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PERSUADIR Y MANIPULAR

Alguna vez nos hemos encontrado en medios online


y offline con una publicidad manipuladora,
engañosa y distorsionadora de la realidad. Pero esto
no quiere decir que la publicidad tenga ese fin y que
todos la utilicen de esta forma tan dañina y poco
ética.
Por el contrario, cuando llevamos a cabo acciones
de marketing y publicidad, nuestro fin debe ser
informar al usuario al momento de tomar una
decisión de compra para que nos elija, y no termine
por irse con la competencia.
El problema aquí surge por la delgada línea que
separa a la ‘manipulación’ de la ‘persuasión’.

Definiciones y diferencia entre persuadir y manipular


La sobre-exposición a los anuncios y la publicidad,
ha llevado a muchos a preconcebir ideas erróneas
acerca de las técnicas de marketing que se aplican
en Inter net, cómo podrían ser el branding
corporativo o la redacción para la venta.

Sin embargo, la realidad es bien distinta, pues sino no


tendría sentido que tantos profesionales y negocios
online se hicieran la pregunta de, por ejemplo, cómo
enviar un email masivo con la finalidad de persuadir
y lograr resultados.

Persuadir vs manipular: Definiciones

Para diferenciar estos dos términos que tanta


polémica generan en el ámbito de la publicidad en
general, y en el copywriting en particular, vamos a
definir ambos conceptos:

Cuando hablamos de manipulación, nos referimos al


hecho de alterar el curso de una acción para
beneficiar al que manipula. 

La RAE relaciona a este concepto con términos


como “distorsión de la verdad o la justicia, al servicio
de los intereses particulares…”.

Por su parte, se habla de persuasión cuando se dan


argumentos reales a alguien para que acepte un
concepto distinto al que tenía sobre un tema. 

Por tanto, la conclusión que sacamos es que el copy


persuade porque informa y educa al usuario sin
engaños, utilizando técnicas psicológicas
adecuadas para influir en su toma de decisiones.

➽ ¿Qué diferencia hay entre persuadir y manipular?


La gran diferencia entre ambos términos es la
finalidad y la duración de sus resultados, pues
mientras la manipulación solo tiene un efecto

efímero (hasta que el usuario termina por sentirse


engañado), la persuasión perdura en el tiempo. 
Por otro lado, con la persuasión, se influye en la otra
persona para que realice una acción concreta,
donde la relación entre ambos es siempre win-win. 
Sin embargo, con la manipulación, se busca influir
también a la otra persona, utilizando mentiras o
deformando la realidad, ocupándose de unos
intereses particulares que solo benefician a una
parte.
Entonces, ¿sería una cuestión más de ética definir los
límites de la persuasión? ¿Si estos límites exceden
estaríamos hablando de manipulación? La respuesta
es SÍ. 

Por tanto, aplicamos la persuasión a través de


técnicas como el branding o el copywriting, para
atraer y educar al usuario sin engaños, jugando de
forma ética con factores emocionales y psicológicos
que influyen en la toma de decisiones. 

Ejemplo de persuasión en copywriting


Aunque podemos aplicar la persuasión en otras
áreas, como inclusive el diseño gráfico, el
copywriting es una de las técnicas más asociadas a
la persuasión a la hora de vender.

Por ejemplo: No es lo mismo recomendarte desde la


experiencia hostings como Bluehost o Webempresa

porque cuentan con un servicio de alojamiento 100%


fiable para que tu web no vuelva a sufrir caídas, que
manipular tu opinión informándote erróneamente
acerca de otros servicios competidores.

En este sentido, hacer un buen copy implica:


• Ser honesto escribiendo siempre desde la
naturalidad y la transparencia. 
• Educar al usuario con textos descriptivos que
apelen a las emociones.
• Empatizar con los problemas y necesidades del
usuario para conectar con él.
• Ser respetuoso con la condición, sentimiento y
opinión del público objetivo.

Todos estos elementos son los que caracterizan a un
copy persuasivo (muy lejos de la manipulación), y
son lo que realmente influyen en la decisión de
compra del usuario. Pero hay uno en especial que
creemos imprescindible… ¡y es la emoción! 
Una técnica que puede ayudarte a conseguir
emocionar son las historias, las cuales podemos
transmitir a través de los contenidos en directo de las
redes sociales, así como el storytelling en infografías y
otros visuales. 

CONCLUSIÓN:

Si bien en marketing y publicidad nuestra intención


no es la de manipular, sino llegar a más personas a
través de un producto o servicio que satisfaga sus
necesidades reales, debemos hablar no de
manipular sino de persuadir.

Es cierto que la diferencia entre ambos conceptos la


separa una línea muy fina, y por eso es interesante
saber poner los límites; para llevar a cabo prácticas
de marketing más transparentes y éticas en nuestros
negocios.

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