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Origen del bovino y su recorrido junto a

la humanidad

Carrera: Administración Agraria

Año: 2do.

Materia: Selección – Cruzamiento Ganado


Bovino

Prof.: Veronika Niedhammer

Integrantes:
Luis Rodriguez
Claudia Rodriguez
Alejandra Arce
Vanessa Troche
ORIGEN DEL GANADO BOVINO:
Los más antiguos restos de bovino descubiertos apuntan al Cercano Oriente como cuna
de la domesticación de su más remoto antepasado salvaje, el uro, cuya imagen aparece plasmada
en el arte rupestre del Paleolítico hispano-francés. A mediados del V milenio a.C., las evidencias
arqueológicas) muestran un patrón económico basado en los cereales y el ganado que se
generalizó en toda el área en el milenio siguiente. Pero hallazgos óseos de esa especie
procedentes de Hacilar y ÇatalHüyük (Anatolia), Argissa-Magula y Nea Nicomedia (Grecia)
revelan la existencia de focos ganaderos europeos en el VII milenio a.C. Linacero, C. D. (1999).
El análisis de los datos suministrados por los yacimientos permite distinguir dos
prototipos de bovino: uno cuernilargo, de caracteres somáticos cercanos a su ascendiente
salvaje, y otro cuernicorto, de menor tamaño, que fue el preferido para el consumo cárnico. Una
parte de estos animales cruzó el estrecho del Bósforo y se introdujo en Europa central para
diseminarse por otras regiones, como la península Ibérica. Otra de sus ramas, el vacuno rubio
egipcio, se propagó por el norte de África para penetrar también en la península Ibérica a través
del estrecho de Gibraltar y desde allí extenderse por otros países del Viejo Continente. Hacia el
año 3000 a.C. el ganado vacuno cuernicorto empezó a reemplazar al cuernilargo en
Mesopotamia. Su introducción en Anatolia se produjo más tarde con la llegada de grupos
protohititas, de probable origen indoeuropeo, que posiblemente entraron por el sureste del país.
Linacero, C. D. (1999).
Todos los miembros del ganado doméstico taurino y cebú actuales proceden del uro (Bos
primigenius). Aunque la especie Bos primigenius se encuentra actualmente extinta, existen
referencias literarias que informan sobre su morfología, así como sobre su distribución anterior
a su extinción. Una de las primeras descripciones de Bos primigenius aparece en las notas que
Julio César redactó sobre la Selva Herciniana en su obra Comentarios a la guerra de las Galias.
Lira, Jaime. (2010)
El uro fue una especie ubiquista que durante el Pleistoceno superior y comienzos del
Holoceno presentó un área de distribución que ocupaba gran parte del hemisferio norte, desde
el norte de África, extendiéndose por Asia y Europa y llegando hasta Gran Bretaña. Lira, Jaime.
(2010)
Existen dos tipos principales de bovinos domésticos, los cebúes (Bos taurus indicus) que
tienen una joroba marcada a nivel de las espaldas, y los taurinos (Bos taurus taurus) que no tienen
joroba. Los dos tipos, debido a su total interfertilidad, son habitualmente considerados como
subespecies.
Los estudios arqueozoológicos proponen que el ganado taurino (Bos taurus) comenzó a
ser domesticado en los pantanos y los bosques de galería de la cuenca del curso medio del río
Éufrates (PETERS et al, 1999).
En cuanto al origen del ganado cebú (Bos indicus), se han considerado dos hipótesis: a)
un origen a partir de Bos taurus; y b) Bos indicus se domesticó a partir de Bos primigenius
namadicus. Según esta primera hipótesis, el ganado cebú se habría originado por selección
artificial sobre el ganado taurino, de la mano de los ganaderos procedentes del oeste asiático
(PAYNE, 1991; BRADLEY y MAGEE, 2006). En el segundo caso se propone un evento de
domesticación independiente del de Bos taurus, basado en la similitud existente entre los
cráneos de Bos indicus con Bos primigenius namadicus (GRIGSON, 1980)
Los datos moleculares indican una clara diferenciación para Europa y Asia entre el ganado
taurino y el ganado cebú respectivamente, mientras que en África se han producido cruces entre
ambos taxones. Las evidencias ofrecidas por el análisis del ADN mitocondrial corroboran la
hipótesis de dos eventos de domesticación independientes del ganado vacuno, localizando sus
posibles orígenes en Próximo Oriente y en el subcontinente indio. Lira, Jaime. (2010).
LLEGADA DE LOS BOVINOS A AMÉRICA
El bovino criollo americano desciende directamente de los animales que llegaron en el
segundo viaje de Colón en 1493. Estos animales, así como posteriores envíos, llegaron a la isla
denominada La Española, hoy asiento de la República Dominicana y Haití. Primo, A. T. (1992).
Rouse (1977) indica que las razas españolas actuales que podrían ser descendientes de
los mismos planteles de los cuales provienen los criollos, son la Retinta, la Berrenda, la Cacereña
y la Andaluza negra.
Los españoles desembarcaron en el Caribe con los primeros bovinos y desde allí se inició
su dispersión, con tal éxito que antes de 40 años, en 1524, ya se informa sobre la existencia de
bovinos en todos los países de América del Sur. Ingresaron por Santa Marta, Colombia, en primer
término. Una subcorriente entró a Venezuela. Hacia el sur, Lima constituyó el foco principal de
dispersión. Desde allí atravesaron Bolivia, Paraguay y Chile hasta alcanzar la República Argentina
y Uruguay. Otra corriente llegó desde el Brasil y el propio Río de la Plata se convirtió en un foco
importante de dispersión. Desde 1524, América comenzó a poblar su territorio de bovinos y a
introducirlos en sus sistemas ecológicos. Primo, A. T. (1992).
El Virreinato del Rio de la Plata recibe los primeros vacunos en 1549, cuando Juan Núñez
de Prado introduce desde Potosí vacas y ovejas directamente al Tucumán. En 1551, atravesando
la cordillera desde la costa chilena llega Francisco de Aguirre con su hacienda. En 1555 Juan de
Salazar desembarca en el sur brasileño y avanza hasta Asunción en donde el grupo se divide en
dos expediciones, una de ellas integrada por los legendarios hermanos brasileños Pedro y Scipión
Goes que arrean siete vacas y un toro (las célebres siete vacas de Gaete) cuya progenie inicia la
población de vacunos en la pampa argentina. Primo, A. T. (1992).
la primera introducción de ganado data de 1534 en la población de Brasil, Sâo Vicente por
orden del donatario de esa colonia, Martín Afonso de Sousa y enviados por su mujer Dª. Ana
Pimentel. Se considera que fueron tres las principales vias de introducción: Sâo Vicente (Sâo
Paulo), Figura 1. Viajes de descubrimiento e introducción de ganado bovino en el Nuevo Mundo.
(Exploration travels and cattle introduction in the New World). Pernambuco y Bahía (1550). Otros
estudiosos dicen que los bovinos de Sâo Vicente (Brasil) derivarían de las Islas de Cabo Verde,
posesiones portuguesas en el Oceano At lántico, al oeste del Senegal, África. Muchas
generaciones después, los portugueses (brasileños) hicieron reiteradas incursiones a los países
vecinos (sin fronteras definitivas por la falta de precisión del Tratado de Tordesillas) y logran
llevar para Sâo Paulo grandes cantidades de ganado y cueros. Así se cierra el ciclo completo del
ganado criollo en América del Sur.
El ganado criollo fue el origen de la expansión civilizadora en América Latina, bajo la
influencia de los jesuitas. Los jesuitas en el nuevo mundo tenían gran preocupación por la
ganadería, como fuente de riqueza colectiva para mantener a los primeros pobladores y a los
indios cerca de las Misiones. Se sostiene que los jesuitas del este de Colombia dispensaban los
mayores cuidados a la raza criolla San Martinero, que lleva el nombre de la Misión Jesuita de la
zona.
LOS BOVINOS EN PARAGUAY
Paraguay inició su historia ganadera en 1545, cuando un señor de apellido Gaete ingresó
a este territorio, provenientes de lo que hoy es Brasil, un toro y siete vacas que no eran de su
propiedad, sino de los hermanos Escipión y Vicente Goes. Las condiciones pródigas de tierra y
clima favorecieron la salud y reproducción de aquellos animales, y la ganadería que a partir de
allí se desarrollara constituyó un rasgo importante en la historia económica del país. Lovera, M.
y Franceschelli, I. (2019).
En 1885 los grandes propietarios de hatos ganaderos fundaron el primer gremio para la
defensa de sus intereses, la “Sociedad Ganadera del Paraguay”, que en 1938 cambió su nombre
a “Asociación Rural del Paraguay”, gremio de marcada incidencia en la dinámica política y
económica del país hasta nuestros días.
El sector representa el 12,1% del Producto Interno Bruto y, según el gremio que nuclea a
estos productores, genera unos 385.000 puestos de trabajo directo. Ocupa unos 26 millones de
hectáreas, de los que 5,6 millones están cubiertas con pasturas cultivadas; el resto aprovecha
pastizales naturales (10,6 millones) o bosque nativo (10 millones). Lovera, M. y Franceschelli, I.
(2019).
CONCLUSIÓN
En general se carece de conocimientos en base a una investigación detallada con respecto
al origen del ganado bovino, teniendo en cuenta su origen en América latina y así específicamente
en nuestro país.

Es preciso detallar la importancia sobre el tema investigado ya que, gracias a la misma,


uno está familiarizado en el rubro ganadero, sabiendo exactamente la proveniencia del ganado
bovino, sus tipos y características a ser diferenciados, para luego así, ser estudiadas en ciertos
casos, específicamente, en cruzamiento para la buena producción bovina.

En la investigación realizada podemos conocer más sobre las razas o tipos de ganado
bovino, ciertamente, el concepto de raza y su trascendencia han variado a lo largo del tiempo, y
aunque existe numerosas referencias a ganado de raza pasiega en mercados y exposiciones
ganaderas desde mediados del siglo XIX, no existe como es lógico una descripción morfológica,
utilizando criterios actuales, precisa de aquel ganado. De hecho, era muy frecuente la exposición
de animales fruto de diferentes tipos de cruzamientos, por ejemplo, f1, f2 o retro cruzamientos,
así como otros de difícil encuadramiento. Lógicamente tampoco había sido posible hasta ahora
disponer de información molecular abundante que nos permitiera ubicar la posición relativa de
la población pasiega respecto a otras poblaciones bovinas próximas desde un punto de vista
geográfico o desde un punto de vista de aptitud productiva.

Tratamos de reflejar un poco la historia y características con dicha investigación para así
contar con un conocimiento relevante de ayuda necesaria para el rubro ganadero.
BIBLIOGRAFÍA
BRADLEY, D.G. y MAGEE, D.A. 2006 Genetics and the origins of domestic cattle. En ZEDER, M.A., et alii.
eds. Documenting Domestication. New genetic and archaeological paradigms. University of California
Press, London.

GRIGSON, C. 1980 The craniology and relationships of four species of Bos. 5. Bos indicus L. Journal of
Archaeological Science 7, 3-32.

Linacero, C. D. (1999). SÍMBOLO DE PODER Y OFRENDA RELIGIOSA. HISTORIA, 16(273), 76-85.


Recuperado de: https://webs.ucm.es/centros/cont/descargas/documento4785.pdf

Lira, Jaime. (2010). Revisión sobre la genética del origen del ganado vacuno y las aportaciones del ADN
antiguo. Munibe Antropologia-Arkeologia, 61, 153-170. Recuperado de:
http://www.aranzadi.eus/fileadmin/docs/Munibe/2010153170AA.pdf

Lovera, M. y Franceschelli, I. (2019). De un toro y siete vacas, a una oligarquía y 15 millones de vacas.
Global Forest Coalition.

PAYNE, W.J.A. 1991 Domestication: a forward step in civilization.

PETERS, J., et alii. 1999 Early animal husbandry in the Northern Levant. Paléorient 25, 27-47.

Primo, A. T. (1992). El ganado bovino ibérico en las Américas: 500 años después. Archivos de
zootecnia, 41(154), 13. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=278746

Rouse, J.E. 1977. The Criollo, Spanish Cattle in the Americas. University of O klahoma Press, N orman, p.
303.

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