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Introducción al Pentateuco1

Torá o pentateuco

Para la tradición rabínica (hebrea), la “Tôrâ” (la” ley”, llamada también en la tradición
helenística el “Pentateuco”) comprende los cinco primeros libros de la Biblia Hebrea.

A primera vista la obra ofrece un conjunto bastante armónico, desde la creación del mundo
(Gn 1) hasta la muerte de Moisés (Dt 34). A grandes rasgos, cuenta los orígenes de Israel,
desde sus remotos antecedentes patriarcales hasta cuando se convierte en un pueblo
numeroso y recibe de Dios los grandes dones de la libertad y la alianza, está a las puertas de
la tierra prometida, donde se escuchan los anuncios de despedida de Moisés, quien muere –
sin entrar a la tierra– en las estepas de Moab. Se trata de una obra casi toda narrativa –
"histórica"– aunque contiene amplias secciones legislativas (parte del Éxodo, todo el
Levítico, gran parte del Deuteronomio).

Breve esbozo de su contenido:

1. Historia de los orígenes (Gn 1—11)

El Génesis comienza hablando de los orígenes del mundo y de la humanidad. Aunque la


situación inicial es paradisíaca, se rompe pronto por el pecado de la primera pareja, al cual
sigue otra serie de injusticias y crímenes que terminan provocando el diluvio. Ni siquiera con
esto escarmienta la humanidad; comete un nuevo pecado de orgullo —torre de Babel— y es

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Introducción elaborada por la Lic. Claudia Mendoza. 02/08/2015 Ver. J. L. SKA, Introducción a la lectura del
Pentateuco. Claves para la interpretación de los cinco primeros libros de la Biblia, Navarra (Verbo Divino
2001);13-31. Cf.J. L.SICRE, El Pentateuco. Introducción y textos selectos, Buenos Aires (San Benito 2004),
17-30; J. L. SKA, “El Pentateuco”, en: W. FARMERet al. (edts.), Comentario Bíblico Internacional,
Navarra (Verbo Divino 1999), 307-314; BONORA, A., “Pentateuco”, en: Nuevo Diccionario de
Teología Bíblica, ROSSANO-RAVASI-GIRLANDA (ed), Madrid (Paulinas 1990), 1472-1475; MURPHY,
R., “Introduction to the Pentateuch”, en: BROWN-FITZMYER-MURPHY (ed.), The New Jerome Biblical
Commentary, New Jersey (Prentice Hall 1990),3-5; SCHMIDT, W., Introducción al Antiguo Testamento,
Salamanca (Sígueme 19901979), 59-82

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dispersada por la tierra (Gn 1- 11). Pero Dios responde a la cadena continua del mal con la
vocación de Abrahán, comienzo de la salvación para todos los hombres.

2. Los patriarcas (Gn 12—50)

Aquí inicia la segunda parte, centrada en las tradiciones de Abrahán, Isaac y Jacob con sus
respectivas esposas (matriarcas) (Gn 12-36), pequeños pastores que, alentados por una doble
promesa que Dios les hace –una descendencia numerosa como las estrellas del cielo y una
tierra en la cual asentarse– se ponen en marcha oyendo al “Dios de sus padres”. Ambas
promesas se cumplen poco a poco de manera dramática, con retrasos y tensiones. Para la
promesa de la tierra, el momento más duro ocurre cuando los antepasados de Israel deben ir
a Egipto en busca de alimento. La tierra prometida no les da de comer.

Sin embargo, el libro del Génesis termina con estas palabras de José a sus hermanos: “Yo
estoy para morir, pero Dios cuidará de ustedes y los hará subir a la tierra que juró dar a
Abrahán, Isaac y Jacob” (Gn 50,24). Esta vuelta desde Egipto hacia la tierra prometida será
el tema central de los cuatro libros restantes del Pentateuco.

3. Opresión y liberación (Éx. 1,1—13,16)

Los comienzos del libro del Éxodo nos sitúan en el momento en el cual “subió al trono de
Egipto un faraón que no conocía a José” (Éx 1,8) Tiene lugar entonces una dura y creciente
experiencia de opresión. Pero Dios escucha el clamor de su pueblo, y encomienda a Moisés
salvarlo de la esclavitud. La confrontación dramática de las plagas llevará a la libertad –
precedida por la celebración de la Pascua– (Éx 1,1-13,16).

4. De Egipto al Sinaí (Éx 13,17---18,27)

Siguen tres meses de camino hacia el monte Sinaí. En pocas páginas se condensa la salida de
Egipto, con el paso del Mar de las Cañas, y la nueva experiencia del desierto, con sus

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amenazas de hambre y sed, el acoso de posibles enemigos, la tentación de volver a Egipto,
la falta de fe en Dios, la necesidad de organizar al pueblo (Éx 13,17-18,27).

5. En el monte Sinaí (Éx 19—Nm 10,10)

Al llegar al monte Sinaí tiene lugar la alianza, y el Señor dicta las normas necesarias para
regir la conducta del pueblo en los más diversos aspectos. Se trata de una amplísima sección
–con mucho material de leyes– desde Éx 19 hasta Nm 10,10. Entre los pocos pasajes
narrativos de este gran apartado destacan los encuentros de Moisés con Dios en el monte y
el famoso episodio del becerro de oro (Éx 34).

6. Del Sinaí a la estepa de Moab (Nm 10,11—21,35)

Después de más de un año de acampar en el Sinaí se reanuda la marcha, caminando desde el


Sinaí hasta la estepa de Moab (Nm 10,11-21,35). Sección narrativa, marcada por conflictos
dramáticos –hambre, sed, motines del pueblo, rebelión de algunos cabecillas, desánimo ante
los primeros informes sobre la tierra, muerte de Aarón (hermano de Moisés)– aunque no
faltan páginas con nuevas leyes (Nm 15,1-31; 18; 19).

7. En la estepa de Moab (Nm 22—Dt 34)

Por fin, el pueblo llega a las estepas de Moab. Allí se desarrollan los últimos eventos que
cuenta el Pentateuco: oráculos del vidente pagano Balaán, primer conflicto con los cultos
cananeos de fecundidad, primeras ocupaciones de territorio en Transjordania y, sobre todo,
la gran despedida de Moisés y su muerte. Este amplio apartado (desde Nm 22 hasta Dt 34)
incluye abundante material de leyes. Lo más importante desde el punto de vista teológico es
el libro del Deuteronomio, compuesto como un extenso anuncio de Moisés antes de morir.

El Deuteronomio comienza recordando los años pasados, desde que Dios ordenó ponerse en
marcha en el Sinaí (Dt 1-4). A la promulgación del Decálogo y una exhortación sobre la ley
(Dt 5-11) sigue un amplio cuerpo legal con comentarios (Dt 12-26). Cierran el discurso una

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extensa serie de bendiciones y maldiciones (Dt 27-28). El estilo oratorio cede el puesto una
vez más al estilo narrativo para contarnos la alianza en Moab (Dt 29-30). La obra termina
con las últimas disposiciones de Moisés, su canto, sus bendiciones y su muerte (Dt 31-34).

Los nombres de cada uno de los cinco libros

Los cinco libros se denominan: “los cinco quintos de la Ley”. Esta expresión hebrea quizá
está en el origen de la expresión griega hè pentateuchos (biblos). Los nombres usados en
nuestras lenguas para designar a cada uno de estos cinco primeros libros de la Biblia proceden
de la versión de los LXX. La Biblia Hebrea los designa –conforme a una común costumbre
de la antigüedad– por la primera palabra importante de cada libro:

Génesis ............................... bereshit ........................... “Con un comienzo"


Éxodo ................................. èlleh shemôt .................... “estos son los nombres”
Levítico .............................. wayyiqrá ............................ “y llamó”
Números ............................. bemidbar ............................. “en el desierto”
Deuteronomio..................... élleh debarîm .................. “estas son las palabras”

Torá "Instrucción", "enseñanza". El final del Deuteronomio recurre a la palabra "Torá" para
designar de una forma global el conjunto de palabras pronunciadas por Moisés: "Cuando
terminó de escribir en un libro las palabras de esta Ley; hasta el fin..." (Dt 31,24) "...les dijo:
«Estén bien atentos a todas estas palabras que hoy les doy como testimonio. Se las pasarán
a sus hijos, para que cuiden de poner en práctica las palabras de esta Ley" (Dt 32,46). Estas
palabras de Moisés cierran no sólo el Deuteronomio sino el conjunto del Pentateuco, que el
lector es invitado a considerar como "Torá". ¿Cómo interpretar este término?

En un sentido inmediato el término hebreo "Torá" significa: Una exhortación de los padres
Prov 1,8 "Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la lección de tu
madre" Prov 4,1-2 "Escuchad, hijos, la instrucción del padre, estad atentos para aprender
inteligencia, porque es buena la enseñanza que les enseño; no abandonen mi lección".

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La enseñanza de un sacerdote en un caso concreto, Ageo 2,11s. "Así dice Yahveh Sebaot:
Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley. Di: v.12 «Si alguien lleva carne sagrada en el halda
de su vestido, y toca con su halda pan, guiso, vino, aceite o cualquier otra comida, ¿quedará
ésta santificada?» Respondieron los sacerdotes y dijeron: «No»"

Una prescripción aislada o una colección de prescripciones más extensa 
Lev 6,2 "Da esta
orden a Aarón y a sus hijos: esta es la ley del holocausto. (Este es el holocausto que estará
sobre el fuego encendido, sobre el altar, toda la noche hasta la mañana, y que el fuego del
altar mantendrá encendido)" Lev 11,46: “esta es la ley acerca de los animales, de las aves, y
de todos los seres vivientes que se mueven en el agua, y de todos los que andan arrastrándose
sobre la tierra"

Finalmente, el vocablo asume el significado más complejo de (libro de) la ley, que abarca las
normas y expresa la relación privilegiada de Dios con su pueblo (2Re 22,8.11 o "libro de la
alianza": cf. 2Re 23,2.21): Dt 4,44 "esta es la ley que expuso moisés a los israelitas. v45 estos
son los estatutos, preceptos y normas que dictó moisés a los israelitas a su salida de Egipto..."
Dt 17,18s "cuando suba al trono real, deberá escribir esta ley para su uso, copiándola del libro
de los sacerdotes levitas. v19 la llevará consigo; la leerá todos los días de su vida para
aprender a temer a Yahvé su dios, guardando todas las palabras de esta ley y estos preceptos,
para ponerlos en práctica. v20 así su corazón no se engreirá sobre sus hermanos y no se
apartará de estos mandamientos ni a derecha ni a izquierda. Y así prolongará los días de su
reino, él y sus hijos, en medio de Israel.

Dt 31,9s "Moisés puso esta ley por escrito y se la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que
llevaban el arca de la alianza de Yahveh, así como a todos los ancianos de Israel". Y va
ligado al nombre de Moisés. Josué 8,30-32 "entonces Josué construyó un altar a Yahvé, Dios
de Israel, en el monte Ebal, v31 como había mandado Moisés, siervo de Yahveh, a los
israelitas, según está escrito en el libro de la ley de Moisés: un altar de piedras sin labrar, a
las que no haya tocado el hierro. Ofrecieron sobre él holocaustos a Yahvé e inmolaron
sacrificios de comunión. v32 Josué escribió allí mismo, sobre las piedras, una copia de la ley
que Moisés había escrito delante de los israelitas".

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Josué 23,6 "esforzaos mucho en guardar y cumplir todo cuanto está escrito en el libro de la
ley de Moisés, no apartándose de ella ni a la derecha ni a la izquierda..." 
2Re 14,5-6:
"cuando el reino se afianzó en sus manos, mató a los servidores que habían matado al rey su
padre, v6, pero no hizo morir a los hijos de los asesinos, según está escrito en el libro de la
ley de Moisés, donde Yahvé dio una orden diciendo: «no harán morir a los hijos por los
padres, sino que cada uno morirá por su pecado»"

Origen y uso del vocablo “Pentateuco”.

La palabra griega "pentateuchos (biblos)" –de donde procede el "pentateuchus (liber)" latino
y el "pentateuco" castellano– es una palabra compuesta de "penta-" –que significa “cinco”–
y "teuchos", que significa, en general, “instrumento, arnés, utensilio, estuche, rollos”. Los
padres de la Iglesia rara vez emplean la palabra “Pentateuco” para referirse a los cinco
primeros libros del Antiguo Testamento. En general, prefieren hablar –como lo hace el Nuevo
Testamento– de la “ley” o de la “ley de Moisés”, y la distinguen de los profetas.

Ninguno de los cinco libros es mencionado por su nombre en el Nuevo Testamento. La


primera vez que se encuentra una mención explícita en un texto cristiano es en la llamada
"Epístola de Bernabé" (entre los años 70-110 d.C), que –en 10,3– hace referencia al
Deuteronomio.

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