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Michel Foucault (1926-1984)

Influencias teóricas: marxismo, existencialismo, estructuralismo.

Miguel Morey: clasifica en tres etapas la obra de Foucault


1. Arqueológica – 1963-1969. Tema de investigación: el saber, el discurso
2. Genealógica – 1969 – 1976. Tema de investigación: el saber y el poder
3. Ética – 1976 – 1984. Tema de investigación: la construcción del sujeto

No son etapas que empiezan y finalizan sino círculos concéntricos: cada uno incluye a la
anterior
La verdad y las formas jurídicas

Primera conferencia. Nietzche y su crítica del conocimiento

Segunda conferencia. Edipo y la verdad

Tercera conferencia. De la verdad de los particulares a la verdad pública: el nacimiento


de la indagación jurídica

Cuarta conferencia: La sociedad disciplinaria y la exclusión

Quinta conferencia: La inclusión forzada: el secuestro institucional del cuerpo y del


tiempo personal

Los anormales
Clase del 8 de enero de 1975.
Clase del 15 de enero de 1975.

Las pericias psiquiátricas en materia penal.


En La verdad y las formas jurídicas estudia dos formas de conocimiento (o de
producción de verdad):

1. Indagación (forma de conocimiento que se puede rastrear haciendo una genealogía


de las prácticas jurídicas, fundamentalmente del derecho penal)

2. Examen (forma de conocimiento que puede ser rastreada en la genealogía de las


ciencias del hombre: sociología, psicología, psicopatología, criminología y
psicoanálisis que produce una serie de controles políticos y sociales en los inicios de
la sociedad capitalista, al final del siglo XIX)
Formas de producción de verdad:

1. Indagación.

Segunda conferencia:
La tragedia de Edipo es el primer testimonio que tenemos de las prácticas judiciales
griegas. Se trata de una historia en la que un soberano y un pueblo, ignorando cierta
verdad, consiguen a través de una serie de técnicas descubrir una verdad que
cuestiona la propia soberanía del soberano.

La tragedia de Edipo es, por lo tanto, la historia de una investigación de la verdad: es


un procedimiento de investigación de la verdad que obedece exactamente a las
prácticas judiciales griegas de la época.

Tercera conferencia:
Estudio del nacimiento de la indagación en la Edad Media
Derecho germánico: no hay nadie representando a la sociedad, es un modo de
relacionamiento judicial entre particulares que funciona mediante la venganza o el
acuerdo.
En el derecho feudal (siglos X y XI) el litigio se resolvía mediante una serie de pruebas
aceptadas por los dos litigantes a las que ambos se sometían.

1. Pruebas sociales (de la importancia de un individuo)


2. Pruebas de tipo verbal (seguimiento de determinadas fórmulas verbales)

Derecho feudal. No se trata de investigar la verdad sino de someterse a una prueba.

En ningún momento aparece algo parecido a una sentencia, que comienza a partir de
finales del siglo XII y principios del siglo XIII.

En el derecho de esta época se inventó una forma de saber cuya proyección y destino
será capital para la historia de Occidente: la indagación, que apareció por primera vez
en Grecia y quedó oculta después de la caída del Imperio Romano y resurge en los
siglos XII y XIII con la figura del procurador que representa al soberano (el
procedimiento judicial contra un individuo será un proceso que involucra a toda la
sociedad). Aparece la noción de infracción a un individuo será concebido como una
infracción al cuerpo social que se defiende. La idea de reparación deja de ser la
reparación del daño a un individuo sino la idea de reparación a la ofensa contra el
soberano y la ley.
En la Alta Edad Media el proceso de indagación surge en la Iglesia carolingia y
merovingia. Inquisitio generalis del obispo al visitar una localidad que pasaba a la
inquisitio specialis que consistía en indagar qué se había hecho y quién lo había
hecho.

Indagación y confesión del culpable.

El procurador retoma esta forma de establecimiento del culpable (es un modelo


espiritual, administrativo, religioso y político)

La indagación tuvo un doble origen, administrativo ligado al surgimiento del Estado en


la época carolingia y religioso, eclesiástico, presente durante toda la Edad Media.

Aparece cuando no hay delito flagrante.

La indagación, en la época medieval es sobre todo un proceso de gobierno, una técnica


de administración, una modalidad de gestión, en otras palabras una determinada
manera de ejercer el poder.
2. Examen

La formación de la sociedad disciplinaria (a finales del siglo XVIII) aparece con la


reforma del sistema judicial en Europa y el resto del mundo.

Foucault hace la genealogía de la reforma en Inglaterra y Francia.

Transformación de los sistemas penales:


Estudia la,

1. Elaboración de la ley penal. La infracción no es una falta moral o religiosa sino una
ruptura de la ley establecida por el lado legislativo del poder político.
2. La ley penal no debe establecer en términos positivos la ley natural o religiosa sino
La ley no se sustenta en términos religiosos sino
lo que es útil para la sociedad. por medio de la formalización característica del
estado
3. Se debe establecer una definición clara y simple de la infracción. No es algo
emparentado con el pecado o la falta sino con la ley. El que atenta contra la ley
atenta contra toda la sociedad. Es el que rompe el pacto social (Rousseau). Es un
enemigo interno.
4. El proceso penal debe permitir la reparación social del daño causado mediante la
exclusión social: deportación, exilio, aislamiento social, trabajo forzado.
5. Estos procedimientos de penalidad fueron sustituidos por el encarcelamiento que
surge a comienzos del siglo XIX y que no estaba prevista en el programa del siglo
XVIII.
Toda la penalidad del siglo XIX pasa a ser un sistema de control no sobre la conducta
adecuada a la ley sino sobre lo que pueden o no hacer, son capaces de hacer, están
dispuestos a hacer o están a punto de hacer.

Surge en la criminología del siglo XIX la noción de peligrosidad.

Control penal punitivo que no solo puede ser efectuado por la justicia sino por una
serie de poderes laterales y toda una red de vigilancia y corrección: la policía para la
vigilancia, las instituciones psicológicas, psiquiátricas, criminológicas, médicas y
pedagógicas para la corrección.

La función ya no es castigar las infracciones sino corregir al individuo en lo que


Foucault denomina la edad de la ortopedia social.

Se trata de lo que Foucault denomina sociedad disciplinaria (en oposición a las


sociedades penales). Es la edad del control social.

Modelo de Jeremy Bentham, el panóptico que permite un poder de control del espíritu
en un tipo de institución que vale tanto para las escuelas, como para los hospitales, los
reformatorios, las prisiones, los hospicios y las fábricas.
El panoptismo es una forma de saber que se apoya no sobre la indagación, sino sobre el
examen.

No se trata de reconstruir un acontecimiento sino de vigilar sin interrupción y


totalmente. Vigilancia permanente sobre los individuos por alguien que ejerce sobre ellos
un poder, que no solo tiene el poder de vigilar sino de construir sobre ellos un saber.

Se establece en relación de la norma, qué es lo normal y qué no lo es, que es lo correcto


y qué no lo es, qué se debe o no hacer.

El examen es un saber de vigilancia, organizado alrededor de una norma que establece el


control de individuo durante toda su existencia.

Esta forma de saber-poder da lugar al surgimiento de las ciencias humanas: psiquiatría,


psicología, sociología, educación, trabajo social.

¿Cómo se dio este proceso de pasaje de la indagación al examen? Foucault estudia este
proceso en Inglaterra y Francia, analizando el miedo de las clases detentadoras del poder
y la riqueza sobre los desheredados. El control se ejerce, fundamentalmente sobre los
pobres.
El proyecto ilustrado es la emancipación del hombre a través de la razón. Supone una
conexión entre ciencia, racionalidad y libertad humana universal.

En la búsqueda de la libertad a través de la razón, los hombres pierden el sentido y la


libertad. Esta advertencia de Weber, ¿representa el epígrafe de la modernidad?

Esta crisis de la razón está contextualizada en una crisis de la modernidad, cuyas


críticas pueden sintetizarse en:

•críticas procesadas al interior del proyecto ilustrado


Modernos

•críticas que lo cuestionan desde una perspectiva externa


1. Posmodernos
2. Neoconservadores.
El proyecto genealógico de Foucault, puede interpretarse como una forma de la crítica
de la razón.

Lo que debe analizarse son las prácticas sociales y éstas no pueden entenderse
adecuadamente aisladas de los contextos sociohistóricos en los que surgen y funcionan.

Foucault está interesado en las relaciones de poder que atraviesan estas prácticas y sus
contextos. Nos recuerda que “la verdad (...) no es (...) la recompensa de los espíritus
libres”, “la verdad es de este mundo; se produce en él gracias a múltiples coacciones”.

El análisis genealógico diferencia:

1. Los aspectos políticos de las normas y regulaciones “internas” de las prácticas


discursivas.

2. Las relaciones “externas” de los discursos teóricos,


Los discursos de las “ciencias del hombre”, con los discursos prácticos en los
cuales éstos son “aplicados” (los discursos de psicólogos, psiquiatras, trabajadores
sociales, educadores, jueces)
Las prácticas institucionales con las que están entretejidos (asilos, hospitales,
prisiones, escuelas, burocracias administrativas, servicios sociales)
Diferencias en la concepción de las ciencias del hombre entre Foucault y Habermas.

“Cada sociedad –dice Foucault– tiene su régimen de verdad” y la genealogía está


interesada precisamente en cómo nos gobernamos a nosotros y a los otros mediante
su producción.

Concentrándose principalmente en las ciencias humanas, Foucault examina el


conjunto de formas en las que las relaciones de poder son tanto condiciones como
efectos de la producción de la verdad sobre los seres humanos.
Pone al descubierto las relaciones que existen entre el poder ejercido sobre las
personas, para extraer de ellas y sobre ellas, datos –de múltiples formas, desde
observar, examinar e interrogar individuos a estudiar y administrar poblaciones–
y los resultados del poder que corresponden a los expertos cualificados y a los
profesionales que poseen y aplican el conocimiento obtenido de ese modo en campos
de investigación que van desde la psiquiatría y la medicina a la ciencia penal y a los
estudios de población.

De acuerdo con Foucault, las ciencias del hombre no sólo surgen en marcos
estructurados por relaciones de poder, sino que siguen funcionando, principalmente
en esos marcos.
De hecho, lo que es característico del régimen de disciplina moderno, en su opinión, es
precisamente la forma en que la coacción mediante violencia ha sido en gran medida
sustituida por la fuerza más amable de la administración por medio de expertos
científicamente preparados, por la exhibición pública de poder mediante el despliegue
imperceptible de técnicas basadas en un conocimiento detallado de sus objetivos.

Por tanto, desde la perspectiva de Foucault, las ciencias humanas son causa principal
del desastroso triunfo del pensamiento de la Ilustración, y el observador panóptico
científico es una expresión sobresaliente de la centralidad del sujeto, putativamente
universal, que ese pensamiento promueve.

La genealogía revela, al rastrear los orígenes humildes de estas ciencias, las


interconexiones constitutivas de éstas con las constelaciones históricamente
cambiantes de poder. “Poder y conocimiento se implican directamente el uno al otro
(...) El sujeto que conoce, los objetos a conocer y las modalidades del conocimiento
deben ser considerados como otros tantos efectos de esas implicaciones
fundamentales del poder-conocimiento y de sus formaciones históricas”.
Aunque Habermas está de acuerdo con Foucault en que la verdad es una “cosa de este
mundo”, distingue entre propuestas cognitivas fundamentalmente distintas,
caracterizadas por diferentes configuraciones de la acción, la experiencia y el lenguaje.
Lo hace con el propósito de oponerse a la identificación de la racionalidad estratégica e
instrumental con la racionalidad en sí.

Interpretar la racionalización sociocultural tan sólo como la hegemonía creciente de las


técnicas de control y poder, de dominación y administración, no sólo es erróneo, sino
principalmente parcial.

Esa lectura no capta la selectividad de la modernización capitalista, su fracaso al


desarrollar de forma equilibrada las diferentes dimensiones de la racionalidad creadas por
la moderna comprensión del mundo. Puesto que somos fundamentalmente animales que
utilizan el lenguaje, como animales que utilizan herramientas, la caracterización de la
razón como esencialmente instrumental y estratégica resulta fatalmente unilateral.
Es cierto, por otra parte, que ciertas formas de racionalidad han conseguido
preponderancia en nuestra cultura. Los subsistemas en los que están centralmente
institucionalizadas la economía y la administración del gobierno, han impregnado cada
vez más otras áreas de la vida hasta transformarlas a su imagen y semejanza.

La resultante de la “monetarización” y “burocratización” de la vida es a lo que Habermas


se refiere como “colonización del mundo de la vida”.

Esta imagen de la sociedad colonizada por el mercado y por las fuerzas administrativas
se diferencia de la imagen de Foucault de una sociedad disciplinada en que, entre otras
cosas, el objetivo de la crítica no es la idea ilustrada de la vida informada por la razón
como tal, sino más bien el fracaso de su consecución mediante el desarrollo e
institucionalización de modalidades de la razón distintas de aquellas centradas en el
sujeto, formas instrumentales que de manera creciente determinan nuestras vidas.
Las imágenes de Habermas y Foucault se solapan en varios puntos.

Ambas estudian, por ejemplo, la complicidad entre conocimiento y poder que es una
característica de las ciencias del hombre.

Pero Foucault considera válido este análisis para todas las ciencias humanas, mientras
que Habermas distingue entre enfoques objetivadores (por ej. conductistas), enfoques
interpretativos (p. ej. hermenéuticos) y enfoques críticos (p. ej. genealógicos y
dialécticos).

Los intereses que los informan son, argumenta, fundamentalmente diferentes, como lo
son, por consiguiente, las orientaciones generales hacia sus objetos y sus lógicas de
investigación características.
Desde esta perspectiva, sólo los enfoques puramente objetivadores están
intrínsecamente preparados para expandir su control sobre los seres humanos,
mientras que los otros enfoques pueden ser aptos, por el contrario, para extender la
intersubjetividad del mutuo entendimiento o para promover el distanciamiento
reflexivo de las creencias y prácticas que se dan por sentadas.

Reconociendo la legitimidad de las críticas a la razón, argumenta que esa razón,


responsable de la destrucción de la vida y del planeta es apenas un aspecto de la
razón, su aspecto instrumental, que sometió a los hombres a una relación
exclusivamente cognitiva con el mundo, desconociendo la existencia de otras esferas
de la vida social. Por tanto, la crisis de la razón es antes que nada, la expresión de
una reducción de la razón. La reducción de la razón a su dimensión cognitiva que
dejó de lado las normas, las vivencias subjetivas, las emociones, los valores,
restringiendo la ciencia y la tecnología a un proyecto de dominación, destituido de
su sentido ético.

Así, según Habermas, las críticas que reniegan de la razón encarnada en la


modernidad confunden la razón instrumental con la razón en sí. Por tanto, quienes
sostienen que la razón está en crisis, se limitan a una visión atrofiada o reducida de
la razón.
¿Qué propone como salida? Su propuesta es justamente rescatar esta otra dimensión de
la razón a través de su dimensión comunicativa. Se trata de una racionalidad a través de
la cual los participantes en el diálogo puedan criticar las proposiciones a través de
argumentos racionales.

Entiende que la razón está esencialmente vinculada a la crítica. A partir de ahí redefine
la ciencia rescatando la dimensión intersubjetiva del proceso de producción de
conocimiento.

Habermas sustenta una tesis interesante, porque va a los fundamentos del marxismo,
afirmando que en la raíz del proceso de conocimiento humano, existe una relación
social. Así, la ciencia es producida en el ámbito del entendimiento, de la comunicación, a
partir del proceso de argumentación, de crítica y de autocrítica, de reflexión, de auto-
reflexión de los sujetos.

Configura así un nuevo paradigma de la ciencia, el “paradigma sujeto-sujeto” que


sustituye al paradigma clásico de la modernidad, basado en la relación sujeto-objeto.
Reedita la hermenéutica (discusión con Gadamer) como método de las ciencias sociales
en términos de comprensión de sentido, de interpretación de los significados.

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