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Yocasta, la de(l) Edipo

por Sandra Auladell

Tema: Lectura de la obra teatral “Yocasta” (versión libre de “Edipo Rey”, de


Sófocles). Libro y dirección: Héctor Levy-Daniel. Elenco: Jessica Schultz, Pablo
Razuk, Carlos Kaspar, Abián Vainstein, Juan Carrasco. Teatro Anfitrión. Viernes 21
hs.

A partir de la puesta en escena de “Yocasta” (versión libre de “Edipo Rey”, de


Sófocles)1, me interesa articular algunas ideas que surgen tras haber presenciado la
obra teatral.

La modificación de la obra original transforma a Yocasta en la narradora de la


tragedia, por tanto, protagonista. También se distingue del texto original al convertirla
de aquella que entregó a su hijo para que muriera y así no se cumpliera el designio
revelado por el oráculo, en otra Yocasta, la que implora a Layo para evitar que éste dé
muerte a Edipo apenas nacido.

En la conceptualización de Edipo, el director se centra (tal como lo informa en


el programa de la obra), en el planteo que realiza Michel Foucault en “La verdad y las
formas jurídicas”, donde se opone a la teoría freudiana sobre el mito griego de Edipo,
para describirlo en términos de hombre de poder, obsesionado con conservar este
poder y dedicado a la búsqueda de la verdad sólo para consolidarse como rey en su
trono.

Sostiene Foucault que ya desde el título la obra de Sófocles alude a lo


relevante en la obra: “Edipo Rey”, no “Edipo, el incestuoso” o “Edipo, el parricida”.
Remite a Deleuze y Guattari en “El Anti-Edipo”, los cuales reducen la interpretación
basada en los sentimientos ambivalentes hacia los padres y la culpa ligada a los
deseos incestuosos hacia la madre y asesinos hacia el padre, a los cuales Freud les
da carácter universal, a una forma de coacción de los psicoanalistas para encauzar
nuestro deseo y nuestro inconsciente en los límites de la estructura familiar de la
sociedad burguesa.

Desde Foucault, el interés está centrado en el hombre político; plantea dos


modelos de relación entre poder y saber: el que encuentra su mejor expresión en los
reyes asirios, donde poder y saber coincidían en la figura del soberano (el rey-
sacerdote es ejemplo de ello), y el vigente a partir del siglo V en la tradición griega,
descripto por Platón, en el cual, el político se plantea como ajeno y hasta en oposición
con el saber. Dice Foucault que esta falsa oposición entre saber y poder es lo que

1
Teatro Anfitrión
Venezuela 3340 – CABA.
viene a denunciar Nietzsche, y que, en definitiva tras la búsqueda de la verdad se
encuentra siempre la búsqueda de poder. Edipo caería así, víctima de su propio
exceso de saber-poder, tras lo cual no le queda más destino que el destierro, forma
por él mismo decretada para castigar al asesino de Layo, determinante de la peste de
Tebas.

La obra teatral, coherente con este planteo, remarca el carácter tiránico de


Edipo, tal como lo describe Foucault. No admite desobediencia, y se muestra
suspicaz de tramas en su contra para despojarlo del trono. Como en otras tragedias
griegas, incurre en la soberbia de intentar ir más allá del designio de los dioses,
pecado de hybris, que determina su posterior caída. Al descubrir la verdad de los
hechos, se castiga con el destierro y la ceguera. Según Foucault, en ningún momento
de la obra expresa Edipo culpa o arrepentimiento. Ahora bien, si siguiendo sus
propias órdenes, se destierra, ¿por qué la ceguera auto infligida? No puedo dejar de
relacionar este autocastigo con la idea de culpa y de castración. No dice “soy
culpable”, pero lamenta que el pastor que permitió que siguiera vivo no lo haya hecho
morir a poco de nacido, creo que como arrepentimiento es bastante evidente.

Quizá estemos más acostumbrados a otra clase de políticos, más


“modernos”, los que frecuentemente encuentran una suerte de transacción entre las
dos posturas que describiera Foucault: saber la verdad, servirse de ella, para ocultarla
y así conservar el poder. Yocasta dice en la puesta: “Quizá por intentar conocer la
verdad pierdas el poder y probablemente para conservar el poder tengas que ignorar
la verdad”. Ignorar2, podríamos suponer’, como “no hacer caso” y no, como “no saber”.

La literatura sobre Foucault y su lectura del mito de Edipo es diversa y


abundante para seguir tratándola aquí. Otro aspecto de la obra montada me parece
digno de ser considerado. La figura de Yocasta, como relatora y protagonista del
drama, nos permite dar cuentas de una conceptualización de esta mujer donde cobra
relevancia su deseo de ser madre más allá de los dichos del oráculo. No sólo se
opone a la muerte de Edipo, sino que establece una comparación entre sus esposos
en estos términos: Layo, el que le quitó a su hijo, y Edipo, el que le dio hijos. Como
buena heroína griega, reniega de los dioses y también intenta desoír los oráculos.
Manifiesta: “El recorrido del hombre es guiado por el azar y no puede tener previsión
cierta de nada, quien más se burla de augurios y vaticinios es quien mejor se pasa la
vida”. Ser madre a pesar de todo, lo cual no puede sino ser castigado.

Podemos imaginar en Yocasta la salida que realiza de su propio Edipo, ahora


psicoanalíticamente hablando, en base a la ecuación simbólica pene=niño (Freud),
con lo cual el hijo se constituiría en una forma de compensar lo que fálicamente no
tendría. “Complejo de castración” y “envidia de pene”, como conceptos clásicos
freudianos que nos permite jugar ahora desde el anacronismo con este personaje de
Yocasta. En tal sentido, permítaseme la irreverencia de considerar a Yocasta, por así
2
R.A.E: ignorar (Del lat. ignorāre).
a. No saber algo, o no tener noticia de ello.
b. tr. No hacer caso de algo o de alguien.
decirlo, como doblemente colmada fálicamente: a través del incesto no sólo Edipo la
hace madre, sino dos veces madre (de Edipo y de sus hijos con él). Tal como la obra
clásica refiere y esta Yocasta reitera: “Había engendrado una doble descendencia, un
esposo de un esposo y unos hijos de hijo”. Deseo colmado sin límite, que al ser
descubierto, se traduce en tragedia.

Sandra Auladell

sauladell@hotmail.com

Bibliografía:

Freud, Sigmund: “Obras Completas” Editorial Biblioteca Nueva (1974)

Foucault, Michel: “La verdad y las formas jurídicas”. Editorial Gedisa (1980)

Sófocles: “Edipo Rey”. Editorial Gredos (2010)

En Internet:

www.rae.es

www.lanacion.com.ar

www.mechemartinez.com.ar (blog teatro)

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