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Universidad de Guadalajara

Centro Universitario de Ciencias


Biológicas y Agropecuarias

XVIII Curso Básico Nacional en Control de Plagas


Urbanas en línea

Reptiles

Alejandra Trigueros
REPTILES
Alejandra Trigueros

Este es un documento producto de una revisión bibliográfica que trata de


presentar los aspectos más importantes de los reptiles, explica lo que es un reptil,
así como las generalidades de las diferentes órdenes, la morfología de las
serpientes, anatomía reproductiva, la importancia médica, explica los diferentes
tipos de accidentes causados por las serpientes y finalmente presenta las
características de las principales familias de serpientes que enmarcan su biología
y hábitos.

Se espera que el alumno al terminar de leer este documento, sea capaz de captar
la importancia de las serpientes en el medio ecológico, así como tener en
consideración la importancia que tienen en la salud las diferentes familias de
serpientes y diferenciarlas en sus hábitos y biología.

¿Qué es un reptil?

Los reptiles (tortugas, lagartijas, serpientes, cocodrilos, lagartos y tuatara) son


amniotas que presentan escamas epidérmicas, pero carecen de plumas, pelos o
glándulas mamarias. El desarrollo es directo y sin la presencia de formas larvarias,
gracias a que presentan un huevo con cascarón que puede ser puesto en tierra.
La piel es seca y con un estrato córneo mejor desarrollado que en los anfibios.

Además de tener gruesas escamas epidérmicas, muchos reptiles poseen placas


dérmicas óseas que se encuentran por debajo de la epidermis. Las glándulas de la
piel son pocas en comparación con los anfibios. La respiración es exclusivamente
por medio de los pulmones, excepto en las tortugas acuáticas que también pueden
ser a través del tejido vascular de la faringe. En la mayoría de los reptiles hay un
paladar secundario incompleto (ya que no hay plena separación entre las
cavidades nasal y oral) y sólo en los cocodrilos se encuentra completo. Hay una
buena diferenciación regional de la columna vertebral. Sólo hay un cóndilo
occipital. Las extremidades generalmente presentan cinco dedos que terminan en
uñas verdaderas. El riñón es metanéfrico como en las aves y en los mamíferos. El
corazón es tricavitario y sólo en los cocodrilos tetracavitario. Existen doce pares de
nervios craneales. Al igual que los anfibios, los reptiles son ectotérmicos.

Generalidades del Órden Squamata:

Está compuesto por reptiles diápsidos actuales, con el cuerpo cubierto de


escamas. La fosa temporal inferior carece del borde ventral, de suerte que de ella
sólo queda una depresión que algunos autores llaman bahía. La fosa temporal
superior es semejante a la de Sphenodon. El hueso escamoso está muy reducido,
el cuadratoyugal falta y el cuadrado es muy movible.
Este orden incluye a las lagartijas, las serpientes y las grandes lagartijas
acuáticas del Cretácico; todos ellos se distribuyen en dos subórdenes, Ophidia
para las serpientes y Lacertilia para los restantes.

Generalidades del Subórden Ophidia (Ofidios)

Los Ofidios, también descendientes de los Lepidosauria, surgieron posiblemente


en el Jurásico. Constituyen un grupo de animales muy modificados por su peculiar
sistema de locomoción aunque este no ha sido obstáculo, o posiblemente ha sido
la clave, para la localización para una gran cantidad de medios y regiones. Su
locomoción reptante les ha puesto una serie de notables modificaciones: pérdida
de las extremidades, alargamiento del cuerpo con el consiguiente incremento en el
número de vértebras (hasta 400 en ciertas especies), mayor desarrollo del tubo
digestivo y glándulas anexas, disposición secuencial de gónadas y riñones y
tendencia a la reducción o pérdida de la vejiga urinaria y del útero y pulmón
izquierdo. Todas éstas modificaciones afectan por igual a las 11 familias del grupo
que, en conjunto, se caracteriza por su gran homogeneidad morfológica.

Las grandes serpientes (hasta 9 m), como las boas (Boa), pitones (Phyton) y las
anacondas (Eunectes), ingieren grandes presas a las que matan por constricción.
Algunas serpientes de la Familia Colubridae han alargado y acanalado unos
dientes posteriores por donde penetra saliva venenosa en las presas. A estos
ofidios, como la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) en Europa, se les
denomina opistoglifas. Por último, hay serpientes que utilizan dicha saliva para
capturar y matar a sus presas gracias a un sofisticado sistema de inyección. Para
ello, han adelantado los dientes inoculadores, provistos de un canal parcial
(proteroglifas) o totalmente cerrado (solenoglifas) por donde fluye a presión la
saliva venenosa. En el primer grupo se encuentran las temibles cobras, mambas y
corales (F. Elaphidae), así como las serpientes marinas (F. Hidrophiidae). En el
segundo están las víboras y crótalos (F. Viperidae) que presentan, además, un
sistema de rotación del maxilar con el que logran plegar sus largos dientes en el
interior de la cavidad bucal. Aunque faltan estadísticas fiables, parece ser que
cada año mueren varias decenas de miles de personas por mordeduras de
especies tropicales de estas familias.

Comprende aproximadamente 3,000 especies de serpientes que han colonizado la


mayoría de los ecosistemas existentes, incluso el medio marino. No hay
serpientes en los polos, ni en algunas islas (Nueva Zelanda), ni en zonas donde
predominan las bajas temperaturas todo el año (tundra, alta montaña,...).
Predominan las especies terrestres, pero también hay especies arborícolas,
acuáticas, marinas y algunas excavadoras.

Morfología externa de Ofidios

Son vertebrados poiquilotermos de temperatura variable, algo superior a la del


ambiente, de cuerpo muy alargado y cubierto de escamas córneas imbricadas,
carecen de miembros pares, aunque en algunas serpientes constrictoras como las
pitones suelen tener vestigios de las extremidades posteriores junto a la cloaca,
reducidas a una uña por extremidad.

La cabeza es triangular cubierta por escamas o escudos córneos. Los párpados


están soldados existiendo una membrana nictitante (membrana lenticular
transparente resultado de la soldadura de párpados transparentes) que les
permiten desplazarse a ras de suelo sin que se introduzca polvo u otro tipo de
materiales en los ojos. La membrana nictitante se elimina con la muda.
No tienen tímpano, orificio auditivo ni párpados, pero pueden escuchar sintiendo
las vibraciones transmitidas a través de los huesos en sus cráneos. Las serpientes
dependen abundantemente de la quimo recepción para rastrear sus presas y
reconocer el ambiente.

Tienen una lengua filiforme, larga, bífida y protráctil. En la lengua se alojan


notables órganos sensoriales receptores de vibraciones aún de corta frecuencia.
La lengua en movimiento de la serpiente recoge moléculas de aromas del
ambiente que la rodea y las pasa al órgano de Jacobson para analizarlas.

La piel es seca, relativamente impermeable, y está recubierta por escamas de


diferente coloración, que lejos de ser estructuras independientes, se forman por
engrosamientos córneos de la epidermis, existiendo un repliegue fino de la piel
bajo las escamas que les permiten aumentar considerablemente el volumen del
cuerpo (sobre todo en el momento de la ingestión de presas). Todas las serpientes
cambian de piel, esto les permite crecer y reemplazar las escamas viejas. Las
serpientes escaladoras (arbóreas) son normalmente largas y delgadas. Las
terrestres (que viven en el suelo) y las que viven son cortas y corpulentas, con
colas cortas.

Las serpientes son reptiles actuales muy especializados, cuyas modificaciones


más importantes se relacionan con la carencia de patas y la función alimenticia.

El esqueleto de las serpientes ha sufrido grandes variaciones evolutivas, ha


perdido las cinturas escapulares y pélvicas, así como la involución total del
esternón. Algunas familias (Pythonidae y Boidae) presentan estructuras óseas
vestigiales de los miembros pelvianos, que externamente se observan en forma de
ganchos o espolones que utilizan durante la cópula para agarrarse a la pareja.
Todas las vértebras son procélicas, desde el cráneo al ano, con excepción del
atlas, ya que estos animales carecen de esternón y las costillas a este nivel no
están fijas a ninguna estructura que las inmovilize lo cual facilita la dilatación
esofágica. Las diferencias entre las costillas y vértebras de las diferentes regiones
corporales son escasas. La autotomía sólo la presentan algunas especies de
Colubridae.

El cráneo de las serpientes se caracteriza por la movilidad de ciertas estructuras


óseas: el hueso cuadrado articula con la mandíbula y con el arco palatomaxilar. La
sínfisis intermandibular no existe tal como la conocemos en aves y mamíferos: los
cuerpos de la mandíbula no están soldados el uno con el otro, sino que el animal
los puede separar para dilatar el diámetro de la boca ya que están unidos
mediante ligamentos de naturaleza elástica con gran capacidad de distensión.

Los huesos de la mandíbula inferior están unidos sólo por ligamentos y la


articulación con el neurocráneo es muy débil, de suerte que la boca pueda abrirse
mucho, al grado que las serpientes tragan bocados de mayor diámetro que su
garganta.

Los dientes son acrodontos y en las especies ponzoñosas hay colmillos adaptados
a la inyección del veneno. Los dientes del maxilar se sitúan formando cuatro filas
que se asientan sobre los huesos maxilar, palatino, pterigoides y premaxilar, de tal
manera que pueden ser reconocidas en cuatro grupos distintos. Esta clasificación
es descriptiva y representa una evolución convergente de acuerdo a linajes
filogenéticos diferentes.

• Aglifas: Estas formas no


poseen la capacidad de liberar
veneno o saliva de propiedades tóxicas. Tienen cuatro hileras de dientes en
la parte superior: dos corresponden a los maxilares y dos a los huesos
palatinos, además tienen las mandíbulas provistas de sus dientes normales,
lo que hace un total de seis hileras de dientes agudos y ligeramente
curvados hacia atrás. Ejemplos son: Drymobius margaritiferus, Senticolis
triaspis, Boa constrictor y Leptophis mexicanus. La primera modificación en
el arreglo y características de los dientes hacia el desarrollo de un aparato
inyector de veneno es el alargamiento y formación de un conducto o canal
en dos o más de los dientes posteriores en las dos líneas más externas de
los dientes de la mandíbula superior.

• Opistoglifas: Su aparato venenoso consta de dos o tres dientes


ligeramente acanalados y agrandados,
insertados en la parte posterior del
maxilar a cada lado; cerca de estos
dientes desembocan los conductillos
que transportan el veneno secretado
por dos glándulas, llamadas glándulas
de Duvernoy, situadas en la región
temporal y el veneno escurre dentro de
la herida por capilaridad, facilitada por una ranura que se halla a lo largo de
los dientes o por la sola curvatura de estos. En general, el veneno de las
opistoglifas está poco estudiado, debido principalmente a su poca
importancia, desde el punto de vista de su toxicidad, aunque se tienen
reportes de colúbridos que han llegado a ocasionar accidentes, que si bien
no es nada comparado con la mordedura de una cascabel o nauyaca sí
causan algún tipo de parálisis o molestias en el hombre. Ejemplos son: la
falsa nauyaca, Trimorphodon biscutatus , las bejuquillas, Oxybelis fulgidus,
O. aeneus ; y otras especies como Conophis vittatus.

La figura muestra la relación


existente entre la glándula
supralabial (GSL) y la glándula de
Duvernoy (GD) en un colubrídeo
opistoglifodonte.

• Proteroglifas: Su aparato venenoso


consta de un diente acanalado a
cada lado de la parte anterior de la
maxila y dos glándulas productoras
de veneno. Dichos dientes son profundamente acanalados y por medio de
un conducto se comunican con las glándulas, que son grandes y están
colocadas en la región temporal, una a cada lado de la cabeza. Los dientes
inyectores de las serpientes proteroglifas son fijos y relativamente cortos,
pero esto se encuentra compensado por un activo veneno neurotóxico. Por
otra parte, el veneno es característico por los dolores intensos que produce,
con muy pocos o nulos efectos locales. Los dientes de estas serpientes son
poco visibles y en ocasiones se requiere el uso de una lente de aumento
para observarlos con claridad. Como los dientes de los elápidos son
relativamente cortos, los reportes de accidentes asociados a su mordedura
son poco frecuentes, aunque definitivamente los hay. En México las
especies proteroglifas están representadas principalmente por las serpiente
de coral, como Micrurus diastema, Micrurus elegans, etc.

• Solenoglifas: El último grupo en la eficiencia del mecanismo de mordedura


alcanza su mayor grado en las víboras. Estas poseen un aparato venenoso
muy perfeccionado, con el que
inyectan su veneno a bastante
profundidad en el interior del tejido.
Su mecanismo inyector consiste en
un diente a cada lado, articulado en
la parte anterior de la maxila y de
una glándula productora de veneno
en la región temporal (también una
por lado), grande y poco comprimida
que le da esa característica forma
triangular a la cabeza. Los dientes son huecos en toda su longitud como
una aguja hipodérmica y por medio de un ducto están en unión directa con
las glándulas venenosas. Los dientes inyectores se encuentran dentro de
unas vainas membranosas y normalmente se encuentran plegadas contra
el paladar; su erección ocurre cuando la serpiente abre la boca para
morder, reacomodar sus mandíbulas o cuando bosteza. Detrás de los
grandes dientes se encuentra una serie de pequeños colmillos en formación
que sirven para reemplazar a los primeros, por este motivo resulta falsa la
afirmación de que se les puede volver inofensivas al ser privadas de ellos,
pues el animal puede recuperarlos en pocos días. En estas serpientes
viperinas, el hueso maxilar, al cual los dientes están adheridos, ha sido
reducido y es capaz de ser rotado de tal forma que los dientes, cuando no
están desplegados en su típica posición de ataque, pueden ser plegados
hacia atrás en contra del techo de la boca. Los dientes son tan largos que
de no ser por este mecanismo atravesarían la boca más allá de la
mandíbula inferior al ser cerrada. Todas las víboras: nauyacas, cascabeles
y cantiles (en América) poseen este tipo de dentadura.
En general, no presentan grandes variaciones morfológicas con relación a su
localización, forma y tamaños. Los dientes se reemplazan continuamente a lo
largo de toda la vida del animal. Las especies con grandes colmillos presentan un
pliegue a modo de funda en su mucosa oral para proteger a estos cuando no
están siendo usados: Viperidae puede doblar sus colmillos caudodorsalmente,
quedando acostados y envainados cuando la boca está cerrada; Colubridae y
Elapidae presenta sus colmillos estáticos, sin poder doblarse cuando la boca está
cerrada.
El esquema muestra la disección de una serpiente
1. Abertura coanal
2. Lengua
3. Glotis
4. Tráquea
5. Esófago
6. Timo
7. Paratiroides
8. Timo
9. Aurícula izquierda
10. Aurícula derecha
11. Ventrículo

12. Vena cava


13. Aorta
14. Pulmón izquierdo
15. Hígado
16. Pulmón derecho
17. Saco aéreo
derecho
18. Saco aéreo
izquierdo
19. Estómago
20. Bazo
21. Vesícula biliar
22. Páncreas

23. Ovario
24. Intestino delgado
25. Mesovario
26. Glándulas
adrenales
27. Riñón derecho
28. Ciego
29. Aorta
30. Colon
31. Coprodeum
32. Urodeum
33. Proctodeum
Podemos observar las adaptaciones anatómicas de las serpientes en donde se
distinguen aquellos órganos que se alargaron como consecuencia de la evolución
y la adaptación de las especies, conservando su fisiología a excepción de uno de
los pulmones que se atrofió durante la evolución cediendo sus funciones al otro
que aumento su longitud para cubrir las necesidades de oxígeno del organismo.

En la mayoría de los reptiles los pulmones absorben casi todo el O 2 y eliminan


casi todo el CO 2. La piel de los reptiles suele ser menos permeable que la de los
anfibios, lo cual significa que protege mucho más contra la deshidratación por
evaporación, pero que no permite el pasaje de los gases respiratorios en forma
sencilla.

El tipo más simple de pulmón en los reptiles que se observa en muchas iguanas y
serpientes se asemeja al pulmón de los anfibios que es una estructura sacular con
una cavidad central abierta; este tipo de pulmón se denomina unicameral (“con
una sola cámara”). Las paredes de los pulmones poseen un patrón en forma de
panal de abejas con compartimentos vascularizados que aumentan su superficie.
El aire fluye dentro y fuera de la cavidad central, pero es probable que el
intercambio respiratorio de gases entre la cavidad central y las profundidades de
las celdillas en las paredes se realice por difusión. En los reptiles los pulmones se
llenan sobre todo o exclusivamente por succión en lugar de por presión bucal. El
aire ingresa en los pulmones debido a la expansión del volumen pulmonar que
crea una presión subatmosférica dentro de sus cámaras. Como la succión se
produce a través de la acción de los músculos torácicos y abdominales y por
músculos de la boca, en definitiva la evolución de la ventilación por succión liberó
a la cavidad bucal de una de sus funciones primitivas, lo que permitió que
evolucionara hacia nuevas direcciones. Los pulmones de las serpientes
desarrollan la succión de manera diferente. El ciclo respiratorio que se observa por
lo menos en algunas serpientes consiste en que los músculos espiratorios
torácicos y abdominales comprimen los pulmones hasta un volumen menor que el
volumen de relajación pasiva durante la exhalación del aire; luego se desarrolla la
succión para que se produzca la inhalación cuando los pulmones se retraen en
forma elástica.

Anatomía reproductiva

En general las gónadas de los reptiles se disponen en parejas dentro de la


cavidad abdominal y su disposición se relaciona con la forma de estos reptiles, en
los ofidios tienen una forma alargada y uno de los pares es más anterior que el
otro.

Anatomía reproductiva de la hembra

Los ovarios son saculares y están compuestos fundamentalmente por células


epiteliales, tejido conectivo, fibras nerviosas, vasos linfáticos y sanguíneos. Según
el estado de desarrollo en sus paredes aloja los folículos de Graff . De la parte
posterior del ovario se desprende una estructura tubular llamada oviducto, que
consta de tres regiones: la más anterior forma el infundíbulo que es la apertura del
oviducto con numerosas fimbrias, tiene forma de embudo y conecta el ovario y el
útero. En su luz se evidencian glándulas alveolares que se encargan de la
secreción de albúmina; por otra parte en dicha región hay conductos ciliados que
actualmente se relacionan con los receptáculos seminales, un reservorio para los
espermatozoides. El segmento medio esta compuesto por el útero, el cual es la
estructura más extensa, y que durante la gestación aloja a los embriones en
formación. Contiene células especializadas que secretan sustancias que ayudan a
la formación de una cáscara flexible de material calcáreo y poroso, lo cual permite
el intercambio de gases respiratorios. El oviducto llega directamente a la cloaca, la
cual es más compleja que la de los anfibios pues muestra el paso inicial hacia la
separación de vías digestivas, excretoras y reproductivas.

Anatomía reproductiva del macho

Los testículos están localizados en la cavidad celómica a nivel dorsomedial, estos


son una masa alargada de túbulos seminíferos, células intersticiales, vasos
sanguíneos rodeados de una vaina de tejido conectivo. La fertilización interna es
característica de todos los reptiles, para lo cual es necesaria la intromisión del
órgano copulador del macho, el hemipene, en el tracto reproductivo de la hembra.
El hemipene es un órgano par, en forma sacular, en estado de relajación se
encuentran bajo la piel en la base de la cola, adyacente a la cloaca por acción de
los músculos retractores. En estado de excitación el músculo propulsor, sumado a
la llegada de sangre a los sinusoides permiten la eversión por fuera de la cavidad.
El surco espermático es la zona de conducción de los espermatozoides que han
llegado desde los testículos a través del conducto deferente hacia los cálices. En
algunas especies los hemipenes presentan, espinas que ayudan a la copula. Los
machos de la familia Boidae tienen remanentes de los miembros posteriores a
manera de espuelas, las cuales resultan útiles en el momento de la copula como
estructuras estimuladoras táctiles y de sujeción.
Desarrollo embriológico

La diferencia más importante a nivel del desarrollo con los mamíferos es que las
células de la granulosa de los reptiles están compuestas por tres tipos diferentes
de células, y uno de estos tipos se une al oocito por uniones desmosomales.
Parece que esta unión permite que las células especializadas secreten sustancias
que ayudan a la formación del oocito, aún si la mitosis es incompleta. Las células
germinativas primordiales (CGP) derivadas del endodermo, al igual que en los
mamíferos son células especializadas que secretan sustancias. Su migración se
da por vía vascular hacia el epitelio germinal. La granulosa de los ofidios
inicialmente consiste de una capa sencilla de células pequeñas, algunas de estas
se diferencian a intermedias. Posteriormente, y por división mitótica, estas células
se transforman en piriformes. Las células pequeñas que no se diferencian
mantienen unidas al oocito por demosomas, este tipo de unión es típico en los
vertebrados. Finalmente las células piriformes se degeneran por la acumulación
de Iiposomas, quedando la granulosa definitiva, la cual consiste de una capa
pequeña de células. Aparentemente la función de esta unión celular es el paso de
precursores vitelogénicos, cromatina, cuerpos de golgi y mitocondrias. Otros
autores deducen que son un estilo de glándulas holocrinas que descargan dentro
del citoplasma ácidos nucleicos, lípidos, y glicógeno.
Características del ciclo reproductivo

Factores medio ambientales relacionados al ciclo reproductivo: Estos estímulos


incluyen factores abióticos.

1. Temperatura, luz y humedad: Debido a que las funciones metabólicas


son dependientes de la temperatura ambiental en todos los animales
ectodermos, la temperatura es muy importante ya que los procesos de
espermatogénesis, desarrollo folicular y gestación son dependientes de
dicha variable. Los individuos expuestos a bajas temperaturas presentan
desordenes de motilidad espermática, causando infertilidad y supresión
gonadal, en hembras se produce inhibición de la maduración folicular
ovárica y embrionaria con presentación de defectos congénitos y mortalidad
neonatal. Por otro lado individuos expuestos a altas temperaturas
disminuyen su índice reproductivo. La sensibilidad térmica del epitelio
germinal varía en casi todas las especies.

Las variaciones de la temperatura son importantes ya que la disminución o


aumento de varios grados de temperatura puede disparar el
comportamiento reproductivo en reptiles del trópico. Se han descrito tres
tipos de ciclos de temperatura en ofidios:

A. Los animales se mantienen dentro de rango estrecho de


temperatura durante el período no reproductivo. En la época
reproductiva un incremento gradual en la temperatura hasta un valor
determinado se mantiene por 6 a 8 semanas, luego la temperatura
regresa gradualmente a la mitad del rango. Esta característica es
común en los boídeos.

B. El rango de temperatura es igual todo el año, no hay variación en


la estación reproductiva. Esto es explicable ya que algunos boídeos
expuestos a una temperatura constante y una leve variación en
grados pueden comenzar el ciclo.

C. Áreas con temperaturas que disminuyen drásticamente obligan a


realizar hibernación, un patrón común en los colúbridos. Hay una
disminución gradual que se mantiene en un punto mínimo (10- 13°C)
por 8 a 10 semanas, en esta época el animal permanece en un
estado hibernante que desencadena ajustes fisiológicos
caracterizados por la disminución de la tasa metabólica, lo cual se
traduce en inactividad del tracto digestivo y disminución en funciones
del sistema inmune. El animal se mantiene por una mínima
termogénesis metabólica donde usa las reservas de grasa y luego
gradualmente regresa al punto de temperatura para mantenimiento
con una deficiencia de peso.
El impacto ecológico de este fenómeno es que el mecanismo provee
protección de depredadores en épocas de escasez.
El impacto social se expresa en las reuniones de numerosos
individuos que al emerger de éste estado pueden dar inicio al ciclo
reproductivo con alta variedad de individuos. En los reptiles del
trópico la hibernación no es un fenómeno necesario pues se ha
demostrado que los boídeos sin dicho mecanismo llevan a cabo la
reproducción exitosamente.

Factores biológicos y físicos:

1. El fotoperíodo puede estimular el crecimiento y regresión gonadal, por


otro lado las hembras expuestas a humedades mayores a 60% exhiben un
rápido crecimiento gonadal.

2. Alimentación, hábitat, espacio: La disponibilidad de alimento es un factor


importante en el ciclo reproductivo reptiliano, debido a que el cuerpo tiene
áreas de almacenamiento de grasas que son importantes para el
mantenimiento y reproducción ya que es vital para la vitelogénesis,
mantenimiento de la gestación que asegurarían una exitosa cópula.

Factores endógenos relacionados al ciclo reproductivo:

1. Comportamiento sexual: Señales sociales estimulan el inicio de la época


reproductiva. Estas se pueden dar dentro de una población que sale de
hibernación. Adicionalmente hay señales químicas (feromonas) que son
liberadas desde la piel dorsal de la hembra, las cuales propician el
reconocimiento y ubicación por parte del macho debido a las diferentes
concentraciones de olor en el ambiente. Varios machos pueden ser atraídos
por la señal química, pero el macho más grande será quien acceda a la
hembra; en caso que dos machos estén en iguales condiciones se realizará
un combate o danza, este comportamiento es común entre los vipéridos y
pitones, y consiste en el enfrentamiento de machos en pruebas de fuerza,
cada macho tiende a localizar su cabeza sobre la de su rival, forcejeando
hacia abajo, al mismo tiempo los cuerpos están fuertemente entrelazados,
algunos pueden morder alguna región del oponente. Este comportamiento
se presenta en aproximadamente 100 especies y 50 géneros de pitones,
boas, colúbridos, elápidos y vipéridos. Posterior al combate el ganador
accederá a la hembra. El cortejo a la hembra se puede dar en dos fases,
una inicial donde la aproximación involucra un combate sutil, en la cual el
macho persigue y monta a la hembra con una leve resistencia de ésta
última. El macho frota la barbilla sobre la cabeza de la hembra y saca
constantemente la lengua, a la vez que trata de aproximar las cloacas.
Durante la segunda fase, la yuxtaposición de las cloacas es completa, hay
inserción de uno de los hemipenes en la cloaca de la hembra, lo cual se
acompaña de roces frecuentes entre las escamas. Posteriormente ocurre
un estado de indiferencia al medio. Algunas diferencias comportamentales
establecidas entre ofidios son la presión con espinas en los boídeos, a lo
cual se le atribuyen funciones como la elevación de la cloaca para facilitar la
penetración, inserción de una espina en la piel interescalar para sujeción y
estimulación constante, mordiscos a la hembra en colúbridos y el
desplazamiento de la cabeza jerárquicamente en vipéridos.

La duración de la cópula es variable, una cópula prolongada reduce la


probabilidad de que la hembra se aparee con otros machos, mientras una
cópula rápida reduce la exposición al ataque de depredadores.

Ciclo reproductivo

Las interacciones recíprocas entre factores externos e internos desencadenan por


vía neuronal a nivel hipotalámico la liberación de la hormona liberadora de
gonadotropinas (GnRH). La hormona luteinizante (LH) se une a los receptores de
membrana de la teca interna donde se producen andrógenos, estos se dirigen a
las células foliculares, que por presencia de 17 - β deshidrogenasa facilitan la
reacción de andrógenos a estrógenos. Los estrógenos tienen acciones específicas
sobre el sistema nervioso y el tracto reproductivo, preparando al individuo para la
cópula y fertilización. De este modo el ovario sufre cambios morfológicos y
estructurales que inician con divisiones mitóticas del folículo primario donde las
capas internas se separan de las externas, formando una cavidad típica de
folículos secundarios que inician un crecimiento gradual hasta llegar a convertirse
en un folículo maduro o de Graff, así la teca interna sintetiza receptores de
membrana para LH. Las células foliculares sintetizan receptores para hormona
folículo estimulante (FSH) y LH, en los momentos previos a la ovulación los
receptores para FSH predominan sobre los receptores para LH. La FSH interviene
en el crecimiento folicular en las hembras y actividad testicular en los machos,
también en los machos se involucra el segmento sexual del riñón. La ocurrencia
de estos eventos es dependiente de la temperatura.

Vitelogénesis

Los precursores vitelinos son principalmente de origen extrafolicular. Los


estrógenos estimulan el hígado para utilizar las reservas de grasa y formar
vitelogenina, durante esta época el hígado aumenta de tamaño drásticamente, la
vitelogenina es absorbida selectivamente desde la circulación sanguínea por los
folículos, infiltra los espacios intercelulares de la granulosa, atraviesa la zona
pelucida y se incorpora al oocito por pinocitosis. Los reptiles producen huevos
amnióticos los cuales forman una membrana calcánea que provee protección
mecánica al embrión y permite el intercambio de gases respiratorios y vapor de
agua. Las tres capas que crecen alrededor del embrión son el amnios la más
interna, el corion la más externa y la alantoides que forma un sobrecrecimiento
desde la parte posterior del intestino. La membrana corioalantoidea provee la
superficie de intercambio, la alantoides sirve como depósito para el ácido úrico y la
urea, productos del metabolismo de las proteínas.
Fertilización

En ofidios la ovulación no precede la cópula, los espermatozoides pueden


almacenarse en estado inactivo en la parte anterior del oviducto, manteniendo la
habilidad para fertilizar el óvulo por meses o años, este fenómeno es conocido
como fertilización retardada. Para dicho almacenamiento algunas especies
cuentan con receptáculos seminales que pueden ser fisiológicamente importantes
para la nutrición y arresto químico de la actividad espermática, además estos
proveen un refugio para los espermatozoides. Como cada sexo tiene un gameto
distintivo con un número haploide de cromosomas, la fusión de los gametos
genera un cigoto con número diploide y por subsecuente recombinación genética
durante la meiosis generarán crías.

Partenogénesis

Este fenómeno ocurre en individuos que poseen un número diploide de


cromosomas, lo cual aparentemente es el resultado de la supresión de la segunda
división meiótica. Esto se traduce en una homocigosis, la cual se caracteriza por
una población sin variabilidad genética y la expresión de alelos letales; así la
población está compuesta por clones idénticos. En ocasiones, estos individuos
pueden hibridar con individuos de números haploides, generando individuos
triploides. La serpiente del género Rhamphotyphlos braminus presenta éste
fenómeno. La ausencia de fertilización no quiere decir que el comportamiento
sexual no ocurra, pues realizan seudocópula entre sí. Este fenómeno se ha
reportado en especies de Squamata, pero fundamentalmente ocurre con mayor
frecuencia en geckónidos, lagartijas y télidos.

Gestación

En esta época el organismo demanda energía, hay un desbalance entre la toma


de energía y los requerimientos, lo cual se compensa por las reservas grasas e
hidrólisis de proteínas a partir de las masas musculares. La progesterona aumenta
sus concentraciones e inhibe los ciclos de vitelogénesis, disminuye la temperatura
corporal y estimula junto con la oxitocina la contractibilidad del oviducto. En este
período hay una disminución de las funciones del sistema inmune, que sumado el
bajo consumo de alimento predispone al animal a adquirir enfermedades. Algunos
animales preceden a la oviposición una muda completa o ecdisis que
generalmente ocurre entre 15 y 30 días antes. El promedio de tiempo de gestación
es de 5 a 6 meses en vivíparos y de 3 meses en ovíparos, dependiendo de la
especie y las condiciones medio ambientales a las que esté expuesto el animal.

Viviparidad

Mientras que la mayoría de los reptiles dejan huevos, las serpientes de las familias
Boidae, Viperidae y Colubridae desarrollan el embrión completamente en su
oviducto por medio de placentotrofia, pues el transporte de nutrientes se da a
través de la placenta. Mientras que en los ovíparos es lecitotrófica, lo cual quiere
decir que la fuente de energía del embrión es a partir de la yema. Las especies
vivíparas proveen mayor protección al desarrollo del embrión y le permite a la
hembra fácilmente regular la temperatura interna. Los costos de esta condición
son el mantenimiento de los fetos en desarrollo por un largo período de tiempo a
partir de la movilización de reservas corporales de grasa, por lo cual estas
especies generalmente tienen un patrón anual de reproducción. Adicionalmente el
espacio ocupado por los fetos limita las funciones del tracto digestivo y como
resultado los animales dejan de comer por un tiempo.

Cuidado Parental

La gran mayoría de los reptiles no exhiben comportamiento parental, pero


alrededor de 100 especies de ofidios exhiben algunos cuidados parentales a los
huevos. La evolución y persistencia de cuidado parental depende del balance
entre los beneficios que brinda y el costo de dicha actividad (inversión de tiempo,
gasto de energía y exposición a predadores). Los cuidados incluyen defensa del
sitio de nidación, asistencia a los huevos, dar vuelta a los huevos y termogénesis
muscular.
Se distribuye de la siguiente forma en las especies: termorregulación (26-32°C) y
rotación de huevos en pitones, asistencia a huevos en colúbridos, elápidos y
vipéridos. Las consecuencias de esta actividad son disminución en la actividad
reproductiva, disminución en el consumo, alto gasto energético para la
termorregulación y frecuente exposición a los predadores.

Métodos de Sexaje en Ofidios

Los reptiles no poseen genitales externos, por lo que la determinación del sexo no
siempre es obvia. La mayoría de veces el clínico tiene que usar métodos invasivos
para hacer el sexaje. Para la reproducción en cautiverio el método debe aportar
casi el 100% de la seguridad en dicho reconocimiento.

Dimorfismo sexual: En algunas especies las características sexuales secundarias


permiten hacer la distinción entre ambos sexos. Características tales como la
apariencia robusta o gruesa, especialmente de la cabeza, una mayor longitud del
cuerpo son atribuibles al macho, como también en los boideos la presencia de
espinas en la región cloacal. La cola tiende a variar de diámetro en ambos sexos
ya que en los machos proporciona el área de almacenamiento para los
hemipenes. En algunos individuos se produce un embotamiento obvio de la región
que define el sexo.

Eversión manual de los hemipenes: Es el método comúnmente más utilizado en


colúbridos neonatos. El procedimiento inicia cuando se ejerce presión firme con
los dedos sobre la región cloacal que produce la eversión; es importante realizarlo
cuidadosamente pues la presión excesiva puede causar daño a las estructuras
reproductivas. En boídeos la presión no alcanza a producir la eversión, por lo que
éste método tiene poca importancia.
Penetración cloacal: Es el método comúnmente más utilizado en ofidios adultos,
consiste en la introducción de un elemento estéril, delgado y largo que sea
desechable para no transportar microorganismos entre los individuos. El
procedimiento inicia cuando al animal previamente restringido se le introduce el
instrumento en la cloaca en dirección caudal. La cantidad de intromisión se
maneja como medida predictiva del sexo ya que la inserción no es profunda por la
presencia de divertículos ciegos en la hembra, contrario a los machos en donde
los hemipenes permiten una intromisión mayor.

Eversión hidrostática de los hemipenes: Se refiere a la inyección superficial de un


fluido estéril, preferiblemente solución salina isotónica a razón de 50 - 100mL
según el tamaño, en la región más caudal de la cola, donde posiblemente estén
los hemipenes. La presión hidrostática fuerza la salida de los hemipenes. Este
procedimiento es potencialmente peligroso ya que con la aguja se pueden lesionar
estructuras de la cavidad celómica.

Otros procedimientos como ultrasonido (US), rayos X, determinación sexual


quirúrgica se han reportado, pero en la práctica se realizan con poca frecuencia.

Diagnóstico de la gestación

Hoy en día existen numerosas herramientas que facilitan el diagnóstico, que


puede ser importante en zoocriaderos para determinar anormalidades de la
presentación de los fetos o los huevos, lo cual puede poner en riesgo la salud del
animal.

Como planes diagnósticos se listan:

Palpación directa: Es posible palpar masas que corresponden a folículos ováricos


y óvulos, estos se relacionaran con preñez cuando la hembra ha estado expuesta
al macho, además en la parte final de la gestación la dilatación abdominal es
evidente y confirmatoria.

Ultrasonografía (US): Actualmente es la técnica con mayor especificidad y


sensibilidad, pudiendo establecer número de crías, posición y estado de desarrollo
gestacional.

Rayos X: En las condiciones actuales es el medio más común, y aporta datos


útiles para el clínico. En boídeos se puede realizar de 5 a 6 meses sin causar daño
embrionario o causar muerte fetal.

Signos del comportamiento: Dentro de los principales signos se pueden listar


anorexia o consumo anormal, intranquilidad, disminución de la temperatura,
pérdida de peso, el animal descansa sobre la espalda por bastante tiempo.
Desórdenes reproductivos

Distocia

Se define como la dificultad o inhabilidad para poner huevos o liberar a los jóvenes
del oviducto. La distocia es considerada una emergencia, pues si no se actúa
rápidamente se puede producir ruptura del oviducto, prolapso, peritonitis, y hasta
muerte de la madre y sus crías. Generalmente la distocia es causada por
anormalidades en la forma del huevo, fetos muy grandes o presencia de dos
huevos adheridos. Es importante proporcionarle a la hembra en este período las
condiciones requeridas como temperatura y alimentación adecuadas, pues
deficiencias en estos factores también predisponen la condición.

Signos: Dentro de los principales están contracciones improductivas mayores a


una hora, taquicardia, taquipnea e intranquilidad.

Diagnóstico: La presencia obvia de los huevos o crías en la cloaca que no pueden


expulsarse. En los casos en que no sea obvio la US, los rayos X y la palpación
pueden ayudar.

Diagnósticos diferenciales: Principalmente impactación fecal, tumores del tracto


digestivo o reproductivo.

Tratamiento: Primero se debe intentar la extracción manual por la cloaca,


ejerciendo suave presión sobre el cuerpo del animal para favorecer el movimiento
hacia la cloaca, y con pinzas u otra herramienta similar extraer las crías. Por otro
lado, cuando la extracción se ve imposibilitada por un gran tamaño del huevo o del
feto, previa tranquilización se puede realizar un corte con bisturí en la abertura
cloacal para liberar tensión y facilitar la extracción. Una vez extraídas todas las
crías se aproximan los bordes de la herida y se realizará un manejo aséptico de la
zona.

Retención de los Productos de Concepción

Se refiere a la retención de embriones muertos o huevos que se calcifican o


descomponen. Estos elementos se convierten en un agente de obstrucción para la
reproducción ya que imposibilitan la fertilización o liberación de nuevos óvulos.
Ante la descomposición de estos productos puede haber una infección, ruptura
uterina e incluso peritonitis. Esta condición usualmente se manifiesta por una
distensión progresiva del abdomen; si la hembra sobrevive puede tener problemas
de esterilidad por mucho tiempo.

El manejo clínico de esta enfermedad se realiza de manera similar a la distocia,


pero se puede incluir la administración de antibióticos ante estados de sepsis.
Prolapso Oviductual y Cloacal

Esta enfermedad ocurre rara vez durante el parto o la ovoposición. Sin embargo,
la mayoría de los casos son inducidos iatrogénicamente por los dueños o los
criadores que atienden manualmente la ovoposición.
Para corregir éste problema se deben mantener húmedos y limpios los tejidos que
protruyen; sin embargo, el éxito del tratamiento depende de la severidad del
prolapso y del tejido involucrado. Primero se intenta la intromisión manual de los
órganos protruídos, pero hay mayor éxito con un abordaje quirúrgico. Cuando el
tejido involucrado ha sufrido un gran daño tisular tal vez sea necesaria la
amputación o resección del tejido

Prolapso de Hemipenes

Ocurre como consecuencia a un traumatismo mientras el hemipene está evertido


durante la cópula. El tejido traumatizado se inflama rápidamente haciendo su
intromisión difícil. El abordaje clínico se inicia con la hidratación del tejido expuesto
para evitar la desecación y posterior necrosis, en cuyo último caso tal vez sea
necesaria la amputación. Dentro del abordaje quirúrgico es importante ligar la
base de los hemipenes previamente a la amputación ya que el tejido está muy
vascularizado.

Infertilidad y Baja Fecundidad

En machos y hembras las principales causas se atribuyen a desbalances en los


factores medio ambientales, tales como alta o baja temperatura, humedad
excesiva o deficiente, las cuales afectan directamente la ovogénesis y
espermatogénesis. En los machos los problemas de fertilidad se atribuyen al
consumo de toxinas que pueden dañar los espermatozoides, a partir de los
animales con que se alimenta; también a la exposición a rayos X. La anormalidad
de los hemipenes puede ser causada por infección o lesiones que dificultan la
cópula.

En las hembras las principales causas se atribuyen a exposición a toxinas,


retención de óvulos y fetos, radiación, excesiva frecuencia de reproducción,
hembras con sobre peso o en estado de emaciación. Otras causas no específicas
pueden incluir falta en la inducción de la maduración folicular, reproducción en
individuos inmaduros, estado nutricional subóptimo e inadecuada interacción
ecológica.

Importancia médica

En todos los ecosistemas las serpientes forman parte de las cadenas alimenticias,
como depredadores primarios. Desempeñan un papel importante en la regulación
de poblaciones de roedores y otros animales que podrían llegar a constituir plagas
si no se controlan de alguna manera, como ocurre en la naturaleza. Su rol
ecológico también es importante en el control de animales que pueden ser
transmisores de enfermedades y acabar con grandes cantidades de cosechas.

Los envenenamientos por mordeduras de serpiente constituyen un problema de


salud pública relevante en la región latinoamericana. Estos accidentes afectan
principalmente a la población rural involucrada en actividades agrícolas y se
caracterizan por una fisiopatología compleja. En América Latina la mayoría de los
envenenamientos ofídicos son causados por especies de la familia Viperidae. La
incidencia de mordeduras por serpientes coral (familia Elapidae) es baja. Por otra
parte, se han descrito pocos casos de mordeduras por la serpiente marina Pelamis
platurus, única especie venenosa marina presente en Guatemala, y las
mordeduras por especies de la familia Colubridae. Aunque ocurren, casi nunca se
asocian con alteraciones fisiopatológicas relevantes.

América Latina posee una fauna de serpientes rica y variada. Algunas especies
clasificadas en la familia Colubridae y todas las especies de las familias Elapidae y
Viperidae producen venenos; además, son capaces de inyectar esas secreciones
en los humanos y generar cuadros clínicos de envenenamiento

Al identificar el animal causante del accidente es un procedimiento importante en


medida que:

⊕ Posibilita un tratamiento inmediato en la mayoría de los pacientes mordidos


por serpientes venenosas.

⊕ Brinda información y conocimiento de las especies de importancia médica


en el ámbito regional.

⊕ Es una información adicional indicando con más precisión el tratamiento a


ser administrado.

⊕ A pesar de la importancia del diagnóstico clínico, orienta la conducta en la


mayoría de los accidentes.

La mayoría de las serpientes venenosas del nuevo mundo se reconocen por tener
facetas termorreceptoras (como en los Crotalidos), que es un orificio situado entre
el ojo y la narina. Esta característica da la
denominación popular de “cuatro narices”. Indica con
seguridad que la serpiente agresora es un animal
venenoso y se encuentra entre los géneros
Botriechis, Bothrocophias, Bothriopsis, Bothrops,
Porthidium, Crotalus y Lachesis. Todas las serpientes
de estos géneros están provistas de grandes colmillos
inoculadores y giratorios.
Hay otras serpientes venenosas que no poseen la
faceta termorreceptora pero se pueden identificar por poseer anillos completos de
colores en el cuerpo. Poseen tres colores muy vistosos, distribuidos entre dos
rojos un número impar de negro, siendo las verdaderas Corales (Micrurus). Las
serpientes marinas (Pelamis) no siguen este patrón de coloración pero son
venenosas. Estas serpientes venenosas poseen unos colmillos inoculadores
pequeños y no móviles en la arte anterior del maxilar. Así, de la información
recopilada y conocido el agresor tenemos para el género Bothrops la mayor
incidencia con el 94.64%, seguido por los géneros Micrurus y Crotalus con 3.3% y
2.06% respectivamente, se dicen de importancia médica no por la frecuencia de
sus accidentes, sino por la capacidad letal, debido a la cantidad de veneno que
son capaces de inyectar.

País Número
de
especies
venenosas
México 99
Brasil 62
Colombia 42
Ecuador 33
Perú 32
Bolivia 24
Panamá 23
Guatemala 20
Costa Rica 20
Venezuela 17
Guayana 13
Honduras 13
Nicaragua 13
Argentina 8
Paraguay 8
El Salvador 8
Surinam 6
Uruguay 5

Cuadro: Distribución de especies venenosas en México y Centroamerica

Como una guía rápida para la identificación de la serpiente en venenosa o no, se


puede seguir el siguiente diagrama.
Los tipos de venenos de las serpientes son de dos tipos: los proteolíticos y los
neurotóxicos. Los venenos proteolíticos actúan directamente sobre las proteínas
presentes en el medio o en las células, destruyéndolas de forma casi inmediata,
dependiendo del lugar donde sea inyectado el veneno. Mientras que los
neurotóxicos producen parálisis corporal y falla pulmonar y cardiaca al actuar
sobre los neuroreceptores.

La composición del veneno varía bastante entre las familias y las especies, es
más, entre individuos se presentan variaciones en las secuencias de una sola
toxina. Sin embargo, en todos los venenos se halla fosfolipasa A 2 , alguna toxina
poliprotéica, hemorraginas, cardiotoxinas y neurotoxinas post-sinápticas y pre-
sinápticas entre otras muchas toxinas.

Se puede asegurar, que hay elevada variabilidad en la composición de los


diferentes tipos de venenos, así en los venenos de las familias de Colubridea,
Viperidae y Elapidae pueden ser caracterizados de la siguiente forma:

⊕ Los venenos de colúbridos presentan una elevada actividad enzimática, las


muertes reportadas siguen el mismo patrón sintomatológico presente en
envenenamiento causado por vipéridos. En general los ataques por parte de
colúbridos venenosos presentan una baja tasa de letalidad en el mundo y no
se ha reportado mortalidad por accidentes con este grupo de animales.
⊕ Los venenos de la familia Viperidae contienen elevadas proporciones de
componentes de alto peso molecular, en los cuales abundan las enzimas. En
esta familia se encuentran dos tipos de venenos que son: veneno enzimático
que presenta actividad hemolítica sobre la presa, hemorragias internas y
externas por las mucosas debido al daño ocasionado a los vasos sanguíneos,
acompañado de una defibrilación severa. Al mismo tiempo, las enzimas
actúan sobre todos los tejidos, degradándolos. La muerte, lenta y dolorosa,
sobreviene normalmente debido a edema pulmonar y fallo renal, ambos
consecuencia directa del daño a la pared de capilares y vasos sanguíneos. El
otro tipo de veneno es el veneno neurotóxico, el cual además de poseer
enzimas como el veneno enzimático pero en menor proporción, poseen
crotoxina que es una molécula neurotóxica pre-sináptica. Este tipo de veneno
se encuentra en el grupo de serpientes venenosas conocidas como Cascabel
de sur América.

⊕ Por otra parte, el veneno de la familia Elapidae presenta muchos menos


componentes de alto peso molecular, y las enzimas están prácticamente
ausentes. Sin embargo, contienen abundantes neurotoxinas post-sinápticas,
las cuales impiden la conducción de los impulsos nerviosos por fijación
competitiva en los receptores colinérgicos y nicotínicos de la membrana post-
sináptica en las terminaciones axónicas de los nervios motores. No afectan al
sistema nervioso central. Las personas inoculadas con el veneno presentan
un período de latencia que puede variar desde 30 minutos hasta varias horas,
dependiendo del peso corporal, la cantidad de veneno inoculada y la especie
de elápido involucrada. Pasado este tiempo, se empieza a presentar
somnolencia, pérdida del equilibrio, hipodinamia, vómitos, micción y
defecación. Los síntomas de parálisis continúan rápidamente a partir del
momento en el que aparecen los primeros síntomas, disminuye el ritmo
respiratorio y profundidad de las inspiraciones, se dilatan las pupilas. Se
produce falla respiratoria de origen periférico, 2 a 3 minutos después de
establecida la apnea total el paciente muere. Este tipo de veneno se
encuentra en el grupo de serpientes venenosas conocidas como Coral.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año, cinco millones
de mordeduras de serpientes causan 2.5 millones de envenenamientos y 125,000
defunciones, en el continente americano ocurren 500,000 mordeduras y 200,000
envenenamientos, 50% de los cuales dejan secuelas graves y causan 4,000
muertes anuales.

Para Latinoamérica se estiman 150.000 accidentes con envenenamiento y mueren


unas 5.000 personas por esta causa.

De esta información se observa que la población más expuesta se encuentra entre


los 15 y 44 años de edad con el 50% de los casos, siendo la población más activa
laboralmente, seguido por la población entre 5 a 14 años con el 22%. Además, el
sexo masculino es el más afectado con el 75.8%.
Las extremidades inferiores son las que presentan mayor incidencia en los
accidentes con el 61.43% y las extremidades superiores con el 23.66%. Así una
protección adecuada como zapatos, botas y otros accesorios pueden reducir
significativamente los accidentes. La población más afectada está conformada por
jóvenes trabajadores agrícolas y niños. La mayoría de los datos epidemiológicos
disponibles sobre la incidencia de las mordeduras de serpiente, incluido el grado
de mortalidad y morbilidad a largo plazo (conexas), proceden de los hospitales,
por lo que la verdadera magnitud del problema se subestima al no ser posible
establecerla con exactitud.

Es importante que la clasificación de un accidente ofídico sea realizada por un


médico. Sin embargo por la diversidad de las posibles serpientes venenosas y la
gran diferencia en sus venenos, los casos se pueden clasificar así:

Accidente Bothrópico

Este envenenamiento es causado por las serpientes de los géneros Botriechis,


Bothrocophias, Bothriopsis, Bothrops, Porthodium, los cuales anteriormente se
encontraban en el género Bothrops y corresponde a los accidentes ofídicos de
mayor importancia epidemiológica, son responsables por cerca del 95% de los
envenenamientos.

Cuadro clínico

1) Manifestaciones locales: Son caracterizadas por dolor intenso e inmediato,


edema duro en el lugar de la mordida, de intensidad variable, en general, con
aparición precoz y de carácter progresivo. Equimosis y sangrado en el sitio de
la mordida son frecuentes. Infarto ganglionar y ampollas pueden aparecer de
forma tardía, acompañado de necrosis, siendo esto último lo que deja más
secuelas en las victimas de este tipo de accidente.

2) Manifestaciones sistémicas: Además del sangrado en el perímetro de la


mordida, puede ser observada hemorragia a distancia como gingivorragia,
epistasis, y hematuria. En algunas mujeres hay riesgo de hemorragia uterina.
Pueden ocurrir nauseas, vomito, sudoresencia, oliguria o anuria, hipotensión
arterial, síntomas neurológicos a causa de hemorragia intracraneal y raramente
choque.

Clasificación del accidente Bothrópico

Con base en las manifestaciones clínicas y la prueba de coagulación, como una


orientación terapéutica, los accidentes bothrópicos son clasificados en:

a) Leve: La forma más común de los envenenamientos, caracterizados por dolor


y edema local poco intenso o ausente, manifestaciones hemorrágicas discretas
o ausentes, con o sin alteración del tiempo de coagulación (TC). Los
accidentes causados por neonatos de Bothrops (< 40 cm del cuerpo) pueden
presentar como único elemento de diagnóstico la alteración en el tiempo de
coagulación, sin cambios locales.

b) Moderado: Caracterizado por dolor y edema evidente que pasa el segmento


anatómico mordido, acompañado o no de alteraciones hemorrágicas locales o
sistémicas como gingivorragia, epistasis y hematuria, con o sin alteración en la
coagulación y puede presentar flictenas sin necrosis.

c) Grave: Caracterizado por edema local duro intenso y extensivo, pudiendo


alcanzar todo el miembro mordido, generalmente acompañado de dolor intenso
y eventualmente con presencia de ampollas. Con la evolución del edema,
pueden aparecer señas de isquemia local debido a la compresión del sistema
vasculo-venoso y de forma tardía puede presentar necrosis.

Manifestaciones sistémicas como hipotensión arterial, chock, oligonúria o


hemorragia intensa definen el caso como grave, independiente del cuadro
local.

Cuadro 1
Accidente bothrópico
Clasificación en cuanto a gravedad y la sueroterapia recomendada

Manifestaciones y Clasificación
tratamiento Leve Moderado Grave
Locales Ausentes o
• Dolor discretos
• Edema Ausentes sin cambio Evidente
• Equimosis a las 6
horas
Sistémicos
• Hemorragia grave
Ausentes Ausentes Ausentes
• Choque
• Anuria
Tiempo de coagulación
(TC)
• <10 minutos es
normal Normal o Normal o
Normal
• De 10 a 30 minutos alterado alterado
es alterado
• > 30 minutos es
incoagulable
Accidente Crotálico

1. Manifestaciones locales: Son poco importantes, a diferencia del accidente


bothrópico y laquético. No hay dolor o de pequeña intensidad. Hay
parestesia local o regional, que puede persistir por tiempo variable,
pudiendo ser acompañado por edema discreto en cercanía al sitio de la
mordida.

2. Manifestaciones sistémicas:

a) Generales: Malestar, postración, sudoración, nauseas, vomito,


somnolencia o intranquilidad y sequedad en la boca, pueden aparecer
precozmente y estar relacionadas a estímulos de diversos orígenes, como
el estado emocional desencadenado por el accidente.

b) Neurológicas: Ocurren por la acción neurotóxica del veneno, surgen en las


primeras horas de la mordida y caracterizadas por fascies miasténicas
(fascies neurotóxica de Rosenfeld) evidenciadas por ptosis palpebral uni o
bilateral, flacidez muscular de ese lado, alteración en el diámetro de la
pupila, incapacidad en el movimiento del globo ocular (oftalmoplegia),
pudiendo existir dificultad en la acomodación (visión turbia) y/o doble
(diplopía). Como manifestaciones menos frecuentes, puede encontrarse
parálisis velopalatina, con dificultad en la deglución, disminución en el
reflejo del vomito, alteraciones del gusto y olfato, disfágia, sialorrea y
parálisis de la musculatura de los miembros y de los músculos respiratorios.

c) Musculares: La acción miotóxica provoca dolores musculares


generalizados (mialgias) que pueden aparecer precozmente. Las fibras
musculares esqueléticas lesionadas liberan cantidades variable de
mioglobina que es excretada por la orina (mioglobinuria), dándole una
tonalidad rojiza o más obscura hasta marrón. La mioglobinuria constituye la
manifestación clínica más evidente de la necrosis de los músculos
esqueléticos (rabdomiolisis).

d) Disturbios en la coagulación: Puede haber inoagulabilida sanguínea o


aumento en el tiempo de coagulación (TC), observándose raras veces
sangrado gingival (gingivorragia).

e) Manifestaciones clínicas poco frecuentes: Insuficiencia respiratoria


aguda y parálisis de grupos musculares. Estos fenómenos son
interpretados como la consecuencia de la actividad neurotóxica y/o
miotóxica de los venenos.

Clasificación del accidente Crotálicos


Con base en las manifestaciones clínicas, los envenenamientos crotálicos se
pueden clasificar en:

a) Leve: Caracterizada por la presencia de señales y síntomas neurotóxicos


discretos, de aparición tardía, con alteración en el color de la orina y mialgia
discreta.

b) Moderado: Caracterizado por la presencia de señales y síntomas neurotóxicos


discretos, de aparición precoz, mialgia discreta y la orina puede presentar
coloración alterada.

c) Grave: Las señas y síntomas neurotóxicos son evidentes e intensos (fascies


miasténicas, flacidez muscular), una mialgia intensa y generalizada, la orina es
oscura, puede presentarse oliguria o anuria.

Cuadro
Accidente crotálico
Clasificación en cuanto a gravedad y la sueroterapia recomendada

Manifestaciones y Clasificación
tratamiento Leve Moderado Grave
Facies miastémicas / Ausentes o
visión borrosa tardías, sin Discretas o
Evidentes
cambio a las 6 evidentes
horas
Mialgia Ausentes o
Discretas Intensas
discretas
Orina rojiza o marrón Poco
Ausentes evidentes o Presentes
ausentes
Oliguria / Anuria Presentes o
Ausentes Ausentes
ausentes
Tiempo de coagulación
(TC)
• <10 minutos es
normal Normal o Normal o Normal o
• De 10 a 30 minutos alterado alterado alterado
es alterado
• > 30 minutos es
incoagulable
Accidente Elapídico

Pueden evolucionar a insuficiencia respiratoria, que es la causa de muerte por


este tipo de envenenamiento.

Cuadro clínico

Los síntomas pueden surgir precozmente, en menos de una hora de la mordida.


Se recomienda una observación clínica del accidentado por 24 horas, por si hay
retardo en la aparición de los síntomas y señales.

1) Manifestaciones locales: Hay dolor discreto, generalmente acompañado de


parestesia con tendencia a progresión próxima.

2) Manifestaciones sistémicas: Inicialmente los accidentes pueden presentar


vomito. Posteriormente, puede surgir un cuadro de flacidez muscular
progresiva, llegando a ptosis parpebral, oftalmoplegia y una presencia de
facies mialgicas por las “neurotóxinas”. Asociadas a estas manifestaciones,
puede surgir dificultades para el mantenimiento en posición erecta, mialgia
localizada o generalizada y dificultad para deglutir por la parálisis del velo
palatino. La parálisis muscular puede progresar y afectar los músculos
respiratorios que llevan a presentar en el peor de los casos, paro respiratorio.

Clasificación del accidente Elapídico

La parálisis flácida de los músculos respiratorios comprometen la ventilación,


pudiendo evolucionar a parálisis respiratoria. Por los riegos de insuficiencia
respiratoria aguda, estos casos deben ser considerados como potencialmente
graves.

Accidente por Colubridos

La mayoría de los accidentes por colubridos son de poca importancia por causar
apenas heridas superficiales de la piel sin inoculación de veneno.
Los colubridos de importancia médica pertenecen a los géneros Phylodryas, Clelia
(cazadora negra) y Erythrolamprus (falsa coral). Los colmillos inoculadores de
veneno son del tipo opistoglifo, pudiendo explicar que muy raramente se presenta
accidentes con manifestaciones clínicas.

Los accidentes con Phylodryas y Clelia clelia pueden ocasionar edema local
importante, equimosis y dolor, semejante a las observadas en accidentes
botrópicos, pero sin alteración de la coagulación.

Los accidentes por colubridos son clasificados como leves y en general son
accidentes sintomáticos.

Como en estos eventos de accidentes ofídicos, el único tratamiento existente es la


administración del antiveneno respectivo, las unidades prestadoras de servicios
deben contar con el apropiado antiveneno y aplicarlo lo antes posible, como
también los otros medicamentos complementarios para poder solucionar el caso.

Familia Viperidae

Los miembros de la familia viperidae son los más avanzados de todas las
serpientes desde el punto de vista de la evolución. Ellos pueden sobrevivir en
climas extremos que van desde el Circulo Ártico hasta los más calientes desiertos
y los puntos más altos. No se encuentran en Australia y por eso se cree que han
evolucionado después de que el continente se separo de la gran masa de tierra
llamada Pangea alrededor de 20 millones de años atrás. La mayoría de los
viperidos tienen cuerpos cortos y robustos y no pueden perseguir presas. Ellos
emplean una estrategia de emboscar tendidos sin hacer ni un solo movimiento en
la noche esperando que pequeños mamíferos se crucen en su camino. Este
comportamiento consume menos energía permitiéndoles alimentarse menos
seguido y reduciendo las posibilidades de estar expuestos a un depredador
mientras viajan.
Los colmillos de los viperidos están más evolucionados que los de la familia
Elapidae ya que los tienen más largos por lo que pueden inyectar veneno más
profundo en el tejido de su presa. Ellos pueden controlar esos largos colmillos ya
que son contráctiles por lo que pueden doblarlos hacia adentro en el cielo de su
boca cuando no los están usando pero pueden sacarlos hacia delante
rápidamente para morder. Los colmillos son huecos y están conectados
directamente a las glándulas del veneno por lo que pueden inyectar grandes
cantidades de veneno rápidamente.

El veneno de los viperidos está compuesto de más de 20 enzimas digestivas


combinadas con otros componentes tóxicos que cuando se mezclan producen un
efecto destructivo en las células rojas de la sangre y en los tejidos musculares. El
veneno es la primera fase en el proceso digestivo y en suaviza o rompe las
proteínas y grasa de la presa para facilitar el proceso de tragarla. Este destructivo
veneno ayuda a la serpiente en el proceso digestivo especialmente en climas fríos.
Las serpientes más venenosas como la matabuey, la terciopelo y la cascabel
también tienen neurotoxinas en el veneno similar a las de la familia Elapidae.

La capacidad de visualizar en infrarrojo de los viperidos es única en el reino animal


y los hace reyes de la noche. Estas serpientes tienen fosas de detección de calor
en cada lado de su cara que contienen celdas termo receptoras ultra sensitivas
que detectan cambios en la temperatura de menos de 0.002 grados Fahrenheit.
Ellas usan las dos fosas como visión binocular para triangular la ubicación y
distancia de la presa en completa oscuridad. Los estudios muestran que ellas
confían casi exclusivamente en este sentido y no en la vista para cazar.

Distribución geográfica de la familia Viperidae

El mapa muestra la distribución geográfica de la familia Viperidae

Especies de la familia Viperidae con importancia médica.


Bothrops asper

Nombre científico: Bothrops asper (Garman, 1883)

Nombres comunes: barba amarilla, cantil boca dorada, cantil devanador,


terciopelo, equis, cantil cola de hueso, nauyaca, i'k bolay.

Familia: Viperidae.
Subfamilia: Crotalinae.

Hábitat: bosque tropical muy húmedo, húmedo o seco y bosque subtropical


húmedo. Se encuentra entre 0-1300 m.s.n.m. Puede encontrarse en potreros,
cultivos de caña, de palma africana, de milpa, cardamomo y café.

Características y hábitos: posee foseta loreal, cabeza triangular, cuello bien


marcado, ojo con pupila vertical o elíptica, escamas aquilladas y mandíbula inferior
de color amarillo. Su hábito es terrestre y se encuentra principalmente entre la
hojarasca del bosque. Es de hábitos nocturnos, pero ocasionalmente puede
encontrársele tomando el sol en horas de la mañana o en la tarde, se alimenta de
pequeños mamíferos, aves, reptiles y anfibios. Se clasifica como la más agresiva y
se considera la principal responsable de accidentes ofídicos en Centro América,
por lo cual ha ganado reputación y temor entre la población de los sitios que habita
principalmente en las zonas de tierras bajas y cálidas del país. Su veneno es
considerado como el más activo y tóxico de los conocidos en el país.
Localización de la mordedura: por sus hábitos terrestres, son los pies y las
piernas los sitios más expuestos a posibles mordeduras. Las serpientes juveniles
de esta especie suelen trepar a pequeñas alturas en los árboles, por lo que
eventualmente podrían ocasionar un accidente en los brazos o el torso de la
víctima humana.

Porcentaje de accidentes: La barba amarilla es la más peligrosa serpiente


venenosa en el sur de México y Centro América, en dicha región es responsable
de aproximadamente la mitad de los accidentes por mordeduras de serpientes.

Actividad del veneno: su veneno es el más activo de las serpientes, por ello los
síntomas se manifiestan casi de inmediato. En una dosis puede inyectar hasta
1,530 mg de veneno.

Sintomatología manifestada: presenta acelerado sangrado a través de las


marcas de la mordedura, edema e hinchazón inmediata, dolor acelerado en el
área mordida, fiebre, sangrado de encías y nariz, sangrado gastrointestinal,
hematuria, hipotensión, nausea, vómitos. En casos no tratados se produce
necrosis local que requiere amputación de miembros.

Agkistrodon billineatus

Nombre científico: Agkistrodon billineatus (Gunther, 1863)

Nombres comunes: cantil de agua, víbora castellana, mocasín, cantil


enjaquimado, cantil sapo, k 'an tì, q'an tì.
Familia: Viperidae.
Subfamilia: Crotalinae.

Hábitat: bosque tropical seco y bosque espinoso. Se encuentra entre 0 -


600m.s.n.m. En la costa sur se puede encontrar en canales y riberas de algunos
riachuelos, nunca está muy lejos del agua. En potreros, cultivos de caña de azúcar
y algodón.

Características y hábitos: su hábito es terrestre (puede encontrarse bajo la


hojarasca del bosque) a semiacuático, cerca de la ribera de los ríos y arroyos. Es
una víbora principalmente nocturna que se alimenta de pequeños mamíferos,
aves, reptiles, anfibios y peces. Es una serpiente muy temperamental, arroja
mordidas al aire ante la menor provocación. Su mordedura puede causar la
muerte en cuestión de horas; posee un veneno muy activo; su temperamento le ha
ganado la reputación de agresiva y es muy temida. En la actualidad es poco
abundante en Guatemala y se considera en peligro de extinción. Durante las
décadas de 1960 y 1970 casi fue eliminada de la costa sur porque se destinaron
grandes extensiones de terreno para la práctica de ganadería y para cultivo de
caña de azúcar y algodón.

Localización de la mordedura: por sus hábitos terrestres, son los pies y tobillos
los sitios de mayor riesgo para las personas.

Actividad del veneno: su veneno es de los más activos de las serpientes, por ello
los síntomas se manifiestan casi de inmediato.

Sintomatología manifestada: presenta dolor local inmediato, acelerado sangrado


a través de las marcas de la mordedura, edema e hinchazón inmediata, necrosis
acelerada conforme pasan los minutos; esto puede causar la amputación de
miembros.

Crotalus simus
Nombre científico: Crotalus simus (Latreille, 1801)

Nombres comunes: víbora de cascabel, chilchil, crótalo, víbora real.

Familia: Viperidae.
Subfamilia: Crotalinae.

Hábitat: bosque tropical y subtropical, húmedo o seco. Se encuentra entre 0-1600


m.s.n.m. En cultivos de maíz, matorrales espinosos, potreros, bosques de pino.

Características y hábitos: es de hábitos


terrestres, puede encontrarse entre rocas,
matorrales espinosos, hoyos, cuevas,
troncos secos en los sitios áridos y secos
donde habita; también entre pajonales y
bosques de pino de montañas bajas.
Presenta actividad diurna y nocturna. Se
alimenta de roedores, aves o reptiles.
Posee foseta loreal, cabeza grande y triangular, cuello bien marcado, ojo con
pupila vertical o elíptica, escamas aquilladas y cola con segmentos o chinchín.
Esta serpiente prefiere los valles secos, es la única especie de cascabel que
habita Centro América. Posee un cascabel o sonajero en la punta de la cola, a lo
que debe su nombre. Cuando se encuentra amenazada, con esa estructura emite
un ruido como chinchín, a manera de advertencia; es levemente agresiva.

Localización de la mordedura: por sus hábitos terrestres, son los pies, tobillos y
pantorrillas los sitios más expuestos a su mordedura.
Porcentaje de los accidentes: se le atribuye el 2.4% de casos reportados.

Actividad de su veneno: su veneno es medianamente activo y los síntomas se


manifiestan casi de inmediato.

Porthidium ophryomegas

Nombre científico: Porthidium ophryomegas (Bocourt, 1868)

Nombres comunes: timbo o cantil del sur, víbora castellana.

Familia: Viperidae.
Subfamilia: Crotalinae.

Hábitat: bosques tropicales secos y áridos. Entre 0-1000 m.s.n.m. Cultivos de


caña de azúcar, algodón, maíz, café, árboles frutales, así como potreros y
jardines.

Características y hábitos: es de hábitos terrestres, puede encontrarse bajo la


hojarasca del bosque, entre rocas y troncos secos. Esta víbora es nocturna y es
más activa durante la temporada lluviosa. Se alimenta de pequeños roedores,
lagartijas y anfibios. Ataca rápido, aunque no se reportan fatalidades debido a su
mordedura, posee un veneno muy alto en la actividad necrótica. Es poco agresiva
y suele huir del enemigo.
Localización de la mordedura: debido a sus hábitos terrestres, son los pies y
tobillos los sitios de riesgo de mordedura. Es relativamente pequeña, por lo que no
alcanza partes elevadas de las piernas para morderlas.

Porcentaje de los accidentes: se tiene un reporte de 22.1% de accidentes


causados por serpientes no identificadas, y debido a que ésta es una serpiente
muy común, es probable que ella sea la causante de algunos de esos accidentes.

Actividad del veneno: el veneno de esta serpiente no es muy activo.

Sintomatología manifestada: se presenta dolor local y poca acción del veneno


en los tejidos. Ejemplares grandes pueden causar cuadros severos con sangrado
e hinchazón que requieren hospitalización. Se reportan algunos casos de amplia
actividad de edema y necrosis del área mordida.

Familia Elapidae

Todos los miembros de la familia Elapidae son altamente venenosos. Aunque esta
familia contiene solo el 10% de las especies de serpientes del mundo, sus
miembros son los más mortales e incluyen las cobras, mambas, corales, y
serpientes marinas. Ellos son las familia de serpientes dominante en Australia, de
ahí se cree que han evolucionado cerca de 22 millones de años justo antes de que
el continente de Australia se separara de la gran masa de tierra llamada Pangea.

Estas fueron las primeras especies que desarrollaron colmillos frontales y


poderoso veneno neurotóxico. En las especies más primitivas el veneno es
conducido a través de surcos en los colmillos frontales y en las más
evolucionadas los colmillos tienen canales internos para conducir el veneno. La
ventaja de los colmillos frontales es la habilidad para inyectar veneno con una
mordida rápida y luego soltar la presa para permitir que el veneno trabaje sin
riesgo para la serpiente mientras la presa lucha cuando agoniza.

El veneno viaja desde la herida de la mordedura al flujo sanguíneo y entre dos a


seis horas empieza a bloquear las transmisiones neurológicas llevando a una
progresiva parálisis de ciertos tejidos musculares. Los síntomas incluyen perdida
de función muscular, exceso de salivación, dolor de cabeza, y en casos severos
colapso cardiorrespiratorio. La victima necesita ser tratada con un antídoto
específico hecho especialmente para mordeduras de coral o serpientes marinas.
Algunos elapides también tienen hematoxinas (como los viperidos) en su veneno,
que atacan y matan las células rojas de la sangre y los tejidos musculares y
comienzan a digerir la presa externamente. Aproximadamente 50% de las
mordeduras de una coral son secas, no inyectan veneno. Las serpientes de coral y
las serpientes marinas tienen marcas fuertes de color para advertir a los
predadores, especialmente aves, su naturaleza letal. Por esta razón hay once
especies de colúbridos que imitan esos patrones de color y comparten la
protección de las marcas de color de las corales.

Micrurus browni

Nombre científico: Micrurus browni (Schmidt and Smith, 1943)

Nombre común: coral, coralillo, coral de cañutos

Familia: Elapidae.

Hábitat: bosques caducifolios de hoja ancha, bosques de pino-encino y bosque de


niebla de las montañas. Se encuentra entre 0-2000 m.s.n.m. Entre cultivos de café
y maíz.

Características y hábitos: mide entre 50 y 70 cm de longitud total; algunas llegan


a medir más de un metro. Con anillos tricolores dispuestos en el siguiente orden:
negro, amarillo y rojo.
El hocico es completamente negro, así como la parte anterior, ventral y lateral de
la cabeza hasta la parte trasera de los ojos; después, una banda amarilla y
posteriormente en la nuca muestra un ancho anillo negro. En el cuerpo posee
entre 10 y 27 anillos negros flanqueados por otros amarillos delgados y luego un
segmento rojo. Las escamas de los anillos amarillos poseen bordes negros así
como las de los rojos. Tiene hábitos terrestres, puede encontrarse bajo la
hojarasca del bosque, entre raíces de troncos podridos, cuevas y hoyos en el
suelo y su actividad la desarrolla por la noche en sitios cálidos o bien durante el
día en lugares con abundante cobertura arbórea y clima templado o frío. Es
carnívora, se alimenta de otros animales que viven en el suelo o debajo de él,
como pequeñas culebras y serpientes ciegas y de cristal.

Localización de la mordedura: por sus hábitos terrestres, son los pies de las
personas descalzas los sitios de riesgo de mordedura; aunque también puede
morder los dedos de las manos y otras partes pequeñas como orejas y nariz de
personas que están recostadas descansando.

Micrurus elegans

Nombre científico: Micrurus elegans (Jan, 1858)

Nombres comunes: coral punteada, coralillo.

Familia: Elapidae

Hábitat: bosques nubosos y la alta montaña en el norte del país; entre 1400 y
2200 m.s.n.m. En cultivos de café, maíz y hortalizas.
Características: por lo general mide menos de setenta centímetros de longitud.
Posee un patrón de 14-19 tríadas de anillos negros; el anillo del centro dividido por
una línea doble irregular blanca. Cada tríada está separada por un anillo de color
anaranjado generalmente. Tiene de 4 a 12 anillos negros sobre la cola. La parte
superior de la cabeza es negra con algunas líneas amarillas verticales que van
desde las escamas labiales hasta el centro de los parietales.
Tiene hábitos terrestres, se puede encontrar bajo la hojarasca del bosque, entre
raíces de troncos podridos, cuevas y hoyos en el suelo; parece ser más activa
durante la noche, pero es posible verla arrastrarse entre la hojarasca en horas del
día. Es rápida para morder cuando se le molesta; su veneno es principalmente
neurotóxico. Se alimenta de algunas culebras y serpientes ciegas.

Pelamis platurus

Nombre científico: Pelamis platurus (Linnaeus, 1766)

Nombres comunes: cantil listada, zapatilla, serpiente marina, vientre amarillo,


cantil de mar, culebra de mar.

Familia: Elapidae.

Hábitat: bahías y golfos, a una distancia de uno a tres kilómetros de la costa.

Características y hábitos: los machos llegan a medir sesenta y cinco centímetros


y las hembras, sesenta y seis centímetros. La parte superior del cuerpo es de
color pardo negruzco oscuro y amarillo brillante la parte inferior. Los dos colores
se juntan en una línea bien definida. Se alimenta en la superficie. No es una
especie agresiva en su ambiente natural ni en cautiverio; produce escasa cantidad
de veneno, pero de alta toxicidad. Se debe ser extremadamente prudente al
manipularla. La amplia distribución de esta especie se explica por su facilidad para
nadar en mar abierto. Generalmente se le encuentra en aguas cuya temperatura
es superior a los veinte grados centígrados. Es raro encontrarla y no suele ser
agresiva; los accidentes ocurren en la playa o en los esteros.

Ubicación: Océano Pacífico.

Localización de la mordedura: los accidentes pueden ocurrir en los pies o en los


dedos de los pies, debido a que por lo regular, las personas están descalzas en
los sitios donde ella habita. También pueden ocurrir accidentes en otras partes del
cuerpo si el encuentro ocurre en el agua; pero rara vez muerde porque huye de la
presencia del humano, su veneno es muy activo.

Sintomatología manifestada: Puede causar dolor severo, hinchazón leve; luego,


dolor profundo y palidez de la piel.

Familia Boidae

Estas serpientes no venenosas son las más antiguas y las más grandes de todas
las serpientes que todavía existen en el planeta. Ellas fueron la familia dominante
de serpientes entre 65 y 36 millones de años atrás antes de que la familia más
evolucionada de los colúbridos apareciera y empezara a competir con ellas.
Debido a que existían antes de que muchas de las masas terrestres se separaran,
ellas tienen una distribución mundial. Las boas constrictoras existen
predominantemente en las secciones tropicales de América y las pitones, sus
parientes cercanos, evolucionaron en África, Asia y Australia.

Distribución geográfica de la familia Boidae


Distribución geográfica de la familia Pythonidae

Sus características primitivas incluyen ausencia de veneno, una mandíbula rígida,


cráneo pesado, estructuras de huesos pélvicos, y los restos de miembros
atrofiados en forma de espuelas o garras heredadas de sus ancestros, los
lagartos, sin embargo, algunas especies si muestran una adaptación evolutiva en
forma de escamas sensibles al calor alrededor de su boca. Aunque son similares
en función a las fosas de los vipéridos, esta característica fisiológica evolucionó de
manera separada, y no es tan efectiva como la capacidad de detección de calor de
los vipéridos.

Su técnica de caza se caracteriza por tenderse y esperar en forma de emboscada,


como muchas otras serpientes que consumen mamíferos que son más rápidos y
que tienen más resistencia que ellas. Su patrón de color es el camuflaje ideal
especialmente durante la caza nocturna. Para atrapar la presa, una constrictora
toma impulso moviendo hacia atrás la cabeza y golpea a la presa fuertemente
envolviendo su cuerpo para sofocarla. Ellas no destripan a la presa sino que la
sofocan al apretarla gradualmente más fuerte cada vez que exhala. La muerte
ocurre por falta de oxígeno o porque el corazón no puede bombear sangre a
través del sistema vascular. Algunas constrictoras arbóreas tienen dientes
especiales que les permite morder y sostener presas en movimiento como aves o
murciélagos. Sin falla, las constrictoras siempre empiezan por la cabeza al
momento de consumir a su presa. Estas serpientes prefieren una dieta de
mamíferos y aves porque la constricción es más efectiva en animales de sangre
caliente que necesitan respirar más frecuentemente. Una de las principales
diferencias entre boas y pitones es la manera de reproducción. Las boas son
vivíparas mientras que las pitones ponen grandes cantidades de huevos
(ovíparos) y los protegen durante la incubación. La pitón es una de las pocas
serpientes que demuestran cuidado materno.

FAMILIA COLUBRIDAE

Esta diversa familia apareció aproximadamente hace 36 millones de años y


comprende dos tercios de todas las especies de serpientes conocidas.
Actualmente es la familia de serpientes dominante de serpientes en todos los
continentes del mundo excepto Australia.

Distribución geográfica de la familia Colubridae


Se encuentran en árboles, en el suelo, bajo el suelo y en el agua. Las especies
más comúnmente reconocidas son la serpiente cinta, serpiente jardinera,
serpiente ratonera y serpiente de látigo o corredora.

Aunque dos tercios de estas serpientes son completamente no venenosas, el otro


tercio desarrollo el primer rudimentario veneno producido por un órgano conocido
como glándula de Duvernoy. Como componente de esta adaptación vino un
primitivo sistema de inyección de veneno en forma de sólidos colmillos traseros y
después, colmillos traseros acanalados. Aunque es efectivo en su presa, el
veneno de los colúbridos es débil y sus colmillos traseros muy ineficientes desde
el punto de vista defensivo. Debido a esto los colúbridos representan muy poco
peligro para los humanos. Sin embargo, su veneno puede causar síntomas locales
en humanos incluyendo dolor, hinchazón y sangrado continuo. Casi todos los
colúbridos tienen bacterias en su boca las que pueden causar infecciones si la
herida de la mordedura no es limpiada apropiadamente

Muchas especies de colúbridos usan su increíble velocidad y agilidad para


activamente buscar y atacar a su presa. Las especies venenosas sostienen a su
presa y dejan que el veneno haga efecto. Las no venenosas pueden usar
constricción como las boas, o inmovilizan a su presa golpeándola, o por la pura
fuerza de su mordedura. El camuflaje y la sorpresa también juegan un papel muy
importante a la hora de capturar una presa. Los colúbridos han desarrollado un
poco de características contra los predadores que les ayuda en su sobre vivencia.
Algunas especies quiebran su cola apropósito, la que se queda moviéndose, para
distraer a un predador que viene mientras ellas escapan. Otras pretenden estar
muertas tendiéndose boca arriba y mostrando su estomago. Uno de los rasgos
más efectivos contra los predadores es imitar los patrones de color y las marcas
de las venenosas especies Elapidae y Viperidae.
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