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El juez podrá ordenar la comparecencia personal de las partes en cualquier

estado de la causa, sea de oficio o a solicitud de una de ellas.


La ordenanza de comparecencia personal indicará el día, hora y lugar en que
debe verificarse y dispondrá la citación de las partes tres días, por los menos,
antes de la fecha fijada para la audiencia.
Cuando la comparecencia es ordenada en le curso de una audiencia, las partes
presentes o debidamente representadas se tendrán como citadas.
La comparecencia de las asociaciones de empleadores o de trabajadores se
hará por medio de sus representantes; la de las demás personas morales, por
sus respectivos gerentes o administradores.
En ningún caso podrá ordenarse la comparecencia de una asociación u otra
persona moral cuyo representante, gerente o administrador no tenga
conocimiento personal de los hechos controvertidos.
El juez podrá ordenar la comparecencia personal de las partes en cualquier
estado de la causa, sea de oficio o a solicitud de una de ellas.
La ordenanza de comparecencia personal indicará el día, hora y lugar en que
debe verificarse y dispondrá la citación de las partes tres días, por los menos,
antes de la fecha fijada para la audiencia.
Cuando la comparecencia es ordenada en el curso de una audiencia, las
partes presentes o debidamente representadas se tendrán como citadas.
La comparecencia de las asociaciones de empleadores o de trabajadores se
hará por medio de sus representantes; la de las demás personas morales, por
sus respectivos gerentes o administradores.
En ningún caso podrá ordenarse la comparecencia de una asociación u otra
persona moral cuyo representante, gerente o administrador no tenga
conocimiento personal de los hechos controvertidos.
La solicitud de comparecencia personal hecha por una de las partes vale
promesa suya de comparecer personalmente.
El día de la audiencia la parte que haya solicitado la comparecencia indicará al
juez, en forma concreta, los hechos sobre los cuales desea que se interrogue a
la otra.
Esta última puede luego de haber respondido al interrogatorio, solicitar que se
interrogue a la primera sobre los mismos hechos o sobre otros que tengan
relación con las cuestiones de hecho o de derecho en discusión.
El juez podrá negarse a transmitir a una de las partes las preguntas sugeridas
por la otra:
1o. Cuando se trate de hechos no concluyentes o no pertinentes;
2o. Cuando las preguntas mismas o sus respuestas puedan referirse a hechos
o circunstancias que ataque el honor o la consideración de la parte interrogada,
de su cónyuge, o de uno de sus parientes o afines más próximos. Una parte
puede negarse a contestar una pregunta:
1o. En el caso previsto en el ordinal
2o. del artículo que antecede;
2o. Cuando se trate de hechos extraños al proceso o de hechos en los cuales
por no haber intervenido personalmente la parte interrogada, carezca ésta de
información suficiente para responder;
3o. Cuando la pregunta tenga relación con procedimientos o métodos de
trabajo, descubrimientos o invenciones cuyo secreto no desee revelar la parte
interrogada y tenga derecho a ello.
La falta de comparecencia o la negativa a contestar de una de las partes sin
causa justificada, puede ser admitida como presunción contra ella.

 El acta de interrogatorio enunciará sumariamente las preguntas hechas por el


juez, requeridas o no por las partes, y sus respectivas contestaciones.
Será redactada en la misma audiencia y leída allí mismo a las partes, quienes
manifestarán su conformidad o reparos y firmarán, si saben y quieren hacerlo,
con el juez, los vocales y el secretario. De todo esto se dará constancia al final
del acta

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