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Digamos que la Aromaterapia actúa principalmente sobre nuestro sentido del olfato. Uno de
los sentidos más primitivos de nuestra especie, sentido que compartimos con todos los
mamíferos del planeta, y que está directamente relacionado con el
instinto de supervivencia. Un rico aroma nos lleva a sentir placer y bienestar, un aroma
desagradable o un “mal olor” nos invita a la retirada: no podemos soportar un olor
desagradable mucho tiempo. Esto es posible porque el aroma penetra por nuestra nariz hasta
el sistema límbico, que es una caja de resonancia dentro de nuestro cerebro donde se
encuentran nuestras memorias (emotiva e intuitiva), nuestras emociones (humor) y nuestros
instintos. Es por esto que se ha descubierto que con la ayuda de aceites esenciales, la
aromaterapia puede estimular la
liberación de sustancias químicas (hormonas o neurotransmisores) que intervienen en la
liberación de emociones positivas y de bienestar.
Los aceites esenciales se dividen para su clasificaciòn aromàtica segùn de la zona de las
plantas que fueron extraídos, tenemos entonces una primera clasificaciòn de aromas, que nos
permite generalizar algunas características para su utilizaciòn (más allá de que cada aceite
tiene sus propias funciones individuales, y también cada aplicaciòn tiene una medicina
diferente):
- Aromas cítricos/frutales: se extraen de los frutos de la planta. Tienen una
característica que comparten: son revitalizantes.(pura vida, nos conectan con la
alegría, con el desapego, con la motivación, con la energía vital)
- Aromas Florales: se extraen de las flores de la planta. Tienen en común que
pertenecen a la energía más sutil, nos invitan a la transmutación, la relajación, la
conexión del cuerpo físico y el espíritu, la paz mental, el estado de meditación.
- Aromas Herbales: se extraen de las hojas de la planta. Por lo general son aromas
frescos y ese es su aporte en común: la frescura, refrescan las situaciones donde
hay mucha tensión o malestar, es como un rejuvenecimiento energético, despejan
la mente, despejan en general.
Comparten la característica de ser estimulantes.
- Aromas amaderados: se extraen del tronco de la planta, pueden ser mediante resinas o
salvia. Son en general aromas fuertes y masculinos, nos conectan
con la madre tierra y con el cuerpo físico. Comparten la característica de
enraizarnos, pueden utilizarse en ocasiones donde la persona se encuentre muy en
babia o estancada en sus cuerpos más sutiles y necesite energía de manifestación,
materialización.