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Entre los fósiles de serpientes basales con extremidades, podemos encontrar al género Najash.
Anatomía y fisiología
Esqueleto
El esqueleto tiene muchas vértebras, más de 100 por lo general y llegando en algunas especies a más de
400, lo que hace que sean muy flexibles. La variación el número de vértebras está relacionada con la
longitud de la serpiente, pero también con su ecología. Por ejemplo, especies constrictoras, cuentan con
un mayor número de vértebras que las que usan otras estrategias.5
El cráneo está muy modificado respecto al modelo básico diápsido. Los huesos de la mandíbula
superior están débilmente unidos al resto del cráneo y el cuadrado puede moverse libremente y posee
potentes músculos refractores, lo que permite una enorme abertura de las mandíbulas y la deglución de
grandes presas enteras. Los dientes son agudos y curvados hacia atrás y se implantan tanto en el paladar
como en el maxilar y el dentario.
Las boas y las pitones poseen rudimentos de las extremidades posteriores y de sus cinturas; en estas
serpientes pueden verse unas garras en la parte externa y a cada lado de la cloaca que desempeñan un
cierto papel en el coito.
Sentidos
La visión detallada es limitada, pero no impide la detección de movimiento. Algunas serpientes poseen
fosetas loreales, capaces de detectar el calor. No obstante eso no indica que tengan visión infrarroja, ya
que la información va a áreas del cerebro distintas a las de la visión. Simplemente saben si cada cosa
está más caliente o menos.
El sentido del oído de las serpientes es muy limitado ya que los órganos auditivos han degenerado; falta
el tímpano, la cavidad timpánica y la trompa de Eustaquio, y la columela se articula con el cuadrado.
Parece, pues, poco probable que las serpientes puedan oír con claridad sonidos transmitidos por el aire,
pero sin duda son sensibles a las vibraciones del suelo, trasmitidas mediante los huesos de la
mandíbula.
Una serpiente huele a través de su nariz; la lengua pasa las partículas de aire al órgano de Jacobson en
la boca para su examen. Otra característica de su lengua es que termina en dos ramificaciones, por lo
que se denomina bífida (la lengua bífida se usa para captar partículas químicas y percibirlas con el
órgano de Jacobson, que está en la parte delantera del paladar).
Piel
A diferencia de otros reptiles, el cambio de piel es realizado en una pieza, como si tirara de una media.
Esto se hace a medida que el animal crece y además para reparar heridas y librarse de parásitos
externos.
Dentadura
Artículo principal: Dentición de las serpientes
Colmillos solenoglifos de la víbora de Gabón (Bitis gabonica), los de mayor tamaño entre todas las
serpientes.
Existen varios tipos de dientes, según el hueso sobre el que se implanten: maxilares, pterigoideos,
palatinos, dentarios y premaxilares. Los dientes maxilares son los más variados y los únicos que
pueden estar asociados a glándulas venenosas; se pueden distinguir cuatro tipos principales:
Aglifos.
Son dientes macizos, prensiles, curvados hacia atrás para sujetar la presa y no están diseñados para
inocular veneno. Es el caso de muchos colúbridos, boidos y pitónidos. En general son serpientes
inofensivas para el hombre, con excepción de las grandes constrictoras (pitones, anacondas).
Opistoglifos.
Son dientes acanalados situados en la parte posterior de la mandíbula y conectados con glándulas de
veneno, constituyendo un sistema de inoculación primitivo. Dado que para inyectar el veneno debe
morder con la parte posterior de la boca, normalmente son poco peligrosas para el hombre. Este es el
caso de la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). No obstante, las especies de gran tamaño
pueden producir graves mordeduras e incluso la muerte, como Dispholidus typus, del África
subsahariana.
Proteroglifos.
Son dientes pequeños y fijos situados en la parte delantera de la boca, con un canal más o menos
cerrado. Las cobras y las mambas poseen estos dientes. Algunas especies, como la cobra escupidora
(Naja nigricollis), los tienen modificados para escupir el veneno a más de cuatro metros de distancia.6
Solenoglifos.
Se trata de dos largos colmillos móviles en parte anterior de la mandíbula; son huecos con un canal
interior cerrado y conectado con glándulas venenosas. Los colmillos se pliegan sobre el paladar
superior cuando el animal cierra la boca y se enderezan rápidamente cuando la abre. Es el sistema de
inoculación más eficaz. Este tipo de dentición es característico de los vipéridos.
Órganos internos
Flechas rojas: órganos receptores de infrarrojos; flechas negras: orificios nasales. Arriba, una pitón;
abajo, una serpiente de cascabel
El aparato respiratorio y las vísceras están muy modificados ya que el cuerpo tubular de la serpiente
requiere que todos los órganos sean alargados y delgados, como en especial los pulmones, riñones,
hígado, corazón y testículos.5La glotis puede proyectarse hacia adelante para mantener abierto el
conducto respiratorio durante la ingestión de la presa y, en algunas especies una parte de la tráquea está
especializada en la respiración, constituyendo un pulmón traqueal.4
El pulmón izquierdo suele estar reducido o a veces incluso puede faltar, y las demás vísceras pares
suelen situarse a diferentes niveles en cada lado. Poseen una pareja de órganos reproductores, llamados
en los machos hemipene.
Veneno
El veneno de las serpientes es con frecuencia específico para sus presas, y su papel como mecanismo
defensivo es secundario. El veneno, al igual que todas las secreciones salivales, posee agentes que
realizan una predigestión de los alimentos; por tanto, incluso las serpientes "no venenosas" pueden
causar daños en los tejidos.7
El veneno está constituido por una compleja mezcla de proteínas que actúan como neurotoxinas (que
atacan el sistema nervioso), hemotoxinas (que dañan la sangre), citotoxinas (dañan los tejidos),
bungarotoxinas y muchas otras sustancias que pueden afectar al organismo de diferentes maneras; casi
todos los venenos de serpientes poseen hialuronidasa, un enzima que destruye el ácido hialurónico, que
es el cemento que mantiene unido el tejido conjuntivo que, por tanto se disgrega facilitándose así la
rápida difusión del veneno.8
El veneno se almacena en las glándulas venenosas situadas en la parte posterior de la cabeza. En todas
las serpientes venenosas, dichas glándulas poseen conductos que se abre dentro de surcos o canales de
los dientes de la mandíbula superior. Australia es el lugar del mundo con mayor número de especies
venenosas; no obstante solo se produce una muerte por mordedura al año de promedio. En cambio, en
la India, se producen 250 000 mordeduras anuales que producen unos 50 000 muertos.9En España se
producen al año 1500 mordeduras de víboras de las que entre tres y cinco provocan la muerte de la
víctima.10
Comportamiento
Reproducción
En algunos casos el grupo entero alumbra crías totalmente formadas, mientras que otros grupos pueden
estar formados tanto por miembros que alumbran crías formadas, como por miembros que ponen
huevos. Por ejemplo, dentro de la familia Boidae todas las boas paren animales ya formados, mientras
que las pitones ponen huevos.
Alimentación
Véase también: Ofiofagia
Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) devorando una lagartija ibérica (Podarcis hispanica).
Todas las serpientes son carnívoras, alimentándose de una gran variedad de presas que incluyen aves,
anfibios, mamíferos, peces o invertebrados e incluso reptiles, entre ellos otras serpientes en ciertas
especies. Generalmente, las serpientes de pequeño a moderado tamaño cazan presas indefensas, las
cuales pueden ser rápidamente devoradas y vivas. Sin embargo, si la presa opone resistencia, pueden
recurrir a técnicas como son el uso del veneno o la constricción para abatir la presa antes de comérsela.
Las serpientes no pueden masticar el alimento, y en su lugar se las tragan enteras. Los dientes de una
serpiente, que son afilados como agujas y dirigidos hacia el interior de la boca, sirven para retener la
presa a que se le salga de su boca. A la hora de tragar, el maxilar y la mandíbula, que están sujetos al
cráneo por ligamentos, logran separarse para acomodarse al tamaño de la presa. Así, una serpiente es
capaz de tragarse una presa que sea tres veces más grande que su propia cabeza y su diámetro. Otra
razón de su capacidad para tragar es la carencia de huesos como el esternón para que la comida pueda
pasar sin problemas por el esófago y por todo el cuerpo del reptil. Después de la ingestión, una
serpiente debe aletargar para cumplir el proceso de la digestión. Esto se debe a que el proceso digestivo
requiere de mucha energía que la serpiente debe usar para digerir con eficiencia la comida, la cual
puede durar días o meses, según el tamaño de la presa. En ese estado, algunos órganos como el corazón
y el estómago entran en mayor actividad para que toda la comida sea casi totalmente digerida. Las
partes indigeribles pueden ser excretadas o regurgitadas.
Diversidad
Las serpientes presentan una radiación adaptativa casi tan amplia como los lagartos, aunque la
variación estructural no es tan grande.
Taxonomía
Véase también: Anexo:Serpentes
Todas las serpientes pertenecen al clado Serpentes, que a su vez es miembro del orden Squamata. Este
orden incluye también los lagartos, con los que las serpientes están emparentadas; otros miembros de
este orden, las culebrillas ciegas, también han perdido las patas y se asemejan superficialmente a las
serpientes.
Serpientes incluye a las Henophidia (las más grandes y primitivas, boas y pitones), Typhlopoidea
(serpientes ciegas), y Xenophidia (grupo muy diverso que incluye a las serpientes venenosas y sus
parientes cercanos (culebras, víboras, cobras, serpientes marinas, etc.).[cita requerida]
Infraorden Alethinophidia
Familia Acrochordidae
Familia Aniliidae
Familia Anomochilidae
Familia Atractaspididae
Familia Boidae
Familia Bolyeriidae
Familia Colubridae
Familia Cylindrophiidae