ahora reencontramos la fantasía de seducción en la prehistoria preedípica


de la niña, pero la seductora es por lo general la madre. Empero, aquí la
fantasía toca el terreno de la realidad, pues fue efectivamente la madre
quien a raíz de los menesteres del cuidado corporal provocó sensaciones
placenteras en los genitales, y acaso hasta las despertó por vez primera p.112

Todos estos factores —las postergaciones, los desengaños de amor, los celos,
la seducción con la prohibición subsiguiente— adquieren sin duda eficacia
también en la relación del varoncito con su madre, pero no son capaces de
enajenarlo del objeto-madre. Si no hallamos algo que sea específico para la
niña y no se presente en el varoncito, o no lo haga de igual modo, no
habremos explicado el desenlace de la ligazón-madre en aquella.

Creo que hemos hallado ese factor específico, y por cierto donde esperábamos
hallarlo, si bien en forma sorprendente. Donde esperábamos hallarlo, digo,
pues reside en el complejo de castración. Y en efecto, la diferencia anatómica
[entre los sexos] no puede menos que imprimirse en consecuencias psíquicas.
Pero fue una sorpresa enterarse, por los análisis, que la muchacha hace
responsable a la madre de su falta de pene y no le perdona ese perjuicio
p115

El descubrimiento de su castración es un punto de viraje en el desarrollo de


la niña. De ahí parten tres orientaciones del desarrollo: una lleva a la inhibición
sexual o a la neurosis; la siguiente, a la alteración del carácter en el sentido
de un complejo de masculinidad, y la tercera, en fin, a la feminidad normal.
Acerca de las tres hemos averiguado bastante, si bien no todo. El contenido
esencial de la primera es que la niña pequeña, que hasta ese momento había
vivido como varón, sabía procurarse placer por excitación de su clítoris y
relacionaba este quehacer con sus deseos sexuales, con frecuencia activos,
referidos a la madre, ve estropearse el goce de su sexualidad fálica por el
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influjo de la envidia del pene.

La comparación con el varón, tanto mejor dotado, es una afrenta a su amor


propio; renuncia a la satisfacción masturbatoria en el clitoris, desestima su amor
por la madre y entonces no es raro que reprima una buena parte de sus
propias aspiraciones sexuales.

Es cierto que el extrañamiento respecto de la madre no se produce de un


golpe, pues la muchacha al comienzo considera su castración como una
desventura personal, sólo poco a poco la extiende a otras personas del sexo
femenino y, por último, también a la madre. Su amor se había dirigido a la
madre fálica; con el descubrimiento de que la madre es castrada se vuelve
posible abandonarla como objeto de amor, de suerte que pasan a prevalecer
los motivos de hostilidad que durante largo tiempo se habían ido reuniendo. El
deseo con que la niña se vuelve hacia el padre es sin duda, originariamente,
el deseo del pene que la madre le ha denegado y ahora espera del padre.
Sin embargo, la situación femenina sólo se establece cuando el deseo del
pene se sustituye por el deseo del hijo, y entonces, siguiendo una antigua
equivalencia simbólica, el hijo aparece en lugar del pene. No se nos escapa
que la niña había deseado un hijo ya antes, en la fase fálica no perturbada;
ese era, sin duda alguna, el sentido de su juego con muñecas. Pero ese
juego no era propiamente la expresión de su feminidad; servía a la
identificación-madre en el propósito de sustituir la pasividad por actividad.
Jugaba a la madre, y la muñeca era ella misma; entonces podía hacer con el hijo
todo lo que la madre solía hacer con ella. Sólo con aquel punto de arribo del
deseo del pene, el hijo-muñeca deviene un hijo del padre y, desde ese
momento, la más intensa meta de deseo femenina.Con la trasferencia del
deseo hijo-pene al padre, la niña ha ingresado en la situación del complejo de
Edipo. p119.

Para pensar el deseo materno desde la perspectiva lacaniana se inicia por el


Seminario 5, Las formaciones del inconsciente (1957-58) donde, a partir de distinguir
tres tiempos del Edipo y examina el lugar de la madre y del padre, ubica alli el deseo
materno.

El primer tiempo del Edipo, el niño se identifica con el falo que es el objeto de deseo
de la madre, dando lugar al triángulo madre-niño-falo, la identificación fálica que

16
produce la constitución del yo propio del estadio del espejo. “Es la etapa fálica
primitiva, cuando la metáfora paterna actúa en sí, al estar la primacía del falo ya
instaurada en el mundo por la existencia del símbolo del discurso y de la ley. Pero el
niño, por su parte, sólo capta el resultado. Para gustarle a la madre, si me permiten
ustedes ir deprisa y usar palabras gráficas, basta y es suficiente con ser el falo”
p.198. Lo simbólico preexiste y se transmite a través de la madre como Otro
primordial en la experiencia primaria de satisfacción. Una vez avanzado el seminario
menciona que en esta etapa “la relación del niño, no es con la madre, como se suele
decir, sino con el deseo de la madre. Es un deseo de deseo. Lo que hay que
entender es que este deseo de deseo implica estar en relación con el objeto
primordial que es la madre, en efecto, y haberla constituido de tal forma que su
deseo pueda ser deseado por otro deseo, en particular el del niño. ¿Dónde se sitúa
la dialéctica de esta primera etapa? En ella el niño está particularmente aislado,
desprovisto de todo lo que no sea el deseo de aquel Otro que él ya ha constituido
como el Otro que puede estar presente o ausente. Tratemos de precisar muy bien
cuál es la relación del niño con lo que está en juego, a saber, el objeto del deseo de
la madre. Lo que se ha de franquear es esto, D, a saber, el deseo de la madre, el
deseo deseado por el niño p.204. ¿Cómo concebir que el niño que desea ser el
objeto del deseo de su madre consiga satisfacerse? Evidentemente, no tiene otra
forma de hacerlo más que ocupar el lugar del objeto de su deseo. p206

En el segundo tiempo se inaugura la simbolización primordial, vehiculizada por el


Otro materno, en el que el niño nombra la ausencia.. No es la ausencia de la madre,
sino lo que representa el niño cayéndose del lugar primordial que ocupa para la
madre. “En este nivel se produce lo que hace que al niño le vuelva, pura y
simplemente, la ley del padre concebida imaginariamente por el sujeto como
privadora para la madre” p 198. En este tiempo se debe dar, imaginariamente la
acción del padre que priva a la madre de su objeto de deseo. “El momento en que el
padre se hace notar como interdictor. Se manifiesta como mediado en el discurso de
la madre. Hace un momento, en la primera etapa del complejo de Edipo, el discurso
de la madre era captado en estado bruto. Decir ahora que el discurso del padre está
mediado, y el mensajes es "no reintegraras tu producto" pero esta dirigido a la
madre. Desde lo simbólico la castración opera sobre el sujeto y hace del falo, una
falta, esto constituye la falta en ser del Sujeto.

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El tercer tiempo parte del padre real como soporte de las identificaciones. La tercera
etapa es tan importante como la segunda, pues de ella depende la salida del
complejo de Edipo. El falo, el padre ha demostrado que lo daba sólo en la medida
en que es portador, o supporter, si me permiten, de la ley. De él depende la posesión
o no por parte del sujeto materno de dicho falo. Si la etapa del segundo tiempo ha
sido atravesada, ahora es preciso, en el tercer tiempo, que lo que el padre ha
prometido lo mantenga. Puede dar o negar, porque lo tiene, pero del hecho de que
él lo tiene, el falo, ha de dar alguna prueba. Interviene en el tercer tiempo como el
que tiene el falo y no como el que lo es, y por eso puede producirse el giro que
reinstaura la instancia del falo como objeto deseado por la madre, y no ya solamente
como objeto del que el padre puede privar. p.199. El niño recibe la promesa fálica:
no es el falo de la madre pero puede tenerlo. En relación a las niñas no son el falo
de la madre ni pueden tenerlo. Ella no ha de enfrentarse con esa identificación, ni
ha de conservar ese título de virilidad. Sabe dónde está eso y sabe dónde ha de ir a
buscarlo, al padre, y se dirige hacia quien lo tiene. p.20. Entonces aparecen
distintos tratamientos de la falta en tener y diferentes vías en la sexualidad femenina,
por un lado la maternidad, a través del tener un hijo; o la mascarada femenina,
fabricarse un ser a través del parecer ser; sino también puede darse la relación con
un hombre, en la que a través del don de amor recibe el falo añorado.

Además, ubica que la madre se inscribe como Deseo de la Madre, no es un deseo


sino una voluntad sin ley, es el exceso, el desvarío, que no está regido por la ley del
padre. De allí que el niño queda a solas frente al capricho materno, no hay una
relación directa entre el padre y el niño, sino que tiene que estar mediado por la
metaforización del deseo materno. La acción del NP sobre el DM introduce un
elemento particular que hace que el falo se inscriba en el Otro mientras que le
establece un límite, un freno a la ley descontrolada materna.

El padre no es el progenitor ni el padre imaginario, sino que es un nombre, el


Nombre del Padre, es un significante vehiculizado por el Otro. Lacan enfatiza el
lugar que la madre le da a la palabra del padre, pero ella misma tiene que contar con
el significante, el Nombre del Padre para producir algún tipo de transmisión
simbólica.

La metáfora paterna es planteada por Lacan (1958) como una formalización del
18
Edipo en De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis. El
Nombre del Padre funciona como ordenador en el conjunto de los significantes, y su
inscripción posibilita la significación fálica. “la metáfora del Nombre-del-Padre, o sea
a la metáfora que sustituye el lugar primeramente simbolizado por la operación de la
ausencia de la madre, por este Nombre.Tratemos de concebir ahora una
circunstancia de la posición subjetiva en que, al llamado del Nombre-del-Padre,
responda, no la ausencia del padre real, pues esta ausencia es más que compatible
con la presencia del significante, sino la carencia del significante mismo”. (p.533)

El Nombre del Padre inscribe el falo y, al mismo tiempo, su ley mantiene la


consistencia del conjunto de los significantes. En el primer segmento de la metáfora,
el Deseo de la Madre encarna un Otro sin ley, un goce enigmático que, al pasar por
la respuesta fálica, se transforma en una pregunta acerca del deseo. Este vacío
inaugural, enigmático, que es el Deseo de la Madre, recibe en la segunda parte de la
metáfora, una respuesta universal: desea el falo, operación de significación que da
una respuesta en términos fálicos y produce una pérdida de goce.

La dimensión de estrago

Este primer deseo, el deseo de la madre es a la vez constitutivo y estragante. no se


ubica como estragante cualquier deseo sino ese primer deseo, el Deseo de la
madre.

Se vuelve a ubicar a Freud En la conferencia sobre La feminidad (1933) nos muestra


que existe un estadio previo de ligazón de la niña con la madre. Ligazón que luego
logra transformarse en una ligazón con el padre, parte de lo que preexistió en esta
ligazón-madre es transferida luego al vínculo con el padre. Comenta que en esta
situación pre-edípica, en relación a la madre, se encuentran la angustia de ser
asesinado o envenenado; cuestión que más adelante puede constituir el núcleo de
una paranoia. Continúa Freud, expresando que en las fantasías de seducción en
tiempos pre-edípicos la gran seductora es la madre. En este punto recordamos que
la madre con sus cuidados al bebé va erotizando el cuerpo del niño. “En este paso
del desarrollo no se trata de un simplemente un cambio de vía del objeto. El
extrañamiento respecto de la madre se produce bajo el signo de la hostilidad, la
ligazón-madre acaba en odio” (Freud, 1933, p, 113). Dicha hostilidad, puede derivar
de diversas fuentes. Una es a causa del destete, otra es la aparición del siguiente

19
hijo, y otra causa radica en el período fálico cuando la madre prohíbe el placer
genital a través del disgusto, dado que nunca serán satisfechos sus deseos
sexuales. Más adelante nos dirá Freud que si bien al comienzo la niña considera su
falta de pene como algo malo, paulatinamente irá extendiéndola hacia otras mujeres
y por último a su madre. Su amor que estaba dirigido a una madre fálica, con el
descubrimiento de la castración en la misma, le posibilitará abandonarla como objeto
de amor. Bajo esta forma la niña inaugura su entrada al complejo de Edipo, aunque
luego se advendrá un viraje hacia el amor del padre en una especie de llamado al
mismo. Momento en el cual la hostilidad hacia la madre se refuerza, en tanto la
misma deviene en su rival en relación al padre

Aquí se retoma la cita inicial de este trabajo donde Lacan en el seminario 17 (1992)
al deseo materno lo explica como devorador si no existiese un palo que controle las
fauces del cocodrilo con lo cual el autor compara al deseo materno con estar dentro
de las fauces abiertas del cocodrilo. Desarrolla el concepto estrago, para referirse al
deseo de la madre,dice: "el papel de la madre es el deseo de la madre. Esto es
capital. El deseo de la madre no es algo que pueda soportarse tal cual, que pueda
resultarles indiferente. Siempre produce estragos. Es estar dentro de la boca de un
cocodrilo, eso es la madre. No se sabe que mosca puede llegar a picarle de repente
y va y cierra la boca. Eso es el deseo de la madre. Entonces, trate de explicar que
había algo tranquilizador. Les digo cosas simples, improviso, debo decirlo. Hay un
palo, de piedra por supuesto, que está ahí, en potencia, en la boca, y eso la
contiene, la traba. Es lo que se llama el falo. Es el palo que te protege si, de repente,
eso se cierra." (p. 118).

En una cuestión preliminar a todo tratamiento posible (1958) hace referencia en dos
oportunidades a lo estragante del Otro, cuando trabaja el caso “Marrana” hablando
de la Joven ubica “en la pareja madre-hija, y en el que el sentimiento de intrusión,
desarrollado en un delirio de vigilancia, no er a sino el desarrollo de la defensa
propia de un binario afectivo, abierto como tal a cualquier alienación” (p.512).

Luego explica la relación de dependencia del sujeto a los significantes del campo del
Otro, con el Esquema R, cito: “Todo el problema de las perversiones consiste en
concebir cómo el niño,en su relación con la madre, relación constituida en el
análisis no por su dependencia vital, sino por su dependencia de su amor, es

20
decir, por el deseo de su deseo, se identifica con el objeto imaginario de ese
deseo en cuanto que la madre misma lo simboliza en el falo. El falocentrismo
producido por esta dialéctica es todo lo que habremos de retener aquí. Está por
supuesto enteramente condicionado por la intrusión del significante en el psiquismo
del hombre, y es estrictamente imposible de deducir de ninguna armonía
preestablecida de dicho psiquismo con la naturaleza a la que expresa .Ese efecto
imaginario que no puede experimentarse como discordancia sino en nombre del
prejuicio de un a normatividad propia del instinto, ha determinado sin embargo la
larga querella, extinguida hoy pero no sin estragos, referente a la naturaleza
primaria o secundaria de la fase fálica .(p.531)

Por último en “el atolondradicho”

VIÑETAS CLÍNICAS

Primera viñeta: Este recorte respecto de un caso es en la Fundación Dra. Alicia M.


de Justo, una entidad de Bien Público que desarrolla la prevención, investigación y
asistencia a la violencia de género. Se inicia con la participación en sesiones
terapéuticas, observando a un niño, en este contexto delimitado por la violencia
familiar ejercida por su padre.

Al iniciar la práctica, se accede a observar una sesión con un niño sin conocimiento
previo del caso ni de su entorno familiar. Así se contempla al paciente “A”, jugando a
completar un personaje que había armado en las sesiones previas. Se percibe que,
tiene las habilidades para manipular los materiales, hacer detalles precisos, manejar
los pinceles y también a la hora de recortar, utilizó de manera correcta la tijera.

Sin embargo, se infiere alguna dificultad en el lenguaje, ya que se expresa con


palabras entrecortadas, haciéndose entender, aunque no del todo inteligible, como
debería ser esperable a su edad.

Esa sesión transcurrió, en función de completar esos personajes, que en apariencia


eran imágenes finalizadas, contaban con todas sus partes, articuladas y coloreadas.
Esta fue una observación que le hace su analista: -No le falta nada, para mí ya está
completo. El niño contradice esto, insistiendo en seguir pintando con manchas de
color negro.

21
Esto se mantuvo a lo largo de las siguientes sesiones, el jugar consistía en
completar esos personajes que constantemente se encontraban incompletos, para
“A”. Hubo excepciones, en algunas sesiones en las que el niño propuso un juego
diferente, aunque finalmente volvió a retomar esta actividad.

A pesar de su dificultad en el habla, él logra expresarse y su terapeuta comprender


lo que enuncia, aunque, cuando está indaga o infiere preguntas, el niño siempre
responde sosteniendo que no debe contar. En las observaciones cuando juega, no
emite palabra y ante la demanda del analista con una pregunta sobre el juego, él
responde con un silencio prolongado, o negando la conversación, inclusive haciendo
referencia a que no puede hablar, lo dice A: -No se dice. Tú no sabes. Yo no cuento.

Posteriormente la psicóloga del niño nos cuenta de qué manera había arribado al
consultorio, es a partir de esto que se va armar la trama de “A”. Se acerca al
consultorio derivado de la escuela especial a la que concurre, por su
comportamiento agresivo, y el mal trato con los compañeros. En la primera
entrevista, el niño se encuentra acompañado por sus padres, aunque su madre no
emitió palabra y pidió una consulta para ella.

El niño padece neurofibromatosis, una enfermedad genética que causa varios tipos
de tumores benignos o malignos que afectan nervios centrales o periféricos y a
menudo causa máculas pigmentadas de la piel y, a veces otras manifestaciones. En
“A”, se encuentra un tumor en el cerebro que le afecta en el área del lenguaje, se
realiza los estudios correspondientes cada año, además de asistir a la fonoaudióloga
para mejorar su habla, por esto su madre sostiene que tiene un buen estado de
salud. Por el contrario, su padre afirma que el niño está cada vez peor, que la
enfermedad avanza.

Por otro lado, se da a conocer a través de la psicóloga, la trama familiar en la que ha


advenido “A”. La pareja actualmente se encuentra separada, debido a la violencia
que ejercía el padre sobre la madre, ella puede escaparse de la vivienda dejando al
niño con el hombre, se relata una situación traumática en la que la mujer tuvo riesgo
de vida. En ese momento el padre contaba con la tenencia legal, por lo tanto, el
dispuso por un tiempo que no tuvieran contacto. Luego de una intervención judicial,
la madre lo puede ver, los fines de semana. Respecto del padre la terapeuta, refiere
que es una persona violenta, durante las diferentes entrevistas mantenidas en el
espacio, la psicóloga marca que es incapaz de reconocer alguna falta que no lo deja

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compartir tiempo con otros pares, y que continúa el tratamiento porque es la madre
quien lo lleva a terapia debido, a que ellos no se pueden cruzar el espacio funciona
como mediador para que uno lo lleve y el otro lo retire. Sin embargo, el padre está
en desacuerdo con que el niño tenga que asistir a terapia, manifestando, que no le
hace bien. Aca no llego a entender que relacion tiene la viñeta con tu tema lo cual es un problema, o me
faltan datos o no es claro o falta articular, habria que pensar con que viñeta quedarte y esta no es la mejor me
parece.

Los siguiente recortes de viñetas clínicas son del transcurso en el dispositivo de


admisión del servicio de salud mental del hospital Rivadavia, que cuenta con la
entrevista inicial, tomada por un médico residente de primer año de psiquiatría en
conjunto con un residente del mismo año en psicología.
Segunda viñeta: El paciente, se acerca al servicio de salud mental, es estudiante,
tiene 25 años y menciona que asiste allí debido a que su madre le decía que debía
consultar con un psicólogo por sus problemas para adaptarse al trabajo, ella misma
había tenido algunas visitas a un psiquiatra de ese servicio en el hospital.
El paciente se encontraba atravesando el duelo de su madre, había fallecido meses
antes debido a una enfermedad terminal que tenía hace tiempo. Refiere que a lo
largo de su vida su madre fue demasiado protectora, su padre siempre viajaba por
trabajo, y su mamá era su única familia, ya que nombra tíos, primos, una abuela, por
parte de su madre y dos hermanos por parte de padre, pero no tiene ninguna
relación con ninguno de ellos, inclusive al momento de la entrevista nadie sabía del
fallecimiento de la mujer.
Durante el relato, sostiene que le cuesta mucho mantenerse en un trabajo por el
trato con los supervisores, que nunca tuvo novia, que tiene algunos amigos que ha
conocido en los diferentes trabajos, pero refiere que nadie es como la familia. Por
otro lado menciona que le gustaría estudiar medicina pero es mucho, ya que había
comenzado, al finalizar el secundario con abogacía y actualmente se cambió y se
encuentra haciendo inmunopatología. Con respecto a su padre, dice que cuando él
era chico siempre se encontraba de viaje por trabajo, ahora tiene 76 años y teme
que también se muera y no poder sobrellevarlo.
Con respecto a la relación que mantenía con su madre refiere que era complicada,
que ella se encontraba constantemente muy pendiente de él, se está por recibir y sin
embargo durante los días de cursada en la facultad lo llamaba constantemente,
debía abandonar las clases para responder. Sostiene que lo sobreprotegió, dice: “-
Me hizo un pelotudo. Y ahora que falleció es un vacío muy grande”.

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Tercera viñeta:La paciente se acerca al servicio de salud mental de dicho hospital
por recomendación de su tía, quien tenía buenas referencias sobre este. Ella
actualmente se encuentra conviviendo con su pareja, con el cual tiene una hija de
pocos meses que se encuentra amamantando.

En primer lugar se ubica como motivo de consulta lo que la paciente refiere como
ataques de ira que no puede dominar, se pone muy agresiva y teme hacerle daño a
su beba.
Refiere que a lo largo de su vida siempre tuvo mala relación con su madre que es
una persona a la cual no se le puede hablar, que con su padre sin embargo se
llevaba mejor, pero lo define como un hombre callado, que la da pena por él ya que
su madre por momento tiene conductas muy agresivas y lo trata mal, como también
hace referencia al maltrato para con ella y sus hermanos. Sostiene que solo
mantiene relación con uno de sus hermanos menor, el cual tuvo un cambio de
identidad que por el momento continúa siendo un secreto por miedo a la reacción de
su madre.
Por otro lado la paciente relata haber querido quitarse la vida en dos oportunidades,
la primera consumió psicofármacos y se subió a la terraza de su casa. Como
consecuencia la llevó a un período de internación en el atravesó períodos de
anorexia y bulimia. Actualmente está muy disconforme con su cuerpo.
El segundo intento de suicidio, también consumió pastillas y se realizo cortes en sus
muñecas, la encontró su hermano quien pudo asistirla.
Con respecto al momento de consulta, la paciente sostiene que por momentos se
altera demasiado, que le grita a su hija, también a su pareja que debe salir fuera de
su casa y tomar aire para poder calmarse. En el último episodio había tomado un
palo, y lo rompió contra la mesa en la cual se encontraba su hija. Su pareja le
sancionó que así no puede seguir, por lo que acompañada por su tía llega al hospital
a consultar. Quiere poder frenar sus ataques de ira, porque teme por su hija,
Hace referencia a que se informa desde páginas de internet para poder criar a la
niña dentro del paradigma de una crianza respetable. Narra que no quiere ser como
su madre, que nunca sabía cómo podía reaccionar, ponerse agresiva, gritar e
inclusive golpearlos a ellos y sus hermanos. La describe como una persona que
siempre se hizo lo que ella deseaba dentro de la casa y con la cual no se podía
hablar.

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ANÁLISIS analisis no es un apartado, seria conclusion__o desarrollo , creo que mas bien por lo que leo va en
el desarrollo, pero fijate que hay cosas que reiteras muchas veces como la cita de las fauces del cocodrilo, es
decir que lo que viene en este apartado es necesario reciclarlo y articularlo con lo que escribiste arriba antes de
las viñetas y las viñetas tomarlas al final despues de todo eso, eligiendo una o a lo sumo dos, no mas que eso. Y
despues vienen las conclusiones.

Si te dan problema las viñetas porque la informacion es pobre podes ir a una pelicula que es mas basta en
cuanto a los personajes y la historia. Se me ocurre por ej: derecho de familia de cecilia roth donde hay un
matricidio por parte de la empleada domestica y la relacion de cecilia roth con el hijo y otro buenisima y muy
interesante es tenemos que hablar de kevin. Donde aparece la relacion madre hijo de un modo yo diria que feroz,
da para trabajar un monton.

Para enmarcar este análisis es pertinente ubicar la noción de estrago materno a la


cual nos referimos y qué se entiende con este concepto. A partir de la obra lacaniana
entendemos el estrago materno como el arrasamiento en la constitución subjetiva
del niño por efecto de la ley ingobernable de la madre. Esto por ej es un punto de partida en el
desarrollo y no puede estar al final del trabajo

En la cita inicial de este trabajo del seminario 17 de Lacan donde compara a la


madre con las fauces abiertas del cocodrilo, que ese otro fundamental para la
supervivencia y la constitución del sujeto, se puede volver devorador. Se entiende
así que la relación con el Otro materno no es estandarizada, sino que responde a la
singularidad de cada quien, puede decirse que sus distintas modalidades remiten a
aquello que Freud vislumbra como una ligazón pre edípica e híper-intensa con la
madre nutricia.

Miloz en su libro “Un dique contra la madre” (2006), menciona que hablar de la
omnipotencia de la madre tiene relación con lo arbitrario de lo materno es decir con
la ley incontrolada de la madre, esto es un deseo estragante. “La omnipotencia
siempre es de lo materno, no importa si está encarnada por el padre o por la madre.
La omnipotencia da cuenta de una pura potencia (p.47) luego dice: “El deseo de la
madre no es solo constituyente del sujeto, es también un deseo que no se soporta
fácilmente, que conlleva consecuencias psíquicas (…) Este primer deseo, el deseo
de la madre es a la vez constitutivo y estragante”(p.55).

En la primera viñeta clínica se ubica a un padre todopoderoso, el interrogante se


ubica allí, por qué de igual manera lo situamos para analizar el estrago materno. Se
observa que en este caso también se posiciona desde el lugar de la omnipotencia,
del deseo caprichoso de este hombre de prohibir su hijo a su madre, a las terapias y
tratamiento que requiere “A”. Ante una ley superior que lo obliga debe acceder y
cede al niño a su madre los fines de semana y a la terapia psicológica, sin embargo
26
lo que resuelve es prohíbirle hablar, entonces se puede concluir que también está
siendo objeto de su deseo caprichoso.

Este padre se ubica en el lugar del amo, el Otro no es tomado como sujeto, sino que
su condición se degrada a la condición de objeto, resto al cual se puede agredir. Al
niño le tiene prohibido hablar, se refleja el goce sin medida, lo cual causa los efectos
sintomáticos. Se puede figurar esto, como las coordenadas del estrago, cuando el
sujeto es arrasado en su subjetividad, condenado a ser objeto para satisfacción del
goce caprichoso del Otro.

En relación a esto, Miloz (2006) ubica que el estrago paterno no es posible,


sosteniendo que el problema surge cuando el padre tiene presencia como cuerpo,
es cuando se vuelve estragante, al no poner en juego su palabra no funciona el
Nombre del Padre. Pero en este punto se refiere al estrago del padre en el segundo
tiempo del Edipo, es el que dice no el que prohíbe a la madre reintegrar su producto,
ese padre también puede ser estresante cuando allí esta como cuerpo y no con la
palabra como ley que vehiculiza el Nombre del Padre. Diferente es el estrago de la
madre de la primera etapa del Edipo donde el niño es tomado como objeto de
deseo, en el segundo tiempo la madre ya estaría prohibida. Por lo tanto en el primer
tiempo se hace presente el cuerpo y el Deseo de la Madre sin barrar, ya sea que
esten vehiculizados por la madre o por el padre. Finaliza ubicando el padre real tiene
que intervenir en la justa medida para no ser la segunda madre, dado que un padre
maternante suele causar estragos, cito: “El padre como madre causa estrago; el
padre como padre no los provoca” (p.96).

Lacan en el Seminario 5 “Las formaciones del inconsciente” (1957-58) ubica como


un imperativo imposible de goce proveniente del Otro materno, en un nivel arcaico
en el que éste aún no se revela sujeto a otra ley. En efecto, aun habiendo
atravesado la dialéctica de los tres tiempos del Edipo en la que el padre primero se
presenta velado, después con un mensaje prohibitivo mediado por la madre y por
último con un mensaje directo y habilitante para el sujeto, las limitaciones de la
respuesta paterna resultan evidentes y son denunciadas.

Lacan define a la materno como goce cerrado y extraño. va a ser necesario que allí
predomine el deseo para que ese goce no se cierre sobre el niño o la niña. Si el niño
queda fijado al lugar de objeto materno se ven dificultades las posibilidades de hacer
de ese niño un sujeto.

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En los tres tiempos del Edipo Lacan ubica al niño, como objeto de la madre, por lo
que tiene que renunciar a su palabra, silenciar su deseo para poder estar en ese
lugar. La condición para estar en ese lugar de objeto de la madre es que el niño
silencie su deseo.

En la segunda viñeta clínica, se deja ver como esta persona adulta, se encontraba
constantemente a merced de los llamados de su mamá y de la presencia que tenía
ella en todos los ámbitos de su hijo. Se infiere que no había ausencia de esa madre,
tal como se ubica en el segundo tiempo del Edipo lacaniano donde debe efectuar la
ley del padre, enunciando el corte al deseo materno, con la palabra.

Sin embargo, se encontraba con la ausencia total y repentina de su madre, a partir


del fallecimiento, lo que lo llevó a reencontrarse con su padre, pero lo que obtiene de
él tampoco lo colma como su mamá. En este punto se puede pensar, si lo que va a
buscar ahora en su padre es que le ponga un freno a su madre, si lo que le exige es
que detenga a su mamá, aunque muerta sigue estando muy presente.

Se puede interrogar en función de lo estragante del deseo materno si hay un límite


posible al estrago que causa el deseo de la madre, sería el deseo del padre, y dejar
planteado como pregunta cuáles son las configuraciones posibles cuando ese falo
no es lo suficientemente firme para lograr que las fauces no se cierren.

Biaggio, M (2012) trabaja en relación al caso Juanito de Freud la madre insatisfecha


como devoradora, ubica que el problema es cuando la madre está siempre y no se
ausenta, retoma a Lacan cuando plantea en los inicios que el niño de alguna manera
se pregunta a partir de la ausencia de la madre ¿Que otra cosa desea mi madre que
no soy yo?, desea eso otro que no soy yo, eso otro es el falo, como significante del
deseo. y aclara que no va a alcanzar con eso, sino que además, la madre se debe
ubicar en tanto mujer como objeto causa de deseo para Otro, cito: “No bastará con
el significante del deseo para acotar el estrago materno, sino que será condición que
en tanto mujer pueda ocupar el lugar de objeto causa para un hombre” (p.23)

Parece que la cuestión que se pone en juego sigue siendo como prohibir a la madre,
como hacer de ella un objeto prohibido, interdicto al goce primero, y pasar a resaltar
allí su estatuto de mujer . Se podría decir que esto es lo que garantiza que el estrago
materno no arrase con la constitución subjetiva del niño.

Respecto de la tercer viñeta, si bien es acotada para analizar de manera extensa el


exceso de esa madre, sin embargo en la misma hace referencia a algunos puntos
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que podrían enmarcarse en lo estragante del deseo materno, en primer lugar el odio
con que refiere a esa madre y la referencia ella como desmedida, sin poder leer,
muy bien sus reacciones. Miloz en este punto, desarrolla una explicación en relación
al odio y al amor.

Sitúa, que el amor, el que no es narcisista, intenta acotar el goce y hacerle lugar al
deseo, es decir se logra que el deseo circule y no quede fijado a un objeto. Por lo
que el sujeto se constituye en el deseo, como no hay amor, sin deseo que no sea
agujereado, en el sentido que no sea el amor narcisista que permita condescender el
goce al deseo. La falta está del lado del deseo, pero la autora ubica que quien
trabaja en eso es el amor, vía los dichos del Otro, en esos dichos está el discurso
amoroso, si se tiene suerte y se tratan de dichos amorosos producirán efecto de
corte y así se constituirá el sujeto como deseante. Por el contrario afirma Miolz, si
esa palabras fueron dichas en maldición, no hay deseo ahí actúa el rechazo, lo
odioso qeu consiste no solo en matar al otro sino en hacerlo desaperecer. Cito: “Se
procura que del otro no quede rastros den cuenta de su existencia. No se abre aquí
el interrogante acerca de qué dice la madre, son palabras sin dimensión, sin abrirse
otro sentido. Es el acatamiento del discurso del odio. El discurso amoroso, en
cambio, permite esa apertura del doble sentido, a la pregunta de ¿qué me quiso
decir?. Permite la apertura a la dimensión deseante”. (p.110).

En segundo lugar, otro punto a marcar es en relación a la ley caprichosa del deseo
materno, que no tiene límite, en las tres viñetas se hace referencia a una madre, que
no está en su función, pero tampoco puede intervenir como corte al deseo
caprichoso del padre sobre el hijo, en la siguiente viñeta, hace referencia a un padre
demasiado mayor al igual que en la tercera, mencionando a un padre, que poco
hace, que no se escucha, que no interviene se podría enunciar.

Este punto sitúa como la ley caprichos de la madre es arrasadora para la


constitución subjetiva y exige a un tercero que sea capaz de poner un corte a ese
deseo devorador, ese tercero es la ley.

En ese sentido, es interesante lo que marca la autora de un Dique contra la madre,


haciendo referencia que él modo en que se frena el deseo materno es convocar a lo
femenino de la madre. que toda madre debe hacer lugar a la mujer. Cita: “El deseo
materno apunta al incesto a reintegrar su producto. Es necesario que intervenga el
Nombre del padre para que eso no suceda. (...) Lo estragante de lo materno

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aparece cuando la madre es TODA MADRE, cuando toda ella está ubicada en
posición materna, sin poder ponerse de a ratos, y frente a un hombre, en su lugar de
mujer, en posición de objeto causa de un hombre” (p.84). Por lo tanto para acotar
ese Deseo Materno, es necesario que algo del padre sobreviva que vaya más allá
de su presencia física, es decir su Nombre.

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CONCLUSIÓN

El deseo materno y el incesto van de lo mano, revisa esta afirmacion y si la conservas justificala

es decir en lo incestuoso hay algo de de lo materno lo que hace estrago no es lo que


del deseo de la madre da lugar a la consitutción subjetiva, sino por le contratio es lo
que tiene efectos subjetivos de aplastamiento del deseo. Entendemos que el sujeto
no puede prescindir de los significantes del Otro, ni del goce que comporta y en esto
radica la naturaleza incestuosa de todo sujeto hablante. Esta seria la justificacion entonces ubicala
junto con la afirmacion.

En relación a la hipótesis inicial de este trabajo y luego de haber intentado dar


cuenta de a que se denomina estrago materno, con respecto a lo sintomático Miloz,
nos dice que el estrago es un fenómeno donde el goce no está localizado, para que
esté localizado es necesario que pase por la castración y armar un síntoma. Esta bien
retomar aca tus hipotesis o tu problema pero tenes que ubicar tu posicion y no otra vez a miloz, en todo caso
situa que en acuerdo con miloz, podes afirmar tal cosa. Y es momento de retomar lo planteado y cerrar con
algunas pocas afirmaciones donde se retoma lo que fuiste articulando, por ej con el caso o la pelicula sino es
reiterar lo mismo que ya situaste.

El síntoma pensado como un sufrimiento limitado y localizado es posible clasificarlo


a diferencia del estrago. Para Freud, el síntoma es un sustituto de una satisfacción
pulsional interceptada. Esta sustitución que se pone en juego implica una falta, para
que se pueda hablar de una sustitución en un segundo tiempo. en cambio en el
estrago no hay sustitución posible, no hay nada en falta que sea plausible de
sustituirse, sino que falta la falta. “La dirección de la cura del estrago estaría en
poder armar un síntoma a partir de él. poder hacer alguna otra cosa con el deseo
materno, barrarlo”. ( Miloz; p.118).

La hipótesis también sitúa la posibilidad del estrago como estructura, respecto de


esto se resuelve parafraseando a Miloz, la autora ubica que la Noción de Estrago
Materno no conforma una estructura en sí misma. En una estructura psicótica será
muy limitado lo que se puede hacer con el estrago, dado que el psicótico no cuenta
con la metáfora paterna para tratar de hacer algo con ese deseo materno
estragante. Si la operación lo permitiera la posibilidad del sujeto como ya se
mencionó, es hacer del estrago un síntoma.

La autora ubica que el estrago se trata de una noción descriptiva que alude a los
efectos devastadores del arrasamiento subjetivo en relación al deseo materno, que
es posible encontrarlo en la estructura neurótica, psicótica o perversa. “El estrago es
un modo de nombrar aquello del orden del deseo materno sin barrar, que no
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pertenece exclusivamente a ninguna estructura subjetiva en particular” p.120.

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