Está en la página 1de 40

Virreinato de Nueva España

«Nueva España» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Nueva España (desambiguación).

Virreinato de Nueva España


Virreynato de la Nueva España
Virreinato
1535-1821

Escudo del virreinato de Nueva España3

Enseña de los ejércitos virreinales

Mapa de todos los territorios que alguna vez pertenecieron al Virreinato de Nueva España. En verde claro el territ
efectiva, pero reclamado como parte del virreinato.
El virreinato en su máxima extensión (1794), tras la incorporación de la Luisiana (1764-1803) y antes de la c
de Nutca, Misisipi y Santo Domingo (1795).
Coordenadas 19°26′00″N 99°08′00″O
Capital
 Ciudad de México
Entidad Virreinato
 • País Imperio español
Idioma oficial Español y náhuatl1
Maya, tagalo, quiché, quekchí, mixteco, cebuano, zapoteco, otomí, navajo, 
 • Otros idiomas
etc.
Superficie  
 • Total 7 657 000 km² 
Población (1810)  
 • Total 5 500 001 hab.
 • Densidad 0,72 hab/km²
Superficie hist.  
 • 1790 7 000 000 km²
Población hist.  
 • 1790 est. 6 000 000 hab.
Gentilicio novohispano, na
Religión Católica
Período histórico Colonización española de América
 • 1519-1522 Conquista de México
 • 12 de octubre
Creación del virreinato por Real cédula
de 1535
 • 22 de febrero
Tratado de Adams-Onís
de 1819
 • 31 de mayo
Abolición del virreinato por el Trienio Liberal
de 1820
 • 24 de agosto
Tratados de Córdoba de la Provincia de Nueva España
de 1821
 • Septiembre
Independencia de Centroamérica
de 1821
 • Septiembre
Consumación de la independencia de México
de 1821
Forma de gobierno Virreinato
Rey
• 1516-1556 Carlos I
• 1808-18332 Fernando VII (de jure)2
Virrey
• 1535-1550 Antonio de Mendoza y Pacheco
Juan Ruiz de Apodaca
• 1821 Juan O'Donojú
 México
 Cuba
 Puerto Rico
 República Dominicana
 Haití
 Estados Unidos
 Canadá
 Venezuela
 Filipinas
 Micronesia
 Costa Rica
 El Salvador
 Guatemala
 Honduras
 Nicaragua
 Palaos
 Guam
 Panamá
Sucedido por
← (1521)
Correspondencia actual
← (1520)
← (1522)
← (1528)
← (1530)
Precedido por ← (1545)
← (1563)
← (1589)
← (1597)

(1803) →
(1819) →
(1819) →
(1821) →
(1821) →
(1821) →
(1821) →
(1821) →
[editar datos en Wikidata]
Historia de México
México prehispánico
Etapa lítica
Aridoamérica, Oasisamérica y Mesoamérica
México español
Conquista de México (1519-¿?)
México virreinal (1535-1821)
México independista (1810-1821)
México independiente
Primer Imperio (1821-1824)
Primera República Federal (1824-1835)
República Centralista (1835-1846)
Segunda República Federal (1846-1863)
Segundo Imperio (1863-1867)
República Restaurada (1867-1876)
Porfiriato (1876-1911)
México Revolucionario (1910-c. 1917-21)
México Posrevolucionario (ut supra.-1940)
México Contemporáneo (desde 1940)
El virreinato de Nueva España fue una entidad territorial integrante del Imperio español,
establecida en gran parte de América del Norte por la Monarquía Hispánica durante
la colonización española de América, entre los siglos xvi y xix. Se originó tras la caída
de México-Tenochtitlan, acontecimiento principal de la conquista, la que propiamente no
concluyó sino hasta mucho después, pues su territorio siguió creciendo hacia el norte.

Se creó oficialmente el 8 de marzo de 1535. Su primer virrey fue Antonio de Mendoza y


Pacheco, y la capital del virreinato fue la Ciudad de México, establecida sobre la
antigua México-Tenochtitlan. Abarcó una superficie enorme que comprendió
los territorios de España en América del Norte, América Central, Asia y Oceanía.

Incluyó lo que actualmente es México, más los actuales estados


de California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo
México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Florida y partes
de Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma y Luisiana, por parte de los
actuales Estados Unidos; así como la parte suroeste de la Columbia Británica del
actual Canadá; más la Capitanía General de Guatemala (que incluía los actuales países
de Guatemala, el estado de Chiapas, Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua);
más la Capitanía General de Cuba (actuales Cuba, República Dominicana, Puerto
Rico, Trinidad y Tobago y Guadalupe); la Provincia de Venezuela y así como, finalmente,
la Capitanía General de Filipinas, (comprendiendo las Filipinas, las islas Carolinas y las islas
Marianas, en el océano Pacífico, en Asia y Oceanía). Desde 1626 hasta 1642 los españoles
se establecieron en el norte de la isla de Taiwán (llamada por los portugueses Formosa;
«Hermosa» en castellano).4

La organización política dividía el virreinato en reinos y capitanías generales. Los reinos


fueron: México y Michoacán (1527), Nueva Galicia (1530), Guatemala (1540), Nueva
Vizcaya (1562), Nuevo León (1569), Nuevo México (1598), Nueva Extremadura (1674)
y Nuevo Santander (1746). Además, hubo cinco capitanías generales: Santo
Domingo (1535), Yucatán (1565), Filipinas (1574), Puerto Rico (1582) y Cuba (1777). Estas
subdivisiones territoriales tenían un gobernador y capitán general (que en la Nueva España
era el propio virrey, quien añadía este título a sus otras dignidades). En Guatemala, Santo
Domingo y la Nueva Galicia, estos funcionarios eran llamados presidentes gobernadores,
dado que encabezaban reales audiencias. Por esta razón, estas audiencias eran
consideradas como «pretoriales».5

Existieron dos señoríos. El más importante fue el marquesado del Valle de Oaxaca,


propiedad de Hernán Cortés y sus descendientes que incluía un conjunto de vastos territorios
donde los marqueses tenían jurisdicción civil y criminal, y derecho a conceder tierras, aguas
y bosques y dentro del cual se hallaban sus principales posesiones (estancias de ganado,
labores agrícolas, ingenios azucareros, batanes y astilleros).6 El otro señorío fue el ducado
de Atlixco, otorgado en 1708, por el rey Felipe V a José Sarmiento de Valladares, exvirrey de
Nueva España y casado con la condesa de Moctezuma, con jurisdicción civil y criminal
sobre Atlixco, Tepeaca, Guachinango, Ixtepeji y Tula de Allende.7

El rey Carlos III introdujo reformas en la organización del virreinato en 1786, conocidas


como reformas borbónicas en Nueva España, en las que se creaban las intendencias, que
permitieron limitar, en cierta forma, las atribuciones del virrey.

Desde principios del siglo xix, el virreinato cayó en crisis (agravada por la guerra contra las
tropas francesas en la Península) y su consecuencia directa fue la crisis política en México
de 1808 que acabó con el gobierno de José de Iturrigaray y, más adelante, dio pie a
la Conjura de Valladolid y la conspiración de Querétaro. Esta última fue el antecedente
directo de la independencia de México, la que, al consumarse en 1821, desintegró el
virreinato y dio paso al Primer Imperio Mexicano, en el que finalmente se coronaría Agustín
de Iturbide.

Índice

• 1 Territorios

• 1.1 Capitanía General de Guatemala

• 1.2 Capitanía General de Yucatán

• 2 Historia

• 2.1 La conquista de México

• 2.2 La fundación

• 2.3 Los misioneros católicos

• 2.4 Colonización y conquista de las Filipinas

• 2.5 Siglo XVII

• 2.6 Siglo XVIII

• 2.7 El reinado de Carlos III

• 2.8 Independencias y cambios territoriales en Nueva España

• 2.8.1 Abolición del virreinato de Nueva España

• 2.8.2 México

• 2.8.3 Centroamérica
• 2.8.4 Estados Unidos de América

• 3 Organización política

• 3.1 Etapas históricas

• 3.2 Institución del virreinato

• 3.3 El rey de España

• 3.4 El virrey

• 3.5 La Real Audiencia y las instituciones indianas

• 4 Población y medio físico

• 4.1 Efectos de la conquista sobre la población

• 4.2 Componentes del desarrollo en el mestizaje

• 4.2.1 Las castas

• 4.3 Introducción de esclavos africanos a Nueva España

• 4.4 Tamaño y distribución de la población

• 4.5 Relaciones sociales y diversidad étnica

• 4.6 Situación de los pueblos indígenas

• 5 Economía

• 5.1 Explotación de materias primas y minerales preciosos

• 5.2 Formación de la gran propiedad

• 5.3 El papel de los encomenderos


• 5.4 Comercio

• 5.5 Agricultura

• 5.6 Efectos sociodemográficos y económicos de la minería

• 5.7 Monopolios

• 6 El papel de la Iglesia

• 6.1 Base jurídica

• 6.2 Evangelización

• 6.3 Órdenes religiosas

• 6.3.1 Relaciones de la Iglesia con el Estado y los pueblos indígenas

• 6.4 La Inquisición

• 6.5 La Virgen de Guadalupe y su imagen para evangelizar

• 6.6 Conflictos de la Iglesia con la corona española

• 6.7 Poder económico de la Iglesia en Nueva España

• 7 Cultura y ciencia

• 7.1 Contexto

• 7.2 Educación

• 7.3 La Real y Pontificia Universidad de México

• 7.4 Bellas artes

• 7.4.1 Pintura
• 7.4.2 Escultura

• 7.4.3 Música

• 7.4.4 Arquitectura

• 7.4.5 Literatura

• 8 Véase también

• 8.1 Historia

• 8.2 Territorios

• 8.3 Personajes

• 8.4 Otros Virreinatos

• 8.5 Música

• 9 Notas

• 10 Bibliografía

• 11 Enlaces externos

Territorios[editar]
Artículo principal: Organización territorial del Virreinato de Nueva España
Nueva España después del Tratado de Adams-Onís de 1819

Capitanía General de Guatemala[editar]

Artículo principal: Capitanía General de Guatemala

La Capitanía General de Guatemala fue la segunda en importancia del virreinato y fue


fundada por orden de Carlos I en 1536. Hacia 1609, la Real Audiencia dictaminó que el virrey
de Nueva España no debería ser, en ningún caso, el gobernador de Guatemala. Esto supuso
un gran avance en la autonomía de la región. La primera capital del reino fue Gracias a Dios,
en Honduras, pero en 1549 fue trasladada a lo que hoy es Antigua Guatemala. En 1773 una
serie de terremotos provocan el cambio de la capital, por lo que el nuevo emplazamiento
destinado para albergar la sede de la Capitanía fue Nueva Guatemala de la Asunción. La
promulgación de la Constitución de Cádiz abre en la Capitanía una nueva etapa de
liberalismo, con lo que lograron aún más libertad e independencia del resto de España.

En 1821 se proclama la independencia, y dos años más tarde las cinco provincias —
Provincia de Ciudad Real de Chiapas, Provincia de Guatemala, Provincia de San
Salvador, Provincia de Comayagua y Provincia de Nicaragua y Costa Rica— se erigen en
las Provincias Unidas de Centroamérica, tras la caída de Agustín I como emperador de
México. Sin embargo, Chiapas se incorpora a la naciente República Mexicana, mientras que
las otras provincias formaron los actuales países de Guatemala, Belice, El
Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Capitanía General de Yucatán[editar]

Territorios de las diferentes potencias en 1800, donde se puede apreciar el peso del Virreinato de Nueva España.

Artículo principal: Capitanía General de Yucatán


Véase también: Independencia de Yucatán

La Capitanía General de Yucatán fue una gobernación y zona administrativa perteneciente


a Castilla, creada en 1565, que estaba bajo la dependencia directa del rey para asuntos
militares y de gobierno. Sin embargo, al no contar con audiencia real, debía acudir a la real
audiencia de México en el Virreinato de Nueva España para solventar los asuntos jurídicos.
El Virrey de la Nueva España también podía nombrar gobernadores interinos en la Provincia
de Yucatán, mientras que el rey nombraba el suyo. La Provincia y Capitanía General de
Yucatán abarcaba los actuales territorios mexicanos de Campeche, Quintana
Roo, Tabasco, Yucatán, a la vez que nominalmente le correspondían los territorios del norte
del Petén y el actual Belice.

Esta Capitanía General fue creada a partir de las conquistas capitaneadas por Francisco de


Montejo el Adelantado, que junto con su hijo y sobrino, homónimos, dominaron a los
grupos mayas que habitaban la Península de Yucatán a su llegada en los albores del
siglo xvi. Estos grupos, que presentaron aguerrida defensa de su territorio, eran los
descendientes de los que integraron la coalición de estados que había sido formada y
disuelta tiempo antes de la llegada de los españoles, y que se había denominado Liga de
Mayapán. La conquista de Yucatán fue la más tardía de las que finalmente integraron el
Virreinato de la Nueva España, toda vez que los últimos reductos mayas no fueron
dominados íntegramente hasta el año de 1697 —es decir, más de siglo y medio después de
la conquista de México—, con la conquista de Tayasal.8
Historia[editar]

La conquista de México[editar]

Artículo principal: Conquista de México


Véanse también: Conquista de Yucatán  y  Conquista de Tabasco.

Nacido hacia 1485 en Medellín, Extremadura, Hernán Cortés llegó a México como aventurero dirigiendo la expedición
enviada por Velázquez de Cuellar, su cuñado. Considerado por los aztecas como su dios Quetzalcóatl, el conquistador fue
sancionado por Pánfilo de Narváez, a quien derrotó en Veracruz. Fundador del Virreinato de Nueva España, tuvo un hijo
con La Malinche, su intérprete indígena, Martín Cortés, quien años más tarde se levantaría contra la Corona. Murió el 2 de
diciembre de 1547, en la pobreza tras haber sido acusado de conspiración contra el rey.

Tras la conquista del reino nazarí de Granada en 1492, Fernando II de Aragón e Isabel I de


Castilla, unidos en matrimonio, financiaron la expedición de Cristóbal Colón, quien arribó
el 12 de octubre a la isla Guanahani, a la que rebautizó como «San Salvador». Colón creyó
cumplir con su ansiada meta de llegar a las Indias de las especias navegando por la mar
océano. Los españoles continuaron explorando el Nuevo Mundo, y en 1517, Francisco
Hernández de Córdoba llegó a la costa de Yucatán. Después de dos enfrentamientos con los
mayas, Hernández de Córdoba fue herido y pereció a su regreso a Cuba.
Mural que representa la batalla de Centla (Tabasco) en 1519

En 1518 Juan de Grijalva llegó a Campeche y Tabasco. En este último lugar se entrevistó


con el cacique o gobernador maya Tabscoob y escuchó acerca de una ciudad poderosa,
capital del imperio más grande de Mesoamérica, la Gran Tenochtitlan, culminando su viaje
en Veracruz. En 1519, bajo la designación de Diego Velázquez de Cuéllar, gobernador
de Cuba (llamada entonces Fernandina, en honor al rey de Aragón), Hernán Cortés zarpó y
llegó a territorios recién descubiertos en febrero. En marzo arribó a Tabasco en donde
derrotó a los indígenas en la batalla de Centla, fundando la villa de Santa María de la
Victoria que sería la primera población española en la Nueva España. Es aquí donde le es
obsequiada Malintzin, que sería su gran traductora y pieza clave en la conquista. Continuó su
viaje y fundó La Villa Rica de la Veracruz en territorio azteca, primera villa europea
institucionalizada en el Nuevo Mundo.

El 8 de noviembre, Cortés llegó a México-Tenochtitlan.9

Varias premoniciones en años anteriores hicieron creer a Moctezuma Xocoyotzin, soberano


azteca o tlatoani, que el fin de su imperio estaba cerca. Una antigua profecía rezaba
que Quetzalcóatl, fundador de su imperio, volvería bajo la apariencia de un hombre blanco y
barbado. Por ello, al ver a Cortés, creyó que la profecía se había cumplido y le hospedó en
su palacio, construido por Axayácatl. Los españoles decidieron aprovechar la situación para
obtener riquezas e influencia dentro de la corte azteca. Varios sectores de la sociedad no
estaban de acuerdo y decidieron hacer ver a Moctezuma su error, pero el tlatoani se negó a
aceptar su culpa. En junio de 1520, un puñado de hombres españoles detuvieron a
Moctezuma y proclamaron la conquista, pero el pueblo se amotinó. Cortés ordenó a
Moctezuma salir a calmar a sus súbditos, quienes en lugar de obedecer a su monarca,
comenzaron a apedrearlo. El emperador murió pocos días después. Cuitláhuac, hermano de
Moctezuma y señor de Iztapalapa fue elegido tlatoani de Tenochtitlan y en respuesta a
la Matanza del Templo Mayor,10 decidió lanzar al pueblo contra los españoles el 30 de junio.
Las estrategias indígenas con la ayuda de los tlatelolcas lograron echar de la ciudad a los
conquistadores, que en el acto perdieron cerca de mil soldados y varios caudales de dinero y
oro. Se dice que Cortés lloró derrotado al pie de un ahuehuete, por lo que se le conoce a
este hecho como Noche Triste.11

Campaña de Cortés, desde Veracruz hasta México Tenochtitlan (1519-1521)

Durante su trayecto a la Gran Tenochtitlán, Cortés había logrado las alianzas de pueblos
subyugados por los aztecas, como Tlaxcala y Chalco. Viéndose derrotado, reunió sus
fuerzas con la de sus aliados, y en enero de 1521, tras más de seis meses de su derrota,
Cortés comenzó la marcha hacia la ciudad que le vio vencido en la Noche Triste. Los aztecas
eran ahora gobernados por Cuauhtémoc, pues Cuitláhuac había fallecido en noviembre,
víctima de viruela, enfermedad de la que eran portadores algunos españoles y ante la cual
muchos indígenas eran muy vulnerables. En marzo, Cortés comenzó el sitio de la ciudad, a
la que cortó el agua y los recursos básicos de sanidad, comunicación y comercio. A pesar de
sus alianzas con Tetzcuco y Tlacopan, la ciudad debió rendirse el 13 de agosto, marcando
así el inicio del dominio español. Cuauhtémoc, líder azteca, intentó escapar en balsa por
el Lago de Texcoco, pero fue arrestado. Encarcelado en Coyoacán, le fueron quemados los
pies para que confesara la ubicación de su tesoro. Tras negarse, fue llevado a una
expedición en Centroamérica, en 1525. Las sospechas de conspiración le condenaron a
muerte, ejecutada en la horca el 28 de febrero de 1525.12

La fundación[editar]

Artículo principal: Fundación de Nueva España


«Vázquez de Coronado en camino al norte» (1540), por Frederic Remington, 1905.

El término «Nueva España» fue acuñado por el propio Hernán Cortés, que le propuso
al emperador Carlos V en su carta de relación de 1520 llamar a toda aquella tierra «la nueva
España del mar Océano», por su similitud con España en su fertilidad, tamaño y clima.13

Tras las acciones militares, sometida mediante las armas, la capital mexica y en marcha el
resto del centro de México, Hernán Cortés ordenó la demolición de México-Tenochtitlan y la
edificación de la nueva capital en sus restos, disponiendo al arquitecto Alonso García
Bravo el trazado al estilo español. Los españoles hicieron de ciudad de México la capital de
una construcción que denominaron Nueva España, comprendiendo dentro de ella a todos los
señoríos aliados o sometidos por las huestes de Cortés. La primera sociedad novohispana se
constituyó en torno al círculo superior de capitanes de la expedición, con Hernán Cortés
como capitán general de los territorios recién conquistados, quienes organizaron más
expediciones para controlar territorios. El sistema económico occidental fue implantándose
gradualmente, incluyendo prácticas agrícolas, comerciales y financieras, si bien muchas
estructuras prehispánicas continuaron prácticamente intactas como la movilidad de las
mercancías, las estructuras de tributación y algunos poderes locales.14

Los indígenas, mayoritarios siempre en la sociedad, tras ser sometidos por la vía militar o
reconocido el vasallaje español eran reunidos en pueblos o repúblicas de indios, que fueron
constituidos ya fuera por hacerlos a la usanza occidental en poblaciones importantes y
dejando a los mismos gobernadores o por congregaciones, hechas por poblaciones de varios
pueblos dispersos en uno solo o bien, como trabajadores en las
primeras encomiendas y obrajes. Un punto esencial es que, a partir de este proceso, se vivió
un colapso demográfico de las sociedades indígenas, muriendo por cientos a causa de la
explotación y las epidemias, alcanzando un punto crítico a la mitad del siglo xvi. Dichas
congregaciones tuvieron entre sus fines la evangelización de los indígenas, un proceso que
fue primordial en la política española del siglo xvi y realizado por las principales órdenes
religiosas.15

Los misioneros católicos[editar]

Véase también: Doce apóstoles de México

Nacido en Trento, cuna del concilio de la Contrarreforma, Eusebio Kino adoptó su segundo nombre en honor a Francisco
de Asís, a quien admiraba. Llegó a la Nueva España en 1682 y se dedicó a difundir el cristianismo. Fundó misiones en
Sonora y Arizona, y la mayor de ellas lleva su nombre. Murió en 1711.

En el siglo xvi, los españoles al mando de Hernán Cortés conquistaron a los mexicas y se


hicieron de sus propiedades. La labor misionera de la Iglesia Católica se inició con el arribo
de las órdenes mendicantes: franciscanos, dominicos y agustinos, quienes evangelizaron
partiendo de Anáhuac hacia fuera las localidades más pobladas y creando nuevas en donde
eran dispersas. En el transcurso de la segunda década de tal siglo, Cristóbal de Olid, Pedro
de Alvarado y Nuño Beltrán de Guzmán en nombre de la Corona de Castilla conquistaron
gran parte del territorio mexicano, salvo el norte del país, donde las
tribus chichimecas perduraron hasta principios del siglo xvii, cuando fueron casi
exterminadas. En ese mismo siglo, la labor de los frailes llegados a Nueva España permitió
extender los núcleos poblacionales a Nuevo León, donde se
fundaron Cerralvo, Cadereyta y Sabinas Hidalgo.16

En ese mismo período, la labor de los franciscanos hizo posible la fundación de Paso del


Norte, en 1682. Carlos de Sigüenza y Góngora, intelectual y geógrafo novohispano, se
dedicó a tareas de cartografía en las Nuevas Filipinas (Texas) y en el puerto de Panzacola,
donde se edificó el fuerte de San Carlos para defender la localidad de ataques piratas.17
La Compañía de Jesús sustituyó paulatinamente la labor de los franciscanos, pero la amplió
en el aspecto cultural y educativo. Eusebio Francisco Kino fue un misionero nacido
en Trento, Italia, y llegado a la Nueva España alrededor de 1680. Sus misiones se
difundieron por Sonora y Arizona, pero su mayor obra fue haber fundado Magdalena de Kino,
en el norte del territorio sonorense. Su trabajo de fundación y conocimiento geográfico quedó
resumido en la obra del también jesuita Francisco Javier Alegre, Los apostólicos afanes,
dedicada al papa Benedicto XIV, y que fue publicada en Roma en 1749.18

La labor de Kino inspiró a otros jesuitas para continuar la obra de fundación, ya entrado el
siglo xviii, con la fundación de San Antonio de Béjar y la bahía del Espíritu Santo, ambas en
Texas. Pero en 1767, Carlos III expulsó a los jesuitas de sus dominios por atentar contra las
doctrinas de la Iglesia y del rey, y sus antiguas misiones pasaron a ser de los dominicos,
quienes las extendieron hasta Paraguay y Ecuador. Junípero Serra, natural de las Islas
Baleares, fundó en Alta California las misiones de San Diego de Alcalá, San Carlos Borromeo
de Carmelo, San Gabriel Arcángel, San Luis Obispo de Tolosa, San Francisco de Asís y San
Juan Capistrano, entre otras. El italiano Peri recibió mandato de Pío VI para evangelizar las
tierras de Chihuahua, donde fundó en 1798 la misión de San Luis Rey. La labor de
evangelización y población no se detuvo hasta 1830, cuando el Virreinato no existía y ya
habían logrado su independencia muchos de los países que lo integraban.19

Colonización y conquista de las Filipinas[editar]

Artículo principal: Conquista de Filipinas

Réplica moderna de la nao Victoria, en la que Magallanes navegó a Filipinas


Itinerario seguido por la expedición de Miguel López de Legazpi en el archipiélago filipino

En la época virreinal de 1521, el navegante Fernando de Magallanes al servicio


de España llegó al archipiélago filipino y tomó posesión jurídica de las islas, bajo el trono
español, pero sin dejar un solo soldado o español cualquiera en las islas que valiera la
colonización de España. Aunque se sabía que los indígenas eran sumamente dóciles y
además se quería arrebatar el poder de Portugal en las Indias Orientales, Hernán
Cortés envió tres barcos rumbo a Asia, que zarparon de Zihuatanejo en 1527.20 En el
camino, dos de ellos naufragaron y el tercero llegó, pero no regresó por no haber encontrado
la corriente del retorno. Después en 1541, López de Villalobos fue enviado por el
virrey Antonio de Mendoza para encabezar una expedición hacia las Indias Orientales en
busca de nuevas rutas comerciales. Su expedición partió de Puerto de Navidad en 1542 a
bordo de cuatro carabelas.21
En 1543 la flota tocó la costa sur de la isla de Luzón (Filipinas), donde exploraron la costa e
hicieron contacto con los indígenas del archipiélago. De allí partieron más al oriente hasta
alcanzar la isla de Leyte y las nombraron islas Filipinas en honor al rey Felipe II. A causa del
hambre y de un navío que se arruinó por un accidente de navegación, la expedición fue
desastrosa y se tuvieron que ir a buscar refugio en las Molucas, dominio portugués, y
después de algunas escaramuzas fueron tomados presos. Villalobos murió preso en 1544 en
la isla de Amboina. El resto de la tripulación consiguió escapar y regresar a Nueva España,
donde contaron las historias al virrey, y así se consideró parte de la Nueva España
la Capitanía General de las Filipinas.22

El intento de colonización de Filipinas no terminó ahí. El virrey Luis de Velasco encargó


a Miguel López de Legazpi hacerse a la mar en una nueva expedición. Zarpó de Puerto de
Navidad, Nueva Galicia (actualmente Jalisco) el 21 de noviembre de 1564 y en el viaje
conquistó Guaján, las Islas de Saavedra/Islas de los Pintados (Islas Marshall) y las Islas
Marianas, y tocó Samar el 27 de abril de 1565. También se expandió el dominio español a
varios puntos de la isla de Formosa, las Molucas (Tidore) y el norte de Borneo (Sabah).
Hábilmente, López de Legazpi evitó hostilizar a los moradores de las islas, que se decía
que enseñaban ni más por más las vergüenzas al aire, y no encontró resistencia para
explorarlas. Por la escasez de productos, Legazpi se vio forzado a trasladarse de isla en isla
y expandió los dominios allí. El movimiento fue fácil, ya que en las islas, al igual que
en México, los clanes estaban rivalizados, y Legazpi estableció fácilmente lazos de amistad
que le permitieron moverse de isla en isla, levantando al rato los primeros asentamientos
españoles: la Villa del Santísimo Nombre de Jesús y Villa de San Miguel.23

La conquista de las Filipinas, nombradas así en honor al rey Felipe II, por Miguel López de
Legazpi hizo posible que en 1565 visitara por primera vez tierras novohispanas el Galeón de
Filipinas. Con el tiempo esta ruta sería el principal lazo que uniría las posesiones de España
en América con sus baluartes en Asia. En ese año, gobernaba Felipe II,
en Inglaterra regía Isabel I, se cumplían dieciocho años de la muerte del principal
conquistador español, Hernán Cortés, y el jesuita Hernando Menéndez de Avilés fundó las
primeras misiones en San Agustín de la Florida. Uno de los principales sitios donde se
almacenaban los bienes traídos de Oriente era Nueva Orleáns, en la costa del golfo de
México y que fue conquistada por Andrew Jackson en 1815, coincidiendo con la rebelión
independentista en Nueva España. Las rutas fueron establecidas por más de dos siglos. Sin
embargo, los caminos del Oriente al puerto de Acapulco, donde solían descargar las
mercancías, estaban plagados de riesgos, enfermedades y ataques piratas de Australia. Los
productos manejados eran seda, especias, y oro. La ruta era la forma de enlazar el comercio
interno de las posesiones de ultramar de España, pero a la vez se transmitían ideas liberales
a los virreinatos de América, pues en Filipinas había mayor libertad de expresión. El último
galeón llegó a México en 1813, pocos días antes de la toma del puerto a manos de José
María Morelos.24

Siglo XVII[editar]

Felipe IV, que gobernó los reinos españoles durante su decadencia política, pero que vivió la máxima expresión artística
de sus territorios administrados. En su tiempo obtuvo el reinado más poderoso del mundo. Fue sucedido en 1665 por su
enfermizo hijo, Carlos II, quien sería el último miembro de la Casa de Austria en gobernar España.

Este siglo fue el de la mayor expansión novohispana, al contrario de lo sucedido en la


metrópoli, que entró en decadencia. En 1598, Felipe II murió, dejando como heredero a su
hijo Felipe III, quien entregó el gobierno a ministros como el duque de Lerma y el duque de
Uceda, quienes no supieron manejar el gobierno y metieron a España en guerras por
defender la religión católica, o como bajo Felipe IV durante la guerra de los Treinta Años, en
la que España perdió sus posesiones en Holanda, mediante la Paz de Westfalia (1648). La
política de Felipe III fue continuada por su hijo Felipe IV, que reinó de 1621 a 1665. Durante
su reinado se dio el llamado Siglo de Oro español, con exponentes como Luis de
Góngora y Lope de Vega en la literatura; y Diego Velázquez y Bartolomé Esteban Murillo en
la pintura. Carlos II sucedió a su padre en 1665 y gobernó diez años bajo la regencia de su
madre, Mariana de Austria, quien se rodeó de ministros extranjeros y casó a su hijo en dos
ocasiones (con María Luisa de Orleans en 1679 y Mariana de Neoburgo en 1689) pero el
monarca no consiguió descendencia. Al morir en 1700, el rey nombró como su sucesor
a Felipe de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV. Sin embargo, el emperador del Sacro
Imperio Romano, Leopoldo I, se negó a aceptar dicho acuerdo y comenzó la guerra de
sucesión española, en la que triunfó el heredero francés, pero el conflicto mermó seriamente
las finanzas novohispanas.25

Fuerte de Campeche, construido para evitar ataques de piratas. Sin embargo, en mayo de 1683 el pirata
neerlandés Laurens de Graff saqueó durante varios días la ciudad.

Los virreyes de Nueva España vivieron su apogeo en esta época. En 1611, Luis de Velasco,
otrora virrey del Perú, envió a una delegación a visitar tierras japonesas y establecer
contactos comerciales con aquella nación, y así nació la Nao de China, que durante
trescientos años desembarcaba en Acapulco las mercancías provenientes de territorios
orientales. El marqués de Cerralvo, Rodrigo Pacheco y Osorio, fue acusado de corrupción y
de ineficacia en el gobierno, pues en su mandato el puerto de Veracruz fue saqueado por
piratas holandeses perdiéndose en el acto gran parte de los caudales reales. Además, al salir
del cargo llevó consigo más de trescientos mil pesos oro, y
una perla con diamantes incrustados que regaló al rey. Otros virreyes que sufrieron el ataque
de corsarios ingleses y holandeses fueron el virrey Armendáriz, quien organizó la armada de
Barlovento para detener ataques de filibusteros ingleses a las costas novohispanas y el
conde de Salvatierra, García Sarmiento de Sotomayor, quien ordenó proteger las costas
de California y con ello librar de asaltos las naves procedentes de China. Hacia 1649 la
cantidad de conventos en la capital había crecido a tal extremo, que los habitantes se vieron
en la necesidad de mandar una carta al rey Felipe IV pidiendo ya no se instaurasen más
centros en la capital, pues guardaban desproporción con el número de habitantes, pero el rey
se negó a responder. En mayo de ese mismo año, se efectuó el auto de fe más grande
registrado por los anales de la Inquisición mexicana, fueron los penitenciados, 109, de los
cuales 13 fueron relajados en persona, es decir murieron en la hoguera.26 El siglo xvii se
caracterizó en Nueva España por una época de paz constante, que solo se veía interrumpida
cuando los indios se levantaban en armas; los más conocidos de estos caciques
fueron Gaspar Yanga, jefe de la rebelión indígena de 1609, y Jacinto Canek, quien se levantó
en armas en 1770 contra la Corona en Yucatán. Las incursiones de piratas en ciudades
portuarias fueron muy frecuentes: en 1678 penetraron en Campeche y fueron detenidos
en Alvarado, y el 15 de mayo de 1683, el corsario Lorencillo tomó Veracruz. La expansión
experimentó pocos cambios durante este siglo, el más importante fue la fundación de la villa
de Albuquerque en el norte. Tras conocerse el nacimiento del príncipe Felipe Próspero de
Austria en 1657, el virrey envió una dotación de doscientos cincuenta mil pesos oro anuales
durante un plazo de quince años, lo que terminó al morir el príncipe en 1661. Durante el
gobierno del virrey Gaspar de la Cerda y Mendoza, conde de Galve, la armada de Barlovento
recorrió Tejas para sacar de su territorio a los franceses, idéntico a lo sucedido en Santo
Domingo.27
Siglo XVIII[editar]

Escudo de Felipe V de España, primer rey proveniente de la Casa de Borbón francesa y nieto de Luis XIV de Francia.

El siglo comenzó con el ascenso de la Casa de Borbón al trono español, llevando a Felipe
V como primer rey de los Borbones españoles. La guerra de sucesión española, derivada del
nombramiento del duque de Anjou como heredero a la corona, estalló en España y Europa.
En 1713 la Paz de Utrecht puso fin al conflicto, pero obligó a España a ceder Gibraltar a
la corona británica. Felipe V abdicó en 1724 en favor de su hijo Luis I, quien murió en agosto
del mismo año. El rey debió regresar al trono hasta su muerte en 1746, siendo sucedido por
su hijo Fernando VI, quien murió sin descendencia en 1759 y como rey fue proclamado su
hermano Carlos III. Este rey ejecutaría las reformas propias del Despotismo ilustrado, que
gran efecto tuvieron en Nueva España.28
Imperios español y portugués en 1790

La piratería había decaído, y muchos de los hombres que trabajaron en aquella actividad
pasaron a engrosar las filas de la marina británica, que hacia 1670 había consolidado su
poder. Fernando VI preveía ataques a las costas españolas, por lo que en su mandato
aumentó la flota. La educación aumentó sobremanera bajo el reinado de los Borbón, de clara
influencia francesa. Desde el primer colegio, fundado por Pedro de Gante en 1534, el tema
de la enseñanza pública se había estancado. Salvo por la fundación de la Real y Pontificia
Universidad de San Ildefonso (1553) y el Colegio Real de Zacatecas (1616), los virreyes no
se preocuparon por el tema educativo. Es hasta 1773, cuando se funda la Real Academia de
Bellas Artes, y en 1783 el Colegio de Minería, donde estudió el químico Andrés Manuel del
Río. La difusión cultural hizo posible que en 1693 se publicara el primer diario de la Nueva
España, El mercurio volante, y a partir de 1728 se editó La Gaceta de México. En el territorio
de los purépechas, Vasco de Quiroga comenzó la evangelización de los indígenas y fundó
en 1540 el Colegio de San Nicolás Obispo, donde se formaron muchos sacerdotes y
profesionistas durante los siglos del Virreinato y más adelante, como Miguel Hidalgo.
La astronomía también se desarrolló, en la figura de Carlos de Sigüenza y Góngora y José
Antonio Alzate. Mientras tanto, el teatro novohispano fue parte importante del Siglo de Oro
español, con exponentes como Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón. Asimismo,
en 1806 se representó por primera vez en América la obra El barbero de Sevilla. Así pues,
durante el siglo xviii, la economía creció con lentitud, pero las artes se desarrollaron en su
máximo esplendor.29
Territorio de Nutca (reclamaciones territoriales de España en la costa oeste de Norteamérica, siglo xviii) y toponimia
española

El reinado de Carlos III[editar]

Artículo principal: Carlos III de España

Carlos III en traje de cazador, por Francisco de Goya. Este monarca fue representante del despotismo ilustrado y llevó a
cabo serias reformas en España, que afectaron a la Nueva España en el aspecto sociopolítico y económico.

Carlos de Borbón y Farnesio nació en 1716, como hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio.


Subió al trono de España en 1759, tras morir sin descendencia su hermanastro Fernando VI.
Durante su reinado, aumentó la milicia, se dedicó a construir Madrid y firmó un Pacto de
Familia con Luis XV de Francia, lo que motivó la participación de la corona española en
la guerra de los Siete Años. La derrota de la alianza hispanofrancesa en la mencionada
guerra obligó a España a ceder en el Tratado de París (1763) la Florida, los territorios al
oeste del río Misisipi, derechos sobre Honduras y Terranova. En las colonias británicas
de Norteamérica, el monarca envió a Antonio de Ulloa como visitador y embajador. En esa
época el virreinato de la Nueva España se extendió enormemente al adquirir la Luisiana
española y al recuperar —tras vencer a los ingleses— la Florida española. Este mismo
político sirvió en Nueva España como asesor del virrey Bernardo de Gálvez, quien
en 1786 realizó la reforma de la administración pública. Esta modificación se convirtió, a la
postre, en el legado de Carlos III en Nueva España, pues se determinó la creación
de intendencias, dirigidas por españoles, y no por los antiguos caciques indígenas al servicio
del virrey, práctica derivada de Cortés. El rey pretendía disminuir la influencia de los
gobernantes mediante la descentralización del poder, y creó las intendencias efectivas a
partir del 1 de diciembre de 1786. Otro hecho llevado a cabo por Carlos III fue la expulsión de
la Compañía de Jesús de España, el 25 de junio de 1767, como lo habían hecho
ya Portugal (1759) y Francia (1764). La explicación brindada por el rey al papa Clemente
XIII fue que los jesuitas difundían las ideas de la ilustración y pretendían derrocar a los
monarcas; además les atribuía responsabilidad en el motín de Esquilache (1766). El papa
aceptó, y siete años más tarde Clemente XIV suprimió la Compañía de Jesús.30

Independencias y cambios territoriales en Nueva España [editar]

Desde 1798 se gestaron rebeliones en contra del dominio español, como la de ese año,
conocida como la Rebelión de los machetes, que pretendía asesinar al virrey Miguel José de
Azanza y proclamar la independencia. Sin embargo, poco antes de estallar la conjura, los
responsables de la misma fueron detenidos.

Abolición del virreinato de Nueva España[editar]

Véase también: Provincias españolas de América

Los virreinatos quedan abolidos durante la vigencia de la Constitución de Cádiz


en 1812 y 1820. La América española queda dividida en veinte provincias con dependencia
política directa cada una de ellas de la Península. El desaparecido virreinato de Nueva
España quedó dividido en seis provincias inicialmente31 y se añaden posteriormente
dos: San Luis de Potosí y Nicaragua. El 31 de mayo de 1820, Juan Ruiz de
Apodaca restablece por última vez la constitución española en el virreinato de Nueva
España.

Provincias de la Constitución de Cádiz

Provincias americanas Capital


Nueva España México
Provincias internas orientales Monterrey
Provincias internas occidentales Durango
San Luis Potosí Guanajuato
Nueva Galicia  Guadalajara 
Yucatán Mérida
 Guatemala (Guatemala, San Salvador, Honduras, Chiapas)  Guatemala
Nicaragua (Nicaragua, Costa Rica) León
México[editar]

La inestabilidad de la monarquía española ocurrió durante el gobierno de José de


Iturrigaray (1803-1808). Hacia fines de 1807, Napoleón Bonaparte en acuerdo
con Godoy y Carlos IV, ocupó España para invadir Portugal. En marzo de 1808, el pueblo
español se sublevó y proclamó a Fernando de Borbón, como rey de España. Napoleón a
través de las abdicaciones de Bayona entregó la corona de España a su hermano José
Bonaparte y dio inicio a la guerra de la Independencia Española.32

En México, los criollos del Ayuntamiento, encabezados por Francisco Primo de Verdad y


Ramos y Juan Francisco Azcárate y Lezama, propusieron un sistema de gobierno popular en
ausencia del rey, que fue unánimemente rechazado por el sector español de la Real
Audiencia. Pocos días después, al negarse Iturrigaray a brindar reconocimiento a la Junta de
Sevilla y a la Junta de Oviedo, los españoles decidieron derrocarle arguyendo que pretendía
hacerse rey de la Nueva España. Pedro de Garibay fue nombrado en su reemplazo, pero
en mayo de 1809 fue sustituido por el arzobispo de México, Francisco Xavier de Lizana y
Beaumont, quien otorgó libertad a los implicados en la Conjura de
Valladolid (diciembre de 1809), que pretendía independizar al reino. Sucesora de esta
conspiración fue la Conspiración de Querétaro, encabezada por Miguel Hidalgo y formada
por Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, los
militares Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. La conspiración fue descubierta e
Hidalgo adelantó la insurrección para el 16 de septiembre, en la madrugada, cuando inició
la guerra de la Independencia de México, con el hecho conocido como Grito de Dolores.33

Sacerdote nacido en Valladolid hacia 1765, José María Morelos fue arriero y alumno de Hidalgo. Cura de Carácuaro al
estallar la guerra, se unió a los insurgentes y fue convirtiéndose en el artífice militar de la causa. Su mayor triunfo fue
el Sitio de Cuautla, donde venció a Calleja. En pleno declive, convocó al Congreso de Chilpancingo y promulgó
la Constitución de Apatzingán. Capturado, fue enjuiciado y ejecutado el 22 de diciembre de 1815.

Bandera usada por el Ejército Trigarante de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero entre 1820 y 1821. Su función era


difundir los ideales del Plan de Iguala, localidad donde fue confeccionada por el sastre José Magdaleno Ocampo. El color
rojo representa la unión, el verde la independencia y el blanco la religión católica, garantías del Plan de Iguala.

Hidalgo rápidamente consiguió reunir a más de 60.000 hombres y tomó pacíficamente San


Miguel el Grande, Celaya y Salamanca. Al entrar en Guanajuato el 28 de septiembre se
produjo la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, y días más tarde el consecuente saqueo. Las
tropas insurgentes marcharon a Valladolid, a la que entraron pacíficamente el 17 de octubre y
en Acámbaro es donde Hidalgo fue proclamado Generalísimo de las Américas y
Allende capitán general. En esa visita recibió las adhesiones de Ignacio López Rayón y José
María Morelos. Tras entrar en Toluca el 5 de octubre, los insurgentes derrotaron a los
realistas de Torcuato Trujillo el 30 de octubre en la batalla del Monte de las Cruces, pero
Hidalgo se resistió a tomar Ciudad de México, lo que hubiera permitido ganar a los
insurgentes la guerra pues capturarían la capital.34 Se retiraron al Bajío, donde Félix María
Calleja del Rey les derrotó en la batalla de Aculco el 7 de noviembre. La desavenencia entre
los insurgentes llevó a Allende, Abasolo y Aldama a retirarse a Guanajuato, donde Calleja les
derrotó el 26 de noviembre. Hidalgo marchó a Valladolid y más tarde a Guadalajara, tomada
el mismo día de la derrota de Aculco por José Antonio Torres, apodado El amo. En ambas
ciudades se cometieron masacres de españoles. Luego de su derrota en Guanajuato, el
bando militar de la insurgencia se unió a Hidalgo en Guadalajara, donde se estableció el
primer gobierno de México. El 17 de enero de 1811, Calleja derrotó finalmente a los
insurgentes en la batalla del Puente de Calderón, quienes huyeron al norte del país con al
intención de refugiarse en Estados Unidos de América. En Zacatecas Hidalgo fue despojado
del mando militar en favor de Allende, y el 21 de marzo Ignacio Elizondo les tendió una
trampa y les detuvo en las Norias de Acatita de Baján. Los insurgentes fueron sometidos a
juicio en Chihuahua y ejecutados. Allende, Aldama y Jiménez el 26 de junio (a Abasolo se le
conmutó por prisión perpetua en Cádiz, España) e Hidalgo fue fusilado el 30 de julio. Luego
de su ejecución, se les decapitó y sus cabezas fueron exhibidas en la Alhóndiga de
Granaditas.3536

Entrada de las fuerzas trigarantes de Iturbide y Guerrero a la capital, el 27 de septiembre de 1821. Este hecho marca el
fin de la guerra de independencia y del Virreinato de Nueva España, y el inicio de la vida independiente de México.

José María Morelos, comisionado por Hidalgo para levantar tropas en el sur del país, fue el
siguiente líder de la insurgencia, título que disputó con Ignacio López Rayón. En el
transcurso de 1811 obtuvo plazas como Chilpancingo, Tixtla, Chilapa y Tehuacán, pero fue
derrotado en Acapulco. Entre el 9 de febrero y el 2 de mayo de 1812 fue sitiado en
Cuautla por Calleja, pero le derrotó al romper el cerco, lo que ocasionó la baja de Calleja en
el ejército realista. El 25 de noviembre de 1812 tomó Oaxaca y en 1813 capturó Acapulco y
organizó el Congreso de Chilpancingo, donde se firmó el Acta Solemne de la Declaración de
Independencia de la América Septentrional, en 1814 produjo la Constitución de Apatzingán.
Tras una serie de derrotas (en Lomas de Santa María, Puruarán y en las Águilas) fue
capturado en Temalaca el 5 de noviembre de 1815, y ejecutado en la capital el 22 de
diciembre de ese año. En su ejército estuvieron Leonardo Bravo, Nicolás
Bravo, Hermenegildo Galeana, Mariano Matamoros, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero.
Los dos últimos fueron quienes continuaron la lucha tras la muerte de Morelos, y muchos
insurgentes desertaron debido a la política de indulto llevada a cabo por Juan Ruiz de
Apodaca, sustituto de Calleja en el virreinato.

Agustín de Iturbide, vencedor de Morelos en las Lomas de Santa María, fue comisionado por
Apodaca para detener a Guerrero y a Pedro Ascencio Alquisiras, quienes luchaban en el sur.
Iturbide y Guerrero pactaron en el Plan de Iguala y unieron sus ejércitos en el Ejército
Trigarante, que entró triunfal a Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, finalizando
así en México la guerra de Independencia y el dominio español.37

Centroamérica[editar]

Véase también: Provincias Unidas del Centro de América

El antiguo reino de Guatemala —dividido en varias intendencias a partir de las reformas


borbónicas— se transforman en provincias constitucionales que se declaran
independientes de España el 15 de septiembre de 1821. A pesar de la oposición de San
Salvador y Costa Rica, América Central se unió al Imperio Mexicano en diciembre de 1821.
Tras la abolición de la monarquía en México, las Provincias Unidas del Centro de América se
constituyeron como un país independiente.

Estados Unidos de América[editar]

Véase también: Historia territorial de los Estados Unidos

Los territorios de la Nueva España al norte del río Bravo, por diversos caminos, pasaron a
formar parte integral de los Estados Unidos de América.

En 1803 Estados Unidos compró a Francia el territorio de la Luisiana, el cual a su vez


Napoleón lo había recibido de España en 1800 mediante el Tratado de San Ildefonso.
Estados Unidos compró el territorio de la Florida a España en el año 1821. Su cesión la llevó
a cabo el gobernador José Coppinger en virtud del Tratado de Adams-Onís siendo el
estadounidense Andrew Jackson el encargado de llevar a cabo el traspaso de la soberanía.
Asimismo, Estados Unidos adquirió también los derechos sobre las pretensiones españolas
en el territorio del Oregón.

En 1835 la República de Texas proclamó su independencia, que no fue aceptada por México.


En 1845 Estados Unidos incorporó Texas a su unión, lo que condujo a la Intervención
estadounidense en México de 1846 a 1848, que le permitió a Estados Unidos anexionarse
los territorios de la Alta California y Nuevo México. La nueva frontera se definió mediante
el Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848, y se retocó mediante la venta de La
Mesilla mexicana a Estados Unidos en 1854.

Por último, en 1898, tras la guerra hispano-estadounidense, los últimos territorios imperiales
de Filipinas, Guaján, Cuba y Puerto Rico dejaron de formar parte de España.

Organización política[editar]

Carlos I, quien puso en práctica las instituciones del Antiguo Régimen en Nueva España

Nueva España fue el primer virreinato erigido, y por lo tanto, donde se puso en práctica el
modelo español de gobernación. El virrey, cuyo término significa etimológicamente en lugar
del rey, concentraba todo el poder público, como ya se ha dicho. Era nombrado y removido
libremente por el rey, cuando el soberano quisiera podría destituir al virrey. En la Nueva
España jugaba un papel de soberano, pero en realidad únicamente obedecía las órdenes del
rey de España. Ejecutaba las leyes promulgadas en la metrópoli y se encargaba de vigilar los
negocios del Estado. Del virrey dependía toda la estructura del gobierno, alcaldes mayores,
corregidores, conserjes locales, ayuntamientos y jefes de pueblos de indios.38

Muchos virreyes de Nueva España ocuparían el mismo cargo en el Virreinato del Perú (el
traslado de México a Lima era el premio más codiciado por las autoridades virreinales)
[cita requerida]. El virrey recibía un sueldo como tal y como presidente de la Audiencia.
Además, percibía dinero para la manutención de una guardia. Los sueldos fueron
aumentados a medida que se asentó la dominación española. Un virrey mexicano recibía
27 000 pesos anuales, mientras que uno peruano cobraba 41 000 pesos anuales. Bajo
los Borbones, ambos virreyes recibían 60 000 pesos anuales y en algunos casos aún más, lo
que se explica por la devaluación de la moneda. Tanto en el posterior Virreinato de Nueva
Granada como en el Virreinato del Río de la Plata los virreyes recibían 40 000 pesos
anuales.

El Real Consejo de Indias, fue instituido en 1519 y desde 1524 se le confirió autoridad


suprema para discernir en los asuntos concernientes a las provincias del Nuevo Mundo. Su
principal misión fue la de dejar el terreno listo para los virreinatos, creando leyes,
institucionalizando a los pueblos de indias, regulando el comercio, organizando la
administración pública, vigilando los puertos y negocios públicos de ultramar y ratificando
nombramiento de funcionarios. Al entrar en vigor la ley de los virreinatos, el Consejo de
Indias tomó en sus manos la defensa de los indígenas contra los abusos de los españoles,
miembro destacado de esta etapa fue Bartolomé de las Casas. Otras instituciones de la
Nueva España fueron los corregimientos, que impartían justicia y eran nombrados por la
Audiencia. Estaban además dirigidos por los alcaldes mayores.39
Francisco de Sandoval y Rojas, primer duque de Lerma y quien implantó el sistema burocrático en Nueva España.

Como una medida preventiva, el gobierno de España estableció un complicado sistema de


burocratismo para hacer engorroso cualquier trámite que pusiera en peligro los intereses de
la Corona, como evidenció el Duque de Lerma en una carta escrita al monarca Felipe III
en 1608. Otra perspectiva tomada fue la de contrarrestar peticiones y exigencias de poder
por parte de los antiguos conquistadores y de los caciques indígenas. La población
novohispana debía acudir a las autoridades establecidas para llevar a cabo sus trámites.
Generalmente, los encargados de los servicios públicos solo manejaban el negocio por su
propio interés particular, el trámite solía ser muy costoso y tardado, y en muchas de las
ocasiones era archivado entre tantos casos que nunca llegaron a su resolución. La
burocracia aumentó su poder al pedir al rey el aumento de personal, bajo la supuesta
premisa de mejorar el servicio brindado. En la realidad, este sistema adquirió tal influencia
sobre todos los aspectos de la sociedad novohispana, que el virrey Bernardo de Gálvez,
planteó a Carlos III la necesidad de una reforma urgente del sistema, que llegaría
en 1786 con la primera de las reformas borbónicas de aquel año.40
Etapas históricas[editar]

Códice que representa al conquistador Nuño Beltrán de Guzmán, fundador del reino de Nueva Galicia, y su capital
fue Guadalajara, nombrada así en honor a su ciudad natal ubicada en Castilla. Acusado por Bartolomé de las Casas de
crueldad a los indígenas, fue despojado por Felipe II de sus posesiones y recluido en un convento de Toledo, donde murió
en 1555.

Cortés se hizo cargo del gobierno del territorio recién conquistado con los títulos de capitán
general de justicia mayor y Marqués del Valle de Oaxaca, que él mismo se otorgó al salir del
ayuntamiento de la Villa Rica de la Veracruz. El conquistador ocupó la antigua residencia de
los tlatoanis en Coyoacán, pero más tarde se trasladó a Ciudad de México. Durante su
gobierno consolidó la misión de las encomiendas entre los conquistadores, repartiendo
además las mercedes de la tierra, los frutos y estableciendo los talleres de producción
artesanal. Cristóbal de Olid salió en expedición a Honduras pero decidió aliarse con
Velázquez contra Cortés, quien envió al capitán Francisco de las Casas a detenerle y
ajusticiarle. Cortés no estaba enterado de la expedición de Casas, por lo que el gobernador
de Nueva España salió en persona para detener a Olid, y llevó consigo a su
preso Cuauhtémoc, que en el camino fue acusado de conspiración y ahorcado cerca
de Tabasco.41

La ausencia de Cortés fue aprovechada por sus enemigos para informar al rey de
España, Carlos I de sus malos manejos y acusaciones de corrupción. El rey envió al visitador
Peralmíndez Chirino, quien instituyó el gobierno de los oficiales reales, pero permitió a Cortés
conservar su título de marqués. Los oficiales reales fueron rápidamente tachados de
conflictivos y el nuevo visitador, Gonzalo de Salazar, no dudó en destituirles.42

En 1527, el rey observó el desastre originado por los oficiales reales y nombró a la primera
Audiencia, compuesta por un presidente (Nuño Beltrán de Guzmán) y cuatro oidores (Alonso
de Parada, Francisco Maldonado, Juan Ortiz de Matienzo y Diego Delgadillo), quienes
únicamente tenían facultades en el ámbito judicial, civil y criminal, pero a menudo intervenían
en lo concerniente a la administración pública. Juan de Zumárraga, primer arzobispo de
México, comunicó al rey las anomalías cometidas por los miembros de la primera audiencia,
en especial por Beltrán de Guzmán, por lo que el rey estableció la segunda audiencia.
Estaba integrada por el presidente Sebastián Ramírez de Fuenleal (obispo de Michoacán) y
de oidores tenía a Juan Salmerón, Alonso Maldonado, Francisco Zeínos y Vasco de Quiroga.
Los miembros de esta segunda audiencia lograron restablecer los derechos de los pueblos
indígenas, reducir tributos, liberar esclavos y suprimir las encomiendas (restauradas años
más tarde por Felipe II.43

Institución del virreinato[editar]

La corona española consideró conveniente la instauración del Consejo de Indias, órgano


regulatorio que habría de regular las leyes y a las autoridades de la Nueva España y demás
territorios conquistados, pero su actuación fue limitada debido a los poderes casi ilimitados
de los virreyes. Entonces nació la Casa de Contratación de Sevilla, con las mismas funciones
que el anterior organismo pero con potestad económica y financiera, su principal tarea fue
regular el comercio de las posesiones españolas en el Nuevo Mundo, y vigilar la seguridad
de los mercantes por las vías fluviales del Imperio español. Otra de sus labores fue evitar
el contrabando, a tal punto que se castigaba el comercio con extranjeros siendo
sentenciados a la pena capital. La Casa de Austria descuidó el cuidado de los mares y el
comercio, convirtiéndose así el contrabando en una actividad atractiva para los súbditos, ya
que el rey no permitía el comercio con otras potencias.4445

Carlos I consideró conveniente la insturación del virreinato, gobernado por un virrey que
representase a la corona y que hiciera cumplir las leyes promulgadas. Antonio de Mendoza y
Pacheco, fue el primer virrey enviado a la Nueva España en 1535, y quien debería reconciliar
las diferencias entre españoles y nativos. Para esa fecha, no se conocían a ciencia cierta los
límites del virreinato, por lo que Álvar Núñez Cabeza de Vaca, dirigió en 1537 una expedición
de ocho años de duración para determinar las lindes del mismo. Las conclusiones
presentadas por los exploradores al rey fueron que al noreste se encontraba la Florida y
llegaba hasta los límites de California y que el límite de la Nueva España eran las Hibueras.
Carlos I promulgó el asunto de la extensión en una carta al virrey Luis de Velasco en 1555,
pidiéndole asimismo la exploración de numerosos territorios despoblados. Felipe II dictó
en 1572 las ordenanzas de funciones del virrey, que consistían en administrar el virreinato,
dictar órdenes militares, emitir juicios civiles y eclesiásticos, fundar pueblos y ciudades,
realizar censos y datos poblacionales, vigilar el funcionamiento de las obras públicas y
obtener ingresos, de los que la quinta parte era enviado a España.46

El rey de España[editar]

El rey era la autoridad suprema de la España peninsular y de sus dominios de ultramar, cuyo
gobierno fue de corte absolutista. El rey tenía la facultad legislativa exclusiva, que se
traducían en reales cédulas, reales órdenes, podía declarar la guerra, firmar la paz,
administrar justicia y acuñar monedas. En el transcurso de los tres siglos que existió el
Virreinato de Nueva España, se sucedieron once monarcas agrupados en dos dinastías:
Felipe II de España

Casa de Austria

• Carlos I (1521 - 1556)

• Felipe II (1556 - 1598)

• Felipe III (1598 - 1621)

• Felipe IV (1621 - 1665)

• Carlos II (1665 - 1700)

Casa de Borbón

• Felipe V (1700 - 1724)

• Luis I (1724)

• Felipe V (1724 - 1746)

• Fernando VI (1746 - 1759)

• Carlos III (1759 - 1788)

• Carlos IV (1788 - 1808)

• Fernando VII (1808 - 1821)

El virrey[editar]

Artículo principal: Anexo:Virreyes de Nueva España


Desde la institución misma del Virreinato de Nueva España, la figura del virrey adquirió peso
e influencia debido a que concentraba en su persona todas las responsabilidades de la
administración pública de la entidad, tanto judiciales como legislativas caían en el virrey,
como representante personal del Rey de España. Entre 1535, fecha de la institución del
virreinato, y 1821, al consumarse la independencia, hubo más de 62 virreyes, siendo los más
conocidos:

• Antonio de Mendoza y Pacheco: Nativo de Castilla la Vieja, fue parte de la guerra de las
Comunidades de Castilla sirviendo al rey y por esa razón fue nombrado virrey.
Fundó Valladolid, en honor a su ciudad natal, realizó el primer censo en 1539, trajo la
imprenta a México en 1549 y fundó varios pueblos de indios.
• Luis de Velasco: Sucesor de Mendoza, al ser nombrado este virrey del Perú en 1550. Puso
en práctica nuevas leyes, fortaleció el poder del rey, creó nuevos hospitales y
en 1553 inauguró los cursos de la Real y Pontificia Universidad de México.
• Martín Enríquez de Almansa:47 Sucesor de Luis de Velasco. Fue virrey entre 1568 y 1580.
Ante el acoso de los indios chichimecas en la ruta de la plata entre ciudad de México y el
recién descubierto mineral de Zacatecas, ordenó la construcción de siete fuertes de los
cuales a la fecha se conserva el de Ojuelos de Jalisco. En su virreinato se estableció en la
Nueva España la Santa Inquisición. Posteriormente fue Virrey de Perú.
• Antonio María de Bucareli y Ursúa: Parte del embellecimiento ilustrado llevado a cabo en
Europa por Carlos III, hizo lo propio en Nueva España, y particularmente, con Ciudad de
México. Fundó paseos, alamedas, hospitales y un sanatorio para enfermos mentales. Saneó
la ciudad mediante la construcción de un desagüe y fundó el Montepío. Murió siendo virrey
en 1779.
• Vicente Güemes Pacheco: Segundo marqués de Revillagigedo, además fue el único virrey
nacido en América (Cuba, 1740). Llegó a la Nueva España con mandato de reforzar el
ejército ante una inminente invasión británica, que finalmente no ocurrió. Dio especial
importancia a la educación y creó el primer registro de población en la Nueva España.
• Juan O'Donojú: Reconocido como último virrey enviado por el gobierno español, en 1821. De
ascendencia irlandesa, peleó en la guerra de la Independencia Española como soldado
de José de Palafox y Melcí en los Sitios de Zaragoza, ciudad de la que era originario. Fue
llevado preso a Nantes, pero fue liberado en 1814, al fin de la guerra. Se proclamó liberal y
en contra de Fernando VII, por lo que fue encerrado en Cádiz. Formó parte de la tropa
de Rafael de Riego, quien al triunfar le nombró jefe político superior de la Nueva España.
Conocido por su filantropía, pactó la independencia de la colonia con Agustín de Iturbide en
los Tratados de Córdoba (24 de agosto de 1821). Al consumarse la guerra, fue nombrado
parte del gobierno, pero falleció de tuberculosis, en la capital, el 8 de octubre de 1821.48

La Real Audiencia y las instituciones indianas [editar]

Mapa de Nueva España. Grabado de 1579 de Abraham Ortelius.

La Real Audiencia de México era la principal institución de justicia en la Corona Castellano-


Aragonesa, con la excepción de los territorios forales de la Corona de Aragón. Fue instituida
por Enrique II de Castilla y Carlos I la crea en México hacia 1527, bajo la presidencia
de Nuño Beltrán de Guzmán. Entre sus principales funciones estaban la de impartir justicia y
hacerse cargo del poder en la vacancia del virreinato.49

Hernán Cortés decidió establecer el gobierno en la población de Coyoacán, al sur del lago de


Texcoco, debido a que la ciudad de Tenochtitlán había quedado en malas condiciones.
Desde allí gobernó con el título de Capitán General y Justicia Mayor. Desde Coyoacán
partieron las expediciones de conquista con el propósito de someter a los
pueblos indígenas de los diversos rumbos de lo que sería el Virreinato de Nueva España. En
1528 se confió el gobierno a la Primera Real Audiencia de México, presidida por Nuño de
Guzmán. En 1535 se creó el Virreinato de Nueva España, siendo el primer virrey, Antonio de
Mendoza y Pacheco.

Su estructura y poderes fueron establecidos por Carlos II, en la Recopilación de Leyes de


Indias, en 1680.
En la Ciudad de Mexico Tenuxtitlan, Cabeça de las Provincias de Nueva España resida otra nuestra Real
Audiencia y Chancilleria, con vn Virrey, Governador y Capitan General y Lugar-Teniente nuestro, que sea
Presidente: ocho Oidores: quatro Alcaldes del Crimen: y dos Fiscales: vno de los Civil, y otro de lo Criminal:
vn Alguazil mayor: vn Teniente de Gran Chanciller: y los demás Ministros y Oficiales necessarios, la qual
tenga por distrito las Provincias, que propiamente se llaman de la Nueva España, con las de Yucatan,
Cozumel y Tabasco: y por la Costa de la Mar del Norte y Seno Mexicano, hasta el Cabo de la Florida: y por la
Mar del Sur, desde donde acaban los terminos de la Audiencia de Guatemala, hasta donde comiençan los de
la Galicia, según les están señalados por las leyes de este titulo, partiendolos con ellas por el Levante y
Poniente: con el Mar del Norte y Provincia de la Florida por el Septentrion: y con el Mar del Sur por el
Mediodia.50

El Patronato regio consistió en el conjunto de privilegios y facultades especiales que


los papas concedieron a los Reyes de España y Portugal a cambio de que estos apoyaran
la evangelización y el establecimiento de la Iglesia en América. Vino como consecuencia de
las bulas papales Romanus Pontifex (1455) e Inter Caetera (1456), a beneficio de Portugal
en sus rutas atlánticas, y de las llamadas Bulas Alejandrinas emitidas en 1493,
inmediatamente después del Descubrimiento a petición de los Reyes Católicos, dada su
influencia ante el papa Borgia. Entre estos privilegios constaban el nombramiento de obispo y
demás dignidades eclesiásticas y la recaudación de los diezmos y otras contribuciones de los
fieles. Asimismo, el patronato regio permitió que la Iglesia contara con
numerosos misioneros, dispusiera de los recursos económicos y financieros necesarios y,
sobre todo, facilitara su movilización y distribución. Sin embargo, tuvo también otras
consecuencias menos favorables a la perspectiva papal, como el sometimiento de la Iglesia
al poder real, el aislamiento de Roma y la relajación de la disciplina eclesiástica y religiosa al
I
rdebilitarse la autoridad de los obispos y superiores religiosos. En otro orden de cosas, en el
Imomento de la independencia la casi totalidad del episcopado era español de origen
ra
peninsular y no criollo. Instituciones como la encomienda y debates como el de los justos
latítulos dejan clara cuál es la verdadera importancia de la justificación religiosa para el
a
dominio colonial. El control de la Monarquía Hispánica y Portugue
l
an
a
bv
úe
sg
qa
uc
ei

an

También podría gustarte