Impugnación como acción y efecto de impugnar, significa la facultad procesal de
refutar una resolución o sentencia judicial cuando se estima que adolece de
errores, dirigida a provocar su revisión. En otras palabras, los medios de impugnación son los medios procesales, con los que las partes de un proceso cuentan, para tratar de anular o modificar las resoluciones judiciales que se dictan dentro de un proceso, siendo el principal objeto de estos, evitar abusos de poder, motivar mayor reflexión, corregir errores humanos o interpretaciones incorrectas de la ley, así como prevenir abusos o arbitrariedades. Aunque en la doctrina, así como en algunas legislaciones, se alude a que la denominación recurso y medio de impugnación, son palabras con el mismo significado, la verdad es que mientras que el recurso, viene a ser el medio técnico de impugnación y subsanación de esos errores, impugnar, es la acción de interponer un recurso contra una resolución judicial, sea de mero trámite o sea una sentencia definitiva. La distinción entre medios de impugnación y recursos radica esencialmente en que los primeros comprenden a los recursos, en otras palabras, la expresión medio de impugnación es mucho más amplia que el término recurso. Es decir, todo recurso es -un medio de impugnación; por el contrario, existen medios de impugnación que no son recursos. Desde el punto de vista procesal, un recurso es la reclamación que, concedida por la ley o reglamento, es formulada por quien se cree perjudicado o agraviado por la resolución de un juez o tribunal, para que el mismo o el superior inmediato la reforme o revoque. también han indicado que el recurso puede concebirse como el medio impugnativo por el cual la parte que se considera agraviada por una resolución judicial que estima injusta o ilegal, la ataca para provocar su eliminación o un nuevo examen de la cuestión resuelta y obtener otro pronunciamiento que le sea favorable. El imputado, es quien tiene el derecho de impugnación más amplio, ya que pueden recurrir contra cualquier resolución que le perjudique, incluso contra cualquier sentencia condenatoria, o contra auto de sobreseimiento, o aun sentencia absolutoria que le imponga una medida de seguridad. La parte que impugne un documento público o privado presentado por su adversario deberá especificarse en su escrito, con la mayor precisión posible, cuáles son los motivos de impugnación. Con dicho escrito se formará pieza separada, que se tramitará de acuerdo con el procedimiento de los incidentes, siendo apelable la resolución que se dicte. Si la impugnación del documento no estuviere decidida al vencerse el término probatorio, el juez podrá suspender el proceso principal hasta la decisión del incidente, si estimare que es fundamental para la sentencia. Si al resolverse el incidente de impugnación se declarara total o parcialmente falso el documento, se remitirá la pieza original o una certificación de la parte conducente, al juez respectivo del orden penal. El proceso penal por falsedad no detiene ni modifica las conclusiones del proceso civil. Si un documento privado fuere impugnado por aquél a quien se atribuye, podrá éste pedir que se proceda al cotejo de letras por peritos, señalando los documentos indubitados con los que deba hacerse la confrontación. A falta de medios idóneos y a juicio del juez, de oficio o a solicitud de parte, podrá ser requerida la persona a quien se atribuye el documento para que escriba y firme lo que el juez le dicte en el acto, o estampe su huella dactilar si éste fuere el caso por no saber firmar. Si se negare a ello, se estimará como auténtico el documento discutido.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales