• ¿Qué estás haciendo en tu vida, por repetición o por lealtad a tu familia?

• ¿Qué has hecho o haces influenciado (a) por el entorno en el que has vivido?
• ¿Qué acontecimientos o decisiones le han dado un giro a tu vida?
• ¿Qué decisiones trascendentales has tomado?
• ¿Qué esperan de ti tus padres, tus amigos, la sociedad…?
• ¿Qué es aquello que has querido hacer y aún no lo has podido realizar?
• ¿Lo que estás haciendo es lo que quieres para tu vida?, ¿te apasiona?, ¿te
hace feliz?
• ¿Qué es aquello que quisieras hacer con todo tu corazón, antes de morir?

Te invito a que en este mismo momento escribas tus sueños.

Toma lápiz y papel, prioriza, encuentra recursos, cómplices,
acciones, tiempos, y manos a la obra.
Identifica un resultado que te tenga insatisfecho(a) en este momento en tu vida, en
alguna dimensión: personal, familiar, de pareja, profesional, entre otras.

Revisa desde qué observador (Identidades y territorios constitutivos del observador)

estás viviendo dicha situación, toma consciencia de:
▪ Lenguaje: cuáles son las creencias, los juicios, mandatos o interpretaciones que
subyacen en la situación, es decir identidad genealógica, adquirida, esperada.
▪ Emociones o Estados de ánimo: ¿Hay frustración?, ¿rabia?, ¿miedo?,
¿desconfianza?, ¿tristeza?, ¿resentimiento?, ¿resignación?...
▪ Corporalidad: mira tu cuerpo y trata de identificar tus tensiones, la expresión del
rostro, tus movimientos de manos, cómo se mueven algunos de tus órganos, entre
otros.

¿Qué acciones realizas desde este observador?

 Y ahora reflexiona…
• ¿Qué cosas no estabas observando por estar casado con tus creencias,
tus identidades?
• ¿Qué puedes hacer para mejorar el observador que eres?
• ¿Para qué te sirve ser consciente de este aprendizaje?
• ¿Cómo puedes aplicar el modelo del observador y las identidades en tu
vida cotidiana?
• ¿Qué nuevas acciones surgen a partir de tus reflexiones?
• ¿Qué quieres arriesgarte a hacer (acciones) a partir de tus nuevos
descubrimientos?