Análisis de la orina y del sedimento
urinario normal y patológico
¿Cuáles son las indicaciones para la toma de
un EGO?
El Examen General de Orina (EGO) se realiza
con la sospecha de un posible trastorno
relacionado con las vías urinarias y el
funcionamiento renal, sin embargo deben de
tomarse unas consideraciones en el paciente
antes de realizarse la recolecta de muestra:
- El paciente debe evitar las relaciones
sexuales durante los 3 días previos.
- No debe ingerirse alcohol 24h antes
de la recolección.
- Se evitan consumir zanahoria,
papaya o betabel.
- De ser posible, se debería suspender
le medicamento en uso (personalizar
cada caso).
- Se debe de realizar un correcto aseo
previo a la recolección. Figura 1
- Se evita recolectar la muestra
durante menstruación (algunos
mencionan uso de tampón).
- En bebés se recomienda el uso de
bolsa pediátrica, aunque la punción
suprapúbica es mucho más
confiable.
TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE ORINA
Se indica al paciente que recolecte la primer
orina de la mañana, con dieta seca durante
el día anterior (consumiendo sólidos excepto
frutas y verduras), esto permite concentrar la
orina y visualizar más elementos.
- Mujeres: se recomienda que si
menstrúan, se coloquen un tampón
la noche anterior.
- Hombres: deben higienizarse el
glande retrayendo el prepucio.
La muestra de orina no debe de pasar más de
2 horas sin refrigerar (siendo a 4°) debido a
que pierde valor diagnóstico.
Dentro de las técnicas de recolección,
encontramos:
A chorro medio. El paciente elimina en el
escusado la primera porción de la orina, el
resto la recolectará directamente del chorro
en un frasco completamente estéril
(comerciales) sin que toque ninguna parte de
la piel ni escusado. Se debe añadir el nombre
con una cinta o en el frasco, directamente en
este y no en la tapa.
- Difícil en varones con fimosis,
malformaciones uretrales, uretritis,
mujeres con paraplejias, cistocele.
Mediante cateterismo. Mediante una bolsa
recolectora alojada junto a la sonda del
paciente, se comienza la recolección durante
la noche. Desventajas:
- Arrastra gérmenes (sobre todo en
mujeres), propicia infecciones
iatrogénicas, puede provocar en
pacientes con infección de vías
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urinarias uretritis a nivel de una
erosión ureteral.
Punción precutánea suprapúbica. Se realiza
una punción debajo de la unión púbica
(algunas veces se puede ecoguiar) y con ello
se obtiene la orina mediante una jeringa. Es
el método de oro para la recolección de
orina, sin embargo puede tener
complicaciones como:
- Hematuria transitoria, menos
frecuente absceso de pared
abdominal, peritonitis, hematoma
vesical o supravesical, y/o
perforación intestinal.
- Se contraindica en paciente con
vejiga no llena, con cicatrices
prevesicales, tumores vesicales,
piuria manifiesta o vejiga retraída.
CARACTERES FÍSICOS
Cantidad. Normalmente va de 1.200 a 1.500
ml, que varía de acuerdo a la ingesta de
líquidos.
- En afecciones como diabetes insípida
el volumen puede aumentar de 6-20
L por día.
Aspecto. Es de color límpido y transparente,
si se agita genera espuma que normalmente
desaparece rápidamente. Si se deja reposar
precipitan sus compuestos formando un
sedimento en el borde inferior del
contenedor; será rojo ladrillo en presencia de
uratos o ácido úrico o blancuzco en presencia
de fosfatos neutros, alcalinotérreos y
carbonatos, aunque pueden tener estos
aspectos causas no patológicas. Cuadro 1.
Color. Puede variar siendo:
- Ámbar. El color ámbar cambia de
acuerdo a la concentración de
urocromos.
- Orina pálida. Se observa en diabetes
insípida y personas con lesión renal
crónica (en estas las muestras van a
ser isocrónicas, independientemente
de la ingesta, debido a la oxidación
incompleta de cromógenos).
- Orina oscura rojiza. Polvo de
ladrillos, se debe a una alta
concentración de uratos por
pérdidas acuosas extrarrenales
(vómito, diarrea, insuficiencia
cardiaca) o por sangre. También se
debe a fármacos como piramidón,
riubarbo, santonina, L-dopa,
fenolftaleína, deferoxamina B. Puede
ser por infección por Serratia
marcescens (serraciosis), siendo
anaranjado y tras 24h se torna rojizo.
- Orina oscura. Puede ser por coluria
(color coca-cola), hematuria
(diferenciadas por la espuma
persistente en coluria y no
hematuria), alcaptornuria (alcalina
con baja concentración de ácido
ascórbico), intoxicación por alanina,
fenol, lisol, gayuba.
- Lechoso. Presencia de lípidos
(quiluria) o pus.
Olor. “Sui generis”, aromático como caldo de
carne, se percibe modificado por consumo
de espárragos (mercaptano), cebollas,
aceitunas o ajos. Cambia a olor amoniacal
por la conversión de urea a carbonato
amóniaco por el Micrococcus urea. Se
modifica en algunas patologías como:
- Amoniacal en pacientes con IVU
bajas.
- Fétido como podrido en orinas
albuminosas.
- Manzanas, orujo o hierba cortada en
diabetes (cetonas).
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- Dulzaino como billisotérreo en
pacientes con coma hepático.
- Azúcar quemado o jarabe de alce en
la leucocinosis.
- Lúpulo o apio en enfermedad por
mala utilización de cetoácidos (con
déficit neurológico).
- Violetas en ingesta de azafrán,
valeriana y tramentina.
Densidad. A través de un densímetro que se
introduce en una probeta con la orina (sin
que toque paredes y eliminando burbujas),
tiene una densidad mínima de 1.001 a 1.003
y máxima de 1.030 a 1.040:
- Hipostenuria: se dice cuando una
orina no alcanza los grados máximos
de densidad.
- Isostenuria: cuando la orina es de
densidad baja, fija e invariable. Se
debe descartar potomanía,
alteración tubular o diabetes
insípida. En paciente con lesión renal
(aguda o crónica), la densidad
urinaria es la misma que la
plasmática, siendo reiteradamente
de 1.020.
Esta densidad si bien representa la relación
del peso del volumen de orina y el mismo
agua, lo ideal sería medirlo en osmolaridad
urinaria ya que refleja la verdadera
capacidad reguladora del riñón; sin embargo
es más accesible un densímetro que nos
permita medir la concentración de la orina,
ya que hay sustancias que modifican esta
como proteínas, glucosa, contraste yodado
(alcanzando hasta 1.050), que se encuentran
con mayor o menor concentración con
glucosuria o proteinuria.
Reacción y pH urinario. Depende del tipo de
alimentación y estado séptico del paciente;
en este apartado también se debe de
considerar el pH normal de la misma, siendo
alrededor de 5, que varía de 4-8 se considera
alcalina cuando sobrepasa los valores de 7.
La primer orina se acercará a 4 por la
eliminación de la carga ácida del
metabolismo, si se mantiene ácida por el
resto del día, indica causa patológica. En
dado caso en que el pH se encuentre bajo (4-
5) con un bicarbonato sérico bajo, indica
acidosis tubular renal proximal.
Proteinuria. Mediante la introducción de
ácido sulfosalicílico al 5% o ácido
tricloroacético, se mide el grado de turbidez
que se produce en presencia de proteínas, y
mediante una tira reactiva y una tabla de
referencia de la misma, se indica mediante
cruces la presencia o ausencia de estas:
- + y ++ indican límite normal de
proteinuria indicando 2g/día.
- +++ y ++++ indican un rango
nefrótico mayor a los 2g/día,
refiriendo un aspecto patológico.
Normalmente se excretan <300mg/día
(algunas mencionan normal por debajo de
100-150mg/día), dentro de las cuales se
encuentran la albúmina, globulinas y
fibrinógeno.
En las tiras reactivas la proteinuria se limita a
medir cualitativamente la presencia de
albúmina, y por ello las proteinurias como la
de Bence-Jones no se evidencia en ellas y no
es 100% sensible por esta limitante. La
confirmación de una afección renal, se debe
corroborar con proteinuria de 24h, o relación
proteínas/creatinina.
Sedimento normal. Se pueden llegar
aobservar 2-3 hematíes por campo de 400x y
similar a leucocitos. Presenta usualmente
cilindros hialinos de aspecto translúcido de
baja refringencia, estos se forman en el
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túbulo distal y conductos colectores por la
precipitación de mucoproteína de Tamm-
Horsfall, pueden encontrarse dentro de estos
células atrapadas, siendo cilindros epiteliales
mixtos, de la misma forma que carecen de
importancia clínica.
También se pueden presentar cristales de
oxalato cálcico, uratos amorfos en orinas
ácidas y fosfatos amorfos en medio alcalino
que dependiendo del contexto del enfermo
se le da la significancia clínica.
CARACTERES ANORMALES
Glucosa. Una persona sana no la presenta
debido a que es totalmente reabsorbida; la
glucosuria indica por lo menos niveles
glucémicos mayores a 200 mg/dL. Si no hay
valores excedentes a este, la causa puede ser
por defecto aislado en el transporte de
glucosa (glucosuria renal), en disfunciones
tubulares generalizadas (síndrome de
Fanconi) o enfermedad tubulointersticial.
Cetonas. Ausentes normalmente, se
desarrollan con cetoacidosis diabética,
alcoholismo o ayuno.
Alteraciones en el sedimento
Hematuria. Se denomina a la emisión de
orina sanguinolenta y no orina con
uretrorragia ni presencia de hemoglobina en
orina; se visualizan hasta 3 elementos por
campo de gran aumento, pueden ser
isomórficos o dismórficos (usualmente
acantocitos, que indican hematuria
glomerular).
Basta 1 ml de sangre en 1L de orina para que
sea macroscópicamente visible y si es
hemorragia grande y de mucho tiempo, se
oxida (oxihemoglobina) y genera un tono
oscuro pardonegruzco.
Hemoglobinuria. Sin relación a una afección
del aparato urinario, tiñe la orina sugiriendo
hematuria. Se debe a hemólisis grave,
rebasando los 100 mg/100 ml; a diferencia
de la hematuria, su color dura más tiempo y
carece de eritrocitos en sedimento.
Leucocituria. Pueden llegarse a encontrar
normalmente hasta 5 elementos por campo
de gran aumento; mayor a esto indica
infección o contaminación vaginal.
Células epiteliales.
- Renales: pequeñas, poliédrica con
núcleo grande ovoide o esférico, se
aglomeran en cúmulos o cilindros.
- Uretra o vagina: si son pavimentosas,
aplanadas, grandes y con núcleo muy
pequeño.
- De transición (renal/ureteral): núcleo
de tamaño intermedio, mayores a los
leucocitos.
- Vesicales: piriformes o con rabo, se
presentan en caso de catarro
inflamatorio de las vías urinarias.
- Células neoplásicas: se presentan en
grupos, citoplasma escaso (“núcleo
desnudo”); núcleo voluminoso,
irregular, con anomalías en
cromatina de zonas claras/oscuras
que dan aspecto atigrado.
Eritrofagocito. Célula tubular que fagocita
eritrocitos, indica hematuria de origen
glomerular.
Cuerpos ovales grasos. Son células tubulares
que han incorporado gran cantidad de grasa
y se ven con grasa disuelta, propios del
síndrome nefrótico.
 Análisis de la orina y del sedimento
urinario normal y patológico
Cilindros. Son moldes de los tubos uriníferos: con urocultivo. Una combinación de ambos
se aprecia en paciente
Hialinos: son formaciones gelificadas de la
inmunocomprometido.
proteína de Tamm Horsfall; son tenues,
transparentes, incoloros, paralelos, extremos
redondeados y longitud variable. Se
presentan en toda persona normal, en
aquellos que realizan ejercicio muscular
intenso o estados febriles.

Pueden retener células epiteliales,

leucocitos, hematíes, grasa o hemoglobina;
aquellos con insuficiencia renal crónica
tienen cilindros anchos, granulosos;
mientras en el síndrome nefrótico tienen
cuerpos ovales grasos o gotas de grasa
suelta, en el caso de necrosis tubular aguda
hay cilindros negros.

Granulosos. Hay cilindro con impacto de

célula epitelial, degeneración adiposa o
eritrocitos (patognomónico de hemorragia
del parénquima renal). Indicio de lesión
renal y hay presencia de células epiteliales
renales y eritrocitos. Se pueden ver en
sujetos sanos con grandes esfuerzos físicos.

Cilindros céreos. Largos, gruesos, de

contorno preciso, brillantes y amarillentos;
entre más dilatada es el túbulo renal, más
ancho es el cilindro. Se observan en estados
terminales de glomerulonefritis.

Cilindros del coma. Son granulosos, cortos y

anchos que abundan en el coma diabético.

Cristales. Existen de ácido úrico, colesterol,

oxalato de calcio, fosfatos amorfos, o por
cristalización de fármacos como sulfamidas y
sustancias de contraste.

Bacterias y hongos. Se relacionan con

contaminación en la recolección de muestra
o si se acompañan de leucocituria, pueden
ser indicio de infección de vías urinarias; el
diagnóstico definitivo de infección se realiza
 Análisis de la orina y del sedimento urinario normal y
patológico
Cuadro 1.

BIBLIOGRAFÍA:
- Argente y Álvarez. Semiología Médica (XX ed.), Buenos Aires, Argentina. Médica Panamericana; 2013
- Surós Batlló Antonio. Semiología Médica y Técnica Exploratoria. (8ª Ed.), ELSEVIER. 2005